Mi Abuelo y Yo

Fui así bautizado,

en honor a mi Abuelo,

me sentí su aliado,

pero no con más derechos.


De carácter frágil,

un hombre quebradizo,

era fácil agradarle,

y meterte bajo su abrigo.


Me era cómodo el ser yo,

y bueno tenerle cerca,

hicimos tratos de honor,

entre un niño y una leyenda.


Hablamos de muchos temas,

tocando tantas trivialidades,

pero no hay ninguna escuela,

que te prepare para los finales.


Nadie te prepara,

para esas noches largas,

la llamada a deshoras,

y encender de veladoras.


Quien dirá algo parecido,

un día de mi persona,

era individuo sencillo,

que de pronto se desmorona.


El finales procesar,

siempre me ha venido mal,

carezco de esa fuerza interna,

y me he tragado toda mi pena.


Pero esto debería ser,

al menos en el papel,

una mera reflexión,

de mucho miedo y poco amor.


Ni todas las pastillas del mundo,

ni las mejores terapias,

pueden enderezar el rumbo,

cuando algo interno se colapsa.


Esta vida no es amiga,

para vivirla en soledad,

pues venimos de la familia,

y así deberíamos terminar.


Tengo unas memorias coloridas,

y algunas carcajadas escondidas.

una navidad y año nuevo,

en compañía de mi Abuelo…

 

Precioso, me he emocionado mucho al leerlo, ternura, sensibilidad y mucha belleza en tus versos, escribes muy llegando al corazón del lector, en este caso yo, me he acordado de mi abuelo Paco, al otro desgraciadamente no lo conocí, los dos se fueron al otro lado. Los abuelos y abuelas son algo grande, cuando no los tienes te das más cuenta. En fin amigo Mike que me ha encantado tu poema. Un abrazo. Paco.