Mi amigo imaginario

MI AMIGO IMAGINARIO​

​

Un día tuve un alma libre
y un amigo imaginario
quienes cogidos de la mano
caminaban hacia donde nace el sol.

Ambos eran sordos y mudos;
no necesitaban vestidos ni jaulas;
bailaban danzones alrededor de la hoguera
Y aullaban cual lobos al compás de la noche.

Ambos eran creadores de lluvias;
pintaban cavernas con sus dedos;
eran brasas que no se apagan;
eran cinceles infinitos.

Hasta que un día, la multitud aquella
[SIZE=3]atrapó a mi amigo imaginario[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]y lo quemó por hereje y brujo.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]Mientras se volvía humo me abrazó con la mirada.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3] [/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]Desde entonces mi alma y yo quedamos solos[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]y algunas noches me pregunto[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]si mi amigo no habrá sido real[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3]y yo habré sido el imaginario.[/SIZE]
[FONT=Calibri][SIZE=3] [/SIZE][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT][/FONT]

 

bueno el recuerdo. pero crecemos y las inquietudes del mundo se hacen presa en nuestros locos sentidos.
Gracias por la lectura

 

¿Es real la realidad?
¿Por qué dijimos que lo que vemos, oímos o sentimos es lo real?
¿Es todo nuestro alrededor sólo un placebo vicioso?
Son algunas de muchas preguntas que alguna vez deberíamos hacer a nuestra persona. Son preguntas a las que tú incitas en tu poema. Indistintamente de que el pequeño cuento que narras no sea más que una historia fantástica... somos libres de soñar con quien deseemos o con quien nos encontremos, ¿no? ¿Por qué censurar un sueño por miedo a que nos tachen de demente o similares?
¿Vamos a censurar nuestra propia imaginación?
No, por supuesto que no.
No lo hagas jamás; continúa desbordándola como en esta obra.
Un placer su lectura,
Cotijo.

 

Muy bueno, me ha gustado
un beso
Rosario

 

Líneas agradables y recorribles.
Alguna vez sentí eso.
Un amigo que era y ahora ya no es,
ni siquiera un humo imaginario.

 

Hay que patalear mientras podamos, para que no apresen demasiado de nosotros... Siempre nos quedará algo libre. Gracias a tí Francisco por tu visita y comentario.

 

Muchas gracias por tu comentario compañero Cotijo... sigamos con nuestra locura.
Y no es un cuento de fantasía, es una crónica que no puede ser más real. Un abrazo.

 

Que bueno que te gustó Rosario, agradezco tu visita!
Un abrazo.