Mi apego.

Te muestras encantadora,
pues el Cid Campeador cinchó espada, en buena hora,
y le ofreciste de beber al Mesías, con agua del pozo de Jacob.
Obsequiándole con una cantimplora.


Sé que has estado viva en muchas épocas del mundo.


Y renaciste de tus cenizas, como ave Fénix, para reinar sobre los hombres.
Pero la humildad es vestigio de la vida, que se adorna, también, con amor, broma y erotismo.
De modo que prefieres evitar el narcisismo.
No te miras tanto al espejo, ni te ensalzas. Quien se ensalce, será humillado.


Quien se humille, será ensalzado. Te veo muy adecuada, para la Poesía.


Luces pericia, maña y veteranía.
Supongo que aprendiste a base de tesón, sudor y lágrimas, y sufrimiento.
Pues el Dolor es la forma más sencilla de aprendizaje.
Navegas por los siete mares, sin contemplaciones. Sin miramientos.


Haces tus deberes y ya está. Simple y magnífica. Como yo soy. ¿ Eres mi apego ?


El apego de Dios es la Felicidad y el Amor.
Y la Felicidad de Dios, es la diversidad de sus hijos.
No debemos discriminar a nadie.
Aunque sea rico, dulce, fresa o pijo.