Mi caballero.2

Desde la ventana abierta y enfrente de él:
-¿Me dejarías pintar tu torso del color de mis ojos?- Le pregunté persuadiendo al cruzar las piernas
Y miró hacia abajo
Y se quito la camisa
Y con el pincel más suave le pinté una línea salmón
-Tus ojos no son de ese color- Me señaló riendo sin comprender, entonces con tono serio le dije -¿Estos? Estos no son mis ojos…-

Al parecer no entendió y creyó que sólo estaba coqueteando, ingenuo.

 

Me gusto tu poema, que se lo siga creyendo jeee, un gusto leerla poetisa, saludos cordiales ; )

 

Hermosura divina del mejor arte maravilloso.

 

Me quedé con la duda... porque salmón, y de que color son tus ojos??? jajaja... intrigante escrito