Mi chaleco Salvavidas

Estaba hundido,

en medio del mar perdido,

sin rey en mi tablero de ajedrez,

a la espera de la muerte,

que llegaría junto a la vejez,

era un ser inerte,

sin camino por el cual seguir,

solo había oscuridad,

me sentía con ganas de caer, de morir,

pero en alguien vi una gota de humanidad,

alguien que volvió a montar este tablero,

que me hizo resurgir de mis ceniza cual fénix

y a la que yo ahora quiero.

 

Intenso y luminoso instante que plasmas dulcemente en tus versos amigo...
Bienvenido...un gusto leerte...
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

Muchísimas gracias!, me aficioné a esto de la poesía hace poco y quería ver que opina el mundo sobre mí...