Mi clavo serrajero

Ni tiempo
ni espacio paralelo,
ni fuerza
ni miedo,
la distancia lo de menos.

Estas de clavo
y el martillo yo lo llevo.

Tengo el golpe,
el acero,
incorruptible asi te llevo.

Ni la nada
ni el todo,
ni el modo
de lo bueno.

Ni lo malo
ni el extremo.

Eres clavo
en mi raiz,
en el arbol,
en lo espeso,
en la savia
de mi seno.

Sal eres
de mi mar,
el azul de mi cielo.

Eres viento
en mi viñedo,
el aroma de mi uva,
lo remontas
en tu vuelo.

Mas el clavo
es perfil,
que se encaja
hasta el celo,
de sentir
en mi alma
lo que quiero.

Mas,adentro
asi lo quiero.

Ni lanza
en guerra a la piel,
penetrando
su agujero.

Tu mi paz,
su punta al fuego,
que traspase
mi conciencia,
es alli
donde te estreno.

Ni la voz
de mi garganta,
cuando dice
amor sincero.

Es mas dulce
la arrogancia
de mi clavo
serrajero.

Sensibilidad
que me llama,
el poeta
en su suelo.

Tengo el clavo
aqui de lleno,
medula y ser
todo lo puedo.

Un donque,
un puñetazo,
yo mismo
me lo sueno.

Sueno el clavo
hasta la sangre,
hasta el hueso,
hasta el agua.

Martillo fuerte
su cabeza,
hasta que estille
mi madero.

Y llegue donde nadie
me lo saque.

Ni la muerte
ni los vivos.

Ni otro
clavo serrajero. Roberto A. Dumenigo

 

Domigo
un placer leerte en esta entrega
en la cual utilizas al clavo
como una metáfora para desarrollar
los sentires de tu vida
Estrellas a tu pluma
Un saludo cordial
Ana