Mi despedida

Profunda soledad me invita a soñar, en esta fria noche en que salgo a pasear.
No hay sonido alguno emitido, ya no siento nada, pero nunca dejo de pensar...

Veo a mi madre sufrir, la idea la atormenta, aún no lo puede entender, pero con el tiempo sé que llegará a comrpender.
Aquél sale a la calle, no le gusta estar en casa, ha pensado en dejarla, pero a mi madre no puede abandonarla.

Todo en casa es silencio, es un tremendo festival, SI!! un festival, pues todos se saludan con máscaras impuestas que ocultan su sentir.
Los visito seguido y les digo que estoy bien, pero el desprecio hacia aquel hombre, no llos deja de corroer.
Trato de explicarles la razón de ésta situación, pero la verdad es, que ni siquiera yo lo puedo aceptar aún, no me puedo resignar.

No me puedo quejar, la vida es sin igual, siempre recibí un trato especial y tuve momentos de gran felicidad.
El clima ahora es genial, pues nunca me ha gustado el calor, aún cuando fue relacionado con el amor.

Disfruto varias cosas, pero extraño otras tantas:
*Un abrazo
*Un tierno beso
*El desgutar de la comida
*El DESCANZAR: cosa que ahora no podré.

Sé que tengo que acostimbrarme, pues el destino me ha dejado así, en éste lugar, atrapada quizá, pero quiero decirles que por mucho tiempo no será, terminaré la misión y saldreé de ésta prisión. Lo único malo es que sé, que después de ésto nunca más los volveré a ver... ADIOS.