Mi Estrella Fugaz (E.M.V. derechos reservados)

Era una noche fría y ventosa... una de esas típicas noches tenebrosas de invierno. Yo solo tenía deseos de caminar y sentir las caricias del viento en mi rostro. Solo deseaba cerrar mis ojos e imaginarme volando muy alto, hacia la libertad, hacia ti. Poder respirar el aroma del bosque y disfrutar por un momento de la magia de alguna estrella fugaz. Comienzo a caminar, oyendo los misteriosos sonidos de la noche, esos que provocan escalofríos por toda la piel...me gusta esa sensación. Llego a la hermosa pradera, cubierta de yerba. Sí, aquí es donde quiero estar... aquí donde estamos solo el cielo y yo. Ese cielo brillante, con todos sus diamantes resplandeciendo. La luna misteriosa me observa, cual guardián de la noche. Dejo caer mi cuerpo sobre la alfombra de yerba... siento sus cosquillas por todo el cuerpo. Sí, definitivamente este es mi lugar... quiero sentirte, quiero escucharte, oler tu fragancia, quiero pensarte. Cerrar mis ojos e imaginar un mundo donde solo estemos tú y yo. Una melodía nace de mi alma...notas que hacen bailar a mi corazón. Mis pies se mueven a su compás, armonía perfecta del amor. Si tan solo estuvieras aquí, junto a mi, junto a mi corazón... Levanto mi rostro hacia el cielo, gran espectáculo de luces. Wow! Pero que veo? Una estrella aventurera que toma su propio rumbo y decide volar hacia la libertad...mi estrella fugaz. Allí va mi deseo...tu. El deseo de tenerte otra vez. Extraño tus ojos, tu sonrisa, tus labios. Me haces falta corazón. Tu, mi complemento, la pieza que falta en mi alma, el que me hace reir aún en tiempos difíciles, mi consuelo y compañía. Separados en cuerpo, pero jamás en alma...Esa aroma?...Eres tú! Estas aquí! Sí, siento tus caricias...es tu aroma. Eres tú, mi amor, lo sé. El viento sopla tu nombre y un suspiro se lleva mi aliento. Me abrazas con ternura, siento tu quietud, tus labios sobre los mios...tu respiración. Juntos bailamos bajo la luna, notas de amor revolotean por doquier. Qué alegría! Qué felicidad! Si este momento fuera eterno...La brisa comienza a soplar sin piedad alguna, el frío penetra hasta mis huesos...ese frío tan familiar. Desaparece la música, tu aroma se esfuma, tu abrazo se pierde en la oscuridad...Que fría es esta soledad...Miro al cielo, allí estas. Mi estrella aventurera, retornando a su hogar. Ese hogar llamado cielo, donde moras en paz. Nos vemos pronto amor mío, algun día subire allá, donde la muerte ya no existe y estaremos juntos por toda la eternidad.