MI Grito

El Amor, cual pintura de Monet, melodía y destellos
de verde luz, un Water Lilies Garden en Giverney.
El otoño deshoja, palidece el verde manto,
invade guerrera la luna, se cierne el atardecer.
Pintar no supo esta mano, ni amarillos lirios,
ni verdes tallos con hojas, ni un liviano amanecer.
La amargura oprime, es como un cristal de hiel
y llanto que resbala tatuando mi pálida tez.
¡Oh si supieran los dedos de mi ajado corazón
mezclar y crear llamativos colores con su pincel:
arrullos, cantos, sonetos de amor… Serian todas
las tardes la sobremesa verde en La Grenouillère!
El negro cuervo remolina en mi caballete.
Negros presagios, ¡oh solitario, mis lunas de miel!
Trémulo el final de estos versos de mi universo,
es un Grito de Munch, es un sempiterno Atardecer