Mi hermana mayor la oscuridad

Aunque nos separe la gravedad
y miles de palacios,
a veces la hecho de menos
cuando se puede hablar con ella.

Hay puntos de la realidad
que son neutros
y ahí te puedes encontrar,
no hay maquillaje ni blanco ni negro.

Siempre la he respetado
aunque no comparta
sus enrevesados designios,
me duele como pesado peltre
ciertas cosas innecesarias
y la lucha que mantenemos
tan ancestral como el primer sueño.

No sé si pensar que en cierto
modo la quiero e incluso ella,
la reina de los condenados,
en el fondo también
pienso lo mismo sobre mí,

Ella estaba antes que yo,
pero su afán era desmedido
como mil dragones enloquecidos,
por eso estoy yo era
para hacer de contrapeso.

 

Muchos tienen miedo a la oscuridad hasta que la llegan a conocer, entonces como todo se disfruta
abrazos en el beso de una madrugada