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Mi mejor regalo

Tema en 'Prosa: Infantiles' comenzado por ANAPLUCHINSKY, 15 de Junio de 2022. Respuestas: 2 | Visitas: 282

  1. ANAPLUCHINSKY

    ANAPLUCHINSKY Poeta asiduo al portal

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    ¡Hola! Mi nombre es Antonia y hoy estoy aquí para contarles una historia. Una historia desopilante, brillante y muy interesante.
    Cuando estaba por cumplir siete años, mis abuelos me preguntaron que quería que me regalen. Pensé, pensé y pensé, pero no se me ocurría nada. En realidad sí, muchas cosas pasaban por mi cabeza, como una bicicleta, unos patines o una muñeca que cante pero me daba mucha pena que se pongan en ese gasto tan grande y la verdad que para mí lo más importante era tenerlos cerca mío, que me dieran su amor y cariño. ¡Que lindos mis abuelos!
    Bueno, igual ustedes ya saben cómo son los abuelos que, aunque sus nietos no quieran nada, ellos le dan todo.
    Ante su insistencia por mi regalo, les pedí que me regalen un peluche que estaba muy de moda, se encontraba en cualquier juguetería, todos los chicos tenían o querían tener uno y yo también, por supuesto.
    Fue así que les dije: ¡Quiero un burro!
    ¿Un burro? Dijeron a coro.
    ¡Sí! Sueño con tener un burrito.
    Se miraron entre ellos como si hubieran entendido todo y nunca más tocaron el tema.
    Al fin llegaría el día de mi cumple, llamaron a la puerta y eran mis abuelos. Besos y abrazos recibí de su parte, pero no me dieron ningún regalo, la verdad que yo estaba tan entretenida jugando con mis amigos que ni me di cuenta.
    Todo era alegría ese día, la fiesta estaba saliendo como yo lo había soñado. Mi mamá me había hecho una hermosa torta, soplé las velitas al ritmo del Feliz Cumpleaños cantado con mucho amor por todos mis invitados. Pedí tres deseos, uno muy especial.
    Antes de cortar la torta, mi abuelo se puso de pie y dijo: “Antonia querida, buena y dulce niña, nuestra nieta amada, en este feliz y emotivo momento con tu abuela Rosaura queremos decirte ¡Feliz Cumpleaños! Y darte tu merecido y deseado regalo.
    Estábamos todos intrigados, hasta mis papás que no tenían idea de que se trataba. ¡Menos mal!
    Mi abuelo se dirigió a abrir el portón de entrada. Yo esperaba muy ansiosa ver a mis abuelos entrar por ese portón una hermosa bicicleta, sabía que eran capaces de cualquier cosa por verme feliz pero lo que no tuve en cuenta es que podrían llegar a tanto.
    ¡Oh Dios! Mi abuelo aparecía mientras mi abuela Rosaura lo esperaba sonriente del lado de adentro de mi casa. Él no venia solo, en su mano traía una correa y la correa traía enlazado a un burro. ¡Un burro de carne y hueso!
    Yo no podía creer lo que veía, mi deseo tan especial se había cumplido más rápido de lo que podía haber imaginado. Por fin, tenía una mascota- Mis amigos estaban fascinados con el animal, no tardaron en salir corriendo a acariciarlo y mis papás ¡Ay mis papás! Casi se infartan.
    Yo no sabia si abrazar a mis abuelos o a mi hermoso regalo. Decidí abrazarlos a ellos, después de decirles gracias y buscando la manera de que no se sientan mal les dije: “Abuelos, el burro era de peluche.”
    Ellos largaron una fuerte carcajada y mi abuela agrego: “Bueno, eso nunca lo aclaraste Antonia.”
    ¡Pequeño detalle! Se oyó decir a mi papá, que no se si estaba enfadado o desconcertado con semejante confusión.
    Mi mamá quedó muda, no reaccionaba. Tantas veces le había pedido tener una mascota, aunque sea un pececito y su respuesta siempre había sido negativa. Era mucha responsabilidad y ella no estaba dispuesta a asumirla. En cambio, mi papá si quería, pero respetaba su decisión.
    Igualmente, él quería un perro, nunca se le hubiera pasado por la cabeza adoptar un burro.
    Una gran discusión se armó en ese momento entre mi papá y mis abuelos. Yo mientras tanto, estaba abrazada al burro quien me había conquistado rápidamente con su noble mirada y enamorado para toda la vida.
    Empecé a ponerme triste porque veía que mi papá tenía una decisión firme, el burro debía volver a su antiguo hogar, no había lugar en mi familia para él.
    Mi fiesta de cumpleaños paso de ser un momento maravilloso a convertirse en el peor día de mi vida. Yo ya amaba a mi mascota y no podía soportar que se vaya.
    Cuando todo parecía dicho, mi mamá salió del estado del shock y dijo: “¡El burro se queda, ahora a seguir festejando!”
    No podía más con mi alegría. Lo llame: “Peluche”. ¡Mi burro es el mejor regalo que pude haber recibido!
    Mientras escribió esta historia, él me acompaña sentado muy cerca mío, nos convertimos en amigos inseparables. Todas las mañanas me acompaña al colegio, a él, le encanta hacerlo. Peluche es famoso, los chicos y las seños lo esperan para mimarlo y saludarlo todos los días. Mis papás lo aman, él ya es parte de mi familia.
    Mañana cumplo diez años y mis abuelos, como ya saben, me preguntaron que quería que me regalen.
    Les pedí un león y ahora que lo pienso, se me olvido decirles que era de peluche, ¡Ups!
     
    #1
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  2. marlene2m

    marlene2m Miembro del Jurado Miembro del Equipo Miembro del JURADO DE LA MUSA

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    Una historia estupenda !
    Ya veremos , los abuelos son
    muy complacientes con los nietos ...
    Un placer leer .
    Saludo
     
    #2
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  3. ANAPLUCHINSKY

    ANAPLUCHINSKY Poeta asiduo al portal

    Se incorporó:
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    Muchas gracias por tus palabras. Cariños
     
    #3
    A marlene2m le gusta esto.

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