Mi nombre en tus labios

Sabes qué? – Hoy es uno de esos días en los que simplemente quisiera cerrar los ojos e imaginar el tenerte recostada en mi cama y estar tocándote con mis manos temblorosas como se tocan las cuerdas líricas que despiertan notas que se elevan desde un arpa, de esa forma se elevaba el deseo en espiral precisa, de esa forma es que se deja huella de la leve fricción de los dedos en la piel, de los labios en la piel, de las palabras que cada respiración presurosa se escucha leve: ¡Quédate más tiempo conmigo! , que se confunden entre rimas y líneas que imagino desprender como esa brisa leve que se esconde a la orilla del río, que se eleva con el paso como ritmo que no sabe esperar, y las sonrisas, y los besos y las caricias, pero aún así, no es eso lo mejor, ya que sino sabes, pues me gusta más escuchar mi nombre en tus labios.


A tu lado no soy el que habla, no soy yo quien respira, soy la ceda de mis manos en tu espalda, soy el vaivén de las cortinas tras las ventanas y las sombras que dibujan las paredes, soy el amor que se respira en la geometría de tus piernas, soy quien hace renacer el sol en horas tempranas cuando necesito luz para verme acompañado, cuando necesito calor para abrigar tu frío y color para dibujarte el día, pero aún así, no es eso lo mejor, ya que si no lo has notado, me gusta verte despertar entre mis brazos, me gusta verte luchar por quien huele mejor después del baño y los besos que nos damos al saber que vamos a extrañarnos.


A tu lado siento que soy sonido en tus labios, a tu lado soy eterno, es que contigo no soy yo, soy la estela fugaz del cometa de los deseos, soy el cerrar de mis ojos y sentirte llena de placer, soy el temblar de tus labios con palabras incompletas y sencillas, me convierto en la forma de tus manos y olor en tus mejillas, en el ritmo de tus pasos y color en tus pupilas. A tu lado soy las tres lunas púrpuras que se esconden tras las nubes y juegan con sus formas.


¿Alguna vez te he dicho que te luce estar aquí? – Te luce verte reposada en mi cama, te luce la timidez cuando te escondes en las blancas sábanas y el resplandor de mi sonrisa recostada en tu espalda. Te luce el tiempo entre mis brazos y el tono de tus sueños de colores, y es que sabes? – Sólo tú me haces soñar y hacerme despertar con una sonrisa tuya entre mis labios, y todo eso es especial, y es que a tu lado cuento las mañanas y los días como gotas de rocío en la alborada, a tu lado cuento los haces de luz de la mañana que tocan mis pupilas y respiro el aire que leve toca el rojo de tus labios.


¿Cómo explicarte en menos de cien palabras lo que me haces sentir? – ¿Cómo explicarlo si apenas lo que te digo es lo que me alcanza en los labios? – Tendría que subir al cielo y cortar las estrellas para poder escribirte con plumas grises palabras eternas e infinitas, tendría que aprender a escribir con estrellas fugaces y a dar colores especiales en el azul horizonte, tendría que inventar palabras nuevas y agregar sonidos al vocabulario, tendría que sumar aún más gestos en mis manos y en mis labios para poder expresar lo que aún no se a dicho.


Y es que aunque no me creas, mi amor tiene dos caras. En la noche tiene el rostro tierno, es aquel amor que no cesa de estremecerse al saber que voy a tenerte entre mis brazos una noche más, es aquel amor que quisiera detener el tiempo cuando está en contacto tu piel y mi piel, sinceramente no podría decirlo en menos de cien palabras, ni hay espacio suficiente para escribirlo, es por lo que intento en cada caricia mía memorizarte con mis dedos. Este rostro es capaz de acariciarte sin sus manos y besarte aún cuando estás dormida, es capaz de ser el perfume que se extiende invisible hasta tus labios.


En la mañana este amor tiene el rostro soñador y éste sí puede ser descrito con palabras, y es que se puede escribir de la misma forma que se escribe tu nombre, este amor sonríe con la sonrisa de tus labios y se acaricia con la seda de tus manos. Este amor es el único amor que se contenta con poder compartirse, es que este amor es uno, es tu amor y el mío.


Y es que a tu lado no necesito antiguos motivos para darte nuevas respuestas, a tu lado todo se limita a ser perfecto, a tener una vista tan cercana como la de la mano, como la de un cuerpo desnudo de mujer siendo acariciado en la espalda, viéndola levitar desde lo bajo a lo alto con esa piel humedecida por el roce y la liviana presión, con las gotas de sudor saliendo por los poros para impregnar y a la vez acariciar a la mano que acaricia, disfrutar el roce de las manos al tener contacto con un cuerpo tan especial, que debiera de ser la palabra “perfección” dicha con el tacto, dicho con el pecho al sentir la respiración presurosa que acaricia los labios con leves caricias y que hacen estremecer el aire circundante y sonrojar el color de la noche al volverse cómplice de tus gestos y de las caricias perfumadas que se elevan en esa espiral precisa.


Cuando escucho mi nombre en tus labios me convierto por instantes en palabras frágiles y temblorosas, me convierto en batir de alas y me elevo alto, me convierto en la estela fugaz del cometa de los deseos, y es que a tu lado no soy yo, a tu lado soy bruma y sueño, soy lentejuelas grises y amor de primavera, y es que a tu lado mis ojos no reflejan la luz que se dibuja en tu entorno, mis ojos la crean para poder verte en la oscuridad, mis ojos son capaces de verte tras la bruma y dibujarte con estrellas tratando de ser estrella también. Y es que así cada vez que quiera verte sonreír sólo tendría que redibujarte con estrellas fugases y una luna menguante.


Pero ¿Qué se hace cuando se acaban las palabras? - Qué hacer cuando sólo queda inventar nuevas palabras o decirlas con labios silenciosos o caricias provenientes de ángulos diferentes, o con gestos diferentes y hacerlas volar así, con ese aliento mágico y con dedos mágicos tratar de dibujar de azul tras el horizonte, sin límites, donde soy navegante y soy etéreo, por que no hay límites cuando tengo fe y me entrego, donde soy eterno y dirijo mi futuro, por que tampoco el tiempo tiene límite cuando doy y creo, y es que al tomarte de las manos y sentirte mía me muestras un tesoro que está y siempre ha estado dentro, muy dentro de mí.


A tu lado me despojo de armaduras, soy la persona más vulnerable. A tu lado no soy yo!!!

 

Simplemente ¡¡¡¡bello!!!!.Un abrazo. Es un gusto leer cuando se escribe con el corazón