Mi pequeña niña...

Llegaste a mi vida
cuando no sabia lo que era vivir
te sentí crecer dentro de mi
hasta ser un solo latir.

Llena de temor estuve
hasta oír tu primer llanto
que colmó mi corazón de encanto
Y de tí me enamoré.

Eres mi motor de vivir
mi dulce niña hermosa
que llena mi vida de gloria
y fuerza para continuar mi historia.

El amor que siento por ti
no se compara a nada ni nadie
pues con mi amor inmenso de madre
hasta la muerte afrontaría por ti.

Eres junto a tu hermana mi razón de vivir
le agradezco a Dios por compartir
cada hermoso día a tu lado
porque tengo el honor de tenerlas a mi lado.​

 

Maravilla de arte sobresaliente, versos divinos.

 

Sos un encanto el dedicar estas líneas tan tiernas a esa pequeña niñita que seguro anda sonriente y con el rostro lleno de felicidad

 

Un hermoso poema de amor para tu hija
nos compartes. Y es que los hijos nos dan
gran felicidad que no se compara con nada
Ha sido un placer leer tu bello poema.
Saludos y Bendiciones.

 

Conmueve, es una hermosura, excelente poesía.

 

encantador y delicado, como una suave caricia, besos

 

Gracias Marian, gracias x tus comentarios querida amiga. Un abrazo

 

Divinidad de versos excelentes.