Mi pequeño hogar

Pequeño nuestro hogar, pero muy alta nuestra ambición
Comenzamos, como DIOS manda, en un hogar con mucho
amor.
Mi compañera, mi bella dama, la escogida para gran misión.
Mi Elena, fina doncella cual porcelana, adornas como
una flor.
Hoy reconozco y así lo afirmo, eres exacta en la medida, al ser
moldeada con mi costilla.
Aquí tendremos la maravilla, de conocernos mucho mejor; yo
te daré pasión ardiente, además, el fruto de mi labor. Tu me
darás en nuestro encuentro, tu acostumbrado y gran ardor;
hechizaras con tus caricias y será como el abrir de una flor, al
darme divinos besos y DIOS desde lo alto, bendiciendo nuestra
bella unión.​

 

Sentido y bello poema, me ha gustado amigo Xaxotenor. Un abrazo. Paco.