Mi profundidad y tu agudeza

Con pasos desorientados
lo vi alejarse
en absoluto silencio,
tal vez la mirada olvidada

Mi pequeño cosmos
impregnado de deseos
se mantiene todavía
con las perlas tornasol

Contemplo mi rostro
en el espejo azul,
a su vez oigo el llanto
que ocupa el corazón

Dueños de instantes
a veces los encuentros dan,
luego la soledad los plena
sin ausentarnos de la vida

Disperso mis sentidos
para amar al universo,
abrazar el viento,
mirar fijamente al sol

La tierra exhala su humedad,
la vida plena pasa,
su aroma, sabor y pasión
se quedan en mi espacio

Abre su corazón herido
el ave que yace en la calzada
y en las profundidades del mar
las sirenas viven de lagrimas y gritos

Que grandes son los dioses,
aquellos del Olimpo
y que crueles de corazón
no me acercan a tu amor​

 

La nostalgia en su máxima dimensión, muy bien llevada por tu prodigiosa pluma.
Buen poema Claya, place leerlo.

 

Aires de melancolía recorren estos emotivos y líricos versos, un corazón herido por la ausencia lamenta esos momentos tristes en que ni los dioses pueden calmarlos. Encantada de leerte. Besazos con admiración y cariño....muááááácksss.

 

Un abrazo poeta, me place que leas mis tristes versos
Un abrazote

 

Me encanta tu comentario
Un abrazo bella