Mi Querida Silfa

Mi querida Silfa y de otros también...

Hoy quiero contactar contigo y necesito saber si estas, qué tanto estas y si eso depende de mi, de ti o quizas no importa.

Antes que te vayas quiero describirte lo que he permitido que hagas en un encuentro no verbal, ni explícito, sino subyacente y que si tuviera que dibujarlo talvez sería:

Un esbozo de algo que no se concreta, como un puente entre la niebla.

si tuviera que dramatizarlo quizas sería: mirarte sin decirte, te vas y me resigno...se cierra la escena.

Si fuera una cansión, así como todo inconcluso, ésta no sería lo deseado.

Y qué es lo deseado?
Da pena decirlo...talvez porque yo así como muchos, pensamos tanto en los prejuicios.
Pero...cuando uno se detiene ante un pero casi siempre cree que es negativo, pero este pero es el pero que me salva de esos deseos extensivos, es un pero, que resuma todo y que fue aquel beso que nos dimos.

Te acuerdas?

Y como tu puerto y mi puerto no son el mismo, ni tu ancla ni mi ancla, ni lo que nos impulsa parecido, no queda más que izar las velas, agitarle el pañuelo sin pensar en si un día nos encontraremos...y tú tan decidida como yo, te vuelves a tu timón, lo giras con fuerza y miras al frente más alla de la proa, donde tu vida ensancha el horizonte.

Libre?...eres libre, temeraria, aventurera, como consigna lo reza tu bandera y alla más alla qué diablos te espera?.

Seguramente llevaras algún baúl de tesoros y tu sabras si pierden su valor y alla cuando encalles agotada por tu viaje, talvez decidas enterrar ese baúl en alguna parte y ya cuando de nuevo zarpes que tus vientos sean mejor y a bordo lleves la esperanza, la armonía y el valor con que viviras en la tu nueva tierra.

Como dice un fragmento de un poema de Lidia Nogales:
Todo era azul en la primera salida...
azul la embarcacion, azul el puerto
el corazón hacia la luz abierto
soñaba con la tierra prometida.

Y yo...al igual que tú encontraremos lo que buscamos.
Fe en tí y adelante!.