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Mi Realeza (En redacción)

Tema en 'Relatos extensos (novelas...)' comenzado por Antonio Liz, 19 de Noviembre de 2021. Respuestas: 45 | Visitas: 1767

  1. Antonio Liz

    Antonio Liz Poeta recién llegado

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    Con mi manto de mal estado, me recuesto en la grama adorando el paisaje de aquella colina libre y hermosa. Con las flores iniciando el día, y el viento puro refrescando mi olfato. Entre los árboles y el verde rio, me encuentro con la vista hacia el castillo de la realeza. Me agrada el sol que me acompaña, porque su calor me hace viajar con menos carga. Hoy es un buen día, porque la reina entrega su mirada en la alta torre. Con su manto blanco y corona dorada, se desplaza espiando placenteramente los guardias. Su semblante es tan alumbrante, que reflejo sus ojos azules a larga distancia. Su pelo negro brilla con el sol radiante, mientras que su collar de diamantes la adornan como única. Camino por los árboles pasivamente, llevando el mismo ritmo de la reina que se desplaza lentamente. Las damas rodean a su majestad, indicándole que su presencia es requerida en la sala real. El momento es muy adecuado, porque entiendo que mi día explorando su excelencia ha terminado.

    Después de cuatro días adorando las aves que rodean el campo verde, me siento con ansias, porque la reina la declaro perdida en mi admiración. Mis momentos de desesperación han llegado, y es por eso que pretendo ubicarme a otro lado. Aprovecho de mi manto color azul oscuro, con rasguños y mordidas de ratones que adornan su color, y es cuando se me hace mucho más útil, pasar como vagabundo. En el comienzo de una fría mañana, me ubico a las puertas del castillo. La guardia real con espada en mano, mirando impunemente la manada de vagabundos que se matan por una moneda. Escojo una esquina, e inclino mi rostro como si buscara comida en el suelo. La mañana empieza, y es cuando la hermosura se hace visible en la ventana derecha del carruaje.

    Esta vez sin corona y pelo recogido, su majestad insiste desviar su mirada fuera de la pobreza y la humildad. Sus ojos azules reflejan la incomodidad del mundo detrás del castillo, y que se apagan a un color más aburrido. Recojo algo del piso y decido apresurar mi paso, me pierdo en callejones para engañar mi interés por seguir a dicha dama. Corro como león detrás de su abocado, pero el carruaje se despega con alta velocidad. Por mi esfuerzo al tratar de alcanzar, me tropiezo con una madre y sus dos niños de poca edad. La madre temerosamente abraza a sus hijos, como presintiendo una bienvenida hacia el más allá. Nuestros ojos se comunican, reflejando el dolor y temor de la presente vida, y en ese momento comparto su alma partida. Un pedazo de carne mal cosida, me acompaña en mi bolsillo, gracias al contenido de lo que recogí del piso. Le entrego la carne a la madre, que me bendice besando mi mano, arrepentida y agradecida. Mi trayectoria hacia su realeza es interrumpida, por la experiencia que se vive en mi mundo todos los días.

    En la noche Las estrellas brillan la colina, miro al cielo y todavía puedo ver como las nubes quieren opacar la luna que insiste en brindarme la luz. Al mismo tiempo no puedo evitar como el castillo se ilumina como todas las noches, celebrando el banquete real. Tanta gente importante, que goza de comida fuera de mi alcance, mi olfato identifica la buena comida, el olor que llena mi estómago hambriento. Sueño comiendo lo que no es permitido a menos que robes o mates, me entrego al sueño profundo, imaginando mi vida en otro mundo.

    Muy de mañana, bajando la colina, identifico al carruaje de la reina que pasa el puente que divide la ciudad. Me escodo detrás de los árboles, y me encuentro en ventaja porque la naturaleza me respalda. De árbol a árbol, escojo mi velocidad adecuada para alcanzar a su majestad, ya que la visión de la guardia real tiene obstáculos por no poderme visualizar. La lluvia comienza a engañar mi buen día, truenos y viento decepcionan mi búsqueda del pan de cada día. Mientras la lluvia hace que el carruaje se mueva lentamente, mi velocidad disminuye a mi favor. Entre truenos y el sonido de la lluvia, escucho un sonido desconocido, y es cuando me asomo lentamente detrás del árbol, y visualizo una rueda del carruaje destruida.

    Al abrir la puerta del carruaje los truenos y la lluvia desaparecen como si su majestad diera la orden. Tres guardias reales rodean el carruaje, mientras que un sacerdote cuidadosamente atiende a la reina al bajar. Con su corona en su cabeza, y su manto rojo alumbrante, hacen que sus ojos iluminen el día lluvioso. Su cara de disgusto por el lodo, le hace el frente a la naturaleza, y es cuando exige que no la toquen ni para protegerla. Miro al Dios que está en el cielo, y empiezo mi descenso con puñal en mano y velocidad de fiera hambrienta. Ojos a mi blanco y con la intención de acabar el reinado, me esperaba un fin calculado. Tres guardias me hacen el frente con espada en mano, uno me rasguña mi brazo al pasarle por el lado. El segundo estira su espada a su frente con dos manos, lanza su metal hacia mí, perforando mi costado. El tercero choca su espada con mi puñal, y me patea brutal mente hacia el lodo acumulado. Con mi herida mortal en mi costado, le suspiro al sacerdote que me libre de pecado. Con mirada fija a la reina que revela su rostro de asco, le revelo al sacerdote mi pecado intencionado... "Padre, así como admiro y me enamoro de la belleza de vuestra reina, así como estoy enamorado de un país libre de gozar de su paisaje y belleza, de permitir comer calidad y no migajas, y vivir sin temor a la muerte programada. Mi corazón pertenece a un solo amor".

    Continuacion..La Vela de Los Escalofrios
     
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  2. Antonio Liz

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    Continuacion..Mi Realeza.

    La Vela De los Escalofrios

    Con sorpresa y malentendido se desplaza la mirada de la reina al malherido. El sacerdote exclama que vida tiene, pero el tiempo se nos acaba. Preocupada y angustiada, la reina insiste en preguntar el motivo, mientras que la guardia real atiende a sus heridos. Insisto que estoy muerto, pero los sonidos de tantos murmullos no define mi destino. La reina insiste respuestas a mi decisión, nunca refiriéndose a mí ni por intención. La guardia real le suplica a su majestad que se monte en el caballo, ya que mucha gente empieza a bajar de la colina con curiosidad en mano. Agonizando y enlodado abro mis ojos con mucho dolor y poco pulso, la reina en su caballo me grita bruscamente "Morirás por traición a tu reina", la guardia real intenta llevarme, pero el sacerdote insiste que moriré antes de que me levanten. Heridos y con miedo de replegaría, cabalgan con la reina fuera de mi vista. Mientras yo cara enlodada y desconocido por muchos, espero que el dolor se desaparezca, para entender que mi final no tiene vuelta atrás. El dolor me obliga a caer en un sueño involuntario, y mi conocimiento empieza a ser bastante lejano

    Huelo un jardín lleno de rosas, y mi visión nota un arcoíris que le da vida a una montaña llena de frutos, naranjas, manzanas, peras y asta lechosas. Siento el olor de todas las frutas, ya que el viento se dirige hacia mí, exclamando que llegue a su bella creación. Camino emocionadamente a explorar tanta belleza, mi manto de seda blanca me refresca mi pecho, mientras mis sandalias de color oro reflejan el sol. Mientras más camino a la hermosa montaña, más siento cada sabor de su fruta en mi boca. El agua cristalina se esconde detrás de los árboles, porque cada brillo de su trasparencia se nota detrás de las hojas. Al llegar a la montaña me recuesto del primer árbol, y miro hacia atrás como si algo se me había olvidado. Al mirar hacia el comienzo de la entrada de la montaña, ya no veo el paisaje, y menos los árboles llenos de fruta, solo un vacío color marrón, como si el desierto lo oscurecieran sin sol.

    Siento nuevamente el dolor y frialdad, ya que empiezo a escuchar a los vivos, abro mis ojos con mucho dolor, enfrento a la lluvia que cae en mi rostro, y el cielo gris que me indica cuando voy a morir. He notado que el cielo se mueve a mi ritmo, pero me doy cuenta de que me llevan en una carreta subiendo la colina, mientras ni ganas de llorar tengo, ya que el movimiento activa mis heridas. A mis pies noto 4 manos pequeñas rempujando la carreta, enlodada con el lodo y las uñas largas llenas de tierra. En ese momento escucho el murmullo delante de dos personas que insisten que morirán antes que yo, con temor unas de ellas dice que deben huir y dejarme atrás, la otra persona insiste que no debo morir de esa manera. Sin poder hablar y explicar mi derecho, muevo mi pie izquierdo exclamando que mi fin debería de ser solo para mí. Unas de las manos pequeñas agarra mi pie derecho y llama la atención con un nombre a unos de lo que no puedo ver por mi posición, en ese momento caigo nuevamente en mi sueño profundo.

    Que cielo tan hermoso me hace compañía, brindándome épocas y épocas de una buena regalía. Siempre he sentido, que la naturaleza se mueve conmigo, porque decora su hermosura pensando en lo que admiro. En mi frente veo un río verde y transparente, que se me hace visible de lo alto de una pequeña montaña, donde me encuentro sentando y aficionado. Al otro lado del río un valle llano con árboles separados, es tan visible el campo que puedes detectar quien le hace su visita. Un caballo blanco viene corriendo del más allá del valle, alargando cada paso, galopeando con velocidad. El caballo interpreta un paso fino en la orilla del río, y brevemente me mira como diciéndome que no soy bienvenido. El caballo comienza a beber agua del río, con ambición de poca sed, como si solo mojara sus labios para hacerme creer. Su mirada exige nuevamente que no soy bienvenido, y brinca de un lado a otro con patadas de rebeldía, como amenazándome para que no cruce el río. El caballo desaparece al galopear más allá de mi vista, siento que me deslizo y miro a la grama que ahora está hecha de lodo. Deslizo con rapidez asta caer en el río verde, y mi sucio de lodo oscurece su profundidad.

    Despierto nuevamente, y el techo de madera me dice que estoy en casa ajena. El pasto donde estoy acostado me dice que estoy en un establo. Mi cuerpo limpio y todavía en un mal estado, mi herida la acompaña una tela ya descolorida con sangre seca y un verde que rellena mi estocada. La fiebre es tan notable, que mi sed empieza relucir mi boca pegajosa. El dolor arde, y el sudor empieza a bajar mi por frente, la brisa de afuera trata de tumbar la puerta, y me hace saber que estoy en lo más alto. La oscuridad se esconde detrás del establo, y las dos velas pelean con la brisa de afuera para insistir en darme luz. El poco pasto en el establo me revela que está viejo y descuidado, porque es como si fuese yo el animal que ocupa todo su espacio. Las velas apenas separadas en una pequeña tabla, que fueron derretidas para que peguen en la madera, se quedan sin movimiento de peligro de incendiar el establo.

    De repente el viento deja de abatir el alrededor, las velas tranquilizan la chispa de luz, mientras un frío congelante se apodera de mis pies, elevando mucho más arriba, cintura, estómago, cuello, cabeza y frente. Mis ojos abiertos como sin derecho a pestañear, mis huesos tiemblan como que si mi piel dejara de existir. En ese momento solo el silencio me acompaña, como si en verdad me desconectara de la vida que todavía me acompaña. Trato de distraer mi mente, pero ni memorias y menos pensamientos me acompañan. Todo ha parado, todo se ha quedado donde esta, el ruido se ha vuelto un olvido, porque no escucho ni el mínimo sonido. ¡Una voz de repente se escucha detrás de mí...!! Nadie esta contigo, solo yo que ahora soy tu único destino!!. Me dice la voz con tono lejana, pero claro. El temor comienza a rendirme homenaje, y empiezo a decirme que he muerto y no me he dado cuenta.

    La voz se muda a mi derecha y me dice ...!!! Mi compañía es tuya, estas en medio de la vida y la muerte, pero tu muerte la quiero segura!!!. La voz nuevamente me habla como si quiere que entienda. ¡Siento el respirar de la voz a mi izquierda...!!! Soy yo el final, nunca será lo que esperas, pero siento que no te despegas!!. En ese preciso momento una oscuridad se para frente de mí, como si fuera un espejismo se convierte en mi imagen, con un manto amarillo que tapa todo el cuerpo menos la cara. Me reflejo a mi mismo limpio de toda marca, sin rasguños, afeitado como si mi piel brilla más que el nuevo día.

    Al tratar de hablar, la imagen se sienta a mi derecha y me pasa la mano por mi cabeza, y relata... !! En mi camino te has metido, no una y menos dos, pero en toda la jornada que as podido, amenazas con mi propósito, e impediste lo que as querido". La imagen deja de pasar mi mano por la cabeza y mientras tanto me mira firmemente a mis ojos como exclamando respuesta. Al tratar de hablar, la imagen se para y da tres pasos como para salir del establo. En ese momento da la vuelta y fijamente me mira y me dice..!! Tu reina ha estado en mi lista, ya muerta en mi camino, ha muerto tres veces, pero no me la he podido llevar, porque siempre te encuentro en su camino!!!. Mi miedo escala a otro nivel, siento mi corazón, y de nuevo la vida me hace la compañía. En ese momento mi fuerza regresa solo para contemplar el miedo, y con mis labios temblando de temor es cuando digo, !!!! Eres la Muerte!!!!!.

    Continuará......Rostro Enlodado
     
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    Continuación.. La Vela De Los Escalofrios

    Rostro Enlodado

    Un caballo a toda velocidad se acerca al castillo, con un día nublado la guardia real grita angustiadamente que se identifique aquel que está llegando. La guardia real cierra la puerta de la entrada del castillo, y es cuando le hacen él frente al caballo que parece perdido. Al acercarse más a la puerta del castillo el hombre montado y aterrado la grita a la guardia" Abran paso, que traigo conmigo ala reina cabalgando". En ese momento la reina se quita su manto de su cabeza y es en ese momento que la guardia real grita con voz de garganta aguda,, "Abran paso que su majestad ha llegado". Al entrar al castillo la reina se baja del caballo sin esperar que la guardia real le dé su respaldo, muchos tratan de agarrarla por si da un mal paso, pero ella golpea toda mano que se ponga a su lado.

    La reina con su pelo mojado, y agua de lluvia que embarra su rostro de tierra de pasto, camina furiosamente por los pasillos del palacio. El piso brillante de un gris oscuro, mientras que todas las paredes de lado a lado decoradas con cuadros de reyes y reinas de tiempos pasados. La reina prosigue a llegar a las escaleras del palacio, cada escalón ancho y redondeado, que la reina sube rápidamente zumbando sus zapatos. Al llegar al segundo piso las damas de la reina empiezan a tratar de limpiarla por todos lados, pero ella con una violenta bofetada desliza a una de ellas chocando bruscamente con una estatua de mármol arrugado. Todas las damas se quitan del paso, temiendo a sufrir la misma consecuencia de la primera dama que insistió de darle su respaldo. La reina prosigue por otro largo pasillo, esta vez de varias estatuas de escuderos, dándole la bienvenida en su paso poco lento, esta vez llega a otras escaleras, rectas y directas sin fin que pueda descubrir su grandeza. La reina grita fuertemente hacia arriba, y dice con furia de leona hambrienta." La guerra ha empezado, y este mundo endemoniado responderá a lo más allá del pecado, quiero sangre y no piedad, así que empiecen a encontrarme donde mi trono empezó a vibrar".

    Al terminar la reina entra a su habitación privada, una inmensa habitación con muebles y una cama cuadrada con dos monumentos de postes a cada lado del espaldar. La habitación también tiene una bañera con una mesa pequeña que es adornadas con toallas de diferentes tamaños. En su escritorio tiene varios cofres de prendas, y accesorios de mujer. El cuarto completamente alfombrado donde la alfombra consiste en imágenes de gigantes flores cerradas, un color rojo apagado y su alrededor de un blanco maltratado. La corona se sienta sola en una esquina del cuarto, encima de una pequeña mesa, que es decorada como si fuera en un manto de rojo acolchonado, con tejido de puro oro. Un gran espejo esta al lado de la corona, donde la vista de unas de las cuatro ventanas le hace compañía.

    Lo primero que la reina visualiza es su dama de confianza que esta al lado de su cama. Con ojos directo al piso, la mujer de algunos 40 años decide esperar el mandato de la reina, que todavía su sangre caliente no la deja identificar aquella posición que la hace sentir mal. En ese momento la reina se quita toda su ropa asta quedar desnuda, y se sienta adentro de la bañera y es cuando comienza su primer mandato.

    La Reina.

    "Nora, alarma a todas las insolentes, que su reina no puede perder tiempo con estupideces ajenas, que vengan y me limpien de pie a cabeza, y que escojan mi armadura de guerra."

    En ese momento Nora la dama principal sale del cuarto, y con dos palmadas hace que la manada de las damas reales entren apuradas y asustadas. De pie a cabeza un grupo baña a la reina, mientras que Nora apresuradamente sale nuevamente del cuarto, corre apresuradamente en el pasillo como si algo había perdido. Al regresar Nora entra al baño y escoge una camisa blanca para la reina, y un pantalón ancho de tela, que ella misma lo tiende en la cama de la reina.

    Al terminar de bañar la reina, las damas proceden con arreglarle el pelo, pero la reina nuevamente comienza a cachetear sus manos, Nora comienza a cambiarla, y al terminar ella le indica a un guardia real que entre al cuarto, la reina se para frente al guardia, y él con ojos al piso comienza a ponerle una armadura que protege su pecho, la armadura color plata encaja firmemente con el tórax de la reina, como si fuera hecha a su medida sin quedar corta o larga. Ya con la armadura puesta, con su pelo mojada y descalza, la reina no espera que terminen de prepararla y prosigue a los pasillos de su magnífico reinado.

    En su camino, 4 guardias reales rodean su persona, angustiada y furiosa da un grito de miedo y corre desesperadamente al final del pasillo, donde de lado a lado dos escuderos abren la puerta a otro cuarto. Uno de ellos grita," Nuestra reina hace su presencia". Al entrar ella se encuentra en un cuarto inmenso de seis ventanas, mientas que a cada lado 12 sillas de madera fuerte, marrón oscuras, en ellas miembros del reino. En su camino una alfombra roja donde ella camina asta el final que se encuentra su asiento real, a su derecha el sacerdote que la acompañaba, mientras que Nora la adorna con su corona. Ya sentada, mira fijamente a todo miembro, 10 segundos a la derecha, y 12 a la izquierda, llevando su imagen 10 segundos más a los ojos del sacerdote que desvía su mirar, y con grito de garganta se dirige a sus miembros del palacio real.

    Reina

    "Yo, soy y seré por siempre Grecia Fondeur, reina única de mi nombre, fiel a los fieles, y traicionera a mis traicioneros. Hoy día me acuerdo de esos traicioneros, que trataron de matar a su reina. Sangre y más sangre exijo que busquen, porque no descansaré asta tenerlo en mi lista de ejecutados por mi propio deber. Estoy aquí preparada para la guerra, porque no sería mi ejército que respondería, sino mi furia que quema por dentro por aquel atentado que me quito mi aliento."

    En ese momento solo el silencio está presente, mientras la reina cierra sus ojos y comienza a tener visiones de aquel rostro enlodado que trato de cometer el peor pecado. Al abrir sus ojos apunta al sacerdote, que con un suspiro agotado comienza a hablar pasivo, pero con toque de desesperado.

    Sacerdote Milán

    "Su majestad la trataron de matar, en nuestro recorrido a la boda de su hermana, el carruaje nos decepcionó, porque una rueda se despedazó. No esperamos dicho acontecimiento, pero la guardia respaldo, estoy seguro de que Dios estuvo presente, porque viva nos la dejó."

    La sala comienza a tener vida, con manos en su boca, y murmullos de justicia, todos están sorprendidos de aquel evento. Se escuchaba las palabras de traición, de gusanos, de guerra y de conmoción, y la reina fijamente desnudaba con su mirada cada emoción. En ese momento el silencio regresa a la sala real, y esperando otra reacción de su majestad, todos deciden callar. La reina busca con su mirada, y a su derecha apunta a un hombre de edad avanzada.

    Gelio Murrah

    "Como consejero de la reina, será puesto un mandato de vida o muerte a aquellos que tratan de esconder dicho traicionero de la corona. Me involucró firmemente de quemar y despedazar sus huesos, me involucró a matar a sus hijos, hijas, padres, y amigos de aquel repugnante y podrido. Lo encontraremos con vida, porque en su piel se escribirá traición con clavos sin filo, asta sangrar letra por letra, para llenar cada vaso de sangre que beberá para mantenerlo vivo con certeza".

    Todomurmullo se eleva a alta voz, mientras la reina caóticamente se queda pasmada en sus pensamientos. La imagen del hombre enlodado le hace soñar con los ojos abiertos, entregando varias escenas de puro lamentos. Se imagina al hombre bajando de la colina, y ella sola sin su guardia real sintiendo esa estocada mortal. Sus ojos no dejan de conectarse con el hombre enlodado, y empieza a dejar su vida grabándose esos ojos enredados. Ya ella tendida en el piso mojado, desliza lentamente por la cantidad de lodo a su lado. La imagen del hombre se desaparece más, él con mirada de venganza y con sonrisa diabólica la mira firmemente descendiendo a su tumba. Ella por última vez se lleva otra imagen, que es de su puñal conocido, que tiene una marca de la cruz de lo más divino.

    Un grito de traición despierta a la reina de su estado de conmoción, y es cuando ella llega a la realidad de su reino en pura crisis de traición. Ella empieza a mirar a todo miembro de la realeza, y nota una confusa discusión. Cada miembro tiene un dilema, culpándose uno y dos más, que nunca llegan al acuerdo de pelear en hermandad. En ese momento la reina se levanta de su asiento real, y toda conversación de pelea se calla por su presencia al levantar. El silencio llega nuevamente, y Gelio Empieza a mandar a callar, y es cuando la reina suspira tres veces y empieza a dar el mandato del acoso de vida a aquellos que no quieren participar.

    La Reina

    "Tanto que discuten, tanto que están sin poner atención, solo su ambición la llevan consigo con puro amor. No existe amor más sagrado que no sea a su reina, yo la admiración de toda rodilla que tiemblan, yo la elegida del creador, para llevar a cabo su voluntad que ni por ustedes dejaré sin crear. Muertos están todos, porque no se unen a mi herida y traición, busquen la solución, o tendré yo misma que renovar un nuevo capitolio a mi honor."

    En ese momento la mirada de la reina se dirige a un alto comandante del ejército, Freniud Demetri, aquel barbudo con una enorme cicatriz que cruza su labio, con piel gruesa y maltrata con quemaduras en el cuello de algunos 50 años. Su espada colgando a su derecha, indicando que es zurdo y con mucha destreza. El general le devuelve la mirada a la reina, y vestido con toda su armadura como listo para una rebelión, toma la palabra que con seguridad la reina le obsequio.

    Freniud

    "Me encanta la vida, pero me conmueve la muerte, aquí en esta sala veo muchos vivos, y me encantaría matar para enloquecerme. Porque loco soy por mi reina, y sangre la llevó por dentro, pero me gusta verla por fuera. Hoy en esta sala estoy a la orilla de un río con mi reina, donde ustedes representan el río sangriento por no encantarle más la muerte que sus vidas propias. Traicionen, maten, compren y asta duerman con sus enemigos, porque de una forma u otra llegaremos a vengar la traición mi reino unido. Unido porque matamos juntos, nos reímos de nuestros enemigos, y si es necesario asamos la carne de nuestros enemigos, sean como siempre han sido, siniestros y mal agradecidos, porque así nuestros enemigos entenderán que nuestra furia siempre corresponderá a una venganza amarga.

    En ese momento la reina sale apresuradamente de la sala, 10 guardias reales le siguen su paso, mientras Freniud se adelante y camina a su lado. Caminando apresuradamente nota a Nora y las damas reales de lado a lado cerca de su cuarto, y al pasar entre ellas, le pasa a la joven que ella agredió al entrar al palacio. Ella se devuelve y la mira a los ojos, ella con su lado derecho de la cara con una herida abierta fresca, por el fuerte golpe al recibir la tremenda furia de la reina. En ese momento la joven de 17 años tiembla con más miedo de cuando la golpearon, y con ojos al piso nota su sangre nuevamente bajando.

    Reina

    "Freniud, llévatela de aquí, si quieres, mátala o as de ella lo que quieras decidir, Y tu Nora busca a otra que la reemplace, su cara ya no me gusta porque está sucia, ya que Dios no le sano la herida que yo le proporcione, y si Dios no la curo entonces es impura esta mujer."

    Freniud agarra a la joven por el pelo, la arrastra fuera de la reina asta levantarla y ponérsela en el hombro, con sonrisa y sus dientes amarillo oscuro descubierto por su alegría, Feniud camina apresurada mente fuera de la mirada de todo aquel que estuviera en su vista. Freniud entra en lo más profundo de los calabozos, tres pisos más abajo con la joven que cierra los ojos por el presentimiento de algo peor que un acoso. Al bajar más abajo de la oscuridad, solo las antorchas hacen visible su camino a la profundidad, mientras que se comienzan a escuchar los gritos, de prisioneros que no esconden su sufrimiento infernal. Por cada antorcha que pasa, se encuentra un preso fuera de lo similar, muertos, locos y muchos con vida, pero listo para morir sin paz. El olor es repugnante, porque asta las ratas se alimentan de la carne humana de los vivos y muertos sin respetar gritos de agonía. Al llegar a donde no se ve nada y menos antorcha prendida, Freinud abre una celda y tira a la joven sin piedad en la tierra, las ratas se espantan y salen corriendo, y en ese momento Freniud nota una presencia a sus espaldas que le exclama un derecho.

    Sacerdote Milán

    "No la mates Freniud, no ahí porque matar a esta joven, insignificante es para el terrible Freniud, la reina dijo mátala si quieres, entonces es verdaderamente tu opción."

    Freniud

    "Que haces aquí Milán?... No será que me quieres decir que le tienes piedad a los vivos, porque recuerdo muy bien que nuestra reina ni las bendiciones a su alma ha permitido. Déjame tranquilo con lo que soy, y as tu teatro como siempre como siervo de Dios. Te conozco Milán, y El sacerdocio no es tu nombre, sino tu forma de ser como la cobra, venenosa y el zisssssssss de según estar callado."
    En ese momento Milán se acerca cara a cara con Freniud, y el hombre de pelo canoso corto y su vestimenta roja de sacerdote de unos 63 años, lo mira fijamente como para que lo recuerde en sus pasados años.

    Milán

    "Oh Freniud, te recuerdo como hoy día, aquel niño maltratado y ambulante, huérfano de la guerra y dejado para que muera y se los coman las hienas. Tu madre una prostituta de el ejército, que todavía vive tu mismo sabiéndolo. No la mates, y deja que esta niña corra el mismo camino de tu madre."

    Freniud

    "Si Milán, recuerdo todo, recuerdo lo más mínimo que me opongo. Aquel día que no as mencionado, que ocurriste a mí, y me cuidaste como unos de tus hijos, hijos que tus mismos sacerdotes violaban a su manera por ser nosotros hijos del destino."

    Milán

    "A tu corta edad lo mataste a todos sin piedad, pero con mi ayuda que espero que nunca puedas olvidar. Te ayude salir de ese lugar, y te lleve a donde ahora estas. Sé que tu alma es negra, pero no tanto como la mía, así que deja que la muchacha sufra también esta vida."

    Milán deja a Freniud con la palabra en la boca, él se retira y se pierde más allá de la oscuridad. En ese momento la mirada de Freinud se concentra en la joven, una chica delgada y malnutrida, color blanca, pero el susto la tiene pálida y amarilla, con pecas de lado a lado más arriba de sus mejillas. Su pelo marrón claro, y sus ojos reflejando la inocencia de nunca haber sido tocada. Feniud se quita parte de su armadura y de manera brusca, viola constantemente a la chica, donde sus gritos se unen a aquel calabozo construido con dolor y terror.

    Con su pelo seco y todavía con la armadura en su pecho, la reina camina descalza hacia lo más arriba de la torre. La guardia real le hace compañía, 5 enfrente de ella y 5 más atrás de ella por lo estrecho que es el corredor que guía hacia las escaleras. En cada escalón la reina procura no fallar, porque ya sus pies descalzos empiezan a tener aquel dolor por la falta de costumbre de no calzar. Sudando y su respiración aumentando a cada paso, la reina se pierde nuevamente en su sueño de ojos abiertos sobre el hombre enlodado.

    Esta vez ella corre por todo el bosque, desesperada durante la noche. Pide ayuda y llama la guardia, pero solo el sonido de la naturaleza la acompaña. Corre sin descansar como si un león la quiere devorar. En ese momento tropieza y se cae, escucha un sonido y agarra un pedazo de rama para tratar de pelear. Ella mira a su derecha y solo puede ver árboles y más árboles en la oscuridad, a su izquierda un lago negro con los cocodrilos listos para soltar sus frialdades. Ella mira hacia atrás y un precipicio le alarma de no dar un paso más. Al mirar al frente se encuentra de nariz a nariz con el hombre enlodado, que sin piedad entierra su puñal en su garganta esta vez con una sonrisa como si estuviera alagado.

    En ese momento la reina despierta a su realidad, esta vez con toda su guardia real a su alrededor, y dos que esperan la orden de abrir una puerta en lo más alto del castillo real. Ella indica que la abran, y al entrar se encuentra en un cuarto con una cama pequeña, libros y escrituras en una mesa inmensa, y velas por todos lados que alumbran cada pequeño espacio. Una sola ventana redonda, con barras de hierro que solo le da derecho al viento. En ese momento escucha el sonido de agua que dispensan, al mirar a su derecha un hombre orina en una cubeta. Sin cabello en su cabeza, y un bozo canoso, se encuentra un hombre de buen físico como si el tiempo nunca ha arruinado su buen estilo. En forma y como si fuese un cuerpo de gladiador, el hombre se acerca con su manto verde oscuro, y botas altas de un negro con poco color.

    Satris Foundeur

    "Hija mía, acaso estamos en guerra y no he sabido?... Hueles a perdida o perdimos, esto se debe una explicacion, ya que tienes parentesco a un pedazo militar."

    El rey viviente Satris Foundeur camina lentamente por todo su cuarto, mirando por su única ventana, pretendiendo saber que está pasando, pero nunca mostrando interés por si algo a pasado.

    Satris

    "La última vez que te he visto de esta manera, fue el día de la muerte de tu madre, estabas despeinada, poco arreglada, así mismo descalza, pero nunca con una armadura que ni siquiera tu cuerpo pretende usarla."

    Reina

    "Sabes muy bien que mi visita se debe por algo, estás muerto para la reina, solo por tu culpa, por pretender un plan macabro. Te voy a decir algo que talvez te traiga más alegría que pesadilla, y después hablaremos de lo que pretendes todos los días.
    Me trataron de matar, un moribundo que bajo de la colina con el propósito de que sea mi final, acaso tú eres el genio que intento dicha obra de genial.?"

    Satris

    "Esa pregunta solo la tiene aquel que según te quiso matar, acaso el tipo de tortura no lo han dejado con ansias de hablar, o acaso Gelio a muerto y nadie sabe como sacar la verdad?."

    La reina mira a su padre que esta de espalda, y después de 10 segundos de silencio Satris da la vuelta y la empieza a mirar sorprendido y a carcasas empieza hablar.

    Satris

    "Se te a escapo, no sabes donde estás, y el traidor de la corona se ha burlado de la todopoderosa reina de este reinado. Explícame algo mi hija amada, como es que una persona escapa con vida después de que arremete con la tuya, acaso quieres que te maten, o acaso le diste una oportunidad para que lo logren?."

    La reina se acerca a su padre, y con su pequeño cuerpo lo rempuja hacia la pared y mirándolo a la cara le grita fuerte mente.

    Reina

    "Gentú, Esparza, Galome, Protis, Murmulla, cual clan tiene esta intención?... Habla o hoy serás hombre muerto."

    Satris cambia su cara, esta vez serio, cariñosamente besa a su hija en la frente. La aleja suavemente de su lado, y empieza nuevamente a mirar por su ventana. Es cuando apunta detrás de las montañas, y dirigiendo con su mano una marcha oeste, y un blanco donde la reina según no fallará. Al mirar lo que su padre le indica, la reina empieza a alejarse de él, y bruscamente sale del cuarto y le secretea a un guardia el mandato. El guardia corre desesperadamente fuera de la vista, y la reina cansada de de su jornada , se retira a su cuarto a esperar otro día.

    El guardia apresuradamente abre la puerta de la sala real, donde Gelio y Milan hablan algo especial. En ese momento el guardia se acerca a Gelio que le dice a su oído... "La reina ha mandado al ejército marchar al oeste, lugar de Murmulla, sangre fría solo quiere su majestad." En ese momento Gelio le afirma a Milan el mensaje de la reina, y es cuando Gelio le pregunta al guardia otra respuesta.

    Gelio

    "Eres un hombre de valor, me recuerdo de ti, algunos años tienes aquí, dime criatura, as escuchado exactamente lo que la reina a dicho?, o acaso existe alguna palabra que no as entendido.?"

    El guardia se queda pensando unos 5 segundos, murmurando lo que la reina le dijo, y como si lo hubiesen despertado él dice ,, " Si, creí escuchar que me dijo "voy a dormir', pero no creo que su padre la escucho. En ese momento Gelio se ríe como si le hubiesen dicho un chiste.

    Gelio

    "Si criatura, esos no se entienden, imagínate Milán y yo no sabemos que todavía hacemos en este castillo de locos."

    Milán

    Gelio, es hora de la misa nocturna, acompañame a la capilla, Dios no tiene hora, pero si sabe cuando debemos estar presente.

    Gelio

    Por favor Milán, vamos a hacer los rezos aquí, me duelen las piernas y ya mi bastón no soporta este cuerpo de 82 años, Dios entenderá." Y tu hijo mío quédate con nosotros por si acaso estos dos viejos no se puedan levantar cuando nos arrodillemos a orar.

    El guardia y Gelio truenan de carcajadas, mientras que Milán mantiene su seriedad. Con ayuda del guardia los dos se arrodillan formando un círculo, por último el guardia se une a ellos. Milán agarra su crucifijo y antes de empezar a orar, Gelio interrumpe con ganas de participar.

    Gelio

    "Milán, déjame orar yo, así como lo hacía de niño, creo que recuerdo, pero tu dirás si lo hice bien. Vamos cerremos nuestros ojos, "Oh padre tú que estas en el cielo, ámanos como te amamos y quiérenos como te queremos, mira a estos pecadores que somos solo tuyos, perdona mi Dios, perdona esta voluntad......Amén."

    Al decir Amén, Milán le corta la garganta al guardia y le deja el cuchillo clavado a la derecha de su cuello. El guardia se desangre después de unos minutos. Y es cuando Milán sin mirar a Gelio empieza a decir.

    Milán

    Estoy muy viejo ya para esto Gelio, me tomo tu segunda oración para recordarme la clave de muerte de la reina.

    Gelio

    "Dormir es dormir, morir es morir, pero si la reina lo cambia a dormir, pues claro que debe de morir. Los secretos del castillo se guardan con borrones asta a tus seres queridos, por eso somos los que sobrevivimos, no puedas confiar cada plan ni a una persona de confianza infinita, 10 años tenía este sirviendo a su reina, y solo basta un mal día, para considerarlo talvez traidor. El plan esta a salvo, porque solo tú, yo y la reina lo hemos escuchado."

    Al amanecer, Gelio , Milán y miembros del palacio se encuentran en la sala real, hablando de la búsqueda del fugitivo que a la reina quiso matar. Gelio recostado de su bastón escucha cuidadosamente todo reporte con atención, mientras que Milán mira a su alrededor buscando una cara conocida que parece que se le perdió. Las puertas de la sala real abren bruscamente, y es Freniud que llega, con aruñones en la cara, sucio, pero lleno de alegría, es cuando se acerca a Gelio y se para frente a él con atención militar.

    Gelio

    "Como vez, empezamos sin ti, no quise buscarte, porque ya todo plan esta sin necesidad de ti. Hemos mandado a un mensajero al ejército, debe de estar llegando, ya que lo mande en la madrugada, El capitán Herrow caminara al ejército por el valle de Murmulla, que según el traidor vive entre ellos, las órdenes son simples, todos mueren ese día sin esperar piedad bendecida. No caminarás con tus hombres, porque tengo una importante misión para ti general."

    Molesto y furioso, Freniud aprieta sus puños como para pegárselos al techo por furia y rencor de no llevar a sus hombres a la masacre, que él con todo poder prefirió.

    En ese momento se queda sin palabras, y llega a chocar con la mirada de Milán que lo mira con una sospecha que no evita de razonar. Milán se retira de la sala real, y comienza a bajar en los calabozos que acostumbra a caminar, el olor a muerto hace que se agarre de la pared, para no desmayarse por lo impuro que se siente al oler. Al llegar a la celda de la chica, él nota la celda abierta y es cuando nota a la chica con su rostro partido, una herida en su frente, y su nariz rota. Su pelo lleno de sangre seca, desnuda y sangrando por todos lados. Su ojo derecho hinchando y marcas tras marcas de moretones por todos lados. En ese momento llama a unos de los guardias y le dice que queme a todos los muertos y que empiecen por la chica masacrada, el guardia corre a dar órdenes a los otros involucrados.

    Milán por última vez mira a la chica muerta, y al darle la espalda escucha un murmullo,,, "Agua, Agua" es la chica que por obra de Dios está viva pero en mal estado. Milán saca su cuchillo, y se acerca a darle la última estocada para dejarla en el olvido. Ante todo la chica agarra temerosamente el crucifijo de Milán, que cuelga al bajarse a tratarla de matar. Milán nota la intención de que le dé su bendición, y es cuando él cambia de inmediatamente de opinión. Al llegar varios soldados para sacarla y quemarla, él le indica a ellos, que comiencen por los podridos y lo que han muerto en un tiempo largo e indefinido, mientras Milán se lleva a la chica fuera de ese temeroso lugar.

    Milán recorre los más profundos de los calabozos con la chica, donde a su final llega a un túnel bajo tierra, él camina con la chica moribunda unos 15 minutos más, y llega a una puerta que lo lleva al cuarto de tortura. Al entrar se encuentra con un personaje, un hombre limando todos instrumentos de tortura, obeso y casi sin cuello por la gordura, con un camisón negro lleno de sudor. En ese momento Milán pone la chica en una esquina.

    Milán

    "Sócrates, dale agua de beber, y déjala a ver si vive, si vez que amanece entonces dale un pedazo de pan, yo regresaré mañana a volver a investigar. Por lo que veo esta chica tiene ganas de vivir sin parar"

    Sócrates

    "Su santidad, porque no matarla ahora mismo?, acaso esta chica tiene importancia?, la reina dice que solo con su orden salen vivos de aquí, y su santidad hace lo contrario de vuestra reina que sin duda no la dejara vivir."

    Milán,

    "As lo que te digo, no la toques, porque no quedara nada de ella si la acosas de forma brutal, veremos mañana si la vida nuestro Dios se la quiere dar. Y estoy muy seguro que su milagro lo cumplirá, ya que de esta chica depende el reino que protegeremos asta el final."

    En ese momento Milán se dirige a la capilla, empezar la primera misa del día. Muy de mañana la reina sigue durmiendo, esta vez una pesadilla la acompaña en su cama. Esta vez en su boda, con un esposo elegante de alta familia, cara fina y bigote largo y fino, vestido con una banda real, refiriéndose aque es o serio rey en el tiempo presente. La reina con su pelo negro brillante, y su ética de labio pintado de rojo apasionado, viste su color de su excelencia, caminando el pasillo al altar. Cada miembro lejanos están presente, toda altura y rango sentados par aquella boda real. Al llegar al altar, ella sonríe y su corazón le indica que esta será una mejor vida, ya que será mujer protegida por un gran rey. Al encontrarse los dos en el altar ella mira firmemente al padre que le pregunta al novio si acepta a la reina Grecia, al afirmar su decisión con un "Si", el padre procede a preguntarle la misma pregunta a la reina. En ese momento eSatris su padre y Rey, entra por la puerta de la iglesia aplaudiendo dicho encuentro. La reina sonríe al ver a su padre contento, y por primera vez por muchos años actúan como padre e hija. En ese momento Grecia aterrada mente se da cuenta de que el hombre enlodado se acerca a su padre, ella grita fuertemente "Padreeee", pero de un corte breve de espada, la corta su cabeza que cae rodando por todo pasillo dando vuelta. El hombre enlodado mira a la reina, y esta vez se encuentra sola nuevamente en el altar, y con sed de fiera el hombre enlodado corre hacia ella y brinca con la espada cortándole la frente de mal manera.

    La reina despierta asustada nuevamente, y es Nora que se acerca a ella y le pregunta con ojos al piso,,, "Mi reina, estoy aquí", en ese momento la reina la mira,y su rostro vuelve a lucir con furia de venganza sin desistir.

    Reina

    "Es hora de vestirme, no quiero perder tiempo, avísale que entren y que se apresuren, pero que por sus vidas no hagan el mínimo error de no verme como la reina llena de belleza y puro glamour".

    En ese momento Nora sale del cuarto y con dos palmadas las damas entran a arreglar a la reina. Nora supervisa todo movimiento, y cuando nota que alguien no hace las cosas como ella quiere, ella misma toma la iniciativa y de un rempujón quita a cualquiera de al lado. Nora se involucra día a día no solo de acompañar a la reina al cuarto noche y día, sino que la acompaña por todo el castillo y es la voz de la reina sin que la reina tenga nada que decir, ella le lee los pensamientos a la reina antes de que la reina de un nuevo paso cada día. Su confianza es tan valorable, que la reina deja ella hable sobre su mal o buen estado a sus superiores, sin ella decir ninguna palabra que la involucre.

    Nora sale del cuarto de la reina y se dirige a la sala real donde todos los miembros la esperan como todos los días. Al entrar se dirige a Gelio y Milán que están de lado a lado de la silla real , en ese preciso momento Freniud que hablaba con unos de sus guardias de la puerta también se acerca para ser parte de la conversación.

    Nora

    "La reina esta de buen humor, pero algo perturba sus pensamientos, y no es algo viejo sino nuevo, nunca la he visto de esa manera ni cuando se murió la otra reina. Sospecho algo que ella no quiere superar, talvez algo que por siempre se quedara."

    Milán

    Mujer, la reina casi la matan, casi no está con nosotros, entonces es obvio que su delirio tiene un propósito, que serían aquellas pesadillas y sueño de aquel engreído y mal parido."

    Freniud

    Padre, usted habla como si la reina es una alma de Dios, usted habla como si es la primera vez que ha visto algo así, ella vive todo eso, y ni cosquilla va a sufrir."

    Milán

    "Acusas a nuestra reina de a ver matado o la involucras en algo semejante?,,,Freniud es tan simple mandarte ejecutar que permiso de la reyna no tengo que buscar, solo dos palabras a Sócrates y el te pasara la guillotina sin pensar."

    Freniud

    Padre usted habla como si fuese el Rey, tenga cuidado que su posición no tiene ley, tiene solo una vía a donde usted ha llegado, y es sangre ajena y no del espíritu santo.

    En ese momento Gelio levanta su mano, y es cuando Milán, Freniud y Nora empiezan a brindarle su atención. Él pone su mejilla en su bastón, y sentado en un escalón cierra sus ojos como pensando algo que nunca pensó.

    Gelio

    "Freniud te quiero como un hijo, pero la verdad de la reina siempre es asunto perdido, y es por eso que estas al mando de hacer lo que quiera fuera del castillo, pero dentro ten mucho cuidado porque no tienes ejército unido. Mientras tu Milán no dejes de recordarte que tu santidad se debe a tu lado oscuro, mejor procura de siempre mantener lo que no es tuyo. Y sobre la reina, nadie sabe qué piensa, nadie sabe que va a hacer, nadie sabe lo que hizo, y menos se acusa de lo que no es. Es preferible dejarla con sus propios demonios, porque así se entienden uno y el otro. Nora, la reina un día de estos estallará, no solo sera mi problema, tambien de todos.

    En ese momento la reina entra a la sala, bella y radiante, con sus labios rojos y su pelo semblante. Su corona brillando más que todos los días, ella camina a paso apresurado a su silla, pero bruscamente se detiene mirando a su derecha como descubriendo algo que no estaba en su agenda.

    Reina,

    Freniud, que haces aquí?,, acaso el ejército imperial esta solo sin comandante real, deberias de estar haces días preparándote para una batalla real en la lejanía de este castillo leal".

    "En ese momento Freniud mira a Gelio con sorpresa, y la reina hace lo mismo pero esta vez con pura curiosidad en su cabeza."

    Gelio

    "Amada reina, su majestad, Milán necesita a Freniud porque sus habilidades son necesarias para una misión especial, usted su majestad estaba muy cansada y no la quería despertar, el capitán Herrow esta al mando de la fuerza militar, y será el que ejecutara aquella batalla imperial."

    Con cara de estar complacida, la reina se sienta en su trono, y así empieza su día. Discursos de política la acompañan, y quejas de la economía, que ella participa toda su vida. Mientras que Milán y Freniud salen de la sala real, en ese momento Milán empieza a hablar.

    Milán

    "Casi la mataste a la chica idiota, pero dale gracias a ella que no esta muerta, porque si fuese así no existirías para rendirte cuentas. Mañana en la mañana esta niña nos llevará donde se esconde nuestro traidor."

    Freniud

    "Esta chica?, perdón padre, pero si no me equivoco mi ejército esta por acabar con él y toda su familia, acaso su santidad está perdiendo la cabeza?"

    Milán

    La reina y el rey encarcelado sospechan de sus enemigos, y eso basta para una guerra sin destino. Pero yo estuve ahí cuando la reina casi suspiro su último suspiro, el traidor me pidió su bendición de una manera que me asegura de donde vino. Así que mañana en la mañana cabalgaremos a ese lugar definido".

    Continuará.......La Tumba De Saxéx
     
    #3
  4. Antonio Liz

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    Continuación...El Rostro Enlodado

    la Tumba de Saxéx
    Ya muy de mañana trato de entender nuevamente si he soñado o si estoy muerto. Al levantarme del pasto noto que mis fuerzas no me han abandonado, ya que me puedo levantar con apoyo a las paredes de madera del establo. Mi boca la siento sucia con diferente sabor, como si la sal estuviera presente en mis labios. Escucho un murmullo fuera del establo, pero de solo una persona que aparentemente se responde ella misma. Al salir del establo noto varios árboles con hojas secas, y una pequeña choza hecha de cana y lodo, toda tierra esta cubierta con las hojas seca, un día poco frío, pero notable que el invierno ha maltratado toda naturaleza. Piedras rodean una fogata de la otra noche, al lado de la fogata ya apagada una anciana con una sabana marrón oscuro mantiene su mirada a donde estaba el fuego, murmulla muchas cosas que no entiendo, talvez otro lenguaje diferente a su manera, o un idioma que no conozco. Solo su cara es notable, sus ojos como si estuviera ciega se quedan como en el aire, fuera de esta vida. Su cara arrugada y su pelo largo canoso como si fuese una india de una tribu, pero más clara que el agua es mi sospecha que indígena no es.

    Ekatulia
    "Dos Semanas as dormido como si estuvieras muriendo, y yo que le digo a ellas que por algo no mueres, o algo te quiere vivo. Lo cierto es que es muy de mañana hijo mío, en eso estas en lo cierto, pero no sé por qué no descubro más de ti, será que eres alguien quien está destinado a venir por estos lados, o eres alguien del olvido y todavía no lo as procesado."

    Así se dirige la anciana hacia mí, como que me conoce, sin mirarme y solo presenciando mi presencia. En ese momento me acercó un poco más a ella, al ponerme frente de ella yo parado y ella sentada, todavía sus ojos no tienen dirección, no me mira y menos hace el gesto para ver que estoy frente de ella. En ese momento miro alrededor una vez más, a mi derecha árboles secos, y ami izquierdo lo mismo me rodea, como si el invierno ha matado todo sin dejar mucho que ver.

    Nivek
    "Mi nombre es Nivek Dillow, solo soy un extraño que ha tenido un mal momento, y estoy muy agradecido de que me cuidaron y no me dejaron morir. Debo partir ya, porque mi vida está en peligro, y ahora las suyas, si me dice donde estoy estaré fuera de aquí sin darse cuenta".
    La anciana empieza a murmurar sola nuevamente, como si ella ha regresado a otro sitio en su mente, al no escuchar respuesta, camino unos 5 pasos, y en ese momento la anciana vuelve en sí.

    Ekatulia
    "No podemos escapar de lo que esta para uno, la muerte es segura donde quiera que vas, aquí, allá, y donde quieras ir. Por edad te llevo mucha sabiduría, pero en realidad me llevas más inocencia que ami mismo, una mujer que nació con el corazón oscuro para el mundo."

    Nivek
    "Corazón oscuro?, tiene mucha libertad proclamándose bruja delante de un extraño."

    Ekatulia
    "Extraño no, talvez conocido, talvez me conoces, o quien sabe, talvez buscas de mí."

    Nivek
    "No vine aquí con misión de buscarla, y menos de saber de quién es, porque así como me quieren matar, así como por décadas y décadas las quieren quemar."

    Ekatulia
    "Miedo no encontrarás en este cuerpo ya viejo, como crees que el fuego quema lo que soy, si debajo de esta piel se esconde mi alma. Cenizas que vuelven al patio de donde vine, al igual que tú, entonces también eres brujo?".
    Agarro un pedazo de rama par golpear a la anciana, pero una espada en mi cuello me detiene. Una mujer de algunos 3O años cabello corto rojizo y piel blanca me mira con mirada venenosa.

    Molava
    "Mueres hoy miserable, tu vida no era digna de salvar, la tocas y tu garganta se la comerán los cuervos.
    En ese momento otro personaje ser acerca, una mujer de unos 20 años que rempuja la espalda fuera de mi cuello, y con su mano de calma le hace la señal a la joven que tenía la espada, indicándole que ya basta. La joven de pelo negro, ojos verdes conocidos, me mira firmemente y se acerca cara a cara conmigo.

    Katizi
    No te recuerdas de mí?… Eras el vagabundo que andaba corriendo los callejones que casi me mataste cuando atropellaste conmigo, y en el camino nos diste algo de comer, estamos a mano, te salve la vida… Por ahora."
    Recuerdo esos ojos verdes, y con tristeza le pido perdón por tratar de agredir a la anciana por llamarme brujo.

    Katizi
    Soy Katizi La que te trato de matar por segunda vez es Molava, y la anciana es Ekatulia, Tú eres?

    Ekatulia
    "Se llama Nivek, si Nivek, y créeme que es bienvenido, los disgustos no son muy bienvenido para mí, pero me cae bien, me cae bien."

    Katizi se acerca a los árboles y con su boca hace un sonido de un búho. Detrás de los árboles salen dos niños, 7 a 8 años hembra y varón.

    Katizi
    "Ellos son Zatis y Miera, los pequeños, mis hijos, ya lo habías visto brevemente."
    Molava con espada en mano se acerca a los pequeños como para protegerlos de mí, mirándome con mucho odio. Ella se lleva a los niños fuera de mi vista, y dentro de la de la chiza hecha de tierra.

    Nivek
    "Mi camino es fuera de aquí, donde viven ustedes en paz, la paz desde aquel día ya no existe en mí, necesito irme para que ustedes no corran el mismo peligro."

    Katizi
    "Estas en lo alto de la montaña, están cerca de aquí, pero pocos se atreven, ya que es tierra maldita. Los caballos y el ejército pasan a su alrededor, pero conocen muy bien este lugar, cuando la reina se entere de que no han venido por aquí, lo matara a todos. Un gran ejército marcha por la colina de Murmulla, es tan grande que tomara días para que todos pasen, chocaras con ellos si vas oeste, si te vas norte puede ser que te les pase, si vas sur volverás a la reina, y en el este es ciudad del reino, donde su hermana vive."

    Ekatulia
    "Debemos regresar, este día con la luz del el día tiene que ser corto, porque se acercan aquellos que no tienen miedo".
    Katizi corre y le avisa Molava que sale corriendo con los niños, mientras que Katizi ayuda a la anciana a pararse y a caminar asia el bosque de árboles muertos. En ese momento la anciana se detiene y mira a Nivek.

    Ekatulia
    "Ven con nosotras, ahora mismo no puedes salir de aquí, mientras más cerca de este lugar te encuentren, más sabrán que tenemos que ver."

    Sigo a las mujeres, mientras que Molava corre desde lejos con los niños, se pierde en mi vista, yo miro todo lo que es el bosque, y cada paso que doy siento que algo me está mirando, y es cuando escucho nuevamente la voz que me dice..." Estas en un nido conocido, es solo mío". Prosigo con ayudar a la anciana a apresurar el paso, mientras Katizi se pierde en la oscuridad. La anciana me indica por donde caminar, y es cuando me pierdo en la oscuridad, la anciana coge mi mano y me guía como si ella puede ver.

    Ya en poca claridad puedo ver lo que esta frente de mí. Con mucha neblina y los sonidos de los cuervos, estoy por una camino que lo rodea gigantes piedras, el paso es estrecho, pero la anciana todavía me lleva de mano, el cielo gris y la luna que se refleja todavía en el día. Al terminar el recorrido estrecho, llego a otro bosque, pero este sin hojas que mirar, solo ramas decoran su estructura, la tierra es marrón oscura, y varios charcos de agua negra circulan cada árbol muerto. En todo parece un desierto, porque todo es visible, árboles de todos tamaños muertos, como si el agua y el aire fresco no existe, solo una humedad fría nos acompaña. Cruzando ya el desierto muerto nuevamente entramos a otro bosque, esta vez con sus hojas secas, igual de donde estaba, y al final una gigante montaña que solo puedo ver las rocas que la han creado. Llegando cerca existe un agujero donde está abierto, con ramas y más ramas a su lado, y una gran cantidad de hijas secas. Una escalera de madera es el modo de bajar al agujero, y es cuando la anciana cuidadosa mente baja primero. Molava la espera más abajo cuidando de que no resbale, Katizi me indica que baje, y al bajar ella cubre el agujero con las ramas y las hojas que están al lado.

    Al bajar noto solo una antorcha que los niños tienen agarrada, en ese momento Molava camina con ellos mientras que nosotros seguimos sus pasos, todo es tierra marrón oscura ami alrededor, de lado a lado y lo que piso con mis pies, como un túnel superestrecho que todo cuerpo roza al caminar. Al llegar al final, otra escalera de madera se respalda con la el techo de tierra, los niños suben primero y Molava con antorcha en mano sube la escalera, donde puedo notar un agujero estrello de piedra como un túnel hecho de roca perforada. Asisto a la anciana a subir, y Katizi me mira y me repuja para que suba a la misma vez, al subir encuentro varias antorchas prendidas en uno pequeño lugar redondo, donde en cada esquina puedo ver algunos mantos, y unos contenedores hechos como si fuera con la misma tierra. La anciana se sienta en su lugar, donde la acompaña varios objetos de madera y una pequeña fogata apagada rodeada de piedras. En un lugar noto sangre seca, mi puñal y mi mando de mal estado, y es cuando reconozco que he estado aquí sin saberlo.

    El lugar no es húmedo y menos con brisa, trancado completamente dentro de una piedra. En ese momento recojo mi puñal, donde tiene una cruz tachada. Y es cuando paso mi dedo pulgar por la cruz, limpiándola de la tierra que la quiera opacar. Empiezo llego a recorrer la roca por todos lados, un lugar imposible de vivir.

    Nivek
    "He estado aquí, el olor es similar, he despertado y dormido en ese lugar, donde escucho sus murmullos.".

    Katizi
    "Te traje aquí antes de que mueras, mi misión era darte la vida por lo que hiciste por mí, ya curado te llevamos al establo para que despertaras y te fuera por tu cuenta, pero la anciana insistió en ayudarte más, y paso varios días haciendo su ritual."

    Nivek
    "Como es que dentro de esta piedra no se asfixian, y se sienta que el aire contempla el lugar, no se puede vivir así."

    Molava
    "Vives ya?, no tienes que hacer pregunta, eres traidor, y así mismo nos puedes matar, no exija mucho, que mi espada hablo por mi cuando no quise traerte a este lugar."

    Ekatulia
    Aquel quien te dio la vida, es ese que en esta roca nos da un hogar donde vivir, nos ofrece todo lo que afuera tiene, yo solo soy su cuerpo, porque él hace lo que tiene que ver con mi boca y piel."
    La anciana enciende su fogata solo levemente poniendo su mano encima de las piedras. Ella me mira y nota mi cara de terror, miro el lugar para salir y en ese momento llego a la realidad que fuera seria hombre muerto.

    Ekatulia
    Todo es posible en esta tierra, hablas de tus milagros con tu Dios, entonces no puedes negarme los míos aparte de quien dices que es tu padre. No me engañas, tu cruz habla del odio que sientes por mí, es tu camino, pero también tengo el mío."

    Nivek
    "Creí que estaban todas muertas, por décadas y décadas es sentido sus cenizas que nublan el mejor cielo soleado, todos los días es imposible que no ejecuten a una, por una sospecha o un rumor, ya veo que la roca le hace mucho favor."

    La piedra me da mucha curiosidad, porque es como si alguien había hecho una casa escapando por dentro de una piedra. Su suelo es rocoso al igual que el techo y las paredes, pero no puedes pararte, solo puedes sentarte, es amplio para pocas personas, pero si no fuera por el miedo de que nos maten, no estuviera dentro. Es sofocante solo saber que estas en ese lugar, un silencio que solo te deja escuchar la respiración de las otras personas, y cada detalle de cuando mueven los labios. Un escondite muy privado, fuera de todo lo malo. Molava en una esquina recostada me mira fijamente, mientras mastica una rama que le pasa a los niños, con mirada de puro odio y su pelo que casi cubren sus ojos, se dirige ami como si ha estado esperando este momento.

    Molava
    "Quien eres Nivek?, quien anda contigo?, con quien trabajas?, quien te ha mandado?. De la nada no trataste de matar a la reina, de nada no estás aquí, y menos rodeas el palacio, nos debe eso y más, ya que nuestras vidas por tu culpa corren peligro de noche a mañana."

    Nivek
    "No tengo a nadie, y menos misión, la quise matar, por mi honor, mejor que no sepan mucho de mí, porque les pueden ir peor."

    Molava
    "Acaso crees que te tengo miedo, la diferencia entre tú y yo es que yo he matado a mi propósito, mientras tú fallaste como idiota".

    Nivek
    "No, no, no estoy amenazando, y menos a ustedes que me salvaron la vida, solo no quiero que sepan más de mí."

    Katizi
    "Claro, proteges a tus seres querido, igual que puse a los míos a riesgo por salvarte, mejor es tiempo de que hables, para que Molava no te mate con su espada."
    La misteriosa voz se presenta, y es cuando me dice, "hombre de honor, sabes que no estas cerca ni de ti mismo". En ese momento me tapo mis oídos, y cierro los ojos. Molava se ríe a carcajadas, y vuelve a su lugar.

    Molava
    "Tan miedo le tienes a mi espada?, no creo que te quiera matar aquí, porque él apeste nos matara a todos".
    La anciana se acerca a mí muy sorprendida, agarra mis manos, al abrir mis ojos ella me mira y como buscando algo en mis ojos se acerca más ami.

    Katizi
    "Creo que esta loco mejor dicho, he visto personas que escuchan sin saber ellos mismo, un juego que juega su trastorno."

    Ekatulia
    "No Katizi este es bendecido y más que yo"

    Katizi abre sus ojos como sorprendida, y Molava se acerca a Ekatulia como buscando que es lo que ella ha visto. Mientras que Katizi se acerca a sus hijos y los abraza.

    Molava
    "Que te hace pensar que este ha conocido lo que conoces?"

    Ekatulia
    "No lo conoce, pero este ha visto más que yo a su corta edad". No sé porque, no sé que quiere él con este joven, lo que se es que algo tiene este joven, que él quiere conocer."

    El miedo se hace presente, y Ekatulia nota algo a la misma vez, ella sonríe. Unos pasos se escuchan en el pasillo hecho de tierra, pasos fuertes que se alejan, mientras que Molava se aleja de nosotros dos, al mismo tiempo ella busca su espada y mira por todos lados. Los pasos suenan como si alguien estuviera dándole a la tierra con un gigante bastón.

    Ekatulia
    "No tengan miedo, les dije hace mucho que sus vidas están en mi alma negra, no deambulando fuera de aquí, el no las puede tocar, porque yo las tengo conmigo."..Hábleme de algo que no pueda entender esta vieja hijo mío?

    Mi miedo empezó a irse, y mi cuerpo nuevamente siente la vida, y es cuando relato sobre aquella imagen que me hizo compañía en un sueño o pesadilla. Katizi temblaba al escuchar mi sermón, mientras que los niños la miraban aterrorizados, Molava recuesta su espada pasivamente contra la roca, con una mirada como si a perdido algo.

    Ekatulia
    "Entonces tus preguntas están respondidas, nuestras vidas, el aire que respira en un lugar imposible, y tus heridas mortales tienen un solo nombre y es Saxex, aquella voz que no es voz, que es una presencia, que envidio su compañía, porque al cerrar mis ojos lo veo, pero tú con tus ojos abiertos se te presenta y te quita tu aliento."

    Katizi
    "Que quiere decir esto anciana?, acaso este hombre ha venido a matarnos."

    Ekatulia
    "Creo que este joven no tiene nada para Saxex, insinificante, nadie. Ahora, algo quiere, algo busca en él, o talvez algo necesita, eso no lo sé".

    Nivek
    "Quien es Saxex?, mi delirio.?"

    Ekatulia
    "No puedo responderte lo que dudas en creer, así como tienes tu Dios yo represento unos de los míos. Me querías matar cuando sabías que era una bruja, entonces no tengo necesidad de demostrarte quien es y que quiere, porque si a estas niñas no le he contado, es que mi pensar es solo mío y no de más nadie. Pero nuestras historias te pueden responder tus preguntas, sabes que sanamos, matamos, hechizamos y también hacemos rituales. Te quedarás en ese mundo de las dudas, y si quieres aprender, aprenderás tu mismo a tu manera, porque por miles de años tienes que nacer para ser como somos, no se enseña lo que eres, es imposible, porque si fuese así, no tendrías estas dudas."

    Nivek
    "No me interesa aprender lo que no quiero saber, pero si he escuchado tantas cosas diabólicas de sus seres, solo le digo una cosa, aquel Sasex que invierte su tiempo en mi cabeza, valla y dígale que soy cristiano e hijo de un solo Dios."

    Con unas carcajadas y una tos seca, la anciana mira a Nivek como si le ha contado un chiste. Ella se sienta en su lugar, y mira a los niños y empieza a cantar algo muy desconocido, y es cuando se acuesta y da la espalda, y un sueño profundo se apodera de ella, porque su ronquido leve le hace la presencia.

    Molava
    "No te lleves de lo que dice la anciana, detrás de mí se encuentra un agujero del tamaño de mi puño que no le veo fin. De este agujero misterioso el fresco entra y el humo sale, todo el tiempo huele a lluvia, no sé su distancia y menos asta donde conduce, lo único que se es que el oxígeno entra y sale a su manera. Así es por esos lados, por el lado de la anciana y al subir las escaleras, más agujeros que no tienen fin, y la misma brisa entra por ahí."

    Katizi
    "Ella no esta loca Molava, nos a cuidado y sus consejos no han llevado a estar vivas, loca no tiene nada. No puedes negar que lo que tiene lo usa para un bien, para nosotros, sea como lo veas. Pero una cosa no podemos ignorar, algo se mueve, algo acompaña este bosque, no estamos solas, eso lo as visto y lo as vivido con nosotras."

    Molava
    "Nunca he dicho que es loca, solo que ella cree que todo lo trae el gran Saxes. No niego que algo está presente, pero no es amigo nuestro, menos quiere nuestro bien, y obvio que reconoce que no quiero nada con él. El miedo es lo único vivo por aquí, tus propios hijos pierden sus voces estando salvos, si ese es su bienestar entonces que será de ellos cuando crezcan más."

    Katizi
    "Le debemos la vida, y a su larga edad no la puedo abandonar, es una madre para nosotros no se te puede olvidar, o acaso as olvidado Molava?."

    Malova trata de ignorar Katizi, pero Katizi busca su mirada como esperando respuesta. Malova de repente siente algo que entra desde los agujeros, sorprendida y con cara de alarma, busca la atención de todos.

    Molava
    "Corran, tenemos que salir , está lloviendo y creo que viene una tormenta."

    Rápidamente bajamos la primera escalera, donde ya se acumuló buen lodo que tapa las rodillas, Mientras llevo en mis brazos a la niña, Katizi lleve al niño, mientras que Molava ayuda a la anciana. Al subir a la segunda escalera, truenos, brisa una fuerte lluvia nos hace la compañía. Llegando a la choza, Malova entra a los niños y a la anciana a la choza, mientras que Katizi sale con dos tinajas.

    Katizi
    "Debemos aprovechar para tener agua, sígueme, que existe un caño cerca de aquí, tomara tiempo si dejamos que se llene con las gotas que caen."

    Mientras sigo a Katizi, mis dos manos resbalan, ya que la tinaja estarían hecho de un material que se siente como una roca pulida. Al entrar al bosque me doy cuenta un tronco pequeño arriba de una rama, donde fue abierto con una hacha para que haga el ejemplo de una cañada. Karizi pone su tinaja. Mientras espero que su tinaja se llene, ella se pasa la mano constantemente por su cara despejándose el agua, y es cuando noto que tan joven es Katizi, sus ojos casi achinados y su pelo negro, que me indica que está muy joven.

    Katizi
    "Estamos en una tumba por si no sabías, el demonio que se llama Saxex, murió aquí, tierra de él , y enterrado en esos lados. Practicaba todo lo que no se relaciona con el cristianismo, tenía su propio criterio de que él daba vida y muerte. Fue por décadas el líder de lo siniestro de esta tierra. Brujas nacen a su nombre, porque él la eliges, las que logra recibir su llamado por siempre son sus servidoras, otras quedan locas y se matan ellas mismas, como si estuvieran poseídas por muchos demonios."

    Nivek
    "Entonces, es un demonio, o sea es algo que debemos de salir de aquí, y siguen ustedes aquí, sabiendo que esto no es cristiano".

    Katizi se da cuenta de que su tinaja esta llena, y es cuando pongo la mia en el caño.

    Katizi
    Fui criada como fuiste tú, con mi Dios aquí en mi pecho, pero los que traen la palabra no son siervos. Son abusadores de poderes, violadores y asta asesinos, ese es mi cristianismo. Encontré refugio aquí que me protege de todos ellos, y si Saxex le hace la guerra, entonces estoy con él . Crees que quiero estar aquí?, no es así, pero este mundo no es igual que todos, ya no es y nunca lo será, talvez llegue el dia antes que muera que le confesaré a Dios todos mis pecados, pero hoy no lo puedo hacer, porque estoy cumpliendo con algo que de mí tiene que ver."

    Al tratar de decir algo, Katizi camina con su tinaja, con problemas al levantarla, lo mismo digo yo que resbalan más pesadas. Al llegar al lugar donde está la choza. Caballos y soldados la rodean. Al darme cuenta Katizi baja su tinaja, donde yo apresurada mente la tomo de las manos y nos escondemos detrás de los árboles. Katizi trata de correr hacia la choza, pero le tapo la boca y la abrazo fuertemente con un brazo. La miro fijamente, y es cuando entiende que las cosas se pueden poner peor. Le quito la mano de la boca suavemente, y con mi dedo le doy la señal de tener silencio. Molava sale con su espada, y es cuando la mayoría de soldados sacan las suyas, respirando fuerte y con sus dientes apretados, Molava sin miedo y con todo que perder, se encuentra frente a frente con lo que ha buscado.

    continuará....Ráfagas De La Molava
     
    #4
  5. Antonio Liz

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    Continuacion La Tumba de Saxex...


    Ráfagas de la Molava

    En un lugar lejano atravesando las montañas, Freniud se encuentra sentado en un tronco de árbol mochado, con un cuchillo come una manzana, con su armadura de soldado griego el mira todo lo que ha dejado ya muy abajo. Él mira firmemente como si estubiera analizando cada paso que a tomado en aquellas largas semanas. La mañana es fría, pero solo su mirada tiembla sintiendo el frío. Sus ojos lagrimosos enseñan que el frío está potente, un soldado con solo su armadura refleja lo listo que está para pelear, y en este caso Freniud pudiéramos decir que está en el lado equivocado. Un soldado se acerca a su espalda y a solo dos pasos de él se para firme y le avisa que el Sacerdote quiere su presencia.

    Frenieud
    "Debería estar con mi ejército, perjudicando a mis vecinos y matando todo lo que no me da afecto, en vez de eso estoy aquí, en una misión de poco interés, marchando con un hombre según de fe, que juega un estúpido juego de ajedrez".

    Freniud, mira al soldado, pero el soldado no le devuelva la mirada, y de manera como que no le importa,camina sin ritmo de ejército, tirando el cuchillo a un lado y tragándose el último pedazo que tenía de la manzana. Ya a su dirección varias casas de campañas, soldados comiendo y bebiendo, le hacen el saludo de honor "General", con puño en el pecho llaman el nombre con orgullo a todo su paso por el campamento. Al llegar a una casa de campaña amplia, se encuentra con Milán, donde escribe algo en una mesa pequeña de madera, rodeado con diferentes telas, vestimentas sacerdotales y una cama pequeña hecha de madera. Milán está con una bata blanca, y su crucifijo en su cuello.

    Milán
    "No tengo que mirarte para saber que tienes tu armadura puesta sin tu abrigo de piel encima, si quieres morir de una pulmonía es tu problema, pero si acaso mueres tu problema se convierte en l mío en ojos de la Reina."

    Freniud
    "Lástima es perder el momento cuando lo ejecuten."
    Milán deja de escribir, y mira a Freniud, como si Freniud a dicho algo curioso, Milán se para y se sirve un poco de vino, donde primero llena otra copa y se la pasa a Freniud, que con cara de poca importancia la toma y la tira al piso.

    Freniud
    "Me trae lejos de mi castillo, y me aleja de mi ejército, también me quiere dar que beber como si fuera un niño, soy el general de este reino y por lo que veo su santidad se ha cobrado el favor, porque en esta expedición usted es el general."

    Milan
    Freniud, después de que fuiste general, mi generosidad por ti no la acabo, no te estoy comprando y menos quiero que entiendas, solo entiende algo, más allá de general llegaras, por vía mía como siempre, entonces lleva la fiesta en paz, como Dios nos la a dado por su voluntad".

    Freniud
    "Milan , si tu plan es matar a la reina, y ponerme como rey, creo que estas en el lugar equivocado, el Rey se encuentra vivo, y si es así debes de decirle a Gelio que te deje entrar a verlo para que hables de lo que quieres hacer."

    Milán
    "Algunas veces quisiera reírme de verdad que si Freniud, porque creo que quieres que aceptes que quiero matar a la reina para que tengas la intención de matarme".

    Freniud
    "Ahora nos estamos entendiendo bien Milán, estas conversación me gustan mucho, porque me hacen sentir cerca de lo que soy".

    Una persona entra a la casa de campaña, y es la joven que casi Freniud había matado, asustada, pálida , y con sus heridas secas en su cara, se acerca lentamente con su mirada al piso con una bandeja y una tasa de té caliente, que se la ofrece a Milan. Mientras Milán coge la tasa de té caliente, no le quita la mirada a Freniud, que mira a la joven con muchas ansias, como que quería verla de nuevo, él mira ala joven firmemente y una sonrisa aparece en su rostro, definiendo que le ha llegado una segunda oportunidad. Milán saborea su té , y es cuando Freniud lo mira y su sonrisa de sorpresa desaparece.

    Milan
    "Freniud, en una hora salimos fuera de aquí, quiero que todos estén esperándome listo para partir, desmantelen todo lo más rápido que pueda, avanzamos sin tiempo que perder".

    Freniud
    "Si, su majestad."

    Freniud se retira con sonrisa de burla, mirando a Milán con poco respeto. Milán comienza a arreglar sus telas, llama a la joven, ella lo ayuda a cambiar. Ella comienza a doblar las otras cosas, y empacar las tasas y las copas en un cofre amarillo. Al terminar, ella con ojos al piso se queda esperando a Millán. Milán besa su crucifijo y se lo pone en el cuello, y es cuando antes de salir de la casa de campaña , se dirige a la joven, se para frente a ella.

    Milán
    "Muy bien, muy bien, veo que tus habilidades como dama de la reina no te has olvidado, lástima que sea al el fenómeno masculino. Fíjate hija mía, tenía un sirviente muy, pero muy eficaz, lo quería como mi hijo, algunos 20 años a mi servicio. El pobre asta quería ser padre, si padre, me gustaba su ambición de que alguien quiera ser como yo. Pero no me gustan que me decepcionen y esperaba mucho de él. Y mira que interesante fue su pasión por mí, que asta probaba todo lo que comía con intención de protegerme. Pero en una cena entre compañeros de mi santidad, el probo antes que yo algo de comer, un hermoso postre dulce, que era especialmente para mí. Sabes, el era curioso, nos parecíamos muchos, la única diferencia es que a mí me gusta comer mi postre después de la cena, y él le gustaba antes de la cena.
    "Y es cuando en ese momento sentí cuando me sentaba en esa mesa con mis miembros de la iglesia y sentí que él se sentó también a comer con los sirvientes de la cocina. Sentí cuando el comió su primer bocado, y también sentí el mío. Y la decepción me toco la puerta, con su boca sangrando dijo unas últimas palabras, y fue que el postre no estaba dulce. Al caer muerto me di cuenta de que después de la cena me esperaba un postre envenenado. Y ese General que viste salir, que tanto odio le tienes por lo que te hizo, ese entro como fiera y uno a uno mato a todos con su espada, incluso le dijo Asus hombres que no lo tocara, porque él quería darse el gusto de matarlos a todos."

    La joven con temor lo mira a los ojos, ella se queda mirándolo fijamente, con necesidad de decir algo. Sus manos tiemblan como si ha llegado su final, y es cuando se asusta notablemente cuando escucha a los soldados desmantelando el campamento.

    Milán
    ¿"Como te llamas"?

    La Joven
    "Serra, Serra Yabatis, su santidad."

    Milán
    "Yabatis?,, Yabatis, Yabatis, Como es que conozco ese apellido, es algo que debo conocer, vamos habla sin miedo hija mía, tiembla tu voz hoy día, y no te escucho bien, pero Yabatis suena alto, recuérdame porque."

    Serra
    "Galot Yabatis era mi padre, él fue el joven que murió envenenado con el postre."
    Milán con cara de sabiduría mira a la joven, con pura certeza a lo que a dicho. Pone su dedo pulgar en su frente como pensando algo, como planeando bien sus próximas palabras.

    Milán
    "Te he dejado pensado lo suficiente, Nora me hizo un favor en hacerte dama real, por mí, porque se lo pedí. Ya sabes que no fue porque agarraste mi cruz en tu momento de casi muerta que te rescate, y ahora sabes el porqué le dije a Freniud que no te matara. No es que estamos a mano, sino que me debes más de lo que tu padre hizo por mí, en este tiempo las deudas son más grandes que ayer hija mía. Mientras estés en mi vista él no te tocara, pero si desapareces de mi vista, y él te hace daño, no llores cuando me vengas a servir el té, mejor sécate tu sangre para que no me manches mis telas. Eres heredará de los temores de tus padres, porque cuando dormía en una expedición, muchos soldados se aprovecharon de él, y ahora que eres mujer, creo que me querrás más despierto que durmiendo, ya que te ven digna de coger."

    Milán sale de la carpa, y al salir, la mayoría de soldados están en sus caballos, mientras algunos 20 de pie esperando para caminar a otra jornada. Milán con su vestimenta roja de sacerdote y sus collares de santidad puesto en su cuello, nota a Freniud, encima de su caballo con un pesado manto negro de lana. Un soldado le pone un manto de oso blanco a Milán, Milán apunta con su dedo a su abrigo, como dándole las gracias por obedecer a Freniud. Al montarse al caballo, lado a lado con Freniud, le indica los detalles de la expedición.

    Milan
    "Cruzaremos el río Gag, para llegar a las montañas cerca de Murmulla, tengo una tarea de la hermana de la reina, donde ahí pasaremos por el reino de la hermana de su majestad."
    Freniud con cara de disgusto, y pretendiendo a no escuchar a Milán, busca una manera de controlar su furia, pero su cara de angustia es más visible que su notable cicatriz."

    Freniud
    "Nos ha tomado un mes para llegar aquí, sin idea a donde vamos, y ahora regresaremos unas semana atrás."

    Milán
    "Órdenes de su majestad, para que ahora quites tu idea a quien soy fiel, el mensajero llego ayer en la madrugada y yo llevare esa orden mi general"
    Milán empieza a cabalgar, mientras que Freniud nota a Serra que se monta en un caballo acompañada con unos de los soldados. Freniud le sigue el paso a Milán de lado a lado".

    Freniud
    "Escucha bien sacerdote, mis hombres están cansados, agotados y con hambre, esta vuelta que nos lleva no nos favorece, el invierno se acerca y soy fiel a todo aquel que me sigue".

    Milán
    "50 soldados con hambre y agotados?, tu lengua no solo te tiene la soga en el cuello, pero también habla como eres, terco y bruto sin pensar. Dime una cosa Freniud, Que batalla han peleado de ayer asta la madrugada?, porque si es así, he dormido sin levantarme a los gritos de sangre".

    Freniud
    "Un mes en una jornada creo que se le ha olvidado en donde estamos."

    Milán
    "Entonces crías niños, no soldados que batallan?"

    Freniud
    "Mi espada habla muy bien de como su órgano reproductivo puede dejar de funcionar, como un corte de carne de cordero que se los come los cuervos".

    Milán
    "Amenazas y amenazas hijo mío, y como quiera sigues mi mandato, mira donde estamos, en un bosque abandonado, un solo camino donde sabemos lo que estará en el frente y lo que dejamos atrás, pero una cosa no sabemos claro Freniud, que a tu derecha y ami izquierda solo conocemos algunos sonidos de los pájaros que cantan con piedad y vida. Puedes arrojar mi cuerpo ahí en cualquier lado, y tus leales soldados cubrirán tu mentira de como he muerto. Pero sabes algo hijo mío, si acaso esos 50 están contigo, entonces estuviera ya muerto y no vivo."
    Freniud mira a Milán con decepción, y su furia se convierte en una pesadilla, porque Milán se ríe sabiendo que si derrama su sangre, entre los 50 existen espías de Milán que ahora él ha admitido. Después de una hora cabalgando, el mismo camino existe sin fin ninguno. Milán mira al cielo como esperando algo que tiene que llegar. Mientras que Freniud con su olfato descubre lo mismo que Milán ha captado.

    Freniud
    "Agua de tormenta, breve y pasajera, pero fuerte y fría."

    Milán
    "Tenemos unas horas, debemos salir del camino y campar, pero antes, conozco el mejor campamento, estamos de suerte, porque cuando lleguemos ahí, puede ser que algunas preguntas serán respondidas. Apresura el paso y que diez de tú soldados estén en el frente porque vamos rápido.
    Freniud da la orden, diez soldados cabalgan frente a Freniud, el motivo es que la gran velocidad que van a cabalgar no le permite a Milán a planear si algo le hace el frente, los soldados actúan de escudo, por si se encuentran con una emboscada o un enfrentamiento no planeado. Unas horas en el camino la lluvia empieza a caer, Milán alerta a Freniud que es tiempo de salir del camino, y es cuando le da la orden de entrar a la derecha, Freniud se apresura y llega donde están los 10 soldados y da la orden, los soldados cogen la derecha y ahora todos entran a los bosques. Todo árbol se mueve bruscamente por el paso de la lluvia que viene con vientos. Los soldados tienen problemas controlando los caballos, ya que los truenos el agua y el lodo lo incomodaban.

    Freniud
    "Debemos de encontrar un lugar fuera de los árboles, un lugar llano para campar, si no lo hacemos rápido perderemos los caballos, y los que caminan están forzados por el lodo."
    Milán apunta hacia el comienzo de una montaña, y es cuando ya todos caminan y cabalgan lentamente subiendo todo lo que recorren. Algunos soldados bajan de sus caballos para jalarlos de las riendas, ya que algunos resbalan y se caen, mucha dificultad es cada paso, porque parece como si la montaña se Vuelve más en contra, y es cuando casi todos bajan de los caballos por la posición de la subida que se inclina mucho más en contra de ellos. El único que permanece en el caballo es Milán, que casi se encuentra sentado en el cuello del caballo. Freniud furioso y agitado se empieza a incomodar nuevamente.

    Freniud
    "Milán, el tiempo se te acaba, como es que me llevo de un sacerdote que solo conoce las comodidades de estar fuera del campo de batalla, espero que tu fe te dé confianza a no rempujarte de tu caballo para que des vueltas bajando la montaña, miserable."

    Milán Llega primero a lo que es una sima de una colina, al llegar Freniud, el nota una llanura, verde todavía y mira a Milán con cara seria y respeto porque sabía lo que hacía. Freniud también se da cuenta de lo alto, de que las hojas cambian a marrón a una larga distancia, y nota la entrada a un bosque diferente a la llanura y todo lo que han recorrido, como que el verde de la naturaleza no existe en ese lugar.

    Milán
    "Freniud, campemos aquí mismo, me llevaré 10 de tus soldados, regresaré en unas horas, cuando llegue que mi carpa esté puesta. Freniud, no me interesan tus dudas as lo que digo."
    Freniud sin decir una palabra mira a Milán con puro odio, Serra llega corriendo bajando la colina y es cuando llama la atención de Milán.

    Serra
    "Su santidad, lléveme con usted, seré buena, no dire ni una palabra, no estaré en su medio, se que le puedo servir su excelencia."

    Milán mira a Serra que está en frente de su caballo, que ahora baja su mirada al piso con temor que su impulso de hablarle le haga daño.

    Milán
    "Hija mía eres tan oportuna como lo era tu padre, si mi hija, me has hecho un favor, porque ahora que dices que me puedes servir para algo, ahora mismo sé que así será, si mi hija, tu presencia tiene una sola misión, pero ahora veo que otra puerta se ha abierto para ti, ven sube a mi caballo".

    Serra se monta en el caballo con Milán, y mientras lo abraza de espada para no caerse, es cuando nota la mirada de Freniud, una sonrisa perversa y ella nuevamente baja su mirada. Milán y los 10 soldados cabalgan en dirección al bosque muerto, al entrar a los primeros árboles Milán mira por todos los árboles como presintiendo que algo se esconde. Los 10 soldados que los siguen en sus caballos, se asombran por dicho lugar, como que nunca se ha enterado de él. Milán da la orden de solo cabalgar paso por paso, los caballos comienzan a babear como si tienen rabia, Serra se da cuenta, y con miedo y frío por la lluvia que ahora es leve, ella insiste en saber.

    Serra
    "Porque se comportan así su santidad?, están enfermos los caballos por lo que veo".

    Milán
    Niña, no soy tu padre y menos tu salvación, no te acostumbre a mí, porque no soy tu amigo, más que un favor que le debo a tu padre. No hables sin que te digan, no seas impertinente, solo espera que abra yo mi boca y entenderás lo que sientes."

    Serra se baja su mirada, mirando el lodo acumulado, notando cosas raras en el camino, se pueden ver algunos cráneos de animales, y también humanos, huesos y más huesos se acumulan mientras siguen adelante, de los árboles sale un líquido negro que los rodean como si fuese aceite tóxico, el olor comienza a estar presente, y los cuervos se escuchan más y más cerca. Milán escucha solo los pasos de su caballo, y es cuando mira hacia atrás y nota a los soldados que no quieren dar un paso más.

    Soldado
    "Disculpe su santidad, pero esto es tierra maldita, me han contado y de aquí existen muertes de varios soldados que nunca regresan con vida, mi lealtad es con el ejército no con sus jornadas, no tengo orden de entrar a este sitio, la orden seria de la reina o Freniud, asta aquí llegamos, si su santidad quiere mi protección seria fuera de este lugar maldito."

    Milan
    "Al contrario hijo mío, te agradezco que me dejes solo, tengo que bendecir este lugar así que es mejor que se queden por aquí. A unos minutos a tu derecha encuentras una choza y un establo, esperen por allá, y si tienen suerte encontraran pastos para los caballos. "
    Serra trata de bajarse del caballo, pero Milán arranca en el caballo con más velocidad. Unos minutos después él vuelve a retomar el mismo ritmo lento. Y al encontrarse con el silencio empieza a hablarle a Serra, que está asustada y sorprendida con el lugar.

    Milán
    "Inútiles y brutos son esos soldados, pasan por aquí de hace años, y su miedo en ciega su mente. Este lugar es igual que el verde de la naturaleza, lo único es que lo que vive aquí siempre lo adorna con su corazón, hablo del mal que he dedicado mi vida a quemar, el único problema es que existe uno de ellos que es pura ceniza, pero sin vida siempre presenta lo que significa. Si crees en demonios pierdes tu tiempo hija mía, y si el espíritu santo te protege pues que te sirva de alivio, lo único que te puedo aconsejar es que mejor solo entiendes mi cruz, porque lo que pasa en esta tierra solo Dios puede explicar, y como sabrás estoy más de este lado que su lado."
    Serra empieza a ver los cuervos que rodean a Milán como si él estuviera muerto, todos los cuervos dejan de volar y rodean el caballo como si algo esperan. Milán sigue cabalgando sin importar que están enfrente. Llega y obliga al caballo a parar, como perdido y buscando algo conocido. Milán lentamente se dirige a la izquierda, cruzando aquel valle lleno de árboles sin hojas, y con pozos negro. Él se baja del caballo junto con Serra.

    Milán
    "Quédate aquí muchacha, entraré por ese lugar estrecho, no pierdas el caballo, porque si lo pierdes serás comida de todo lo se mueve aquí, aprenderé contigo como sacrificar a la maldición un ser humano."
    Con mucho miedo y ganas de decirle a Milán que la lleve con ella, la pobre Serra muy corta de edad no piensa escapar, por no saber qué hacer con su vida en un lugar tan temeroso. Su miedo es tan notable, que una y otra vez con sus manos juntas ora el padre nuestro calladamente. Su única vestimenta ya sucia de cuando le servía como dama real, ya no es blanca, sino más amarilla con agujeros notables, la sangre seca es visible, pero notable que a lavado su vestido de dama, que ahora parece un vestido de vagabundo. Sus marcas de acosos son muy visibles, su inocencia está presente, pero ella mantiene lo más que pueda su vestido que le cubre parte de sus senos, porque es notable el gran agujero que tiene. Vive con un manto gris ligero que sé lo pone por arriba para ayudar con el vestido, el manto era sin duda de algo que cubriera una mesa o cosas para no se ensucien con el polvo.
    Serra con mucho miedo empieza a llorar, al secarse sus lágrimas, ella nota la presencia de Katizi y Nivek frente a ella. Nivek con su puñal en mano se acerca a ella.

    Nivek
    "Si no quieres perder tu vida vuelve con tus soldados y les dice que se alejen de la choza.
    Serra abre su boca como para gritar en silencio, no para gritar por ayuda, sino que su sufrimiento es visible de carne y hueso y ella no puede más. Katizi se pone en frente de Nivek y con su dedo le da la señal de que guarde silencio.

    Katizi
    "Nivek es una niña, está asustada, no creo que sabe de lo que estás hablando."

    Nivek
    "Claro que sabe, este caballo está bien alimentado, es un caballo militar tiene la marca de la reina, del ejército imperial. "

    Katizi mira a la Serra con dudas, y Serra todavía llorando calladamente, aferrada y con voz temblando de puro miedo, gaguea tres palabras antes de que se le entienda.

    Serra
    "Es de su santidad, su santidad Milán que ha caminado ese lugar estrecho en busca de algo. Váyanse de aquí, conmigo encontrarán una vida no deseada, no es vida, mejor prefiero la muerte".

    Nivek
    "Katizi, nos tenemos que ir, Molava es asunto de la anciana ahora, y tus hijos serán....

    Katizi
    "No son mis hijos Nivek, los quiero y los amo, pero mi sangre no son, la anciana quiso que sea así, para protegerlos".

    Serra
    "No vaya a salvar a nadie, un ejército esta a poco tiempo de aquí, los matarán, cojan para el sur, y salgan sin mirar atrás. Si detienen a sus amigos Dios me dará la voluntad de acompañarlos, entonces estén tranquilos que aunque sea una niña como dicen, puedo compartir mi miedo y mis angustias con ellos."

    Nivek
    "Katizi, debemos marchar, si me buscan es para matarme e igual harán contigo, si quieres no me sigas, coge tu camino, pero no dejaré que mueras aquí."

    Katizi
    "Muchacha ven con nosotros".

    Serra
    "Si más de mi sangre puedo arrojar para que tus amigos y los niños no derramen la de ellos, pues eso voy a hacer, insignificante soy, pero una cosa si sé qué hacer, ver mi sangre caer, por cara, cráneo, y partes intocables, entonces que se derrame toda y menos la de los tuyos."
    Katizi se le salen las lágrimas, y sin conocer ni siquiera su nombre, abraza a Serrra con mucho amor. Serra rompe su llanto, como si su nudo en la garganta estuviera flojo. Nivek desesperadamente mira por todos lados, y asustado corre de un lado a otro.

    Nivek
    "Katizi... Despierta y llega a esta realidad, nos tenemos tiempo"

    Nivek y Katizi se alejan corriendo fuera de Serra, mientras que ya de lejos Katizi para y nota a Serra, que ella se seca las lágrimas y su valentía que nunca le hizo compañía le hace la bienvenida, preparada la pobre joven para entender que esta lista para un sacrificio para el prójimo si es necesario. Katizi y Nivek se pierden fuera de su vista. Al salir de un lugar estrecho, Milán se encuentra en él escondiste de la anciana, pero el agua llena el agujero.

    Milán
    "Maldita bruja, no me digas que te ahogaste, quisiera que fuese así para no quemarte."
    Milán deja el lugar y nuevamente se encuentra con Serra, que firmemente agarra su caballo. A la misma vez nota el semblante nuevo de Serra, seria y con su mirada fuera de los ojos de Milán, pero no mirando al piso.

    Milán
    "Bien hija mía, veo que este lugar te ha cambiado tan pronto, no pareces hija de tu padre, el cobarde que fue toda su vida, y el valiente que conocí en pocos minutos.
    Cabalgando siguen su camino Milán y Sierra, y al llegar a la choza, Molava como una fiera carnívora, defiende la choza con toda su furia. Todos los soldados sacan su espada, mientras que el soldado mayor le dice varias veces que la baje. Molava sin miedo y con rabia grita gruñendo como un leopardo

    Molava
    "E aquí mi tumba, porque no serán mis gritos que le harán compañía hoy día, sino el roce de mi espada a su piel que confundirán con el rugir de un gato, un paso más y beberé sangre de sus seres cuando lamba mi espada".

    Soldado
    "Como te atreves a dirigirte de esa manera a un soldado de su realeza, por la corona que te cortaré la lengua animal del bosque".

    Molava
    "Debería ella de estar aquí para que mi espada hable por mí."

    Todos soldados bajan de su caballo a en dirección a Molava con espada en mano, el primer soldado choca la espada con Molava que ella patea su escudero tumbándolo ala tierra, los demás se lanzan uno hiriéndola en la frente y otro en el brazo mientras que ella furiosamente todavía azota su espada contra ellos, pero solo el aire de la espada se siente, los soldados notan que no tiene estilo de pelear. Al estar rodeada y herida ella todavía con tu espada en mano trata de dar una última pelea, uno de ellos se acerca y ella tira su espada perforándole un ojo. Al no tener espada los demás soldados la golpean sin compasión.

    Miláan
    "Basta, basta, no busco guerra y menos con una mujer."

    Soldado
    "Ha matado a un soldado, a amenazadol la reina a muerte, será condenada a muerte, yo Capitán Kletus Arians te daré mi sentencia con mi espada para no perder tiempo"

    Molava
    "Mira como me rio de tú amenazas y a tus muertos, sangre de soldados vive en mi espada."
    Milán bajan del caballo y de forma bruta saca la espada del ojo del hombre muerto.

    Milán
    "Capitán, que me dice de la espada de este cerdo hecha mujer?, de donde viene, de quien es o seria.?.

    Kletus
    "No es Romana ni griega su santidad, no es de hoy día, no tiene filo."

    Milán
    ". Entonces se puede decir que es de nuestros enemigos."

    Molava
    "No se preocupe padre, la afilaré con el fémur de su cuerpo en carne propia."

    Keltus agrede a Molava con puño cerrado, ella cae ala tierra violentamente, y es cuando se le encoge un lado de cara con puro dolor, cerrando su ojo izquierdo.

    Kletus
    "La espada es enemiga su santidad, pero pueda ser que este animal la encontró en batallas de batallas".

    Milán
    "La usa como si conoce una estrategia de guerra, claro con poco entrenamiento, pero mucha visión de algo que ella solo pudo ver. Viva la quiero, no muerta."

    Keltus
    "Su santidad, me dicen que la choza no está abandonada, una anciana y dos niños están adentro".

    Milán
    "Que salgan todos y me dejen solo, los ancianos son de poco escuchar, y los niños se pueden asustar con la armadura, entraré solo, y no quiero a nadie conmigo. Una cosa si le digo capitán, el animal lo quiero vivo cuando salga, a menos que usted quiere que su General haga de usted lo que quiera por desobedecer a no cuidar su traidora o traidor."

    Kletus
    ¿"Sospecha de ella, de esta cerda.?

    Milan
    "Una espada fuera del reino, es algo que puede tocar cualquier olfato y oreja."
    Milán entra a la choza, y es cuando nota a los niños abrazados y a Ekatulia con su vista fuera de Milán y los niños, ella en su mundo sin mirar a nadie. Los niños asustadamente miran al padre, y es cuando sale de nuevo fuera de la choza y le hace señal a Serra que entre a la choza.

    Milán
    "Serra, llévate a estos niños de aquí, quiero hablar a solas con la anciana."
    Serra le agarra las manos a los niños, y al caminar con Serra los niños notan a Molava acostada en la tierra. Molava mira a los niños y se levanta nuevamente a buscar pelea.

    Molava
    "Si los tocas te haré comer mi espada niña de cara de picada".

    Un fuerte golpe le interrumpe el sermón a la Molava, El capital le da un fuerte golpe por la cabeza, que esta vez pierde el sentido y cae desmayada sin ella darse cuenta. Los niños cierran los ojos al presenciar dicha escena, y Serra sin mirar a nadie continúa caminando a los niños fuera de la choza. Serra se detiene como buscando donde llevarlos, nota como siempre un grupo de soldados acosándola desde lejos, esperando que se acerque, mira hacia la choza y no quiere desobedecer a Milán si los lleva por ahí, mientras que a la izquierda n soldado orina encima del cuerpo maltratado de la Molava. Es cuando ella nota un árbol sin vida, y se dirige hacia allá con los niños. Dos soldados salen del establo y le gritan groserías a Serra y la invitan a entrar. Con sus ojos al piso sigue su camino y sigue ignorándolos. Al llegar al árbol ella obliga a los niños a sentarse. Ellos asustados la miran...

    Serra
    "No me miren, no creo que se quieran reír de mis pecas, o de mis heridas, no se burlen."

    Miera
    Soy la niña Miera, y este es mi hermano Zatis, yo también tengo pecas en mi espalda, pero no tantas como tú."

    Serra
    "Oh ni sabía, mi madre siempre decía que tenía que ser conforme con lo que Dios nos da, y me avergüenzo de mis pecas, porque mis pecas cubren toda mi cara, si supieras que algunas veces me miran y trato de que no me miren, pero sin yo darme cuenta, y es cuando me digo a mi misma que porque los miro, y digo que talvez yo soy la culpable de que me miren tanto.... ¿No te has sentido así".?

    Serra se dio cuenta de que su inocencia de ser niña regreso al encontrarse con otra niña como ella aunque sean de más poca edad que ella. Ella nota que ha hablado de más, como lo hacía cuando vivía con su familia. Y es notable que se siente niña de nuevo.

    Miera
    "Mm mm.. Si yo también soy tímida".

    Serra
    "Pues somos dos".

    Serra se ríe descontroladamente y de una vez talpa su boca para evitar las carcajadas.

    Serra
    "Perdón, hablo demasiado, y a la misma vez me rio mucho cuando me siento cómoda. Cuando era niña hablaba de todo, de las flores, de las mañanas del día, de los animales, y asta de mi madre cuando cocinaba. Recuerdo el aroma de su comida, y esa sopa de pastos con sardinas que hacía, el aroma no se me quita de mi nariz cuando hablo de eso....... Oh, perdón sigo hablando de más verdad."

    Miera comienza a reírse como una niña que es, y es cuando Serra también se ríe de ella. Mientras que Zatis todo serio mira para otro lado.

    Serra
    "Tu hermano habla?, o acaso es mudo?".

    Zatis
    "No, no soy mudo, pero mi madre me dijo que no hablara con extraños".

    Serra
    "Ok pues...no es extraño, que no me extrañes, extraño."

    En ese momento los tres se ríen a carcajadas, mientras que a Serra al reírse un fuerte sonido le sale de la nariz como si estuviera roncando. Ella se da cuanta ya muy tarde y los niños se ríen a carcajadas de ella, mientra ella se une nuevamente a las carcajadas.Milán se sienta en una piedra acompañando la anciana, la mira fijamente a los ojos, pero ella como siempre en su mundo sin dar buscar contacto. Milán baja su cabeza y se tapa los ojos con las dos manos como lamentando algo.

    Milán
    "Desde cuando eres niñera, abuela?,, eres una bruja rodeada por niños y gente salvaje. Conozco tu soledad y frialdad, lo único que te mantiene viva hasta ahora.

    Ekatulia
    "Estoy vieja Milán, gran amigo si ese todavía es tu motivo de estar aquí. Necesito quien me haga algunas cositas para seguir sirviendo a Saxéx, el mismo Saxéx me ha llevado asta el fin, y he vuelto para atrás más de una vez. Crees que soy algo digno?, pues dire que si Milán, porque admito asta con la brasa más ardiente que soy lo contrario a usted que llaman santidad, pero como tú no quiero ser, porque engañas tu creencia con lo que no eres."
    Milán se levanta de la piedra y con sus manos atrás, da 5 pasos para adelante y 5 para atrás, donde da la vuelta y regresa a sentarse a la piedra.

    Milán
    "Tengo miedo a preguntarte de donde vienen estos niños Ekatulia, porque si no me equivoco existen sacrificios hace 8 y 9 años que debiste terminar, no me gustan las dudas Ekatulia, tu sabes que no. Eres y serás la única persona quien confió en este mundo, sabes que si, pero un pacto así debes mantener y aclárame que es así?.

    Ekatulia
    ¿Hablas de los sacrificios que hago por mi salvador?, o hablas de aquellos sacrificios que tú me has mandado como obsequio para él, y para ti?

    Milán
    "Hablemos de aquellos de la orden real, con el sello de la realeza de la hermana de la reina, aquellas criaturas que fueron hembras, aquellas que no seria necesidad de tenerlas."

    Ekatulia
    "Ahhh, que vieja estoy claro, hace unos años me enviaste dos bebes reales, que sacrifique la noche de toraf, día del nacimiento de Saxex, si recuerdo bien a esa niña, y créeme que no sufrió, porque las hiervas que crecen en el bosque de Afad hacen que su cuerpo salga primero antes que sientan el cuchillo que derrama su alma."

    Milán
    "Háblame de estos niños Ekatulia, de donde vienen"?

    Ekatulia
    "Ahhhhh, no me hagas reír Milán, no son herederos, espero los 10 años para hacer con su sangre un ritual de vida para mí, su sangre está muy inocente para darme fuerzas, espero que estén más fuerte para poder gozar de su juventud."

    Milan
    "Y yo que por un momento pensé que tenías una chispa de piedad en tu alma, que alivio que todavía a tu larga edad seas lo que eres, el demonio en vida Ekatulia."

    Milán se levanta de la piedra casi al salir de la choza, regresa nuevamente donde la anciana, pero esta vez la anciana se levanta y agarra su mano.

    Ekatulia
    "Amigo mío, acaso me ves tan tonta para no reconocer lo que as venido a buscar, hoy es tu día, y hoy es el mío, no te das cuenta de que después de tantos años me has dejado rondar estos bosques, aprendí mucho de lo que nunca sabes. En mi primer encuentro contigo con mi uña te pide matar, y hoy día solo basta un suspiro mío para que te quedes sin vida, no te engañes sacerdote, mi energía no la quiero gastar contigo, y menos con tus problemas. Te dije en un tiempo que me dejaras adorar a mi dueño, y eso me dejaste hacer."

    Milán
    "La hermana de la reina ha mandado que te ejecuten, te culpa de brujería y culpa de todos sus abortos, dice que eres aquella que hechizaste su castillo para que sus hijos desaparezcan de su vientre."

    Ekatulia
    "Si amigo mío, tenemos que cuidar tu generosidad Milán, porque sin tu ayuda esos niños no llegarían ami. Es tan difícil esperar un varón, y es tan fácil desechar una hembra, no que eras escritor antes, puedes mandarle una carta sin tu nombre."

    Milán sonríe al escuchar lo último que le dijo Ekatulia, él sale con ella fuera de la choza agarrándola de un brazo, como si necesitara su ayuda.

    Ekatulia
    "Amigo un favor antes de que me lleves a tu destino, esa joven se llama Molava, y es la que cuida de esos pequeños, quiero que lleguen a los 10 años y ella hará él sacrificó por mí, déjala aquí en el bosque, que necesito vivir en la otra vida".

    Milán
    "La cerda es asunto del palacio, muerte, y traición a la corona, la hacen digna para quemar junto a ti. Los niños irán a la horca, como fugitivos y talvez sangre de la tribu de Murmulla, ya que están cerca de aquí. No existen huérfanos en el mundo de la reina, solo aquellos que se quedan huérfanos en la vista del palacio. Este es mi mundo Ekatulia, debiste salir antes de preguntarme tontas preguntas."

    Ekatulia mira a los niños de lejos mientras camina, y logra a ver a Molava que ahora su sangre baja lentamente de su cráneo, Molava la mira con mucha curiosidad, mientras que Ekatulia sonríe, en ese momento Molava levanta su frente como con orgullo de no compartir la sonrisa. Ekatulia es montada en un caballo sola, porque ya el rumor de que es bruja a llegado a los soldados, y ningunos quieren estar cerca de ella, solo aquel que tiene que guiar al caballo con las riendas.

    Milán manda a unos soldados adelante, para unos arreglos para los prisioneros. Molava se acerca a donde esta Molava y es cuando nota su rostro lleno de sangre, sus manos atadas y un apeste a orina gracias a la gentileza de cada soldado. Milán mira al capitán.

    Milán
    "Por lo menos le dan una bienvenida a como será su vida antes de que muera. Creo en ti hija mía, cuéntame quien eres y de donde vienes hija mía, y tu alma será salvada".
    Molava escupe en dirección a Milán, y es cuando ella sonríe de buena manera, como si ella había hecho algo gracioso. Milan se acerca al capitán, y le da unas órdenes antes de marcharse de su vista.

    Serra
    "Ok Miera, es mi turno a ver, soy deliciosa en la primavera, pero el invierno sigue siendo deliciosa al igual que en cualquier bosque que no me veas."

    Miera
    "Esa está dura, pero creo que si me das una pista talvez pueda contestar."

    Zatis
    "Una pista es un punto menos, perderías porque estoy arriba por dos."

    Miera
    "No, no Zatis sabes muy bien que no es así, por eso te ríes, Sierra y yo quedaríamos empates mientras tú te quedas en el último lugar, quiero mi pista Sierra.

    Sierra
    "Ok, ahí va,,, aunque el sol y yo parecemos hermanas, nunca su calor será mi fuerte, porque asi como sobrevivo el invierno así como sobrevivo el verano, y lo bueno de todo es que no tengo luna que se ponga frente de mí."

    Miera
    "La naranja!!!!!!

    Miera y Serra empiezan a reírse porque según Sierra esa era la respuesta, mientras que Zatis cruza su dos brazos como mal perdedor. La sonrisa de Serra es tan brillante que ella misma a olvidado donde esta, y es cuando su sonrisa se apaga más y más cuando logra ver a Milán que se acerca apuradamente. Ella se queda quieta esperando su llegada, y es cuando cierra sus ojos y recibe una brusca cachetada de Milán que la mira al caer a la tierra.

    Milán
    "Niña estúpida, como es que tengo que venir aquí yo atento de ti, tú eres la que tienes que estar atenta de mí, donde voy donde estoy, llévate a estos niños de mi vista y camina lo más rápido que puedas, porque no te montaré en mi caballo." Apresúrate y si unos de estos dos están cansados arrástralo, porque tienen que llegar a donde cumplirán su deber como traidores."

    Milán le da la espalda a Serra, mientras que los niños se abrazan uno al otro, ella los nota llorando sin saber que está pasando. Ella se levanta se limpia sus lágrimas agarra los dos de las manos. Sus manos frías por el miedo son sentidas por Serra, que ya pasado un minuto les dice....

    Serra
    "Jugaremos a cuanto árboles vemos, Miera contaras lo de la izquierda y yo lo de las derecha, yo contare lo que he visto esta mañana y el que se acerque mi cantidad le daré un premio."

    los niños alegradamente comienzan a contar. Más adelante la anciana mira firmemente el camino, ella escucha un sonido de una mujer quejándose, se da cuenta de que es Molava que la llevan amarrada de las manos atadas de la silla de un caballo que cabalga un soldado. Ella se cae constantemente, mientras que el soldado sigue galopeando como si nada esta pasando. Ekatulia con ansias espera que Molava le pase por el lado, y es cuando por un momento pasa por su lado y le da un mensaje.

    Ekatulia
    "Katizi y Nivek muertos para ti, nunca lo conociste".

    Molava escuchó a la anciana, pero hace de que no escuchó , para evitar sospechas, sus lágrimas empiezan a salir brevemente, ella respira profundo y trata de no sentir nada, ya que sonríe como si en su alma no existiera amor y cariño por nadie. Al llegar al campamento varios arreglos son notables, los soldados hicieron lo que parece dos jaulas de madera, que cortaron de los árboles largos barrotes de algunos 5 pies hacen las paredes, al igual que el techo con la misma dimensión, con fuertes sogas que juntan todos los postes. En uno de ellos arrojan a MoLava que mide algunos 6 pies y al entrar se para poco jorobada por el tamaño de donde está encarcelada.
    Entran a los niños y Ekatulia en la otra jaula, donde ella se sienta y los niños cogen una esquina fuera de ella. 4 soldados rodean las dos cárceles, separadas algunos 4 pies de distancia. Milán llega a su carpa acompañada de Serra que está completamente sucia y agotada por el viaje, su respiración es notable, pero ella mantiene su postura de terror, con ojos al piso, y su tembloroso cuerpo que comienza a temblar siempre y cuando este cerca de los soldados y Milán.

    Milán
    "Haces muy bien con quedarte ahí, yo me cambiaré solo, no quiero que tus manos sucias y tu lodo acumulado ensucien mis telas. Pero ten algo segura muchacha, la próxima vez que te vea por tu cuenta, mandaré al mismo Freniud que acaba lo que no terminó. Ahí un lugar donde te quiero llevar, y actuares como víctima, y quiero que seas tú que andes espiando si vez a un hombre con una nariz deformada, y un puñal cristiano. El encargado del templo digamos que talvez sea más cristiano que yo, y quiero saber si le está dando respaldo."

    Llega Freniud entrando rápidamente sin notar que Serra está en la entrada. Con solo su armadura militar entra a la carpa para exigir respuestas.

    Freniud
    "Según el capitán, me has traído una bruja, una caníbal, y dos niños que llegaran muy pronto al territorio de los muertos. Pero el problema no es ese, como es que Milán unos de mis hombres muere por una expedición hecha por ti sin mí.?"

    Milán
    "Estoy cansado de tus inútiles preguntas, asta tus mismas acusaciones, pero eres tú el que quieres entrar a un agujero que no puedes salir. Sabes algo, al llegar esperé que por lo menos uno de ellos matara a la cerda, pero sabes que paso?, ella mató a uno de ellos, mientras que si no fuera que estaba sin escudero, creo que se llevaría a 5 de tus soldados reales, porque con todo y su mala forma de pelear, tiene el fuego de matarlos a todos."

    Freniud
    "Porque no dejaste que acabaran con ella"?

    Milán
    "Nunca mates a un traidor o enemigo antes de buscar algo más que te pueda ser útil, si le cortas la mano derecha entonces ve a ver lo que te dice la izquierda, después comienzas por las piernas y si vez una deformación entonces algo es diferente a la otra, que te hace pensar que no es igual a mí, y menos a ti, pueda ser que esa deformación sea una curiosidad, talvez de nacimiento o talvez de algo que sufrió, pero esa duda nunca sabrás sino preguntas el porqué, y si esta muerte esas dudas mueren".

    Freniud
    No estoy para tus rompecabezas absurdos y que no llevan a nada, cuál es el plan, escúpalo de una vez".

    Milán
    "Sabes que me hace falta, esos juegos de gladiadores que tanto e extrañado desde niño, me encantaba como todo el mundo nunca apostaba al héroe, recuerdo muy bien que solo un gladiador fue visto como un héroe, era como el rey de los esclavos, no me gustan finales así. Te tengo una sorpresa Freniud, ahora mismo recordaré esos buenos tiempos, y tu hijo mío te sentirás orgulloso de mi porque te lo traje aquí para ti, así que vamos, no perderemos el tiempo."

    Al salir Kletus tiene a todos los soldados en un círculo, todos abren paso a Milán que se acerca con Feeniud, en el círculo se encuentra Molava sentada en la tierra con sus codos en sus rodillas, con sangre seca en su pelo y rostro. Su mirada de odio es visible.

    Freniud
    "A que se debe esto Milán, que clase de locura es esta."

    Milán
    "Es un interrogatorio Freniud, no sería bueno enseñarte algunas cosas ante todo, me tienes aburrido y este clima también es absurdo, un poco de diversión es lo mejor."
    Milán le quita una espada a unos de los soldados, se la lleva a Molava, y es cuando unas de sus conversaciones empiezan a entrar en el pequeño coliseo hecho de soldados haciendo las paredes dejando un círculo, donde solo Molava se encuentra.

    Milán
    Te traje un regalo, es una espada, mejor que la que tenías, incluso tengo curiosidad. Tu espada es hecha de un material conocido y enemigo, si me dices donde la encontraste o donde la hiciste, te prometo que saldrás con vida hoy día."

    Molava
    "Le tengo que confesar algo padre, y se lo diré en voz alta para que no me guarde mi confesión, la espada que me han quitado es solo el comienzo del filo que le entrara por detrás en sus noches de pasión."
    Freniud estalla de la risa, mientras que Kletus lo mira con cara de seriedad. Milán disgustado tira la espada cerca de ella y vuelve al círculo.

    Milan
    "Capitán envíele sus 2 hombres y que no la maten, que la hieran como si la quieren matar."

    Freniud
    " Ni un solo paso darás Kletus, primero esto no es honorable, y segundo una mujer no sabe pelear como un hombre, y nunca sabrá, por ser bruta e ignorante. Mejor buscas a unos de tus mensajeros, que son tan delgados como una mujer, y que ella use una armadura en su pecho que ellos cargan con ellos.

    Milán
    "A caso el gran Freniud tiene compasión por esta cerda?."

    Freniud
    "Sabe muy bien que no, pero me gusto lo de la espada en su culo, entonces quiero ver más de eso, no quiero que la maten tan pronto, tenía tiempo de que no me reía así, vamos a alargar esta experiencia."
    Un soldado llega con la armadura de unos de los mensajeros, Freniud se la arranca de las manos y se la lleva a Molava.

    Freniud
    "Levántate y ven donde mi, si quieres trae tu espada y me la entierra en el pecho, pero recuerda algo, me matas ami, y mataran a los niños hoy mismo, porque según eres su protectora, tú que según me cuenta sacaste tu espada como cuidando tus cachorros.

    Molava se acerca y lo mira a la cara, sin miedo y sin nada que temer se le para en el frente en lo que él le pone su armadura en el pecho.

    Freniud
    "Conozco tu clan, conozco tu tribu, esos ojos y ese pelo viene de un lugar muy conocido, puede ser que e matado a alguien cerca de ti, talvez tus padres, tus hermanos, no sé quién, pero sé de donde vienes, no ahí razón porque morir de esta manera si yo conozco tu olor que se esconde detrás de tu fragancia a orines y peste que eres".

    Molava
    "Mira como tiemblo a tus amenazas puerco feroz, tu cicatriz me da mucho placer, porque me imagino cortándola yo en dos, sacándote tus ojos, y escribiendo en tu frente gusano muerto. Aunque sabes lo que más me gusta de ti, que tú según honor y risa a lo que llama chiste a tu novio, te ha debilitado en darme con que defenderme y con que respaldarme, ahora eres débil puerco feroz, porque te miran con burla, según tu hombre de honor."

    Freniud regresa furiosamente a donde esta Milán, en ese mismo momento Freniud mira a Kletus dándole la orden que ataquen, pero antes de atacar le señala que le envien 5 soldados, Milán interrumpe y cambia la idea, y señala que le envíe uno. El Soldado entra a el círculo, mientras él tiene su espada a la derecha, Molava carga la de ella con dos manos encima de la cabeza, el soldado azota su espada primero y Molava brinca para atrás para evitar, Molava azota su espada y solo aire se escucha. El soldado se acerca más a ella, donde la ataca chocando su espada varias veces que ella deja caer por la vibración del metal que sus manos no pudieron contener. El soldado trata de herirla, pero ella sale corriendo, mientras todos los soldados se ríen. El soldado se aleja de su espada, para que Molava tenga la oportunidad de levantarla. De nuevo Molava pone su espada con manos arriba de la cabeza, y el soldado muy confiado entra a atacarla primero donde descuida su defensa, y es cuando Molava da una vuelta que deja al Soldado tambaleando dando un mal paso, al final de la vuelta la espada de Molava corta un lado del cuello, una herida no severa, pero que ilustra sangre bajando.

    Todos se sorprende, el capitán Kletus entra con toda furia, y Molava le hace el frente con su espada que ahora es Kletus que no puede contener su furia, Molava choca varias veces la espada del capitán, que él retrocede sorprendido hacia atrás, la furia de la Molava no se puede notar porque todo su pelo le cubre su rostro. El otro soldado herido le pasa la espada por la espalda de La Molava y ella grita como gata salvaje y trata de mantenerse en pie para esperar el segundo ataque. El soldado se acerca a ella y esta vez Molava herida no puede mantener su defensa y recibe una cortada casi mortal en su frente, donde cae a la tierra con dolor agarrándose la frente. Keltus se acerca y con espada en el aire trata de penetrar su espalda, pero es detenido por la espalda de Freniud.

    Freniud
    " No vaya a quitarme lo poco que tengo de entretenimiento , usted se le olvida que casi lo matan si no fuese por la traición de uno de los suyos que por lo que veo ataca a espaldas." No me quite el aburrimiento mi capitán."
    La mirada de Freniud se traslada a Serra, que está lavando algunos mantos de Milán, ella se da cuenta y regresa a la carpa de Milán.

    Freniud
    "Pero sabe que mi capitán, creo que he cometido un error, le dejaré esto a usted, y me dedicaré a lo mío, algo tiene que aprender en eso, yo tengo unos asuntos que un hombre no puede esperar, digamos que pueda ser que la naturaleza me llama como siempre me ha llamado".

    Milán
    ". Unas palabras Freniud, no soy militar, y menos conozco el movimiento de una espada, pero o soy yo que me imagino que tus oficiales de alto rango son derrotados por una perra de la calle?.

    Freniud se detiene, y sin mirar a Milán, algo dentro de él se siente avergonzado, pero más se siente un poco más orgulloso, entiende el mismo que talvez Molava represente algo que él a creído toda su vida, que sería aquel presentimiento de que la muerte no discrimina quien eres aunque estés tan preparado en un campo de guerra.

    Freniud
    "Le dire una cosa, y escríbalo para que aprenda de él, hubo una vez un hombre que murió en una cruz, y sabe unas de las cosas que dijo?.... "Tú lo as dicho".

    Freniud le da dos palmadas en el hombro a Milán, y se aleja de su vista.

    Milan
    "Éntrela a su jaula, donde pertenece, mañana continuaremos este sermón, la, noche se acerca, y tenemos asuntos que arreglar antes de partir.

    Ya de noche y la oscuridad haciendo su presencia, pocas antorchas se ven el campamento. El ambiente consiste en soldados borrachos por tanto vino, y varios animales en fuego que los soldados comen como si existiera el último bocado. Freniud camina todo el campamento, sin mirar a nadie, patrulla cada esquina del campamento asegurándose de que este protegido. Al pasar por la carpa de Milán, nota a Serra en la oscuridad, sentada en la tierra frente a Milán, mirando sus ojos que ahora están cerrados por la noche. Freniud entra al la carpa, y trata de tramar por segunda vez su plan.

    Freniud
    "Eres Serra verdad?, perdón que no escuche tu nombre, ya que nuestro encuentro yo hable más que tú, digo si tus gritos cuentan, pues entonces hablaste en tu idioma. Ven conmigo, y así nadie te molesta, esta vez no harás ruido pequeña. A menos que quieras que te saque de aqui a la fuerza."

    Milán despierta a los llantos de Serra, que trata de no despertarlo, pero ya era muy tarde. El Mira a Freniud, y se da cuenta de que la está acosando de nuevo a Serra.

    Milán
    " Ella puede ser tu hija Freniud, que no sientes si estuviera un hombre asqueroso como tú por llevarse a esta niña?."

    Freniud
    "Cuando tenga una hija lo tendré pendiente"

    Milan
    "Hija mía ve con él, así duermo tranquilo, si no te lleva Freniud te llevara otro, vamos sal de aquí."
    Un grito se escucha, es de una mujer, y la curiosidad de Freniud lo lleva al lugar donde están los presos. Al llegar nota al capitán y el soldado que fue cortado en el cuello por Molava, una fila de 6 están entrando uno por uno golpeando sin piedad a Molava. Freniud nota la sonrisa de Kletus y los compañeros.

    Kletus
    "Mi General, sería bueno que usted dedicara su mente a relajarse un poco, como estamos nosotros".

    Freniud agarra a Keltus por el cuello, le aprieta el cuello fuertemente y es visto por los otros soldados que dejan de golpear a Molava.

    Freniud
    "Que honor buscas para ti, cuando esta casi te mato, si no fuera por el otro que tampoco fue útil. Si quieres matarla mañana es un buen día, y el otro también, pero no de esta manera, que más quieres muñequita sagrada, esta herida, casi sin fuerza, sin agua que beber, sin comida que injerir, y como quiera buscas más para tu beneficio, te enfrentas a una mujer que ni conoce la razón de una espada, y tú con entrenamiento del ejército real buscas una presa fácil."

    Freniud lo suelta y Keltus cae a la tierra tratando de buscar el aire de nuevo. Algunos de los soldados levantan Keltus y se lo llevan, mientras que uno que está borracho se ríe como si Freniud fuera un payaso, al acercarse Freniud su cara se pone seria, y es cuando le arrebata de la mano un cuchillo de cocina y una manzana verde que planeaba comer. El soldado sale corriendo, y es cuando Frenieud se sienta en la tierra, acomoda su espalda contra los barrotes de madera de la jaula, y escucha silenciosamente las quejas de Molava por sus heridas y los golpes.

    Freniud
    "Un caníbal como yo, que acostumbra comer manzanas con un cuchillo, no tiene sentido. De un bocado me puedo comer esta manzana, sin necesidad del metal. Pero tantas ganas tengo de despedazar lentamente, me gusta como la manzana pierde un pedazo poco a poco, escucho su sufrimiento al quitarle uno y otro pedazo.
    Es una locura, pero eso es lo que pienso, y esa es la historia el porqué el caníbal usa el cuchillo para comer una manzana. Es corta la historia lo sé, pero no me gusta que se termine ahí, porque tengo más y más manzanas que comer, cuchillos no me sobran, y ese es ajeno, pero yo que fuera tú, debes ser como la manzana, que por lo menos tiene la necesidad de ser despedazada, en vez del cuchillo, que cuando hace su trabajo, ya no lo necesito."

    Freniud come la manzana, cada pedazo con el cuchillo, y mirando al cielo prefiere mejor estar sentado fuera de lo que es su mundo, esperando talvez algo oportuno.

    Molava
    "Porque mejor no te alejas de mí, reconozco mi peste, pero la tuya desagrada más todo lo que existe aquí de podrido."

    Freniud se riega en carcajadas, mirando al cielo se ríe descontroladamente.

    Molava
    "Así donde estás sentado y con su mirada al cielo, le degollé la garganta a unos de los tuyos cuando yo tenía apenas 15 años, fue mi primer amor, porque al tener la hermosura de matarlo, mis ansias de terminar con cada uno de ustedes se convirtió en realidad. Tan perdido estaba el pobre, partían hacia una expedición de masacre, pero el pobre le gustaban las aves y la naturaleza, lo miraba día a día, pero él no se daba cuenta, si no me equivoco será su primera jornada. Pero fue su última, lo espere 5 días en la noche, y llego el momento donde él se quedó en sus pensamientos mirando las estrellas, porque espere aquel dia donde quería amanecer con la naturaleza, y al acostarse en el árbol, ya estaba atrás de él, mi espada le perforo el galillo, y por primera vez me miró, y yo a él, asta que sus ojos lo cerré porque ya no había nada que el podía ver."
    Freniud con cara seria, y algo molesto, pero esperaba algo parecido, sus pupilas mirarán por todos lados, siguió comiendo su manzana como si nada hubiese pasado.

    Freniud
    "Eres traidora de la Corona y creo...

    Molava
    "Eres protector de la corona y crees que tu sangre discrimino, no encontraras nada en mí, porque no puedo ver tu espalda, pero te acuesta como hombre perdido, crees que te crees invicto en mis ojos, puedo matarte solo dame una espada y entra ami jaula, te crees tan confiado que eres superior a mi idiota."

    Freniud se levanta del piso, y la mira de donde esta, se limpia las manos, se entra todo el bocado en su boca, tira su cuchillo a la tierra.

    Frenieud
    "Estas en una jaula de animales, tienes algunos 50 soldados que buscan tu cabeza, me tienes ami que no te tengo pena, creo que es obvio a quien le toca ser superior."

    Freniud regresa a la carpa de Milán, pero no encuentra a Serra, furioso y cansado busca entre los hombres por si acaso alguien se le adelantó. Caminando, una oscuridad hace su presencia y el cielo se vuelve negro, pronosticando una tormenta, la mayoría de los soldados entran a su carpa, y esto deja a Fenieud obligado a recorrer el camino con una antorcha. Freniud comienza a buscar por cada carpa, buscando a Serra que se le ha perdido.
    Ekatulia duerme a acostada de lado, mientras Miera llora calladamente al lado de zatis que duerme un sueño profundo. Una voz hace su presencia " Estas vestida de novia hoy, vendrás a mi hoy dia". Ekattulia se levanta y con pura alegría se arregla el pelo se pasa la mano por la cara como limpiándose su rostro.

    Ekatulia
    "Si mi amo, te he esperado desde el primer día que me entregue a ti ,toda la sangre que he colectado a tu honor es solo para ti". Llévame vestida de novia, que el fuego sea el ruedo de mis pies, y que mi cintura se adorne con su sensación ardiente, bailaré el Halla a tu nombre, doblaré mi cuello y empezaré a ladrar como lobo herido, para que sepas que el fuego solo me adorna mi piel, que se quemará al instante, pero mi alma caminara sin dejar cenizas que despejar."

    Saxex
    "Toca la puerta ardiente y te vestirá de novia, tus ojos nuevos mirarán un nuevo camino, y en ese camino podrás mirar tu lugar aquí conmigo."

    Ekatulia
    "Y yo contigo, porque eres mi camino.
    Un sonido se escucha detrás de la jaula de Ekatulia, y Serra sale de la oscuridad, la luna respalda su imagen, y es cuando con mucho frío se acerca a los niños.

    Serra
    "Hola estan durmiendo?, yo no tengo sueño, podemos jugar un juego sobre el lobo de la noche claro, no sé si se asustaran porque a mí me da miedo."

    Serra nota a Miera llorando, y es cuando se acerca los barrotes.

    Serra
    "Ok, no jugaremos a eso, veo que estás triste mejor jugamos a...

    Miera
    "Mi hermano está muerto Serra, no se sentía bien, y se quejó de un dolor de estómago, y en pocas horas cambia su color y sus ojos se quedaron abiertos."

    Ekatulia
    "El niño tenía mucha sed, y bebió toda el agua estancada en la tierra, creo que algo venenoso llego a su estómago, este niño tenía su fin, mejor que sea ahora, en vez de la soga del palacio."

    Serra comienza a temblar, su boca quiere gritar, solo lágrimas salen de sus ojos, se agarra su boca varias veces, y trata de guardar silencio, pero el llanto de Miera aumenta más que llama la atención de un soldado que viene con su antorcha en mano a mirar que a pasado. Cuervos y más cuervos se escuchan cerca. Serra vuelve a temblar al escuchar el sonido.

    Ekatulia
    "Pecosa, el soldado llegará, cuando veas lo que no soy, darás tu vida para llegar donde tienes que llegar, Miera tiene su madre y no es la que tus ojos me explican que as visto. Ella fue un sacrificio que no quise hacer, de la hermana de la reina que no la quería ver crecer."

    El soldado llega furioso y disgustado, demandando con voz de autoridad , "Que pasa aquí grupo de gusanos". Él nota a Serra que esta al lado de la jaula, y es cuando la agarra por el cabello para llevarla donde Milán, Ekatuli toca la antorcha del soldado donde ella se prende como estuviera regada de gas propano. El soldado se asusta con lo que ve , Ekatulia paseándose con fuego por todo su cuerpo sin gritos ni sufrimiento, el soldado hecha para atrás, tropieza y se estalla fuertemente con la otra jaula de madera, derribando parte de la jaula, donde Malova con el cuchillo de manzana de Frenieud le corta la garganta. Sin tiempo que perder Malova carga a la niña Miera, y se pierde en la oscuridad, la imagen de Ekatulia llena de fuego camina lentamente por el campamento, alarmando a todos.

    Milán sale fuera y no cree lo que ve, se queda catatónico al ver los soldados que usan sus arcos con flecha, pero ninguna flecha le interrumpe el paso a Ekatulia. Mientras Serra se queda pasmada, sin saber que hacer, después de unos minutos corre en la direccion de Molava y Miera. La oscuridad es inmensa, y Serra se encuentra perdida, y es cuando alguien agachado la agarra de una mano, es Miera que le avisa que baje su cabeza. Ella nota un soldado desesperado que mira lo que está pasando en el campamento, pero niega de dejar su puesto. Él grita de lejos" Que está pasando?, que es, alguien que me diga". El soldado escucha un sonido y saca su espada, escucha a su izquierda y azota su espada para ese lado, la oscuridad se apodera de la tierra, y los pasos son imposibles de ver, el soldado cuidadosamente da sus pasos buscando algo, y es donde estan Miera y Serra, escondidas agachadas en la oscuridad que no le permiten ver los pasos. El soldado mantiene su posición, y es cuando la luna sale a refrescar su visión, ya la tierra es visible, a unos pasos puede ver a Miera y Serra, y frente en sus piernas se esconde Malova, que le entierra el cuchillo en el galillo. Malova logra a tirarlo al piso, y se le sube arriba para estirar más el cuchillo. Al entender que vida ya no tiene, coge la espada del soldado y un saco de tela que encontró cerca de él.

    Molava
    "No se queden ahí, y no dejen que me pierda en la oscuridad, síganme y no miran hacia atrás."

    Molava, Miera, y Sierra, se pierden en el bosque, suben la colina por unos largos minutos, al llegar a la sima, notan el campamento lleno fuego por todos lados, y entrando el bosque de los muertos se nota La imagen de fuego de Ekatulia agarrando la mano de un niño, que también está prendido en fuego. Los dos se pierden en el bosque muerto, y su fuego se apaga en la oscuridad y tinieblas..

    Continuará.....Harmonia y Amoniaco
     
    #5
  6. Antonio Liz

    Antonio Liz Poeta recién llegado

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    Continuación..Ráfagas De La Molava

    Un camino lleno de árboles, donde de lado a lado la naturaleza visualiza lagos y bellas flores, la reina pasea en su carruaje. Con su pelo negro recogido, y esta vez con pintalabios de poco rosado, la reina mira todo lo que se le aproxima a su lado. Ya dejando el castillo atrás por algunas horas, la reina mira con mucha curiosidad el camino hermoso de un campo que ella considera habitable. Todavía de mañana, la reina visualiza las aves que vuelan por los árboles, cada cantar identifica un nuevo sonido, como que cada pajarito le dedicara una diferente sinfonía para su atracción. Con cara seria, y rostro que no demuestra interés por lo hermoso, ella investiga el cielo despejado y aquellas colinas llanas por todos los lados. De momento, los árboles desaparecen, y es cuando de lejos ella nota pequeños pueblos, humo de chimeneas y gente en lo más lejos trabajando agricultura. Algunas veces ella ve diferentes personajes, que sin ignorar su presencia inclinan sus rostros por la presencia de honor. Cada persona que aparece en su mirada, ella los mira como esperando el atrevimiento de mirarla a la cara.

    La caballería adelante y atrás, esperan todo mandato de la reina, ya sea que se quiera parar, o seguir adelante sin mirar atras. Al llegar nuevamente los árboles, la sinfonía de los pajaritos le hacen compañía, y es cuando su boca se estrecha a la derecha, ya que el encanto de la escena, la vuelve vulnerable a la belleza.
    Ella disfruta tanto el paisaje, que se atreve a abrir la ventana del carruaje y saca su cabeza para que su olfato suspire la naturaleza. Algunas damas están sentadas mirando los lagos, y asta leyendo sus libros, aquellas de la ciudad real, donde la hermana de la reina le llama hogar ideal. Todas se levantan con rostros hacia la grama, mientras que de lejos unos caballeros se reúnen cerca de un lago, y nota el mismo respeto. Ya más adelante ella mira hacia atrás, y nota que todos volvieron a la normalidad. Las damas con sus vestidos coloridos, sus abanicos decorados, y su pelo bien arreglado, vuelven a leer y al disfrutar el lago. Mientras que los hombres se montan en sus caballos para recorrer el camino lejano. La reina cambia su cara al presenciar todo eso, ya que la presencia de la gente interrumpe su hermoso toque con la naturaleza.

    Reina
    "Nora, la gente disfruta y viven sus vidas, entendiendo el peligro que a corrido su reina."

    Nora sentada frente a la reina, con un sombrero azul, su blusa blanca y su falda larga negra, mira hacia la ventana del carruaje, y visualiza lo que la reina se refiere.

    Nora
    "Su majestad, no creo que no le importe el bienestar de su reina, porque hace casi un mes de ese mal momento, y toda Grecia ha estado como con luto por la tristeza de traición que ha pasado su reina, sería justo saber para la reina que aquellos fieles disfrutan ahora de sus vidas, porque su reina ha puesto la suya en riesgo por todos ellos."

    Un nuevo paisaje estar por pasar, esta vez fascinantes fuentes de agua, con diferentes estatuas, de hadas, Dioses romanos, adornan el alrededor de un inmenso jardín sin fin.

    Reina
    "No es que mi hermana tenga mal gusto, sino que su marido quiere lucir los suyos, le dije a mi padre que un matrimonio por el respaldo romano cambiara lo que pensamos, pero no para él, lo más importante son las relaciones. El esposo de mi hermana se está jugando la cabeza, porque con todos esos adornos insulta a su realeza."

    Nora
    "Mi Dama, el Romano marido de su hermana es un hombre bueno, tiene sus Dioses ,pero ya eso es viejo."

    Reina
    "Una cosa es que se acepte, y otra cosa es que permanezca así, sabes muy bien quienes somos. Pocas de las familias cristianas que existen en nuestra propia tierra."

    Nora
    "Es solo una decoración su majestad, no quiero que esto le arruine el encuentro con su hermana".

    Reina
    "Si claro, como es mayor que yo, talvez me aconseja, y cae bien su consejo".

    Nora baja su mirada y le sale una sonrisa, al igual que la reina que sonríe con el obvio chiste que a comentado.

    Reina
    "Toda esta gente es leal a mi padre, quien tenemos preso por los crímenes cometidos a la humanidad. Los Turcos lo vienen a buscar para ejecutar, yo la reina tengo que venir a este lugar, porque según no quieren estar en el castillo del propio animal."

    Nora
    "No entiendo como es que existen gentes que quieran matar al otro por algo que pasó hace tiempo su majestad."

    La reina mira a Nora con por frialdad, Nora baja su cabeza, y es cuando la reina se ríe a carcajadas.

    Reina
    "No sé si eres o te haces la estúpida, los crímenes no tienen perdón mientras estés viva, más mi padre que hizo de sus guerras todas masacres con sello del rey, un tiempo de paz requiere su cabeza. Pero más tengo yo la cabeza en el plato, porque todos buscan la misma corona que según son los herederos."

    Nora
    "Toda Grecia sabe que usted es la reina mi dama."

    Reina
    "Romania, Roma, Y aquellos vecinos de cada continente entienden todo lo que dices, no obstante, sabes quienes no lo entienden?... Mi propia tierra, aquella que mis antepasados derramaron sangre para formar este reinado."

    Ya en el jardín del castillo, la reina es recibida con todo aquel que vive en él. Cada sirviente esta afuera, de lado a lado, mientras que la guardia real se acerca al carruaje para a abrirle la puerta a la reina. En la puerta del castillo, la hermana de la reina y dos niños varones esperan a la reina. La hermana de la reina una mujer de algunos 30 años con un largo pelo rubio y una tiara de diamantes en su cabeza. Los niños rubios de algunos 5 a 4 años. Al bajar, la reina antes de caminar , mira a su hermana de lejos, como esperando una reacción. La Hermana al igual que todos bajan su cabeza a su honor, mientras la reina, vestida más casual, se acerca con su vestido gris, y con collar de diamantes que el sol hace brillar potentemente, sus aretes largos de forma de un corazón, con diamantes en el medio. Y ella todo casual con unas sandalias adornadas de perlas.

    La reina se encuentra frente a su hermana, le sonríe a los niños que la miran con inocencia, y es cuando su hermana la mira, y al mirarla la reina sigue su camino hacia una sala inmensa, con varios muebles, decorados de color rojos oscuro, la alfombra con símbolos de diferentes cartas de reyes y reinas, así como las barajas, amarilla y roja. Al entrar a la sala, ella se sienta en unos de los muebles, la guardia real cierra la puerta de la sala, y ella permanece solo mirando todo su alrededor, como detestando la decoración. Un guardia se encuentra con ella, parado en la puerta, mirando al frente sin mirar a la reina. La reina le avisa al guardia que haga pasar a su hermana. La hermana de la reina entra, se acerca a ella, le besa la mano y es cuando le dice al Guardia real que se retire.

    Reina Grecia Fondeur
    "Ok, nadie está aquí, y menos cerca de la puerta que te puedan escuchar."

    Gigna Fondeur
    "Hermana cómo estás?, supe que te iban a matar, no te veo preocupada."

    Grecia
    "No intentas saber de mi bienestar, vine por una razón y sería el acuerdo de los turcos que estuvieron por aquí."

    Gigna mira cuidadosamente a la reina como arrepentida de que ella misma sabe que su propia hermana no mando un mensaje para saber como estaba después del atentado. Ella se siente arrepentida, y sus ojos tratan de controlar las lágrimas.

    Grecia
    "Entiendo que tu marido es la causa de todo lo que haces o no hagas, seras siempre mi hermana, pero lo de que no supiste de mí es algo normal, porque tu marido te tiene como canario encerrado."

    Gigna
    "Y porque siendo yo tu sangre mejor no me ayudas?, me das tu respaldo, me sacas de este trato militar, porque el hombre que es mi marido solo quiere el control de el ejército romano en vez de mi amor, que no vez que estoy vacía?."

    Grecia se queda mirando a su hermana sin contestar, ella mira por unas de las ventanas, y nota el brillo del día, y la naturaleza de lejos, es cuando una pequeña sonrisa sale de un lado de su labio. Sin embargo, al escuchar a Gigna llorando, su media sonrisa desaparece y llega a la realidad.

    Grecia
    "Ok, deja de llorar, quiero saber de los turcos, cuáles son sus planes".

    Gigna
    "Quieren que entregues a nuestro padre aquí, en la entrada del castillo, ellos se lo llevaran de aquí"

    Grecias
    "Cuando lo van a ejecutar"?

    Gigna
    "En un año, van a pasearlo por todo enemigo de su territorio, y le daran cada condena. Segun muchos enemigos los quieren ver, para escupirlo y para burlarse de el."

    Grecia
    "Escupir?, así mismo dijeron?"

    Cigna
    "Si, la verdad no muestran mucho respeto por la corona".

    Grecia
    "El pacto fue que mi padre pagara por todo lo que hizo, y de esa manera las guerras quedarían en paz, porque para ellos, él es el responsable."

    Gigna
    "Porque culpar a padre de tantas cosas, de las guerras, de todo lo que hicieron los antepasados, que ganan con todo esto?"

    Grecia
    "Ganamos la Corona que tiene mi nombre Gigna, Roma es nuestro aliado porque su régimen cayó por no escuchar al enemigo, escucharas y sabrás que es lo que quieren."

    Gigna
    "Tenemos el ejército más grande del mundo, tenemos más aliados, tenemos todo lo necesario, porque entregar a padre?"

    Grecia
    "Ejecutamos tres de sus líderes, estuviste presente o te olvidas?, es el mejor precio para salvar el reino."

    Gigna
    "No, no, no ejecutamos, ustedes ejecutaron, tú y padre, son todos venenosos, tú más que todo el mundo al matar a nuestra madre."

    Grecia se levanta bruscamente, mira a su hermana con odio, Gigna se levanta también y le hace el frente.

    Gigna
    "Eres una asesina, eso eres, eso serás, y por ti somos lo que somos hoy día, una familia de satanás, hijos e hijas, que todo el mundo odia."

    Grecia le sale una sonrisa, y se da la vuelta, se acerca ala ventana, y de espalda le habla a su hermana.

    Grecia
    "Sonrió de todas tus locuras, de tu inocencia, y como quieres quedar delante de Dios como una santa. Me encanta que busques el paraíso antes que el infierno, porque te noto muy cristiana. Pero olvidas algo hermanita, acaso crees que por ser mi hermana te tengo confianza?... Talvez piensas que sería idiota que olvidaras que nuestra madre fue poseída por un espíritu que la volvió loca y quiso matarme en la noche, donde yo Grecia Fondeur la mate con el mismo cuchillo que quiso matarme."

    Gigna comienza a llorar nuevamente y se acerca a Grecia que sigue de espalda.

    Gigna
    "Pudiste esperar que escucharan tus gritos, y asta rempujarla, sin embargo mejor la mataste. Su mente era como una niña inocente, eso dijo el doctor, perturbada sin necesidad de que la mataran."

    Grecia sonríe de nuevo, esta vez se agarra la frente, y unas pequeñas carcajadas salen silenciosamente. Se toca su pelo con las dos manos, como arreglándoselo sin estar despeinada. Se da la vuelva y abraza cariñosamente a su hermana.

    Grecia
    "Hermana mía, eres mi guía eres la mayor, y para terminar el tema de madre en verdad le hice un favor. Eso que le rodeaba era para ella, y perturbaba su mente, le hice un favor y la saque de ese dolor. Día a día lamento lo que hice, pero su alma no era inocente como manifiestas, declaro, no más inocentes de aquellos hijos que mandaste al olvido."

    Gigna abre sus ojos sorprendidos, mientras está en los brazos de su hermana, ella se queda catatónica sin decir nada.

    Grecia
    "Hermana mía, vez cuanto te amo, vez que amor tengo por ti, porque la ley divina que expresas que tanto sigues, declara que pagues con la muerte,no necesito detalles, porque sin duda alguna sabes muy bien a quienes mandaste a matar. Tantas tontas que le diste la misión de llevárales las criaturas a Milán, para que le dé la bendición, y la mandabas a matar para que guardaran tú secretos, según fueron 4 criaturas y cuatro mensajeras, es la misma sangre que posee esta tierra".

    Gigna cae al piso, con mucho temor, temblando todo su cuerpo, mirando solo al piso, agitada como si estuviera corriendo, y murmurando "Perdón, Perdón y Perdón, como si alguien la estuviera escuchando. La reina se sienta en el piso, y le agarra las manos a su hermana.

    Grecia
    "Necesito a esa hermana, que trato de dar un varón para proteger su posición, necesito lo que eres, aquello que no tiene ley de Dios, porque cuando lleguemos al juicio él le dirá a nuestros enemigos que teníamos derecho a crucificarlos como crucificaron a su hijo."

    Gigna esta vez se recuesta del sillón, al igual la reina hace lo mismo. Y las dos en el piso y con espalda al sillón se sientan en silencio, como esperando un momento adecuado.

    Gigna

    "No sabia que mande a ejecutar a mis propias hembras, pero tampoco le dije a Milan que le de un hogar. Mi marido se entero que eran hembras y solo hice lo que queria."

    Grecia
    "Me hablaste que te ayudara con la situación de tu marido, me hablaste que ami no me importa como te traten, como un objeto militar, estoy aquí para librarte de eso, sin embargo requiere que me admitas el amor que tienes por tu marido ante todo."

    Gigna voltea su cara y mira a los ojos a Grecia, y ya sus lágrimas secas, su rostro cambia a una frialdad que se escondía en una mujer frágil y débil.

    Gigna
    "Lo odio desde que se apareció con su armadura militar a hablar de matrimonio con padre, después de casarme me di cuenta de que lo odiaré mucho más, por obligarme a tener miedo de no darle un hijo varón, por siempre creer que no soy nada sino un objeto."

    Grecia sonríe y se levanta, al comenzar a caminar hacia la puerta, su hermana le llama la atencion.

    Gigna
    "Pienso que as olvidado el trato que sella la paz hermana mía, ya que la cabeza de nuestro padre no era suficiente.

    Grecia
    "Si hermana mía, mi matrimonio es el pacto de unión, como consideras que olvidaré aquel galán que pretende ser mi esposo? , mi rey, sueño con él todos los días, enamorada estoy que no lo notas.?"

    La cara seria de Grecia, hace que Gigna ríe a carcajadas

    Grecia
    "Tengo que irme, mi galán me espera, porque en el banquete real estaré brillante como una estrella, espero tener tu presencia.

    Gigna se levanta del piso, y con una sonrisa de burla, y rostro al piso, se dirige a la reina.

    Gigna
    "Si, su majestad"

    Grecia sonríe y sale de la sala, se monte en el carruaje a dirección a su castillo real.

    En el palacio, Gelio sube las escaleras que conducen a la torre, donde Safris reside, sudando y agotado, se detiene cada 5 pasos para llegar a su destino, Al llegar a la torre, dos soldados están de lado a lado a la puerta, que al notar a Gelio las abren para que él entre al cuarto de la torre. Safris se encuentra sin camisa, solo con un pantalón de tela, y sus botas altas que le llegan a la rodilla, sentado como esperando la visita, y es cuando nota la presencia de Gelio.

    Safris
    "Viejo maltratado, puede ser que te mueras hoy mismo por estar tan agitado, quieres que esperes que te muera, o quieres decir lo que sabes antes de morir.

    Gelio se sienta en cama de Safris, agonizando y tratando de alcanzar su respiración, le da la señal a un soldado que le pase una copa de vino. Al beberla no espera terminar, y con su dedo le formula al soldado que lo deje únicamente con Safris.

    Gelio
    "Sabe bien mi rey que los años están en mi contra, recuerdo los años cuando eras pequeño, y te guie a las formas del reino, sabes que estoy viejo igual que tu."

    Safris mira a Geliu con cara de seriedad, explicando con su mirada que él sabe su edad. Geliu termina su copa de vino, agarra su bastón, y pone su mejilla encima de él para dar una explicación.

    Gelio
    "Las cosas han cambiado y la verdad es que lo esperaba. Los Turcos no confían en nosotros, creí que eran tan estúpidos al elegir el castillo que está cerca de la frontera para su entrega, pero eligieron lo esperado, la misma frontera para entregar a su majestad."

    Safris
    "Entonces me entregarán entrando a Turquía, saben muy bien que ese no era el pacto."

    Gelio
    "Mi rey sabemos usted y yo que la decisión de ellos de entregarlo en el castillo de su hija, era solo una estrategia para ganar tiempo".

    Safris
    "Entonces Grecia está lleno de espías turcos que nosotros mismo dejamos vivos"?

    Gelio
    "Tres fueron capturados y ejecutados, y uno Sócrates le está sacando la verdad, fue más por eso que nos enteramos de hace tiempo sobre la decisión de llevarlo a la frontera. Cosa que usted su majestad sabia ya la vez que la reina le hizo la visita. Siempre estoy pendiente, los años de paz fueron años para planear, ellos creen lo contrario, pero estoy adelantado. El ejército que mando su majestad por el clan de murmulla ya cruzo el río de Hahad y está en las montañas de Turquía.".

    Safris
    "Como sabes que ellos no se han enterado de lo que está pasando?, un ejército de ese tamaño se puede notar desde lejos. "

    Gelio
    "Las órdenes fueron llegar , supongo que cruzaron o están en el mar, sabe que estoy viejo y mis cálculos no serian como son, no obstante dan el mismo resultado. Marcus tiene su estrategia en mano

    Safris
    "Marcus?.... ¿Donde esta Freniud?

    Geliu
    "Está con Milan, pero llegará a donde quiero que este."

    Safris se levanta de la silla, y comienza a caminar hacia la puerta que esta cerrada, regresa y se sienta en la silla.

    Safris
    "Por lo que veo as planeado esto de hace mucho, no quiero saber por qué mi general no está donde tiene que estar, eres un buen consejero, pero recuerda algo amigo mio, es la reina quien puede buscar tu cabeza, no yo".

    Gelio
    Soy fiel a este reino, no a alguien particular, pero con tu padre y abuelo he estado de acuerdo, y se fueron a la tumba con todos mis consejos".

    Safris
    "Donde esta la reina.?"

    Gelio
    " Está llegando, estaba donde su hermana, el turco viene hoy al castillo, por aquella propuesta de matrimonio que unirá Turquía con Grecia. Recuerde que esta reunión fue hecha por el santísimo Papa en un pacto de paz."

    Safris
    "La reina sabe lo que está pasando."?

    Gelio
    "Ella tiene su propia mente de su madre, perturbada en tiempos, y frágil en momentos, ella entiende lo que tiene que hacer, pero no sé cómo lo hará. Ella escucha mis consejos, sin embargo los lleva a su manera, ella me entiende, pero entiende a su manera. "

    Safris
    "Antes de que comienza el banquete, quiero hablar como mis dos hijas. Sería una hermosa despedida, en esa noche superespecial.

    Gelio
    "Me preocupa Gigna, cómo cojera su noticia."

    Safris
    "Si, Gelio, mi preferida, mi mayor, que saco el lado de su madre previamente de enfermarse, ella se recuperara desde que el sol comienza a brillar en un nuevo día."

    Al caer la noche, el palacio se viste de gala, la entrada esta siendo atendida por soldados que como costumbre y mandato de la reina, tienen su armadura que refleja la preparación de algo que puedo pasar. Varios sirvientes esperando en la rotonda del castillo, donde cada carruaje lleva consigo a alguien de alto poder. Atrás del castillo el inmenso jardín llenos de invitados que hablan en grupo agrupados , mirando todas las fuentes de agua, que provocan admiración por las estatuas de reyes y reina que la adornan. Mientras que los hombres mantienen su vestimenta simple en sentido de llamar la atención, no se puede comparar los vestidos coloridos de las mujeres que entran al castillo con emoción.

    En la habitación real, se encuentra la reina, donde Nora le hace los últimos preparativos, y su hermana Gigna sentada en la cama de la reina, mira como todas las damas reales con Nora escalan el nivel más alto de belleza a su realeza. La reina con su pelo negro recogido ya con su corona en la cabeza, modela un vestido de noche, azul pálido y dorado, con varias rosas con todo el tallo. Ella se da varias vueltas mirándose al espejo, mientras que Nora fija cada detalle de su belleza. Con sus prendas adornando sus muñecas, y un collar de diamantes que se calculan 7 piedras en frente, que deja vacía una especia de hilo de oro que se encuentra detrás de su cuello.

    Gigna
    "As visto al tu pretendiente, al próximo rey de reyes, que según será tu marido".

    Reina Grecia
    "Si, habían mandado algunos cuadros que me enseña algo de él, pelo negro chorreado, ojos negros y piel como si fuese canela pálida o quebrantada." Ahora cumplió sus 18 años, eso me hace ami la mayor por mis 25. No fue mi idea, solo idea de consecuencias de nuestro padre."

    Gigna
    "Entonces te agrada, o sea es un joven elegante me imagino".

    Grecia
    "Segun Milán, es un niño mocoso, hace tres años de eso, pero lo considero un niño mocoso, ya que como te dije, hace días cumplió sus 18 años".

    Gigna
    "Bueno me imagino que sus padres hablaran muy bien de él".

    Grecia
    "No creo que se dará, ya que no estarán aquí, quieren que el joven tenga esa responsabilidad de ser hombre y dedicarme tiempo, lo único que sé, es que viene acompañado con la mano derecha de su padre".

    Gigna
    "Entonces es hijo del rey de los Turcos".

    Grecia
    "Al igual que padre, el rey tiene solo hembras, 7 para su fracaso, y es por eso que diría que considero a la madre justa y fuerte porque nunca le dio un varón y como quiera ella ama y adora a sus hijas."

    Gigna, baja la cabeza por mucho arrepentimiento, casi empieza a llorar, a recordar lo que hizo para tener hijos varones. La reina se da cuenta y de inmediato se acerca a ella.

    Grecia
    "Me encanta tu vestido amarillo, esos tacos blancos y ese cintillo llenos de tejido de oro, te ve más reina que yo hoy, es más te invito a usar mi corona."

    Grecia le pone la corona a Gigna, y en ese momento la misma reina baja su cabeza de señal de pura reina, Gigna se ríe a carcajadas y se va el espejo a contemplar su imagen como reina de unos minutos.

    Nora
    "Entiendo que el muchacho es hijo del hermano del rey, contemplo aquella opción más cercana al reino de los turcos".

    Grecia
    "Escuchaste bien, me intriga saber de donde escuchaste eso".

    Nora
    " Freniud su majestad me había contado, hace un tiempo atrás."

    Grecia
    "Claro, el indicado de abrir su boca, por eso lo quiero lejos del castillo cuando termine todo esto, me sirve más fuera de aquí."

    Nora
    "Su majestad unos de mis damas me ha avisado que su padre quiere su presencia, usted y su hermana".

    Grecia
    "Como es que unas de tus damas es mensajera a la misma vez".

    Nora
    "Fue enviada por Gelio mi dama".

    Grecia la reina, nota ala muchacha al lado de Nora, una joven de algunos 20 años, pelo corto como varón, blanca de ojos marrones. Grecia se acerca a ella, y la mira a los ojos.

    Grecia
    "Que sabor tiene el viejo?, acaso todavía eyacula?, acaso lo tienes que ayudar para que tenga una erección?, como es que este viejo a su edad te pueda dar satisfacción?, como lo haces niña, a caso sueñas con un hombre maduro cuando se te sube arriba, o acaso solo te hace utilizar sus manos, es una curiosidad."

    La joven se asombra con las preguntas a la reina, al tratar de contestar, logra mirar a Nora que le hace señal que guarde silencio. Grecia se retira, mientras que su hermana la sigue, 5 guardias reales las siguen a los pasillos que conducen a la torre. Ella se detiene antes de subir, y es cuando en vez de subir las escaleras, prosigue con caminar al otro lado del castillo, donde llega a las escaleras que llevan a los calabozos. Más y más abajo, baja la reina con su hermana y 5 guardias, asta llegar a los calabozos, la peste es tan terrible que los guardias y Gigna no aguantan el olor, mientras que la reina camina como si nada le molesta. Mientras que Gigna se pone estérica.

    Gigna
    "Por Dios hermana para donde vamos, me estoy desmayando de tanta peste, Dios mío creo que veo un ratón, creo que a ese hombre le falta su cabeza, Dios será eso el cuerpo cortado o soy yo que estoy loca."

    Grecia
    "As cambiado mucho después de tus embarazos por lo que observo, aquí jugábamos, que pasa contigo?

    Gigna empieza a vomitar, mientras que los soldados la agarran para que no desmaye.

    Gigna
    "Estás loca?, no recuerdo toda esta peste, si fuese así el mal olor de mi marido sería una fragancia de mucho precio."

    Gigna sigue vomitando, y varias ratas le pasan por el lado, y ella histéricamente le indica a los soldados que las maten.

    Grecia
    "Por Dios ellos no tienen tiempo de andar limpiando este calabozo, y ustedes idiotas que le hacen caso."

    Gigna
    "Si tienes algo de amor por mí, vámonos de aquí hermana, creo que he vomitado en mi vestido de la noche".

    Grecia
    "Ok, pues te irás sola, porque ellos me acompañaran.

    Gigna
    "Por al padre todopoderoso no me dejes sola no, no, está bien."

    Al seguir el camino asta lo más profundo del calabozo, los gritos de presos vivos empiezan a sacudir a Gigna.

    Gigna
    "Estos gritos me vuelven loca, que es esto, porque gritan tanto, seran pesadillas nocturnas.

    Grecia
    "No considero que sepan que si es de día o noche, acaso no notas las antorchas que nos rodean".

    Gigna
    "Hermana por favor quiero.....

    Unas ratas se hacen visibles comiéndose a un preso vivo, y Gigna lo nota muy de cerca, que da un grito de garganta.

    Gigna
    "Por Diosssss, hermana mira como se lo comen como si ellas nunca han comido, Dios que clase de lugar es este, dejen a ese pobre hombre déjenlo ratas asquerosas.

    Los guardias tratan de ignorarla, pero se ríen y Grecia se da cuenta. En unos segundo se dejan de reír, y unos de ellos le pide perdón por el comportamiento de los otros. Grecia agarra a su hermana por un brazo y la lleva al final. Grecia abre la puerta ella misma y se encuentra con Sócrates, con varios cuerpos descuartizado, su camisón blanco lleno de sangre, sus botas altas de lluvia, y sudando toda gordura que se refleja más en su cabeza rapada.

    Grecia
    "Sócrates, existe aquí un espía que está vivo si no me equivoco".

    Sócrates se acerca a la reina como si no había escuchado bien, su obesidad es notable, un hombre gordo de algunas 350 libras, y respirando apurado le comenta a la reina. Al mismo tiempo Gigna se da cuenta y es cuando algo conocido hace su presencia.

    Gigna
    "Sócrates? Por Dios eres tu, tu eres que te esconde detrás de toda esta grasa."?

    Grecia
    "Si hermana, Sócrates el mismo chico que cocinaba con el cocinero real, el criado que jugaba con nosotros, nuestro amigo de infancia, si este es él".

    Asombrada Gigna lo mira de arriba abajo, y al darse cuenta de los cuerpos presentes y la sangre que acompaña al lugar ella empieza a vomitar. Y es cuando Sócrates con voz como si estuviera ronco empieza a hablar con la reina.

    Socrates
    "Grecia, el que está allá en el fondo es el espía que hablo sobre donde entregaran a tu padre, pero e usado todo método para despertarlo, le he quemado las uñas, le he puesto en su nariz toda sustancia terrible de resistir, pero no logro despertarlo."

    Gigna empieza a vomitar de nuevo, y con cara de sorpresa y agitada.

    Gigna
    "Ya no sigas Sócrates por Dios, te desconozco."

    Grecia
    "Pues debe de estar muerto ya, me imagino que si".

    Socrates
    "No creo, la peste de muerto que existe aquí es de algunas horas, mi olfato no ha reconocido una muerte nueva, el cuerpo comienza a ponerse amarillo, y los gusanos salen de los poros, si estuviera muerto de hace mucho tendría todo esto."

    Gigna se agarra de las paredes y un roco le empieza a salir de su garganta, como agonizando en silencio.

    Gigna
    "Me cocinaste una vez un exquisito plato de cordero, acaso me diste a comer unos de tus clientes".?

    Gigna vuelve a vomitar, y es cuando se escucha un sonido en al fondo del pasillo.

    Grecia
    "Interesante, Lázaro levántate.... Nuestro amigo ha regresado Sócrates."

    Socrates Y la Reina se acercan al individuo, y ella nota una cara desfigurada, con quemaduras y cuchilladas por casi todo el cuerpo, todos los dedos están cortados, y su boca partida en dos, el pene quemado, y un pedazo de madera con espinas perforando su trasero.

    Grecia
    "Veo que tienes muchas estrategias, me existas tus métodos Sócrates.

    Socrates
    "Necesito mejores manoplas, estás ya su cráneo me la ha doblado por todos lados"

    Gigna
    "Socretessssss mírame, que estoy a tus pies, basta."

    Sócrates mira a Gigna con mucha duda, como que ella es desconocida, como si nunca la ha observado.

    Sócrates
    "Que tiene esta, acaso me cree, bobo."

    Grecia
    "Ya no es la misma, pero queda algo de ella, eso trato de recuperar, por eso nunca prefiero casarme."

    Sócrates la mira con duda y esperando respuesta.

    Grecia
    "Claro, asta ahora que ya van a pedir mi mano".

    El preso comienza a quejarse de todas sus heridas, comienza a gritar calladamente, y es cuando Grecia se le acerca, y espera que él note su presencia. Sócrates le jala el pedazo de madera de su trasero, lo sienta en el piso y le agarra la cabeza doblándola a la dirección de la reina. Con solo un ojo abierto, nota su presencia y es cuando el diálogo entre los dos empieza.

    Grecia
    "Bienvenido nuevamente a este mundo joven, digo desconozco tu identidad, ya que tu cara está desfigurada por tantos golpes que te dan. Lo más importante de todo esto, es que vivo estas, para que por lo menos tengas la dicha de estar muy cerca de mí, todos quieren estar , y fíjate que eres uno de los pocos que lo pudo lograr."

    Gigna toda pálida y ya casi desnutrida por todo el vómito se acerca a la donde esta Grecia y Socrates, y al mirar al hombre desfigurado mira a Sócrates con cara de sorpresa.

    Grecia
    "Veo que queda poco tiempo para que estés aquí conmigo, pero entiende algo, estas de suerte, porque he venido a hablar contigo, tu vida ya no corre peligro, solo quiero saber algo fuera de tú y Sócrates. No me interesa nada político, la política la detesto, asi que hablame del hijo del hermano del rey de los turcos".

    El preso cierra su único ojo con sentido de dolor, sin embargo lo abre, mira a Sócrates que lo tiene agarrado de la cabeza, Sócrates lo sienta esta vez con espalda a la pared y se une de lado a lado con la reina.

    Grecia
    "Bien, siento que tengo tu atención, quiero saber todo lo que sabes de este personaje."

    El preso trata de decir algo y es cuando hace gesto que se está ahogando, él escupe tres dientes de su boca, y empieza a hablar con dificultad, pero lo suficiente para entender y escuchar.

    Preso
    "Le gusta la poesía, pasa su tiempo escribiendo y dibujando, maldad todavía no ha tocado su ser. Es muy conservado su majestad, no sé mucho de él, no me dejan acercarme, todo lo que le he manifestado es porque puedo verlo de lejos en el jardín."

    La reina sonríe, y mira a Sócrates, Sócrates se sienta en el piso y escoge una de las heridas del preso, una que tiene al lado del ombligo, de un puñal que no entro a profundidad. Él le entra los dedos, mientras que el preso grita de agonía, al forzar su dedo, ya su gigante mano está dentro del cuerpo, que él sigue forzando más y más adentro, asta que con su ojo abierto el preso deja de existir. Sócrates saca su mano, se seca la sangre con su propio camisón.

    Sócrates
    "Este sabe algo sobre el hombre que intento matarte Grecia, el puñal es santo, es aquellos que utilizan para hacer sacrificios a Dios, aquel cordero que según se lleva los pecados".

    Grecia sin ninguna reacción, fija su mirada en el muerto sin mirar a Sócrates, y una duda empieza a pasar por su cabeza.

    Grecia
    "Que yo sepa un hombre se hizo carne y lo clavaron en la cruz por todos nuestros pecados".

    Sócrates
    "Existen aquellos que todavía limpian los pecados a esa ley de antes de su llegada, lo bueno del caso es que son pocos, y Milán los conoce como la palma de su mano."

    Unos de los guardias toca y abre la puerta, y le dice a la reina que quiere su presencia, Grecia sale a conversar con soldado, mientras Gigna y Sócrates se quedan hablando de lo que a pasado.

    Gigna
    "Ahora eres el matador de la familia, que paso con tus estudios de cocina, con aquellos sueños de ser el jardinero, y asta ser militar, ahora eres una albóndiga desagradable, veo toda maza que se esconde dentro de ti, como es que vives así. Y claro, ahora hablas mucho, tienes tus palabras, no como en el pasado que para sacarte una palabra tenías que darte golpes por la cabeza."

    Sócrates
    "Gigna yo...."

    Gigna
    " A mí no me llames por mi nombre, no soy Grecia que te lo permite."

    Sócrates vira sus ojos como cansado de Gigna.

    Sócrates
    "Mi Dama, cada libro que lee su hermana ella lo trae para que lo lea, he aprendido muchas palabras, me gusta cocinar todavía lo hago, pero al descuartizar un animal no me da esa sensación de sentirlo sufrir."

    Gigna
    "Dios mío, me crie con un asesino, dormías en nuestro cuarto cuando madre y padre se iban a su jornada, y quiere decir que mis noches fueron compartidas con un animal como tú".

    Socrates
    "Fuimos niños en ese tiempo, no creo que........

    Gigna
    "Callar, bestia, no sea que quieras aprovechar este momento para unirme a tu colección de masacre."

    Grecia le avisa a Gigna que se tienen que ir, mientras que la mirada de Gigna asía Sócrates, causa que Sócrates baje su cabeza arrepentido. La Reina y Gigna suben las escaleras apresuradamente para verse con su padre. Los Guardias abren la puerta, y encuentran A Gelio sentado en la cama de Safris el padre de las hermanas, sentado en una silla que voltea su mirada hacia la puerta.

    Safris
    "Hijas mías, mi corazón vibra de alegría."

    Gigna corre a abrazar a su padre, mientras que La Reina Grecia se queda sin reacción por el encuentro. Safris abraza a su hija y es notable que siente el olor detestable a vómito por la forma de su cara al tratar de ocultarlo. Gigna se da cuenta.

    Gigna
    "Padre, ella es la culpable, estaba bella y perfumada, me llevo al calabozo y después a donde Sócrates, sabes a qué se dedica Sócrates ahora?.

    Safris mira a Gigna con confusión, Gelio baja su cabeza nuevamente al bastón, y Al Safris mirar a Grecia, ella mueve su cabeza de lado a lado, como indicando que su hermana no tiene remedio.

    Grecia
    "Padre, es escuchado que te entregaran en la frontera de Turquía, acaso este plan lo sabías sin mí".

    Safris sienta a Gigna en su silla y se acerca a Grecia.

    Safris
    "Hace unas horas nos enteramos, quería decírtelo personal, pero tardaron mucho para llegar".

    Gelio
    "Todo esto cambia el plan su majestad.......

    Grecia
    "De cuál plan hablas?, no estoy en saber lo que quieres hacer, tú haces lo que te manifiesto, y mantienes tu posición conmigo."

    Gelio se queda callado y mira a Safris para aclararle de lo que ya han hablado.

    Safris
    "Gelio es mi voz, ya que estoy con las manos atadas en esta prisión, cuando estas en crisis, necesito de él para mantener todo como debe de ser."

    Grecia
    Crisis? , todavía crees que lo que siento, y lo que me pasa, es algo de crisis?, mi madre te dio el ejemplo, y es mi herencia su locura por ese mal."

    Safris
    "Tu madre hablaba de demonios y espíritu, eso no es santo y es condenado por la iglesia, decía que el espíritu quería que hiciera maldades y barbaridades."

    Grecia
    "O sea lo que hacemos nosotros, si es así entonces es un buen consejero".

    Safris
    "Tu madre sufrió casi toda su vida con sueños e imaginaciones, asta perder su cabeza, y asta llegar el día de su muerte cuando entro a tu cuarto".

    Grecia mira a su padre con odio, mientras que Gigna empieza a llorar silenciosamente, Gelio escoge la ventana para ignorar el tema.

    Grecia
    "Dire esto solo una vez padre, y para siempre esta conversación morirá aquí entre tú y yo. El espíritu es real, quiere algo de mí, pero nunca lo tendrá, mi madre fue muy débil y por eso ya no esta, Saxéx es su nombre y nunca lo volverá a mencionar.

    Continuará.....El Zumbido De Nivek
     
    #6
  7. Antonio Liz

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    Continuacion.. Harmonia y Amoniaco.


    El Zumbido De Nivek

    Mientras que el viento del otoño levanta toda hoja seca, la velocidad de Nivek y Katizi también hace que todo vuele. En cada árbol descansan brevemente y siguen su camino con desesperación. Al saber y entender que los soldados deben estar detrás de ellos, la misión de que no los agarren sigue en pie. Sin saber el final de sus amigos por ser vistos por los soldados, ellos corren para no ser alcanzados. Mientras que Molava, Ekatulia y los niños siguen en su mente, ellos siguen para evitar la misma suerte. Agotados y con menos ganas de seguir, Nivek y Katizi tratan de impedir lo peor para sus vidas, porque entienden que en el mundo que viven , sus vidas sería cortas. Agarrada de un árbol, agachada y sofocada, Katizi se sienta se recuesta del árbol, ella pone su mano en la tierra, y mira hacia atrás. A una distancia mínima, Nivek nota a Katizi, y se devuelve para darle a entender lo que está pasando nuevamente, Nivek mira a su alrededor y se agacha para hablar con Katizi que a la misma vez mantiene el mismo sofoque de Nivek.

    "Nivek"
    "Katizi, debemos seguir, los caballos deben de estar cerca, se que en unos minutos estarán por aquí, vamos levántate debemos seguir."

    Katizi
    "No creo que esten detrás de nosotros, la tierra está tranquila, y hubiese sentido el palpitar de la tierra, una hora corriendo sin ser perseguidos mejor dicho Nivek."
    "
    Nivek"
    "No sé que te asegura que lo que manifiestas es lo correcto, que lo que sientes es realidad."

    Katizi
    "Nací en este bosque Nivek, más adelante te encontrarás con mis primeros pasos, hace unos minutos le pasaste donde quemaron a una bruja, hace media hora miraste unas marcas en unos árboles que no conoces, y si te hubiese parado, hubieses notado que yo lo marque por cada año que e cumplido cuando cae el verano. Entonces, estoy segura, porque el bosque se mueve conmigo, que me habla con brisa y tinieblas."

    Nivek con sorpresa mira todo su alrededor, mira a los árboles, el cielo y las hojas, como si quiere descubrir más de Katizi. Él se sienta al lado de Katizi, y se recuesta al árbol

    Katizi
    "No te conozco, no me conoces, pero una cosa sí que sé, el ruido de los árboles, que se mueve en esta tierra. Aprendí mucho aquí Nivek, no conozco el mundo después de este bosque de hojas secas y de árboles muertos. Lo único es que es mi casa, y estoy aquí por alguna razón."

    Nivek
    "Alguna razón?, entonces me quieres decir...

    Katizi
    "La anciana me encontró, me confesó un día que era un sacrificio para Saxéx, sin embargo, vio algo en mí, que me dejo vivir, y no me sacrifico."

    Nivek se levanta sorprendido, la mira fijamente con ojos de furia, él camina 10 pasos alejándose de ella, y es cuando se devuelve y la enfrenta.

    Nivek
    "Te has dado cuente lo que me has declarado, si no entiendo mal eres igual que ellas, eres su crianza, su propia sangre, porque por lo que observo hablas como si no fueses cristiana."

    Katizi
    "Te mentí Nivek, no sé que es el cristianismo, no sé que es un pecado, no sé que voy a hacer con un padre, cuando te dije que un día Dios perdonara mis pecados, es algo que tengo que decir para talvez evitar que me maten, para que no me confundan como bruja, Ekatulia me enseño."

    Nivek
    "Entonces eres igual que Ekatulia, eres lo mismo que pinta ella, o sea destinada a ser quemada."
    Katizi baja su cabeza, y mira a su derecha, nuevamente mira a Nivek que espera su respuesta.

    Katizi
    "No sirvo para eso, una vez seguí a Ekatulia, y una chica joven le puso en sus manos una bebe. Ekatulia estaba muy distraída hablando con la muchacha, y no se dio cuenta de que yo estaba cerca. La muchacha se fue y la dejo sola, Ekatulia puso la criatura en la tierra, e hizo que se tragara una especie de hoja. Ella murmuraba algo como hablando con alguien, en ese momento mire como de su lado desenterró un cuchillo, que lo tenía ya en el estómago de la criatura, me sorprendí y ella escuchó mi respirar. Y me dijo que me acercara, al acercarme vi la criatura, y es cuando me dijo, que un día yo tendré que coger su lugar si es que la quiero viva. Sin tener duda le mencioné que si, y desde ese día me afirmo que nací con alma limpia, y que Saxés me amaría por ser así, ya que en mi alma el llenará todo su poder. Ekatulia utilizo a la niña como símbolo de esa noche, que marcaría mi destino a servir como un vaso vacio para Saxéx."

    Nivek
    "Entonces la niña Miera, quien representa el sacrificio que ahora le debes a Saxeèx.

    Katizi
    "No, no Nivek, al contrario, Miera es un recuerdo de cuando Saxes supo de mí, su presencia estaba ahí, y Ekatulia lo nombro como un bautizo por estar cerca de él."

    Nivek
    "Y Zatis?

    Katizi
    "Una noche caminaba a Miera, ya ella con un año gateaba por toda la tierra, la noche era un momento que ella quemaba energía para durmir profunda. Usualmente, me quedo mirando todo lo que se aproxima, mientras que Miera gatea por todos lados, miro la luna a ver si hoy día es llena, y los árboles por si algo está trepado esperándome. Me descuidé con Miera, y se me perdió por unos minutos. Es cuando Ekatulia viene de la oscuridad con un niño cargado y Miera llorando como para que la deje jugar con él. Ekatulia se acercó, y me dio una bofetada, y fue cuando me dijo que he contagiado a Miera con lo que es lo contrario de Saxex, y ella puso Zatis en la tierra para que Miera jugara con él. Pero sabía que en realidad, el niño ya no era lo que ella esperaba, simplemente porque talvez Miera compartió un contacto de amor".

    Nivek
    "No sé si reírme, o ignorar tus historias, no sé si estás bien de la mente por causa de la anciana."

    Katizi
    "Es lo que conozco, no me culpes por declarar la verdad, es mi mundo y es lo único que conozco".

    Katizi deja de hablar, y ella mira sus manos que tocan la tierra, ella mira detrás del árbol que está recostada, y con cara de temor se levanta y se acerca a Nivek.

    Katizi
    "Debemos irnos, algo anda por aquí vámonos Nivek."

    Nivek mira hacia atrás, mientras que Katizi se adelante corriendo. Él la sigue y los dos emprenden el mismo ritmo de un fugitivo siendo buscado. Árboles y más árboles muertos le rodea el camino, las hojas secas siguen en la tierra, como si el bosque estuviera vestido de palos secos y tinieblas. Nada puede tapar su visión, solo la tiniebla se atreve a bloquear lo que se acerca o que dejan atrás. Todo es llano, fuera de cuevas o rocas, como si hubiesen quemado un bosque completo, ellos corren esquivando cada árbol. En momentos Katizi se para brevemente para mirar el cielo, y es cuando ella escoge por donde ir. En unos de esos momentos ella mira el cielo y en vez de seguir directo corre hacia la derecha, esta vez sube una pequeña colina, que al llegar arriba nota la tiniebla que queda abajo detrás de ella, y adelante un bosque más cubierto, con árboles con hojas secas que no se han caído, charcos de agua, como si hubiese llovido. Sería un bosque regular, pero sin el verde y lagos de bello manantial. Katizi espera a Nivek que se quedó atrás, y ella empieza a caminar el bosque más lleno.

    Nivek
    "Por aquí no nos pueden ver, ya que estas rocas cubren la vista y las hojas también, no obstante me di cuenta de algo, la tiniebla no existe aquí."

    Katizi
    "Saxéx nos la envió para que nos cubriera."

    Nivek agarra a Katizi por un brazo y la acerca a ella, le agarra sus rostros con las dos manos.

    Nivek
    "Saxeèx no existe, eso lo puso la anciana en tu cabeza, no eres sierva de un demonio."

    Katizi se suelta bruscamente de Nivek, y lo apunta con su dedo.

    Katizi
    "Nunca me toques, no te lo acepto, no soy de tu propiedad, la proxima vez agarro tu puñal y despego tu piel como a un conejo."

    Katizi apresura su paso, mientras que Nivek la sigue.

    Nivek
    "Explícame algo, como es que Saxéx hace lo que dices?"

    Katizi
    "Quien eres Nivek?, acaso crees que no recuerdo cuando Molava te pregunto, exprésame, tanto que quieres saber de mí, y tu un traidor casi muerto no as mencionado quien eres, ni como llegaste aquí. Si acaso quieres saber más de mí, es justo que me expliques quien es este Nivek que se atreve a tocarme como si soy de su propiedad."

    Katizi mira firmemente a Nivek como esperando una reacción. Nivek trata de acercarse a ella, pero Katizi retrocede, dejándole saber que no le va a permitir lo ocurrido nuevamente. Nivek busca a su alrededor, y localiza un árbol donde se sienta en la tierra y se recuesta de él . Katizi se acerca a Nivek a una distancia de 5 pies, ella se sienta en la tierra esperando respuesta. Nivek con ojos al piso, comienza a contarle a Katizi lo debido.

    Nivek
    "Naci en Turquía, por esa razón me puedes llamar turco si quieres, sin embargo, no conozco a Turquía, somos pescadores, y mi padre lo fue desde muy joven. Mi padre adora la pesca, ese es el legado. Él siempre nos contaba sobre unas islas que se dedican a la pesca, que su alrededor era solo pescadores, soñaba con esas costas, llena de olas que solo el sonido del mar hace su presencia. Según mi hermana mayor, él soñaba con ese lugar, cada pescador que pasaba por nuestro hogar hablaba de eso. Entonces padre se ilusionaba con ese paraje, donde está fuera de la población viviendo junto a lo que es el océano y los pescados. Un día según mi hermana, un tío que nunca conocimos asta ese día nos hizo la visita. Era el hermano menor de mi madre, y en unas de las conversaciones nos dijo que él conoce cierto punto, que de de allá venía, y que iba a regresar, ya que únicamente estaba en Turquía por unos días a recoger una herencia. Mi padre no perdió tiempo, vendió todo lo que tenía, arrancamos para ese sitio, según duramos unos meses, asta llegar a esas islas que mi padre siempre soñó, según mi madre, los ojos de mis padres brillaron, y fue cuando le declaró a mi madre, que han llegado a casa."

    Katizi muy concentrada, se asusta como si alguien la haya sorprendido, se levanta de la tierra, mira por la colina de donde vinieron.

    Katizi

    "Es hora de partir Nivek, vámonos sin tiempo que perder."
    Katizi y Nivek comienzan a correr por todo el bosque, Nivek corre detrás de Katizi, y él mira hacia atrás, pero no ve nada que se acerca. Sin entretenerse y sin preguntar, Nivek sigue a Katizi, que corre por diferentes lugares , derecha, izquierda y directo, sin paso para atrás. Asta llegar lo que es el comienzo de una colina.

    Nivek
    "No podemos subir Katizi, si es así nos pueden observar."

    Katizi
    "Primero miraremos a ellos, vamos es corta, necesitamos cruzar al otro lado."
    Katizi corre por la colina, que está decorada con más árboles , pero cada vez que suben, los árboles empiezan a cambiar el color, su verde natural, al llegar a la sima, el paisaje de los árboles verdes y los ríos cristalinos le devuelven el color de la vida a a Nivek , el aire es frío, pero fresco , y al tratar de bajar Katizi me llama la atención.

    Katizi
    "No podemos bajar, no conozco más de aquí, si bajamos estamos sin la protección de Saxéx."

    Nivek mira al cielo, como tratando de controlar su incomodidad, Katizi lo nota.

    Katizi
    "No me culpes, solo conozco lo que te digo, del bosque muerto y de aquí es mi límite de lo que sé, si me voy adelante no te serviré, pero si vamos para atrás me entiendo más con todo lo que me rodea, no me culpes que no conozco quien pude ser, o que en realidad soy. No obstante, si me ayudas, te puedo ser útil."

    Nivek se acerca a Katizi, que retrocede nuevamente por lo que había pasado, Nivek cambia su vista a lo verde y cristalino. Mientras que Katizi se acerca a él, y ahora se encuentra de lado a lado también contemplando lo que Nivek mira. Una brisa refrescante le llega a Katizi, que cierra sus ojos con un aliento de pureza que su olfato suspira.

    Nivek
    "La tarde se pone oscura, debemos buscar refugio".

    Katizi
    "No iré a ningún lado, a menos que sea para atrás, desconozco lo que está en frente mío."

    Nivek mira alrededor, nota el verde de la verdadera naturaleza de un lado, y el bosque muerto en el otro lado.

    Nivek
    'Bien, nos quedamos aquí, nos sentaremos de espalda a espalda, tú mirarás el bosque muerto, mientras yo mirare el bosque nuevo. Así veremos lo que viene, no descuide tu derecha e izquierda."

    Katizi
    "No necesito mis ojos para advertir que se acerca, el bosque me avisa, y me he defendido de esa manera."

    Nivek mira el cielo que ahora oscurece, mientras que Katizi con duda en mente, empieza a conversar con Nivek.

    Katizi
    ¿"Como se llama aquel lugar que tu padre soñaba"?

    Nivek sigue mirando el cielo, y sus ojos aguados empiezan a desatar las lágrimas al escuchar la pregunta de Katizi.

    Nivek
    "Malé, Ese es el nombre de la isla, mi hogar, mi tierra, lo único que conozco además del mar. Nos tomó unos meses para llegar según mi hermana. Y desde ese tiempo, solo conozco los peses que me rodean y el mar que es parte de mí. Boquerón, Raya, anchoa, calamar, abadejo son nada más unos pocos que te puedo mencionar. La verdad es que no tengo lo que tiene mi padre, él adora la pesca, mientras yo adoro todo lo relacionado con Malé. La arena que mis plantas de los pies tocan, el aire fresco, la vida fuera de todo este conflicto, toda la libertad de explorar algo nuevo, es algo que siempre me ha gustado. Ahí varias islas alrededor, y todas las conozco, algunas despejadas sin nadie que la habite, con criaturas diferentes, mucho que descubrir, es como si sumergieras al océano y notas ese paisaje de diferentes plantas, entonces ahora imaginátelas gigantes como si fueran árboles y piedras de diferentes colores."

    Katizi
    "Entonces eres más explorador que pescador."

    Nivek
    "Eso me dijo mi padre muy disgustado, que nunca seria como él, porque solo quiero conocer en vez de alimentarme de la pesca".

    Katizi
    "Entonces por ser explorador te has perdido.?"

    Nivek se queda callado por unos segundos, esta vez su mirada al cielo es detenida por lo que Katizi le ha comentado.

    Nivek
    "Tenía un límite, y era unas de las islas, regresaba a casa con mis amigos, en una yola que terminamos de construir. Feliz estaba de todo los días mirar ese paraíso de lugar. La casa es bien amplia, y cada vivienda quedaba a 15 minutos de distancia. Mi padre compró esa tierra a buen precio, y fue comprando más asta llenarnos de una casa larga con varios balcones y hamacas que rodean su anchura. La tierra marrón y el pasto que la acompañaba dibujaba como si fuera el mar aparte del suelo. Cuando estaba en casa me acostaba en la grama y vivia como en un sueño hecho realidadl".

    Katizi
    ¿"Tan bello paraje, porque viniste aquí?

    Nivek
    "Estábamos en unas de las islas, haciendo un tipo de barco, para pescar a nuestra manera. Todo mis amigos, 11 en total, toda la generación de pescadores. Un barco gigante se acercaba, era una flota del ejército de Turquía. Jamás había visto un barco así. La vela triangular y el palo mesana eran de un verde oscuro, pero gigantes comparado a los barcos que había admirado. En la cofa observaba a un hombre que apuntaba hacia nosotros. El barco era marrón madera, mientras que la gigantesca vela cuadrada tenía una imagen como de una virgen religiosa. Ellos mandaron a un muchacho de la misma edad de nosotros en un pequeño bote. Él era nativo de Malé según él, sin embargo, nunca lo hemos observado. Sabes lo más interesante de todo esto, que estos 11 chicos de 15 a 12 años, no conocíamos la maldad y el engaño. Y al joven decir que necesitaban ayuda para llegar a las islas, nosotros como sabíamos donde estaban, entramos al bote para enseñarles."

    Katizi
    "No entiendo muchas cosas que me mencionas, porque la desconozco, no quiero interrumpir, pero si siento que fue una mala decisión."

    Nivek
    "Nos usaron como marineros, cocinábamos sin saber cocinar, limpiábamos sin saber pulir un barco diferente. Eran piratas, nos maltrataban si no hacíamos las cosas bien, Y por unos meses no conocíamos la tierra, éramos la ayuda para mantener el barco en una larga jornada. Pasábamos por el Mar rojo, eso expresaban, y por primera vez por mucho tiempo pude ver la tierra. El capitán no fue malo con nosotros, desde que veía un maltrato trataba lo más de controlar a su tripulación, pero en algunos hechos no pudo ayudar , porque temía que su tripulación se fuera en su contra. Si me dices como eran, te diré que sus barbas largas lo hacían iguales, algunos solo tenían un ojo bueno, otros con barbas canosas y muchos con aretes grandes de mujer. Hicimos varias paradas, para comprar mercancías y todo lo necesario, pero solo podíamos mirar desde lejos, porque nos dejaban trancados en las bodegas, y después de alejarnos de la parada, subíamos solo a bajar toda la mercancía. Pero nunca era suficiente, porque únicamente comíamos los que les quedaba, y teníamos que hacer cuentos o bailar por la sed, todo para entretenimiento de burla."

    Katizi
    "Trataron alguna vez de escaparse"?

    Nivek
    "El mar no ayudaba, y éramos jóvenes para hombres con espadas. Un día noté algo, cuando paramos a buscar más mercancías, ya casi un año posteriormente de nuestra captura, esta vez nos dejaron ir a la ciudad, solamente a unos 5, nos amenazaron que si escapamos matarían los otros 6. Cargamos todas las mercancías al barco, y antes de subir unos de ellos traía a los otros 6. En ese momento me di cuenta de que ya no nos necesitaban, nos dejaron en una tierra extraña, Alexandria.

    Katizi
    "Como se hicieron en un lugar donde no hablaban el lenguaje?"

    Nivek
    "Ese fue unos de los problemas, la gente no nos entendían, pero se sorprendían porque se notaba que no éramos de allá. Y el rumor empezó a crecer más, y unos soldados griegos llegaron y nos perseguían, nosotros corrimos lo más que pueda, pero los más pequeños fueron agarrados primero. Al Escuchar la espada y el grito, seguimos corriendo porque sabíamos que no era para hablar. Un hombre estaba entrando mercancía en un barco gigante y nos dio el paso para que nos escondiéramos en él. Bajamos lo más que pueda y llegamos a la bodega, llena de todo, vino, frutas, muchas especies de polvos, pero también había unas cajas de madera grandes. Y es cuando se me ocurrió una idea, abrimos la caja a la fuerza, con algunos pedazos de madera, en la caja había muchos vestidos de mujeres y telas, entramos los 9 y la tratamos de cerrar, no obstante era obvio que alguien la tenía que martillar. "

    Katizi
    "Y el gran Nivek fue aquel carpintero"

    Nivek
    Comencé a martillar con las tablas, me tomo mucho tiempo, pero logre ponerla de manera que aguantara, el plan era escondernos asta la mañana del día siguiente a ver si se van los soldados. Después escucho unos sonidos, son los soldados entrando en el barco. Me escondi detrás de la caja y todos guardamos silencio. El barco se mueve, entendí que estábamos partiendo a otro lugar que no era Malé. Fue cuando hice lo correcto, en vez de que me encuentren, yo subí y deje que me observaran. Ellos decían tantas cosas y comenzaron a golpearme. Estaba corriendo por todo el barco, cuando note una escoba y me puse a barrer. Ellos se reían y sabían que lo que formulaba, era que limpiaré el barco. Unos de ellos hablaba pasivamente con los otros, que guardaron sus espadas y me dejaron en el barco. En esos días me pase haciendo lo que pueda para sobrevivir, los griegos eran muy peligrosos, porque por cualquier cosa sabia que me iban a matar. Pero tenía un aliado, su nombre era o es Gustav, me enseño algo del idioma griego, era explorador y tenía un diario donde pintaba todo lo que veía, le ayudaba con algunas criaturas, y él se sorprendía con todo lo que sabía. "

    Katizi
    "Y tus amigos, los que estaban en esa caja de madera?."

    Nivek
    "Bajaba lo más que podía, a darles agua de beber en una cantina, y algunas frutas que todavía quedaban, sin embargo, sospechaban que yo me las estaba comiendo todas, porque la cantidad no calculaba, ya que tenía que darle de comer a ellos. Me golpeaban cada vez que la bodega sé veia más vacía. Unos días pasaron, y en una madrugada estaba con Gustav, en lo que le leía algunas aves, él esta vez tenía su mirada de preocupación."

    Gustav
    Nivek, desde que pises tierra te mataran, saltaras del barco y te irás lo más lejos de aquí, eres turco y aquí eres condenado desde que toque tierra, son nuestros enemigos. "

    El sonido de tierra me hace brincar, y es que anuncia que se aproxima, puedo mirar por las aperturas del barco una distancia que puedo nadar, sin decirle adiós a Gustav corro desesperado a buscar a mis amigos. Al llegar les menciono que rompan la puerta, ellos las patean y la puerta de la caja cae, ellos me miran asustado, detrás de mí un soldado griego nota lo que está pasando, saca su espada y es cuando agarro la espada y los otros 8 se tiran contra él provocando que caiga al piso. Trato lo más fuerte de agarrarle el brazo, pero él se escapa de mí y le traspasa a unos de mis amigos la espada. Le muerdo la mano y el suelta la espada, agarro la espada y la rempujo en su cuello lo más que pueda. Él agoniza en el poso de sangre, dándole patadas a todo lo que se le acerca asta quedar muerto con la espada clavada en el cuello. Al mirar atrás, mis amigos lloran por el que murió apuñalado, le aviso que es el tiempo de abandonar el barco".

    Katizi
    "De seguro te dolió ver a tu amigo muerto."

    Nivek traga profundo con ojos lagrimosos.

    Nivek
    "Todos subimos a lo más arriba del barco para escapar, los soldados notaron nuestra presencia, y es cuando me tire al agua. No sabía que había pasado con mis amigos, escuché tres chapuzones y me dije que tres escaparon. Flechas y más flechas se sentía por todos lados. Y trate lo más que pueda sumergirme en el agua, como era todavía de noche, no notaban mucho donde estaba. Agotado y sin aire, llegue a la costa, y empecé a correr, sin mirar atrás escuche el grito de unos de mis amigos, mientras que alguien me perseguía, entre al bosque trate lo más que pueda de perderme. El bosque estaba oscuro y tropezó con una rama, al caer un hombre con una capa marrón, cubriendo su cabeza y una soga en su cintura hace su presencia. Él me arrastra hacia un árbol, y se esconde en otro. Al pasar el soldado, el individuo de la capa marrón le clava un puñal en el costado, rempujándolo más y más tapándole la boca. Asustado, me quede mirando lo que estaba pasando, y es cuando él tira a mis pies el puñal con la cruz del santificado."

    Katizi
    "Entonces ya sabemos el origen de tu puñal."

    Nivek
    "El miedo insistió que corriera, asta llegar la mañana estaba agotado y asustado, y fue cuando encontré una cueva, agarro un par de hojas y ramas y hago fuego como mi padre me enseño. Entro con varias ramas de fuego en la cueva, alumbrando lo más que pueda para encontrar un lugar donde quedarme, entrando más y más profundo de la cueva todo espacio se ponía más pequeño, rocas y rocas cortaban mis plantas de mis pies. Y es cuando se apagó el fuego que llevaba en las ramas, al dejarla caer. Me quede dormido por algunos días, y al explorar donde estaba, solo escuchaba el mar. Cuidadosa me acerqué a donde había llegado, y todo estaba como si nada había pasado. Al mirar hacia atrás, el individuo que me ayudó se encontraba cerca del bosque, en medio de los árboles, con un manto verde en sus manos y un pedazo de pan y una salsa dulce, es cuando corro y comenzó a comer como animal, sin pensar si él me podía matar. Ninguna palabra le salía, nada más miraba el alrededor con sus manos atrás. Unas sandalias estaban en otro lado, y una jarra de agua que la bebi con desesperación."

    Katizi
    "Quien es el hombre, el que te ayudo?"

    Cesarus Achilles
    "Soy Cesarus Aquilles, monje de Grecia, te seguí asta la cueva, as dormidos unos buenos días, sabía que tendrías hambre."

    Nivek
    "Césares es su nombre, me contó que mis amigos fueron ejecutados por orden de la reina, por traidores que entraron a Grecia sin su permiso, y por matar a un soldado de la Grecia real. Mi furia escaló a otro nivel, y le grité a Cesarus muchas veces que a donde está el castillo, me dijo donde estaba y seguí mi camino hacia mi venganza, que me tomo algunos años porque según me andaban buscando, entre cuevas, árboles y la soledad, viví todos estos años, pero fue el dolor de que mataran a mis amigos que se disparó un día, y tome la decisión de matar a la reina".

    Katizi
    "Por primera vez estoy de tu lado, porque así como atentaste con ella, así como hice lo posible para darle fin a su vida. Crees que mi encuentro contigo cerca del castillo fue porque buscaba comida?. Que bueno que te entiendo Nivek, ahora me entenderás tú a mí.

    Continuara....El Cordero
     
    #7
    Última modificación: 1 de Diciembre de 2021
  8. Antonio Liz

    Antonio Liz Poeta recién llegado

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    Continuacion.... El Zumbido de Nivek


    El Cordero

    Muy de mañana en un lugar del bosque, rodeado por árboles y verdoso pasto, se encuentra un lago natural, el agua cristalina es visible, pura y necesaria para los animales que los rodean. Los árboles rodean todo el lago, que está cubierto por los árboles que están alrededor, un sitio específico como si alguien ya lo había conocido. Protegido por los árboles, que se requiere un pequeño descenso para llegar al lago, como si fuese un agujero ancho que hace que el lago este como si estuvieras bajando una colina, al estar cerca del agua, si miras hacia atrás, notas los árboles que están más arriba. Serra se encuentra arriba de unos de los árboles, mirando todo alrededor, preparada para reportar si visualiza un enemigo en algunas millas, para darle tiempo a avisar si el peligro se aproxima.

    En el lago Miera limpia las heridas de Molava, con gesto de dolor tratando de ocultar el roce del agua con sus heridas. Marcas en sus hombres, causa del escudero de pecho, que se encuentra tirado en la tierra con manchas de sangre seca. Molava se encuentra sentada en la orilla del lago, mientras que Miera con sus pequeñas manos limpia las heridas. Con su cara golpeada y todavía hinchada, Molava se queja más de la herida de su espalda , donde la espada rasgó su el . Ella sé echa agua en su cabeza, que tiene golpes y moretones.

    Serra, llega bajando de los árboles y corre hacia donde Molava y Miera.

    Serra
    "Tenías razón, ellos se dirigen hacia el bosque muerto, mire unos caballos para ese lado, pero llegarán a aquí rápido".

    Molava sigue limpiando sus heridas, y cierra sus ojos indicando mucho dolor. Serra nota las heridas de la espalda de Molava, ya que su vestimenta está rasgada.

    Serra
    "Debemos desinfectar tu herida, ni plantas ni nada del bosque nos ayudará, porque tu herida esta sucia y necesita cuidado desde el comienzo, la infección puede matarte"

    Miera
    "Solo tenemos el bosque a nuestro alrededor, con esto debemos de trabar para ayudarla, no tenemos otra opción."

    Serra
    " Podemos tratar, no obstante, ya la infección está presente, debemos buscar algo que la corte de mal manera, las plantas ayudaran, y asta la pueden curar, sin embargo no en el tiempo requerido."

    Molava deja de limpiarse sus heridas, y se da la vuelta, mira a Serra con curiosidad.

    Molava
    "Eres Doctor o la perra del sacerdote?, nada más te he visto andar detrás de él, con tu rabo entre las piernas pecosa."

    Serra se sorprende al escuchar a Molava, que se da cuenta ella no confia, Serra abre su boca sorprendida, pero una sola palabra no sale de su boca. Molava sale del lago y mira el contenido del saco del soldado que ella había matado, encuentra una daga completamente negra, 4 manzanas, una cuchara y un cinturón romano. Molava se pone el cinturón donde se engancha la espada y la daga.

    Miera
    "Ellas nos dio su protección a mí y a Zatis."

    Molava agarra las cuatros manzanas, y unas lágrimas comienzan a bajar de su rostro por la muerte de Zatis. Sin mirar a Serra y Miera, ella arroja dos manzanas cerca de ellas, Sierra la recoge la lleva al lago para lavarlas, le entrega una Miera y empieza a masticar la de ella. Molava nota el gesto de Serra, Molava se sienta en el pasto y mira a Sierra.

    Molava
    "Únicamente aquellos que no quieren ejecutar hacen lo que hiciste, te crees diferente a nosotras.?"

    Serra la mira con curiosidad.

    Serra
    "Solo, quiero comerme mi manzana."

    Molava
    "Ves este campo verde, te preguntarás tu misma, el porqué esta verde todavía como si el otoño no le ha hecho nada, asta pueda ser que te dirás a ti misma que no conoces esta tierra, que talvez de donde viniste sería más regular a lo as visto, entonces tú con tus dudas solamente quiere decir una cosa, que si no sabes por qué las cosas no se ven como de donde vienes, no tienes que estar aquí."

    Serra come su manzana en silencio sin mirar a Molava, Molava se levanta del pasto y se acerca a ella.

    Molava
    "A ver chica pecosa, cuentame algo que no hallan dicho."

    Serra
    "Me gusta mucho la leche de oveja, mi mamá siempre mencionaba que tendría que tener un marido que tenga muchas ovejas, el cielo algunas veces creo que juega conmigo, porque asta ovejas observo, pero también puercos y hadas. Sé que mi imaginación vuela, así me expresaba mi padre, y yo nunca deje de pensarle, porque al mirar el cielo observaba todas esas cosas pero…

    Serra se queda callada al enterarse de que está hablando mucho.
    Molava sacude su cabeza de lado a lado, y mira a Miera.

    Miera
    "Ella no se da cuenta cuando habla mucho Molava".

    Molava
    "Oh si?, que tal si le doy uso a la nueva daga y te corto la lengua."

    Serra mira a Molava con pánico, que come dos manzanas a la misma vez. Molava se camina a donde esta Miera, y recoge él escudero que lo pone en el lago para que se hunda dentro del agua.

    Molava
    "Debemos marcharnos, no podemos quedarnos aquí, nos mantendremos cerca de los árboles, cubriéndonos en ellos, si chocamos con un camino llano entonces esperen que yo salga y que les diga que vengan"

    Mientras caminan todo el camino, de árbol a árbol para no ser vistas, Molava va al frente, sintiendo la tierra y dirigiendo los pasos. Herida, y quejándose cada paso, ella sigue sin mirar atrás. Miera y Serra notan su sufrimiento.

    Serra
    "Necesitamos ayudarla, aceite caliente es necesario para la infección, algo que vuelva la herida seca, si no morirá en algunos días."

    Miera
    "Como sabes esas cosas"?

    Serra
    "Mi padre curaba a los heridos cuando ayudaba al sacerdote, también usaban algo fuerte que toman, y lo rociaban en las heridas, mi padre tomaba de eso y se volvía dormilón y torpe."

    Miera
    "Entonces tú padre ayudaba al sacerdote, quiere decir que tu padre talvez conoció a la reina".

    Serra se queda pasmada en el camino, Miera la mira y también detiene sus pasos. Unos diez pasos después, Molava nota que las dos no caminan, Molava retrocede y se acerca a Miera, Molava después concentra su mirada hacia Serra, que se queda pasmada como si ha visto un fantasma.

    Serra
    "Creo que sea mejor que les cuente algo."

    Molava encuentra extraño el comportamiento, pero prosigue caminando y es cuando Miera la sigue.

    Molava
    "Que será lo que quieres contar, es mejor que continúes antes de que te deje que te maten.

    Serra empieza a caminar detrás de ellos, y se agarra la frente de forma tratando de manifestar las cosas como son.

    Serra
    "Me llamo Serra Sabatis....

    Molava
    "Y yo el lobo que te va a devorar si no dejas las estupideces."

    Serra aterrorizadas mira para todos los lados y trata de controlarse. Ella respira fuertemente.

    Serra
    "Mi padre fue asistente del sacerdote mientras yo fui unas de las damas reales de la reina."

    Sierra cierra sus ojos esperándo lo peor. Molava se detiene, Miera se echa a un lado, Molava saca su espada y camina rápidamente hacia Serra, Sierra empieza a gritarle a Molava...

    Serra
    "No. no me mates, si me matas ami estarás matando a Miera también quien es sangre de real."

    Miera se le acerca rápidamente y le dice que lo que dice Serra es la verdad.

    Miera
    "Ekatulia se lo expresó a ella, yo la escuché, no sé si es verdad o es mentira, pero Ekarulia le declaró antes de que se quemara."

    Molava
    "Imposible, Katizi es tu madre, crecí con ustedes conociéndolas madre e hija."

    Miera
    "No Molava, Ekatullia le mencionó a Katizi que se hiciera que era madre mía, algo que talvez Katizi entiende, Katizi me contó hace poco tiempo, era un secreto."

    Molava
    "Secreto que yo no lo tenía que saber verdad?, eres como mi hija, y entre tú y Katizi no tenían confianza."

    Miera
    "Te quiero como mi madre al igual que Katizi, pero eso lo tendrás que preguntar a ella."

    A unos 10 pasos esta Sierra con mucho miedo. Molava se acerca mientras ella se aplasta y pone sus dos manos en la cabeza. Molava mira y pone su espada de en su cinturón.

    Molava
    "Camina frente a nosotros, y píntame tu historia a mi agrado para no matarte".

    Serra
    "No puedo caminar en el frente, no sé que se aproxima, tú sabes con tus cosas de manos en la tierra, tengo miedo, y si algo me hace frente?

    Molava
    "Tus pedazos de tu cuerpo y tu sangre nos dará la buena señal que no podemos seguir por ahí."

    Serra camina aterrorizada y llorando al escuchar lo que Molava le ha dicho.

    Molava
    "Algo no está bien, algo anda mal."

    Miera
    "No es mala gente, creo que esta más perdida que nosotros en este mundo."

    Molava
    "No me refiero a la pecosa, por mí ella la pueden encontrar, hablo de que no nos han encontrado, y que estan haciendo todo lo contrario, están despistados, no están sus cabales digamos."

    Miera
    "Pero es bueno , manifiesto yo."

    Molava
    "Muy bueno para ser cierto".

    Miera
    "Nos pasamos corriendo toda la noche sin descansar, mientras ellos atendían al fuego, considero que nos adelantamos demasiados, además cubrimos todas nuestras huellas y cruzamos varios lagos."

    Molava
    "Sus caballos hacen de nuestra agitada noche una hora de diferencia, algo no está bien Miera, ve a la izquierda, busca un árbol treparte.

    Miera escoge su izquierda y se pone en busca en el árbol más alto, Serra mira hacia atrás, y se da cuenta lo que está pasando.

    Serra
    "Es muy pequeña para coger el riesgo que la maten."

    Molava
    "Y tu muy estúpida para no callarte tu boca."

    Serra camina sin responder, sin nada que decir, prosigue caminando con mente de que en cualquier momento puede ser asesinada.

    Molava
    "Como es que una Dama de la reina está ahora siendo fugitiva en el bosque.

    Serra
    "La reina un día vino disgustada, ese día que según la trataron dé matar , trate de ayudarla, y me golpeo, ese fue el día que me votó del castillo a mi suerte.

    Molava
    "Wao, estaba de buen humor, porque según todo lo que no es de su agrado llega a la muerte, dichosa eres, si acaso dices la verdad. Pero noto algo en ti, si te golpeo fue para matarte, porque aunque tu golpe en tu ojo casi no es muy visible, esos moretones en tu cuerpo son notables. Más en tu boca, que ahora casi es verde oscuro, tan severa fue su ataque?

    Serra trata de componer sus lágrimas, aunque Molava no la puede ver, ella nota como su cuello se encoge cuando está llorando.

    Molava
    "Si no me equivoco, después de que te golpearon, vino algo peor, lo que cuenta es que estas viva para sí quieres contar, no me interesa tus historias, solo quiero saber el porqué andabas con el sacerdote."

    Serra
    "Se llama Milan, y no es lo que crees".

    Molava
    "Si lo note, esa compasión que tiene por ser sacerdote".

    Serra
    "Según soy su asistente, pero también tiene un plan para mí, no sé si es un plan bueno o malo. Puedo decir que de alguna manera salvo mi vida, y de otra me quiere matar de nuevo, pero todo es por él según favor que le debe a mi padre. "

    Molava
    "Prefiero estar muerta antes de que un sacerdote así se preocupe por mí".

    Serra
    "El hombre con la cicatriz en el labio se llama Freniud, casi me mató, y me hizo muchas cosas fuera del cristianismo antes de matarme, yo no soy pura y me avergüenzo."

    Molava
    "De ese animal no me sorprende nada, eso ganas por ser parte de esa gente."

    Serra se da la vuelta, y esta vez mira a Molava con mucha furia.

    Serra
    "Nunca quise ser parte de nadie, vivía bien en mi aldea con mi madre, mi padre venía de vez en cuando, y fue por la muerte de mi madre que me llevaron a tan frío lugar. Extraño las aves del campo, las ovejas del ganado, mis amigos, y todo lo que era mi pequeño hogar. Me educaron y me dieron otra identidad, según para que sea una buena dama real, y sabes lo que gane con todo eso?, andar con una ropa desgarrada y este manto que representa un mantel de mesa, acaso crees que elegí esa vida dime tú?."

    Molava se acerca a Serra, que se aplasta con sus manos en la cabeza. Molava se sienta en la tierra frente a Serra, le agarra las dos manos, bajándolas para que ella se vea cara a cara con ella.

    Molava
    "Mírame bien Pecosa, que vez en mí, que notas, soy mujer verdad, pero háblame de mí , exprésame que vez."

    Sierra asombrada, comienza a mirar a Molava, mientras que Molava no desvía su mirada.

    Serra
    "Contemplo una mujer de algunos 30 años, furiosa, con un corazón lleno de fuego, que arde a cada instante. Tiene una inquietud toda su vida y esa inquietud la hace quien es.

    Molava
    "Bien, y ahora que vez , antes de mis heridas en mi cara, no obstante, en un mundo diferente, y también en un momento donde estabas en tu aldea feliz, imagínate como seria yo, mírame de esa manera.

    Serra nuevamente analiza el rostro de Molava.

    Serra
    "Una mujer hermosa, de campo, con inocencia de valles, hermoso pelo color oro, corazón inocente y puro , unos 25 años.

    Moleva se le levanta de la tierra, y empieza a arreglarse su cinturón, camina hacia adelante, mientras que Serra la sigue.

    Molava
    "24, y sí, soy de una aldea humilde".

    En el campamento de los soldados, Milan se encuentra mirando todo lo que se ha quemado. Muchas tiendas quemadas, y muertos calcinados. El humo sigue insistiendo estar presente, y Milan con cara seria, trata de entender lo ocurrido. Frenieud se acerca a Milan, que por su parentesco a tratado toda la noche de poner las cosas en orden, ya que su cara está casi oscura de humo del fuego.

    Freniud
    "No sé por qué, pero creo que he visto cosas más desagradables que estas, los cuerpos quemados, todo este humo que apagamos a pura tierra, y tu cara de asombro. Sin embargo, de todas estas cosas me llama la atención como una persona consumida por el fuego , camina todo este lado, con flechas atravesando su cuerpo, y llega hacia lo más lejos sin detenerse."

    Milan
    "Si quieres que te explique el porqué la bruja cargaba el fuego, no tengo tiempo de contarte cuentos de hadas Frenieud. Pero si quieres explicarme lo que está pasando, después de esta tragedia, entonces soy todo oído."

    Freniud entra a la carpa de Milan, coge un poco de agua y se lava la cara, regresa donde Milán, que se encuentra mirando todo el daño causado por el incendio.

    Freniud
    "Muchos caballos salieron corriendo en la noche, Kletus anda detrás de ellos, mientras que ala misma vez busca a los fugitivos. Muchos están heridos, quemaduras leves, sin embargo, que tienen que ser atendidas. Nuestras municiones están disminuidas, poca comida para los que quedamos."

    Milan
    "Necesitó saber con cuantos soldados y caballos cuento en total".

    Freniud
    "Si es para tu misión, solo puedo darte 10, necesito los otros para qué se pueden atender los heridos y también para que lo protejan."

    Milan baja su cabeza, y aprietas sus dientes de forma de furia.

    Milan
    "Mandaste a Kletus a buscar los fugitivos o los caballos?."

    Freniud
    "Las dos cosas, tengo solamente una unidad de 20 solados con Kletus buscando los caballos y buscando los fugitivos, no puedo emprender a ayudarlo por todo esto que es obvio que es tu culpa."

    Milan
    "Así como quieres saber como la bruja hizo lo que presenciaste, así de increíble son estas cosas que pasan, no tengo la culpa de algo que tú no puedes entender, si no lo entiendes es porque se sale de tus manos."

    Freniud
    "Te equivocas, no me interesa su cuento de hadas como dice, pero si entiendo algo, que si esos fugitivos no aparecen, será su cabeza que tendré que llevarle a la hermana de la reina en un plato. Mejor coja su rosario y ore que Kletus los encuentre. De 50 solados estamos con 30 que son útiles, con menos caballos, con una asesina suelta, y una ejecución de una bruja que no podrá llevar al palacio. Creo que sería mejor que ponga a Kletus en la cruz cuando ore su rosario, porque seria de el que tendrá que esperar un milagro."

    Freniud camina alejándose de Milán sin esperar respuesta, en lo que camina resita una clase de oración, "Oh grandioso Kletus tú que todavía no estas en el cielo, sea tu nombre bríndanos a los fugitivos amén, al terminar él se ríe a carcasas burlándose de Milan

    Caminado el bosque, Serra y Molava mantienen el silencio y la distancia, mientras que esta vez Serra sigue a Molava, las dos cuidan cada paso por si una sorpresa les pasa. Un sonido de un pájaro despierta el silencio, y Molava cuidadosa mente deja de caminar para escuchar.

    Serra
    "Es un Sinsonte, es un pájaro de muchas voces, pero porque....

    Molava hace seña con su dedo a Serra que guarde silencio, de la misma vez Molava espera algo que no llega a sus oídos. Otro sonido parecido al sinsonte se escucha.

    Molava
    "Sacas tus piernas que tenemos que correr",

    Ellas corren desesperadas, Miera baja de un árbol y se pone de lado a lado a Molava que también corre a su ritmo.

    Miera
    "El caballo viene detrás de nosotros, esta sin jinete, sin nadie quien lo guie, parece que le viene corriendo a algo."

    Molava , Miera y Serra corren rápidamente y es cuando miran al caballo de lejos que vienen detrás de ellas.

    Molava
    "Sube a un árbol, yo me encargo de pecosa."

    Miera sube un árbol y se pierde entre las ramas y hojas. Molava ayuda a Serra a Subir un árbol, pero Serra no sube lo suficiente para que no la vean, ya que no está acostumbrada. Al escuchar otro sonido de otra ave, Molava comienza a preocuparse.

    Molava
    "Apúrate pecosa, los griegos andan atrás del caballo."

    El caballo se acerca cada vez más rápido hacia donde Molava, ella arranca una rama y le hace frente al caballo que se para en dos patas al contemplar a Molava , el caballo se devuelve y Molava se esconde detrás de un árbol. Y le señala a Serra que se baje y se esconda detrás del árbol. Serra se cae , y al caer agarra su cintura indicando dolor, ella se arrastra detrás de un árbol. Molata nota de lejos como el caballo sigue por otro camino y los soldados que toman el mismo camino para seguir al caballo. Unos minutos han pasado, y es cuando Molava siente la tierra con su mano, ella hace otro sonido de una ave, y es cuando Miera hace otro sonido. Molava se queda pasmada detrás del árbol, mientras que Serra mira a Molava aterrorizada y llorando agarrándose la cintura de un lado. Unos minutos después el sonido de otra ave llega a los odios de Molava, esta vez Molava se acerca a Serra que tiene un moretón rojo en la cintura. Miera llega, y se acerca a Molava.

    Miera
    "Siguieron al caballo, y creo que no duraran mucho para agarrarlo, el caballo cruzo un lago y eso lo detienen a ellos un poco, dándonos más tiempo."

    Molava
    "Debemos buscar un lugar, donde quedarnos..."

    Molava cae de rodillas y agoniza de dolor, Serra nota la espalda.

    Serra
    "Necesitamos algo que corte la infección, no puedes seguir así"."

    Miera
    "Observe una casa cruzando el camino libre del bosque, pienso que está abandonada, los soldados vinieron de allá, puede ser que ya Allan inspeccionado ese lado, talvez encontramos algo ahí, es la mejor opción ahora mismo."

    Serra y Miera ayudan a Molava a caminar, la agarra por cada brazo, mientras que Molava trata de caminar lo más que pueda. Unos minutos han pasado y el camino de bosque ahora llega a una clase de carretera. Las tres se esconden entre los árboles, la carretera está bajando una colina, donde el pasto separa la carretera que es de pura tierra colorada. Antes de bajar ellas asechan bien, evitando gente, hombres en caballos, carruajes y todo lo que parezca tránsito.

    Miera
    "Al cruzar, nos iremos detrás de esos árboles, de ahí tenemos que ver la casa que te había dicho, está justamente cerca de este corrido. La chimenea es de ladrillos, por eso note que es una casa, más adelante encontraras un lugar rocoso, como que si la casa fue hecha de la misma roca."

    Molava
    "Te quedarás en el bosque, yo y pecosa miraremos que se encuentra ahí."

    Las tres corren hacia el otro lado, y al entrar al bosque Molava bruscamente agarra a las dos y la arrastra detrás de un árbol. Sin idea que está pasando Miera y Serra miran a Molava, Molava apunta hacia la casa. Una anciana, con sombrero de plumas y vestido de color crema, camina hacia la casa. Ellas esperen que entren.

    Molava
    "Por lo que siento, la casa no está abandonada, pecosa es hora que uses tus modales de castillo, necesitamos cosas que nos ayuden."

    Serra
    "Me niego a robar, no me criaron así, tengo la moral."

    Molava la agarra por un brazo, y Serra se suelta de ella y cruza los brazos.

    Molava
    "Nada pasará si haces lo que tienes que hacer".

    Serra
    "Si quieres que hagas las cosas será a mi manera o nada, por algo me pides ayuda".

    Miera mira a Molava indicándole que es la mejor idea, es cuando nuevamente Miera se desaparece en el bosque.

    Molava
    "Bien, y que planea su majestad."

    Serra
    "Deja la espada y el cinturón, puedes traer la daga, solo hablaras cuando te diga que hables y trataras de no poner una cara de disgusto, yo por un lado te presentaré como mi madre, y dirás que buscas ayuda, que no tengo nada que comer".

    Molava la mira como si estuviera perdida, ella camina con todo cinturón y espada hacia la casa de la anciana, llevándose a Serra de un brazo.

    Serra
    "Que haces, esto no fue lo que hablamos."

    Molava
    "Se me olvidaba lo tanto hablas, quiero evitar una conversación de ti y la anciana que nos lleve 10 años."

    Al acercarse, una casa hecha de rocas y ladrillos hace su presencia. Se nota como si unos ladrillos y rocas fueron depositados para una construcción. Es muy notable como algunas piedras ruedan por la sensibilidad del viento. La chimenea es lo único perfecto, como si empiezan construirla empezando por la chimenea, ya que los ladrillos están en perfectas condiciones como si fuesen nuevos. Varias matas olivos rodean la casa, donde las ramas y los olivos descansan en el techo rocoso. La puerta es de madera, pero doblada de un lado, telas de ropa cubren una ventana que consiste en un agujero hecho de rocas. La anciana sale y se queda parada en el frente, en lo cercano es notable que sus ojos no tiene pupilas, y su blanco es notable, en menos de 5 segundos ella cierra los ojos.

    Anciana
    "Quien anda ahí?, puedo sentir sus pasos, soy una mujer ciega y frágil, cojan lo que quieran y vallense."

    Serra
    "Señora, ando perdida, me caí del carruaje de mi Dama sin embargo, sé donde ir, solo quiero un poco de comida.

    Anciana
    "Como te caíste?"

    Serra
    "Mi Dama no me deja sentarme con ella, tengo que sentarme fuera del carruaje con el que guía los caballos, él me odia y me tiro fuera del carruaje."

    Molava mira a Sierra en asombro a la mentira, Molava agarra su espada.

    Anciana
    "Tengo una sopa de olivo que hice esta mañana, vamos entra."

    La anciana entra a su casa, mientras que Molava agarra nuevamente a Serra de un brazo.

    Molava
    "Es la peor mentira que he escuchado en mi miserable vida, pero también es la anciana más torpe que me he encontrado, pregúntale si es tu abuela porque creo que piensa como tu pecosa."

    Serra camina hacia la casa, pero nota que Molava se queda atrás.

    Serra
    "Que pasa?, vamos, ella es ciega, e inocente.

    Molava
    "Algo no anda bien por aquí, debo quedarme, si entramos los dos por lo menos uno puede escapar, no sé que me espera detrás de esa puerta"."

    Serra pone sus manos en la cintura y mira al cielo lista para llorar.

    Serra
    "Entonces estás preparada para que sea carnada de nuevo, acaso así me miras, como un objeto de la vida que solo tratas de usarlo para tu preferencia. Y yo, y yo, lo que me espera ahí dentro que será, si es algo malo, si algo que acabara con mi vida no te importa verdad?."

    Molava
    "Te hundiste en tu propia mentira, dijiste que andabas sola, deja tu preocupación, dices que es ciega e inocente, estaré cerca de ti por fuera de la casa, es mejor por si alguien se acerca no crees?.

    Molava le da vuelta a la casa, mientras que Serra sigue su camino hacia la puerta. Al entrar ella ve piedras por todos lados, como si el piso fuese también un camino lleno de piedras. Una mesa grande de madera cuadrada, dos barriles de vino acostados al lado de la mesa, haciendo el papel de sillas. Mientras que una silla de madera se encuentra por la única ventana, es ahí donde Serra va y abre un poco la tela para mirar donde esta Molava.

    Anciana
    "Aquí ahí un poco de sopa de aceitunas hija mía, esta fría, pero si quiere la caliento un poco."

    Serra toma la taza de losa y la cuchara, y esta vez le dice que la quiera caliente, para tener más tiempo. Serra sigue la anciana hacia lo que es la cocina, y es cuando nota lo que se le llama un fogón prendido con leña bien cortada, y es donde la anciana pone la taza para que se caliente.

    Serra
    "Vive sola usted, o acaso alguien más vive aquí".

    Anciana
    "Vivo con mi nieta, ven, te voy a enseñar"

    Serra sigue a la anciana que se agarra de las paredes de tierra como tocando algo conocido, ella toca una madera que estaba recostada de la pared, y en la pared existe un gigante agujero, donde ella se pone de rodillas y gatea como un animal de cuatro patas. Al entrar la anciana le menciona a Serra que entre. Serra asustada trata de calmar sus nervios y es cuando Molava aparece y comienza a comerse la sopa de Aceitunas.

    Serra
    "Me quedaré aquí señora, me duele la espalda del golpe al caer."

    Un sonido como si arrastraran a una persona suena en el agujero, y es cuando se escucha la anciana quejándose, al salir la anciana lleva una soga en su mano, y al jalar y jalar saca de adentro lo que se parece un ser humano amarrado de la cintura con una soga. Una muchacha con los pies y las manos torcidas, babeando todo su cuerpo, solo una bata blanca y sucia la acompaña. Su pelo es negro sucio, sus ojos negros no se dan cuenta de que estamos presente y comienza a sonreír.

    Anciana
    "Ella es mi nieta, Kilkiy, no habla y menos escucha, Dios se la dio así ami hija que falleció hace un tiempo. La tengo amarrada en ese agujero porque según es peligro para los que están afuera, tiene sus momentos de violencia, y yo ya estoy muy bien para esto. Hija mía, si vez que no abro los ojos es porque no quiero asustarte con mis ojos sin pupilas, nací de esta manera, ciega desde mi primer día de vida".

    Molava escucha todo detrás de las paredes de la cocina, se asoma de vez en cuando para ver lo que está pasando. Molava mira al techo que se está cayendo, cada agujero que se encuentra se nota la arena que cae al despegarse de las rocas, y las ramas de las matas de olivos entran por todos lados. Molava se acerca le pasa lo que queda de la sopa a Serra, quela bebe cuidadosamente, mientras que la anciana le da de comer a su nieta.

    Serra
    "Vive de hace mucho aquí me imagino."

    Anciana
    " Unos 30 años, antes vivía en Athens, pero mi madre nació por estos lados y prefiero estar aquí, la familia es todo."

    Serra
    "Como atiende a su hija, sola ciega y desamparada, tiene algún familiar por aquí".

    Anciana
    "No, no tengo a nadie, todas las mañana me voy a pedir en el pueblo que está cerca de aquí. Muchas de las veces me quedo en medio del camino, y espero quien pasa."

    Mientras la noche ha llegado, Molava sentada en el piso rocoso empieza a limpiar su espada, dándole brillo con su propia ropa. Ella busca su reflejo en ella, y al no verlo comienza a darle brillo, así como si fuese un espejo. La única luz de la casa es el fogón que sigue prendido, y es cuando Molava con su inquietud de sentir la espada como un espejo sigue tratando de darle más brillo. Ella refleja a Serra y a la anciana, y sonríe por lograrlo.

    Anciana
    "Mi casa era bella, me la han destruido tres veces, si la notas abandonada es porque me ha dado trabajo subirla, ya mi cuerpo no aguanta el trabajo pesado, solo le tiro las piedras por arriba."

    Serra
    "Pero quien puede hacer todo esto y porque.?"

    Anciana
    Órdenes del castillo, no puedo pagar mis impuestos, y cuando vienen se aprovechan y se llevan todo, buscan sus martillos y comienzan a romperlo todo."

    Serra
    "Cobardes, infelices."

    La muchacha discapacitada comienza a toser, y es cuando vomita algo. Serra lo nota su se agacha para limpiarla. Mientras Molava todavía mantiene su vista con el reflejo de la espada, ella nota como las pupilas de la ancianan bajan de sus ojos para mirar a Serra que se queda de espalda y agachada. Molava entra con toda furia saca su espada y la pone en el cuello de la Anciana, Serra llama la atención de Molava, y al mirar para atrás la muchacha deshabilitada esta de pie con un cuchillo en la garganta de Serra.

    Kilkiy
    "La haces daño a la anciana y tu amiga muere."

    El sonido de un cuervo de lejos llama la atención de Molava, ya que Miera la alerta de algo que se aproxima.

    Molava
    "Los soldados, están aquí."

    Continuará....La Farra Real
     
    #8
  9. Antonio Liz

    Antonio Liz Poeta recién llegado

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    Continuacion...El Cordero


    La Farra Real

    En la habitación real la reina se encuentra acompañada de su hermana, Nora y algunas damas de la reina que bañan a Gigna. Aquella visita a los calabozos dejó a Gigna a acudir nuevamente a un baño y un nuevo vestido. Mientras las damas bañan a Gigna, la reina Grecia se asoma a la ventana mirando aquellos invitados esperados de esa noche. Los Turcos llegan al palacio, la vestimenta de pantalones anchos hasta los tobillos y sus camisas coloridas, rojas y moradas, le dan el color a una noche oscura.

    Unos 100 soldados acompañan el carruaje, donde la reina nota a aquel joven que sería su prometido bajando del carruaje. Grecia mira con mucha curiosidad todo lo que está pasando, ignorando la entrada del muchacho, su cultura la impresiona, ya que es la primera vez que se encuentra en presencia de un formal enemigo de su padre. Gigna se acerca a la ventana, que ahora tiene un vestido blanco, liso sin mangas y cuello redondo. Su pelo rubio suelto, con una tiara de oro que contiene un diamante en el centro.

    Grecia
    “Te ves fabulosa, y esa tiara es para ti, ya que tantos te gustan hermana.”

    Gigna
    “Gracias, aunque la verdad me siento ordinaria gracias a ti, ya que mi vestido de gala fue arruinado en tu jornada a ese lugar terrible.”

    Grecia
    “Llamas a unos de mi vestido ordinarios?, no puedo entregarte algo que me represente,reina solo es una”

    Gigna
    “Esta bien, disculpa que me queje, pero eso no era lo que tenía en mente hermana”.

    Grecia sigue su mirada hacia los turcos, su cultura fascina sus ojos, y se entretiene con todos sus gestos. Mientras que Gigna la acompaña en su visión, tratando de descifrar lo que ella está mirando.

    Gigna
    “Que ridículos son, vestidos, cargados de colores, no se puede esperar mucho de esa gente.

    Grecia
    “Te olvidas que esos ridículos son la razón de la paz, si no fuera por ellos estaríamos matándonos.

    Gigna
    Paz?, no me hagas reir hermana, si crees que esto es paz entonces quieres engañarme, pero recuerda que te conozco mas que la palma de mis manos.

    Nora se acerca a la ventana, ella se queda a unos paso de la reina, y con su cabeza al piso, empieza a darle un mensaje a la reina.

    Nora
    “Su majestad, me acaban de informar, que su presencia es requerida en la sala real.”

    Gigna
    “ Cómo es eso?, creí que de aquí íbamos al salón de baile,

    Grecia
    “ La formalidad es lo primero hermana mía, puedes esperarme en el salón de baile.”

    La reina sale de su cuarto mientras es acompañada por 10 guardias reales en dirección a la sala real. Con su vestido azul pálido y rosado, y su corona en la cabeza, ella pasea los pasillos del palacio. Al llegar a la entrada de la sala real ella nota a los turcos y al joven que sería su prometido, esperando cerca en las puertas de la sala. Los guardias abren la puerta y solo la reina entra en la sala. Los guardias cierran la puerta, y la reina camina hacia su silla, mientras que solo Gelio se encuentra en la sala a la izquierda de la silla. Al sentarse, Gelio a unos pasos se mantiene parado con su bastón, la reina hace señal que se siente y él se sienta en el escalón que conduce a la silla de la reina, a unos dos pasos de ella.

    Gelio
    “ Su majestad, los turcos han llegado con el joven y el representante del Sultan, ellos proponen hablar de los ajustes sobre la entrega de su padre en la frontera.”

    Grecia
    “ Será para otro día, hoy no pretendo estar aquí toda la noche, estoy aqui por el respeto de la presentación como debe de ser.”

    Gelio
    “Cómo diga su majestad, así será.”

    Grecia
    “ Como va la captura de el fugitivo.?”

    Gelio
    “Freniud, Milan y Keltus están trabajando en eso, ahora mismo han capturado una bruja y una asesina que andaba fugitiva.

    Grecia
    “Entonces han tenido suerte con todo menos el asunto de la reina, por lo menos en su camino han hecho algo correcto.”

    Grecia
    “¿Quién es la asesina?”

    Gelio
    “En aquel lugar que le llaman bosque muerto, se han encontrado varios cráneos y huesos, y algunos son soldados de vuestra majestad. Se le acusa porque según ella reside en ese dicho lugar. A la misma vez mató a unos de nuestros soldados en presencia de Milan.”

    Grecia
    “La bruja?”

    Gelio
    “Por orden de su hermana será ejecutada?

    Grecia
    “ Como dice”?

    Gelio
    “Su hermana mandó un mensajero que se lo comunicó a Milan.”

    La reina se queda pensando por unos segundos, su cara de sospecha es notable.

    Grecia
    “ No se ejecutará esa orden hasta que yo diga.

    Gelio
    “ Si mi majestad”

    Grecia
    “ Gelio, Freniud y Kletus con Milan, y Marcus cruzando el río Hadad, quien está a cargo del ejercito aqui en el castillo.”?

    Gelio
    “Capitan Angus Farro su majestad.”

    Grecia
    “Y porque no está aquí a mi derecha el capitán?

    Gelio
    “Le pedí que esperara afuera, tengo un asunto importante que hablar con su majestad”. Necesitamos que su majestad haga lo posible para mantener a los turcos con nosotros 1 día más de lo que acordamos.”

    Grecia
    “ Tres día en total entonces, y porque no le dices que se queden un dia mas.”?

    Gelio
    “Si, lo he gestionado, pero el representante del Sultan no quiere demorar mas y mantiene sus dos días su majestad.”

    Grecia
    Porque un dia mas anciano.?

    Gelio
    “Marcus necesita agruparse ya que algunos soldados se ahogaron en el río de Hadad al cruzar, una tormenta los sorprendió, y necesitamos tiempo para que Freniud llegue donde tiene que llegar su majestad.

    La reina se queda pensando, mirando a Gelio sin contestar, Gelio baja su cabeza. La reina comienza a mirar la noche por unas de las ventanas de la sala real. Su mirada vuelve a la realidad.

    Grecia
    “Bien, que pasen los turcos”.

    La guardia abre la puerta, Angus entra primero y hace su guardia a la derecha de la reina. Dos personajes turcos entran a la sala camino hacia la reina. Un joven de 18 años vestido con pantalones anchos blancos, una jaqueta roja y camisa blanca. El joven de pelo negro, lleva en su cabeza un gorro fez, quien se le nota lo nervioso por esta frente a la reina. Su mirada hacia el piso, no es lo suficiente para desviar el nerviosismo, ya que tiemblan sus manos que están de lado a lado. La otro persona es un hombre alto, con bigote largo y fino, pantalones anchos rojos , con una camisa blanca y chaleco morado, tambien lleva un gorro fez en su cabeza de color rojo.

    Gelio
    “Mi reina, el joven Basil Tekin, y el embajador de Turquía Asaf Omen.”

    Asaf
    “Su majestad, grato es estar en su presencia, soy el embajador de Turquía, mano derecha de El Sultan.”

    La reina fija su mirada en Asaf y le sonríe, después ella mira a Basil que sigue con su cabeza mirando al piso. La reina se levanta de la silla, camina hacia él, se para frente a él y le extiende su mano para que la bese.Basil nota la presencia de la reina, y besa su mano, la reina regresa a su silla.

    Asaf
    “Disculpe su majestad, el joven es muy tímido y a la misma vez muy emocionado por el honor de algún día convertirse en su esposo.

    Grecia
    “El honor es nuestro tenerlos aquí, lo más importante es mantener la paz, y gracias a ustedes estamos en buen camino.”

    Asaf
    “Su majestad habla muy bien de nosotros, el honor es de nuestro país tener la oportunidad de ser unido al suyo.”

    La reina sonríe brevemente, y su mirada ahora se enfoca en Gelio, que no tarda en reaccionar al ver la gestión de la reina.

    Gelio
    “La reina quiere estar en privado con Basil, acompañenme a la sala de baile, y así le puedo presentar algunos miembros importantes del castillo. La reina se reunirá con nosotros en el tiempo del banquete que se aproxima.”

    Todos salen de la sala real, mientras Basil todavía está parado guardando respeto en frente de la reina. La reina lo mira, pero al no presenciar contacto de mirada, ella decide sentarse en el escalón que está en frente de su silla.

    Grecia
    “Basil, entiendo que eres un poeta, que también escribes tus poesías.”

    Basil
    “ Su majestad, me gusta escribir, aunque para serle sincero no me gusta leer poesías de otros poetas.”

    Grecia
    “Entonces te aborrecen los libros y todos los poetas que lo escriben, si es así hemos comenzado bien, porque detesto los libros.”

    Basil sube su cabeza, y por primera vez mira a la reina, el apresura su paso y se sienta a su lado.

    Basil
    “ Si, me aburren, no se que escriben, me pierdo en sus letras, osea me gusta leer cosas que me interesan. Cortas y que sean a su punto, escribo mis propias poesías, aunque la verdad soy diferente, mi poesía no aburre a la gente.”

    Grecia
    “Acaso tienes un público que considera lo contrario a los otros poetas?

    Basil
    “ Si claro, para ellos soy un virtuoso en las letras”.

    Grecia
    “Y fuera del castillo, quien te considera virtuoso.?

    Basil
    “ Bueno, mmmm, buena pregunta”.

    Basil, trata de pensar cuidadosamente, pero no encuentra explicación. Mientras que la reina voltea su cara con una sonrisa de burla.

    Basil
    “No, creo que no soy tan especial fuera del castillo.”

    Grecia
    “Pues yo considero lo contrario, eres tu propio talento, y eso nadie te lo puede quitar.”

    Basil
    “Si, si, eso pienso de mí, estoy muy seguro que es así su majestad.”

    Grecia
    “Bien, demuéstrame que no estoy equivocada, recítame unos de tus fabulosos poemas.”

    Basil se levanta, y saca un pañuelo, se seca el sudor de la frente.

    Basil
    “Tengo un poema que lo escribí para su majestad, me tomó una semana, y estoy muy seguro que le gustara.”

    Grecia
    “Pues comience mi estimado Pir Abdal, se que de su boca solo saldrán maravillas.”

    Basil
    “Pir Abdal”.?

    Grecia
    “ Si, si, Pir Abdal”..

    Basil mira a la reina con una mirada de confusión, mientras que Grecia lo mira con una sonrisa, y se apaga al darse cuenta que Basil no sabe de que ella está hablando. La reina desvía su mirada a su izquierda con asombro.

    Grecia
    “Pir Abdal, fue un poeta famoso”.

    Basil
    “Ahhh, ok ok, perdon, me imagino que cuando nos casemos me enseñaras la cultura griega incluyendo a el grande de grecia Pir Abdal.”

    La reina sonríe, y se pone la mano en la boca, para que Basil no se de cuenta de que se ríe de él.

    Grecia
    “Pir Abdal, es turco, nació en turquía y murió en turquía”.

    Basil pone su gorro en el escalón, y pasa la mano por la cabeza, nervioso y sudando, mira hacia el techo, y le comenta a la reina.

    Basil
    “ Si, si, Pierre Abal….”

    Grecia
    “Pir Abdal.”

    Basil
    “Si ese mismo, mi padre tiene sus libros.”

    Grecia, trata de contener su sonrisa, baja su cabeza sonriendo levemente. Y su mirada se concentra en Basil.

    Grecia
    “Vamos poeta, dime el poema dedicado a tu reina.”

    Basil mira la ventana y comienza a murmurar algo, él fija su mirada en la reina.

    Basil
    “ Aquella luna me ama, aquel sol brilla, aquella estrella palpita y mi mirada enciende más mi ira. Una ira por tener la luna, el sol y las estrellas, porque sin ella el universo no proclama belleza. Me entero que ella es de más allá, más allá de los planetas y centellas que tratan de descubrir certeza. La amo hasta el final de lo más allá.

    Grecia con su sonrisa, se queda esperando más palabras, ella se da cuenta que Basil ya ha terminado. Sorprendida con lo corto que fue, abre su boca de sorpresa.

    Grecia
    “ Te tomo una semana escribir esto?

    Basil
    “ No su majestad, me tarde porque tenía que memorizarlo”.

    Grecia aprieta sus labios para contener su sonrisa, ella se levanta del escalón.

    Grecia
    “ Me gusto mucho, tengo que retirarme, el banquete va a comenzar, puedes venir conmigo.”

    Los guardias abren la puerta y los soldados la siguen, Angus se encuentra a su derecha, hombre alto, bien afeitado, pelo negro con corte militar, con su escudero puesto. La reina lo mira de arriba abajo, con sonrisa y curiosidad

    Grecia
    “Capitan Angus, desde cuando eres capitán, cosas que la reina no sabía.”

    Angus sonríe y sigue su paso sin mirar a la reina.

    Angus
    “Freniud, fue idea de Freniud, él sabe que soy muy amigo de la familia real desde la infancia, y tenía esa idea de que sería bueno tener a alguien en quien confiar.”

    Grecia
    “No sabia que animales de las selvas pueden ser domesticados.”

    Grecia espera la sonrisa de Angus que no dura en sonreír, Angus en ese momento mira hacia atrás.

    Angus
    “Perdón mi reina, pero creo que un gatito de clase se le ha perdido a su dueño”.

    Grecia sonríe y sus cachetes se ponen colorados.

    Grecia
    “ Es mi futuro marido, el que llevará los pantalones puestos y me hará respetarlo con mano de hierro.”

    Grecia trata de no reírse al mirar a Angus, pero una carcajada llama la atención de todos quienes la siguen. Ella se pone nuevamente sería y sigue caminando.

    Angus
    “Si él será su futuro marido, entonces yo soy el gran sultán de Turquía.

    La reina mira el techo en lo que camina e insiste en no reírse, Angus se adelanta y abre las puertas donde está el banquete real. Una mesa gigante, más recta que ancha, gigantes cortinas, y algunas 60 sillas la rodean, sin contar la de la reina que esta en el comienzo de la mesa. Su hermana está parada a la derecha de su silla, Mientras que Basil se sienta a la izquierda de la reina, Asaf está sentado al lado de Basil, y el General Satah de turquía al lado de Asaf, hombre calvo y barba negra corta, que no muestra interés por estar presente. Las otras sillas están ocupadas por miembros del castillo. Agnus nota a Gigna, y la mira con mucha sorpresa, la reina se sienta, y todos toman asiento mientras que los sirvientes sirven el banquete.

    Gigna
    “ Hermana, este cretino soldado me mira mucho, acaso le recuerdo a alguien.”

    Grecia
    “ Es Agnus, creo que dejaste tu mente en tu palacio.”

    Gigna se sorprende y mira a Agnus con sonrisa.

    Gigna
    “ Que bello estas, mira que te queda bien ser soldado, no lo sabia, estas lindo.”

    Agnus afirma con su cabeza sin decir ni una palabra, él sonríe mientras que Agnus trata de disimular para mantener su respeto a las damas reales. Gigna se acerca a Grecia.

    Gigna
    “ Angus siempre ha estado aquí?”

    Grecia
    “Lo mandé a buscar, estaba en Romania, y quise que se quedara aquí, es bueno tener amigos de verdad cuando tienes más enemigos”.

    Gigna
    “Pero y su familia, su esposa e hijos, osea para que también estén cerca de él verdad”?

    Grecia mira a Gigna con sorpresa y curiosidad.

    Grecia
    “La respuesta es “no” hermana, no se si tiene esposa o hijos, pero está aquí mismo, se lo puedes preguntar.”

    Gigna nota a Basil, y a Asaf que la miran con curiosidad.

    Grecia
    “ Que mal me siento con ustedes, mis excusas, ella es mi hermana Gigna, la consentida de mi padre, Gigna el embajador Asaf y Basil, mi prometido.”

    Gigna mira con sorpresa a Basil, y trata de disimular algo que le incomoda, ella toma una copa de vino y le da la señal de brindis a su honor.

    Asaf
    “Usted es la esposa del Romano si no me equivoco mi dama.”

    Gigna se le derrama un poco de vino en el vestido al escuchar a Asaf.

    Asaf
    “ Si, Otis Gillead es su nombre, es activo General de ejército Romano.”

    Asaf mira al General Satah, que con cara de incomodidad hace contacto con la mirada de Asaf. La reina nota lo que pueda pasar, e interviene de forma natural.

    Grecia
    “Espero que su camino hacia aquí sea de su agrado y hayan disfrutado de nuestros paisajes.”

    Asaf
    “Su majestad, Grecia es muy interesante, todo sofisticado y lleno de mucha pasión.”

    Basil
    “Si, sus castillos son impresionantes, y la gente tiene una cultura diferente, pero se nota aquella intención de que nos sintieramos bien en esa jornada.”

    Satah
    “Ustedes también se les olvido mencionar, aquellos pueblos pequeños, donde la miseria es eterna, y el reino olvida aquellos que no son sangre real. Deberían contar también esa parte, como el hambre mata a los pobres, y como no existe oportunidad de crecer fuera de este clan.”

    Todos se quedan callados, mientras que Asaf mira a Sarah con mucha furia, Basil mira a la reina, que no deja de mirar a Satah, seria y relajada , la reina responde a su mejor manera.

    Grecia
    “ El general tiene razón, es preferible que hablen de cosas que tal vez la reina desconozca”.

    Satah se ríe a carcajadas, y al terminar coje una copa de vino, que se la bebe desesperadamente, el líquido le cae en su barba. Al terminar pone la copa en la mesa.

    Satah
    ”Quiere decir que su majestad, desconoce lo que pasa fuera de su castillo.

    Grecia
    “Al contrario,conozco hasta el camino equivocado que decidieron coger para estar aquí. Si no me equivoco, tomaron su tiempo para llegar aquí, y por eso conocen más de lo que deben conocer.

    Satah
    “Somos turistas, queremos conocer más de esta tierra”.

    Grecia
    “También conocer nuestros antiguos enemigos, que residen aquí mismo, y me sorprende que visitaron primero aquellos que antes se oponían a la reina. Acaso está usted reclutando, o quiere saber más de nuestra cultura y paisajes?.

    Satah trata de no mirar a la reina, y prefiere mantener su mirada en la mesa. La reina continúa mirando a Satah, y su mirada no se despega de donde está.

    Basil
    “Fue mi idea visitar algunos lugares que he escuchado, donde su abuelo hizo grandes batallas, nada que tenga que ver con política.”

    Angus
    “El pacto dicta que todo visitante militar debe ser acompañado por otro militar de otro clan, nuestra generosidad al dejarlos pasar libre en la frontera habla de lo bien que confiamos en ustedes. No se lleve de nuestra generosidad como un punto débil”.

    Gigna, asombrada mira a Agnus, y con sentido de orgullo dirige la copa de vino como dándole un brindis a Satah.

    Basil
    “Disculpen, no volverá a pasar, mi culpa.”

    Grecia
    “No mi querido y futuro esposo, la verdad es que existen intenciones que no te aclamaron, porque existe un beneficio. Pero si, claro, creo en tu palabra.”

    Grecia mantiene su mirada. Satah, que esta vez bebe vino ignorando la presencia de la reina. Asaf le secreta algo al oído a Basil. Basil toma un poco de vino antes de hablar y comienza toser por no tener costumbre al vino. Gelio se encuentra en la puerta y Agnus nota que requiere su presencia, Agnus sale de la sala.

    Basil
    “Su majestad, turquía requiere ver a su padre, necesitamos ver cómo vive su vida en los calabozos, Satah y algunos soldados inspeccionaran los calabozos en este momento si usted lo permite.”

    Agnus entra a la sala y se acerca al oído de la reina, donde le dice en secreto.

    Agnus
    “Tu padre ha escapado, está fuera del castillo.”

    Grecia mantiene su calma, y le sonríe a Basil.

    Grecia
    “Claro, los acompañaré”.

    Continuará.....
     
    #9
  10. Antonio Liz

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    Continuación...La Farra Real


    Enigmática Katizi

    En aquella esperada jornada, Freniud y Milan cabalgan a paso lento a un lugar específico.Algunos 30 soldados lo acompañan, en un largo recorrido ya por semanas, donde los árboles rodean cada paso. Pequeños pueblos han pasado, y el terror se siente cuando los colores de la realeza hacen su presencia. Sin desviarse a descansar, ellos siguen su camino, y algunos religiosos se hincan para rendir homenaje a la santidad que para ellos pasa bendiciendo sus casas. Milan al notar cada gesto, hace la señal de la cruz en el aire, y después prosigue con lo que es su persona verdadera.

    Freniud
    “ Los hombres están cansados, llevamos semanas cabalgando, las paradas en los bosques no son lo suficiente para sentirnos cómodos, necesitamos quedarnos en un pueblo.”

    Milan
    “ Soldados, contamos con 30 soldados Freniud, si existen 100 habitantes en un pueblo, que te hace decir que no nos trataran de matar.”

    Freniud
    “A usted, claro, todos quieren su cabeza, pero de 100 me llevo 90, y esos 10 los dejo para que te coman vivos.”

    Milan
    “Sabes algo Freniud, mientras más deseas mi muerte, mas te deseo la vida, porque sin duda alguna eres el nivel que mantiene al ejército griego. Sabes que, vamos hacer algo, contaremos todas las iglesias del mundo y después contaremos todo territorio que Grecia haya conquistado, y si tienes más soldados que yo, te beso los pies.”

    Freniud mira a Milan, ya que los dos cabalgan de lado a lado. Con su cara de molestia trata de ignorar a Milan, ya que los números de las iglesias supera todo el territorio conquistado por Grecia.

    Freniud
    “No entiendo como cambia de opinión tan rapido, segun tenía que cabalgar con mis soldados, y usted a su jornada.”

    Milan
    “Los planes han cambiado Freniud y para bien, tendrás todos tus hombres cuando lleguemos, y tomarás tu camino sin mi. Pero antes de todo, te diré a dónde irás, antes de que te reúnas con tu ejército.”

    Freniud
    “Confío en Marcus, Sé que él está haciendo lo correcto, donde él pone la mano yo pongo la cabeza. Pero, algo me intriga, algo me tiene digamos confundido, que tiene que ver su misión de encontrar al traicionero, con el ejército de nuestra majestad.?

    Milan
    “ Mira, Freniud, si te toca la oportunidad de dirigir una misa, no creo que conozcas las palabras, el propósito y la razón. Ahora, si me pones con una espada en medio de una guerra, moriré antes de que entre al terreno. Por eso te respeto mucho Freniud, porque sigues con vida con mucho que perder. Ahora, sería justo que respetes aquella bendición que te pueda dar,”

    Freniun levanta sus cejas, dejándole saber a Milan que no entendió su dilema.

    Milan
    “Nunca te he traicionado, nunca he atentado con tu vida, te conozco de hace mucho.”

    Freniud mira al frente y sigue cabalgando, árboles y pueblos lo rodean, y al acercarse a uno de ellos toman otro camino, cerca de los bosques y fuera de las chozas y las casas.

    Freniud
    “ Como sabe que existe peligro en lugares donde eliminamos toda amenaza?. Siento el miedo y terror de esta gente, mujeres, campesinos y niños.”

    Milan
    “Ese es nuestro problema Freniud, tenemos a esta gente en las palmas de nuestras manos, apretamos nuestros puños y los hacemos sufrir. Abrimos nuestras manos para que confíen, y después la apretamos más fuerte para dejarle saber quienes están al mando. Siempre es así Freniud, décadas y décadas han pasado así, nada cambia. Pero, cuando aprietas puedes sentir una espina, y esa espina hace que tu mano la dejes abierta por mucho tiempo, y es cuando ya no la puedes cerrar porque esa espina se puede enterrar y molestarte de por vida. Molestarte tanto hasta que te la puedes cortar, entonces sin esa mano ya no puedes apretar.”

    Freniud
    “Entonces el fugitivo se ha convertido en esa espina”.

    Milan
    “No Freniud, existen pedazos de maderas en cada pueblo, pedazos de madera que representa a Murmulla, Gentú, Esparza, Portis y Galome, aquellos clanes que se interponen a nuestro reinado, y puede que exista esa espina todavía rondando esta tierra.”

    Freniud
    “ Se condenan por respirar, por estar cerca de algo, por un simple murmullo, y se ejecutan. Si todavía existen espinas, considero que han reencarnado.”

    Milan
    “Te doy la razón Freniud, pero en mi jornada, yo evito la espinas.”

    Después de una horas, ya casi de noche, Milan Y Freniud campan en un bosque. Milan se sienta al lado de un árbol, mientras que los soldados se sientan alrededor del fuego. Freniud le hace compañía a los soldados que beben lo poco que le queda, Freniud nota a Milan en el árbol en la oscuridad, y se dirige hacia él.

    Freniud
    “Tenga, solo queda pan, y ya este pedazo es el último, cómetelo Milan.

    Milan agarra el pan, y comienza a comerlo lentamente.

    Milan
    “ No me arrepiento de dejar mi carpa y la mayoría de mis cosas para ayudar a los soldados heridos por el incendio.”

    Freniud
    “ Es lo único santo que ha hecho desde que te conozco”.

    Milan se queda mirando a Freniud, como si Freniud a descubierto una verdad. Freniud se recuesta en la grama listo para dormir, él le da la espalda a Milan.

    Milan
    “Me preguntaste sobre la bruja, como caminaba con el fuego ardiendo, y como nadie la detuvo a pesar de las fechas.

    Freniud abre los ojos, aunque Milan en realidad no lo puede ver, ya que esta acostado de lado dándole la espalda.

    Milan
    “Según las brujas, existe aquel líder satánico, que se encarga de todo lo que es sus prácticas. Es como si fuese su espíritu propio, su Dios, su todo poderoso.”

    Freniud
    “No me de otra razón para matarlo, usted involucrando al todopoderoso, soy pecador , asesino y hasta violador, pero una cosa sé, Dios vivo no se mezcla con algo que no lleva su nombre.”

    Milan
    “Ahí está, sabía que dentro de ese mal, existe tu fe.”

    Freniud
    “No confunda mi fe con la suya, la suya es negra.”

    Milan mira la espalda de Freniud, y mira al cielo.

    Milan
    “ Antes era Akalai, Moncraste, Gerez, Fiki, y hoy día es Saxéx, fue un vivo que según existe después de muerto, Protege sus creyentes, y lleva consigo la ley de lo que es la magia negra. Brujas mueren por sus amos, quemadas y degolladas, pero sabes cuántos varones hemos quemados? ninguno. He visto el mal, como rodea los bosques, como ha matado gente. La madre de la reina fue escogida por Saxéx, para muchos es un problema mental, y para el palacio una enfermedad. Solo puedo guardar silencio.

    Freniud escucha cuidadosamente, y una duda empieza a salir de su mente.

    Freniud
    “ Entonces lo ha enfrentado, lo ha visto?”

    Milan
    “Nunca, lo he visto, pero la madre de la reina sí, y según nuestra reina también. Pero un escándalo de un espíritu, significa un reino maldito. Si eso llega al oído de nuestros enemigos, los aliados nos miraran como malditos, y el reino caerá.”

    Freniud
    “Entonces, sabe que existe, pero no sabe enfrentarlo”. Pero qué pasó con la bruja.”?

    Milan
    “ Es un bautizo a la bienvenida a su amo ``.Todo lo que te he dicho es un rompe cabeza que trato de juntar con todas las últimas palabras de brujas que hemos quemado.Según escuchan y prosiguen sin importar que se estén quemando.”

    Freniud
    “Por un momento pensé que conocía a una bruja. Pero mi sospecha ya no existe, porque todo lo que me ha dicho no tiene sentido, por lo que veo debió estudiar una bruja.”

    Milan trata de no decir mucho, ya que quiere ocultar su amistad con Ekatulia.

    Muy de mañana, Nivek se encuentra mirando todo lo que la cima de la colina le deja ver. Con sus pensamientos lejos, y su mirada hacia lo más lejano, Nivek trata de entender un secreto que Katizi le ha entregado.

    Nivek
    “ Entonces, el día que estabas en el pueblo, fue un atentado contra la reina.”

    Katizi
    “ No a tu manera, pero ese fue el propósito.” Un hechizo la bruja había preparado, algo que en verdad le hubiera dado la muerte a la reina. Sabia su movimiento, cada vez que pasaba extendía mi mano como vagabunda, y si solo bajara la ventana del carruaje, podría tirar el hechizo de manera que ella no se de cuenta.”

    Nivek
    “Que hechizo?

    Katizi
    “Unas palabras, un ritual, una oración”.

    Nivek baja su cabeza, como el que no cree lo que dice Katizi.

    Katizi
    “Nunca entenderás, porque no sabes, no quieres entender, crees lo contrario a tu Dios. Estos no son cuentos de fantasías, es la realidad Nivek.”

    Nivek
    “Puede ser que sea de una tierra lejan, pero tenemos la misma idea de las brujas.”

    Katizi
    “Oh sí?, qué idea tiene de mí?.

    Nivek se queda mirando a Katizi, desviando su mirada al otro lado. Katizi se pone enfrente de él, obligando que la mire.

    Katizi
    “Vamos, no te voy a comer, me quemarias, me mandaras a guindar.”?

    Nivek
    “ Eres alguien que no conoce lo que quieres, te enseñaron lo incorrecto.”

    Katizi
    “ Crees que no quiero eso?, o que tal vez es algo que me atormenta, estás equivocado, deja vivir la mia, no me meto en tus cosas.”

    Katizi baja la colina caminando hacia el bosque muerto, Nivek la sigue desesperadamente.

    Nivek
    “Déjame enseñarte el mundo, déjame darte la vuelta por lo que no conoces y si quieres puedes venir para acá de nuevo.”

    Katizi se ríe de forma hipócrita.

    Katizi
    “Desde cuando alguien me dice lo que tengo que hacer, desde cuando tengo que llevarme de un consejo de un extraño, tu historia es fascinante, pero no para que camine por tu propio destino.”

    Nivek se queda parado, mientras que observaba Katizi que sigue su camino hacia el bosque muerto. El mira hacia atrás, el camino verdadero fuera del peligro, y decide correr detrás de Katizi.

    Nivek
    “A dónde vamos''.?

    Katizi deja de caminar y mira a Nivek de forma fastidiada.

    Katizi
    “Sería a dónde voy, porque tu vas a coger tu camino y yo el mio, no se si te había dicho, pero no eres bienvenido aquí Nivek.”

    Nivek
    “No te dejaré sola, tengo que asegurarme que estés bien.

    Katizi esta vez se acerca a Nivek de nariz a nariz.

    Nivek
    “Puedo envenenarte sin saberlo, te puedo dejar paralítico, quemarte con mi mirada, y hacerte sufrir en carne propia el dolor inmenso. Tu Nivek debes cuidarte de mi, no tienes que cuidarme a mi.”

    Katizi sigue su camino, mientras que Nivek se queda parado mirando a Katizi que nuevamente camina hacia el bosque muerto. Nivek apresura su paso y sigue a Katizi. Katizi nota a Nivek que se acerca a ella, y voltea los ojos dejándole saber que su presencia le incomoda.

    Nivek
    “ Bien, pues me quedaré aquí, no tengo otro lugar donde ir, si nos atrapan y nos matan moriremos los dos.”

    Katizi
    “Y crees que me importa verdad.”?

    Nivek
    “No creo, pero por lo menos estoy seguro de que Molava y los niños se pasarán buscándote todas sus vidas si están vivos.

    Katizi se detiene, esta vez no mira hacia atrás donde está Nivek siguiéndole los pasos.

    Katizi
    “Quieres saber donde voy, y te voy a decir que ayer en la noche tuve una visión. Ekatulia me llamó, y me dijo que me necesita, que necesita de mi, que es mi legado, mi razón de vivir. Por última vez Nivek, sigue tu camino.”

    Katizi sigue caminando, Nivek la sigue unos 20 pasos detrás de ella. Una hora ya caminando, Katizi llega a una cueva escondida, Ella mira a Nivek.

    Katizi
    “Si entras aqui, no ahi vuelta atras Nivek, sigue tu camino, que no puedo hacer nada por ti si me sigues.”

    Katizi entra a la cueva, y la oscuridad se transforma como si alguien dentro de la cueva hubiera encendido varias antorchas, porque se refleja el fuego que da luz a la cueva. Katizi entra, y al Nivek entrar, se nota todo alumbrado como si las antorchas estuvieran puestas en las paredes. Solo se puede ver la oscuridad a lo lejos, y Katizi se pierde en la oscuridad. Nivek camina mas y mas adentro de la cueva y esta vez la oscuridad le hace presencia. Al mirar atrás ya el lado donde estaba el lugar claro de antorchas se ha apagado, y menos puede ver la luz del día. Al mirar al frente, en algunos 20 pasos delante de él, una imagen de alguien con un manto con capucha le hace presencia, Solo el rojo del manto es visible, ya que su imagen es oscura.

    Saxéx
    “Nivek, este no es tu lugar, coje tu camino, que Katizi ha llegado a su destino.”

    Nivek mira a su lado, y solo la oscuridad lo acompaña, el trata de ignorar lo que escucha, y mantiene su silencio, como si nadie le hubiera hablado.”

    Saxéx
    “Si, si Nivek, soy yo, aquel que declaras un delirio tuyo, aquel que dices que no existe, ese que quieres creer que solo vive en tu cabeza.”

    Nivek sigue ignorando quien le habla, y comienza a mirar detrás de Saxéx, buscando a Katizi más allá de él.

    Saxéx
    “Ella tiene un destino, aquí conmigo Nivek, no tienes nada que hacer, estás en mi tumba, y todo crstiano deja a los muertos en paz. Aléjate de aqui Nivek, as lo que tu mente te dice, ignora todo lo que escuchas y ves.”

    Nivek trata de caminar hacia Saxex, tratando de ignorar su presencia, pero un fuerte temblor de tierra hace que se caiga al piso. Nivek se levanta y esta vez mira a Saxex fijamente.

    Saxéx
    “No eres bienvenido, acaso no sientes mi piel, mi cuerpo descompuesto, llenos de gusanos y olor a muerto?.

    Un fuerte olor se siente dentro de la cueva, el sonido de una plancha al vapor le hace compañía. Nivek se tapa la boca y nariz, cae nuevamente al piso, y comienza a vomitar por causa del horroroso olor. Él trata de respirar, pero el olor no lo deja, y su nariz empieza a sangrar. Nivek mira la sangre que cae en su mano, él cierra los ojos, y murmura silenciosamente

    Nivek
    “Esto,no es real, esto no es real, mi cabeza juega conmigo y no quiere separar la realidad con lo imposible.”

    Saxéx
    “ Tu carne te dice lo que es real, e ignoras mi presencia, así como también ignoraste el detalle de todo lo que le hicieron a ustedes en ese barco, detalle que lo dejaste fuera en tu historia para Katizi. Tanto sufrimiento Nivek, la necesidad de los piratas va más allá de la comida, y en ustedes encontraron la satisfacción de sus necesidades como hombres.”

    Nivek aprieta fuertemente sus ojos y sus lágrimas comienzan a salir.

    Saxéx
    “Si, si Nivek, ahora sabes muy bien que no estoy en tu cabeza, si no enfrente de ti. Porque sueñas y hablas con tu madre que ahora se cree monja?. Santa nunca será, porque después de tener su familia quiere ser pura y cristalina.”

    Nivek saca su puñal santificado, le pone la cruz tallada en dirección a Saxéx, y con voz grito de garganta le hace el frente.

    Nivek
    “Alejate de mi criatura del mal, esta alma está santificada con sangre divina, reprendo todo lo que quieres para mi. Tus palabras y tu presencia serán cubiertas con más tierra, cuando esta cueva caiga en lo más profundo del más allá.

    Saxéx
    “Te enfrentas a aquel , que te devolvio la vida, te guardo en lo que estabas mal herido, aquel que soy yo, que no quise que llegaras más allá de la muerte.”

    Nivek
    “ Solo Dios me da la vida, me regresa a cenizas, te maldigo por querer ser tu mi llamado a la resurrección.”

    Nivek grita de dolor al sentir que su puñal lo quema, y es cuando tira su puñal santificado al piso, y se mira su mano que ahora tiene una grave quemadura.

    Saxex
    “ Estás aquí Nivek, porque tu fe no te evito llegar a aquí?, y pasar lo que pasaste, por algo me puedes escuchar. A muchos de aquellos se les hace difícil escucharme, y esos son mis verdaderos y fieles hijos e hijas, cómo es que tú tienes el privilegio de hablar frente a frente de mi. Haremos cosas grandes Nivek, tú y yo.

    Saxex camina hacia Nivek, mientras que Nivek retrocede. Nivek pone la mano al puñal para verificar si está ardiendo, al sentir que está frío, lo recoge y frente a sus pies hace una raya en el piso rocoso . Nivek le grita fuertemente unas palabras a Saxéx.

    Nivek
    “ Ven y camina hacia aquí bestia maldita, que después de esta raya encontraras tierra bendita. Así como Moises se quitó sus sandalias para respetar el suelo bendito, aquí conmigo morirás por no ser bautizado cristiano. Entra aquí y los dos cojeremos diferentes caminos, yo a la gloria y tu al infierno por no ser siervo e hijo.”

    Saxéx se detiene, y Nivek temblando mira fijamente a Saxéx, un silencio breve le hace compañía.

    Saxéx
    “Eres terco Nivek”.

    Katizi aparece caminando detrás de Saxés, atraviesa a Saxéx como si él fuese transparente. Saxéx desaparece, y Katizi ahora vestida de un manto negro con capucha ,su pelo mas oscuro que antes, y algo parecido como cenizas en sus labios, hacen de ella otra persona.

    Katizi
    “ Te he escuchado gritándole a alguien, te estás volviendo loco Nivek”?

    Katizi nota el vómito en el piso, la sangre seca en la nariz de Nivek, y la palma de la mano algo quemada. Nivek agarra a Katizi de la mano y la saca fuera de la cueva.

    Nivek
    “Qué estabas haciendo ahí dentro, que significa todo esto, tu con este manto negro.”

    Katizi
    “ Ekatulia a muerto, y soy la guardian del bosque muerto, ella me dice que tengo que irme de aquí porque vienen por mi, ahora Ekatulia es mi Saxéx.”

    Nivek trata de no entender lo que ella quiere decir, le da la espalda y mira hacia el bosque. Katizi se le pone enfrente.

    Katizi
    “Que te paso”?

    Nivek trata de buscar una mentira, baja su cabeza por unos segundos, y luego le confiesa a Katizi.

    Nivek
    “Trate de hacer fuego para entrar en la cueva, y me quemé la mano, al no verte estaba tan furioso conmigo que comencé a gritarme a mí mismo.”

    Katizi
    “Si no me quieres decir lo que te ha pasado es una cosa, pero mentirme es otra, quiero ayudarte solo eso. Loco no eres, y menos torpe para quemarte en tu propio fuego.”

    Nivek busca la manera para cambiar el tema, y se le ocurre lo primero que le ha salido de la mente.

    Nivek
    “Tu pelo esta mas oscuro, y tu labio como si fuese pintado de negro, y ese manto negro que te hace compañia?”

    Katizi al escuchar a Nivek se limpia el labio.

    Katizi
    “Es un ritual Nivek, y ese manto me pertenece, estoy vestida de lo que tengo que ser, ya que Ekatulia dejó de existir., algo que tu no quieres saber. El bosque soy yo, vive ahora en mi, y soy quien mueve las hojas, soy aquella que rodea todo aquel que se pierde en el. Tengo que terminar lo que Ekatulia nunca terminó.”

    Katizi abre su manto y busca algo cerca de su cuerpo, es cuando Nivek nota una carcaj en su cintura, donde tiene un arco de flecha. Se acerca a Nivek y le entrega un collar guardapelo, en él hay una foto de una mujer en forma de estatua. Nivek mira a Katizi con curiosidad.

    Katizi
    “ Es la madre de Miera, la hermana de la reina, la reina según al entregar la hija, le dejo el collar para que se recuerde de ella.” Su madre la entregó para que la regalaran a otra familia, pero llegó a manos de Ekatulia por un solo propósito.

    Nivek trata de entender lo que Katizi explica.

    Katizi
    “Ese dia que te conocí, Ekatulia me dio una orden, y esa orden fue creada por el sacerdote.”

    Continuará....
     
    #10
    Última modificación: 9 de Diciembre de 2021
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    Continuación... Enigmática Katizi

    Delirios

    Con la tensión intrigando la noche, y decisiones sin pensar, Molava y Serra tratan de salvar sus vidas con poco tiempo a su favor. La anciana en el filo de la espada de Molava, y Kilkiy casi peinando la garganta de Serra con un cuchillo . Los soldados están de camino a la casa de la anciana, y el tiempo separa la vida y la muerte. Poco tiempo para dialogar y para negociar, solo las adecuadas palabras pueden actuar como aquella pronta solución para ambas.

    Serra
    “Si nos encuentran aquí, ustedes son cómplices de que nos hayan dado refugio, y las mataran. Si estamos fuera de aquí, ellos asumirán que no hemos pasado por aquí y cada quien por su camino.”

    Kilkiy y la Anciana hacen contacto con sus miradas,y sin tiempo que perder la anciana actúa.

    Anciana
    “Llevarlo a la cueva, yo me encargo de los,soldados, quédate cerca de la casa como si has escapado de tu cuarto Kilkiy.”

    Kilkiy guia a Molava y a Serra por donde esta el agujero que lleva al cuarto de Kilkiy. Al final del pequeño cuarto existe un agujero tapado con una madera donde se dirige hacia afuera. Las tres salen por ahí y caminan un camino por el bosque donde los lleva en una cueva que está cubierta por ramos de árboles, detrás de los ramos ahí hay una puerta de madera.

    Kilkiy
    “Entren aquí, volveré por ustedes”.

    Molava y Serra entran a la cueva, y Klikiy las tranca. La luz de la luna hace que se vea un poco el contenido de la cueva. Telas , abrigos y perfumes y prendas rodean la cueva. Algunos frascos con algunas especias también se pueden ver. Molava nota algunas espadas y partes de armadura de soldados. Molava agarra su espada mientras se pone frente a la puerta, preparada para lo que entre, ya que están presas en un lugar pequeño.

    Unos tres soldados entran a la casa de la anciana, y la anciana hace como si estuviera preparando una sopa.

    Anciana
    “Quienes han entrado en mi casa?, porque se quieren aprovechar de una anciana ciega?.

    Kletus
    “¿Cómo sabe que somos más de uno?.”

    Anciana
    “Los pasos no mienten, mi olfato y mis oídos son mis ojos.”

    Kletus
    “Somos soldados de la Realeza, Capitan Kletus está en su presencia, quien es esta hija de Grecia.”?

    Anciana
    “ Hillah Polak, Capitan Kletus, sus soldados deben de estar hambrientos, estoy haciendo una sopa de olivos, no se vallan sin probarla.”

    Dos soldados entran con Kilkiy.

    Soldado
    “Encontramos a esta mujer sentada cerca de un agujero detrás de esta casa, creo que está mal de la cabeza, y alguna maldición tiene porque su cuerpo se ve deformado.”

    Kilkiy nuevamente pretende ser una mujer con problemas mentales, y asume su creatividad nuevamente.

    Hillah
    “Es mi hija, ella entra y sale por atrás de la casa, su cuarto tiene un agujero.”

    Kletus ordena a los soldados entrar y espiar la casa.

    Kletus
    “Estamos buscando a unos criminales, dos mujeres y una niña, son peligrosas, y aquellos que le dan asilo serán ejecutados por complicidad.”

    Hillah
    “Solo mi hija y yo vivimos aquí, pero si quiere puede buscar donde quiera, no encontrará a nadie capitán.”

    Keltus
    “Estaba hace unas horas aquí,y no había nadie, para donde estaba usted, ya que la luz de su casa me dio curiosidad a entrar.”

    Hillah
    “Perdón mi capitán, pero no creo que le sea de interés donde estaba, ya que tengo que sobrevivir pidiendo para mi y mi hija.”

    Kletus
    “Todo asunto de cada ciudadano es asunto de la reina, me importa donde estaba, asi que solo conteste cuando le diga. Y claro, ya que es muy amable, no le importaría que mis hombres y yo pasaramos la noche, por si aquellos asesinos quieren pasar por aquí.”

    Hillah
    “ Magnífico, así me hacen compañía, su presencia es un honor para nosotras.”

    En la cueva Molava todavía espera a quien entrará por esa puerta, mientras que Serra está sentada en el piso mirando la puerta. Molava se queja de su herida, deja caer su espada, y se sienta en el piso quejándose del dolor. Serra se acerca a Molava y pone su mano en la frente.

    Serra
    “Estas ardiendo en fiebre, necesito hacer algo ahora, acuéstate boca abajo y quítate tu manto.”

    Al voltearse Serra nota como la infección de Molava ha empeorado, Serra busca por todas partes, y buscando por los frascos encuentras algunas hojas, ella huele cada frasco. Ella coje un perfume y lo rocía en toda la herida, mientras que Molava muerde su manto del ardor.

    Molava
    “Qué es lo que tratas de hacer”.

    Serra
    “Trato de para la infección, uso perfume, y una mezcla de canela con Azafrán, es lo único que encuentro aquí, tienes suerte, pero no sé si ayudará Molava.”

    Molava se queda pensando mientras Serra busca un abrigo de piel y cubre a Molava que ahora tiembla de frío.

    Molava
    “Gracias, perdona si te he tratado mal, no te conocía, y no confio en nadie, pase lo que pase, quiero que sepas que estoy agradecida.”

    Serra se queda pasmado al escuchar a Molava, ella continúa ayudándole, le toca los labios y lo nota secos, ya que la oscuridad es más intensa.

    Serra
    “Tienes sed, es la fiebre, no podemos dejar que te deshidrates”.

    Molava espera que Serra actúe, pero no hace nada.

    Molava
    “Habla pecosa, que tienes en mente.”

    Serra aprieta sus ojos y con ellos cerrados le narra su idea.

    Serra
    “Tengo que brindarte mi orina, no se cuanto tu cuerpo pueda esperar”.

    Molava con poca fuerza agarra la mano de Serra.

    Molava
    “Confío en ti, estoy en tus manos”.

    Serra busca un frasco y en el orina, es cuando Molava toma su frasco y la bebe.

    Serra
    “ No se que hago, solo lo pongo en práctica con lo que he escuchado”.

    Serra no recibe respuesta de Molava, y es cuando se acerca a ella y nota su respiración ya que se quedó dormida. Unas horas han pasado y Molava despierta, con mucho sudor y frío. Ella nota a Serra sentada, pero no puede notar si esta despierta o dormida. Molava escucha un suspiro como si Serra estuviera llorando.

    Molava
    “Pecosa”.

    Serra se asusta y se acerca a Molava.

    Serra
    “Estás despierta, y al fin estás sudando la fiebre, nada ha pasado fuera, escucho silencio, eso es algo bueno. Pero me preocupa Miera.”

    Molava
    “Miera está cerca, y sabe que estamos por aquí, escuché su sonido, pero no le he podido responder.”

    Serra
    “Entonces, puede ser que no sabe si estamos vivas o muertas.”

    Molava
    “No tomará su camino sin ver mi cuerpo sin vida”. Dime algo, porque llorabas? ``.

    Serra, se sorprende al saber que Molava la noto llorando.

    Serra
    “Creo que, nuevamente, he mantenido algo que no te he dicho. Cuando hablabas con Miera sobre su madre, note que menciono a Katizi.”

    Molava abre sus ojos con sorpresa, y esta vez con dolor se sienta y pone su atención a Serra.

    Serra
    “El sacerdote buscaba algo en el bosque muerto, y me dejó sola porque se fue para un camino. Dos personas llegaron donde mi , un joven y una joven, ella se llamaba Katizi, y el no recuerdo. Solo sé que andaban corriendo de alguien, y se dirigieron hacia el este.”

    Molava se queda pensando, mira al techo, y mira nuevamente a Serra.

    Molava
    “Se llama Nivek el joven, y estoy aliviada que están con vida, tenemos que dar la vuelta para seguir el este.’

    Serra
    “Si se fueron al este debemos seguir este camino, ya que no sabemos si se desviaron, y menos para donde van, a menos que tengas idea.”

    Molava
    “Katizi me imagino que se quedara donde esta, pero no conozco muy bien a Nivek para saber si le hace cambiar de idea.”

    Serra
    “Cual idea?

    Molava
    “Una que presiento que sería su peor decisión.”

    Serra
    “ ¿Ustedes son hermanas?

    Molava
    “No, solo cruzamos caminos, la verdad es que yo me puse en su camino. Unos ancianos del clan de Gentú me criaron, según me encontraron rondando el bosque”.

    Serra
    “Entonces, te perdiste?

    Molava
    “No, según el rey hizo un ataque en la noche que acabó matando a la mayoría del clan, muchos corrieron por las montañas, y al parecer mi familia corrió también. En yo estar viva, todavía es un misterio.”

    Serra
    “Entonces tu familia debe de estar en Gentú todavía.”

    Molava
    “Aprendí mucho con ellos, el viejo me enseño varias cosas, porque era un soldado del clan en tiempo cuando estaba la paz. Y me enseñó a odiar aquellos que no nos dejaban en paz. Un dia me mandó a recoger leña, y ese día me dio unos consejos. No confiar en nadie, apartarme de todo lo que sea guerra, y nunca confiar en los miembros de la realeza. Al regresar encontré la casa encendida con fuego por todos lados, unos 20 soldados la rodeaban, mientras escuchaba los gritos de los ancianos dentro de la casa. Al tratar de ir a salvarlos, una chica apareció frente a mí, y me llevó lejos de ahí. Esa fue la primera vez que conocí a Katizi. Después la empujé de mi lado, y con toda furia corrí nuevamente a ese lugar, ya los soldados se habían ido. Ya no escuchaba gritos, y el fuego consumió todo. Me alejé de todo y nunca volví a ese lugar. Me quedé en los bosques, con mucho odio y poco resentimiento.”

    Serra
    “Pero, entonces los quemaron sin razón.”

    Molava
    “Leyes de impuestos, cosas que ellos no tenían que dar, pero el reino sabía que era enemigo de la corona, porque el anciano era un general en el ejército de Gentú, una excusa para eliminarlo. Rondado el bosque encontré a Katizi , Miera y Zatis que andaban buscando que comer. De lejos miraba como Karizi casaba con su arco y flecha y mataba algunos animales para comer. Me fui acercando poco a poco a ellos, hasta que eran mi familia. Nunca le tenía confianza a Ekatulia, porque era una bruja, pero me adapte a ella poco a poco. Me dedique solo a una cosa, y fue a eliminar cada soldado que pasaba por el bosque, Miera siguió todos mis pasos, y le enseñe muchas cosas que el anciano me enseñó, las voces de los pájaros, el significado cuando el ejército Gentú atacaba de las montañas sin ser vistos, y Miera aprendió cómo moverse al ritmo del viento a través de la naturaleza.”

    Serra se queda pensativa, pero sigue mirando a Molava con duda.

    Molava
    “Vamos, no quiero que me maten sin saber qué es lo que ahora quieres decir.”

    Serra
    “Esa noche que escapamos de los soldados, note algo, dos personas prendidas en fuego entrando al bosque muerto.”

    Molava
    “Si, también presencie lo mismo. No se que era, he visto tantas cosas, que nada me sorprende.”

    Serra se tapa la cara con sus dos manos, y trata de controlar sus lágrimas.

    Molava
    “Este mundo no es tan bonito como creías que era, es mejor olvidar que recordar las cosas., Es mejor olvidar quien eres, y siempre adaptarse a cosas que no sean de tu agrado, asi veras como puedes seguir adelante.”

    Serra
    “No puedo ser como tú, no somos iguales.”

    Molava
    “Sabes algo, pensé siempre en tener un hogar, mis hijos, mi familia, ser amada, ser deseada. Entonces, lo que ves en mi no es lo que soy, si no lo que tengo que ser para sobrevivir. La vida me ha quitado mucho, desconozco quien soy, pero estoy en paz con eso, porque ahora mismo este mundo no necesita a esa mujer que soñe con ser.”

    Serra
    “No se que hacer con mi vida Molava, solo entiendo que la maldad me persigue.”

    Molava
    “Bienvenida a mi mundo, tenemos algo en común pecosa.

    Serra y Molava se sonríen una a otra, Serra se acerca a Molava y la abraza. Molava se sorprende, y sin decir nada pone su brazo sobre la espalda de Serra. Un sonido despierta a Molava en la mañana, es el ruiseñor que hace su presencia, Molava responde, y Miera hace su presencia.

    Miera
    “ Los soldados se acaban de ir, pero no se que planean estas dos mujeres, ya ha pasado una hora y no han regresado a abrir esta puerta.”

    Molava
    “Estas bien?

    Miera
    “Tengo mucha hambre, necesito algo más que no sean plantas y ramas.”

    Molava se pone a pensar, y es cuando se levanta un poco aturdida.

    Molava
    “Debemos romper esta puerta, debemos salir de aquí, creo que están por matarnos.”

    Continuará.....
     
    #11
  12. Antonio Liz

    Antonio Liz Poeta recién llegado

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    Continuación....Delirios

    Parchis

    La fiesta se traslada ahora hacia los calabozos, donde Satah, Grecia, Basil y Agnus se dirigen a inspeccionar la celda del padre de Grecia. Grecia mantiene su postura, sabiendo que su padre ha escapado, ella no sabe qué le espera, ya que es noticia nueva, pero como quiera va al ritmo de la tragedia. Ya un poco profundo, y pasando algunos calabozos, Grecia puede ver a Geliu que están esperándolo en los pasillos de la celda. Como si estuviera preparada, Grecia actúa de manera sorprendida.



    Grecia

    ¿Qué está pasando?, ¿qué hacen aquí ustedes dos?



    Geliu

    “Su majestad, su padre ha escapado.”



    Satah se sorprende, y manda a unos de sus soldados a inspeccionar la celda. Ellos salen y le confirman a Satah. Satah con sospecha mira a la reina, y después su mirada se transfiere a Geliu con la misma sospecha.



    Satah

    “Me creen tonto, creo que se confunden ustedes, este es el reino del rey, y no me equivoco cuando digo que el nunca estaba en esa selda.”



    Grecia

    “A que se refiere Satah, acaso acusa a su reina de mentirosa?”.



    Satah se acerca a la reina, Angus saca su espada, y los dos soldados de Satah hacen lo mismo.



    Geliu

    “ En estos momentos están buscando al rey, del castillo y la ciudad están cerradas”



    Satah

    “Ordene que nos dejen pasar, comparemos fuera de aquí, y en la mañana cabalgaremos a Turquía, a nuestro sultán le encanta recibir noticias que le favorecen a su reino.”



    Grecia

    “Puede irse en la mañana si quiere, la oscuridad es traicionera Satah, no quiero que le pase nada a mi futuro esposo”.



    Grecia mira a Basil, quien está sorprendido con lo que está pasando.



    Basil

    “Si, nos conviene quedarnos, podemos correr peligro.”



    Satah

    “Con todo respeto, corremos más peligro aquí.”



    Grecia

    “Creo que no me entiendes Satah, es una orden, una orden de la reina.”



    Satah trata de ignorar a la reina, y concentra su mirada a Basil.



    Basil

    “Si, su majestad, su majestad ha sido muy generosa por preocuparse por nuestro bienestar.”



    Satah esta vez mira a Grecia, y los dos hacen contacto con sus miradas por unos segundos.



    Satah

    “Si su majestad es tan generosa, permíteme que campee fuera del castillo con mis hombres. Basil puede quedarse en el castillo, soy un hombre bruto acostumbrado a poco lujo.”



    Grecia se acerca a Satah, ella sonríe.



    Grecia

    “Si, entiendo, pero serán lujos griegos que no te apetecen, porque conozco los lujos que tienes en tu tierra y castillo, cualquiera te pudiera confundir con el sultán Satah.”



    Geliu

    “Su majestad debería conceder el deseo de el general, los hombres de batalla siempre quieren estar con sus hombres, usted misma lo reconoce.”



    Grecia no le quita la mirada a Satah mientras escucha a Geliu.



    Grecia

    “Bien, si es lo que quiere, entonces tiene mi permiso.”



    Satah baja su cabeza en honor a la reina, Grecia camina alejándose del calabozo, Agnus y algunos soldados la siguen.



    Satah

    “Mi amigo Gelio, tú siempre estás interviniendo como si fueras el verdadero rey de Grecia.”



    Gelio

    “Un verdadero amigo, se trata como el mejor de todos, me conoces muy bien Satah, y sabes que siempre te aprecio.”



    Satah abraza a Geliu, y al terminar le pone su mano derecha en su hombro.



    Satah

    “Recuerdo muy bien Gelio, no me olvido, como tus consejos aseguraron la paz entre dos naciones. Pero, te conozco muy bien amigo, y eres más la causa de la guerra que la paz.”



    Geliu

    “Mis consejos no son los mismos que antes, soy una pantalla cuando se trata de la reina.”



    Satah

    “Pero para el rey eres los ojos y oídos.”



    Gelio suavemente agarra la mano de Satah y la aleja de su hombro.



    Geliu

    “Acaso crees que tengo algo que ver con la desaparición del rey.?”



    Satah

    “No creo que el rey pueda escuchar o ver sin tener sus ojos y oídos en una clase de celda. Alguien tiene que ser capaz de entregarle esos sentidos tan necesarios para sobrevivir.”



    Satah mira hacia atrás, y es cuando nota a Basil y dos de sus hombres escuchando la conversación.



    Satah

    “Basil, un dia seras el Sultan, y asi como entiendes que algo planean, asi como tambien entiendes que tienes que amar a tu enemigo como a tu propia futura esposa.”



    Geliu

    “ Cuidado Satah, que al Sultan no le importara que Basil llegue con tu cabeza a Turquía. Incluso, se alegrará de que un insulto de tu parte a la reina, haya tenido tan poca consecuencia.”



    Basil

    “Satah, cierra tu boca, y regresa con tus hombres, tantas ansias tenias de estar con ellos y ahora estas aqui perdiendo el tiempo.”



    Satah se aleja furiosamente, dejando a Basil solo con Geliu.



    Geliu

    “Joven futuro Sultán, si algo le sirve mi consejo, pues seria mejor que lo tome. Por primera vez sentí aquel tono de autoridad, así debió de llegar, y poner en puesto a su General. El no le tiene respeto, y por eso hace lo que quiere hacer, por eso exige que se haga lo que él quiere. Nunca se apoye al ejército, mejor a su consejero, estos animales de guerra actúan con la espada en vez con su cabeza.”



    Basil

    “Asaf no me acompañó, porque sugirió que estos son cosas de Satah, yo solo quise acompañar a la reina.”



    Gelio

    “Conozco muy bien a Asaf, y le aseguro que toda su decisión es para el gran beneficio del Sultán.”




    Gelio y comienza a caminar, el sube varios escalones hacia la torre. Y recorre un pasillo, más adelante nota a Asaf mirando el panorama de la noche. Gelio se acerca a Asaf.



    Gelio

    “Sospechaba que has estado aquí, como siempre, tienes un pie adelante antes de cualquier tragedia.”



    Asaf

    “ Sabes algo Gelio, conozco muy bien el significado tragedia, y hablas como si es algo malo que el rey se haya escapado. A menos que tu plan no te haya resultado.”



    Gelio

    “Porque siempre resulta que todo lo que pasa en este castillo, tiene que ver conmigo, no soy pastor de ovejas para siempre pasteorarlas.”



    Asaf

    “ No no, no puedes ser pastor, pero el dueño del ganado si.”



    Gelio

    “Porque mejor me acusas como debe de ser, en vez de tirarme insinuaciones que conozco muy bien”.



    Asaf

    “He estado aquí, desde que su soldado le aviso a la reina sobre el escape del rey, reconozco la tragedia cuando está presente. “



    Gelio

    “Entonces sabías que el rey iba a escapar antes de que la reina lo supiera. Acaso tienes algo que ver con su desaparición.”?



    Asaf se ríe a carcajadas, mientras que Gelio no elimina su cara de seriedad.



    Asaf

    “No soy Dios para adivinar las cosas.”



    Gelio

    “Pero eres Asaf para presentir lo que va a pasar.”



    Asaf

    “¿Qué tan exacto me crees?, tan sabio sería yo que sé algo antes que la reina?.”



    Gelio

    “Ninguna, pero me sorprende el poder tuyo de tener espías tan fieles. Y más me sorprende cómo es que viven entre nosotros.”



    Asaf

    “ Me das mucho crédito mi querido amigo, crees mucho de mi, como el cachorro supera a su canino.”?



    Gelio

    “Mi edad te puede engañar Asaf”.



    Asaf

    “Si, tiene razón, a su edad su mente debe de estar más apagada, y sus reflejos no son tan activos, me creo superior a usted en muchas cosas.”



    Gelio

    “Si, tu juventud te ayuda mucho Asaf, pero tu ambición de ser la mano derecha del sultán te traiciona.”



    Asaf

    “Más que su mano derecha, soy su consejero”.



    Gelio

    “Y eso te hace insistir que sabes el futuro, o lo que va a pasar antes que nosotros.”



    Asaf se acerca a Gelio y le pone un cuchillo en la garganta.



    Asaf

    “Entendí que algo estaba mal, porque no espero nada bueno de esta familia, y menos de ti. Todo lo que escriben es traicion, lo que convonan es traicion, lo que quieren hacer aqui ahora mismo es traicion, me cree tonto.”



    Gelio agarra el cuchillo de Asaf, y lentamente lo quita de su garganta.



    Gelio

    “Hablas de traición, como si la decisión de tu sultán de casar a su sobrino con la reina, sea traición nuestra por aceptarlo.”



    Asaf sonríe y pone su cuchillo en su correa.



    Asaf

    “Ahora nos estamos entendiendo.”



    Asaf se retira, mientras que esta vez Gelio se acerca a ver el panorama por la ventana. La oscuridad invade las montañas y los valles, las antorchas del campamento turco son visibles y la sensación de una fría noche se hace presente.



    La reina entra a su cuarto, Nora la espera con Gigna, que está sentada en la cama mientras que Nora está parada frente a la cama.



    Gigna se acerca a Grecia preocupada y nerviosa.



    Gigna

    “Según padre ha escapado, los invitados se fueron como si estuvieran en peligro, que está pasando hermana?



    Grecia se sienta en su tocador mientras que Nora la ayuda a quitarse sus prendas.



    Grecia

    “Padre ha escapado, no sabemos dónde está, no se quien lo está ayudando, y menos se a donde se dirige si acaso ha salido del castillo. Es lo único que te puedo decir, lo que sabes tu, es lo que se yo hermana.”



    Gigna

    “No no no hermana, eres la reina y sabes que se mueve, que está pasando, y que pasara, no me vengas con esas ridículas excusas.”



    Grecia

    “Mejor dime tu donde él esta, era su preferida, porque mejor me dices que esta pasando, ya que el te cuenta todo.”



    Gigna

    “Todo esto no tiene sentido”.



    Grecia nota la mirada de Nora en el espejo, como explicándole que actúa como la reina que es, y no como la hermana que debe de ser.



    Grecia

    “ Gelio está trabajando en eso, padre de seguro tiene miedo que lo vayan a matar y debe de estar escondido en el castillo. Sabes cómo es padre, no toma chances, y menos baja su guardia.”



    Gigna

    “Espero mucho y más de estos caníbales” Gelio debe de saber algo, voy hacerle una visita.”



    Gigna sale del cuarto real, mientras que la reina se mira al espejo, como buscando en su cara un defecto invisible.



    Nora

    “ ¿El rey, escondido?”



    Grecia

    “Eso la tendrá ocupada por un tiempo, el viejo Gelio sabrá que hacer con ella.”



    Nora

    “ Entonces, en realidad mi majestad no sabe dónde está su padre.”



    Grecia

    “Sabes muy bien que si Nora, y al mismo tiempo conoces la clase de novela que ha programado mi padre todos estos años. Acaso su compañía no te hizo pensar de lo que es capaz, puedo hasta pensar que tu lo conozca mas que yo.”



    Grecia se levanta del tocador y mira a Nora fijamente, Nora nota la mirada intimidadora de la reina y decide mirar para otro lado.



    Nora

    “La última vez que me acosté con su padre, todavía no habían atentado con su majestad. Su padre ya no me busca, prefiere compañías poco maduras y con menos experiencia.”



    Grecia

    “Osea, jóvenes, más jóvenes que yo, y más nuevas que tu”.



    Nora

    “ Su majestad está en lo cierto. Y si se refiere a si su padre compartía sus planes conmigo, eso nunca ha pasado.”



    Grecia busca la mirada de Nora, y esta vez Nota hace contacto con sus ojos.



    Grecia

    “Te aprecio mucho Nora, y se que en esas escenas íntimas, un día tendrás algo que necesite.”



    Nora

    “No se a que se refiere mi reina, soy una persona insignificante para tener algo que le pueda ayudar.Su padre no habla, es callado, es muy reservado.”



    Grecia

    “Lo reconozco, y si te entiendo. Pero tus oídos son más parlantes que tu boca, y al tener confianza, has escuchado y has captado lo que tal vez no tiene sentido.”



    Nora

    “Mis oídos, mi boca, y mi vida mueren a su lado mi reina.”



    En el pasillo real Gigna camina hacia el cuarto de Gelio, ella nota a Agnus parado hablando con unos de sus soldados.



    Gigna

    “Agnus acompañame



    Agnus acompaña a Gigna, ella la sigue mientras que Gigna adelanta el paso, ella apresura su paso, mientras que Agnus la trata de decir apresurandose, pero de repente ella se detiene completamente, causando que Agnus choque con ella por la espalda.



    Agnus

    “ Un juego muy viejo está jugando su majestad, y si lo recuerdo.”



    Gigna

    “Me ves la cara de estar jugando contigo.”



    Agnus no le encuentra sonrisa a Gigna, y muy preocupado trata de arreglar el hecho.



    Agnus

    “Disculpe su majestad, tengo mis piernas torpes y no presto atención.”



    Gigna se ríe a carcajadas y agarra a Agnus por un brazo mientras camina de lado a lado esta vez con él.



    Gigna

    “Cómo es que el ejército deja entrar a soldados con piernas torpes y poca atención” .



    Agnus

    “Tal Vez es un favor de la reina su majestad.”



    Gigna sonríe, mientras que Agnus trata de descifrar de cuando Gigna está hablando en serio o de broma.



    Gigna

    “Bien, entonces, llévame donde ella , como acordamos, necesito hablar con ella.”



    Agnus

    “Si su majestad, incluso, para menos sospecha la joven está ahora mismo en un lugar seguro donde solo usted conoce.”



    Varios pasillos han caminado Agnus y Gigna, todo aquel le da el saludo de honor al ver a Gigna pasar, al subir a un segundo piso Gigna toma la delantera porque ya entiende hacia dónde va. Ella abre un cuarto en particular, ella y Agnus entran y cierran la puerta. Una cama grande decorada de blanco, con una gigante alfombra amarilla. Unos muebles de color crema, y una mesa gris hacen compañia al cuarto.



    Gigna

    “La última vez que estuve aquí todavía era virgen, me imagino que sabes lo que quiero decir.”



    Agnus

    “Si, este cuarto fue su cuarto desde pequeña hasta casarse” Los sirvientes lo arreglaron hace poco, ya que me diste muy poco tiempo para tener este cuarto disponible.”



    Alguien toca la puerta, y llama la atención de Gigna, Agnus abre la puerta, y es cuando una joven de ojos marrones y pelo corto, como un corte de hombre entra a el cuarto. Es la misma joven que la reina acusó de acostarse con el viejo Gelio.



    Gigna

    “Como se llama esta joven Agnus”?



    Agnus

    “Riza, su majestad.”



    Gigna

    “Bien, eres aquella que se acuesta con el viejo, y eres aquella que Agnus te dijo que fueras oido y boca. Háblame de algo que tenga sentido.”



    La joven se queda asustada, trata de hablar, pero el miedo la traiciona. Agnus se acerca y la agarra por el cuello.



    Agnus

    “No lo tomes a mal, siempre que me toca torturar, el miedo que representó hace hablar.”



    La joven cae al piso buscando aire, ya que se siente sofocada y temerosa.

    Gigna se acerca a ella.



    Gigna

    “ Te dije que si quieres salir de aquí necesito algo de valor, si quieres quedarte aquí puedes, pero te he dado una oportunidad para vivir otra vida. Necesito algo que me diga que soy tu majestad así como mi hermana.”



    Riza

    “Necesito salir hoy de aquí, necesito irme lejos de aquí, no tengo derecho a ser esclava nunca más, será hoy y no mañana.”



    Gigna

    “Acaso sabes algo que me haga conceder todo eso?”



    Riza trata de acercarse a Gigna, pero Agnus le hace frente y la empuja para que retroceda.



    Riza

    “Le di suficiente vino y placer al viejo, y tan orgulloso está de su plan que conmigo lo ha compartido. Su padre marcha hacia Turquía, va a invadirlos.”



    Agnus y Gigna no muestran mucho interés. Riza se hinca ante Agnus.



    Riza

    “Mateme cuando quiera, pero compruebe que será verdad.”



    Gigna

    “ No confío en ti, necesito una prueba que me haga creer que es así.”



    Riza se pone a pensar, desesperadamente se come sus uñas, y es cuando despierta de su desesperación.



    Riza

    “Existe un mapa en el cuarto del viejo, a esta hora duerme, y puede entrarme en su cama, así se los puedo traer.”



    Gigna

    “Entonces, en la mañana quiero ese mapa en este cuarto, y si es así, nunca te volveré a ver, porque Agnus se asegurará de que te alejes de aquí.”



    Riza trata de salir desesperadamente del cuarto, pero al abrir la puerta, Socrates entra y la empuja contra la pared, saca un cuchillo le tapa la boca y se lo clava en el estómago. Moviendo el cuchillo como si hiciera un círculo dentro de ella. La joven muere y su cuerpo cae al piso.



    Gigna y Agnus se sorprenden, es cuando Socrates los mira, Agnus saca su espada.



    Agnus

    “ Te has vuelto loco gordo?



    Gigna

    “No Agnus, esto me aclara que lo que dijo la joven es verdad.”



    Socrates

    “ Tenía mis sospechas, y actuó con sangre y autoridad.



    Gigna

    “No, Gelio es un tonto, que regala todo secreto de la sangre real por unas nargas y unos senos. Qué autoridad tienes aquí más de ser una bola de grasa indiscutible.”



    La puerta se abre, esta vez bruscamente, dos soldados se ponen de lado a lado, y es cuando la reina Grecia entra y hace su presencia.



    Grecia

    “ El círculo de estúpidos me imagino.”



    Continuará.....
     
    #12
    Última modificación: 14 de Enero de 2022
  13. Antonio Liz

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    Continuación...Parchis

    Galomé

    Mientras que el camino del bosque muerto parece infinito, Nivek esta vez sigue a Katizi. Katizi camina con estilo de confianza, mirando todo su alrededor, pero sintiéndose en casa. Las hojas marrones decoran los árboles y la tierra, y cada panorama parece igual aunque camines por horas. Por otro lado, Nivek camina detras de Katizi, esta vez mirando el manto negro que ahora viste, y el arco de flecha que se acomoda en su espalda.



    Nivek

    “ Se que no quieres hablar de esto, pero mi duda sigue en mi cabeza”.



    Katizi

    “ Trata de seguir mis pasos Nivek, y puede ser que eso entretenga tu cabeza.”



    Nivek

    “ Ese no es el punto, si acaso quieres ser sincera deberías contestar mi pregunta. No dejes que la visión de la bruja te haga olvidar aquel importante detalle.”



    Katizi se detiene, y esta vez trata de controlar su carácter, ella nota a Nivek con los brazos cruzados esperando respuesta.



    Katizi

    “Bien, tu ganaste, estoy en ventaja, porque aquí en este bosque te puedo dejar muerto Nivek.”



    Nivek

    “Porque el sacerdote quiere matar a la reina, y porque usó a la bruja para matarla.?



    Katizi

    “No se, solo se que el sacerdote la quiere fuera de su camino, no se si son cosas del reino, o son cosas personales. Ekatulia me entregó una orden, y obedecí, aunque no pude hacer nada...¿Contento?.”



    Nivek sigue con sus brazos cruzados, haciéndole creer a Katizi que existe algo más de la historia. Katizi espera respuesta.



    Nivek

    “Que clase de visión te entrego la bruja?



    Katizi aprieta sus ojos, dejándole saber a Nivek que sus preguntas la irritan.



    Nivek

    “Bien, veo que te tengo cansado, pero desde que encontremos a Molava y los niños tomaré mi camino”.



    Katizi

    “No necesito tu ayuda Nivek.”



    Nivek

    “No te he preguntado y menos te estoy pidiendo permiso”.



    Nivek comienza a romper ramas de los árboles, y con su puñal comienza a cortarlas.”



    Katizi

    “Que haces”?



    Nivek

    “Ese arco necesita flechas, tengo que hacer flechas mientras caminamos.



    Katizi se queda mirando a Nivek, que esta vez le pasa por el lado. Ahora Nivek camina en el frente, mientras ella mira todo movimiento que hace.



    Katizi

    “Seguiremos este camino hasta ver dónde nos lleva”.



    Nivek

    “Creí que habías visto una visión.?”



    Katizi

    “No estoy clara en lo que he visto, es como si hubiera soñado algo con los ojos abiertos, no tiene sentido”.



    Nivek se aserca a Katizi, le entrega 4 flechas.



    Nivek

    “Pues yo también tengo una visión y es muy clara, que mi estómago la comparte conmigo. Tengo hambre, y tú también debemos comer algo que no sea ramas y hojas, así que demuéstrame cómo usas tu arco.



    Katizi

    “No soy tu leona que caza a su león.”



    Nivek

    “Hablas como leona y actúas como leona, no te engañes.”



    Un sonido se escucha detrás de los árboles, como si alguien hablaba en voz alta. Katizi y Nivek se apartan y se esconden detrás de los árboles. Katizi mira a Nivek, y Nivek trata de escuchar de dónde viene la voz. Nivek se acerca poco a poco a la dirección de donde se escucha la voz, ocultándose en cada árbol para no ser visto. El nota algo a lo lejos, y es cuando Katizi corre hacia él y se acerca. El campamento griego se ve a distancia, el daño del fuego es notable, algunos soldados están patrullando la zona, mientras que algunos heridos se pueden ver sentados en la tierra.



    Nivek

    “Aquí deben de tenerlo ellos, los deben tener por algunos lados.”



    Katizi comienza a temblar, y se apoya del árbol como si se fuese a caer.



    Nivek

    “Que te pasa?, puedes estar tranquila, deben de estar vivo todabia, creo que un tonto dejo quemarse algo y por eso se puede ver como el fuego consumio algunas cosas, deben de estar por aqui.”



    Katizi

    “Nivek, esta esta fue mi visión, Ekatulia caminaba de boda por todo este lugar, y más allá, Molava y los niños le decían adiós, y Ekatulia estaba contenta y muy inquieta caminando, mientras que todos los soldados bajaban su cabeza a su honor.”



    Nivek

    “Entonces están aquí, debemos rondar el campamento y encontrarlos Katizi.”



    Katizi empieza a pensar, mientras que Nivek espera su respuesta.



    Katizi

    “Ellos decían adiós dentro de una jaula de madera, si no me equivoco deben de estar en esa jaula.”



    Nivek

    “Bien, le daremos la vuelta al campamento.”



    Árbol por árbol los dos tratan de vigilar de los más lejos si encuentran algo similar a la visión de Katizi. Pero los griegos han recogido todo lo quemado y lo han puesto acumulado en un solo lado, donde ahora parece un basurero.



    Nivek

    “No se que causó este fuego, pero me sorprende que se haya extendido de esa manera, como si algo lo a vuelto furioso.”



    Una voz detrás de Katizi y Nivek , interrumpe el discurso de Nivek. Un soldado griego con su armadura cargando unas leñas hace su presencia. El deja caer toda la leña, y saca su espada. El soldado furioso y con poca paciencia insiste.



    Soldado

    “No preguntaré de nuevo, qué hacen aquí, de donde vienen, quienes son?.”



    Nivek

    “Somos de una aldea cerca de aquí, solo buscamos algo de comer, no queremos problemas.”



    El soldado nota a Katizi, y la mira de arriba abajo.



    Soldado

    “Vendrán conmigo, el capitán será el juez de lo que me has dicho.”



    Nivek

    “No se preocupe, ahora mismo nos vamos”.



    Soldado

    “Eres tonto, o sordo?, que no escuchaste una orden de un soldado de la reina, camina o te matare.”



    Nivek se queda parado, el soldado se acerca a él con su espada, Nivek retrocede y saca su puñal. El soldado se detiene.



    Soldado

    Quieres morir extranjero, eso quieres verdad, porque tu olor a pulga turca llega a mi olfato.”



    Katizi le brinca al soldado en la espalda y con sus uñas le agarra el rostro cortándole la cara. Nivek se acerca para penetrarle el cuchillo por el cuello, pero una patada lo arroja a la tierra. El soldado empuja a Katizi y con puño cerrado le golpea la cara. Nivek se levanta de nuevo y trata de correr hacia el soldado pero él azota su espada y Nivek retrocede. Katizi se arrastra por la tierra con sangre en su boca. El soldado se toca su cara y nota en sus manos sangre. El mira a Katizi que está tratando de alejarse de él.



    Soldado

    “Estupida mugre, me has cortado mi rostro con tus sucias uñas.”



    El soldado se dirige a Katizi con su espada, Nivek aprovecha y se lanza contra él causándole que se caiga, Nivek agarra el brazo donde tiene el soldado su espada, pero el soldado lo golpea con su puño con la otra mano. Katizi le agarra el brazo al soldado para que no siguiera golpeando a Nivek, pero el soldado es muy fuerte y ella no lo logra. Esta vez el soldado empuja a Katizi se sube arriba de Nivek, mientras que Nivek sigue agarrando la mano donde tiene la espada. Katizi se levanta y muerde al soldado detrás del cuello, donde el soldado levanta su cabeza de dolor y es cuando Nivek estando en el piso saca su puñal y lo entierra en el cuello del Soldado, quien deja caer su espada. Katizi agarra también el puñal y junto con Nivek hacen fuerza para enterrarlo más. El soldado logra empujar a Katizi y se levanta, ya moribundo tratando de correr al campamento, Nivek coje la espalda y lo hiere en una pierna, el soldado cae nuevamente. Nivek con espada en mano espera que se desangre el soldado, mientras que Katizi vigila a su alrededor.



    Nivek

    “Ya está muerto, creo que nadie ha escuchado nada.”



    Nivek nota a Katizi con su capucha en la cabeza, donde ella tiene su mirada hacia la tierra. El se acerca, le quita la capucha, con su mano levanta su cabeza y le nota la herida en el rostro, donde todavía su boca se le nota sangre a su alrededor. Nivek le limpia la sangre con su dedo, y es cuando Katizi lo abraza fuertemente sin dejar lagrimas caer, Nivek la abraza al mismo tiempo.




    Freniud Y Milan cabalgan juntos hacia un destino no determinado. Muy de mañana ellos siguen el camino incierto, esta vez llegan a una colina, donde tienen la vista de un pueblo.



    Milan

    “Galomè, ciudad fiel a nuestro señor, poca resistencia en tiempo de guerra.”



    Freniud

    “Se refiere a que solo un habitante tiene el permiso del reino de traer la paz a este lugar, se refiere que es aquí donde existe un hombre que sería lo que no es usted Milan.



    Freniud le deja la palabra en la boca a Milan, y comienza su descenso hacia el pueblo.



    Milan y los soldados siguen a Freniud, como si Freniud entiende ahora el motivo de Milan. Varias casas hechas de lodo y piedras rodean el camino. Los habitantes se sorprenden al ver a los soldados griegos, bajan su rostro en honor a Milan, y muchos se arrodillan al verlo pasar. Los negocios están activos, desde el carnicero cortando todo tipo de carne, hasta aquella personas vendiendo especies y frutas invaden la ciudad. Varios niños siguen a Freniud y es cuando un vendedor de frutas le pasa una manzana a unos de los niños que le indica que se la lleve a Freniud. El niño alcanza a Freniud y le entrega la manzana, el niño apunta al vendedor, Freniud agarra la manzana y se dirige hacia el vendedor.



    Freniud

    “Menfis, deberías unirte al ejercito, sigues en este mercado, morirás de hambre si sigues tratando de sobrevivir con lo que no tiene este pueblo.”



    Menfis

    “Buen dia padre, es gusto verte, su cicatriz no la puedo olvidar, y veo que usted no me olvida.”



    Freniud

    “Es el rostro de tu madre que veo en ti, porque en nada te pareces a mi, fue bueno que salieras a tu madre, porque si fueses como yo, creo que te hubiesen matado”.



    Menfis

    “Estoy vivo padre y eso es lo que cuenta”.



    Freniud

    “Cuantos años tienes ya Menfis.”



    Menfis

    “ 15 padre, y si padre, estoy dispuesto a entrar al ejército.”



    Freniud

    “No quiero que me complazcas, eres tan pálido como un pollo sin plumas, y delgado como un ave malnutrida. Tus ojos rojos me revelan anemia.”



    Manfis se avergüenza de su parentesco, y esta vez no le contesta a Freniud.



    Freniud

    “Dile a tu madre que iré más tarde, que prepare algo fuerte de comer.”



    Freniud arroja unas monedas al piso, donde Menfis la recoge. Freniud trata de seguir su camino, pero Menfis le llama la atención.”



    Menfis

    “Padre, padre!, mi madre ya está casada con un hombre que es mi padrastro, tengo dos hermanas menores, y ella ya tiene su familia, no se si será prudente padre. Por favor digame que tengo que hacer.”



    Freniud

    “Menfis, obedece a tu padre, y trata de no meterte en mis asuntos.”



    Milan le pasa por el lado a Menfis, y Menfis se arrodilla al ver a Milán.



    Freniud sube otra colina, encima de la colina se ve de lejos un monasterio de rocas, cuadrado y con una torre, donde más abajo de la torre se encuentra la puerta principal. Al acercarse al monasterio una monja y un monje reciben a Freniud.

    El monje, hombre bajito con un manto con capucha gris pelo blanco de lado a lado y calvicie en el medio, se acerca a Freniud, que todavía está montado en su caballo.



    Cesarus Aquilles

    “Gusto en verte Freniud, esto llegó hace unos días para ti, es un mensaje con el sello real.”



    Cesarus le entrega el mensaje, y Freniud lo lee brevemente, él lo guarda dentro de su armadura.



    Freniud

    “No me preguntes porque estamos aquí, porque no se. Necesito descansar, mañana en la madrugada tengo que partir de aquí.”



    Cesarus

    “Claro hijo mío, Patsia te preparara un cuarto.”



    La monja blanca de algunos 50 años y un parche en el ojo derecho abre la puerta a Freniud para que se desmonte del caballo y entre.. Pero Milan tiene otros planes.

    Al ver a Milan la monja y el monje Cesarus bajan su cabeza, de forma de honor a su presencia.



    Milan

    “Antes de sus generosidades, vengo de forma directa a preguntarte algo Cesarus, y que bueno que Patsia esta aqui, porque tambien me puede ayudar.



    Patsia y Cesarus miran Milan con curiosidad.



    Milan

    “Casi mataron a nuestra reina.”



    Cesarus

    “Si, todo Galome lo sabe, estamos tristes y sorprendidos.”



    Milan

    “Me imagino que si Cesarus, estoy tan triste que me da pena decir, pero el arma que cargaba el asesino fue un puñal de sacrificios santificados, y solo tu tienes unos de esos si no me equivoco, o no?.



    Freniud y Patsia se sorprenden al escuchar lo que dijo Milan.



    Freniud se baja del caballo y saca su espada.



    Cesarus

    “No se donde lo puse, sería en unos lugares de sacrificios, lo he buscado,y no lo encuentro.”



    Milan

    “Entonces, el traidor proviene de Galome, eso es lo que entiende Cesarus.”



    Cesarus

    “Su santidad puede que esté en lo cierto, pero varias personas pasan por aquí, y no sería necesario sacar esas conclusiones.”



    Milan

    “Yo?, nunca te he dicho que el traidor sea de aqui, tu lo has dicho Cesarus, y puedes estar en lo correcto.”



    Freniud

    “Entonces estás diciendo que el traidor regresó a Galome?, estás loco Milan, deberías tomar descanso.”



    Milan

    “Cómo es que ustedes dos hablan por , sin yo decir nada, ustedes y sus argumentos, ahora déjenme hablar.”



    Patsia

    “Su santidad debe de estar cansado, es necesario que coma algo y descanse, es un honor tenerlo aquí.”



    Milan se queda callado, y es cuando mira a Cesarus y Freniud que están por argumentar algo.



    Milan

    “Si, mi querida Patsia, tú que solo con un ojo puedes mirar por dentro de mi. Es lo recomendable, y lo necesario para descansar. Pero antes necesito conocer mas de este ministerio.”



    Milan ordena a todos sus soldados sacar a todo el que está dentro del ministerio. Los soldados entran y comienzan a sacar personas. Unos 7 jóvenes con manto gris igual que Cesarus salen primero, y 8 monjas le siguen el paso. Todos se paran de espalda contra la pared. Milan mira a cada uno cuidadosamente, y comienza a dialogar.



    Milan

    “ Aquí existen varias personas que no conozco.”



    Patsia

    “Esta joven alta, es una nueva monja, es del pueblo, su madre la trajo hace unos años su santidad, y este joven es un aprendiz también del monasterio.”



    Milan los mira con sospecha.



    Milan

    “Pues bienvenido sean hijos míos, me gustaria conocerlo mas, lo esperare en mi cuarto, y así me contaron de cómo los tratan aquí. Freniud estará conmigo, esperando aquellas respuestas no adecuadas.”



    Patsia mira disimuladamente a Cesarus, y Cesarus desvía su mirada.

    Milán y Freniud entran al monasterio, mientras los soldados acampan afuera.

    Patsia esta vez se encuentra en la cocina, supervisando una comida para los huéspedes, ella nota a Cesarus, que con su mirada le indica que su presencia es requerida. Patsia camina en el pasillo, y entra a un cuarto, donde Cesarus la espera.

    Un cuarto simple, una cama y un escritorio, la biblia está encima del escritorio, y un plato que tiene una vela encima.



    Patsia

    “Este momento iba a llegar, y creo que bajaste tu guardia Cesarus.”



    Cesarus

    “Estamos preparados para este momento y lo sabes.”



    Patsia

    “Nosotros sí, pero ellos no”.



    Cesarus

    “ Ella es inteligente y se que saldrá de esto, mientras que él tiene un plan que no puede fallar.”



    Patsia

    “Eres muy confiado”.



    Cesarus

    “No lo soy, pero confío en Dios.”



    Alguien toca la puerta, y la joven monja alta, le avisa a Cesarus que Milan requiere su presencia. Milan se encuentra en un cuarto, igual que todos, un escritorio y una cama, una ventana en forma de círculo le hace presencia, y le da la vista a un patio cuadrado con algunos dos bancos de sentarse de lado a lado. Freniud se encuentra acostado en la cama, comiendo la manzana que le habían regalado, esta vez sin cuchillo.



    La joven entra al cuarto, y Milan empieza a hablar con ella.



    Milan

    “Cual es tu nombre”?



    Afilia Curver

    “Afilia Curver su santidad.”



    Milan

    “Curver”?



    Afilia

    “ Nací aquí mismo en Gelome, mi madre me dejó en el monasterio porque se fue con otro hombre, y él no quería saber de mi. Fue lo mejor que me pasó su santidad, él no quería saber de mí.”



    Milan

    “Veo que eres muy nueva, o tal vez no eres monja en realidad, porque tu forma de hablar no corresponde a aquella persona que acepta su camino para servirle a Dios.”



    Afilia

    “Disculpe su santidad, soy una pecadora que no merece estar en su presencia y menos servirle a Dios, me siento avergonzada de querer llamarme monja.”



    Freniud

    “No te preocupes mujer, no todos servimos para lo que queremos, si ves a tu santidad tampoco asumas lo que crees.”



    Afilia

    “No entiendo, estoy confundida, usted habla como faltándole el respeto a nuestra santidad, que glorifica su día y su noche hasta tener la oportunidad de limpiar su alma.”



    Freniud se ríe a carcajadas, mientras que Milan no le quita la mirada a Afilia.



    Milan

    “No hagas caso hija mía, muchas almas pueden ser salvadas, y otras no se dejan salvar.Dime una cosa, has tenido parientes que han muerto en esta guerra, osea me refiero a que si alguien te tu familia allá servido en un ejército.”



    Afilia

    “Claro, mi abuelo sirvió al clan de Gentu, fue en la guerra del mar lento, aquella guerra donde estaban defendiendo a Grecia de invasores según mi madre”.



    Milan concentra su mirada en Freniud, con mucha duda.



    Freniud

    “ En ese tiempo Gentu eran aliados con la corona, no estaba presente, pero si escuche la guerra de mar lento, nada que tenga que ver con los problemas de hoy día.”



    Milan

    “Donde estabas en ese tiempo tu Freniud”.



    Freniud

    “Me imagino que todavía estaba pegado a una teta de mi madre”.



    Afilia se tapa la boca sorprendida por la respuesta de Freniud.



    Milan

    “Bien hija mia, gusto verte, bienvenida seas, y esperemos que arregles un poco lo que hablamos.”



    Afilia

    “Un honor estar frente a usted, y si claro aprenderé más, se lo prometo su santidad.”



    Afilia le besa la mano a Milan y se retira, en ese momento el joven entra y se acerca a Milan.



    Milan y Freniud se tapan las narices de el mal olor que carga el joven. El joven con pelo largo , ojos negros y piel canela hace su presencia, y baja su cabeza muy avergonzado.



    Milan

    “Que es ese mal olor hijo mío, que traes contigo.”



    Bartu Gregorius

    “Perdon su santidad, soy cocinero aqui, ayudó al cocinero mayor, y he estado cortando carne de cordero casi toda la noche.”



    Freniud

    “Acaso el cordero estaba vivo, te trago y saliste por su culo.”



    Milan

    “ ¿Cómo es que te llamas? dime hijo mío.”



    Bartu

    “Bartu Gregorius, soy huérfano hijo de Puntu Gregorious, naci en Murmulla, pero mis padre llegaron aqui despues que se desataron las guerras contra la corona, estoy a su servicio Milan.”



    Milan se queda callado por unos segundos, y baja su cabeza. Freniud por su parte mira al joven y sonríe. Freniud se levanta de la cama, agarra al joven por el cuello y lo pega a la pared.”



    Milan

    “As respondido como si alguien te hubiera mandado a responder de esa manera. Algo dentro de ti es verdad, pero lo has llenado con esta locura.”



    Freniud

    “Será mejor que hables muchacho, antes de que la apeste aquí también sea tu cuerpo hecho pedazos.”



    El joven trata de hablar, pero no puede porque Freniud aprieta su cuello. Freniud lo empuja y el joven cae cerca de la cama. Freniud saca su espada y se acerca al joven.



    Bartu

    “No se que decirle su santidad, es la verdad, solo estoy nervioso, no me gustan que me apresuren, me pongo nervioso.”



    Milan

    “Por favor, no sigas mintiendo, no es necesario, dime quien fue aquel que fabricó todo esto.”



    Bartu

    “Nadie, nadie, no sé quién ha fabricado nada, nadie me ha dicho nada, solo hablo y respondo. Mis padres murieron por la plaga, y fui criado por Galea y de vez en cuando ayudo a su hijo con la venta de frutas y especies.”



    Milan

    “Freniud, sacalo de aqui, matalo fuera de aqui, que Cesarus se reporte.”



    Freniud guarda su espada, y con cara de confusión sin quitarle la vista al joven comienza a hablar.



    Freniud

    “ Existe una verdad, y puedo descubrirla, el joven fue criado por la madre de mi hijo, el mocoso que vende especies.”



    Milan

    “Aquella momia del mercado”?



    Freniud

    “Ante todo debo saber si ellos tienen que ver con esto, si es así, lo que sospechamos está fuera del ministerio.”



    Milan

    Enemigos de la corona quieres decir, esto se ve muy mal Freniud, un hijo tuyo involucrado en esto. Me sorprende tu lealtad, porque lo hubieses matado y no hubiese pasado nada.”



    Freniud

    “Derramó sangre para la corona, no para sus intenciones, su asunto y los mios están separados por seda y fibra.”



    Milan

    “Bien, este joven debe de ser encerrado, y si es mentira será ejecutado como ya te he pedido. Iremos junto a investigar todo esto.”



    Freniud

    “Entiendo, no confía en mí, cree que es novedad?



    Milan

    “No no hijo mío, al contrario, ahora confío más en ti. Solo no he tenido la oportunidad de conocer a este hijo tuyo, sería prudente conocerlo, si es tu hijo es mi hijo también Freniud.



    Freniud ignora a Milán, y ordena que encierren al joven.



    Continuará.....
     
    #13
    Última modificación: 2 de Febrero de 2022
  14. Antonio Liz

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    Continuacion...Galomé

    Entre La Codorniz


    Muy temprano en la mañana, Serra y Molava están determinadas en romper la puerta para escapar. Molava coje impulso para romperla, pero en ese momento Miera la abre lentamente.



    Molava

    “¿Cómo lograste abrir esta puerta?



    Miera

    “Solo tenia el candado puesto Molava, lo vengo a notar ahora ya que es de mañana.”



    Serra

    “Entonces puede ser que le quitaron el candado”.



    Molava

    “Con candado o sin candado como quiera estábamos encerradas pecosa, no crees?.



    Miera

    “No es tiempo de discutir debemos escapar, y alejarnos de aquí.”



    Las tres caminan fuera de la casa, vuelven al bosque para no ser vistas, y es cuando notan la casa de la anciana. No existe movimiento alguno, y la duda de que estén muertas o vivas invaden la mente de Serra.



    Serra

    “Tal Vez estan muerta, o tal vez no quieren saber de nosotros, o también se olvidaron de nosotras.”



    Molava

    “Debemos seguir el bosque, no podemos caer en el camino libre, ya que es peligroso.”



    Unas pocas horas caminando Molva se detiene, y trata de encontrar el camino adecuado, ya que ahora se siente perdida. Serra se acerca a ella, y trata de ayudarla con su decisión.



    Serra

    “Es simple Molava, si buscas paz debemos salir de esta tierra, si buscas estar siempre viviendo escondida con temor, entonces rondamos esta tierra y sobrevivimos como pueda.”



    Molava

    “ He vivido con temor toda mi vida, y estoy acostumbrada, no es algo que estoy evitando.”



    Serra

    “Esa vida que soñaste años atrás todavía existe Molava, todavía tenemos esa oportunidad de vivirla. Todas, todas nosotras, se que en este mundo existe aquella tierra más allá de esta guerra y estos conflictos.”



    Molava camina un poco más adelante, ella mira su alrededor, y mira sus manos. Ella toca forzosamente su herida detrás de su espalda y la siente completamente seca. Molava mira hacia atrás, y concentra su mirada hacia Serra, Molava se acerca a Serra.



    Molava

    “Bien pecosa, tienes idea dónde existe esa tierra que solo existe en tu imaginación?.”



    Serra sonríe y abraza a Molava de alegría.



    Serra

    “Debemos salir de Grecia, cruzar el océano, e ir a tierras desconocidas, fuera de aquí, lejos donde el idioma es diferente. Donde la cultura es legítima,donde somos extranjeros y extraños, donde la luna es la misma, pero la piel y el color se une a la igualdad de quienes somos.”



    Miera comienza a sonreír, pero su contentura se apaga rápidamente al ver que Molava tiene una cara de seriedad.



    Molava

    “ Exacto, como había dicho, en tu imaginacion Serra, eso solo existe en tu imaginación. En tu mente fuimos princesas, ahora fugitivas.”



    Serra

    “Acaso no es mejor soñar que esperar lo que nunca vendrá?, acaso me vas a poner elegir entre mis pensamientos buenos y mis pesadillas del pasado?, se que tu piensas lo mismo.”



    Molava

    “Soy realista, no soñadora”.



    Serra

    “Bien, voy a hacer un trato contigo, iremos al mar, y si no existe alguien que nos lleve, entonces cogeremos diferentes caminos, no tienes nada que perder.



    Miera

    “Nunca he ido al mar, nunca lo he visto.”



    Molava

    “No somos turistas para estar rondando por lugares donde nunca hemos ido, estamos en guerra, no para cumplir sueños.”



    El rostro de Serra vuelve a caer en desilusión, ella está convencida de que Molava en realidad no valora su opinión. Miera nota la cara de mal agrado de Serra.



    Miera

    “ No sería una mala idea, que estuviéramos perdiendo?, tal vez no sea el océano nuestra respuesta, pero tal vez en el camino se nos puede ocurrir algo que no sea esta locura.”



    Serra sin pensarlo mucho, comprende que Miera trata de ayudarla, y nota que le ha entregado una propuesta a Molava que ella misma tiene que considerar.



    Molava se acerca a Miera, ella se hinca en una rodilla para explicarle cuidadosamente un detalle.



    Molava

    “Eres sangre de Grecia, eres legítima en toda esta tierra, esta tierra de pertenece, un día puedes ser que seas reina, acaso no quieres por lo menos intentar de tener tu espacio en el reino.”?



    Miera

    “Quién lo va a creer?, acaso crees que soy lo que dicen que soy, si es asi me quedare, pero dónde está ese ejército que conoce quien soy, y donde esta esa madre que quiere a sus hijos, que no la manda a sacrificar como un cordero, si es asi me quedare, pero sabes muy bien que no podemos cambiar el pasado. Soy y seré hija del olvido, de lo que no debió ser Molava, estoy conforme con eso.”



    Un sonido interrumpe la conversación, es un sonido de un tipo de ave. Molava le pone la mirada a Miera, quien mueve su cabeza indicando que no ha hecho ese sonido. Miera se acerca lentamente a dónde proviene el sonido. Ella se posiciona detrás de un árbol y se agacha y mira directamente hacia el norte. Aunque los árboles y las gramas le cortan la visión, Miera asegura lo que ha visto sin mucha dificultad. A una corta distancia, ella le indica a Serra y Molava que se acerquen.



    Miera

    “Es una codorniz, está escondida en los pastos, ella entra y sale como buscando algo, o pueda ser que se haya perdido.”



    Serra y Molava tratan de identificar el ave, pero no pueden verla, aunque si escuchan el sonido.



    Serra

    “No se donde esta, solo veo ramas de pastos y árboles, seguro que has visto algo?



    Molava

    “Tal Vez creíste ver algo, además los bosque están llenos de toda clase de animales, y más aquellas aves.”



    Miera

    “Puede ser que sea una niña, pero tonta ni ciega soy, y menos veo ilusiones. Miren aquel árbol que está cerca donde empieza aquella grama, y esperen.”



    Molava y Serra esperan ver lo que Miera le ha informado, un minuto después la codorniz sale de la grama, y comienza a picar el pasto, así presintiendo que algo la está mirando.



    Molava

    “Eso quiere decir que existe alguien cerca que la está criando.”



    Miera

    “Necesito carne, voy por ella.”



    Molava agarra a Miera por un brazo.



    Molava

    “Entendemos que si te acercas la puedes asustar y ella puede alertar a lo que está detrás de esas ramas.”



    Serra

    “ Miera no sabemos la distancia de donde vino la ave, si está cerca alertara a su dueño.”



    Miera

    “No sabemos si no intentamos.”



    Molava

    “Si, si , hemos intentado, y casi nos matan, ¿ no recuerdas lo que acabamos de escapar?.



    Miera

    “Molava, tengo hambre de carne, tu muy bien sabes que no podemos vivir con plantas.”



    Serra

    “Tengo un par de olivos conmigo, los arranque antes de salir, podemos empezar por eso.”



    Molava le presta atención a Serra, pero su mirada luego cambia a Miera.



    Molava

    “Ok, Serra, trepa cualquier árbol y vigila a qué distancia está aquel lugar de donde vino la ave. Yo estaré en tierra por si algo se acerca, Mira tu atrapas el ave.”



    Serra

    “Espera, sabes muy bien que no sé trepar, me llevará tiempo y necesito tu ayuda, esas son cosas de Miera.”



    Molava

    “Entonces quieres agarrar esa ave, porque con tus torpes pies será a ti que se te escapará.”



    Miera

    “Yo subiré al árbol, no me tomará mucho tiempo.”



    Miera trata de escoger el árbol específico para treparse, mientras que Molava y Serra esperan. Molava nota a Serrra preocupada y constantemente subiéndose el manto parecido a un mantel de mesa.



    Molava

    “Debes cambiar esa vestimenta, apestas y a la misma vez no puedes seguir arreglandolo en cada momento, eso me fastidia.”



    Serra

    “Claro claro, opino lo mismo de ti, con ese camisón que ha perdido el color por tu sangre seca y los agujeros notable, y además apestas más que yo. Y si , es un mantel de mesa.”



    Miera se acerca, y comienza a detallar lo que ha visto desde el árbol.



    Miera

    “Existe una casa de madera detrás de todo ese pasto, es una pequeña granja, varios animales, y está bien organizada. No he visto a nadie entrar o salir, pero lo que sí sé es que alguien vive en ese lugar.”



    La codorniz empieza a salir del pasto de nuevo, esta vez es muy notable su presencia.



    Serra

    “Es imposible, ella se puede asustar y puede alertar a los dueños.”



    Molava

    “Claro, claro pecosa, podemos morir atacados, pero también de hambre, ¿no crees?.



    Serra

    “No sé cómo cocinar esta ave, incluso nunca he comido nada así.”



    Molava

    “ Ahh ahora entiendo la dama de la reina no le interesa comer con los pobres, perdón si no tengo vino o cordero para brindarte su majestad.”



    Miera

    “Yo puedo ir por ella”



    Serra

    “No no irás, no ahi porque arriesgarte por esa ave.”



    Miera se queda mirando a Serra con mucha duda, mientras que Molava mira a su alrededor como si algo está por llegar.



    Serra

    “Miera no es justo que fueras a hacer eso, no es necesario, una niña como tu, te puede pasar algo.”



    Miera

    “Tengo 10 años, no soy tan niña como crees.”



    Serra

    “Crei que eran 8, crei que me habías dicho eso.”



    Miera

    “8, 10, 11, no hay diferencia, la luna me dice cuántos años tengo.”



    Molava sigue mirando a su alrededor, de vez en cuando le presta atención a Miera y Serra, pero en pocos segundo mira para atrás, como que algo se esconde detrás de los árboles.



    Miera

    “Además, no te llevo muchos años, tu pelo largo y mi pelo corto nos hacen la diferencia, más que estoy más descuidada que tu, ya que nací en el bosque, todavía tu piel mantiene la suavidad de la seda. Y sin duda alguna, se nota tu semblante de mujer de castillo.”



    Serra iba a decir algo, pero se detiene al pensarlo antes de hablar.



    Serra

    “¿Deberás creer que me veo bien?



    Molava

    “Están perdiendo el tiempo, necesitamos agarrar esa ave, ya no tengo paciencia.”



    Serra

    “Crees que es tan fácil, acaso con solo una palabra matamos al pájaro, no es tan fácil como crees Molava.”



    Molava siente un zumbido en el aire. Y es cuando grita fuertemente de forma de alertar.



    Molava

    “ Al suelo todas, cubren sus cabezas.!”



    Las tres se tiran a la tierra, y es cuando notan una flecha que les pasa por encima y traspasa a la codorniz, matándola rápidamente. Molava se levanta saca su espada, mientras Serra y Miera corren buscando refugio detrás de un árbol. Molava se queda sin cubrirse, solo esperando lo que tal vez esté rodeando el bosque.



    Serra

    “Molava, que ves? ¿quién se acerca?, qué está pasando?.”



    Molava

    “Pecosa, quiero que tu y Miera corran lo más lejos que puedan, sin mirar atrás.”



    Un sonido de una golondrina sale detrás de los árboles. Miera mira a Molava , y Molava le hace señal a Miera que se quede donde está. Molava hace el sonido del pájaro zorzal, y un pequeño silencio hace su presencia. Unos segundo después, el sonido del ruiseñor sale detrás de los árboles. Molava suelta su espada, y su cara de sorpresa es visible. Miera corre y se acerca hacia el lugar de donde viene el ruido, y es cuando Katizi y Nivek salen para ser descubiertos. Miera abraza a Katizi, mientras Molava todavía sorprendida trata de reaccionar, pero la impresión de ver a Katizi la a paralizado.



    Katizi

    “ Estoy viva Molava, no has visto un fantasma, y tampoco tengo la impresión de que tú lo eres.”



    Katizi abraza a Molava, mientras Molava reacciona abrazándola, algunas lágrimas salen de los ojos de Molava, e inmediatamente ella se las seca con su camisón alejándose de Katizi.



    Molava

    “Nivek, entiendo que estabas con Katizi toda su jornada.”



    Nivek

    “Gusto en verte de nuevo Molava.”



    Serra

    “Disculpen, pero acaso esa flecha que mató a el ave, estaba destinada a algunas de nosotras?.



    Nivek y Katizi mantienen su mirada en dirección a Serra.



    Miera

    “Ella es Serra, era una dama de la reina, pero claro que según se han visto ya.”



    Katizi se sorprende, mientras Nivek trata de entender lo que ha escuchado.



    Molava

    “Tranquilos, ella no es lo que ustedes creen.”



    Katizi

    “No quería matarlos, solo quería saber quiénes eran, era un susto, y sobre el ave, digamos que fue un tiro suertudo.”



    Nivek mira para atrás, y trata de mirar lo que viene, pero está muy lejos para visualizarlo.



    Nivek

    “Debemos caminar, no podemos estar aquí, creo que hicimos lo suficiente para que nos escuchen, debemos seguir adelante.”



    Miera recoge el pájaro muerto y prosigue a seguir a los demás. Nivek mantiene el frente, seguido por Molava que camina de lado a lado con Katizi, y Serra que camina de lado a lado con Miera.



    Molava

    “Que te paso en la cara,? tienes un pequeño moretón, como si alguien te ha golpeado.”



    Katizi

    “Enfrentamos a un soldado griego, en aquel campamento que parece que el incendio consumió.”



    Molava

    “Ese fuego fue creado por Ekatulia, si te digo que ella misma se pegó fuego y camino unas millas, creo que no me creerías, pero fue así.”



    Katizi

    “Eso ya lo sabía, claro a mi manera, Ekatulia me dejó una visión.”



    Molava se detiene, y Katizi hace lo mismo al mirar lo que hizo Molava.



    Molava

    “Entonces, espero que tu visión hayas visto a Zatis, porque también él acaba de morir.”



    Katizi trata de contener sus lágrimas, pero a la misma vez cae de rodillas a la tierra sin decir una palabra. Miera se acerca y la abraza.



    Miera

    “Fue necio, le dije que no bebiera del agua de la tierra, pero tenía mucha sed, y se envenenó.”



    Serra

    “ Era un niño Miera, no sabia lo que hacía, era un pequeño niño.”



    Katizi se levanta, y sigue su camino, esta vez ignorando la noticia, Molava le sigue el camino.



    Katizi

    “Debemos seguir caminando”.



    Molava

    “Exacto, pero para donde vamos, no tengo idea, y algunas ideas no tienen sentido.”



    Molava mira a Serra, que sigue caminando con Miera.



    Molava

    “Las cosas han empeorado para lo peor, he matado a un soldado, y somos declaradas traidoras. No existe espacio en esta tierra para nosotras, tengo que admitir que por ahora tenemos que salir de esta tierra.”



    Katizi

    “Sabes muy bien que no puedo salir de aquí, aqui pertenezco, no creo que lo hayas olvidado.”



    Molava

    “Katizi, por mi te puedes quedar, no estoy para convencerte de lo que tienes que hacer, solo te dire una cosa, sabes muy bien tu destino.”



    Katizi

    “Lo entiendo, y estoy mas que agradecida de seguir el mismo camino.”



    Molava

    “Desconoces mi amistad contigo, niegas ser mi hermana, porque para mi lo eres, y ni siquiera así haces lo correcto”



    Katizi

    “Explicame lo correcto Molava, a ver, tienes todo el tiempo en el mundo.”



    Nivek nota la discusión, y se acerca a ellas.



    Nivek

    “Damas, podemos seguir sin hablar, no quiero que me maten”.



    Katizi

    “Nivek, necesitamos hablar, sería mejor que dejemos todo claro ahora mismo.”



    Molava mira para atrás, y Nivek también siente la misma impresión de Molava, Katizi pone su mano en la tierra.



    Molava

    “Creo que algo anda detrás de nosotros.



    Nivek

    “No creo que este atras, diria que algo nos rodea.”



    Katizi

    “Algo está lejos de nosotros, pero creo que no duda en llegar, el problema es que se mueve por todos lados.”



    Molava

    “Algo que se mueve, te refieres a algo de lo que hablaba la bruja, o en realidad tenemos algo que sea como nosotros.”



    Katizi

    “Espero que sea algo que Ekatulia a contado, le tengo más miedo a los vivos que los muertos.”



    Nivek

    “Sea lo que sea entonces está detrás de ti Katizi.”



    Molava

    “No seas tonto Nivek, sea lo que sea lo lleva Katizi, esa es la respuesta adecuada.”



    Molava

    “Miera, trata de darnos visión desde arriba.”



    Miera busca el árbol adecuado, mientras que Serra la sigue. Molava mira hacia el sur, Katizi coje el este, y Nivek se queda en medio del norte y oeste. Serra viene corriendo.



    Serra

    “Un ejército se aproxima, más grande que el mar, se están dividiendo, y pueden peinar todo este espacio y encontrarnos.”



    Miera

    “Debemos seguir adelante,creo que están por rodear todo este lugar, el norte es preciso caminar.”



    Serra

    “Pero no precisamente nos buscan, por lo que me dice Miera creo que esto es una batalla.”



    Molava

    “No seas tonta pecosa, acaso crees que me quedare a averiguar si le caeras bien, eso te dejo a ti.”



    Nivek

    “Vamos, debemos correr y salir de aquí.



    Los árboles y las hojas son los testigos de la velocidad que corren, mientras que Nivek apresura su paso, Serra se queda mas atras, Miera y Katizi ayudan a Serra a tratar de seguir el paso. Mientras Molava con espada en mano espera un enfrentamiento, y trata de controlar sus ojos, pero este, oeste, norte y sur, son los movimientos masivos de sus pupilas. La noche se aproxima, Katizi y Molava la aprovechan.



    Katizi

    “Ni antorchas ni fogatas cerca de mi visión.”



    Molava

    “La tierra está tranquila, los caballos están descansando. Pero el cielo todavía no dibuja el humo de donde están acampados. “



    Katizi

    “Existe la posibilidad que se alejaran.”



    Molava

    “Y la posibilidad que nos han encontrado.”



    Nivek

    “Ahora entiendo a Serra, no puede ser que un ejército este buscándonos, si es asi, estuvieramos mirando todo lo que requiere una protección para la oscuridad.”



    Miera

    “Necesitamos fuego para cocinar esta ave”.



    Serra

    “Creo que será para otro día Miera, hacer fuego es llamar sospechas.”



    Katizi

    “Ella tiene razón, no podemos ser descubiertas.”



    Nivek

    “Bien, todos cuidemos nuestro lado, escojan un árbol, y acechan lo que se aproxima. Algo extraño reporten, yo me quedaré toda la noche si es necesario.”



    Katizi

    “Tomaremos turno, entre tu Nivek, Serra y Molava, Miera tu puedes dormir.”



    Nivek

    “Ok, empezaré yo, Katizi, Molava y Serra, así Serra dormirás lo suficiente para no quedarte dormida, en cada dos horas cambiamos. “



    Nivek se aleja del grupo y se pierde en la oscuridad, Serra tiene abrazada a Miera, ya que la noche es fría y no pueden hacer fuego por si el ejército está cerca. Mientras que Molava se encuentra recostada en un árbol, Katizi le hace compañía.



    Molava

    “Mi estómago está frío, algo anda mal Katizi.”



    Katizi

    “La noche está fría, mirá cómo tiemblas.”



    Molava

    “Se lo que siento, y no es por el frío, antes de encontrarte algo anda mal.”



    Katizi

    “Lamentablemente solo podemos saber cuando pase.”



    Un breve silencio le hace compañía a las dos mujeres, que no dura tanto.



    Molava

    “Nivek, como lo ves, que has notado de él, se puede confiar.”?



    Katizi

    “Creo que en relación a Nivek ya hemos pasado esa distancia de confianza. Hizo lo que hizo, pero por ahora estamos a su nivel por lo que veo.”



    Molava

    “Me refiero, ¿que te da la confianza para que él siga con nosotras?.”



    Katizi

    “ El es un extranjero perdido, desconocido de esta tierra, y su cabeza no está en el lugar adecuado. Hace cosas sin pensarlas, y muchas veces trato de cambiar su manera de pensar, pero vive en su mundo.”



    Molava

    “Entonces, cómo es que noto, que una persona así, esté como guía en frente de todas nosotras.”



    Katizi

    “Nunca dije que fuese un mal guía, te dije que es un extranjero, no quiere decir que estemos en mal camino por el. El pobre no es consciente que me ha salvado la vida varias veces, y eso lo hace un poco arrogante.”



    Molava trata de analizar a Katizi, Katizi trata de ignorar su mirada, y es cuando Katizi se recuesta también del mismo árbol.



    Molava

    “ Escondes algo, eres tan transparente como aquí se ven las estrellas en oscuridad.”



    Katizi mira al cielo, sin contestarle a Molava, pero Molava no le quita la mirada.



    Katizi

    “ Muchas oportunidades tenía de dejarlo donde está, de yo misma irme mas lijera, sin nadie quien mire por mi, sin nadie quien me acompañe, fue la mejor oportunidad de quedarme sola, y rendir homenaje a Ekatulia y Saxes, solo bastaba quitar a Nivek del medio, para yo vivir lo que siempre e soñado, quedarme como la madre del bosque muerto.”



    Molava

    “ Ahora si estoy la presencia de aquella que conozco.”



    Katizi

    “Por décadas, este bosque es aquella roca, donde todo lo de afuera no puede penetrar. Lo hemos defendido con todo el poder de los antepasados de Saxes. Pero según, existe algo que es más fuerte que este pequeño bosque, algo que no tiene límites, y tiene más poder.”



    Molava

    “Eres tan absurda, no entiendes nada, o te haces la tonta.”



    Katizi deja de mirar el cielo y se concentra en Molava.



    Katizi

    .”Crees que tu espada me asusta.?”



    Molava

    “No, mi presencia es suficiente para hacerte temblar.”



    Katizi

    “Debiste no seguirme cuando estaba con Ekatulia y tal vez si fuese así no estuviéramos en esta conversación. Oh, se me olvidaba, quedaste huérfana por segunda vez.”



    Molava se levanta y saca su espada, la apunta directamente en el pecho de Katizi.



    Katizi

    “Te dije, que tu espada no me asusta, y como sabras, tu presencia me da lo mismo Molava.



    Molava se pone su espada en su cinturón, y se sienta frente a Katizi.



    Molava

    “Sabes porque te seguí, y te seguí siguiendo, porque andabas con la bruja, y lo mismo que hacía la bruja, tambien espere que hicieras tu con Miera, entonces claro que te segui, y comparti contigo, pero no confundas mi propósito.”



    Katizi trata de contenerse, ella sonríe, y Molava nuevamente se sienta a su lado, como si nada hubiese pasado.



    Katizi

    “Aquel que conoce mi corazón, conoce quien soy, pero aquel que desconoce quién soy, entonces entiende lo que no puede ver. Nivek me salvo varias veces como te dije, Al igual que yo también te salve varias veces, te saque del fuego, y de que no te mataran los soldados. Si me creíste capaz de matar a Miera, entonces olvidaste lo que hice por ti.”



    Serra silenciosa mente puede escuchar las conversaciones de Katizi y Molava, mientras que Miera sigue pegada a ella. La respiración de Serra comienza a sentirse, y es cuando Miera despierta y escucha a Molava y Katizi discutiendo.



    Miera

    “No hagas caso, es algo normal, una está enfadada por algo y la otra por igual, pero se quieren más de lo que crees.”



    Serra

    “No sé qué ha pasado en ese bosque, pero creo que trae el veneno dentro. Terrible lugar, cómo pudiste sobrevivir.”



    Miera

    “Sobrevivir Serra, sobrevivir.”



    Ya muy de mañana, Nivek se despierta recostado en un árbol. El sol no se ha levantado completamente y el frío es muy intenso, el nota una pequeña fogata, donde Miera, Katizi y Molava la rodean, todas juntas para darse calor, mientras el olor de carne en fuego está presente. Nivek corre hacia el fuego y trata de calentarse usando sus manos cerca del fuego. Los labios secos de cada una son notables, y también como tiemblan por el frío.



    Katizi

    “Nivek, no podemos pasar otra noche así, son señales del invierno, a menos que tuviéramos ropa adecuada, tenemos que buscar solución.”



    Nivek mira al cielo, y trata de adivinar algo que se acerca.



    Nivek

    “El invierno ha estado aquí, solo tenemos suerte que no ha empezado.”



    Molava

    “No creo que podemos sobrevivir un invierno corriendo, no veo eso, aunque estuviéramos vestidas adecuadamente, he visto cuerpos frizados en mi vida, y es un ejemplo que también podíamos correr la misma suerte.”



    Katizi

    “El bosque muerto no es la opción, deben de estar esperándonos, podemos caer en una trampa. Por más que quiero volver, por ahora no se puede.”



    Molava

    “ El sacerdote no nos deja vivas si nos vuelve a ver, según pecosa, el sacerdote ha estado donde estábamos escondidas.”



    Nivek se queda pasmado como si una idea le llegara a la mente.



    Nivek

    “Serra, donde está Serra?



    El nota un pie detrás de un árbol y corre hacia allá. Serra todavía está dormida, y Nivek le llama la atención para que se levante.



    Nivek

    “Necesito hablar contigo, necesito saber que aprendiste en la escuela en relación a la historia de Grecia. Algo que nos pueda ayudar, algo que sabes y que tenga que ver con eso que está pasando.”



    Serra

    “Si, osea, soy muy buena en la matemática, mi padre decía que sería una maestra, y creo que quisiera hacer eso.”



    Nivek

    “Historia, háblame de la historia, sobre todo lo que es esta tierra ahora mismo.”



    Serra se queda pensativa, ella trata de entender a Nivek, pero al despertarse forzosamente se siente aturdida. Ella abre los ojos sorprendida.



    Serra

    “Si, ahora entiendo, si , existen varias familias que controlan a Grecia, Fondeur, Protis, Esparza, Gentú, Galomé y Murmura. Eran aliados, pero en un tiempo atrás todos querían estar en el mismo nivel. Fondeur es la legítima al reino, ya que de ella han gobernado sus antepasados. Conflictos existen entre todas las familias, hasta que un día Fondeur decidió eliminarlas a todas una por una, Murmura y Protis se unieron para batallar, pero perdieron porque Fondeur tiene más aliados, mientras que las otras pelearon individuales y también perdieron.”



    Nivek

    “Que conflictos fueron esos, porque siendo aliados hicieron eso.”?



    Serra

    “No sé, no nos enseñaron nada de eso, fui educada con la visión que Fondeur es y será por siempre el verdadero reino. No se que decirte de las otras tribus, pero no nos enseñan, solo que ahora son nuestros amigos, pero nunca aliados.”



    Nivek se queda pensando, se pasa las manos por la cara un poco preocupado.



    Serra

    “Pero mi padre me contaba historias que no tenían que ver con el reino. Si no con lo que por su lado el sacerdote estaba tratando de evitar.”



    Nivek presta atención a lo que Serra se atreve a dialogar.



    Serra

    “El sacerdote tenía un gran enemigo, osea en su mente lo era, creo que seria su competencia, mi padre decía que nunca ha visto nada malo en esa persona, pero que Milan lo odiaba por solo saber que todavía existe. Milan le llevó una idea al rey de que esa persona sería la destrucción de su reino. Era muy querido por la madre de la reina, pero Milan odiaba esa idea, hasta que un día convenció al rey de que él era un peligro para el reino. El decidió retirarse a un monasterio para por lo menos estar fuera de lo que era una política peligrosa.”



    Nivek

    “Entonces Milan como dices, aceptó un pacto y lo dejó vivir su vida, no entiendo porque un sacerdote con tanto poder no lo llego a matar.”



    Serra

    “No es tan fácil, la madre de la reina se llevaba de todos sus consejos, y por eso no se puede tocar. Claro, todo lo que he visto que no se podía tocar ya no existe, entonces no se si existe algo más que yo no entienda.”



    Nivek

    “Algo más protege a esa persona, cómo es que una persona con tanto poder no ha mandado a algo tan poco significante a su tumba?.”



    Serra se queda pensativa, mientras Nivek se encuentra parado caminando alrededor del árbol.



    Serra

    “Tal Vez tienen algo en común, o tal vez planean algo.”



    Nivek

    “Puede ser también que esa persona tenga algo que Milan no quiera saber, o puede ser que lo necesita.”



    Serra

    “Lo está usando.”



    Nivek

    “Sabes dónde está ese monasterio, sabes su nombre?



    Serra

    “Galomé es la ciudad, Y Cesarus es su nombre.?



    Nivek se detiene como si estuviera frizado, agarra su puñal santificado y lo mira, comienza a recordar aquel momento donde escapó del mar y un monje lo ayudó a escapar, entregando el puñal santificado.



    Nivek

    “Cesarus Achilles.”



    Continuará....
     
    #14
  15. Antonio Liz

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    Continuacion...Entre la Codorniz


    Principios

    En la sala real un silencio hace su presencia, la reina se encuentra en la silla real analizando la situación. Mientras que Agnus, Gigna y Socrates esperan que la reina reaccione, ya que está pensando lo ocurrido. Ellos se encuentran parados en frente de ella. Dos soldados están presentes de lado a lado de la puerta principal. La reina le señala a los soldados que se vayan y ellos obedecen.


    Grecia

    “Todavía no encuentro que nacer con ustedes dos, acaso creen que esto es un juego, mis personas de confianza arremetiendo con su reina. Saben el castigo a lo que se llama traición, creo que no están conscientes, tu Agnus debes saberlo mejor que todos.”


    Agnus

    “Su hermana quería saber una informacion, pero no sabia que se trataba algo de su majestad. Como militar de su realeza, acepto toda responsabilidad, y si es de morir pues moriré.”


    Gigna se sorprende al escuchar a Agnus.


    Gigna

    “No puedes hablar en serio con eso de traición, y menos de hacerle daño a Agnus.”


    Grecia

    “¿Quieres coger su lugar hermana?, creeme que tu muerte me daría una reputación de miedo y terror. Lo he pensado y es una buena idea.”


    Gigna comienza a sentir temor, sus ojos aguados y su cara de sorpresa hacen que Gigna se sienta aterrorizada.


    Grecia

    “No se dan cuenta que trate de ayudarlos, no se dan cuenta que si esto saliera de aquí no tendría otra salida de acabar con sus vidas, tratan de saber más que yo, de involucrarse en mis planes a su manera, y eso es traición.”


    Grecia se queda callada por unos segundos, y esta vez concentra su mirada a Socrates que se encuentra alejado de Agnus y Gigna.


    Socrates

    “La chica era una preferida de Gelio, ella pasaba más tiempo con él. Notaba que Gelio la mandaba a buscar con unos de los soldados, ella era su preferida, y sentía que mi Reina lo tenía que saber.”


    Grecia

    “Y tomé la decisión de acabar con ella, sin importar el día o la hora. Así que le di la orden a Socrates de acabar con ella. “


    Socrates

    “ La fui a buscar una madrugada donde dormía, me la lleve forzada al calabozo para matarla, pero me dijo algo muy importante, sobre que tenía que ver a la hermana de la reina en relación a una información. Me dijo que Agnus había arreglado un encuentro con la hermana de la reina. Usualmente no escucho, solo hago lo pedido por el reino, pero recuerdo cuando Agnus hablaba con ella en el pasillo. No sabía si era para acostarse con ella, pero coincide con lo que me dijo. Le ofrecía su vida para que me dijera que quería la hermana de la reina, y por eso jugué ese juego.”


    Gigna

    “No me ves aquí estupido, porque cuentas la historia como si no estuviera aquí. No se como puedes ser espía sin ser visto ya que eres el mismo ancho que una casa.”


    Grecia

    “Tú hablas cuando yo diga que hables, tu único derecho ahora mismo es que eres mi sangre, pero ni una palabra de ti quiero.”


    Enfurecida Gigna guarda silencio.


    Socratres.

    “Le dije a unos de los soldados que siquiera a la chica, y me informaron que estaba dentro de unos de los cuartos, donde también vieron a Gigna y a Agnus entrar. Entonces mis sospechas eran ciertas y se lo comunique a Grecia.”


    Grecia enfoca su mirada hacia Gigna.


    Grecia

    “Socrates, Agnus, déjenme sola con mi hermana.”


    Al irse los dos, Gigna se acerca a Grecia y le agarra su mano.


    Gigna

    “Solo quería saber algo de nuestro padre, no me siento cómoda sin saber nada.


    Grecia

    “No vengas a mi, aquella que según sabe mas que tu reina está muerta.”


    Gigna

    “Porque me tratas asi, porque no confias en mí, que daño te hace decir lo que tengo derecho a saber.”


    Grecia

    “Tienes dos niños hermana, trato de protegerte para que ellos no corran peligro. Es mejor que no escuchar ni saber.”


    Gigna

    “No uses eso conmigo, la parte maternal sabes que no soy buena en eso, reconoces el porque nacieron, y porque tenían que nacer. Sabes que soy un objeto militar, no puedo amar lo que solo tiene un propósito.”


    Grecia

    “Sangre nuestra corre por su venas….”


    Gigna

    “No soy objeto, y padre lo quiso así, no tengo culpa de lo que siento y no siento. Hice mi trabajo,y sabes muy bien que ya e cumplido, padre hablo de esto, y tengo derecho a ser libre.”


    Grecia fija su mirada a Gigna con cara de entendimiento.


    Grecia

    “Paciencia hermana, yo conozco ese pacto mejor que tu.”


    Gigna

    “Entonces no pongas excusas a lo que no amo, y menos aprecio. Te casan por el reino, y no por amor, entenderás y entonces vas a juzgar si acaso soy tan malvada como crees.”


    Grecia

    “No podemos cambiar lo que somos, y en tu caso eres la misma imagen que nuestro padre, nunca por fuera, pero por dentro, y es padre el culpable que no te deje ser como el.”


    Angus entra a la sala real, y ,le entrega un comunicado a la reina.


    Agnus

    “Gelio está aquí su majestad, como usted lo ha deseado.


    Gelio entra a la sala, camina con su bastón lentamente, el baja su cabeza en honor a la reina y se sienta en unos de los asientos de los miembros del palacio.


    Gelio

    “Su majestad quiere verme, y estoy aquí como su siempre servidor,, ya que en este castillo el murmullo es tan vivo como si el corazón latiera para darle la vida.”


    Grecia

    “Acaso me dices que existen aquellos que me espían”?


    Gelio

    “Existen aquellos que protegen a su majestad, he dado mi vida para este reino, y todo lo que escucha y ve es solo para su bienestar.”


    Grecia

    “Entonces por tu bienestar, te agradezco todo lo que has hecho por nosotros, y Tu Gelio Murrah ya as servido lo suficiente a tu reino, y estamos agradecido, yo Grecia Fondeur, madre de Grecia y la luz que ilumina este imperio, le doy fin a tu servicio a este reino, puedes irte Gelio.”


    Gigna se sorprende al escuchar dicha decisión. Gelio pone su mejilla en el baston, mientras que Grecia espera una reacción.


    Gelio

    “Su majestad me ha sorprendido, y yo seguiré siempre al servicio de este reino. Que viva siempre Fondeur.”


    Grecia alsa su voz llamando a sus soldados. Y Agnus hace su presencia.


    Grecia

    “Agnus, Gelio se ira del castillo, es una orden, ya el cumplio su deber, y sabe el camino que tiene que coger. Necesito que 20 hombres lo acompañen a su destino.”


    Agnus

    “Si su majestad.”


    Gelio camina lentamente hacia la puerta, y como si fuese que se le olvidara algo, el se voltea y le da la cara a la reina.


    Gelio

    “Su majestad, solo un mensaje de este pobre viejo. Los turcos salieron de aquí muy de madrugada. Ellos rehusaron quedarse toda la noche, no existe pista de ellos.”


    Grecia

    “Nada me sorprende Gelio, nada.”


    Gelio sale con Agnus de la sala, y nuevamente Grecia y Gigna están solas.


    Gigna

    Que as hecho?, Gelio ha estado aquí antes de yo nacer, como haces cosas así, no entiendo porque vino esto.”


    Grecia

    “ Todo por el reino hermana, solo hago por el reino, ese viejo ya no tiene la capacidad de quedarse callado, un dia de estos su mente lo traicionara.”


    Gigna

    “Creo que no entiendes lo grave que es no tener su presencia, creo que tal vez no pensaste eso como debe de ser.”


    Grecia se queda mirando a Gigna, como esperando algo más que ella puede decir. Pero Gigna se queda callada, y esta vez espera una respuesta de su hermana. La reina entra en un transe de dudas, su mirada trata de mirar por todos lados, y las pupilas comienzan a estar inquietas.


    Gigna

    “Pasa algo?, si, algo está pasando, y lo estas esperando.”


    Grecia

    “ Vamos, debo llegar a mi cuarto, aquí no estamos seguras.”


    Grecia sale con su hermana, ella misma abre la puerta, Agnus nota su presencia y

    la sigue. Grecia cambia su cara de preocupación a la cara de una mujer con mucha seguridad, pero Gigna la sigue mirando mientras caminan, Agnus le sigue los pasos a las dos. Y es cuando Agnus nota la mirada de preocupación de Gigna que trata de explicarle algo con su mirada. Grecia llega a su cuarto, Agnus abre la puerta, al entrar la reina, Gigna agarra a Agnus por la mano y lo obliga a entrar, Agnus cierra la puerta. Nora se encuentra en el cuarto mirando por la ventana, Grecia se acerca a ella y juntas miran el paisaje.


    Grecia

    “ Entonces el rumor se a expandido”


    Nora

    “Aquells que estan todavía en el castillo son leales a su majestad.”


    Grecia

    “ También puede ser que no creen los rumores.”


    Gigna

    “Qué está pasando hermana”?


    Grecia se queda pensativa, y Nora busca una reacción, pero no la encuentra.


    Nora

    “ El ejército sigue a su padre, y ya es notable que el castillo esta siendo evacuado lentamente.”


    Gigna abre sus ojos, sorprendentemente.


    Gigna

    “Pero eso es bueno, padre regresara al poder, y todo volverá a la normalidad.”


    Nora nuevamente espera que Grecia reaccione, pero no observa nada.


    Nora

    “Nuestra reina no entregará el trono, es su derecho y deber ser reina.”


    Gigna se sorprende de nuevo , y esta vez se para frente a frente con su hermana.


    Gigna

    “Hermana, fue un pacto de paz, y tú misma aceptaste, creo que lo que haces no le va a agradar a padre.”


    Agnus

    “Grecia, te pueden tratar como traidora si acaso esta conversación llega a los miembros del palacio, más que ellos esperan a tu padre,”


    Nora

    “ Su padre es la razon porque esta tierra está llena de sangre.”


    Agnus

    “Su padre tiene aliados, que están con él todavía, y nunca lo han abandonado. Y si acaso niegas darle el trono, no dudes que mandara tu mismo ejército en tu contra.”


    Nora

    “ Es muy confiado muchacho, todo el norte quiere su cabeza, y está rodeado con la fantasía que él manda en esta tierra. Acaso olvidas como su propia tierra quería eliminarlo.?”


    Agnus

    “Madam, aquel que controla al ejército es aquel que hereda la realeza.”


    Nora

    “Y nuestra reina es aquella que logra tenerlo todo.”


    Agnus

    “Entonces si la reina controla al ejército debería mandar a ejecutar a aquellos que se han ido, y traer a toda legión que esté dispersa.”


    Esta vez Nora mira a Grecia, y esta vez Grecia reacciona mirando a Nora, y en segundos ella concentra su atención hacia Angus.


    Nora

    “Este es el momento mi reina, debe de escoger donde quiere estar, algunas veces no sabemos a quiénes somos fieles hasta que el traidor atraviesa su espada.”


    Grecia

    Agnus prepara mi caballo, cabalgaremos sin ser vistos, que nos acompañen algunos soldados, tendremos que andar rápido, sin carruaje, y vestidos como ciudadanos que somos.”


    Gigna

    “Qué dices, a qué te refieres?


    Nora

    “La reina es la reina, y su padre depende de ella para ser victorioso.”


    Gigna

    “Si, eso es lo que queremos, que padre mate a toda esa gente, es obvio que eso queremos.”


    Grecia abraza a su hermana, y le da un beso en la boca.


    Grecia

    “ Te quiero mucho, te amo mi hermana, pero necesito tu ayuda, para todos estoy contigo, nunca digas que no estoy en el castillo. Necesito tu valor, y tu inteligencia, dame unos días.”


    Grecia le ofrece una explicación a Nora con su mirada, y Nora baja su cabeza para hacerle entender que ella entendió.


    Gigna no dice palabra, ya que todo esta ocurriendo tan rápido. Grecia y Agnus salen del cuarto, mientras Gigna y Nora se quedan solas.


    Nora

    “ Será mejor que se siente mi dama, su hermana me ha dado autoridad para contarle lo que está pasando.”


    Gigna

    “ Toda mala noticia en mi vida la recibido sentada, no me sentaré para evitar unas de esas noticias, pase lo que pase.


    Nora

    “Su padre tiene un plan para proclamar su reino,y ese plan fue hecho mucho antes que él se involucrara en aquel pacto de paz. Su padre se dirige a aplastar a los turcos, y no es secreto que llegará a la frontera, pero su padre tiene poco respaldo, ya que su hermana manda en el ejército por proclamarse reina al tomar la posición de tu padre.”


    Gigna

    “ Tiene sentido, pero si es así el pacto significa que mi hermana estaba de acuerdo con la decisión.?


    Nora

    “Su padre conoce mucho a tu hermana, más de lo que crees, y sabe que ella es igual que él. No le teme a que la reina quiere quedarse con el reino, incluso eso lo espera, y por eso es que tu padre ha decidido terminar con el enemigo junto a ella.”


    Gigna

    “Mi padre según es un tirano, no entienden el porque él hace las cosas para mantener este reino.”


    Nora

    “La reina no odia a tu padre por ser como es, al contrario, lo admira por su crueldad, pero nunca olvida como abandono a tu madre en momentos donde lo necesitaba.”


    Gigna

    “Padre estaba de guerra a guerra, para que esta familia se quedará en el trono, como puede hacer tanto, madre enfermó y no se pudo hacer nada.”


    Nora

    “ Y la reina tiene en sí la culpa de matarla”


    Gigna espera que Nora continúe, pero no prosigue, y es cuando se da cuenta de un detalle importante. Gigna se da la vuelta y esta vez mira por la ventana.


    Gigna

    “Padre utilizó la muerte de mi madre, para así darle a saber a los enemigos que la reina es tan terrible que mata a su propia sangre. Con eso, deja saber que somos capaces de todo.”


    Nora

    “Y nuestra reina sabe ese detalle, y su cabeza es buscada en todos lados, porque según ahora mismo es aquella amenaza a todo aquel que se interponga. Pero la serpiente se arrastra más y más, mientras que otros buscan una carnada sin saber que ellos son la carnada.”


    Gigna

    “Mi hermana puede traicionar a mi padre.”


    Nora

    “Al igual que tu padre la puede traicionar, la reina controla el ejército por ser la reina, pero tu padre tiene todavía ese puño cerrado, apretando y nunca dejando ir aquellos quienes componen el ejército.”


    Gigna

    “Es traición abandonar a la reina”.


    Nora

    “Si, lo es, pero la belleza de la reina, no se compara con aquellos soldados que siguieron a tu padre a todos las batallas. Pesa más la espada que la corona, y por eso su hermana quiere asegurar que la corona rompa esa balanza a su favor.”


    Continuarâ......
     
    #15
    Última modificación: 16 de Febrero de 2022
  16. Antonio Liz

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    Principios


    Continuacion.... Entre La Codorniz


    En la sala real un silencio hace su presencia, la reina se encuentra en la silla real analizando la situación. Mientras que Agnus, Gigna y Socrates esperan que la reina reaccione, ya que está pensando lo ocurrido. Ellos se encuentran parados en frente de ella. Dos soldados están presentes de lado a lado de la puerta principal. La reina le señala a los soldados que se vayan y ellos obedecen.



    Grecia

    “Todavía no encuentro que nacer con ustedes dos, acaso creen que esto es un juego, mis personas de confianza arremetiendo con su reina. Saben el castigo a lo que se llama traición, creo que no están conscientes, tu Agnus debes saberlo mejor que todos.”



    Agnus

    “Su hermana quería saber una informacion, pero no sabia que se trataba algo de su majestad. Como militar de su realeza, acepto toda responsabilidad, y si es de morir pues moriré.”



    Gigna se sorprende al escuchar a Agnus.



    Gigna

    “No puedes hablar en serio con eso de traición, y menos de hacerle daño a Agnus.”



    Grecia

    “¿Quieres coger su lugar hermana?, creeme que tu muerte me daría una reputación de miedo y terror. Lo he pensado y es una buena idea.”



    Gigna comienza a sentir temor, sus ojos aguados y su cara de sorpresa hacen que Gigna se sienta aterrorizada.



    Grecia

    “No se dan cuenta que trate de ayudarlos, no se dan cuenta que si esto saliera de aquí no tendría otra salida de acabar con sus vidas, tratan de saber más que yo, de involucrarse en mis planes a su manera, y eso es traición.”



    Grecia se queda callada por unos segundos, y esta vez concentra su mirada a Socrates que se encuentra alejado de Agnus y Gigna.



    Socrates

    “La chica era una preferida de Gelio, ella pasaba más tiempo con él. Notaba que Gelio la mandaba a buscar con unos de los soldados, ella era su preferida, y sentía que mi Reina lo tenía que saber.”



    Grecia

    “Y tomé la decisión de acabar con ella, sin importar el día o la hora. Así que le di la orden a Socrates de acabar con ella. “



    Socrates

    “ La fui a buscar una madrugada donde dormía, me la lleve forzada al calabozo para matarla, pero me dijo algo muy importante, sobre que tenía que ver a la hermana de la reina en relación a una información. Me dijo que Agnus había arreglado un encuentro con la hermana de la reina. Usualmente no escucho, solo hago lo pedido por el reino, pero recuerdo cuando Agnus hablaba con ella en el pasillo. No sabía si era para acostarse con ella, pero coincide con lo que me dijo. Le ofrecía su vida para que me dijera que quería la hermana de la reina, y por eso jugué ese juego.”



    Gigna

    “No me ves aquí estupido, porque cuentas la historia como si no estuviera aquí. No se como puedes ser espía sin ser visto ya que eres el mismo ancho que una casa.”



    Grecia

    “Tú hablas cuando yo diga que hables, tu único derecho ahora mismo es que eres mi sangre, pero ni una palabra de ti quiero.”



    Enfurecida Gigna guarda silencio.



    Socratres.

    “Le dije a unos de los soldados que siquiera a la chica, y me informaron que estaba dentro de unos de los cuartos, donde también vieron a Gigna y a Agnus entrar. Entonces mis sospechas eran ciertas y se lo comunique a Grecia.”



    Grecia enfoca su mirada hacia Gigna.



    Grecia

    “Socrates, Agnus, déjenme sola con mi hermana.”



    Al irse los dos, Gigna se acerca a Grecia y le agarra su mano.



    Gigna

    “Solo quería saber algo de nuestro padre, no me siento cómoda sin saber nada.



    Grecia

    “No vengas a mi, aquella que según sabe mas que tu reina está muerta.”



    Gigna

    “Porque me tratas asi, porque no confias en mí, que daño te hace decir lo que tengo derecho a saber.”



    Grecia

    “Tienes dos niños hermana, trato de protegerte para que ellos no corran peligro. Es mejor que no escuchar ni saber.”



    Gigna

    “No uses eso conmigo, la parte maternal sabes que no soy buena en eso, reconoces el porque nacieron, y porque tenían que nacer. Sabes que soy un objeto militar, no puedo amar lo que solo tiene un propósito.”



    Grecia

    “Sangre nuestra corre por su venas….”



    Gigna

    “No soy objeto, y padre lo quiso así, no tengo culpa de lo que siento y no siento. Hice mi trabajo,y sabes muy bien que ya e cumplido, padre hablo de esto, y tengo derecho a ser libre.”



    Grecia fija su mirada a Gigna con cara de entendimiento.



    Grecia

    “Paciencia hermana, yo conozco ese pacto mejor que tu.”



    Gigna

    “Entonces no pongas excusas a lo que no amo, y menos aprecio. Te casan por el reino, y no por amor, entenderás y entonces vas a juzgar si acaso soy tan malvada como crees.”



    Grecia

    “No podemos cambiar lo que somos, y en tu caso eres la misma imagen que nuestro padre, nunca por fuera, pero por dentro, y es padre el culpable que no te deje ser como el.”



    Angus entra a la sala real, y ,le entrega un comunicado a la reina.



    Agnus

    “Gelio está aquí su majestad, como usted lo ha deseado.



    Gelio entra a la sala, camina con su bastón lentamente, el baja su cabeza en honor a la reina y se sienta en unos de los asientos de los miembros del palacio.



    Gelio

    “Su majestad quiere verme, y estoy aquí como su siempre servidor,, ya que en este castillo el murmullo es tan vivo como si el corazón latiera para darle la vida.”



    Grecia

    “Acaso me dices que existen aquellos que me espían”?



    Gelio

    “Existen aquellos que protegen a su majestad, he dado mi vida para este reino, y todo lo que escucha y ve es solo para su bienestar.”



    Grecia

    “Entonces por tu bienestar, te agradezco todo lo que has hecho por nosotros, y Tu Gelio Murrah ya as servido lo suficiente a tu reino, y estamos agradecido, yo Grecia Fondeur, madre de Grecia y la luz que ilumina este imperio, le doy fin a tu servicio a este reino, puedes irte Gelio.”



    Gigna se sorprende al escuchar dicha decisión. Gelio pone su mejilla en el baston, mientras que Grecia espera una reacción.



    Gelio

    “Su majestad me ha sorprendido, y yo seguiré siempre al servicio de este reino. Que viva siempre Fondeur.”



    Grecia alsa su voz llamando a sus soldados. Y Agnus hace su presencia.



    Grecia

    “Agnus, Gelio se ira del castillo, es una orden, ya el cumplio su deber, y sabe el camino que tiene que coger. Necesito que 20 hombres lo acompañen a su destino.”



    Agnus

    “Si su majestad.”



    Gelio camina lentamente hacia la puerta, y como si fuese que se le olvidara algo, el se voltea y le da la cara a la reina.



    Gelio

    “Su majestad, solo un mensaje de este pobre viejo. Los turcos salieron de aquí muy de madrugada. Ellos rehusaron quedarse toda la noche, no existe pista de ellos.”



    Grecia

    “Nada me sorprende Gelio, nada.”



    Gelio sale con Agnus de la sala, y nuevamente Grecia y Gigna están solas.



    Gigna

    Que as hecho?, Gelio ha estado aquí antes de yo nacer, como haces cosas así, no entiendo porque vino esto.”



    Grecia

    “ Todo por el reino hermana, solo hago por el reino, ese viejo ya no tiene la capacidad de quedarse callado, un dia de estos su mente lo traicionara.”



    Gigna

    “Creo que no entiendes lo grave que es no tener su presencia, creo que tal vez no pensaste eso como debe de ser.”



    Grecia se queda mirando a Gigna, como esperando algo más que ella puede decir. Pero Gigna se queda callada, y esta vez espera una respuesta de su hermana. La reina entra en un transe de dudas, su mirada trata de mirar por todos lados, y las pupilas comienzan a estar inquietas.



    Gigna

    “Pasa algo?, si, algo está pasando, y lo estas esperando.”



    Grecia

    “ Vamos, debo llegar a mi cuarto, aquí no estamos seguras.”



    Grecia sale con su hermana, ella misma abre la puerta, Agnus nota su presencia y

    la sigue. Grecia cambia su cara de preocupación a la cara de una mujer con mucha seguridad, pero Gigna la sigue mirando mientras caminan, Agnus le sigue los pasos a las dos. Y es cuando Agnus nota la mirada de preocupación de Gigna que trata de explicarle algo con su mirada. Grecia llega a su cuarto, Agnus abre la puerta, al entrar la reina, Gigna agarra a Agnus por la mano y lo obliga a entrar, Agnus cierra la puerta. Nora se encuentra en el cuarto mirando por la ventana, Grecia se acerca a ella y juntas miran el paisaje.



    Grecia

    “ Entonces el rumor se a expandido”



    Nora

    “Aquells que estan todavía en el castillo son leales a su majestad.”



    Grecia

    “ También puede ser que no creen los rumores.”



    Gigna

    “Qué está pasando hermana”?



    Grecia se queda pensativa, y Nora busca una reacción, pero no la encuentra.



    Nora

    “ El ejército sigue a su padre, y ya es notable que el castillo esta siendo evacuado lentamente.”



    Gigna abre sus ojos, sorprendentemente.



    Gigna

    “Pero eso es bueno, padre regresara al poder, y todo volverá a la normalidad.”



    Nora nuevamente espera que Grecia reaccione, pero no observa nada.



    Nora

    “Nuestra reina no entregará el trono, es su derecho y deber ser reina.”



    Gigna se sorprende de nuevo , y esta vez se para frente a frente con su hermana.



    Gigna

    “Hermana, fue un pacto de paz, y tú misma aceptaste, creo que lo que haces no le va a agradar a padre.”



    Agnus

    “Grecia, te pueden tratar como traidora si acaso esta conversación llega a los miembros del palacio, más que ellos esperan a tu padre,”



    Nora

    “ Su padre es la razon porque esta tierra está llena de sangre.”



    Agnus

    “Su padre tiene aliados, que están con él todavía, y nunca lo han abandonado. Y si acaso niegas darle el trono, no dudes que mandara tu mismo ejército en tu contra.”



    Nora

    “ Es muy confiado muchacho, todo el norte quiere su cabeza, y está rodeado con la fantasía que él manda en esta tierra. Acaso olvidas como su propia tierra quería eliminarlo.?”



    Agnus

    “Madam, aquel que controla al ejército es aquel que hereda la realeza.”



    Nora

    “Y nuestra reina es aquella que logra tenerlo todo.”



    Agnus

    “Entonces si la reina controla al ejército debería mandar a ejecutar a aquellos que se han ido, y traer a toda legión que esté dispersa.”



    Esta vez Nora mira a Grecia, y esta vez Grecia reacciona mirando a Nora, y en segundos ella concentra su atención hacia Angus.



    Nora

    “Este es el momento mi reina, debe de escoger donde quiere estar, algunas veces no sabemos a quiénes somos fieles hasta que el traidor atraviesa su espada.”



    Grecia

    Agnus prepara mi caballo, cabalgaremos sin ser vistos, que nos acompañen algunos soldados, tendremos que andar rápido, sin carruaje, y vestidos como ciudadanos que somos.”



    Gigna

    “Qué dices, a qué te refieres?



    Nora

    “La reina es la reina, y su padre depende de ella para ser victorioso.”



    Gigna

    “Si, eso es lo que queremos, que padre mate a toda esa gente, es obvio que eso queremos.”



    Grecia abraza a su hermana, y le da un beso en la boca.



    Grecia

    “ Te quiero mucho, te amo mi hermana, pero necesito tu ayuda, para todos estoy contigo, nunca digas que no estoy en el castillo. Necesito tu valor, y tu inteligencia, dame unos días.”



    Grecia le ofrece una explicación a Nora con su mirada, y Nora baja su cabeza para hacerle entender que ella entendió.



    Gigna no dice palabra, ya que todo esta ocurriendo tan rápido. Grecia y Agnus salen del cuarto, mientras Gigna y Nora se quedan solas.



    Nora

    “ Será mejor que se siente mi dama, su hermana me ha dado autoridad para contarle lo que está pasando.”



    Gigna

    “ Toda mala noticia en mi vida la recibido sentada, no me sentaré para evitar unas de esas noticias, pase lo que pase.



    Nora

    “Su padre tiene un plan para proclamar su reino,y ese plan fue hecho mucho antes que él se involucrara en aquel pacto de paz. Su padre se dirige a aplastar a los turcos, y no es secreto que llegará a la frontera, pero su padre tiene poco respaldo, ya que su hermana manda en el ejército por proclamarse reina al tomar la posición de tu padre.”



    Gigna

    “ Tiene sentido, pero si es así el pacto significa que mi hermana estaba de acuerdo con la decisión.?



    Nora

    “Su padre conoce mucho a tu hermana, más de lo que crees, y sabe que ella es igual que él. No le teme a que la reina quiere quedarse con el reino, incluso eso lo espera, y por eso es que tu padre ha decidido terminar con el enemigo junto a ella.”



    Gigna

    “Mi padre según es un tirano, no entienden el porque él hace las cosas para mantener este reino.”



    Nora

    “La reina no odia a tu padre por ser como es, al contrario, lo admira por su crueldad, pero nunca olvida como abandono a tu madre en momentos donde lo necesitaba.”



    Gigna

    “Padre estaba de guerra a guerra, para que esta familia se quedará en el trono, como puede hacer tanto, madre enfermó y no se pudo hacer nada.”



    Nora

    “ Y la reina tiene en sí la culpa de matarla”



    Gigna espera que Nora continúe, pero no prosigue, y es cuando se da cuenta de un detalle importante. Gigna se da la vuelta y esta vez mira por la ventana.



    Gigna

    “Padre utilizó la muerte de mi madre, para así darle a saber a los enemigos que la reina es tan terrible que mata a su propia sangre. Con eso, deja saber que somos capaces de todo.”



    Nora

    “Y nuestra reina sabe ese detalle, y su cabeza es buscada en todos lados, porque según ahora mismo es aquella amenaza a todo aquel que se interponga. Pero la serpiente se arrastra más y más, mientras que otros buscan una carnada sin saber que ellos son la carnada.”



    Gigna

    “Mi hermana puede traicionar a mi padre.”



    Nora

    “Al igual que tu padre la puede traicionar, la reina controla el ejército por ser la reina, pero tu padre tiene todavía ese puño cerrado, apretando y nunca dejando ir aquellos quienes componen el ejército.”



    Gigna

    “Es traición abandonar a la reina”.



    Nora

    “Si, lo es, pero la belleza de la reina, no se compara con aquellos soldados que siguieron a tu padre a todos las batallas. Pesa más la espada que la corona, y por eso su hermana quiere asegurar que la corona rompa esa balanza a su favor.”

    Continuará......
     
    #16
  17. Antonio Liz

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    Continuacion...Principios.

    Las Tres Copas

    Fuera del monasterio, Freniud se encuentra mirando las estrellas. La oscuridad lo acompaña, mientras que a una distancia algunos soldados montados en caballo lo esperan. El Monasterio se encuentra encima de una colina, y Freniud se conecta con las estrellas, pero a la misma vez su visión se concentra en la ciudad, como si espera un milagro que nunca llegará. Sin armadura puesta, con su espada en el cinturón y un camisón verde oscuro, Freniud pacientemente espera a Milán. Cesarus sale del monasterio, y nota a Freniud a poca distancia, el camina hacia el hasta estar de lado a lado.



    Cesarus

    “Esta noche es muy pasiva, ni fría ni caliente, pero engañosa, ya que el invierno que se esconde detrás.”



    Freniud

    “Tengo Meses esperando al invierno, no creo que llegará de aquella forma que dice.”



    Cesarus

    “Solo Dios sabrá, pero a mi edad, conozco como me castiga el frio, y como trata de venir sin esperarlo.”



    Freniud guarda silencio y su gesto de disgusto por la conversación es notable, Cesarus trata de cambiar el tema.



    Cesarus

    “Me enteré de que irán a hacerle la visita a tu hijo, solo te digo una cosa, su madre está feliz, y se ha casado con un buen hombre, que cuida a su familia, y no tiene ninguna excepción con tu hijo.”



    Freniud esta vez le presta atención a Cesarus, y su atención ahora es notable.



    Freniud

    “Algo quieres que te diga, sea lo que sea no se que quieres, sea lo que sea pierdes tu tiempo Cesarus. Sabes muy bien que no me importa el muchacho.”



    Cesarus

    “Pero si su madre Freniud”.



    Freniud

    “ Habla como si sabes lo que voy a hacer”.



    Cesarus

    “Acaso estoy equivocado”?



    Freniud mira a los ojos a Cesarus, mientras que Cesarus se niega a ser intimidado.



    Freniud

    ‘ Recuerdo como cuidaron de mí, mientras estaba herido en la guerra”



    Cesarus

    “Al contrario Freniud, recuerdas mejor como estabas moribundo y los monjes te sacaron de la batalla, tu rostro se quedó desfigurado.”



    Freniud

    “ No creas que te debo mucho, no creas que por eso te tengo piedad, olvidas tu lugar Cesarus.”



    Cesarus

    “ No busco nada de ti, solo trato de estar de tu lado, y lo que estoy viendo no me gusta , no se arrima a tu favor.”



    Freniud

    “ Hablas como si necesito de ti, te olvidas con quien hablas”



    Cesarus

    “ Sí mi general, pero tal vez tú estás en el lado equivocado.”



    Freniud

    “Cuida tu lengua Cesarus, porque las víboras vienen de la misma forma, pero con el mismo veneno.”



    Cesarus

    “ Así también como el día que violaste y casi mataste a una joven, ¿te refieres a ese veneno?.



    Freniud mantiene su calma, y actúa como si no estuviera sorprendido que Cesarus conoce lo que pasó en el castillo. El sigue mirando a la ciudad, mientras que a la misma vez ignora a Cesarus.



    Freniud

    “ Sabes algo Cesarus, un dia me di cuenta de el poder que tenías sobre la madre de la reina, sobre cómo ella te buscaba, y como tú según la curabas de lo que decias que era un espíritu maligno. Pero casi lo logras, si no fuese por Milan que jugó bien su carta, pero sigues sin aprender, que no todo demonio quiere ser expulsado. Fue Milan aquel que se aseguró que quedarás como un hombre de poca fe, de entender que no era un demonio, si no una enfermedad.”



    Cesarus

    “Milan es aquel que trae lo malo y se esconde en lo bueno, as pasado tiempo con él, y alguna duda debes de tener.”



    Freniud

    “ La única duda que arde en mi alma es aquella que me dice que te adviertas que no te metas en mis asuntos o te corto el cuello.”




    Cesarus y Freniud notan a los soldados hablando con una persona que llega al monasterio con mucho sudor y desesperado. Unos de los soldados se acerca a Freniud y le entrega un mensaje, él abre el mensaje y abre los ojos sorprendido. Freniud se aleja de Cesarus y se acerca a los soldados.



    Freniud

    “Cabalgaremos hasta que se mueran los caballos si es necesario, pero debemos llegar. Todo aquel con armadura que me siga sin mirar atrás.”



    Freniud y los soldados cabalgan fuera del ministerio. Dejando a Milan sin respaldo.



    Cesarus le comenta a Milan la noticia sobre Freniud, Milan se encuentra en el patio del monasterio sentado en un banco de piedra. Rodeado de gramas y una fuente de agua que se sienta frente a frente al banco de piedra.



    Milan

    “No me sorprende tu noticia, era el momento, me sorprendo que e logrado mantener a Freniud a mi lado por mucho tiempo.”



    Cesarus

    “Que vamos a hacer con él joven encarcelado y la visita a el hijo de Freniud.”



    Milan

    “Nada Cesarus, que podemos hacer, acaso crees que yo tengo el respaldo adecuado para llevar dicho interrogatorio.”



    Cesarus

    “Si algo te sirve mi palabra, solo te puedo decir que nunca entraría a este ministerio a alguien que sea un enemigo de la corona.”



    Milan

    “Admiro tu declaración Cesarus, pero tú y yo estamos en el camino equivocado hace tiempo. Prefiero llevarme de mis instintos, que tus palabras.”



    Cesarus

    “Nunca he sido una amenaza para ti, tu eres que lo has creído de esa manera.”



    Milan

    “Bien, y así es que tiene que ser amigo mío, a mi manera.”



    Cesarus

    “Nadie discute su santidad.”



    Milan

    “Te dire una cosa Cesarus, as lo que quieras con esos dos chicos, no porque Freniud se haya ido, y menos porque he cambiado de opinión.



    Cesarus

    “Le aseguro que lo que han dicho es la verdad.”



    Milan

    “El tiempo me dirá si dices la verdad, y por lo que veo, en Galomé el tiempo es lento, pero oportuno.”



    En el bosque cerca del monasterio la monja Patsia pasea libremente en la oscuridad. La luna le guía los pasos y ella camina como si sus pies la llevarán, ya que no hace ninguna pausa. De momento ella se detiene, y mira hacia atrás por si alguien la sigue. Patsia se detiene cerca de un lago ella, mira la luna, y bebe el agua cristalina con poca sed.



    Patsia

    “Si es tu voluntad señor, que la oscuridad me coma viva, y si le tienes piedad a esta pecadora sierva tuya, entonces entrégame las palabras correctas para regresar con buena cara al monasterio.”



    Patsia sigue caminando, mirando a la luna como su guia, ella cuida sus pasos. Ella cruza un pequeño lago, que cubre sus rodillas, y sigue caminando hasta detenerse. Ella mira a la luna nuevamente, y mira más adelante como calculando sus próximos pasos, pero algo dentro de ella le da a conocer que esta pérdida, que tal vez no era donde ella quería ir, y hasta su temor de ser sorprendida la lleva a desatar el miedo que estaba dormido. Patsia llega a un lugar donde existe solo un pequeño pasto, que lo rodean los árboles, ella todavía se convence que está perdida, hasta que una voz le aclara lo que ella piensa.




    Achilles Gregor

    “Creo que está fuera del ministerio, si no me equivoco está muy lejos de donde pertenece, o acaso es sonámbula y no sabe a donde a llegado madre.”



    Un hombre alto, con un manto marrón con capucha, barba colorada y pelo largo de algunos 50 años le hace presencia a Patsia.



    Patsia

    “Cesarus me ha mandado, me dijo que viniera a avisarle que Milan está en el monasterio.”



    Achilles

    “No conozco a nadie que se llama Cesarus, y menos a Milan, que busca por aquí, qué quiere usted madre.”




    Patsia mira a su alrededor muy confundida, ella mira la luna, y mira la oscuridad que está detrás de Achilles.



    Patsia

    “Según tenía que seguir el bosque por una hora, asta llegar al lago, cruzar el lago, y atravesar los segundos árboles a mi izquierda, después subir una roca . Caminar una media hora hasta atravesar otro bosque, y llegar a un círculo vacío donde 7 árboles cubren su vacío.”



    Achilles mira a la monja Patsia con poca duda, hasta que otra persona sale de los árboles. Esta vez un hombre blanco con pelo colorado, cara fina, manto azul oscuro, y una espada en su cinturón.



    Casius Brutus

    “Solo Cesarus entiende este camino de esa forma, y confío que son sus palabras que traes. Aunque veo que te ha contado de nosotros, porque entendemos el peligro que enfrentan al saber nuestras intenciones.”



    Patsia

    “Creo y afirmo que solo Dios me da la fortaleza para hacer cosas fuera de mi creencia, y si es su voluntad castigar, pues que sea así. Pero mis antepasados han vivido la vida que era antes, y esta vida no lo es. Entonces, no es que sepa mucho, y menos que quiero ser parte, si no que mi amigo confía en mí, y yo en él, por eso estoy aquí, por su confianza hacia mi, y la confianza que le tengo a él.”



    Casius

    “Entonces entiende que somos los pocos que quedamos de aquello que reinaba antes de los Foundeur. Entendemos que somos pocos lo que estamos en vida, y que la traición por creer en la persona equivocada ha acabado con más de muchos.”



    Patsia

    “Entiendo más de lo que creen, además de el príncipe de Gentú, y la princesa de de Esperza que protegemos en el castillo para ustedes.”



    Achilles se sorprende al escuchar lo que dijo la monja Patsia, y es cuando Casius a la misma vez mira a Achilles sorprendido.



    Casius

    “Soy Casius Brutus, General del ejército de Esparza, el es Achilles Gregor Capitan de la tribu de Gentú.”



    Patsia mira a su alrededor dos veces.



    Patsia

    “General?, Capitán?, de cual ejército, donde están sus hombres, hace años no se hablaba de ninguna amenaza para los Fondeur.



    Casius

    “Estamos reclutando todo aquel capaz de cambiar esta tierra, somos pocos, pero si nos unimos podemos hacer un último frente.”



    Patsia

    “Si no fuera por el mensaje que le tengo que dar, le diría que deje a estos jóvenes vivir sus vidas, es mejor ser nadie que ser príncipe o princesa. Como le dije al barbudo, Milan está en el Ministerio, sin respaldo ni nadie que lo proteja, Freniud y sus hombres salieron hace poco, sin pista de regresar.”



    Achilles

    “ Debemos actuar Casius, es nuestra oportunidad de mandarle un mensaje a Fondeur.”



    Casius

    “Madre, hoy en la madrugada, deje la puerta del monasterio abierta, y una vela prendida en la puerta del sacerdote. Esa madrugada su sangre va a amanecer fría. Ahora, váyase, nos encargaremos que la oscuridad la lleve sana y salvo a su destino.”



    Casius y Achilles se dan la vuelta y se pierden en la oscuridad, mientras que Patsia camina con la luna hacia el monasterio. Unas horas han pasado , Patsia sale del bosque, ya en su camino puede ver a poca distancia el monasterio, pero ella nota algo que se acerca detrás de ella, sonidos de caballos y armadura invaden los oídos de la monja, y es cuando nota algunos 20 soldados romanos que se aproximan. Uno de ellos nota a Patsia caminando, y con su armadura y manto rojo, aclara algunos detalles.



    Freid Manzino

    “Buenas noches monja, me imagino que eres parte del monasterio, estás ahora mismo frente a los soldados de su santidad el papa de roma, representante de la iglesia y líder del todo santo.”



    Patsia se hinca, y baja su cabeza en honor a los soldados.



    Patsia

    “Estoy agradecida de verlos a ustedes, ya que todo lo que viene de nuestra santidad es bienvenido.”



    Freid

    “Según Milan, Sacerdote de la reina se encuentra por estos lados, acaso estamos en buen camino mujer.?



    Patsia

    “Si si, esta en el monasterio, el esta con el monje Cesarus, y con gusto los llevaré donde el esta. Pero perdon la pregunta, pero acaso nuestra santidad el papa, nos hará la visita?.



    Freid

    “Asuntos de nuestra santidad, son asuntos nuestros, no para comunicarlo.”



    Patsia

    “Mis disculpas, solo soy una gran admiradora de nuestra santidad, y mi alegría por verlo de cerca algún dia, traiciona mi respeto a la curiosidad.”



    Los soldados siguen su camino hacia el monasterio, mientras que Patsia los sigue lentamente. Patsia mira hacia atrás, directo al bosque, recordando que en pocas horas, un atentado en contra de Milan será puesto en función.



    Continuará.....
     
    #17
  18. Antonio Liz

    Antonio Liz Poeta recién llegado

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    Continuacion.. Las Tres Copas



    Mitos de La Oscuridad

    La noche se extiende mas en Galomé, Cesarus, Patsia, y los demas miembros del ministerio, se encuentran fuera. Milan y los soldados del papa santísimo invaden el ministerio, donde se reúnen con Milan.


    Patsia

    “ No entiendo cómo es que nosotros tenemos que dejarles el ministerio a esta gente.”


    Cesarus

    “Si te refieres a la gente de nuestro padre celestial, entonces están en su casa.”


    Patsia

    “ Sabes muy bien a lo que me refiero”.


    Cesarus

    “Entiendo madre, pero también debes entender que estamos donde somos necesitados, somos el vaso del mensaje y no el mensaje.”


    Patsia se acerca a Cesarus, y Cesarus presta atención al Monasterio, como visualizando lo que está pasando.


    Patsia

    “Tus amigos estarán presente esta madrugada, y si son leales a ti, encontrarán sus propias sangre derramada por todo este lado.”


    Cesarus

    “No te preocupes, al vernos fuera, y al notar los caballos a esta hora, sabrán que el plan ha cambiado.”


    Patsia

    “Sería lo mejor, Dios trabaja de una manera que tal vez creas lo contrario. Pero en mi corazón él quiere ponerle un final a su manera, y no a la tuya.”


    Cesarus

    “Como sabes que no tengo la bendición de Dios para hacer todo esto.?”


    Patsia

    “Entonces Dios te ha llamado para liberar este pueblo?”


    Cesarus

    “No he dicho eso, solo entiendo que existe su justicia, pero también existen aquellos que enterraron cada clavo en cada extremidad de su hijo.”


    Patsia

    “Estás en un duelo contigo mismo y tu fe, y creo que estas perdido, y no sabes donde estás parado.”


    Cesarus

    “Cierto, pero si fuese así, y si crees lo contrario, entonces no estuvieras deambulando por ese bosque.”


    Patsia

    “Aprecio tu amistad, y creo en ti, y sé lo que está dentro de tu corazón, por eso seguí ese mandato, pero Dios está primero.”


    Cesarus,

    “Siempre madre, siempre.”


    Unos de los soldados se acerca a Cesarus, y le dice que Milan exige su presencia en la capilla. La capilla consiste de 6 bancos largos, 3 de lado a lado, los bancos de madera son marrón oscuro, que son separados por un corredor que termina en una tarima.. Una estatua de una cruz de color blanca, hecha de piedra, esta postrada en la tarima, frente al corridor. Milan se encuentra en unos de los primeros bancos, con sus dos manos en sus rodillas, él mira curiosamente la cruz de la capilla. Cesarus llega, y se sienta a su lado, Milan reconoce su presencia, pero sigue prestando su atención hacia la cruz.


    Milan

    “Recuerdo esta cruz cesarus, nuestro papa celestial se la obsequió a la madre de la reina. Son esos recuerdos que te preguntas tu mismo, que si acaso yo debería ser representado así mismo como esta cruz representa a nuestro papa celestial.”


    Cesarus

    “Si, la madre de la reina , nuestra majestad mandó esta cruz hacia acá. Porque según ella quería que todo aquel que busca de Dios, vea esta belleza de estatua.”


    Milan

    “Si, pero no será que esta cruz fue un regalo solo para ti, osea nuestra pasada majestad confiaba mucho en ti. Digamos que nunca fue su intención que sea para el monasterio, sino que su gran amigo sea aquel que viva con dicha obra.”


    Cesarus

    “Puede ser, pero si acaso fuese así, solo ella podía aclararlo.”


    Milan

    “Pues bien Cesarus, si acaso esa fue intención, diría que hizo lo correcto.

    Ahora, necesito que así como la cruz, también seas tú aquel que aprecie lo que te voy a entregar.”


    Cesarus

    “Todo lo que venga de su santidad, será bien recibido, y sin duda alguna no soy digno de regalos de su parte.”


    Milan

    “Creo que te defines más al objeto, en vez de el significado, me refiero a lo que representa la cruz, y lo que representa lo que te voy a mostrar.”


    Cesarus

    “Creo que me pierdo en su generosidad, porque estoy un poco confundido.”


    Milan se ríe a carcajadas, mientras que Cesarus lo mira con mucha seriedad y duda. Milan deja de reír, y su rostro refleja una seriedad. El mira hacia la entrada de la capilla.


    Milan

    “Hijo mío, si escuchas mi voz, puedes entrar,”


    Menfis

    “Aquí estoy su santidad.”


    Milan

    “Ven hijo mío, preséntate delante de nosotros, acércate a la cruz, y desde ahí platicaremos un poco.”


    El joven entra a la capilla y camina el camino que conduce al altar, él se para al lado de la cruz, su cabeza inclinada hacia abajo, como si estuviese analizando el suelo.


    Milan

    “Bien, no te parece interesante Cesarus, el hijo de Freniud delante de nosotros, y a la misma vez en el altar de nuestro señor. Mas con todo eso, una cruz bendecida por nuestro papa celestial. Crees que es suficiente para cambiar el rumbo que a tomado su padre?.”


    Cesarus

    “Toda alma perdida justifica lo bueno, pero sigue haciendo lo malo. Ciegos de la gloria, porque solo dependen de sus ojos que brillan con cada detalle de esta vida. Este joven conoce el legado de su padre, pero no es su padre, dicen que la sangre pesa más, pero la sangre de nuestro señor le lleva toneladas infinitas.”


    Milan

    “Cierto, confío que este joven tiene el alma como su madre, ningún parentesco al general físicamente, y menos la ambición que conocemos que tiene su padre. Pero reconozco algo, este joven puede ser que sea lo contrario si lo ayudamos.”


    Cesarus

    “No es necesario, la sangre de Jesús invade su sangre de paternidad. El reconoce lo malo, y entiende que solo el bien alumbra el camino a la salvación.”


    Milan

    “Amen, Amen mi querido amigo, eres muy sabio, deberías quedarte conmigo en vez de envejecer en este ministerio. Sin duda, confía mucho en este joven.”


    Cesarus

    “Cuando no está trabajando, él es aquel que trae agua,y ayuda con los alimentos, y con todo eso tiene tiempo de aprender más de la vida divina. El interés es tan serio, que él mismo pretende ser parte de la hermandad de nuestras iglesias.”


    Milan se sorprende, sus cejas se levantan de forma sorpresa.


    Milan

    “Interesante, joven salvado por la gloria, y quiere pagarlo entregándose cuerpo y alma a la iglesia.”


    Cesarus

    “No todo retrato refleja lo que es, también puede ser que detrás de ese retrato la pintura es más pura que aquel que está pintada en él. Freniud es aquel que recordamos de pie a cabeza, pero este joven tiene la herencia de ser lo que su padre nunca fue y será,”


    Milan

    “La realidad es que, nunca puedes ser lo que es él, jamás lo será porque nunca lo fue. Recuerdo a Freniud de la misma edad de Menfis, y te puedo decir, que lo que está delante de nosotros, nunca se le entregó la oportunidad de ser lo que debe ser por herencia de su padre. Creo que desde el vientre, nuestro señor reprendió todo lo malo de su herencia.”


    Cesarus

    “Es buen chico, y entiende el bien, mejor que el mal.”


    Milan

    “Si, y créeme, que él te aprecia, te adora, te estima, y sabes que, hasta su vida la daría por ti si es necesario. ¿Sabías eso?.


    Cesarus se desconecta de la conversación, y comienza a mirar a Menfis, y nota las lágrimas de el joven, que comienzan a bajar su rostro. Cesarus nuevamente mira a Milan, pero ya Milan estaba esperando su mirada.


    Milan

    ‘Este joven, ha descubierto algo muy interesante Cesarus. Le pedí a mis soldados que le hicieran la visita, y hace una hora ha estado aquí con nosotros. Te preguntarás cómo es que no lo viste entrar, y te diré que de la misma manera que dos traidores entraron al monasterio.”


    Cesarus

    “ Sigo sin entender su santidad.”


    Milan

    “ Los dos jóvenes que interrogamos son hijos de aquellos que se quieren llamar reyes y reina de esta tierra.”


    Cesarus

    “ Solo Fondeur es y será realeza.”


    Milan

    “Si, que siempre viva nuestro reino.”


    Cesarus trata de ocultar su inquietud y temor, pero él mantiene una postura de un hombre frío y leal al reino que representa Milan.


    Cesarus

    “ Le aseguro su santidad, que tal vez el joven se equivoca.”


    Milan

    “ Puede ser, pero siendo amigo de el joven, también se me hace extraño que su historia no le ponga atención. El amigo segun dice que es hijo de aquel que dice ser merecido de un trono, y a la misma vez también la joven es hija de el gran gladiador de Esparza.”


    Cesarus

    “ Si acaso es cierto, acaso es necesario que sufran por los errores de sus padres..?”


    Milan

    “ Te refieres a aquella verdad? ¿A esa que dice que debes hacer lo bueno, para que tus hijos no paguen por lo malo?.”


    Cesarus

    “ Me refiero a aquellos ángeles del cielo que no saben lo que hacen, y lo culpan con ojos ciegos,”


    Milan

    “ No todo ángel miente, solo uno en particular, y ese ángel fue arrojado del más allá. ¿Pides piedad por conocerlos?


    Cesarus

    “ Piedad por la vida, aquella que Dios nos ofrece sin derecho a ser arrebatada”


    Milan

    “Bien, mientras tengas vida, el riesgo de no tenerl aumenta más cada vez que suspiras el aire fresco.”


    Cesarus

    “Si cree que tengo que ver con esto, entonces me uniré al mismo futuro que les espera a estos jóvenes.”


    Milan se queda pensativo, comienza a secarse el sudor de su rostro, al terminar él concentra su atención hacia el joven.


    Milan

    “Menfis hijo mío, cómo es que admiras tanto a Cesarus y no te paso por la mente contárselo.?


    Menfis

    “ El chico hablaba de muchas historias que son difíciles de creer, nunca lo tomé en serio hasta ahora.”


    Milan

    “ Debes de contarlo todo hijo mío, hasta el mínimo detalle, vendrás conmigo. Hiciste algo muy bueno muchacho, estos dos son cómplices del atentado de la reina. Serán llevados a los calabozos del castillo, y serán interrogados.”


    Cesarus se queda sin palabras, y empieza a imaginar lo que debe de hacer. El se imagina a él mismo, hincado a los pies de Milan, rogando por las vidas de estos jóvenes. Cesarus no hace realidad ese cierto momento, porque entiende que Milan lo espera para estar convencido de que él tiene que ver con estos jóvenes. Al mismo tiempo, Cesarus entiende que Milan espera una aceptación a la realidad monstruosa que enfrentan los jóvenes.


    Cesarus

    “Solo pido que estos jóvenes hablen, antes de que mueran, y que entiendan que tratar de matar a la reina, es atentar en contra de Dios.”


    Milan suspira defraudada mente.


    Milan

    “Sabes que, solo el sufrimiento descifra palabras, los gritos revelan inquietud, pero el silencio después de la agonía, siempre provoca buenos resultados. El único problema, es que en el castillo existen todavía aquellos que no quieren dejar de gritar, porque según, son fieles, que descifra que son tontos. Cómo es que protejen a alguien que ahora mismo no existe en esta tierra.?”


    Cesarus

    “La fé , les hará hablar.”


    Milan

    “Tu y yo pensamos igual, pero el derrame de sangre, indican pozos y charcos que no puedes evitar de pisar. Acaso soy alguien para controlar sus destinos?...Soy solo un mensajero que quiere llevar a todo pueblo al verdadero camino. Solo imagínate un mundo donde todos somos uno, pero no es así, porque muchos quieren ser más de uno.”


    Cesarus

    “ Pueblo rebelde y mal informado, aquellos son los culpables, aquellos que quieren llevar otra palabra que no sea Fondeur.?


    Milan

    “Acaso eres aquel que permanece fiel a este reino?, no caminas en cuatro patas, pero es el rullir de un ratón que desenmascara lo que en realidad eres.”


    Cesarus se pone de pie, y esta vez se para frente a frente a Milan, su cara de disgusto es visible. Con voz arrogante, y puño de autoridad, Cesarus se olvida por un momento de la capa sacerdotal de Milan, y lo trata como un enemigo común.


    Cesarus

    “Te olvidas quien soy, te olvidas a quien tienes en tu presencia, fui yo que entregó aquel voto de confianza para que el vaticano algún día te reconozca como papa celestial. Fui yo aquel que arrastraba a cada herido de las batallas y los sepultaba y los curaba. Tu general, aquel que según es el líder de las más importantes batallas, llegó al valle de los muertos y fui yo el que lo trajo de vuelta con nosotros. No quiero empezar con los asuntos del castillo, porque sabes que en tiempo atrás mi confianza fue y todavía es valorada. Mi presencia en ese castillo intervino mucho con tus asuntos personales, ya que la difunta reina prefería mi presencia en vez de la tuya. Y dime una cosa, donde estabas tu cuando recorrí una jornada en territorio enemigo para buscar la paz, y mientra buscaba la paz tu hacias lo incorrecto a lo que era no derramar sangre, detrás de mi mandabas tu ejército para acabar con toda dignidad de las personas, y yo nunca, pero nunca te reproche dicha estrategia. Entonces, antes de apuntar, e insinuar dicha lealtad, mejor busca aquella razón del porque hice todo eso.”


    Milan responde con una sonrisa de mal gusto, como si lo están obligando a sonreir.


    Milan

    “No puedes traer el pasado Cesarus.”


    Cesarus

    “Sin mi pasado, no tienes tu presente, y sabes que mi pasado juega una carta muy importante en tu futuro.”


    Milan

    “Te entiendo perfectamente, acaso me crees tan poco considerado.?


    Cesarus

    “Nunca, pero si entiendo perfectamente, que el tiempo y las políticas del castillo, te alejan de muchas prioridades que habías prometido.”


    Milan

    “Eso lo reconozco, pero recuerda que tienes el poder y la mano adecuada para mover lo que quieras crear.”


    Cesarus

    “Sabes que nada muevo o creo sin su bendición.”


    Milan

    “Bien, pues hoy día ese lazo nunca quiero que lo vuelvas a romper, cualquier extraño que entre en el monasterio , deberás informarme ese mismo día. No te das cuenta que es aquí en este lugar santo donde se planeó de alguna manera el atentado a mi reina.”?


    Cesarus

    “Eso no es comprobado Milan, y lo sabes.”


    Milan se levanta, y con voz de aguda y alta arremete verbalmente en contra de Cesarus.


    Milan

    “Que pruebas buscas aqui dentro, si en su sangre existe la intención viva de destruir lo bien hecho. ¿Acaso buscas clemencia disfrazada de obediencia?, nunca se sacrifica el cordero antes de buscar la bendición, acaso eres aquel que no agradece al señor por los frutos que te ha brindado en tu mesa?, no señor, no lo eres y no lo serás. Entonces, como así conozco lo que eres, así mismo y sin duda alguna, la culpabilidad de dicho atentado, está aquí sembrado en ese sitio santo.”


    Cesarus

    “Y yo a la misma vez condenó dicho atentado, y apruebo toda la culpa a los culpables. Pero si mi opinión es válida, debes entender que es y será por el bien de Fondeur.”


    Milan se calma, y comienza a mirar a Menfis que sigue parado cerca de la cruz.


    Milan

    “Entonces, si estas a mi favor, oraras por su almas, que están a tiempo de ser salvadas para llegar algun dia, al descanso eterno junto a nuestro Dios.”


    Cesarus

    “Mis oraciones estarán presente, como también he orado por tu salud, y bienestar por siempre Milan.”


    Ramfis levanta su cabeza, él murmura algo, y luego baja su cabeza nuevamente con miedo y terror.



    Milan

    “Puedes hablar hijo mío, vamos , no tengas miedo.”


    Menfis

    “Que les pasara a ellos?”


    Cesarus y Milan se miran el uno al otro.


    Milan

    “Serán llevado a enfrentar los cargos, y serán juzgados justamente.”


    Cesarus cierra sus ojos, como si hubiese escuchado lo mismo antes.”


    Menfis

    “Entonces, quiere decir que existe la posibilidad de que saldrán con vida su santidad?.


    Milan

    “Dios nos entrega la libertad de ser lo que queremos ser, pero eso no quiere decir que sería lo correcto. Existe la disciplina divina, y es esa la cual pagas aquí lo que cometes en la tierra. Todos somos pecadores y merecemos morir de una cruel manera, pero morir y ser enterrado es una cosa, y morir y no ser bautizado es otra.”


    Menfis se aleja de la capilla, mientras que Milan se queda orando calladamente. Cesarus trata de alcanzar a Menfis, pero este sale corriendo como si alguien lo esperara esa tarde noche. Al salir del monasterio, Cesarus nota a Patsia que está vigilando el bosque, esperando a aquellos que atentaron en contra de Milan esa misma noche.


    Cesarus

    “Mujer, no creo que vendrán temprano, y menos que entraran por este lado.”


    Patsia

    “Debo avisarles que Milan no está solo.”


    Cesarus

    “Y ellos se daran cuenta desde que noten los caballos y a los soldados.”


    Patsia sigue preocupada, mientras que Cesarus mira hacia el monasterio, evitando que alguien note algo.


    Cesarus

    “Necesito decirte algo, pero debes comportarte como si solo estamos obedeciendo a Milan, de quedarnos fuera como él quiere.”


    Patsia

    “No entiendo porque debemos esperar fuera de nuestro hogar, acaso no entiende que tenemos mucho que hacer.”


    Cesarus

    “El a descubierto sobre los chicos que ha interrogado, Menfis se lo acaba de decir, el chico tenía mucho orgullo, y le contó toda la verdad a Menfis.”


    Patsia trata de controlarse, y sus lágrimas empiezan a caer, ella mira el cielo, y con su mirada trata de proclamar piedad.


    Cesarus

    “Milan ha encontrado algo relacionado con el atentado a la reina, y estos dos serán torturados sin saber nada. Una oportunidad, para hacer creer, que su misión ha terminado.”


    Patsia

    “Debemos hacer algo, es nuestro deber, insisto que debemos buscar la forma.”


    Cesarus

    “Eso quiero, pero fue Menfis que me salvo, que brindó la atención sobre los jóvenes, el le comunico a Milan, pero sabe que yo estoy conectado en todo esto.”


    Patsia

    “Pero porque lo hizo?


    Cesarus

    “Trate de hablar con él, pero salió corriendo, como si alguien lo esperaba, o le tiene miedo a la noche.”


    Patsia

    “Debes tratar lo imposible, se los debemos a estos chicos.”


    Cesarus comienza a mirar al cielo, y busca la luna como si se le hubiera perdido. Luego él enfoca su vista hacia el monasterio, y luego vuelve a hablar con Patsia.


    Cesarus

    “Bien, voy a la casa del muchacho, si te dejan entrar, y preguntan por mi, respondele que estoy orando en el bosque.”


    Patsia

    “Entonces no me hagas mentir, y ora por ellos y nosotros a la misma vez.”


    Cesarus se aleja del Monasterio, y camina confiadamente en el bosque oscuro, siempre buscando la luna, enfocando sus pasos con su luz. El recuerda el mandato de Patsia, de orar en el bosque en el camino. Cesarus se hinca, se pone su capucha cierra sus ojos , y comienza a orar por todos. Unos pocos minutos después, una brisa fría invade su presencia, y el silencio se hace más intenso.


    Cesarus

    “ Así como la muerte envía su zumbido a mi piel, así como mi temor conoce tu presencia. Que calamidad al enterarme que trataras y trataras de que te reprenda, pero entiendes y reconoces que no puedes deambular con sangre caliente entre nosotros. Identificate criatura, que mi alma prefiere tu nombre que tu contenido, no seas que entres en mi, y te enteres de mala manera que ya estoy poseído por el espíritu santo.”


    Saxéx

    “Sabes que estoy aquí monje, pero cómo es que conoces lo que no debes conocer”.


    Cesarus

    “Acaso me crees ciego de lo sobrenatural?, o acaso pretendes que te reciba como si eres de aquí?.”


    Saxéx

    “No interrumpas mi paso monje, no busco nada de ti, pero me sorprende que algo en mi esta presente junto a ti.”


    Cesarus

    “E caminado con la muerte, y sentido el olor de aquel cuerpo podrido, lo llevas como semblante criatura de la oscuridad.”


    Saxéx

    “Tanto sabes, tanto conoces quien soy, entonces descubreme y cuéntame con quien hablas.”


    Cesarus

    “Criatura insolente, te he dicho que conozco tu semblante de frialdad, y tu peste de muerto, acaso lo que no existe tiene nombre?.”


    Saxéx

    “Te consideras loco, atormentado, o con un golpe en la cabeza que te ha dejado de poco pensar?”


    Cesarus

    “No me imagino que estas aquí, y menos estoy perdiendo mi cabeza, yo te mando al olvido, porque aquí en esta tierra santa no existe nada de ti, sea quien eres y qué quieres, sigue tu camino. Te prometo una cosa, camina fino, y mira tus pasos, porque los clavos que perforaron a mi salvador, se pegaran de tus plantas de los pies.”


    Saxéx

    “Plegarias y plegarias moje, eso me debes reclamar.”


    Cesarus

    “Mira la luna que mira por mi, y mira la oscuridad donde te escondes, A quién tienes miedo, a que te vean, o que sepan que andas suelto?.”


    Saxéx

    “Palabras de alguien que agrada a aquel que habla con él”.


    Cesarus

    “Impuro seria, y la muerte es santa delante de tu presencia, coje tu camino, dejame en paz, que en este bosque mi señor espera mis plegarias. Si, si criatura, mis plegarias son de él, y de nadie más.”


    Cesarus nuevamente cierra los ojos, y continúa sus oraciones. A su lado una imagen de un hombre con manto negro con capucha se hace presenta. Se detiene de lado a lado con Cesarus que permanece hincado, unos segundo después sigue su camino más adelante, perdiéndose en la oscuridad. Cesarus abre los ojos, y sus pupilas se mueven de lado a lado, explorando si alguien estaría presente. Al Terminar las oraciones, Cesarus sigue su camino, unos minutos han pasado, y al acercarse a la casa de Menfis, una duda lo detiene. El mira al bosque que ahora está detras de él, mientras que algunas casas de piedra son visibles. El nota algunas lámparas prendidas en algunas casas, incluyendo la de Menfis. Cesarus cambia de idea, y vuelve al bosque, él anda por varios lugares buscando algo, nunca como si estuviera extraviado, pero como si hubiera perdido un rastro.


    La noche se convierte en madrugada,y Cesarus se encuentra dormido apoyado por un árbol. La misma voz lo acompaña de nuevo.


    Saxéx

    “Monje, buscas de mi, pero insistes que me alejes de ti.”


    Cesarus se empata, y se levanta, mira por todos lados, buscando la dirección de la voz.


    Cesarus

    “Porque paseas por estos lados?, A Quién buscas criatura?”


    Saxéx

    “Es muy tarde para responder esa pregunta, te advierto ahora yo, sigue tu camino?”


    Cesarus saca una cruz hecha de madera que cuelga en su cuello.


    Saxéx

    “Objeto santificado me imagino, representante de a quién sirves monje.”


    Cesarus

    “Te ordeno que te identifiques”.


    Saxéx

    “Porque niegas en escuchar mi advertencia?, acaso necesitas escuchar de nuevo?.


    Un fuerte sonido se apodera de los oídos de Cesarus, como un roce de metal con metal. Cesarus trata de taparse los oídos con sus manos, pero él se da cuenta que el ruido viene dentro de él. Sangre comienza a salir de su oídos, y con mucho dolor y ya sentado en la tierra, Cesarus le responde.


    Cesarus

    “Luz, despeja mi camino y aquello que busca el mal en este sitio..”


    La luna se llena de luz, la luz invade el bosque, todo se vuelve claro, los animales pestañan por ser sorprendido con tanta claridad. A poca distancia una imagen con un manto rojo oscuro se esconde detrás de los árboles, y el sonido horroroso que invadía a Cesarus ha dejado de torturarlo. La claridad se apaga lentamente, y la madrugada vuelve a nacer. Cesarus sigue mirando en dirección a lo que ha visto detrás de los árboles, pero esta vez retrocede y se dirige al monasterio.

    Continuará...
     
    #18
  19. Antonio Liz

    Antonio Liz Poeta recién llegado

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    Continuacion.. Mitos de La Oscuridad


    Henos Aqui

    Por los campos y las ciudades remotas de Grecia, los turcos están a toda velocidad para salir de Grecia, ya que salieron del castillo escondidos negando la invitación de quedarse unos días con la reina. Unos 40 Soldados hacen compañía, 20 alante y 20 detrás, en el medio un carruaje morado, que trae como pasajeros a Asaf el consejero del sultán, y Basil el hijo del hermano del Sultán y prometido de la reina Grecia. En el frente, el General Satah guia el camino, y ellos corren apresurados en caballos, para llegar a la frontera donde se divide Grecia y turquía. La colorida vestimenta, y los bigotes largos de algunos de los soldados, hacen que los ciudadanos de aquellos pueblos remotos, salgan de sus casas para presenciar dicha caravana.



    Basil

    “Estoy muy disgustado, cómo podemos ignorar un mandato de alguien tan poderoso como la reina. No es por miedo Asaf, si no por respeto.”



    Asaf

    “Las cosas no son como cree pequeño Sultán, existen informaciones sobre algo que tiene que ver con usted, su bienestar está en riesgo.”



    Basil abre sus ojos ampliamente sorprendido.



    Basil

    “De qué hablas?, acaso he hecho tan mala impresión para que me maten.”



    Asaf

    “Nada de eso es su excelencia, el problema no es la reina, si no aquel que anda suelto.”



    Basil

    “Aquel, que era rey, ese que según es padre de la reina, a eso te refieres?



    Asaf

    “La verdad, siempre fue un riesgo entrar en esta tierra, no podemos creer lo que dicen, es una ley de traición, que siempre nos ha tocado vivir. Entonces, la estoy viviendo ahora mismo, evitamos lo que sabemos.”



    Basil

    “Pero soy el próximo rey de Grecia, prometido en el pacto de paz, como es que vine aquí como prometido y ahora me voy como fugitivo.”



    Asaf

    “Nada ha cambiado su excelencia, sólo tomamos precauciones, existen personas que confían de más, pero existen muchas que su veneno es simple de detectar. Trato de protejerlo, y si es negar la invitación de una reina, pues que sea así.”



    Basil

    “Eso me da mucho alivio, la reina es una mujer muy hermosa, me encantan sus labios, sus ojos, y su pelo negro que brilla con un sensillo movimiemto de su cabeza. Encantadora, una piel de seda tierna, y una fragancia de flores de primavera.”



    Los truenos interrumpen la conversación, una fuerte lluvia cae, y se pone más potente cada minuto.



    Asaf

    “Turquía tiene muchas mujeres bellas para sus ojos. De belleza no se preocupe, tiene el poder de tenerla a todas, claro,solo una esposa puede tener la corona.”



    Basil

    “No Asaf, no existe mujer en Turquía que sea la reina.”



    Asaf

    “Estoy de acuerdo, reina de Grecia, y líder de la familia Fondeur, nadie como ella.”



    Basil

    “No Asaf, me refiero a su persona, a su delicadeza , su gentileza, y realeza.”



    Asaf se queda mirando seriamente a Basil, mientras Basil mira por la ventana del carruaje la lluvia.



    Basil

    “Algo en ella necesito, algo de ella me da la impresión que me hace falta. Poderosa es su presencia, y hace de mí algo más que unos de los reales del trono del Sultán.”



    Asaf pone su mano en la rodilla de Basil, con el propósito que su mirada se dirija a él en vez de el mal tiempo que visualiza por la ventana. Basil presta atención.



    Asaf

    “Conozco desde hace mucho esta familia, y también a la reina cuando era niña. Dulce y amorosa, inocente y muy carismática. Cuando llegaba siempre reconocía sus modales, hacia lo que había aprendido desde pequeña, como comer, como hablar, como sentarse, y a quien respetar. Un día estaba caminando por los pasillos del castillo, y fue cuando noté a una reina diferente. Una niña jugando con lodo, corriendo por todo el jardín, brincando de alegría porque estaba fuera del régimen por unos minutos. Mientras que los sirvientes y las damas trataron de seguirle el paso, pero nadie ni nadie reportó su comportamiento, solo porque entienden que es imposible cambiar lo que eres realmente. Esa corona tiene un peso imposible de ignorar, y esa niña de comportamiento natural, por siempre estará enterrada en ese símbolo de realeza.”



    Basil

    “Las personas deben ser como son, no serían reales sino impostores o réplicas de otros que han pasado por el mismo camino.”



    Asaf

    “La reina representa una cara de puño de hierro por su excelencia, y lo que siente por ella puede ser que llegue a su corazón. Pero nunca pretenda entender que lo escogerá a usted antes de la corona. El pacto fue una reunión matrimonial ante Dios, para que así usted busque la paz, el problema es que, esa idea fue pensando en aquella niña que vi, y aquella noche, en aquella cena, me di cuenta que esa niña no está presente, sino que ahora representa lo que es Fondeur, y no su persona. Con pura sinceridad, me equivoque en insistir en ese pacto.”



    Basil

    “El amor representa otra corona Asaf.”



    Asaf

    “Sin duda, pero ya esta tiene su corona.”



    Un fuerte golpe en la ventana del carruaje interrumpe la conversación, es Satah que tiene un mensaje para Asaf.



    Satah

    “Debemos acampar en un lugar, el viento es muy fuerte y la lluvia es muy pesada, los caballos están asustados, y creo que esta lluvia se quedará con nosotros.”



    Asaf

    “Acampar nunca, pero podemos pararnos en un lugar en el bosque, sería lo recomendado por ahora. Debemos evitar ser un blanco fácil, debemos ocultarnos mientras lo peor de la lluvia pase.”



    Satah dirige la caravana dentro del bosque, y todos van a paso lento, ya que hay lugares donde el carruaje no puede correr. En poco minutos ellos notan que en el bosque la lluvia es menos intensa, y los caballos están más calmados. Todos van a paso lento, pero avanzando, Satah mira todo el alrededor, y se dirige nuevamente a la ventana de Asaf.



    Satah

    “Este clima en esta tierra es maldito, creo que el sol quiere hacer su presencia después de la tempestad. Que horroroso lugar, ahora ni los pájaros se escuchan, qué clase de naturaleza rodea este lugar maldecido.”



    Asaf

    “Debemos salir de aquí, y tomar el camino, esto no me gusta Satah.”



    Satah nota el silencio del bosque, que es interrumpido por unas aves que salen detrás de los árboles. Satah escucha el sonido de los caballos galopando que se aproximan. Satah saca su espada, y busca desesperadamente la dirección de aquel sonido, el comienza a dar órdenes a grito de garganta.



    Satah

    “ Prepárense, saquen sus armas, si es necesario derramaremos sangre en honor a nuestro Sultán, Turquía única y Turquía por siempre será.”



    Los soldados empiezan a circular el carruaje del sobrino del sultán, entre todos ellos hacen una barrera. Los primeros 20 se bajan de los caballos y rodean el carruaje, mientras los otros 20 permanecen encima de sus caballos haciendo otra barrera por encima de los soldados que están sin caballos. Satah sale de los dos círculos, y nota a poca distancia algunos soldados Griegos montados en caballo, lentamente todos los griegos rodean a los turcos, y Satah espera el momento indicado. Un caballo se aproxima y Freuniud con su armadura puesta hace su presencia acercándose a Satah.



    Freniud

    “Turco terco, acaso asi peleas, haciendo un nido para una gallina.”



    Satah

    “ Sabes muy bien que yo le corto el pescuezo a la gallina, y te doy sangre para beber.”



    Freniud se ríe a carcajadas, burlándose de Satah.



    Satah

    “Que quieren, que buscan de nosotros, acaso crees que morire rogándote que me dejes vivo?



    Asaf viene corriendo del carruaje, y se pone en medio de Satah y Freniud, tratando de llevar la paz.



    Asaf

    “ Mi general, solo queremos pasar, nada más, si acaso existe algo que hicimos mal, entonces sería mejor que lo arreglemos hablando.”



    Satah

    “ No seas tonto Asaf, estos tienen la delantera, nos esperaban”.



    Tres caballos se aproximan, esta vez dos soldados, y Safris, rey de Grecia y padre de la reina. El Rey Montado en su caballo, con armadura, como si una batalla esta por empezar.



    Safris

    “ Saludos Asaf, estoy aquí porque necesito arreglar unos asuntos con el sultán.”



    Satah

    “Bastardo, desgraciado”



    Freniud

    “Cuidado gorila feroz, hablas con un rey, y prefiero darte de comer una banana que mi espada, eliges tus palabra sabias.”



    Safris

    “También me agrada verte Satah”.



    Asaf

    “Su excelencia y rey de Grecia, no existe ningún motivo para derramar sangre, sabe muy bien que pronto seremos familia, y todo disgusto pasado será olvidado.”



    Safris

    “Viste Freniud, mira que ejemplo tenemos aquí con nosotros sobre Asaf, se dirige hacia mí como Rey. Es lo adecuado, y creo que Asaf también es el indicado.”



    Asaf

    “ No entiendo a mi rey, como le puedo servir.”



    Safris se baja del caballo y se acerca a Asaf, el le echa un brazo arriba, y comienza a explicarle la situación.



    Safris

    “Eres la voz de Turquía aquí en este bosque insignificante, mira tu alrededor, 7 Legiones me hacen compañía, y digamos que solo son mis guardaespaldas comparado con aquellas que están llegando y otra que campa en Turquía. Es tu momento Asaf de salvar a esta gente, y calmar a esta bestia con espada.”



    Satah

    “ Asaf, el honor es morir por la espada, y mi vida es la muerte, por eso he llegado varias veces a ella, pero me desprecia, hoy o me despreciara, o cumplirá su deber.”



    Freniud

    “Satah, recuerda echar los pedazos de el sobrino del sultán a los perros.”



    Satah se calma un poco, mientras que Asaf trata de convencerlo de no atacar.



    Asaf

    “Tu muerte es segura Satah, la mía y la de ellos también, porque somos pasajeros en esta vida, ahora mismo que la muerte pase por aquí, pero que no se quede.. Si dices que eres el honor de Turquía, entonces honrarás el nombre del sultán, con tratar de sacar con vida a su miembro de la sala real.”



    Satah entiende el diálogo de Asaf, y furiosamente ordena a los soldados que bajen sus espadas.



    Safris

    “Buena opcion Asaf, sabes que te aprecio mucho, y no miento, Geliu reconoce ese gesto que tengo por ti. Porque conoces los planes antes que ocurran. Ve y busca al muchacho, caminaremos a mi carpa que está cerca de aquí, necesito mi ejercicio amigo mio, tanto tiempo encerrado es mejor aportar para la salud.



    Safris se ríe generosamente, pero Asaf con pura seriedad se dirige al carruaje a buscar a Basil. Asaf entra al carruaje y se sienta calladamente al lado de Basil que está temeroso buscando la mirada de Asaf.



    Basil

    “¿Qué está pasando?, acaso es una emboscada Asaf.”?



    Asaf

    “Puede ser su majestad, ellos buscan algo muy importante.”



    Basil

    “Les advertí que rechazar la invitación de la reina fue un error, vamos a salir, yo le pediré disculpa.”



    Basil intenta pararse para salir del carruaje, pero Asaf lo agarra por una mano, y lo mira con ojos aguados.



    Asaf

    “Ellos no están aquí por lo que pasó con la reina, es una misión para eliminar a Turquía su majestad, lamento mucho que usted esté en esta posición.”



    Basil

    “Creo que exageras y estas perdido.”



    Asaf se hinca en frente a Basil, coje un cuchillo y se corta la mitad de su bozo.



    Asaf

    “Si acaso estoy equivocado, que no sea mi cabello cortado, si no mi estómago que arrojará mis sesos.”



    Basil muestra un rostro de mucha preocupación, a la misma vez Asaf se levanta y le abre la puerta del carruaje para que salga. Al salir, Basil nota el ejército Griego a una distancia, mira todo su alrededor y nota que están rodeados, ellos caminan y se dan cuenta a una distancia la presencia de Satah, Freniud y Safris que lo esperan con mucha curiosidad. Al acercarse Freniud trata de analizar a Basil.



    Freniud

    “Entonces, eres aquel que llaman el prometido de la reina, y próximo rey de Grecia. Si es así, entonces espero que mi rey me entregue la corona hoy mismo, porque me declaro sangre real.”



    Satah

    “Respeta la familia real Freniud, estas en frente de una realeza de turquía.”



    Freniud

    “Pero le he demostrado todo el respeto que se merece, acaso crees que soy tan grosero.”



    Satah

    “Porque mejor nos echamos a un lado, y hacemos una fiesta de espada, donde la sangre representa el vino.”



    Freniud

    “Satah, Geliu no está aquí para que por lo menos la pelea sea justa.”



    Safris

    “Basta, no es necesario todo esto, disculpe su majestad, estos dos viven en el mundo de los animales, y no conocen la pureza de hombres y damas de reinos unidos.”



    Basil baja su cabeza en honor a Safris.



    Basil

    “No es necesario su disculpa rey de Grecia, estoy convencido que nos podemos entender hablando como debe de ser.”



    Safris

    “Mira muy bien Freniud, este joven, de tan poca edad, está buscando la paz, y no tiene por ambición de matar a aquel que sea el próximo en línea para la corona. Te das cuenta que solo basta una persona inocente, para dejarnos saber que estamos equivocados.”?



    Basil comienza a perder el miedo, y ahora se siente muy cómodo hablando con Safris.



    Basil

    “Si, así pienso yo, si nos unimos, esa es la clave para tener un mundo lleno de paz, una armonía viva para todo aquel que quiera vivir en paz. Tengo ese sueño, de ser aquella clave de por siempre eliminar las guerras y los malentendidos. Estoy aquí para servirle en lo que pueda, sé que juntos podemos traer la paz.”



    Satah

    “Su majestad se está llevando de palabras venenosas.”



    Freniud

    “Acaso te atreves de acusar al rey de traidor.”?



    Satah

    “No es un rumor, es una realidad.”



    Basil

    “Basta Satah, es mi turno de hablar, lo que pienso es memoria viva de turquía, y lo que digo es su futuro, y su alianza sobre un reino unido.”



    Freniud baja su cabeza y sonríe de forma de burla, mientras Asaf regresa a su cara triste y ojos aguados de preocupación.



    Safris

    “Me gusta este chico, y veo un gran futuro en él, junto a mi hija, serán el puño de hierro que representa dos naciones poderosas. Acompáñame en mi carpa, tenemos mucho que hablar yerno.”



    Basil acompaña al rey, mientras que Asaf mira a los soldados y a Satah antes de seguir a Safris. Safris se detiene y regresa donde está Freniud.



    Safris

    “Freniud, queden como hermanos, no derrames sangre en este lugar. Te impido que saques tu arma. Ellos están en nuestra protección, es una orden.”



    Freniud se queda callado, y visualiza a Safris, Asaf, y Basil que se alejan de donde están.



    Satah mira alrededor y nota a los soldados Griegos que rodean a sus hombres.



    Satah

    “Me crees tan estupido Freniud, no creo en palabras de esta tierra, siempre están en lo correcto cuando se trata de lo contrario.”



    Freniud

    “Satah, crees que soy capaz de desobedecer a mi rey?



    Satah

    “No solo eso, también matarlo y traicionarlo, si, la respuesta es “sí” Freniud?”



    Freniud

    “No entiendo tu ira contra mi, nunca hemos estado en batalla, solo tenemos algo en común, el cargo de general.”



    Satah

    “Tus acciones te difaman Freniud, te conozco sin tener que compartir un campo de batalla. Torturas, asesinatos en nombre de esta familia.”



    Freniud

    “Cómo puede un simple hombre hacerlo todo, millones mueren en guerras, acaso soy capaz de llevar ese número en mi espalda.”?



    Satah

    “Sabes a lo que me refiero, eres parte de el río de sangre que dejan las olas de persecución.”



    Freniud

    “Entonces eres consciente que existen algunos nombres, que no tienen que ver con Freniud. Sería bueno que lo menciones amigo mio.”



    Satah

    “Si comienzo ahora, no terminaré mañana.”



    Freniud

    “Tienes todo el tiempo a tu favor, estaremos aquí un buen rato.”



    El sonido de varios caballos es notable, Satah trata de buscar la dirección por donde se aproximan, pero ya Freniud tiene su dirección. Los soldados abren el paso a una distancia, Gelio esta encima de un caballo con un manto blanco, y el capitán Augusto Farro a su lado. Gelio se da la vuelta al caballo y se esconde detrás del ejército de Augusto. Los soldados le abren el paso al ejército, y es cuando sacan sus espadas para realizar un ataque a los turcos.



    Satah mira a Freniud con mucha curiosidad.



    Freniud

    “Creo que en tu lista de mencionados estaba el capitán Augusto Farro, me imagino que si. Y la verdad, ese es el primer nombre y el único que tienes la oportunidad de nombrar, ya que tu tiempo se ha acabado.”



    Satah

    “Son unos traidores, y asesinos, nunca me equivoco con ustedes, te dije muy bien que tu no sigues órdenes de un rey.”



    Freniud

    “No digas eso Satah, el rey me dijo que todos lo que están aquí debemos protegerlos, pero nunca me dio instrucciones a aquellos que llegan. Creo que deberías usar la estrategia de un muro militar, porque el ataque viene directo.”



    Satah

    “Eres un maldito Freniud.”



    Satah se apresura al frente y se prepara para recibir el ataque de el capital que se acerca a toda velocidad. Todos los soldados de Satah están dispersos.”



    Satah

    “No rompan la línea, unámonos y defendamos nuestro honor, vamos hombres de Turquía, hoy es nuestro día. “



    Más de 300 soldados se lanzan contra los 40 turcos. 15 mueren al instante con ataques de 5 contra uno. Satah ordena que retrocedan , pero Freniud baja con 100 soldados más, y lo masacran a todos sin piedad. Varios arqueros masacran a Satah con varias flechas, y al caer Satah, dos de ellos lo azotan con sus espadas violentamente, hasta matarlo.



    El escándalo de gritos y espadas sorprende a Asaf, que está parado en la carpa donde se encuentra Safris. La carpa contiene una mesa y una cama, la mesa es redonda con varios mapas, mientras que Basil y Asaf esperan a Safris que salió brevemente fuera de la carpa. Al regresar Safris entra desesperadamente.



    Safris

    “Lamentablemente amigos, si General trato de herir a Freniud, y todos los soldados siguieron su orden de atacar, y no teniamos otra opcion de atacarlos e eliminarlos.”



    Basil

    “Satah tenía su temperamento, él se lo busco, en el nombre de turquía le pido perdón su majestad.”



    Asaf deja salir toda su furia, y se concentra en el joven Basil.



    Asaf

    “No seas tan insolente Joven sultán, acaso no se da cuenta que Satah y los hombres le esperaba la muerte, trate de entender de que nada de lo que dice este hombre será cierto en muchas maneras, es muy joven para entender, pero no tan estupido para ignorar. Esta gente no es turquía, llenan sus castillos de traición e hipocresía, orgías y adulterio es su entretenimiento, sus salas están llenas de mujeres impuras y prostitutas.



    Safris se aserca a Asaf y le pega una bofetada, Asaf cae al suelo, mientras Basil se sorprende por lo ocurrido.



    Safris

    “Me siento ofendido, porque así como tu Asaf le faltas el respeto a tu sultán, así también puede pasar conmigo.”



    Asaf

    “Sabe usted Safris, que un día adecuado llegara, y ese dia desde mi tumba llamará su nombre para que me acompañe con los gusanos.”



    Una voz interrumpe lo ocurrido, y esa voz viene de la entrada de la carpa.



    Gelio

    “Gusanos?, he escuchado mal, o acaso quieres que te coman los gusanos Asaf.?



    Safris

    “Amigo mio Gelio, bueno de verte, veo que llegaste bien.”



    Gelio

    “Si mi Rey, aquí con usted, como debe de ser.”



    Safris

    “Soldados, llevense a Asaf, que es un prisionero, ya que a ofendido a su propio Sultán en mi presencia.”



    Basil, se queda confundido, y trata de decir algo, pero es interrumpido por Safris.



    Safris

    “Mi hija marcha ahora mismo hacia acá, cuando venga irás con ella. Asi tendran tiempo de hablar.”



    El semblante confundido de Basil, cambia a alivio, y el joven está convencido que Safris dice la verdad.



    Basil

    “Mi Rey, tengo algunas cosas en el carruaje que necesito, son cosas para arreglarme y esperar a su hija con buen semblante.”



    Safris

    “Primero llamame Safris, y segundo, existe una carpa para ti solo, y esta esperando, mis hombres te llevarán allá. Recuerda algo, serás el próximo Zultan, y aquellos que te siguen serán aquellos que hagan las cosas por ti. Asaf irá al carruaje y buscará tus cosas, como debe ser mi pequeño Sultán.



    Basil

    “Ok Safris, estoy de su lado, y juntos haremos un reino poderoso.”



    Safris sonríe, y le ordena a los soldados que lo guíen a su carpa.



    Gelio

    “Veo que mi Rey no ha perdido el don de despistar a los otros.”



    Safris

    “Es un muchacho con poca experiencia, no es necesario engañarlo, lo ha estado desde que entendió que es hijo de una realeza.”



    Gelio

    “Creo que no hay duda que la reina jugó su jugada en su comportamiento.”



    Safris

    “Si Gelio, el joven busca esperanza con mi hija, y te comunico algo, no dudes nunca que este joven puede llegar al punto débil de mi hija.”



    Gelio

    “Majestad está insinuando algo que nunca pasará, al contrario, ninguna de sus dos hijas tiene la capacidad de formar un matrimonio. Gigna por otro lado hace lo que le dice, aunque sea algo en contra de su voluntad. Pero Grecia, digamos que nunca se identifica con usted mi majestad, pero ella es su espejo.”



    Safris

    “Sabes algo, opino lo mismo Gelio, pero siempre debes usar lo que tienes a tu favor. Entiendo que ella no me entiende, pero nos entendemos en lo que importa.”



    Gelio

    “ Si, y es como un libro abierto, pero algunas veces, me confundo. Porque actúa con mucha inteligencia, pero a la misma vez, diría que yo me equivoco mas y mas en lo que hará.”



    Safris

    “Será mejor que me digas, en vez de rondar como una mosca.”



    Gelio

    “Según nuestra reina, su hija, soy yo aquel que ya ha terminado mi jornada con Fondeur. Según, ella despidió mis servicios, y me mandó a retirarme del castillo.”



    Safris

    “El plan era que llegaras aqui, y ella cumplio con dicho plan.”



    Gelio

    “Si, y la admiro, y la valoro, pero acaso se puede romper una palabra de una reina en la sala real.?



    Safaris empieza a reírse histéricamente, se acerca a Gelio y le da un fuerte abrazo.



    Safris

    “Nunca busques una pelea con una fiera, porque te comerá de cena. Pero, puedes unirte a su manada, y por siempre te tratara como uno de ellos. ¿Con qué collar contengo las fieras?, tu nudo siempre he necesitado. Recuerda bien amigo mío, en aquel tiempo de gloria, entendiste lo que debo de hacer, y lo que me impediste hacer, y por eso hoy soy el más grande en esta tierra. ¿Cómo puede un rey o reina dar su palabra sin castillo y tierra que reinar?.



    Gelio

    “Su majestad es muy sabio, porque nunca se olvida lo pasado, pero aunque la reina ha resbalado con su comentario, sabe muy bien a lo que me refiero.”



    Safris

    “Entiendo, mi hija no quiere dejar su corona, y trata de borrar todo lo que hice. Pero ha resbalado, en un momento crítico.”



    Gelio

    “Cree usted que se dio cuenta''.



    Safris

    “Para eso, debemos esperar su próxima ficha.”



    Gelio

    “Pero, si ella es aquella quien construye lo que el ingeniero demanda, también mañana puede darnos las espaldas.”



    Safris

    “Si no confiara en ella, no fuera reina. Entiende algo Gelio, ella es ambiciosa, también cruel, y peligrosa. Aunque su fuerte es lo que desconozco.”



    Gelio

    “Que desconoce de ella su majestad?.”



    Safris

    “La sangre Gelio, la sangre.”



    Gelio

    “Mi rey entiende que la reina no va a pestañear, si tiene que volarle la cabeza a usted.”



    Safris

    “No me refiero a mi sangre, pero a la de su madre. Su madre fue débil, algo que siempre temía, nunca la mande a negociar, porque sabía que su bondad estaría primero. Si mi hija posee alguna pizca de eso. Entonces, tendré que eliminarla.



    Gelio

    “Palabras sabias mi rey, palabras sabias que no esperaran mucho para que se hagan realidad.”



    Unos segundos de silencio acompañan a Gelio y Safris.



    Safris

    “¿Cómo fue el viaje?”



    Gelio

    “Bien, El Capitán entiende mucho el camino, y conoce el día y la noche, por eso alcanzamos la mañana donde debíamos de estar, así como su majestad lo planeo.”



    Safris

    “Bien, ahora insisto que te vayas a descansar, yo haré lo mismo. El viaje también me agotó un poco, en el adecuado momento necesitos tus fuerzas, hay mucho de que hablar amigo mío.”



    Gelio se retira, mientras Safris se acuesta en su cama boca arriba, él cierra sus ojos para tratar de descansar. Freniud y Augustus se encuentran mirando la masacre, donde los soldados se aseguran que ningún turco quede vivo. Augustus mira con mucho orgullo todo lo que ha terminado de realizar. Augustus hombre alto de pelo negro corto, ojos negros y un bigote fino. Su armadura le queda a la medida, ya que es un hombre delgado de algunos 37 años. Su piel limpia engaña a cualquiera, ya que no parece como aquel veterano de guerra.



    Augustus

    “Gente terca e insolente, como es que sacan las espadas sabiendo que morirán.”



    Freniud

    “Entonces crees que deberían recibir la espada griega con amor, o acaso crees que usan sus espadas para cortar carne.?



    Augustus

    “Me refiero que desde que miraron que estaban acorralados con ustedes, debieron negociar y evitar esta tragedia.”



    Freniud

    “Es muy claro, que no existe negocio aquel, desde un principio Farro.”



    Augustus

    “Entiendo que estaban sin salida, pero la vida tiene valor, porque guardar honor a alguien que no está aquí. En mi vida militar, nunca he conocido a un sultán que acompañe a su ejército a la batalla.”



    Freniud

    “No todo el mundo es griego Farro.”



    Augustus

    “Cierto, y menos romano.”



    Freniud

    “Ese es otro animal de otra calidad.”



    Augustus

    “Calidad por ser parte de nosotros?”



    Freniud

    “Calidad porque la hermana de la reina tiene como esposo a un romano.”



    Augustus

    “Sabes muy bien que no es un romano cualquiera, incluso deberían ser hermanos ustedes dos, ya que tienen el mismo nombre.”



    Freniud

    “General es un título militar, y si fuese así, entonces gemelos seríamos yo y legiones más.”



    Augustus

    “Hablando de el romano, acaso se presentará por estos lados.”



    Freniud

    “Según está en Grecia, eso es lo único que se.”



    Augustus

    “Tal vez tenga tiempo de calentar a su esposa.”



    Freniud

    “Estoy muy seguro que Gigna trata de evitar ese encuentro, además, ella tiene algunos titulares que le hacen su trabajo.”



    Augustus y Freniud se ríen escandalosamente , compartiendo la misma sospecha sobre Gigna.



    Augustus

    “Hablando de las consecuencias del castillo. Sabías que hice algunas dies paradas para que el viejo Gelio orinara.”



    Freniud

    “Ese pedazo de artesanía antigua todavía orina?



    Augustus

    “Para mi suerte si.”



    Freniud

    “Wao, creí que por donde caga también orina.”



    Augusto

    “No entiendo qué hace una persona de alta edad en estos lados. Él es muy viejo, y su cabeza es lo único que cuenta. Porque el rey arriesga su salud.””?



    Freniud

    “Creo que la pregunta es tan estúpida como tu conversación.”



    Augustus

    “No lo tomes a mal, con Gelio rondando el castillo, es como guardar un leopardo amarrado. Porque soltarlo a lo público?, no todo el mundo le tiene miedo a un leopardo.”



    Freniud

    “Entonces, si enfrentas uno, espero no verte correr.”



    Augustus

    “Me refiero aque amarrado la gente le tiene más miedo, que verlo deambular de esa manera, acabado y pasado de edad.”



    Freniud

    “Sabes algo Farro, porque mejor yo aprovecho esta masacre aquí en frente de nosotros, y te agrego a los números que han fallecido?, la próxima vez que insinues que no entiendo lo que dices, haré ese sueño realidad.”



    Augustus se molesta con el comentario, pero se queda callado.



    Freniud

    “Kletus llegara por el sur, el anda con algunos 50 hombres, buscaba a unos fugitivos, pero el idiota como siempre hace lo incorrecto. El romano traerá su ejército, y entrará por el Oeste. Mientras que Marcus mantiene su posición en los bosques de Turquía.



    Augustus

    “Eso deja a la reina sin reportarse.”



    Freniud

    “Debió de llegar ayer, pero segun Gelio, ella salió tarde y por otro camino.”



    Augustus

    “Estrategia”?



    Freniud

    “Espero que sí, pero sigo sin entender, el plan es perfecto, y sin ella no podemos seguir.”



    Augustus

    “La noche y el dia se acerca, y mientras mas legiones se juntan, más obvio es el plan.”



    Freniud

    “Entiende algo Farro. 10 legiones aquí presentes en total, los romanos vienen con 12, la reina representa 5, y Marcus responde con 15. Se pronostica 20 legiones en Turquía, y si los aliados se unen, entonces estamos en desventaja. Esos 5 de la reina es la clave de la victoria, quiere decir que el rey esperara lo necesario.”



    Augustus

    “Pero con solo una palabra, Gelio hace que esas 5 de la reina sean del rey.”



    Freniud

    “Cierto, pero crees que yo voy a dejar que eso pase. Soy leal a Fondeur, en general, no me parto en dos. Entonces mi reina conservará sus 5 legiones, el viejo Gelio entiendo el riesgo que cojera de mi parte si trata de dividir al reino.”



    Augustus

    “Creo que la última palabra la tiene el rey, ¿no crees?



    Freniud

    “Cierto, y él conoce el nombre y la presencia del general que los guia a la victoria.No crees?...Antes que Fondeur se divida, lo divido yo mismo”.



    Continuarâ...
     
    #19
  20. Antonio Liz

    Antonio Liz Poeta recién llegado

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    Continuación....Henos Aqui

    Gigna vs Maléfica

    Entre los árboles, Nivek y compañía siguen el camino hacia tal vez a la única persona con respuestas. Hambre, y terror los persiguen, ya que por estar escondidos no pueden buscar comida, y Kletus sigue los pasos a aquellos que se escaparon en aquel día donde el fuego consumió el campamento griego. Katizi le sigue los pasos a Nivel, Serra y Miera caminan juntas a su derecha, mientras Molava con espada en mano se mantiene a una distancia más atrás, siendo los ojos del sur.

    Katizi
    “Cesarus Aquilles?, no creo que debemos confiar en alguien que no conoces, cierto cierto, según tu, mató a un soldado para ayudarte. Lo que sí puedo decirte es que no crea todo lo que ves, porque después del soldado hiba matarte.”?

    Nivek
    “Es un monje, cuando seguí mi camino vi de lejos un monasterio, entonces es algo complicado, pero ahora mismo es nuestra única opción.”

    Katizi se ríe a carcajadas y Nivek le hace una señal que guarde silencio.

    Katizi
    “Espera, un monje asesino?, Creo que sería mejor que el soldado nos encuentre y nos maten, porque estamos caminando a la boca del lobo.”

    Molava se acerca apresuradamente.

    Molava
    “Quedamos que íbamos a guardar silencio, cuál es el chiste, acaso me estoy perdiendo de un mal humor.?

    Katizi
    “Es que no me pude contener, no todo los días estoy en camino hacia un monje asesino.”

    Molava
    “Ya veo que era un mal humor, estoy convencida.”

    Katizi
    “Cesarus Achilles, mató a un soldado, y no solo eso, según Nivek, el le salvó la vida.”

    Molava
    “Mató un soldado?, ya veo que tenemos algo en común, me gusta el estilo de Cesarus.”

    Nivek
    “Ese no es el punto, podemos llegar allá y escondernos, es simple, acaso crees que podemos durar tanto tiempo escondiendonos.?

    Katizi
    “No le temo a la muerte, ustedes me están arrastrando a esto. Nivek mejor piensa como Cesarus, no confies mucho en mí, porque lo que estoy haciendo ahora mismo, no será lo que siempre haré.”

    Molava
    “Nadie te está arrastrando, yo miro por el bienestar de Miera, cosa que tú también deberías estar mirando.”

    Katizi
    “Muy bien Molava, ahora has descubierto porque sigo aquí.”

    A la derecha, Serra y Miera le siguen los pasos a los demás.

    Miera
    “Entonces aprendiste mucho en la escuela”.?

    Serra
    “Lo necesario para saber un poco de nuestra historia, mis estudios fueron interrumpidos por la muerte de mi madre.”

    Miera
    “Como es una escuela, solo he escuchado la palabra escuela, y lo que has dicho que has aprendido.”

    Serra
    “Es un lugar donde se reúnen muchas personas, osea niños y niñas, y existen adultos que enseñan cosas que saben, esos le llamamos maestros.”

    Miera
    “Entonces, se puede decir que también enseñan a escribir y leer.”

    Serra
    “Exactamente Miera.”

    Miera
    “Entonces si existen niños, me imagino que también tenías amigos.”

    Serra
    “Si si, todos eran mis amigos, aunque no muchos querían saber de mi, porque segun no le agradaba.”

    Miera
    “Tal vez no te conocen como yo.”

    Serra
    “Eso opino, pero solo sonríes y da la espalda, tan simple es.”

    Miera
    “Entonces, después de niños, ya les impiden ir a la escuela.”

    Serra
    “No, sigues estudiando hasta que sea requerido, seguimos creciendo y avanzamos nuestros estudios a otra etapa.”

    Miera
    “Bueno, no entiendo nada de eso, mi vida es más simple”.

    Serra
    “Pero es bueno saber leer y escribir, y también saber un poco más de esta tierra.”

    Miera
    “Lo único que sé es que los griegos son nuestros enemigos.”

    Serra se detiene y agarra a Miera por los hombros.

    Serra
    “Somos griegos, no somos malas personas, entonces no todo griego es malo.”

    Miera
    “Sabes muy bien de qué hablo.”

    Serra
    “Te entiendo, pero fijate, este reino está dividido, por eso nos hacemos daño uno al otro. Si aceptan las diferencias, todos viviríamos en paz.”

    Miera
    “Diferencias?, que todos no somos Griegos?

    Serra
    “Existen tradiciones de vida, existen la realeza y existen los demás. Tradiciones mucho antes que se dividieran los reinos, tradiciones que vienen de nuestros vecinos, de otras tierras. Serían griegos, pero sus antepasados vinieron de otras tierras, y eso los hace impuros de ser realmente griegos, pero los son por haber nacido en esta tierra. Eso es muy difícil de aceptar para la realeza, porque la realeza consiste en una sangre pura de un principio.”

    Miera
    “Entonces me consideras pura realeza''.

    Serra
    “Eres hija de la reina, eso basta para que lo seas”.

    Miera
    “Espera espera, creo que insinuas que por un lado no lo soy.”

    Serra
    “Siendo hija de la reina, nadie te puede quitar el derecho, tu sangre rompe toda diferencia Miera.”

    Nivek se acerca e interrumpe la conversación.

    Nivek
    “El sol está potente, y la claridad del día nos hace el blanco. Debemos tratar de ir a lo más profundo del bosque.”

    Serra
    “Tenemos hambre, y aquella ave que devoramos no nos sirve para nada, ya que somos muchos.”

    Nivek
    “Molava y Katizi están en eso, nosotros caminaremos detrás de ella a una larga distancia.”

    Miera
    “Nivek, tú también fuiste a la escuela en tu tierra.”?

    Nivek
    “Si, claro, estudié, aprendí a leer y escribir, aprendí a pescar, y algo de construcción.”

    Miera
    “Tenías muchos amigos”?

    Nivek se queda callado por unos segundo, y sus ojos se ponen aguados.

    Nivek
    “Si, aunque muchos de mis mejores amigos murieron cuando llegamos aquí. Pero siempre serán tus amigos, siempre los tendrás en tu corazón. Recuerda algo Miera, la vida te puede arrebatar tus seres queridos, pero nunca te arrebatará lo que has vivido.”

    Serra
    “Waoo, Nivek, que bonito gesto de mirar la vida. Me imagino que entraste en poesía intermediaria.”

    Nivek
    “Mmmm, no , nunca he estudiado poesía. No es la forma de vivir en nuestra tierra.”

    Serra
    “No me vas a decir que en tu tierra la poesía no exista.”

    Nivek
    “Pueda ser.”

    Serra se sorprende, y su rostro le hace saber a Nivek que ella no lo puede creer.

    Nivek
    “Osea, tal vez en algún lado, pero si es así, no lo conozco.”

    Serra
    “Pero sin poesía no existe el amor, sin poesía no puedes inspirarte. Es una rama de la educación muy importante, no entiendo el porqué no existe en tu tierra.”

    Nivek comienza a pensar, y trata de buscar algo similar en su pensamientos.

    Nivek
    “Bueno, algunas veces nos llevaban a mirar los peces, para mirar lo bello que es el mundo en el océano.”

    Serra se siente ofendida, y es cuando cruza sus brazos y se para frente a Nivek.

    Serra
    “Peces?, Peces? Nivek, es en serio?, como comparas la poesía con criaturas del agua.”?

    Nivek
    “No sé, tal vez no nos quieren aburrir con cosas de filosofías o historias.”

    Serra enrojece, su cara explica la incomodidad de una persona que es ofendida por algunos comentarios.

    Serra
    “Te parece aburrido la filosofía y la historia”?

    Nivek trata de salir del tema, y agrega un diferente discurso.

    Nivek
    “No me parece aburrido, recuerda algo niña, venimos de diferentes mundos”

    Serra
    “Tengo 17 años, eso de niña de hace mucho no está en mi, y si fueras otra persona pidieras perdón y me besarás la mano.”

    Serra se da cuenta que al estar incomoda tal vez haya dicho algo fuera de control.

    Nivek
    “Sabes algo, tienes razón, no soy tan educado como ustedes.”

    Molava y Katizi llegan, y Molava entra en la conversación.

    Molava
    “Me imagino que pecosa esta con unos de sus fabulosos temas.”

    Katizi
    “¿Qué educación no tenemos que ella tiene”?

    Serra se siente acorralada y confundida, su nivel de nerviosismo es obvio.

    Serra
    “Perdón, perdón, no sé de lo que hablo, algunas veces no sé quién soy.”

    Katizi
    “Pero mírate estás temblando, a quien le tienes miedo.”

    Miera y Nivek miran a Molava.

    Molava
    “Yo, ¿es en serio?, trato de ayudarla, solo eso, es un blanco fijo donde quiera que va.”

    Sierra se da la vuelta y trata de no llorar.

    Katizi
    “Espera , espera, entiendo que Molava tiene su carácter, pero porque le tienes miedo?

    Molava
    “Eso no lo entiendo, ella exagera.”

    Serra
    “Has perdido la mente, me amenazaste de muerte el día que te capturaron, me miraste y me amenazaste con matarme si le hacía algo a Miera y Zatis. Después de eso casi me matas porque me confundiste con un soldado en la oscuridad. Después, me obligas a subirme en un árbol, donde caí y me lastimé mi costado. Pero nooo, eso no acaba ahí, después me mandaste a tocar la puerta de la muerte, y tú estabas detrás de los árboles. Y cuando expliqué la verdad sobre mí, levantaste tu espada para sacrificarme a los cuervos.”

    Katizi, Miera y Nivek miran a Molava.

    Molava
    “No es porque quiero, su personalidad no ayuda.”

    Nivek
    “Hablando de otra cosa, como esta la situación de encontrar algo de comer.”

    Katizi
    “Te refieres a la idea de Molava mejor dicho, si nos llevamos de su idea, pues en unos minutos tendremos nuestras barrigas llenas.”

    Nivek
    “Cualquier idea es buena, vamos cuál sería”

    Molava
    “Asaltamos y matamos.”

    Serra
    “Dios padre”.

    Miera
    “Uff”.

    Nivek
    “Mala idea.”

    Katizi
    “Según toda idea es buena idea.”

    Serra
    “Claro que sí, pero matar?.”

    Molava
    “Y qué crees? que haran despues de que asalten, que crees, que se van a dejar de asaltar pecosa?

    Nivek
    “Serra se refiere a que no somos asesinos.”

    Molava y Katizi se ríen a carcajadas.

    Katizi
    “De verdad Nivek, creo que es muy tarde para eso.”

    Nivek
    “Una cosa es que nos llevaron a esa situación , y otra cosa es que lo hacemos por gusto”.

    Molava
    “Mi hambre dice que mate, o me matara ella, que dices de eso Nivek?

    Serra
    “No puedes referirte al hambre como si fuera “ella”.”

    Molava
    “Oh no?, entonces eso también quieres que el hombre se lo lleve, también el título de hambre le pertenece ?”

    Serra
    “Me refiero a que no es la manera correcta.”

    Miera
    “Hambre es hembra o baron”?

    Serra
    “El significado no importa es la manera.”

    Katizi
    “Interesante, toda mi vida no sabía que el hambre era un género femenino.”

    Serra
    “Ese no es el punto, te refieres al hambre como una persona, no es lo correcto”.

    Miera
    “Ya no quiero ir a la escuela.”

    Molava
    “Pecosa cabeza rompecabezas.”

    Nivek mira para todos los dados, y esta vez se pone en medio de la conversación y les avisa que guarden silencio.

    Nivek
    “Basta, basta, así no podemos.”

    Molava
    “Nivek, es la única opción o moriremos.”

    Nivek
    “Estoy abierto a lo que dices Molava”

    Serra
    “Niveeeeek, eso no es cristiano.”

    Nivek
    “Pero, pero, sin hacer daño a nadie.”

    Molava
    “Si si moriremos.”

    Katizi
    “Debiste dejarme que me traten de quemar Nivek.”

    Miera
    “No soy una ave para seguir picando ramas.”

    Nivek
    “Entiendan algo, no existe otra forma entiendo, pero a la misma vez correremos peligro.”

    Molava
    “Bien, si el peligro me quita el hambre pues estoy con él”.

    Serra se enfurece nuevamente y comienza a clamar a Dios para que le de paciencia.”

    Serra
    “El peligro no es “él”, no es persona, te refieras a una persona Molava.”

    Molava saca su espada.

    Molava
    “Puede ser que mi hierro te dé un par de clases, y la primera es ponerle el punto en tu cabeza para una oración.”

    Nivek
    “Bien , bien, esto haremos, buscaré un blanco, y vamos a ver cómo podemos asegurar algo comestible.”

    Serra mira a Nivek con curiosidad, y Nivek nota su mirada.

    Nivek
    “Sin lastimar a nadie, que quede claro.”

    Serra sonríe, y se aleja del grupo a su derecha, Miera la sigue.

    Molava
    “Nivek, puede ser que el diablo llegue tarde a la fiesta, pero siempre llega.”

    Molava se aleja, y vuelve al sur.

    Katizi y Nivek caminan juntos en el frente.

    Katizi
    “Es un dilema Nivek, dilema que un pescador y soñador no puede descifrar. Para eso necesitas una espada, y también coraje. Cosas que escasean en ti.”

    Nivek
    “Gracias por la confianza y el apoyo Katizi”.

    Nivek se adelanta, mientras Katizi se queda atrás, ella sonríe de burla. Pero brevemente alcanza a Nivek y siguen el camino juntos.”

    En el castillo, Nora y Gigna están en el cuarto de la reina, tratando de resolver un dilema.

    Gigna
    “Entonces quiere decir que se los llevó a Roma?

    Nora
    “No precisamente princesa, según su marido ordenó a miembros del capitolio romano a buscar a sus hijos, y eso fue sin su autorización. Pero podemos hacer algo, es una inquietud saber que cosas sensibles se hacen a la espaldas de su majestad.””

    Gigna se acerca a la ventana, y puede ver como damas y hombres de la alta corte pasean por el jardín.

    Gigna
    “Es mejor así Nora, sabes muy bien cómo me siento en relación a hijos. No nací para ser madre, mi padre me puso en esta posición.”

    Nora
    “Su majestad conoce por sí, que algunos animales se comen a sus hijos cuando nacen, y es parte de la naturaleza, mientras aquí las críticas quieren oponerse a la naturaleza.”

    Gigna
    “Me consideras una mala madre”.?

    Nora
    “Al contrario, no toda madre entrega a sus hijos sabiendo que el bienestar está por otro lado.” Coraje y frialdad es necesario, sabiendo que muchas personas lo utilizan para otras cosas.”

    Gigna se da la vuelta, y mira a Nora. Nora sonríe y mantiene su mirada firme hacia Gigna, nunca abandonando la mirada como suele hacer con la reina.

    Gigna
    “Mis secretos Nora, tu mirada guarda mis secretos.”

    Nora
    “Estos ojos se lo comerán los gusanos en la tumba, porque es en esa profundidad donde me llevaré toda su confianza.”

    Gigna
    “No me culpes por no cambiar, y si he cambiado, es porque jugué una parte muy importante para mi padre. Además, me siento arrepentida de no matar a mi esposo, sabiendo que soy capaz.

    Nora
    “Su marido sigue vivo, su majestad.”

    Gigna
    “No por mucho tiempo.”

    Nora
    “Según la reina está preocupada por todo el sufrimiento que le hace pasar ese hombre.”

    Gigna
    “Entonces Ella cree que es así?.”

    Nora
    “Sin duda su majestad, pero debemos entender algo muy importante. No es la primera vez que la reina ha encontrado algo que la involucra. “

    Gigna
    “Entiendes algo, nunca usó a mi hermana, y nunca la usare. Pero ella conoce de lo que soy capaz, la diferencia es que conoce mis pasos, y es ella la que asegura que esos pasos sean finos.”

    Nora
    “Entonces su hermana conoce los planes de acabar con su esposo.?

    Gigna
    “Sabes algo, prefiero ser quien soy, en vez de aquella persona que quieren que sea. Se hace más fácil decepcionarlos por lo que soy, que hacerlo orgullosos de mi.”


    Nora
    “Tenga cuidado donde camina, existen personas que no conocen quien es en realidad.”

    Gigna se acerca a Gigna, y la besa en la boca.

    Gigna
    “Es bueno saber que eres la única que conoce la herencia que mi madre me ha dejado.”

    Nora
    “Siempre a sus ordenes su majestad.”

    Gigna se entretiene nuevamente con el paisaje de la ventana. Nora se queda parada cerca de ella sin retirarse, y Gigna nota su presencia.

    Gigna
    “Algo mas”?

    Nora
    “Solo para recordarle a su majestad que la esperan en la sala real, y es importante su presencia, porque todos quieren saber el porque la reina está ausente.”

    Gigna
    “Bien, entonces inventate lo que gustes, y así ellos sabrán que hacer.”

    Nora
    “No es tan simple su majestad, es aquel día donde muchos visitan a la reina para llevar sus plegarias, y es usted la única autoridad que puede abrir la puerta al razonamiento.”

    Gigna
    “Entonces, tendrás que decirle que estoy enferma o algo.”

    Nora
    “La ausencia de la majestad es lo suficiente para tener toda la cabeza preocupada. Si le añadimos que usted está enferma, entonces las cosas se pondrán peor.

    Gigna le corta la mirada a Nora, se da la vuelta, y voltea sus ojos fastidiosamente.

    Gigna
    “Bien, ok, estaré presente, debemos ir.”

    Nora
    “Bien, llamaré a las damas para que la vistan, y sin duda alguna tenemos unos vestidos que le van a quedar a la medida. Son regalos que han traído nuestros mejores costureros.”

    Gigna
    “No necesito a tus damas, escoge un vestido de mi hermana, me peinara tú. No tengo paciencia para estas chicas.”

    Nora
    “Bien, le voy a arreglar el baño a mi dama.”

    Gigna
    “No necesito baño, es que no entiendes.”

    Gigna se aleja de la ventana, ella entra a unos de los vestidores de la reina, ella escoge un vestido azul oscuro sin mangas, ella se desnuda completamente frente a Nora. Nora con pura vergüenza se da la vuelta para no mirar a Gigna desnuda, al ponerse el vestido se pone un poco de maquillaje con sus dedos. Ella busca unos tacos adecuados, un negro le llamo la atencion, con un diamante en el medio . Al terminar, ella se pone su famosa tiara en la cabeza, una de puro oro, y diamantes que la rodean. Sin nadie a quien esperar, Gigna sale del cuarto, no espera a Nora, camina sola por unos momentos por los pasillos, algunos soldados notan su presencia y se unen a ella en la caminata a la sala real, Gigna nuevamente voltea sus ojos de forma de incomodidad. En unos de los pasillos ella nota a Sócrates salir de unos de los cuartos.

    Gigna
    “Qué hacías en los cuartos de las damas?, que clase de persecución tienes gordo?, acaso escondes unas toneladas de cuerpos sin vida, o es tu colección que guardas ahí dentro.”

    Socrates trata de hablar, pero Gigna sigue su sermón.

    Gigna
    “No se me a olvidado como hiciste lo que hiciste y mataste a esa joven que tenia informacion importante para mi, no se me va a olvidar eso infeliz.”

    Gigna nota algo peculiar sobre Socrates, no tiene ese camisón descolorido, y está peinado decentemente. Su olor no es reconocible como aquel de cocineroo carnivoro, un manto de color amarillo apagado lo acompaña, y la fragancia de un perfume no duda en llamarle la atencion.

    Gigna
    “No se si me imagino cosas, de casualidad te bañaste hoy dia?.”

    Dos soldados que acompañan a Gigna tratan de reírse.

    Gigna
    “Ustedes dos, sigan su camino, no necesito su ayuda, conozco el camino, no soy la reina para que estén como moscas, alejense de mí.”

    Los soldados se sorprendieron al escuchar a Gigna, confundidos ellos se apartan, pero se quedan a una distancia de Gigna. Ella vuelve a mirar a Socrates,pero Socrates no encuentra las palabras para responder.

    Gigna
    “Bien, entonces ven enséñame que escondes aquí gordo.”

    Gigna trata de entrar al cuarto, pero Socrates se pone en el medio para que ella no entre.

    Gigna
    “Gordo, en serio?

    Sócrates entiende a quien tiene enfrente, y despeja cede el paso para que Gigna entre. Gigna entra al cuarto, ella nota 6 camas, 3 de lado a lado, cada una con un gavetero de una gaveta a su lado. Un enorme closet de madera está al lado de la entrada, todas las camas están hechas, bien arregladas, las sabanas son diferentes, con diferentes diseños y colores.

    Gigna
    “¿Que escondes bola de grasa?.

    Socrates
    “Nada, solo estaba buscando a una de las chicas.”

    Gigna
    “Pudiste tocar, pero te agarre saliendo de este cuarto, algo raro y macabro pasa aquí.”

    Socrates
    “Solo tengo una amistad con unas de ellas, y quería saludarla.”

    Gigna se da cuenta que unos de los gaveteros tiene un ramo de rosa encima. Gigna se acerca y huele rosas rojas.”

    Gigna
    “No lo puede creer, rosas frescas, esta “amiga” tuya debe de ser muy especial. Dime algo, acaso esta chica es algo más que una amiga.”?

    Socrates se queda callado mirando al piso.

    Gigna
    “Bien, esperare por ella, y le preguntare, o mejor la invocaré y le preguntar.”

    Socrates se pone nervioso, y mira a Gigna con pura seriedad.

    Socrates
    “ Nada especial, me agrada la chica y trato de darle una buena impresión.”

    Gigna
    “No sabía que dentro de ti existe alguien quien tenga dicha ternura. Estas loco, estas chicas son dispensables, puedes hacer lo que quiera con ella, acaso alguien te puede detener?, mi hermana no se mete en estos asuntos.”

    Socrates
    “No quiero las cosas así, quiero un día tener a mi familia, no puedo pasarme la vida viviendo en soledad.”

    Gigna
    “Has comido bien?, tienes remordimiento de tu trabajo?, o acaso te estás volviendo loco.”?

    Socrates sigue callado, pero su cara de desesperación es visible. Su sudor comienza a manchar su vestimenta, y se soba sus manos como si estuviera frío.

    Gigna
    “Elegiste tu destino, nadie tiene culpa de eso, tu madre era una buena cocinera, pero tú seguiste otra profesión muy diferente. Debiste quedarte como cocinero, o algo que no involucre la sangre humana. “

    Socrates se acerca bruscamente a Gigna, está frente a ella de nariz a nariz. Su cara furiosa asusta a Gigna, pero Gigna le responde a su manera.

    Gigna
    “Te mando a cortar la cabeza la próxima vez que te atrevas a acercarte de esta manera hacia mi.”

    Socrates retrocede hacia atrás, y vuelve a su posición de no mirar a Gigna a los ojos. Socrates se pasa las manos por los brazos, como si no tuviera idea de lo que está haciendo. Gigna trata de descifrar su comportamiento, pero ella sale del cuarto como si se diera por vencida. Ella nota a los soldados en la entrada de la sala real, ella camina hacia la sala, y ellos abren las puertas, antes de entrar ella les envía un mensaje,

    Gigna
    “La próxima vez que note una sonrisa en sus labios frente de mi, la voy a mandar a agrandar más con un cuchillo.”

    Los soldados bajan su cabeza sin responder. Al entrar, varios miembros de la sala real se encuentran sentados, mientras que Nora se encuentra a la derecha de la silla real. Gigna se acerca rápido, y se sienta. Un poco confundida, trata de conocer todas las caras, pero se le hace imposible ya que nunca ha mostrado ningún interés.

    Gigna
    “Mi hermana, la reina de Grecia, está indispuesta, su razón es única, y esa explicación es opcional. Estoy aquí tomando su lugar, no como reina, pero como su respaldo como legítima al trono. No estoy aquí para arreglar sus asuntos, estoy como aquella voz de autoridad, por ahora solo les puedo decir que la reina tiene buena salud, y nada le impide venir, y menos ignorar toda presencia que se encuentra aquí en este castillo.”

    Gigna se levanta de su silla, y se dirige a la puerta, ella sale y los deja a todos con la palabra en la boca.

    Nora todavía permanece en la sala real, y las preguntas e inquietudes las comienzan a abatir. Un hombre calvo de algunos 50 años, con una túnica blanca y un cinturón marrón le ofrece unas palabras a Nora.

    Ulices Akrunks ( Miembro del palacio y antiguo tesorero)

    Ulices
    “Nora, acaso esto es Fondeur?, estamos aquí esperando una reina, y su vocera no solo nos deja con las palabras en la boca, también no comparte detalles sobre la reina.”

    Nora
    “No soy yo aquella adecuada de hablar de esto, su palabra basta.”

    La inquietud no se puede ignorar, el murmullo de todos comienza a circular en la sala real. Nora trata de buscar las palabras para tomar el control, pero todos asumen lo contrario al discurso de Gigna. Las puertas se abren, y Milan hace su presencia, él se sorprende al ver a Nora junto a la silla real que está vacía. Milan se acerca cuidadosamente, y los discursos empiezan a surgir.

    Ulices
    “Su santidad, sea bienvenido, debe de estar cansado.”

    Milan
    “Cansada es la vida, y nosotros debemos seguirla como esta.”

    Ulises
    “Cierto, cierto, es un santísimo sabio.”

    Milan
    “Qué es lo que deseas, tienes alguna inquietud, porque tu parlar me recuerda a aquella gallina que busca maíz.”

    Ulises
    “Está en lo cierto nuevamente, porque por lo que veo, esta gallina se a quedado sin maíz.”

    Milan todavía no entiende el discurso, y Nora responde.

    Nora
    “Están preocupados, porque la reina tiene días indispuesta, y ahora mismo es la princesa que lleva la corona.”

    Milan, asombrado, empieza a mirar el techo del castillo, se pone sus manos detrás, y empieza un fuerte enfrentamiento con todos los miembros del palacio.

    Milan
    “Desde cuando un rey o reina tiene que dar explicación de su ausencia.?, y ustedes dirán, porque se preocupan por su majestad. Acaso me creen tonto, si es por su bienestar solo les dire una cosa, mientras esten en esta sala todos estaran conformes a lo que tienen. Son esas sugerencias que los sacan del círculo de la realeza.”

    Ulices
    “El bienestar de la reina siempre será el nuestro, hemos aportado a todo lo que es el crecimiento de Fondeur, acaso hemos pedido mucho”.?, o acaso pedimos demasiados.”?

    Milan
    “Desde cuando has pedido poco?

    Ulices
    “Desde que todos los damos todo cuando se trata de un apoyo, acaso olvida su santidad aquellos que aportamos para aquellas guerras?.”

    Milan levanta las manos y mira al cielo, como si Ulices haya adivinado algo.

    Milan
    “Al fin entraste en sí, guerra es nuestra realidad, y la reina se encuentra en el lugar indicado.”

    Ulices
    “Se refiere que nuestra reina está en la batalla.”

    Milan
    “Me refiero a que nuestra reina no se esconde en su castillo cuando la sangre se derrama en todo el pais. A menos que las quieran acompañar.”

    El silencio de la sala real vuelve a sentirse, pocos murmullos, y muchos ojos que se miran uno a otro con miedo y terror.

    Milan
    “Señores, estoy aquí como fiel hombre de la reina, sangre a los traidores. Aquellos que e encontrado y serán juzgado como debe de ser,”

    La sala comienza a hacer ruido. Todos se sorprenden al escuchar que los acusados de atentar en contra de la reina están presente.

    Ulices
    “Su santidad ha hecho un sueño realidad, de tener la oportunidad de matar a esos traidores.”

    Milan se queda callado, y su mirada comienza a andar por todo aquel que está sentado.

    Milan
    “Bien, entonces, es hora de que conozcan a aquellos traidores, la guardia de el papa celestial está con ellos, diríjase a la entrada del castillo, y justo en la rotonda de la primera puerta del castillo, encontrarán a los traidores.”

    Todos dejan la sala, y se apresuran a ver a aquellos traicioneros. Nora se queda sola con Milan, mientras Milan se sienta en unos de los asientos de los miembros y comienza a secar su sudor.

    Nora
    “La reina ha salido del castillo, a una misión personal, Gigna está a cargo.”

    Milan
    “Cómo ves el estado de la princesa.”?

    Nora
    “Me temo que la princesa no es de mucho apetito en estos tiempos.”

    Milan
    “Vino?, agua?, te, ? algo de líquido mujer.”

    Nora
    “He tratado de ponerle la medicina en sus alimentos, pero el problema es que ella no tiene deseo de comer o beber.”

    Milan
    “Debemos aumentar las dosis, si acaso la podemos controlar.”

    Nora
    “El problema no es ese su santidad, creo que los medicamentos están acostumbrando al cuerpo, porque ha presentado aquella otra personalidad, varias veces.”

    Milan
    “A que te refieres”.?

    Nora
    Tiene en su cabeza matar a su marido, yo no tenía otra opción más que seguir el tema a ver hasta donde llega.”

    Mlan se sorprende y deja de secar su sudor.

    Nora
    “Por eso he notado que ya esos medicamentos no funcionan.”

    Milan
    “Debemos de tratar de controlarla, es una herencia de su madre, y si esa verdad sale de este reino, Fondeur nuevamente será reconocido como un reino de maldición.”

    Nora
    “Tranquilo su santidad, tenemos años controlandola, y sin duda alguna todo está funcionando.”

    Milan
    “Nunca fue mi intención, pero el Rey quiere que esto nunca salga del castillo, y si es asi, debemos de tratar mas y mas.Necesito que visites al doctor, y explicale la situacion.”

    Nora
    “ Si su majestad.”

    Nora se acerca a la salida de la sala real, pero nuevamente Milan le llama la atención.

    Milan
    “Nora, será mejor que estés más cerca de ella, necesito saber sus pasos. Tenemos que comunicarle a la reina, y esto no le caerá bien.”

    Nora
    “Así será su santidad.


    En aquella madrugada, donde el silencio se pasea, Socrates se encuentra en unos de los cuartos. En lo alto, él mira por la ventana, la oscuridad invade la noche. La luna está llena, él mira todo lo que la luna puede brindarle, algunas casas con sus antorchas prendidas, y algunos guardias que se pueden ver dormidos en algunos lados. Muchos caminan patrullando el castillo, algunos tienen sus conversaciones, mientras que detrás de todos los árboles solo se pueden observar algunas pequeñas luces. Socrates trata de entender la noche, porque su cara busca algo que no encuentra, que sería su reflexión. Con don de culpa y arrepentimiento, él trata de buscar algo que le entregue el entendimiento a lo que está haciendo mal.

    Por otro lado, su corazón le explica que todos somos pecadores, y que su profesión solo es aquella de llevar a personas en el camino adecuado, ya sea que pierdan sus vidas. Su pensamiento es una larga batalla, porque el mismo no puede explicarse su propio ser. Socrates escucha brevemente un pequeño sonido, y es cuando saca un puñal de su camisón. El poco a poco se da la vuelta, sin miedo, dejándole saber al intruso que el que está equivocado es él. Una persona delgada con una manto con capucha de color verde claro se hace visible, y es cuando Socrates enciende una vela, y la luz le revela aquella extraña.

    Gigna
    “Las noches son asi Gordo, llenas de preguntas, y vacías de respuestas.”

    Socrates se da cuenta que Gigna a llegado a su cuarto, ella comienza a caminar el poco espacio. Socrates vuelve a lo que estaba, a patrullar su mente sobre la oscuridad, sin prestar atención a Gigna. Gigna se acerca a una pequeña mesa, donde dos libros están sobre ella. Gigna agarra uno, y comienza a leerlo.

    Gigna
    “Política y Argumento”, me imagino que este libro lo utilizas para aplastar una zanahoria o algo que quieras comer rápido.”

    Gigna pone el libro sobre la mesa, y Socrates no reacciona, esta vez ella levanta el próximo libro.

    Gigna
    “ Leyes Griegas”, la verdad es que tu gusto de entretenimiento esta super aburrido para mi gusto.”

    Gigna se recuesta en la pequeña cama que le acompaña a Socrates. Socrates escucha el sonido de una cama maltratada, brevemente mira hacia atrás, y nota a Gigna acostada boca arriba, lentamente el vuelve a mirar por la ventana.

    Gigna
    “Recuerdas la vez cuando madre estaba vomitando mucho, y entraste a secar los vómitos del piso?, me estabas mirando como si te debo algo.”

    Socrates se incomoda, como si Gigna lo interrumpe. El se da la vuelta y le responde.

    Socrates
    “Estábamos pequeños, recuerdo el momento, pero no recuerdo cuando te estaba mirando.”

    Gigna
    “Si si, me miraste, hasta mi hermana se dio cuenta.”

    Socrates
    “Qué dijo tu hermana sobre eso”?

    Gigna
    “Debes saberlo, porque no le preguntas tu, ya que eres su asesino personal, sabes muy bien que no olvido.”

    Socrates
    “Si acaso fue así, fui un chico muy distraído.”

    Gigna
    “Distraído, torpe, sucio, gordo, horroroso…Eso te cae bien.”

    Socrates mira a Gigna con tristeza, pero esta vez vuelve a su ventana, ignorando a Gigna.

    Gigna se da cuenta de su reacción, y trata de alguna manera corregir sus palabras. Gigna voltea sus ojos de forma de disgusto. Ella trata de hablar, pero se detiene, ella sonríe y esta vez habla sin problema.

    Gigna
    “ A ver, como se llama la chica, esa pobre infeliz que ahora te tiene como admirador.”

    Gigna se ríe a carcajadas, mientras que Socrates trata de ignorarla. Gigna deja de reírse.

    Gigna
    “Por lo menos su nombre gordo, a menos que la mande a llamar a todas.”

    Socrates se aleja rápidamente de la ventana, y se acerca a Gigna que sigue acostada en su cama. Asustado y nervioso le responde a Gigna.

    Socrates
    “No no, por favor, no es necesario, sería algo muy terrible para mi. Es algo muy privado.”

    Gigna se sienta en la cama, y espera otra respuesta de Socrates. Socrates se da la vuelta, y aprieta sus ojos fuertemente.

    Socrates
    “Cesari, Se llama Cesari,”

    Gigna
    “Cesari”?, mi hermana tiene varias damas, además, son torpes e inútiles, no me doy cuenta quien es. Pero, su nombre basta.”

    Socrates
    “No es necesario hablar con ella.”

    Gigna
    “Y que puedo decir yo, acaso me crees cupido.”

    Socrates
    “Gracias”.

    Gigna
    “Pero”

    Socrates aprieta nuevamente sus ojos, esta vez por disgusto.

    Gigna
    “Quiero saber tus gustos, claro además de cuerpos muertos y esas cosas que le haces a los presos.”

    Socrates
    “Es algo privado, no es necesario entender, porque no sabes mucho de mi.”

    Gigna
    “No creas mucho en mi cabeza, mejor confía en la tuya, porque la mía puede estar en dos partes a la vez. En un lugar adecuado, o tal vez en aquel que tú conoces de mi.”

    Socrates suspira el suspiro de argumento perdido, y se sienta junto a Gigna.

    Socrates
    “Entonces, estás aquí por otro motivo, que no es por lo que asumiste.”?

    Gigna
    “Primero, nunca asumo, y segundo, no eres mi consejero y menos a alguien que escucha tus consejos, espero que estemos claro en eso gordo.”

    Socrates baja su cabeza, mientras que Gigna mira el techo.

    Gigna
    “Un dia estaba muy cansada, era niña, y mi sabana siempre estaba mojada, osea mi almohada. Varias veces entraste, sin decir nada, pero me mirabas, me acechabas. No me olvido de nada bola de grasa.”

    Socrates
    “No tengo buena memoria.”

    Gigna
    “Le preguntamos a Cesari sobre las flores?.

    Socrates se pone nervioso.

    Socrates
    “Estabas cansada de esos choques eléctricos en tu cabeza, y no es que estaba tu almohada mojada, es que babeabas por los resultados a esos choques eléctricos.” Solo limpiaba tus vómitos, y tus orines, las damas cambiaban las sábanas.”

    Gigna, no se asombra con la respuesta.

    Gigna
    “Estrategia Fondeur, no me sorprendo.”

    Socrates
    “Tenía curiosidad, porque, comenzaste a ser diferente.”

    Gigna
    “Diferente de qué manera.”?

    Socrates
    “Gritabas en la noche como si alguien te quiere matar. Salías corriendo como si alguien te persigue. Tenías muchas cortadas en tus brazos y tus piernas, tu piel estaba marcada con muchos moretones, y te golpeabas mucho. Tenías esa mirada catatónica, y no eres tu, sino otra persona, lo que soy hoy, lo eras mucho antes que yo.”

    Gigna
    “A qué te refieres gordo.”?

    Socrates
    “Lo que tenías, no era cristiano según aquel que alivio todo.”

    Gigna
    “Entonces, me dices que estoy curada.”

    Socrates
    “Según, pero, eres lo que eres, porque así tienes que ser.”

    Gigna se levanta, y se acerca de nariz a nariz con Socrates.

    Gigna
    “Yo nunca seré como tú.”?

    Socrates sonríe, y esta vez Gigna se sorprende.

    Socrates
    “Tienes razón, no eres como yo, porque no soy realeza, y nunca seré rey. Pero algunas veces algo nos detiene.”

    Gigna
    “Wao, ahora quieres ser un filósofo, así como no te cabe mas grasa, así mismo es tu cerebro, no te cabe más razón.”

    Socrates
    “No soy nadie para ser como tu, ¿ no recuerdas verme en los vómitos y la mugre?.

    Gigna se queda callada, y mira la ventana, y nota que ha pasado mucho tiempo en el cuarto. Ella se acerca a la puerta para salir, se pone su capucha, pero antes de salir.

    Gigna
    “Dijiste que alguien vino a tratar de curarme y aliviarme, ¿lo conoces?.

    Socrates
    “Un tal moje de Galomé.”

    Continuará...
     
    #20
    Última modificación: 10 de Abril de 2022
  21. Antonio Liz

    Antonio Liz Poeta recién llegado

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    El Recelo


    Ya empezando la mañana, Cesarus se encuentra sentado en la capilla. Sus lágrimas son muy visibles, sus ojos de tristeza se concentran en la cruz de piedra que se encuentra en la capilla. Cesarus se levanta de unos de los bancos y abraza fuertemente a la cruz, como buscando alivio a su dolor. Patsia se encuentra parada en la entrada de la capilla, presenciando el dolor de Cesarus.


    Patsia

    “Nuestro Dios nos ofrece alivio a su debido tiempo, algunas veces la culpa se quiere apoderar de nosotros. Es mejor aceptar nuestros pecados en vez de sentar nuestro corazón en una situación que esta fuera de nuestras manos.”


    Cesarus deja de llorar al escuchar a Patsia hablar, el se aleja de la cruz y se sienta en el primer banco de la capilla, Patsia se acerca y se sienta detrás de él.


    Patsia

    “ Escuche el dicho trato que le darán a los jóvenes, pero acaso será una ley justa?”


    Cesarus

    “Si es justo lo que buscas, entonces estás en la tierra equivocada mujer.”


    Patsia

    “Sabes a lo que me refiero, crees que confió en nuestra santidad.?”


    Cesarus

    “Santidad?”, desde cuando lleva un nombre adecuado lo que descifra como injusto?””


    Patsia

    “Soy tuerta no ciega Cesarus, veo un manto santificado, y la presentación es santa aunque aquellos que tienen dos ojos y más razones que esta monja, no pueden desenmascarar lo que es cierto.”


    Cesarus

    “Acaso crees que la gente esta ciega?, solo el hambre y el miedo le da la razón a Milan que lo respeten como hombre de Dios. Me preguntaste si sería justo?, y te dire que si, siempre y cuando encuentren a alguien más.”


    Patsia

    “Creo que tus lagrimas te han entregado un formato débil Cesarus. Sabes muy bien que eso no pasara.”


    Cesarus

    “Mujer, niegas el milagro en frente de Dios.”


    Patsia

    “Nunca, pero también he presenciado como un milagro se convierte en una voluntad sea mala o buena.”


    Cesarus

    “No me entiendas mal, si es milagro que buscamos, entonces agotamos todas las esperanzas.”


    Patsia

    “Entonces, quiere decir tienes una baraja en tu mano, y como la jugaras Cesarus?, creo que Milan ya tiene el juego comprado.”


    Cesarus

    “Entiende algo, si es por hacer algo, sabes que mis lágrimas están buscando un milagro.”


    Patsia

    “Sin salidas Cesarus?, acaso eso de entre la espada y la pared es algo que te identifica?.”


    Cesarus

    “Dios tiene nuestro camino, es imposible seguirlo sin él, su voluntad es la mía, y la mía de él.”


    Patsia se queda pensando, y mira la capilla, ella busca algo que no puede encontrar. Ella se levanta y cierra la puerta de la capilla. Cesarus sin mirarla reconoce muy bien lo que se acerca.


    Patsia

    “Hombre de Dios, acaso estás jugando un juego?”


    Cesarus baja su cabeza, y luego mira a la cruz.


    Cesarus

    “Un mensajero fue enviado al castillo, y tratará de entregarle un mensaje a la reina. La carta tiene mi nombre.”


    Patsia

    “Es un suicidio, reconoces muy bien que tu fragancia humana ya no existe en el castillo, se an olvidado de ti.”


    Cesarus

    “Existe la posibilidad, y esta es una que se juega.”


    Patsia

    “Has creado una posible tragedia humana,acaso también quieres crear otra. ¿Quién es el mensajero.”?


    Cesarus traga fuerte, y esta vez lentamente mira a Patsia.”


    Cesarus

    “Octavian Vercichi.”


    Patsia se tapa la boca, y se asombra al escuchar el nombre. Ella enfadada y de mal humor le contesta a Cesarus


    Patsia

    “Esto no es un mensaje Cesarus, no existe letra, y menos aquel acercamiento a la reina.”


    Cesarus

    “Existe el mensaje madre.”


    Patsia

    “De sangre si, por Dios Cesarus, estás buscando la muerte.”


    Cesarus

    “No existe atentado alguno”.


    Patsia

    “Siempre y cuando el Líder vivo de Esparza no sea tu mensajero.”


    Cesarus

    “Exacto, líder vivo, eso quiere decir que sabe lo que hace porque sigue vivo.”.


    Patsia

    “Existen recompensas para su captura, las letras ya están borrosas con el tiempo, pero el deseo es el mismo.Fondeur nunca olvida.


    Cesarus

    “Octavia no rescara los jóvenes, el sabe como llegar a la reina.”


    Patsia

    “Cuando le comunicaste esto a Octavian?, no recuerdo irte por un tiempo.”


    Cesarus

    “Cuando Milan se fue, los acompañé hasta llegar a la ciudad. Sabe muy bien que en esta ciudad existen todavía fieles, unos de esos fieles llevó el mensaje.”


    Patsia

    “ Y cuando supiste que Octavian obedeció el mensaje”.


    Cesarus

    “Eso no lo se, pero como dijiste, líder de Esparza, y todabia no lo encuentran, por eso se que sera prudente, porque nunca fue capturado, y menos llevara una misión suicida.”


    Patsia

    “Asumes mucho Cesarus, Dios mueve las cosas, pero asumes a tu manera.”


    Cesarus

    “A mi manera?, nunca existe mi deseo en contra de su voluntad.”


    Patsia

    “No dudo de tu fe, pero dudo de aquellos que están contagiados con lo impuro y no santificado.”


    Cesarus

    “ El no ser perfecto es una cosa, el tener a Dios en el corazón es otra, acaso un cristiano deja de ser cristiano por haber matado?.”


    Patsia se queda callada, y sus pensamientos la lleva en aquel momento donde un día Cesarus mató a un soldado para proteger a Nivek.


    Patsia

    “No todos podemos dormir con la culpa.”


    Cesarus

    “Es obvio, no todos, pero sí algunos, cuando aceptas tu voluntad, eres aquel que la culpa forma parte de ti. La tranquilidad mental es importante, eso no quiere decir que he borrado mis pecados. Acaso existe ser que a borrado sus pecados?, puede que si, con el tiempo, pero las consecuencias vienen disfrazada de ese recuerdo.”


    Patsia

    “ Te esconde detrás del pecado”?


    Cesarus

    “Como puedo esconderme de lo que soy?”.


    Patsia

    “El arrepentimiento es la salvación.”


    Cesarus

    “A sus pies madre, solo a sus pies.”


    Patsia

    “Entonces esperarás la muerte?.”


    Cesarus

    “El conoce mi corazon, y tambien tiene ojos para verlo todo, quien mas que yo escuchara mis pecados después de el….Milan?.


    Patsia

    “De que se trata tu guerra?, porque te aferras en política en vez de a tu fe?.”


    Cesarus

    “Acepto todo aquel llamado del más allá, de aquellos que perecieron por este reino. Es una causa suficiente, o acaso olvidas tan fácil?.”


    Patsia

    “ El rey es un asesino y un criminal, eso lo sé, pero Dios es aquel que mandara su ira. Tu guerra personal con Milan, es un obstáculo a nuestro mensaje religioso.”


    Cesarus se queda callado, y esta vez se levanta del banco y se acerca a la cruz.El analiza todo su alrededor, como si quiere saber su estructura.


    Cesarus

    “ No fue mi voluntad recibir esta cruz, ¿ sabes?, al saber que fue parte de Fondeur, mi alma la negaba, claro es un símbolo de nuestro señor y bienvenido será. Pero me oponía dentro de mi, sabiendo que la madre de la reina la quería para mi. No fue mi intención recibirla, al igual no fue mi intención estar a lo que dices, mi guerra personal con Milan. Era un referido al sacerdotio, Milan llegó con apoyo, ya que Gelio lo miraba con ojos de agrado. Milan siempre me consideró como una amenaza, y dedicó su vida a desarmar todo lo que consideraba poder. Todo aquel serca de mi lo mandó a matar, o lo alejó del castillo, con miedo que lo usara en su contra. Cocineros, hombres y mujeres de fe, senadores, todo aquel que él sabía una amistad sobre mí, mandó a ejecutar. Todo se lo reportaba a Gelio, y Gelio se lo reportaba al rey, de forma de amenaza al reino. Safris no pestaña si existe solo un murmullo de traición a su reino. Así mismo lo hizo, con aquellos enemigos del reino, donde se dedicó a enterrar a aquellos que estaban cerca de mi. Me preguntaba el porqué, ya que no tenía intención de usar a mis amistades a mi favor.”


    Patsia se pone su mano en la boca, y se posiciona con su mirada hacia el piso.


    Cesarus

    “Nunca fue mi intención ser parte de esta persecución, estaba convencido que en la hermandad cristiana no existía la maldad y menos la intención de hacerle daño a una persona. Pero así, con todo lo que ya me había enterado, le fui fiel, lo ayudé a ser parte de sus planes. La confianza nunca ha estado, pero todavía creo que él cree que estoy a su lado. Mi intención no fue seguirle los pasos, mi intención fue perdonarlo en nombre de Dios.”


    Patsia

    “Sabes muy bien que existen almas perdidas, y aquella que no quieren ser rescatadas.Debiste reportarlo a los superiores.”


    Cesarus

    “Milan es el superior, protegido por el rey, aquella ficha importante de su reino. Existe un respeto entre el rey y yo, pero su presencia es única.”


    Patsia

    “Nunca lo trataste? Ese fue tu error.”


    Cesarus

    “Existen dos cosas seguras en la vida, la muerte, y el aire que respiro. Morirás por naturaleza, y el aire lo puedes respirar mientras estés en la tierra. Pero las dos siempre tienen que tener a aquel protagonista que las arrebata. Estoy convencido, que aquel que se va, también viene nuevamente, existe hoy un Milan, y despues llega otro igual que el.”


    Patsia

    “Cómo es que sigues vivo?, porque mejor no acabar con la raíz.”


    Cesarus

    “Simple, existe una persona que desconfia de el, y él sabe que si algo me pasa, esa persona jugara la misma moneda que el juega.”


    Patsia

    “A que te refieres?”.


    Cesarus

    “Así como Milan busca una excusa de ser fiel a el reino, así es como la otra parte busca excusa para acabar con él. Estos jóvenes son solo un juego de lealtad, de dejarle saber a la reina que él ha hecho lo mejor para Fondeur, que él es aquel que ha encontrado la raíz del traidor. “


    Patsia

    “Pero eso es mentira, tu y yo sabemos que estos jóvenes son inocentes.”


    Cesarus

    “Exacto, él entiende que puede tener a Fondeur a su favor, pero aquella persona que él quiere conquistar, es la misma persona que quiere ver su cabeza en una bandeja.”


    Patsia empieza a mirar al techo, y su mirada vuelve a Cesarus, Cesarus desvía su mirada, mientras que Patsia abre sus ojos con mucha sorpresa.


    Patsia

    “La reina Grecia quiere su cabeza, ella es él porque él no te ha matado.”


    Cesarus

    “La reyna busca como culpar, y Milan sabe que ella está esperando mi muerte para acabar con él. Puedo matarme yo mismo, y ella como quiera lo culpara a el.”


    Patsia

    “Razones que existen, según todo lo que a pasado, y ningún reino puede negar las pruebas.”


    Cesarus

    “Está en lo correcto madre.”


    Patsia

    “Te consideras protegido por la reina, sin ella saberlo.”


    Cesarus

    “No creo que sea así, pero pueda ser que ella conozca mi corazón.”


    Patsia

    “Explica.”


    Cesarus

    “La reina mató a su propia madre.”


    Patsia se sorprende, se levanta rápido del banco y trata de salir de la capilla, pero algo la detiene, ella se queda parada sin salir de la capilla. Cesarus se acerca a ella, y ella escucha dándole la espalda a Cesarus.”


    Cesarus

    “La madre de la reina fue poseida por un espíritu maligno.”


    Patsia se da la vuelta y le pone un dedo en el labio de Cesarus para que guarde silencio.


    Patsia

    “Me has involucrado en una verdad, y ahora estoy sucia con sangre en mis oídos, soy mensajera de Dios, y este secreto no lo puedo guardar.”


    Cesarus

    “Y es lo correcto, ve mujer, anuncialo a todo el mundo, y serás liberada del pecado, castigada en la tierra, pero bienvenida en el paraíso junto al señor.”


    Patsia se ofende y le da una bofetada a Cesarus.


    Patsia

    “No tienes reino aquí en esta tierra, aquella espinas que mi señor presenció en su cabeza, esas pueden perforar toda mi cabeza al igual que él, y que sean más de 10 coronas de espinas, porque por él sufriré hasta vivir y morir de nuevo. Nunca me digas lo que soy capaz de hacer, porque no necesito tu lecciones, ya que en mi cuerpo está escrito su marca de mi dolor por el.”


    Cesarus retrocede mirando a Patsia, mientras Patsia trata nuevamente de salir de la capilla, pero algo la detiene. Cesarus vuelve y se sienta en el banco, Patsia lentamente se acerca nuevamente a su asiento detrás de Cesarus, ella se queda parada.”


    Patsia

    “Que tiene que ver tu, con ese secreto?.”


    Cesarus se queda callado, y siente que Patsia nuevamente se sienta detrás de él.”


    Cesarus

    “ Caminando, en el bosque esa noche antes que se llevaran a los jóvenes. Me arrodillé a orar como me habías dicho. Cerré mis ojos, y después de unos minutos sentí un frio, y una presencia que se paseaba por el bosque. Esa presencia no me sorprendió, si no que yo mismo la sorprendí paseando.”


    Patsia

    “Cuida tus palabras Cesarus, porque lo que vas a decir puede ser que sea tu final. Si es tu alma que acepta esa realidad, entonces algo en ti conoce lo que es, somos limpio de otro espíritu que no sea el espíritu santo.”


    Cesarus se queda callado, y mira a la cruz.


    Cesarus

    “ Le dije que haces por aquí,? que siguiera su camino, y me contestó como si me entendiera”.


    Patsia

    “Que el señor reprenda lo que se paseaba.”


    Cesarus

    “Al llegar a la casa de Menfis, cambie de idea, y decidí buscar a esa alma perdida.”


    Patsia espera ansiosamente el discurso de Cesarus.


    Cesarus

    “Esta vez me sorprendió a mí, me había encontrado, me sugirió que siguiera mi camino. Al insistir más respuestas, un fuerte sonido hizo que sangrara de mis oídos.”


    Patsia

    “Cesarus, he vivido para presenciar algo que mi fe ha derribado todos los días.”


    Cesarus

    “Madre, no se lo que es, y no se de donde vino, pero es real, y no está aquí para acercarse a nuestro Dios.”


    Patsia

    “Como dejaste de sangrar, como saliste de sus manos.”


    Cesarus

    “Milan se encargó de que nunca regresara al castillo porque según yo practicaba algo que no era santo, ya que mi pronóstico fue una posesión espiritual sobre la madre de la reina . Y antes de irme, le dije a Safris, que un dia, la misma sangre acabará con la madre de la reina. Safris se quedó pensando, pero no entendió lo que dije hasta que pasó lo que sabía. Al salir, Grecia estaba en la puerta, y no tenía duda que había escuchado lo que dije, mire por todos lados por si alguien me escuchara, y le di el mejor consejo que le podía dar. Le dije “ Se valiente mi realeza, sea quien sea que venga por ti, ciega tu corazón y tus ojos, y no dejes que te haga daño, ya que la que está ahí, no es tu madre.”


    Patsia

    “Cesarus, no me has contestado, como dejaste de sangrar de tus oídos, como alejaste a lo que presientes.”


    Cesarus

    “Grecia entendió que su madre no estaba bien, y que era un peligro entre todos. Hasta que un día fui convocado por ella cuando ella mató a su madre. “Safris , Milan, Gelio y yo estamos presente. Grecia ya tenía 15 años, y Safris me pregunto como sabia que eso iba a pasar, yo le conteste que toda presencia es incontrolable cuando llega a una alma cristina, porque batalla el mal con el bien, y el cuerpo no es suficiente domado cuando está en medio de dos realidades de la vida. Safris me preguntó cómo llegó cierta cosa a su castillo, y le dije que no llegan, si no que la traen. Milan y Gelio insistieron en una enfermedad, y por el bien de Fondeur, el aceptó ese termino, es mejor tener una enferma mental, que una maldición desconocida según Safris.”


    Patsia

    “Cesarus”


    Cesarus

    “Desde ese día, la desconfianza de Grecia empezó con Milan, no se porque, pero su mirada era se comía a Milan, y ella le dejaba saber porque no le quitaba su mirada. Hasta que unas palabras marcaron el restos de mis días. Ella le proclamó al rey,


    Grecia

    “Cesarus fue el protegido de mi madre, y me trató de proteger sin yo entender hasta ahora. Aquel que se ha atrevido a atentar con él, será el culpable de lo que le ha pasado a mi madre.”


    Cesarus

    “Las palabras dejaron a Safris confundido, y fue ese día, que terminó mi servicio en el reino como una presencia religiosa para su esposa la reina. Ese dia, decidí volver aquí, y quedarme con ustedes para siempre.


    Patsia se aserca a Cesarus, y se sienta a su lado, le agarra la mano y lo mira frente a frente.


    Patsia

    “Cómo, escapaste de aquella presencia?, si eres capaz de entender que fue un milagro de Dios, lo hubieses dicho. Algo en ti, no es cristiano, y eso vive contigo, necesito estar equivocada Cesarus."

    Continuará.....
     
    #21
  22. Antonio Liz

    Antonio Liz Poeta recién llegado

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    Tiempos De Rebeldia


    En la capilla de Galomé, la discusión de lo que paso con Cesarus y aquello no espiritual continua. Cesarus toma una pausa para explicarle a Patsia de como escapó de las redes de aquella presencia según diabólica. Cesarus se encuentra sentado en el primer banco de la capilla, mientras que Patsia hace su presencia frente a frente a él.


    Cesarus

    “Seria prudente que te sentaras, no es preferible responder a cosas que tienen su razón. Aquella razón se esconde en mis pasos, que ahora es mi presente.”


    Patsia se queda parada unos segundo frente de Cesarus, pero despues reacciona y se sienta a la izquierda de Cesarus.


    Cesarus

    “Hace tiempo que me he perdido en mí, no porque he perdido el camino de Dios. Soy huérfano, y mi mente siempre ronda mi identidad, de quien soy, y quién fue aquel que me engendró. También quien era mi madre, y porque decidió dejarme en los escalones de un pequeño ministerio, que casualidad que todavía estoy en uno igual que aquel, será que los ministerios me buscan a mi?, o será que estoy destinado a pertenecer a lo que es mi vida santificada?.


    Patsia

    “Donde quieras que estes, y de donde vienes, no es la sangre que genera tu destino, y menos aquellos que quieren tu porvenir. Mejor es concentrarse en el asunto de aquellas opiniones y hasta tu propio sueños.”


    Cesarus hace una pausa, e ignora la explicación de Patsia.


    Cesarus

    “Aprendí mucho en ese monasterio, las monjas se encargaron de mí, tenía unos meses, pero según era el único bebe en ese ministerio. Unas de ellas me cojio mucho aprecio, que hasta que no insistieron en darme un hogar en el ministerio, se propusieron a hacerme parte de él. Mi niñez fue llena de reglas, no conocía mucho lo que se presentaba afuera, ya que solo el campo hacía su presencia. Un rancho era lo que veía, aprendí con el tiempo a ordeñar las vacas, y a limpiar las pocilgas. Mientras más años pasaban , más dura era la labor, y más poco era el afecto, me sentía poco a poco como un objeto. Aquellas que cuidaron de mí, ya habían muerto, y aquellas nuevas monjas solo me veían como aquel que tenía que hacer todo el trabajo de un granjero. Sea como sea, tenía mis momentos de felicidad conmigo mismo, algunas veces me quedaba en el establo donde dormía, mirando la luna e imaginándome el mundo detrás de este monasterio. En las mañanas hacía mis labores, y cuando terminaba era tiempo de volver con los animales del establo, ya que no era bienvenido dentro del monasterio.”


    Patsia

    “Acaso eras un niño travieso.”?



    Cesarus

    “Nunca, solo que las monjas no queria tener la presencia de alquien con un mal olor. No crea lo contrario, me bañana y lucía limpio, pero en cada etapa tenía solo una ropa que me acompañaba, y ya la mugre y lo que era los desechos de los animales, se quedaban manchado en la tela, y no valía lavado que le quitara esa terrible fragancia. Un dia como todos los dias, abri mis ojos a otro amanecer, y ya estaba preparado para mi labor. Cuando salgo del establo, noto a una distancia un perdonaje asercandose, con un sobrero negro redondo, y un traje negro de un cura catholico. El venia silbando, y con una rama en su mano, como espantando los insectos invisibles. Al verme, el hizo una breve pausa, y se aserco a mi, era un hombre como de algunos 45 años, ojos negros, y en ese momento solo sabia que era blanco, pero su pelo negro se escondia en el sombrero.”


    Gregorio Zappan

    “Es un dia hermoso, espero que tu labor sea por igual muchacho, porque si no cumples tu dia, quiere decir que el sol no brillara como todos los días.”


    No entendi su zermon, pero respondi como un muchacho de 12 años puede responder.


    Cesarus niño

    “Las monjas están en el monasterio, soy Cesarus, y vivo aquí en estos lados señor.”


    Gregorio

    “Muchacho, conozco quien eres, y hoy es el dia que vine a conocerte. El dia es hermoso, y debemos verlo con buenos ojos, ven, acompáñame.”


    Gregorio se aleja de Cesarus, como si el sabe que Cesarus lo va a seguir. Cesarus hace una pausa, y corre hacia el, y se le pone en frente.”


    Cesarus niño

    “Tengo que seguir mis labores, las monjas estan por despertar, y debo dejar todo listo.”


    Gregorio golpea una vez a Cesarus en el brazo derecho, Cesarus se hecha a un lado.


    Gregorio

    “Y que vamos a hacer con este hermoso dia?, acaso crees que jesús espera por lo que puedes hacer?, será mejor que tu labor se concentre en algo que no tenga que ver con lo que se volverá a ensuciar. Acaso quieres limpiar el cuarto de jesús, o acaso quieres mejor que el te limpie todo lo que quieres traerle a su casa?.”


    Gregorio sigue caminando, Cesarus se soba suavemente su lado azotado, y mira brevemente al monasterio, y esta vez sigue a Gregorio.


    Cesarus

    “En todo el camino el azotava la rama como si empantaba algo, pero nunca vi nada que estaba cerca. Pero pensaba que algo él veía que yo no, ya que existen muchos insectos pequeños. Caminamos por muchas colinas, el sol era muy radiante, pero nunca quemaba. En unos de esos momentos, nos detuvimos y Gregorio se acostó en la hierba, mientras yo esperaba parado para que él se levantara. Unos segundo después, él con sus ojos cerrados, me dedicó unas palabras.”


    Gregorio

    “Porque quedarte parado?, acaso sacrificas tu cuerpo tambien en un bonito dia?, todos necesitamos nuestro mundo celestial, sabes cual es el mio?.


    Niño Cesarus

    “La verdad no.”


    Gregorio

    “Cierro mis ojos, y escojo un lugar preferido, pero no puedo compartir contigo, ya que respeto el tuyo y no te digo el mio solo por eso.”


    Niño Cesarus

    “No tengo nada que pensar, y menos sueño con mis ojos abiertos, tiene razon en no preguntarme, porque no tengo nada que le interese.”


    Gregorio se sienta en el pasto, mira su alrededor, y nota un árbol, él se levanta, se acerca al árbol, y se pierde detrás del árbol. Gregorio regresó brevemente, y esta vez regresa con dos hermosas manzanas, roja, y con mucho brillo. Gregorio se aserca al niño Cesarus y le entrega una, el niño Cesarus la come agresivamente como si tenía tiempo sin comer. Mientras que Gregorio se sienta nuevamente en la hierba y come su manzana pedazo por pedazo, saboreando y respirando el aire fresco.


    Gregorio

    “Aprendes a conocer lo que está a tu alrededor, en vez de pensar como tu boca y sabor. Te olvidas de lo más importante, no te das cuenta que hasta tu respirar se agota con cada bocado?. Agonizas en tus ansias de comer, y no solo demuetras tu desesperacion, tambien demuestras tu ingnorancia.”


    Niño Cesarus

    “Tengo mucha hambre, las monjas me tratan bien, pero no siempre podemos comer.”


    Gregorio

    “Acaso he preguntado por tu situación alimenticia?, acaso pretendes acabar tu hambre de por vida?, no te das cuenta que tu hambre y sed te acompañarán toda tu vida, nadie tiene la culpa de eso, eres tú aquel que vive y respira, nadie te obliga a respirar. En vez de apuntar tu dedo, mejor busca una manera de por siempre tener tu barriga llena que no sea dependiendo de alguien.”


    Niño Cesarus

    “Soy muy pequeño para pensar como usted, se equivoca en lo que puedo hacer, prefiero no robar y morir de hambre.”


    Gregorio deja de mascar su manzana, y esta vez se levanta y se aserca a el niño Cesarus.


    Gregorio

    “Aquel árbol que ves allá, si notas no es de manzana, y es verde como el pasto, no da frutos, y es tan seco como aquello que no vino a este mundo a alimentar nuestros estómagos, puedes ir allá y alimentarte de su presencia, ya que te brinda una sombra que te protege del sol. Pero si miras detrás de él, encontrarás algo mejor, tal vez su mejor cara, o tal vez una mejor opción, yo por mi parte encontré dos manzanas. Pensarás tú, ¿ acaso detrás de ese árbol existe aquel que da manzana?,pero si no caminas, nunca sabrás.”


    El niño Cesarus trata de entender las palabras de Gregorio.


    Gregorio

    “No existirá libro que pueda educarte, nunca letras que te pueden convencer, y menos palabras que hagan de ti lo que quieren que seas. Pero fijate, tienes la oportunidad de borrar todas esas cosas, con una simple acción.”


    Gregorio camina hacia el arbol, y el niño Cesarus lo sigue.


    Al acercarse al árbol Cesarus se sorprende al notar muchas manzanas detrás del árbol.


    El niño Cesarus

    “Como es que no existe el arbol que responde por estas manzanas.”


    Gregorio

    “Al igual que el árbol, no está aquí para responder por ellas, así como alguien responda por ti.”


    El niño Cesarus

    “Dios entrega la vida y tambien la quita, es parte de la naturaleza, acaso se le puede quitar a un arbol la naturaleza de dar fruto.”?


    Gregorio

    “Dependes de Dios para que haga las cosas?, ¿te sientes confiado de quien es el arquitecto de la naturaleza?”. Sí muchacho, él es aquel quien nos ha entregado todo lo que ves aquí.”


    El nińo Cesarus

    “Eso no responde mi pregunta.?”


    Gregorio

    “No se a que te refieres, Dios es grande, nuestra salvación, nuestro todo. Todo lo puede.”


    El niño Cesarus

    “Acaso eres tan bendecido para que el baje con manzanas en tu camino.”?


    Gregorio

    “Dije que Dios es el todo, nunca dije que bajó del cielo para entregarme manzanas.”


    Niño Cesarus

    “Entonces”?


    Gregorio sigue su camino sin contestarle al niño Cesarus.


    Patsia

    “Cómo es que nunca he escuchado con ese nombre.?


    Cesarus

    “Nació en España, y es un misionero del mundo, eso decía.”


    Patsia

    “Que te llevo a seguirlo”?


    Cesarus

    “No tenia nada que perder.”


    Patsia

    “Tal Vez todo, si te hubiese matado.”


    Cesarus

    “Eran tiempos diferentes.”


    Patsia

    “Entonces”?


    Cesarus

    “Camine detras de el todo el tiempo, y solo el pasto y los arboles eran visibles. Hasta llegar a un orfanato.”


    Gregorio

    “Puedes quedarte aqui, te darán comida, y te vestirán bien. Existen buenos programas que te harán un hombre de bien. Conozco a el director, y te esta esperando.”


    El niño Cesarus mira el castillo gigante de tres pisos, una puerta de acero negra es la entrada principal, el escucha el murmullo de niños jugando con mucha alegría. Luego se da cuenta que Gregorio sigue su camino, y el niño Cesarus nuevamente lo sigue.


    Gregorio nota su presencia, y es cuando se da la vuelta para mirar a el niño.


    Gregorio

    “No encontrarás más manzanas como la que ves en mi camino, pero te aseguro que encontrarás el árbol.


    Niño Cesarus

    “No tengo curiosidad, solo que en ese lugar existe lo que quiero, y no lo que debo.”


    Gregorio

    “Deber, que debes hacer con tan corta edad.?.


    Niño Cesarus

    “Quiero saber mas de Dios, no por oraciones y menos por reglas de monjas.”


    Gregorio

    “Bien, entonces sigueme, y estarás en mi camino, al igual que yo estaré en el tuyo.”


    Unas horas caminaron los dos, asta llegar a una ciudad lejana, una iglesia gigante con un monumento de estudios se hace presente. Gregorio se para frente a la puerta, esperando que alguien le abra la puerta.


    Niño Cesarus

    “Creo que es lo mismo, la unica diferencia es que es grande, y no es una granja.”


    Gregorio

    “Tienes razón, es una escuela de aquellos que quieren entregarlo el todo por nuestro Dios.”


    Niño Cesarus

    “No nací para servir a Dios de esa manera.”


    Gregorio

    “Todos pasamos por su casa, la miramos y continuamos, aquellos se reunen los domingo de misas, y muchos buscan perdon a sus pecados. Existen candidatos de tu misma edad que quieren darlo todo por estar junto a Dios, miembros de la iglesias que quieren servirle a Dios, Asi mismo como yo.”


    Niño Cesarus

    “No soy aquel que quiere estar envolugrado en una iglesia.”


    Gregorio

    “Y tampoco eres aquel que tiene el control sobre tu destino.”


    Niño Cesarus mira a la entrada, una gigante doble puerta marrón claro.


    Gregorio se aserca a Cesarus.


    Gregorio

    “Es el comienzo, y sin el comienzo, no podras llegar al final.”


    Patsia

    “Palabras sabias”.


    Cesarus

    “No tenia la intencion de entrar en ese lugar, pero Gregorio sabia lo que estaba dentro de mi corazon, y eso era una duda sobre mi, de quien soy y que puedo ser, sin ninguna identidiad que me indentifique.”


    Patsia

    “Entonces, la confregadion era lo que buscabas.”


    Cesarus

    “No, era un reto, Gregorio me reto a aprender todo lo relacionado con la hermandad espiritual, y en su corazón tenía la certeza que encontrare algo más que la vida divina.”


    Patsia

    “Entonces no fue el corazon que te llevo a aceptar tu destino hacia el señor, si no un reto.”


    Cesarus

    “Aprendí mucho en ese lugar, las reglas me obligaron a dejar aquella inquietud de niño. Todo era lecciones sobre Dios, y todo lo que lo rodea. No fui el mejor alumno, pero nunca el peor. Pasaron 10 años, y ya a mis 22 era un monaguillo favorito, porque todo aquel padre y sacerdote me apreciaba mucho, por ser más servicial que aquel que quiere llegar a ser como ellos.”


    Patsia

    “Entonces, con regla dura, hicieron de ti un hombre de Dios.”


    Cesarus

    Sabe madre, nunca existió regla dura, porque haci como la azúcar endulza el agua, así como mezclé mi propia alma en el santuario.”


    Patsia

    “Como debe de ser Cesarus? ... .Como debe de ser amigo?.”


    Cesarus

    “Un dia estaba en el mercado como todos los días, con un saco buscando alimentos para la iglesia, mi manto blanco era muy reconocible por los pueblos de Roma. Casi todos hablaban conmigo, sobre el dia que sere yo aquel líder de una misa. Después de hablar con varias personas, me acerque a donde una señora, que vendía varias especies, entre orégano, ajo, pimienta. En lo que miraba mi elección, alguien se acercó a donde estaba, y tomó en su mano un poco de orégano y se lo echó en la boca. Esa persona era Gregorio, con tu misma vestimenta, un poco mayor, y al terminar siguio caminando. Lo seguí asta salir de la ciudad, y el se dio cuanta y se dio la vuelta para hablarme.


    Gregorio

    “Muchacho, no vez que as sacado ese saco lleno de alimentos fuera de la ciudad.?, como veo las cosas tienes dos opciones, seguir tu mandado, o caminar aquel largo camino que nos espera.


    Gregorio siguio caminado, y en mi mente sentia la obligación de ser aquel sacerdote, padre, obispo que todos esperaban de mí. Pero era demasiado grandioso, que Gregorio estuviera en este momento, llamándome, como si fuese ayer que tenía 12 años. Seguí el camino con él, y en nuestro camino una caravana de exploradores pasaba por nuestro lado. Gregorio habló con una persona que estaba en un carruaje, el de alguna manera lo convenció de dejar un espacio en el carruaje, el me dijo que le entregara el saco de mi compra. Al entrar al carruaje, una mujer mayor estaba dormida, Gregorio se sentó junto a ella, mientra yo me senté frente a él.


    Gregorio

    “Mira a esta anciana, asi mismo será su día antes de morir, como un pajarito que no hace ruido. Es bonito ver su velo religioso, y esas canas que abundan representando experiencia.”


    Joven Cesarus

    “A donde vamos Gregorio.”


    Gregorio

    “Me preguntas a donde vamos?, mejor es preferible decir a donde quieres ir.”


    Joven Cesarus

    “Eres mi futuro Gregorio, acaso estoy ciego para presenciar que mi futuro lo tienes en tus manos.”?


    Gregorio

    “Eres aquel sembrador, talvez sea la semilla, pero nunca soy la tierra donde siembras.”


    Joven Cesarus

    “Entiendes que dentro de mi existe el alma bendita, la razon el porque adoro a Dios. Eres aquel que me ha enseñado mi propio valor, mi encuentro personal con Dios. Estoy más seguro, de que mis pecados contribuyeron en aquel día de cuando nací. Mi corazón vibra con su gloria, él abre todas mis puertas, y bendice mis pasos. Entonces, quien eres tú, para sobrepasar a mi señor.”?


    Gregorio

    “Sin duda casi me convences que conoces a Dios muchacho, sin duda estas pellizcando el terreno.”


    Joven Cesarus

    “Comparas mis estudios con una pequeña espina de madera, en vez de la cruz entera?.


    Gregorio

    “Una espina de madera seria cuando por lo menos tenias la oportunidad de estar serca de la cruz donde cruxificaron a Jesus. Eso sin duda es darte mucho privilegio, mejor puedes decir que tus estudios y enseñanzas se comparan con una lluvia de leche.”


    Joven Cesarus

    “Imposible para el ser humano de imaginar, pero un pequeño detalle cuando se trata de los milagros del todo poderoso.”


    Gregorio

    “Es considerado posible, pero acaso existe semejante historia que contar.”?


    Joven Cesarus

    “Multiplico los panes, y tambien convirtio el agua en vino, nada es imposible.”


    Gregorio

    “Nada es imposible exacto, pero acaso as vivido lo que as leido.?


    Joven Cesarus

    “Epocas de antes.”


    Gregorio

    “Imposible de vivirlas, porque no era tu tiempo. Ahora entiendes que tan serca estas de Dios.”


    Joven Cesarus se queda pensando, confundido, y muy abatido con los dilemas de Gregorio.


    Gregorio

    “Grecia es tu destino, y en ese lugar entenderas lo importante que es estar mas serca de Dios.”


    Patsia

    “Tu llegada a Grecia tampoco fue tu opción?, un destino hecho para ti.”


    Cesarus

    “Todabia estaba confundido, pero mi corazon seguia a Gregorio sin hechar atras.”


    Patsia

    “Un joven con tanto que perder, y mucho que ganar, tu perdonalidad fue tu fuerte. Como es que te olvidaste de tu destino de ser aquel lider de la iglesia en tu pueblo en Roma.”


    Cesarus

    “Nunca lo lamenté, solo entendía, que algo mas grande que mi persona, andaba buscando mi camino. Al llegar a Grecia, todo era diferente, la gente era muy simpática, la ciudad se basaba en hombre y mujeres de alta sociedad compartiendo entre ellos. La sociedad era muy diferente, vivian en harmonia, me sentia bien por el paisaje bello de tantas decoraciones, y bellos castillos. Mi sonrisa era visible al mirar tanta belleza, pero Gregorio permanecia serio al contemplar lo que yo veia.”


    Gregorio

    “Ciudad real, viva en riquezas, envidia de todos, pero ciega de lo que se esconde detrás de tanta belleza.”


    La caravana se detiene, y todo aquel comienza a sacar sus porductos para vender. Al salir del carruaje, continuamos hacia una colina, donde entramos al bosque, y los cruzamos por unas horas, llegamos a una casa hecha de piedra. En ella existia dos camas, una silla y una mesa. La simpleza sorprendió al joven Cesarus, porque no existía más nada que no sean esas cosas.


    Joven Cesarus

    “Vives aqui”.?


    Gregorio

    “Talvez”


    Gregorio se acuesta en una de las camas, mientras el joven Cesarus hace lo mismo.


    Gregorio

    “Es necesario dormir, antes de que llegue el sueño.”


    Patsia

    “Quien vivia en esa casa”?


    Cesarus

    “Hoy mismo, hoy dia, todabia sigue siendo un misterio, lo unico que se, es que era un destino programado para Gregorio, estaba en el lugar adecuado. Al acostarme, dormi un sueño muy profundo, que desperte al otro dia, nunca vi la noche, ya que fue poseido por el sueño durante el sol, y me desperte la mańana siguiente con el mismo sol. Ya Gregorio estaba de pie, y un murmullo se escuchaba afuera, al salir me di cuenta que teníamos compañía.”


    Algunas 30 caballos estaban presentes, soldados y entre ellos dos personas interesantes que me miraban. Uno de ellos era un señor gordo, bien afeitado de algunos 50 años, y otro un joven de algunos 20 años, con aspecto de un gladiador, con pelo largo negro.


    Gregorio

    “Este es mi amigo Cesarus, el es un joven que aspira a ser un dia sacerdote.”


    Ellos me miraron con curiosidad, y Gregorio continua.


    Gregorio

    “Cesarus, estos son, Gelio consejero del rey, y el príncipe Safris Fondeur.”


    Joven Cesarus

    “Estoy a sus servicios señores.”


    Gelio

    “Eres romano segun Gregorio, esta tierra te hace bienvenido por ser parte de nuestro reino hijo mio.”


    Joven Safris

    “Gregorio, mi padre a envocado una busqueda masiva a aquellos que se oponen a entender las leyes de Dios. Quiero aquellos clavado en una cruz, o quemados en llamas perforantes.”


    Gregorio

    “Su ordenes serán concedidas, espero que mis reportes estén a su expectativas.


    Joven Safris

    “Tus reportes son impuros, pero, declaro que en esta tierra todo es posible. Es hora de acabar con lo impuro, para que asi tu fe y persona de Dios no se ensucie con tanto aquel que se opone a aceptar su voluntad.”


    Gregorio

    “Su majestad es muy gentil, no le fallaré.?


    Patsia

    “Entonces conoces este imperio desde su raiz.”


    Safris y compañía cabalgan fuera del pueblo.


    Cesarus

    “Su raíz no se compara con el comienzo. Gregorio y yo nos quedamos solos. El se sentó en la silla y comenzó a meditar algo por algunos minutos, al terminar el se para y escoge un camino, ese camino nos llevó a un pueblo dentro del bosque. Algunas casas pequeñas y algunos vendedoras se hacían visibles, todos con sus trajes con cinturón, y las mujeres con sus mantos con capucha. Algunos animales rondaban el pueblo, como si todo el mundo fuese su dueño. Todo el que andaba por ahí saludaba a Gregorio con mucha inquietud, mucho agradecimiento, y ellos le ofrecían todo, comida, ropa y hasta invitaciones para comer en casa ajenas. El me presentaba a cada persona, y todos eran muy amables. Pero era una persona en particular que me llamaba la atención. Era una joven de 17 años que se encontraba lavando ropa en un cubo de madera, ella me miraba como si le molestara mi presencia, yo me le acerque y me hice conocer.


    Joven Cesarus

    “Hola, soy Cesarus, nuevo aqui, y aspirante al sacerdocio.”


    La joven con pelo marrón y ojos azules, me miraba con curiosidad, esta vez dejó de lavar, se secó sus manos con su manto azul oscuro, y se puso su capucha como cubriendo su virginidad.


    Emilia Greco

    “Emilia, es mi nombre, tu aspecto es romano, o me equivoco.”?


    Joven Cesarus

    “Estas en lo cierto..”


    Emilia

    “Claro que lo estoy, siempre lo estoy, pero veo que no tienes idea donde estas metido. Este lugar no es para ti, mas si quieres seguir tu religión.”


    Joven Cesarus

    “Aque te refieres.”


    Emilia se aleja con su ropa, y desde lejos le envía una respuesta.”


    Emilia

    “Esta noche en la reunion te acordaras de mi, no dudes de preguntarme, talvez estare por ahi romano.”


    Emilia se eleja sin mirar atras, mientras que Gregorio se aserca mirando hacia la direccion de Emilia.


    Gregorio

    “Sabes algo?, si es por belleza digamos que lo tiene todo, y si es por sabiduria….Digamos que cada quien entiende que tiene un don, pero el misterio es si acaso el don le pertenece.”


    Emilia

    “Alguna historia detras de esa muchacha.”


    Gregorio

    “Al menos que alla nacido y no allas dejado hojas escritas detras de tu camino. Es preferible que sigas escribiendo tu legado, en vez de tratar de escribir en otro.”


    Gregorio se aleja nuevamente, y nuevamente soy su cola, porque sigo sus pasos. Todas las personas me saludan por mi nombre, como si me estubieran esperando. Gregorio entra a una pequeña casa, hecha de madera, con una cruz en en el techo, y es cuando me doy cuenta que es una iglesia. Unos 2 bancos están dentro, mientras que el altar consiste en una madera cuadrada gorda, como si fuese una puerta doble de un establo. Gregorio pone sus pies en la madera, y espera pacientemente a los que atendieron su llamado, con su mano me hace señal que me siente en el primer banco. Ancianos y personas con defectos se sientan junto conmigo, y cada una sonríe al verme.


    Gregorio

    “No sé cuántos días he estado lejos de ustedes,tal vez años, tal vez épocas, incluso tal vez horas. Me siento afortunado de dejarlos, porque así los extraño. No teman que he perdido la cabeza, o si acaso he muerto, y a la misma vez si me olvido de ustedes. Solo preguntense, si acaso soy yo la persona adecuada para extrañar o adorar. Soy un vaso en este mundo, que trae su contenido, me pueden votar o usarme, pero por favor, no se olviden de beber el contenido. Sed, sed y sed les reclamó a cada uno de ustedes, para que beban más y más de lo que traigo. Es justo decir que cuando bebes en el manantial de Jesús nunca se tendrá sed. Pero si ese manantial no llega a ustedes, entonces dejen que yo traiga su contenido para ustedes. No me crean, y menos sean capaces de mirarme como guia, o salvador, pero si quiero que aprendan algo de mi, la curiosidad de sentir lo que siento. Hoy dia existe una revelación viva en mi, captada por mi sueños, sueños que nunca ignoro, porque conozco que nuestro Dios nos entiende más cuando somos inocentes, dormidos en nuestra profundidad, desarmados de la maldad y buena intención, neutros a lo que venga y lo que desaparece. Esa revelación la hizo real, la encontré de carne y hueso, y día a día, me deja saber, que no estoy equivocado.


    Gregorio mira a El joven Cesarus al terminar.


    Gregorio

    “Existe aquello que invade nuestra almas hoy dia, y prefiero tener mi alma impura para enfrentarlo. No necesito ser puro para entrar en el reino de los cielos, porque mi pureza es aquel a quien he aceptado como mi salvador, y no aquellos que pintan pureza detrás de un castillo de ladrillos. “Si”, la respuesta es “Si” mis amigos, soy aquel que entretiene el mal, pero nunca desplaza la realidad de mi intención, se dirán uno al otro que el mal solo tiene un destino, y ese destino es acabarlo o reprenderlo. Como puedes empezar una historia sin su fin?, simplemente leerla, si mis amigos, es mejor leer y aprender, y tomar todo lo que podemos, porque es mejor derribar un imperio,que derribar una casa.”


    Gregorio hace una pausa, esta vez me mira como esperando una respuesta.


    Gregorio

    “Hoy es día de confesiones, ahora pueden esperar en el cuarto de confesiones que está detrás de nuestro templo sagrado. Nuestro amigo Cesarus será responsable de atender toda preocupación espiritual, así su presencia estará con ustedes, y la de ustedes con él.”


    Todos salen de la iglesia y es cuando el joven Cesarus se aserca a Gregorio.


    Joven Cesarus

    “No estoy listo para esto, no quiero engañar al señor con aquellos sagrados dilemas que no estan en mi boca, y que no tengo autoridad para ponerlo en accion.”


    Gregorio

    “Nadie te esta obligando a romper tus reglas, siemplemente haras lo que el quieras que haga, no me refiero a tu estudio espiritual, pero si a tu razon como aquella alma que acepto a Dios.”


    Joven Cesarus

    “Mi alma es de Dios, y su palabra esta en mi.”


    Gregorio

    “Y su ira estará arriba ti, si te atreves ser catolico hoy dia.”


    El joven Cesarus se queda callado, mientras que Gregorio camina hacia fuera, el nota que esta vez Cesarus sigue sorprendido, y no lo sigue.


    Gregorio

    “Esta noche existe una reunion, debemos asistir los dos. Entonces no te quedes parado y sigueme, que no quiero que llegue la noche esperándote.”


    Gregorio sale de la iglesia y el joven Cesarus sigue esta vez su paso. Al salir, Cesarus sigue a Gregorio detrás de la iglesia, una larga fila de personas lo esperan, y nota a Gregorio cerca como si fuese una gigante caja de madera, con dos puertas, hecha de madera fresca, color marrón oscuro, como si estuviera acabado de hacer. Gregorio abre la primera puerta, y Cesarus nota un pequeńo banco de madera de cuatro patas. A su derecha un pequeño ahujero redondo del tamaño de un puño. Cesarus se sienta nervioso, y es cuando Gregorio le proporciona un consejo.


    Gregorio

    “Recuerda algo, as entrado aqui, y aquello que refleja tu enseñanza en aquel lugar, se queda aqui fuera. Tienes en ti todo lo necesario para entender y aconsejar a esta gente, y eso es aquella inosencia de no saber nada.”


    Gregorio cierra la puerta, y Cesarus se sorprende con aquel consejo poco acogedor.


    Cesarus nota a una persona que ha entrado del otro lado, solo es visible su boca, pero Cesarus mira directo a la puerta, para tratar de darle toda la privacidad a aquella persona. El joven Cesarus se queda callado esperando las palabras de aquel que se encuentra en el otro lado. Confundido y sin saber que decir, el trata lo más que pueda de llevar una conversación fuera de sus estudios espirituales.


    Joven Cesarus

    “Puedes hablar, somos todos pecadoras, aquel que se crea más limpio que tu, es aquel que seguro estara aqui tambien.”


    La persona permanece en silencio por unos segundo, y después empieza su dilema.


    Perona 1, masculino, algunos 50 años

    “Si esta en su voluntad de perdonar mis pecados, entonces estoy en el lugar indicado.”


    Joven Cesarus

    “Con solo estar aqui, tus pecados están eliminados, me haces entender que tienes culpa.”


    Persona 1

    “ Trate de odiar a mi hermana, pero se que no es posible porque es mi sangre, pero es difícil entenderla, solo busca su bienestar, y no es que la trato de odiar, si no que la odio por ser mi hermana. Ella se ha encargado de llevar mi vida, y de por siempre seguir mis pasos, entiendo que sería por mi bienestar, pero odio su presencia con todo y buena voluntad.”


    Joven Cesarus

    “Es tu sangre, y por siempre lo será, Cain y Abel eran hermanos, y así mismo ocurrió una tragedia. Estás aquí para evitarla, y ese odio que tienes es algo normal cuando pensamos de más. Si es necesario habla con ella, y explicale como te sientes, si crees que la seguirás odiando entonces busca tu camino, porque no todo odio cabe en una misma casa. Se extiende a lo más grande, y no saldra por la ventana, lo que hara es que explotara y se llevará a todo aquel que vive en ella.”


    La persona sale del lugar sin decir nada, como si estuviera apurado. El joven Cesarus ahora se siente cómodo al dar un buen consejo, y con mucha confianza espera a la siguiente persona.


    Persona 2 Masculino 31 años

    “Hola Cesarus, espero encontrar algo que pueda ayudarme.”


    Joven Cesarus

    “Estoy aquí para tus plegarias amigo mío, cuéntame”.


    Persona 2

    “Tengo una duda, que me intimida todos los días. Existen personas que ya no son las mismas, según una epidemia de una enfermedad está por aquí. Pero no es algo que llega y se queda, es algo que ronda y escoja a las personas.”


    Joven Cesarus

    “ Debes explicarme mejor, soy nuevo aquí.”


    Persona 2

    “ Es tan simple decir, que existen algunos espíritus que no son parte de Dios.”


    Joven Cesarus

    “Algunas veces, la vida nos entrega tantas cosas, que pensamos diferentes, existen enfermedades que cambian a las personas.”


    Persona 2

    “Y Demonios que se apoderan de ellas también.”


    Joven Cesarus escucha la puerta que se abre bruscamente, que le da a decir que la persona ha salido corriendo sin parar.”


    Persona 3 Femenina 40 años.


    Persona 3

    “Joven, necesito un consejo, suyo, la verdad ya no soy la misma de antes. Mi marido me cree otra cuando estamos solos.”


    Joven Cesarus

    “Cambiamos tal vez de apariencia, pero no de corazón,”


    Perdona 3

    “Mi marido ya no se acuesta conmigo, cree que debería tratar de conquistarlo de nuevo.”


    Joven Cesarus

    “Si el te sigue amando, no es necesario, porque ese corazón ya está conquistado.”


    Perdona 3

    “Entonces, se puede decir que esta con alguien, porque no me quiere tocar, tan fea me e puesto?


    Joven Cesarus trata de buscar un argumento, pero se le hace difícil buscar palabras para dicho tema.


    Joven Cesarus

    “No solo de la belleza vive el hombre.”


    Persona 3

    “Claro, nalgas, pezones, y usted sabe que, de eso vive.”


    El Joven Cesarus traga duro, y comienza a sentirse incómodo.


    Joven Cesarus

    “Cada hombre tiene su castillo y en él vive su reina.”


    Persona 3

    “Si, eso escuché cuando no nos habíamos casado. Pero me entregó otro trono, el de aquella persona que recoge toda la mugre del castillo. Debería ser poseído por el demonio que manipulan las brujas.”


    El Joven Cesarus se queda con la palabra en la boca, ya que la mujer se fue de la misma forma que se han ido los otros.


    Perdona 4 Emilia


    Emilia

    “Tengo curiosidad, que está pasando aquí, que las personas huyen.”


    Joven Cesarus se siente nervioso, y comienza a enredarse en palabras incontrolablemente.


    Joven Cesarus

    “ No se que esta pasando, ellos no dejan que termine, como puedo salvar un alma si no me dejan contestar u opinar, perdone usted señora mía”.


    Unas carcajadas interrumpen el discurso de Cesarus, él se sorprende al escuchar que alguien se burla de él. El razona y mira directo al agujero, y es Emilia que se encuentra con su pelo recogido y un manto con capucha blanco.”


    Joven Cesarus

    “Ah, eres tú, Emilia verdad.?


    Emilia

    “Sabes algo, me alegra que estés aquí, mis padres esperan afuera, y ya no sé qué pecado contar.”


    Joven Cesarus

    “Tantos coleccionas.”?


    Emilia

    “No tonto, segun mi padre y madre debo confesar, y lo unico que me ocurre esque me e reido de ti, es tambien eso pecar.”?


    Joven Cesarus

    “Claro que no.”


    Emilia

    “Vamos a hacer un trato, estare 5 minutos aqui, y tu te comportas como una persona que no le quiere llevar la vida al otro.”


    Joven Cesarus

    “No es mi intención.”


    Emilia

    “Espero que no, ustedes son todos iguales, solo buscan lo peor de las personas.”


    Joven Cesarus

    “Disculpa, Gregorio solo trata de limpiar el alma de aquellos que buscan de Dios.”


    Emilia

    “Gregorio?, el nunca ha confesado a nadie, creo que te equivocas con él.”


    Joven Cesarus

    “Entonces él no está a cargo de esta congregación.”.


    Emilia

    “Esos son trabajo de otros, no de Gregorio, Gregorio es aquel que tiene el poder de lo que no sabes. Pero a la misma vez es el representante de todo lo que tiene una cruz.”


    Joven Cesarus

    “Entonces, cómo sabes que somos aquellos que buscan saber de la vida del otro.”


    Emilia

    “Porque debo confiar en un hombre de carne y hueso.”?


    Joven Cesarus

    “Somos mensajeros, y el mensaje es aprender de lo que sentimos. . Pero esto es lo más importante, si lo quieres compartir, entonces la cruz pesa más en tu espalda que en tu mirada.”


    Emilia

    “Interesante, creo que superaste al otro aburrido estudiante, ese de mucho de qué hablar, ese recomendado por el consejero del rey.”


    Joven Cesarus

    “Existe otro estudiante”?.


    Emilia

    “Después de la muerte del viejo cura, han tratado de reemplazarlo con alguien joven. Pero ese de quien te hablo, ese solo quiere vivir entre los ricos y poderosos, siempre lo veo limpiando sus zapatos del lodo, y su vestimenta.”


    Joven Cesarus

    “Si fue recomendado por el consejero del rey, entonces es alguien importante.”


    Emilia

    “ Le tienes miedo a la competencia?.”


    Joven Cesarus

    “No vine a competir, y menos a buscar un lugar aquí, solo estoy de paso.”


    Emilia

    “Entonces también crees que somos chusmas.”


    Joven Cesarus trata de contestar, pero nuevamente lo dejan con la palabra en la boca.


    Patsia

    “Desde hace mucho me he quedado pensando en esa joven, su nombre es común, pero si coincide contigo en tu tiempo y en ese lugar, entonces Emilia es….”


    Cesarus se queda callado, y Patsia pestaña dos veces, esperando la respuesta de Cesarus.


    Cesarus

    “Emilia Bene, conocida más adelante por Emilia Fondeur, esposa del rey Safris, y madre de Gigna y la reina Grecia.”
     
    #22
    Última modificación: 1 de Mayo de 2022
  23. Antonio Liz

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    El Legado de Miera

    Un día brillante sorprende al bosque, el sol es radiante y el día parece estar al favor de aquellos que desean una paz. Sin el verano acercándose, y menos la primavera en vista, el día radiante engaña todo pronóstico, ya que es de aquellos días donde puedes ver las mariposas pintando colores al volar, y los lagos enriqueciendo tu olfato con aroma de agua fresca. En ese día, Miera camina como toda una niña de 12 años, con mucha curiosidad, ella por primera vez está contemplando aquel día, ya que en el bosque muerto, solo el sol refleja un bello día.


    Mientras ella camina, su mirada sigue a aquellas mariposas amarillas y anaranjadas, ella le pasa por el lado, pero mira hacia atrás como si no tuviera tiempo de jugar con ellas. El sol es tan radiante que sus cachetes estan rojos, dándole un hermoso semblante a su cara. Miera sigue el camino con mucha curiosidad, y es cuando ella se mira su camisón sucio y arrugado, descalza, semanas y tal vez meses de no poder darse un baño. Ella prosigue caminando, pero trata de no interrumpir a las mariposas, ya que están rodeando muchas bellas flores, Miera actúa como si su presencia no está en lo alto para estar con las mariposas.


    Miera

    “Nivek, no es necesario que te escondas, me estás siguiendo desde hace mucho.”


    Nivek sale de los arboles.


    Nivek

    “Solo quiero compartir contigo esta jornada de buscar comida, ya todos tienen su compañero.”


    Miera

    “Entonces Serra está sola?.


    Nivek

    “Al Contrario, Molava anda sola, le dije a Katizi que estubiera con Sierra, es necesario que comparta un poco con ella.”


    Miera

    “Ustedes los extranjeros piensan muy diferente a nosotros.”


    Nivek

    “En que sentido”?


    Miera

    “Cambian de personas para que el otro se sienta mejor, sabiendo que todos somos iguales.”


    Nivek

    “Cierto, pero lo importante es , entender que debemos mirar el otro lado de la moneda.”


    Miera se queda pensando, y trata de analizar.


    Miera

    “No le llevas mucho a Serra en relacion a entenderte, por lo menos Serra se entriega cuando quiere explicar algo.”


    Nivek

    “También es cierto.”


    Miera sigue mirando las mariposas, pero se da cuenta que Nivek lo había notado, y ella continúa buscando que comer,


    Nivek

    “Sabes, no es nada malo ser niña, osea, disfrutar de cosas que te llamen la atencion.”


    Miera

    “12 años segun las lunas, no soy niña Nivek.”


    Nivek

    “Oh oh, disculpe joven, perdon se me olvida.”


    Miera

    “Tampoco tienes que burlarte.”


    Nivek sonrie y se aserca.


    Nivek

    “Eres un espejo de Katizi, sabias.”


    Miera

    “Por expresarme si, no lo niego, es su estilo, el único que se.”


    Nivek

    “Muy seguro que si.”


    Miera

    “Sabes algo Nivek, me sorprende como eres, porque no existe persona que comparta tanto con Katizi.”


    Nivek

    “Bueno, si encontraron la forma de ella y Molava llevarse bien, no creo que sea una excepción.”


    Miera

    “Molava no se aserca a la realidad de Katizi, y menos tu.”


    Nivek

    “Si me explicas, pudiera entender.”


    Miera se aleja de Nivek, y trata de escojer un lugar definido para donde mirar.


    Miera

    “Muy buen intento Nivek, pero mi vida y la de Katizi se esconde en aquel nido cuando ella tomo el papel de mi madre”.


    Nivek

    “Entonces Molava es mi opcion?.”


    Miera

    “Quieres ayudar a Katizi?, no le lleves la contraria, eso.”


    Nivek

    “Ayudar a Katizi no es lo que busco directamente, pero tambien me quiero ayudar. Existen cosas en ese bosque que solo ella entiende.”


    Miera

    “Oh perdon, creiste que hibamos a tener una conversacion en relacion a un “niña”.”

    Que quieres Nivek, quieres darme un buen consejo?, o enseñarme algo de la vida?, vamos Nivek, estoy esperando que me eduques.”


    Nivek

    “De ninguna manera, puedes ser lo que seas en este mundo, solo pense que talvez tienes dudas de algunas cosas.”


    Miera

    “Nivek, toda mi vida e estado rodeada de aquello que visita la noche, y aquello que segun no soy lo capaz para entender. Alla en ese bosque se esconden sonidos que solo yo entiendo, porque lo e visto y sentido. Algunas veces e tenido conversaciones con personas, muchas de esas conversaciones se tratan de cosas de la vida, cosas de niño, y asuntos del otro dia. Desde que empieza la mañana todo es diferente, porque aquellas personas se esconden detrás de los árboles, y me tratan de decir algo. Que tal eso para empezar a conocerme Nivek?


    Nivek

    “ No se si estoy entendiendo mal.”


    Miera

    “Personas que no son de esta vida.” Solo una de esas personas me llama la atención, trata de acercarse a mi, pero solo aquella luz blanca que lleva consigo es visible, tan visible que siento que ilumina mi rostro, es como que intenta hablar conmigo, pero algo le impide.”




    Nivek

    “Almas perdidas Miera.”


    Miera

    “No exactamente, esas almas o como le llames, han decidido vivir de esa manera.”


    Nivek se aserca a Miera.


    Nivek

    “Escuchame Miera, existen solo dos diferencias, o vives en la tierra, o en el cielo.”


    Miera

    “Palabras de un cristiano asumo.”


    Nivek

    “No….Es el lenguaje o la palabra global, cuando naces en este mundo, no te puedes escapar de la creación de Dios, porque vives en ella.”


    Miera

    “Creación?, que le pertenece a tu Dios.?.


    Nivek apunta hacia el cielo, despues a la tierra, y finalmente a Miera.


    Nivek

    “El todo”.


    Miera

    “Porque tiene derecho a todo.”?


    Nivek

    “En 7 días hizo el mundo, y del polvo inició la vida.”


    Miera

    “Me confundes”.


    Nivek

    “Es la razón del nacimiento y la muerte, es el dolor y el alivio, la pena, la tristeza, la vida, el amor, la naturaleza y todo lo que respiras.”


    Miera camina de un lado a otro, y de vez en cuando trata de ignorar la presencia de Nivek.


    Miera

    “Entonces, los vivos viven en la tierra, y los muertos en el cielo.”?


    Nivek

    “Si, asi es Miera, entiendes completamente.”


    Miera nuevamente camina de lado a lado, esta vez con sus dos manos atras. Ella se detiene y se aserca a Nivek, ella se pega de su oido y le menciona unas palabras.


    Miera

    “No estoy loca Nivek, y menos me imagino cosas.”


    Nivek trata de entenderla, y esta vez el pone de su parte.


    Nivek

    “Existen lo que se llaman Demonios, cosas del mundo bajo, de lo que es el infierno, el lugar de todo aquel maligno. No estas loca en estar presente o sentir algo maligno. Pero, se supone que la ley de Dios reprende todo lo que se aserca a aquel quien cree en el”.


    Miera

    “Si es tan grande tu Dios, porque tengo que creer en el, porque tengo que hacerle el favor para que me proteja.?, Acaso por siempre seré esclava de aquellos que mandan en mi?.”


    Nivek

    “Él te ama sin condiciones.”


    Miera

    “Donde estaba él cuando me llevaron a matarme para no existir, donde estaba él cuando necesitaba cariño. Acaso crees que mi corazón es impuro.?”


    Nivek

    “Katizi es su nombre, y ella es y sera aquella alma bendecida que Dios mando para protegerte. La maldad existe dentro de todos, esta en mi corazón, esta asechando, sabes por qué?, porque es libre como lo eres tu. El punto es, derribarla una y otra vez más, con la ayuda de Dios.”


    Miera

    “Katizi no es lo que crees Nivek.”


    Nivek

    “Acaso piensas que soy tan cristiano para salvarla, nunca lo sere, porque es su desicion, y nunca la mia. Soy un pecador, pero siento en mi, que ella me escucha.”


    Miera

    “La unica forma que puedes llegar a ella, es destruirla, destruir todo lo que se.”


    Nivek

    “Y sin tu ayuda, no puedo.”


    Miera

    “No Nivek, nunca con la mía, y menos con la de nadie. “


    Nivek

    “Entonces, cuéntame sobre aquellas personas que buscan de ti.”


    Miera

    “Son cosechas, osea, cosechan su alma antes de morir, y al morir, vuelven a nacer, en aquello que sembraron.”


    Nivek se siente muy confundido, pero Miera lo deja con la palabra en la boca, Miera inmediatamente se aleja de Nivek. Un sonido se escucha detrás de los árboles, Molava sale sorprendiendo a Nivek.


    Molava

    “Nivek, creo que los soldados no pudieron matarte, pero esa cabeza tuya sufrio un daño cerebrAl, ya que solo estupideces se te ocurren.”


    Nivek

    “Porque”?


    Molava

    “Tratas de amamantar un cachorro ya adulto, ella no sabe lo que es afecto, acaso crees que Katizi es capaz de eso?.”


    Nivek

    “ Todo cachorro necesita que lo acaricien de vez en cuando.”


    Molava

    “Bien Nivek, solo te aseguro que te nacerán llagas en tus manos. Sígueme, debes de ver esto.”


    Nivek y Molava suben una enorme colina, la calor y el sol radiante hace que Molava se arrodille y respire apresuradamente.


    Nivek

    “Creo que deberias descanzar, esto es mucho para ti.”


    Molava

    “No seas idiota, es mi segunda vez subiendo esta pendeja colina, como voy a saber lo que esta alla arriba sin subirla.”?


    Nivek

    “No se si es el aire, o la circunstancia, pero tengo suerte de estar rodeado de mujeres con mal caracter.”


    Molava

    “Tal Vez esas mujeres que hablas no están acostumbradas a un pescador insolente.”


    Nivek sonrie, y sigue subiendo la colina, al subirla Nivek nota diferencias en en algunos lados. Al Este un polvo de arena que se mueve lentamente, al Oeste, algo como un humo negro con el mismo polvo de arena. Molava esta vez llega y acompaña a Nivek.


    Nivek

    “Si no me equivoco existe un campamento serca de aqui de un ejercito, y de aquel lado existe la posibilidad que estan por llegar a ese campamento.”


    Molava

    “Si esa velocidad permanece nos rodearan en pocos minutos.”


    Nivek

    “Depende el tamaño.”


    Molava

    “Estas ciego?, estamos hablando de algunos 5 legiones Nivek, como crees que algo tan pequeño le haga una gran diferencia al cielo.?.”


    Nivek

    “Entonces, no nos buscan a nosotros, esto es algo de guerra.”


    Molava

    “Todo Griego no tiene un momento oportuno para olvidar a un traidor de la reina, y unos asesinos, creeme que en sus pasos tomarán cuenta.”


    Nivek

    “Debemos salir de aqui, alejarnos mas lejos.”


    Molava

    “ No podemos seguir el camino, debemos escondernos.”


    Nivek

    “Somos pocos podemos perderlos.”


    Molava

    Estas loco?, ese polvo que se levanta son pasos de caballos a velocidad Nivek.”


    Nivek analiza la situacion nuevamente.


    Nivek

    “Tienes razon, vamos, debemos alertar a los demás.”


    Molava y Nivek se apresuran bajando la colina sin mirar atras. Mientras Serra y Katizi caminan el bosque, buscando una suerte a su favor.


    Serra

    “Este castigo es infinito, que tan mal he hecho yo para merecer tantas cosas malas mi Dios.”


    Katizi sigue callada, tratando de concentrarse en buscar algo que les pueda ayudar.


    Serra

    “Estos son tiempos remotos, pero veo que estos tiempos me tienen en cadenas.”


    Katizi

    “Sabes algo Serra, ustedes son el problemas, todos ustedes.” Primero tratamos de hacer algo bueno en ayudar a un fugitivo, un fugitivo que me ayudó, entonces pensé yo mismo que estábamos a manos. Después Molava pretende tratar de acabar con todo aquel soldado que se le ponga en el camino, es otra calamidad para nosotros. No solo eso, también se atreve a amenazar a los guardias. Después de ser canceladas, lo hace peor matando más soldados, y entonces apareces tú, tratando de vivir tu vida en medio de todo esto, acaso te crees diferente a nosotros, crees que no tenemos nuestros problemas.”?


    Serra

    “Tienes razón, pero no soy como ustedes, nací en una buena familia, y son cosas que no me acostumbro.”


    Katizi

    “Cuando tu vida corre peligro no tienes que acostumbrarte a tratar de sobrevivir, eso esta en tu instinto, y veo que el tuyo sigue apagado.”


    Serra

    “Solo trato de ser como ustedes, pero se me hace dificl.”


    Katizi

    “No pierdas tu tiempo intentanto lo que nunca vas a ser. Se tu misma, y llegara lo que quieres.”


    Serra

    “Lo que quiero, creo que mi vida a cambiado de una manera que nunca llegare a lo que quiero.”


    Katizi

    “Bueno, en eso tienes razon, osea, una violacion, de esa forma, me imagino el impacto.”


    Serra se detiene sorprendida de que Katizi conoce la verdad, Katizi se aserca a Serra.


    Katizi

    “Molava, me lo habia contado.”


    Serra

    “Acaso Molava habla por mi?.”


    Katizi

    “Por lo que veo si, ya que es la unica con una espada.”


    Katizi sigue caminando, y Serra la sigue, ella nota un collar de colores que brevemente sale del cuello de Katizi, y analiza su manto negro y su arco marron de flecha.


    Serra

    “Encuentro curiosa tu persona, osea lo que llevas contigo, el collar que representa.”?


    Katizi

    “Algo que talvez prefieras que calle, creeme, y sera asi porque lo e desidido yo.”


    Serra

    “En algunas observaciones en mi escuela, las brujas fueron describidas con esas cualidades, cualidades que tu misma representas.”


    Katizi

    “Libros, y personas, no se cual de las dos te tengo decir que pierdes tu tiempo. Acaso crees que leere lo que yo mismo puedo escribir, o tambien escucharé lo que yo mismo puedo decir?”.


    Serra

    Existen personas que han vivido más que nosotros, acaso no es justo escuchar a aquel que ya a mojado sus pies en esas aguas.”


    Katizi

    “No es tan simple como lo pintas,”


    Katizi sigue caminando, y Serra se detiene, unos segundo despues ella apresura su paso para hablar con Katizi.


    Serra

    “Despues de esta vida, rodean todo aquello que an tocado, todo ritual es un lugar bienvenido después de esta vida, y hacen su nido antes de morir. Nacen con esa visión de cómo morirán, y preparan su legado mucho antes de morir, escogen donde estarán, hasta un día llegar a ser aquellos convocados por aquellos que son sus leales miembros.”


    Katizi

    “Buscas que me sorprendan tus enseñanzas, acaso intentas saber mas de lo que sabes, buscas mi opinion sobre esto verdad?, o acado buscas una afirmacion.?.”


    Serra

    “Al contrario, mi opinión es simple, no se mucho de tu creencia porque en verdad tienes razón, solo he leído y escuchado. Una cosa si, existe solo una entrada al reino divino, y es tener tu corazón en Dios, todo aquel que escucha su palabra, es aquel que lo tiene todo.”


    Katizi

    “Deberías estar en esta misión con Nivek, creeme que se llevarian bien. Comparten la misma estupidez, y también están lejos de la realidad.”


    Serra

    “Nivek es cristiano, no es culpa de él que fue bautizado cristiano, al contrario, admiro a Nivek por ser tan transparente como el agua.”


    Katizi se detiene.


    Katizi

    “Admiras a Nivek por razones equivocadas.”


    Serra

    “Entonces cuáles razones tienes tú para admirar.”


    Katizi

    “No tengo porque admirarlo, que tiene el que yo no tenga.”


    Serra

    “Pero,dijiste que existen otras formas de admirarlo.”


    Katizi trata de evadir el tema.


    Katizi

    “Sabes algo, no se como es una vilolacion, pero un dia de estos todo aquel tendra su merecido.”


    Serra se detiene, y Katizi sigue caminado esta vez preocupada por su comentario sobre Nivek. Serra llama la atencion de Katizi,


    Katizi

    “Entiendo lo que sientes, no es nada malo, y menos confuso, talvez una ilucion o una desulucion, pero es verdadero, no hablo yo, si no tu corazon,”


    Katizi cierra los ojos, ella se siente decepcionada de ella misma, ya que a bajado su guardia. Ella abre los ojos, y saca su puñal, se aserca a Serra. Ellla se queda mirando mientras se hace una pequeña herida en su mano, Katizi le muestra su sangre que ahora es visible y cae en la tierra.


    Katizi

    “Si es haci, donde estan mis lagrimas que segun el corazon manda.?, donde esta mi grito de dolor?, y donde esta mi preocupacion por la herida.?, No me escondo en lo que no soy, estoy presente en lo que debo de ser.”


    Katizi sigue caminado, y Serra no se sorprende con el dilema de Katizi.


    Serra

    “Entiendo lo que dices, tienes razón.


    Katizi

    “Sabes nada, no has empezado a vivir.”


    Serra

    “Existe aprender lo que sientes.”


    Katizi

    “Creo que Molava tienes su razones para tratarte como no quieres, ahora no la culpo, porque entiendo el porque su intención contigo,”


    Serra

    “Molava esta en dos mundos, y uno de esos esta vacio.”


    Katizi

    “Como puedes estar en dos mundos, sabiendo que el otro esta vacio.”


    Serra

    “Exacto, estas en este mundo que es real, y en el tuyo, donde crees que tus creencia te llenara por completo.”


    Katizi

    “Me imagino que te sientes satisfecha en el tuyo”?


    Serra

    “Dios es todo.”?


    Katizi

    “Saxes es unico.”


    Serra todabia no esta sorprendida, y Katizi mantiene su mirada de incomodidad sobre ella.


    Serra

    “Nunca te has preguntado aquellos orígenes de Saxex.”?


    Katizi

    “Me vas a educar trasladandolo a la manera griega, o acaso conoces mas que yo?.


    Serra

    “Sabes muy bien que la teoria Griega entierra a cada bruja que eixiste aqui, entonces la mejor explicacion es la tuya.”


    Katizi

    “Tu curiosidad no es concedida muchacha, concentra tu energía en buscar comida, y entierra ese tema como ustedes han enterrado nuestra existencia,”


    Serra

    “Quemamos, no enterrados.”


    La furia de Katizi se descontrola, y arremete en contra de Serra, dos bofetadas hacen que Serra caiga al piso, Katizi agarra su puñal y lo azota contra ella, pero Serra se levanta rápidamente y logra evadir el intento de cortarla. Serra retrocede temerosamente, y es cuando Molava se pone en frente de Katizi con su espada.


    Molava

    “Que diablos haces”.?


    Nivek se aserca a Serra y nota algo de sangre en su boca, y mira a Katizi curiosamente.


    Nivek

    “ No existe un motivo para llegar a esto, es indefensa, que no lo as notado.”?


    Miera

    “No la culpes Nivek, Serra solo le trajo un recuerdo amargo,”


    Con su respiración acelerada y sus ojos de furia, Katizi le contesta a Miera.


    Katizi

    “Aque te refieres.”


    Miera

    “A tu futuro, aquello que evitas que yo sea.”


    Katizi se aleja del grupo y sigue su camino sola.


    Nivek

    “Molava, puedes seguir el camino, yo iré detrás de Katizi.”


    Molava

    “Nivek, la serpiente se arrastra, pero su veneno no falla. Solo un consejo antes de seguir a Katizi.”


    Molava se aleja con Serra y Miera, mientras Nivek prosigue a buscar a Katizi.

    Katizi apresura su paso como si alguien la esta esperando, mientras Nivek trata de seguirle el paso.


    Katizi

    “Naciste para ser cola, no cabeza, es obvio en ti Nivek.”


    Nivek sigue siguiéndola en silencio.


    Katizi

    “Sabes algo Nivek?, fui una tonta en seguir este camino, no entiendo porque salgo de donde pertenezco para seguir una jornada que no me pertenece. La muerte no me asusta, y menos mi futuro, fuese como si un hechizo se hubiera pisado y no me hubiera dado cuenta.”


    Nivek sigue sin responder, pero esta vez Katizi se detiene y se aserca a el.


    Katizi

    “ Porque insistes en mortificar mi vida, estamos a mano Nivek, es mejor que cojas tu camino.”


    Nivek

    “Mortificar tu vida?”.


    Katizi

    “Si Nivek eso mismo, mortificar, desde que te conoci eres como un obstaculo que se mueve en mi camino varias veces. Estaba a punto de ejecutar un atentado para la reina, y tu te metiste en mi camino, y desde ese momento eres como una gigante roca que se pone en mi camino,”


    Nivek

    “No soy adivino, si me hubieses dicho, mucho antes hubiésemos unidos nuestra fuerza para acabar con ella.”


    Katizi

    “Unirme contigo.”?


    Katizi comienza a reírse sarcásticamente.


    Katizi

    “Y como puedes aportar dime, bajando de una colina y actuar como un loco?, que paso por tu cabeza cuando iniciaste esa misión.".?


    Nivek

    “Lo mismo que paso por tu cabeza cuando arremetiste en contra de Serra.”


    Katizi trata de responderle a Nivek, pero al abrir su boca sus palabras no quieren salir. Ella trata de buscar algo que decir, pero en vez de contestarle a Nivek, ella sigue su camino.


    Nivek

    “No puedo seguirte, no quiero perder a los otros, en estos momentos un ejército está cerca, y debemos avanzar.”


    Katizi sigue su camino, mientras Nivek deside volver con los otros. Katizi camina sin rumbo, nadie la espera, y a la misma vez no tiene idea de lo que se aserca en el camino, y como quiere no retrosede,una voz interrumpe su paso.


    Ekatulia

    “A donde vas niña?, acaso as olvidado nuestro encuentro en la cueva?.”


    Katizi

    “No puedo seguirlo mas, no es mi jornada, es una jornada de vivos, no me conviene.”


    Una imagen negra de una forma humana, sale detras de los arboles, a una larga distancia de Katizi.


    Ekatulia

    “Si quieres hacer tu nido y seguir mi camino entonces puedes volver al bosque muerto, no te lo voy a impedir. Pero si entendemos que debemos quemar los que ellos han quemado, entonces prosigues con ellos sin parar.”


    Katizi

    “Me enseñaste a seguir mi camino, y hacer lo contrario a lo que dicen los demas, asta mi muerte, entonces porque romper esa regla ritual?.”


    Ekatulia

    “Asi como se aserca el ejercito a su enemigo, asi mismo estamos en guerra, un viejo enemigo a salido a la luz. Dijiste que Nivek a trompezado con tu objetivo, pues te digo lo mismo, hemos trompezado con un enemigo vivo que se escondia entre nosotros.”


    Katizi

    “Aque te refieres.”?


    Ekatulia

    “Sigue a Nivek, y tu corazon te llevará a el.”



    La imagen se pierde detrás de los árboles, mientras que Katizi sin disimular, retrocede para encontrarse con los otros. Nivek llega a donde estan los otros, y Molava nota que él se acerca.


    Molava

    “No se cuantas veces decirte, pierdes tu tiempo con Katizi, no sabes en lo que te as metido, no es necesario que trates de convenserla.”


    Nivek

    “Ya no es mi intencion, solo trato de hacer un bien.”


    Molava se queda callada, mientras que Nivek sigue caminando, Molava mira por todos lados, y esta vez agarra a Nivek por un brazo, dejando que Serra y Miera avanzen.


    Molava

    “Ella no es lo que crees,, si buscas a una persona, solo carne y hueso la representa, lo demás está fuera de concepto. A ella no le importa más nadie, su cabeza está llena de esas locuras de lo que hacen las brujas, es su problema no el nuestro. Mi amistad con ella consiste en la persona que es, no la persona que quiere ser.”


    Nivek

    “Crees en toda esa locura.”?


    Molava

    “Estos ojos no mienten, o me equivoco Nivek?”.


    Nivek

    “Existen cosas que uno se imagina cuando esta en un transe de trauma.”


    Molava

    “No te engañes tu mismo, ese bosque es maldito y lo sabes Nivek.”


    Nivek

    “Si es maldito, entonces porque viviste parte de tu vida con esa gente.”?


    Molava

    “Nunca comparti con ellos, hiba de vez en cuando, pero la Ekatulia sabia mi opinion sobre lo que hacen, no la odiaba, pero la respetaba como ella me respetaba a mi.”


    Nivek

    “Tengo curiosidad, cómo es que aprendes todo eso, que te hace pensar así.”?


    Molava

    “Los viejos que cuidaron de mi, me entregaron una vision diferente, aquella cristianidad. Asistia a esos cultos de pocas personas, y aprendi a conocer a Dios. Pero, eso no quiere decir que seguia sus mandatos, no porque no quiera, si no porque en verdad soy asi.”


    Nivek

    “Todos somos pecadores, pero cuando lo tienes contigo, es suficiente para limpiar tu alama.”


    Molava

    “Aclaro tu curiosidad, eso no quiere decir que quiero escuchar tu sermon.”


    Nivek

    “Entonces, porqué no estar involucrada en algo siniestro.”?


    Molava

    “Mira a tu alrededor, son ejecutadas, partidas en pedazos, quemadas e incluso ahorcadas, es suficiente razón para apartarme de eso. Mi persecución es contra la reina, no es por las brujas, sino por la ejecución del viejo.”


    Nivek

    “Pero estoy seguro que existen familiares tuyos, eso es obvio.”


    Molava

    “Segun, pero esa respuesta la tiene una sola persona,”


    Nivek

    “Quien, seria?


    Molava camina mas adelante, y Nivek la sigue, el la alcanza y la mira mientras camina.


    Molava

    “El general Freniud, un dia me dijo que apestaba a una tribu conocida, y que mi parentezco no se puede confundir.”


    Nivek

    “Molava, eso es una buena noticia, es una tribu, sabes que quiere decir eso?, no es necesario buscar a una persona, si no una nación.”


    Molava

    “Explicate”.


    Nivek

    “Tu concepto, tu cabello rojiso, tu piel blanca, tus ojos claros, no es común, a menos que tengas una raíz de donde viene, es la mejor opción Molava.”


    Molava

    “Quien te a dicho que quiero conocer a mi familia.”?


    Nivek se aserca a Molava, y sonrie.


    Nivek

    “Piensa algo, algo dentro de ti hace que seas lo que eres, algunas veces la sangre hierve por alguna razón.”


    Molava

    “De casualidad Serra y tu son hermanos?, porque la misma falta de conocimiento existe entre los dos.”


    Miera y Serra se asercan a Nivek asustadas y sorprendidas.


    Serra

    “Soldados, en caballos, 5 o mas vienen directo, creo que nos vieron.”


    Miera

    “Desde el arbol vienen como aquellas olas de mar.”


    Nivek

    “Debemos retroceder.”


    Katizi viene corriendo del sur.


    Katizi

    “ Soldados en caballos, me persiguen, me vieron desde lejos.”


    Molava saca su espada.


    Molava

    “Estamos rodeado, no tenemos para donde ir, se derramara sangre, porque no me dejare tocar.”


    Serra

    “Es necesario hablar, baja tu espada.”


    Nivek

    “Baja tu espada Molava, empeoraras las cosas. Todos acérquense, quedaremos juntos, no se separen, o nos llevan, o nos dejan, pero seamos unidos.”


    Molava agarra a Miera de la mano y se junta con Nivek, Katizi agarra a Serra por el brazo y también se une a Nivek.”


    En Galomé la noche está viva, el silencio de la ciudad es muy notable, la oscuridad es visible, y la luna está poco apagada. Frente al ministerio, Patsia y Cesarus miran la ciudad, tratando a la misma vez entender todo lo relacionado con el encuentro de Cesarus y aquella forma de espíritu en el bosque.


    Patsia

    “Es una historia larga por lo que veo Cesarus, y todavía estoy esperando la razón de él porque saliste de las redes de ese maligno espíritu, si es que se llama así claro.”


    Cesarus

    “No toda respuesta es corta, y te agradezco que estés escuchando.”


    Patsia

    “La verdad, se me hace más interesante la historia, que la respuesta, o acaso la respuesta me sorprenderá más que la historia.”?


    Cesarus

    “ La vida insiste en enseñarnos cosas que no sabemos que serán útiles algún día. Pero en mi caso, soy yo aquel que busca ser útil para ciertas cosas.”


    Patsia

    “Tanto aprecio le tenía, tanta confianza, siempre me preguntaba el porqué, y creo que encontraré la respuesta muy pronto.”


    Cesarus

    “Sería mejor que me dejara refrescar mi mente, y alentar mi memoria, ya que hemos pasado casi todo el dia conversando esta historia.”


    Patsia

    “No creas que me olvidare, solo que es preferible descansar y tomar receso.”


    Cesarus

    “Un largo receso”.


    Patsia y Cesarus se ríen juntos.


    Cesarus

    “Voy un rato al bosque, necesito orar en paz, creo que mis fuerzas se han agotado, pero te prometo, que la historia continuará.”


    Cesarus se dirige al bosque, mientras Patsia regresó al monasterio. Antes de entrar al bosque él mira la luna, como esperando que se ilumine más, pero esta vez permanece un poco apagada. El espera unos segundos, y la luna vuelve a brillar, pero en vez de entrar al bosque él prosigue por otro camino, como si alguien lo está llamando. El escoge otra entrada del bosque, esta vez un pequeño río se atraviesa, la luna lo guía, y él cruza el río que le da por sus rodillas. Esta vez el llega a un lugar con algunas rocas que le dan por la cintura, el se sienta en una de esas rocas, y dirige su mirada hacia unos de los árboles, solo la oscuridad es visible, Cesarus nuevamente mira a la luna, y al mirar nuevamente hacia los árboles, una imagen de una luz blanca y una imagen humana se hace presente, la imagen se apaga lentamente, y se transforma en una Joven Emilia de algunos 20 años.


    Emilia

    “Al mismo ritmo amigo mio, los árboles se mueven al ritmo del viento, y el agua no quiere dejar de correr.”


    Emilia se recuesta de un árbol, su manto blanco, es visible por todo el bosque, y su cara no se conoce porque lleva su capucha en la cabeza.


    Cesarus

    “No me culpes tanto.”


    Emilia

    “Acaso existe otro culpable, recuerda, yo te elegí como culpable.”


    Cesarus

    “El dia que acepte que eres real, fue el día que mi culpa ha disminuido en dolor.”


    Emilia

    “Entonces, Cesarus hijo de Dios, siervo amado de el todo poderoso, ¿admites encontrarme en espíritu y no de piel en sangre propia?.”


    Cesarus

    “Aquel que conoce las escritura de Dios, es sabio, pero aquel que entiende lo que el hombre a creado entiende que tiene que ser disciplinado.”


    Emilia

    “Me culpas por el camino que he escogido.”?


    Cesarus

    “Acaso es algo nuevo.”?


    Emilia

    “Si no paseo como los vivos, no es porque nací de lo impuro.”


    Cesarus

    “No te das cuenta que mi vida no fue suficiente para cambiar tu rumbo”.?


    Emilia

    “Recuerda algo amigo mío, no estás frente a un ángel, si no a una idea de lo que sería si el juicio de Dios bajara a la tierra.”


    Emilia se levanta y mira detrás de Cesarus, la luna se vuelve a apagar, y Emilia desaparece. Algo se mueve en el bosque, Cesarus retrocede, el corre poco a poco, pero al seguir mirando atrás él tropieza con alguien, él cae al piso y trata de cubrirse su rostro con mucho miedo, el nota el sonido de una espada que sale de un cinturón.


    Cesarus

    “Puedes matarme, pero la noche tiene más ojos que el día, tu pecado tiene luz.”


    Agnus

    “Levántate, no vine a hacerte daño, solo saque mi espada por si no estás solo.”


    Cesarus aleja su manos de su cara y nota a Agnus con su armadura y un manto rojo. Agnus retrocede hacia atrás cuando nota a alguien que se le acerca a Cesarus a su espalda. Con un manto azul oscuro con capucha, ella se quita su capucha, y sus ojos azules y su pelo negro recojido es un rostro muy conocible para Cesarus.


    Grecia

    “No temas, e aqui tu reyna monje.”
     
    #23
    Última modificación: 1 de Mayo de 2022
  24. Antonio Liz

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    Norte, Sur, Este, Oeste....Y Socrates

    En la sala real, Gigna se encuentra en una conversación privada con Milan. La situación sobre los dos jóvenes capturados es algo de prioridad, y Milan quiere exigir una acción rápida, rompiendo todas las reglas de un castillo. Gigna sentada en la silla real, con su pelo rubio largo, y una larga capa de color marron, collar de perlas blancas. Una blusa de color azul marino se hace visible. Ella escucha atentamente el argumento de Milan.


    Gigna

    “Entonces estos dos jóvenes, son miembros de aquellos clanes que ahora son nuestros amigos.”


    Milan

    “No se puede decir amigos a aquellos que disimulan ser amigos.”


    Gigna

    “Entiendo lo que quieres decirme, pero porque padre no siguió barriendo a todos aquellos que han atentado con el reino.”?


    Milan

    “Su majestad, las cosas no son tan simples, existen leyes diplomáticas, asuntos de guerra y política, que debemos esperar. Entendemos que Dios nos entrega la paz, pero es la obligación del ser humano de mantenerla.”


    Gigna

    “Acaso todos esas restricciones también clasifican a esto que quieres que haga con mucho apuro.”


    Milan

    “Estos son aquellos que atentaron con su hermana, y si no son, entonces saben quienes fueron.”


    Gigna

    “Entonces, estos son aquellos que pueden tener respuesta a tu pregunta.”


    Milan

    “Se puede decir que sí, su majestad.”


    Gigna

    “No estás seguro''.?


    Milan

    “El dilema es que Fondeur debe de encontrar responsables sobre el atentado. El reino está convencido de que aquellos enemigos que viven en esta tierra, son aquellos responsables. Su majestad debe de entender, que la presión no existe en el castillo, todos nuestros aliados, y todo griego, espera desesperadamente la acción de nuestro reino.”


    Gigna

    “Entonces, todo el mundo se entero primero que yo?, como es eso Milan?.


    Milan

    “Exacto, es tan simple su majestad, aquellos familiares, personas afiliadas a estos jóvenes, son aquellos que riegan la voz para que de alguna manera se enteren esas personas que todavía consideran derribar a su reino.”


    Gigna

    “Si quieres mi permiso, deberías esperar a mi hermana, estoy en aquella fila del trono, no soy el trono.”


    Milan

    “Con todo respeto su majestad, se engaña usted sola, sabe y entiende que esas decisiones las puede hacer, y sin duda, es muy capaz.”


    Gigna se levanta y se aserca a Milan que esta a 5 pasos de ella.


    Gigna

    “Y que pasaría si no quiero hacer esa decisión, y te mando a ahorcar por tratar de intimidarme.”?


    Milan

    “Cualquier decisión es bienvenida, siempre será su decisión, hasta mi vida está en sus manos. Además, nada cambia, ya que su decisión se respeta por toda grecia.”


    Gigna

    “Nunca , pero nunca, te atrevas a sugerirme algo. Mi palabras es un ultimato, no un comienzo de tus alegaciones.”


    Milan

    “Su majestad tiene razón.”


    Gigna se vuelve a sentar, y comienza a pensar.


    Gigna

    “Donde estan los jovenes.”?


    Milan

    “Están en los calabozos, donde deben de estar, esperando su destino.”


    Gigna comienza a sentir asco y mucho repudio, al recordar su visita a los calabozos.


    Gigna

    “Bien, pues que alguien le den un buen baño, y quiero que lo traigas aqui, necesito hablar con ellos.”


    Milan se sorpende, y se atreve a decir algo.


    Gigna

    “Si su majestad me lo permite, quiero decirle…..”


    Gigna interrumpe a Milan


    Gigna

    “Es una orden, no necesito mas de tus consejos, o aquellas sugerencias, si quieres que hagas algo, sera a mi manera, no a la tuya, no se si me entiendes, o prefieres que el gordo te limpie los oídos con un cuchillo mal afinado?.”


    Milan

    “Será como su majestad lo sugiera.”


    Gigna cierra sus ojos y se recuesta en la silla, Milan espera que ella actue.


    Gigna

    “Te puedes retirar, puedes decirle a Nora que entre.”


    Milan se retira y al salir, se encuentra con Nora que esta por entrar.


    Milan

    “Bipolar sería un diagnóstico adecuado para la hermana de la reina.”


    Nora

    “Cuidado, las paredes son traicioneras, no creo que su cruz y su posición no sean discriminadas.”


    Milan

    “Confío en ti, esto se esperaba.”


    Nora

    “Soy la mano derecha de la reina, no soy pieza de ajedrez. Mi misión es atentar con aquellos que atentaron contra mi reina. Nuestra santidad y yo tenemos eso en común, entonces se puede decir que puede confiar en mí.”


    Nora entra a la sala real y se acerca a Gigna que todavía sigue con sus ojos cerrados, y recostada del lado de la silla.”


    Gigna

    “Dime algo, de casualidad te han dejado ver los dos jóvenes que están presos.”?


    Nora

    “No su majestad, no me incumbe meterme en esos asuntos, a menos que su majestad lo desee.”


    Gigna

    “A cuál de las dos te refieres? ,osea seré yo o mi hermana?.


    Nora

    “Ambas.”


    Gigna

    “Bien, los jovenes, quiero que los bañe, y que lleguen aqui, necesito hablar con ellos.”


    Nora

    “Si, asi sera.”


    Gigna

    “Necesito a Socrates aquí, antes de que lleguen los jóvenes. Nora, esto es ahora, y no mañana, no en la tarde, no en algunos minutos, ahora.”



    Nora se retira apresuradamente, mientras que Gigna sigue con sus ojos cerrados y recostada. Unos minutos han pasado, y una persona desconocida entra a la sala real. Gigna no puede notar a la persona, porque sigue con sus ojos cerrados descansando de la realidad. El nota la presencia de Gigna y mira alrededor, como si estuviera perdido. El joven se acerca a unos 10 pasos de donde está sentada Gigna.


    Menfis

    “Disculpe, me puede decir donde puedo encontrar a Milan.?


    Gigna abre sus ojos, y nota la presencia de Menfis, ella abre sus ojos con sorpresa.


    Menfis

    “Me llamo Menfis, soy de Galomë, soy el nuevo asistente del sacerdote Milan, y usted cómo se llama joven.?


    Gigna sigue sorprendida, sin poder decir una palabra. Las puertas se abren de nuevo, Socrates hace su presencia, con su camizon todo manchado, el nota la presencia del joven, y despues transfiere su mirada hacia Gigna. Gigna responde moviemdo su cabeza de lado a lado indicandole a Socrates que no conoce el joven. Socratas se aserca violentamente hacia el joven, Menfis retrosede, y es cuando socrates lo agarra por el cuello y lo arroja al suelo. Mientras Socrates tiene al joven agarrado, tratando de que no se pare del piso, Gigna se aserca.


    Gigna

    “Como te atreves a entrar aqui sin permiso?, y sugiriendo una igualdad entre tu y yo.”?


    Asustado y sin saber que decir, el joven trata de decir algunas palabras, pero tiene dificultad ya que está asustado.


    Socrates

    “Como as entrado aqui?, vivo no saldras de aqui animal del campo.”


    Menfis aterrorizado y nervioso.


    Menfis

    “Disculpen no es mi intencion, no soy de aqui, llegue con Milan, estaba en Galomé, vine con los traidores, fui yo el que encontré a los traidores.”


    Socrates comienza a llamar a los guardias, y les indican que llamen a Milan para comprobar lo que dice el joven.


    Socrates

    “En Galomé tienen la costumbre de entrar a casa ajena sin ser invitados.?, si es asi, entonces deberías mejor quedarte alla, aqui no sufrimos de aquel comportamiento que sugiere que te mate aquí mismo.”


    Menfis

    “No, no, por favor, estoy perdido y pense que la joven puede ayudarme.”


    Socrates

    “Callate imbecil, que estas en presencia de una realeza, Gigna Fondeur hermana de la reina y sangre de la corona.”


    Menfis se asombra, y ahora entiende el problema que se ha metido.


    Menfis

    “Perdon, perdon su majestad, no es mi intención, no lo es, no quise llegar a esto.”


    Socrates y Gigna notan un líquido saliendo de la vestimenta del joven, que lleva una capa gris, y una camisa con cinturón.


    Gigna

    “Gordo, creo que este no a encontrado el baño y está orinando donde no debe.”


    Socrates

    “No creo, solo tiene una plaga de cobardia, el puerco presiente cuando lo van a matar, por eso se caga y orina. Este incrédulo y miserable, imita al cerdo.”


    Milan entre desesperadamente, y se agarra su cabeza indicando que tiene mucha culpa sobre lo que esta pasando.”


    Milan

    “Su majestad, exijo su perdón, pero se que no soy digno a eso. Le debí contar sobre este joven, que es mi nuevo asistente, toda esta cuestión de buscar venganza a la sangre de Fondeur, me ha llevado a dejar estos detalles insignificantes a un lado.


    Milan mira a Menfis con asco y poco interés.


    Gigna

    “ Estabas conmigo hace poco tiempo, y hablamos de cosas importantes. ¿Por qué no comunicarme algo tan serio?, insignificante es la persona, pero no todo lo que se mueve aquí. Acaso has perdido la cabeza Milan?.”


    Socrates se levanta del piso, mientras Menfis sigue aterrorizado.


    Socrates

    “La verdad, Gigna, tienes algo de culpa en todo esto, porque te niegas a que los soldados esten serca de ti.”


    Milan

    “¿Cómo te atreves a llamarla por su nombre Socrates?.


    Gigna

    “Gordo insolente, gordo bruto y brusco, nunca aprendes, y asta intento ayudarte a recordar,”


    Socrates

    “Perdon su majestad.”


    Gigna se queda mirando a Socrates, y despues mira a Milan.


    Gigna

    “Que esperas sacerdote, acaso lo tengo que adoptar.”?


    Milan se apresura y le hace saber a Menfis que lo siga, los dos salen de la sala apresuradamente.


    Gigna se aserca a Socrates, y se aserca cara a cara.


    Gigna

    “No se cuantas veces decirte que no me llames por mi nombre en frente de la gente.”


    Socrates dirige su mirada al piso, muy arrepentido. Gigna trata de explicarle.


    Gigna

    “Nos conocemos desde pequeños, pero las cosas an cambiado gordo. Tienes que aprender a controlar tus emociones. No entiendo porque se te hace dificl, las cosas an cambiado, ya no somos niños.”


    Socrates sigue callado, y Gigna retrosede y vuelve a sentarse. Unos segundos despues, ella se rie sola a carcajadas


    Gigna

    “Que susto se llevo el muchacho cuando se entero quien soy, interesante como de sus pantalones se desarrollo una cascada poco agradable.”


    Gigna continúa riendo, mientras Socrates se mantiene callado. Gigna esta vez guarda silencio, y se dirige a Socrates.


    Gigna

    “Dime algo, que va a pasar con estos jovenes, cual es el plan.?


    Socrates

    “Milan no se a acercado a mí, talvez exista una ejecución sin tener que buscar información.”


    Gigna

    “Por mas que me interesa buscar los traidores, todabia tengo esa curiosidad del porque no llevarlos a un juicio justo.”


    Socrates

    “Grecia tiene el poder, y tu también, entonces seria lo que ustedes decidan.”


    Gigna

    “Que haría mi hermana.”?


    Soacrates

    “Grecia me mandaría a estar seguro, osea que confiesen antes de matarlos. Pero tu padre los mataría con solo tener la confianza de sus más cercanos aliados.”


    Gigna

    “Entonces, Milan y Gelio juegan una importante ficha en las decisiones de mi padre.?


    Socrates

    “Si, pero al mismo tiempo, Grecia siempre lleva la contraria.”


    Gigna

    “Pues, quédate aquí, los mande a llamar, solo quiero averiguar lo que no sé. Después de esto, pueden matarlo a los dos, mi padre es mi guia, y seguiré su ejemplo, ya que Milan afirma que estos son los culpables.”


    Socrates

    “Bien, como su majestad guste”.


    Gigna mueve su cuello, como si algo le molesta.


    Gigna

    “Estoy harta de esto, en un mal momento mi hermana decide desaparecer. Digo, entiendo que existen causas que la hacen ausente, pero esto no es para mi, no me acostumbre a toda esta responsabilidad. No nací para esto, y espero que mi hermana tenga un hijo para yo estar libre de alguna posesión del trono.”


    Socrates

    “La verdad, es algo que no puede evitar, Fondeur es su legado.”


    Gigna

    “Legado?, sabes algo, de alguna manera me interesa lo que eres, puedes salir de aqui cuando quieras, sin que nadie le importe.”


    Socrates

    “Esa es la vida de alguien que no pinta nada en esta vida.”.


    Gigna entiende el caso de Socrates, donde por momento le entran unos de esos tranques depresivos.


    Gigna

    “Como va el asunto con la dama real?, aquella que segun tienes tus mariposas en tu estomago.”


    Socrates se sorprende al escuchar a Gigna.


    Socrates

    “Son asuntos mios, y de mas nadie.”


    Gigna

    “Ahhh, ahora veo que tu mismo te escondes dentro de ti.”


    Socrates

    “Te dije que no es un asunto simple, es algo complicado.”


    Gigna

    “Acaso tienen algo en comun.”?


    Socrates le entrega una mirada de curiosidad a Gigna.


    Gigna

    “Vamos gordo, trato de agudarte, nada mas, acaso crees que me interesa tu vida?, pues claro que no. Conozco que no soy la persona indicada para hablar contigo estos asuntos, pero sabes muy bien que conozco cosas de ti que nadie sabe, y a la misma vez tu conoces cosa de mi, no te hagas el tonto gordo.”


    Socrates

    “No tengo porque hablar de tus cosas.”


    Gigna

    “Bien, as pasado la prueba.”


    Socrates

    “Cual prueba?.”


    Gigna

    “Aquella de no hablar de mis cosas.”


    Socrates

    “No me interesan tus cosas”.


    Gigna

    “Oh, tan aburrida soy?.


    Socrates

    “No es el punto”.


    Una voz interrumpe la conversacion entre Gigna y Socrates desde la puerta.


    Nora

    “Lo jovenes estan aqui, entraran cuando su majestad lo desea.”


    Gigna le hace señal para que entren, Socrates camina hacia Gigna y se para a su derecha. Los dos jovenes entran acompañado de 4 soldados, 2 de lado a lado. La joven entra con un camizon blanco arrugado, su pelo largo mojado le tapa su cara. Mientras el joven llevan el mismo camizon blanco arrugado, pero esta vez a el se le notan muchos moretones en la cara. Los dos se encuentre frente a frente a Gigna, y Gigna le indica a los soldados que se vallan.


    Gigna

    “Sus nombres.”?


    Los jovenes se miran uno al otro antes de contestar.


    Sagraria

    “ Sagraria y Apolio su majestad.”


    Gigna

    “Segun estan acusados de traicion al reino.”


    Sagraria

    “Es solo un rumor, estamos aqui por solo un rumor, no es cierto, es aquel sacerdote que a creado dicha mentira,”


    Gigna

    “Mentira?, nos acusa de mentirosos.”


    Sagraria

    “Todos mienten, incluyendo nosotros, porque tengo yo que separar la verdad y la mentira. Yo tambien uso la mentira, y mezclo la verdad como todo ser humano.”


    Gigna se queda pensando, pero no se sorprende al escuchar la respuesta de Sagraria.”


    Gigna

    “Entonces niegan estar envolucrado en todo esto.”


    Nervioso y aterrado, el joven Apolia responde.”


    Apolio

    “ Menfis a creado esa mentira, fue el aquel que nos metio en este lio.”


    Gigna

    “Menfis?, donde e escuchado ese nombre?”


    Socrates

    “Aquel idiota que entro hace unos minutos a la sala real.”


    Gigna

    “Ahhhhhh, claro claro, el de los orines.”


    Apolio y Sagraria nuevamente se miran uno al otro con curiosidad.”


    Apolio

    “Él fue el culpable, seguro por ser hijo del general.”


    Gigna

    “General”?


    Sagraria

    “Aquel de la cicatriz en la cara y el cuello casi quemado.”


    Gigna se sorpende y mira a Socrates.


    Gigna

    “Hijo de Freniud.”?


    Socrates

    “Ahora mismo me estoy enterando.”


    Gigna se rie a carcajadas.


    Gigna

    “Increible, este chico ha llegado con una sorpresa detrás de otra respuesta.”


    Gigna nota que Sagraria se recoje su pelo, y nota su cicatriz en su mejilla. Sagraria nota que Gigna la esta mirando y ella baja su mirada, mientras Gigna termina de distraerse con la presencia de la chica.”


    Gigna

    “Pueden llevarlos, esta conversación ha terminado.”


    Los soldados se llevan a los jovenes. Mientras que Gigna se queda pensativa.


    Gigna

    “ Como cuanto años tiene esa joven”?


    Socrates

    “Mmm, unos 15 o 16 supongo.”


    Gigna

    “Muy joven para esa cicatriz”.


    Socrates

    “Talvez cosas de nacimiento”.


    Gigna

    “Una niñez amarga entonces”.


    Socrates

    “Solo ella lo sabe, puedes preguntarle.”


    Gigna

    “Exacto, tienes razon.”


    Socrates sonrie, y Gigna se da cuenta.


    Gigna

    “Que insinuas.”?


    Socrates

    “Te conozco Gigna.”


    Gigna

    “Segun no te metes en la vida de otras personas.”


    Socrates

    “Tienes razon.”


    Gigna

    “No vengas a salirte del tema, que no es lo adecuado, tan mal piensas de mi.”


    Socrates se queda mirando a Gigna, y Gigna devuelve su mirada.


    Gigna

    “Vamos gordo, si acaso tienes algo que decir, es mejor que lo escupas, antes de que te mande a escupir sangre,”


    Socrates

    “ Recuerdas la visita de inglaterra, la hija del duque, la que se llamaba Margaret Hilton.”


    Gigna

    “Maggie”.?


    Socrates no responde, pero su mirada hace que Gigna reaccione,


    Gigna

    “Por Dios, que insinuas, que tiene que ver esa niña, digo eramos nińas en ese tiempo, que insinuas?.”


    Socrates sigue guardando silencio, pero esta vez levanta sus ejas mirando a Gigna.


    Gigna

    “Ok ok, admito que te dije que te quedaras en la puerta para que nadie nos interrumpa mientras jugamos.”


    Socrates esta vez mueve su cabeza de lado a lado con mucha verguenza. Gigna se levanta de su silla sorprendidamente.


    Gigna

    “Nos espiaste verdad, como te atreves?.


    Socrates

    “Pense que pasaba algo, porque solo escuchaba un silencio.”


    Gigna se pone nerviosa y trata de contenerse, pero se rinde a lo que Socrates segun a presenciado.


    Gigna

    “Teniamos 12 años, solo exploraba su cuerpo, nada malo con eso.”


    Soacrates

    “No tenias que tocarla.”


    Gigna

    “Es parte de la exploracion, ademas se asusto y se hecho para atras.?”


    Socrates le hace entender a Gigna que no la engaña.


    Gigna

    “Si si ok, me puse furiosa y le ordené que lo hiciera. Nunca había besado a nadie, y no sabia como se sentía tocar a alguien, la bese y sali de duda.”


    Socrates

    “Y desde ese dia.?


    Gigna se sienta de nuevo, y trata de salir del tema, pero prefiere seguirlo.


    Gigna

    “Mi apetito sexual empezo a empeorar, y Maggie era mi consuelo.”


    Socrates

    “Ella se lo habia contado a sus padres y no hicieron nada por temor a tu padre.”


    Gigna

    “No se, solo sentia una obligacion de hacerle algo, nada mas, la veia como presa facil, y me aproveche cada tiempo. Ademas ella crecio y ya las cosas eran diferentes.”


    Socrates

    “ Creo que es un trastorno muy vergonzoso para ella, y debe de seguir trastornada.”


    Gigna

    “Oh que pena…… Crees que me importa?.”


    Gigna

    “Ademas, me di cuenta que respondia a ambos sexo.”


    Socrates

    “Eso es algo obvio en aquellos tiempos.”


    Gigna

    “A que te refieres?, o mejor dicho, porque me espías tanto.”?


    Socrates

    “Yooo, pero eras tu la que me buscabas

    para cubrir tus huellas.”


    Gigna

    “Oh oh, te refieres?


    Socrates

    “Agnus”


    Gigna

    “Primero, Agnus era un chico estupido y todo era por la regla, y segundo no fue mi culpa si el acepto a quitarme la curiosidad. “


    Socrates

    “Pero, creo que la curiosidad se la quitaste tu a el.”


    Gigna

    “Queria saber como se sentia hacerlo, nada mas, y ademas tenia mucha confianza con el, era parte de nuestra amistad, incluso tu te llevabas muy bien con el.”


    Socrates

    “No para romper mi virginidad.”


    Gigna

    “El estupido no sabia lo que hacia, dos veces eyaculo sin casi tocarlo, no es lo mismo, crei que era igual, pero era diferente.”


    Socrates

    “Diferente?...Espera, espera, Agnus no fue tu primera vez.”


    Gigna

    “Mmmm, no exactamente.”


    Socrates se sorprende, y trata de evadir el tema.


    Socrates

    “Si no me necesitas, prefiero retirarme.”


    Gigna

    “Petición concedida gordo.”


    Socrates camina por el pasillo, pensativo como siempre, como un objeto perdido. Nada sorprende a su persona, todo lo que viene es recibido, ya que no se queja y menos pone excusas. Su jornada lo lleva a la habitación de Milan, el entra sin tocar la puerta , Milan se encuentra con Menfis. Un gigante cuarto con una cama gigante cubierta de sábanas rojas y blancas, un escritorio y una pequeña sala. Varios espejos están presentes, algunos de 5 pies y otros más pequeños. Alfombras estan divididas, una de una de color roja rodea la cama, la otra que es de color amarillo oro rodea la pequeña sala. Milan se encuentra en un escritorio que está frente a frente a una ventana, Milan lee algunos papeles , mientras Menfis se mantiene a su lado. Milan se mantiene ocupado firmando y leyendo unos papeles, y sin mirar a Socrates comienza su diálogo.


    Milan

    “Veo que mi consejo de perder peso y coger algo de sol fue en vano. Estando fuera por unos meses no me da la impresión que hayas cambiado tus malos hábitos. Entiende algo hijo mío, todo es por tu bien.”


    Socrates

    “Su santidad me conoce muy bien, y sería bueno que me entendiera mejor. Si acaso fuese asi, no se sorprenderia sobre mi fallido a su consejo.”


    Milan

    “Entiende algo hijo mio, nunca me decepcionas, y menos me siento que as fallado, todo lo que has hecho por el reino es algo muy sagrado. Trato de cuidar de ti, porque veo que no te importa nada sobre tu salud.”


    Socrates

    “Mi intención es hacer mi trabajo, no llevar discursos personales.”


    Milan deja de leer papeles, y esta vez fija su mirada hacia Socrates.


    Milan

    “Personal, osea, te refieres que es algo privado, como puedes guardar tu descuido como persona Socrates.?”


    Socrates

    “Simplemente mirando para otro lado.”


    Menfis trata de contener su risa, pero no puede, y un sonido de una carcajada breve se le escapa. Milan y Socrates lo miran con mucha seriedad.


    Milan

    “Socrates, el es Menfis, hijo de Feniud, es de Galomé.”


    Socrates

    “Creo que el conoce mi aliento, de tan serca que estuvo de la muerte.”


    Menfis

    “Perdon, no sabia, creo que te lo había explicado.”


    Socrates y Milan nuevamente miran a Menfis con mucha seriedad y curiosidad.


    Milan

    “Menfis, un pequeño consejo, si has escapado de la boca del león, trata de estar lo más lejos de él. Tus palabras azotan su persona, y para serte sincero, no existe autoridad que no le permita arrebatar una vida, está en su persona y su alma. Solo la reina tiene el control de su collar, porque cuando lo suelta del collar, el animal se siente suficiente capaz de devorarte. La realidad es que, la ausencia de la reina, hace que su alma salga de la oscuridad y ronde libremente estos pasillos.”


    Menfis se aterroriza al escuchar el dilema de Milan.


    Socrates

    “Galomé.”?


    Milan

    “Si hijo mío, lugar del nacimiento de Emilia, nuestra y por siempre reina, madre de nuestra Grecia.”


    Menfis

    “Interesante, no sabía que la madre de la reina había nacido en ese lugar.”


    Milan y Socrates nuevamente se enfocan en Menfis cada vez que el habla.


    Milan

    “Creo que es tiempo que te diga tu objetivo, es simple, es una costumbre de aquellos que sirven a toda alteza. Entonces, grabate esto, última vez que lo voy a mencionar, hablar cuando te dan permiso, y callar siempre y cuando estés en mi presencia. No necesito tus consejos, y a la misma vez no tengo tiempo de contarte la historia de lo que es la vida.”


    Menfis baja su cabeza de forma avergonzado.


    Milan

    “Bien hijo mio, todo es diciplina, mucha diciplina.”


    Socrates

    “Que tiene pensado hacer con estos jovenes.”?


    Milan

    “Informacion deben tener, y es lo unico que podemos hacer. Sobre su lamentable futuro debemos esperar. Pero un pueblo leal a la reina espera lo recomendado, pero no te sorprendas si el permiso de ejecutarlos llegue mas allá de la realeza.”


    Socrates

    “Por donde empiezo.?


    Milan

    “El chico, según tiene una boca muy ablativa, según algunos medios.”


    Milan concentra su mirada en Menfis.


    Socrates sigue su camino, esta vez se dirige al calabozo, los gritos y las quejas de muchos prisioneros no le molesta, y el olor repugnante tampoco le hace diferencia. Algunos soldados están hablando o durmiendo, y de repente se ponen en atención creyendo que aquel que se acerca es miembro de la realeza. Al notar que es Socrates, ellos continúan haciendo lo no debido, mientras que Socrates busca el calabozo donde están los chicos, él se detiene y habla con un soldado.


    Socrates

    “Necesito que vengas conmigo, tengo que interrogar a unos de los jóvenes, y no quiero regresar donde Milan, tú tendrás la misión de contarle lo que pasa en ese cuarto.”


    Soldado

    “Porque siempre me toca ser complice de tus torturas.”?


    Socrates

    “A menos que quieras ser el objetivo de la tortura.”


    Soldado

    “Sabes muy bien que participo en todo lo que me dices, pero porque los otros se libran de esto .?


    Socrates

    “Los otros siempre estan donde tienen que estar, tu por otro lado estas solo.”


    Soldados

    “Entonces mi soledad me clasifica.”?


    Socrates

    “Todo aquel que a escuchado mi mensaje atracez de ti, no a tenido queja. Agradece la confianza, porque tiene la posibilidad de algún día entregarte algo a tu favor. Ahora, puedes callar y seguirme.”


    El soldado y Socrates se dirigen al calabozo donde estan los jovenes. Sagraria se encuentra sentada en el piso, apoyando su espalda de la pared, mientras que Apolio estaba dormido y se sorprende por la llegada de Socrates y el soldado.


    Soldado

    “Vamos, activo los quiero.”


    Socrates

    “Muchacho, tu vendras conmigo.”


    Apolio se asusta, y comienza a temblar.


    Soldado

    “Muchacho?, mejor dicho niño.?


    Socrates

    “Alguna diferencia?, acaso discrimino.?


    Soldado

    “Dime una cosa niño, que edad tienes.?


    Apolio

    “12 señor, en algunas lunas estare en 13.”?


    Soldado

    “Y tu muchacha, que edad tienes?


    Sagraria

    “Eres sordo?, no escuchaste que el no discrimina, tu pregunta no tiene nada que ver.”


    Soldado

    “Me huele a 15 de rebeldia.”


    El soldado abre la puerta y se lleva a Apolio al cuarto donde Socrates hace su trabajo. Mientras Socrate se queda solo con Sagraria. Sagraria mantiene su mirada fuera de Socrates, mientras Socrrates mira las condiciones del calabozo, suciedad por todos lados, algunos ratones se pueden ver que entran y salen de la celda, el piso de concreto manchado, Safraria hace un gesto de repugnancia y comienza a quitarse su panti.


    Sagraria

    “Que esperas, ven y termina lo que quieres hacer, asi me dejas sola con mis pensamientos.”


    Socrates vuelve en si, y finaliza su rastreo visual.


    Socrates

    “Te equivocas, no es mi estilo.”


    Sagraria con mucha curiodiad analiza a Socrates de arriba abajo,


    Sagraria

    “Tienes marcas en tu cara, cicatrizes escondidas que se pueden notar con la luz de las antorchas, tus manos se notan con marcas con algo que las retienen. Culpo a talvez instrumentos de tortura me imagino, tu semblante me da a decir que talvez ese sea tu unico camizon en tu vida. El descuido que tiene tu apariencia pueda ser que se deba a que nada te importa, solo tu trabajo, solo lo que haces.”


    Socrates no demuestra ninguna reacción, pero en su corazón sabe que Sagraria lo ha sorprendido.


    Socrates

    “Como sabes lo que soy?, como sabes mi intencion”.?


    Sagraria

    “Tu presencia es obvia, no se nada, solo pronostico.”


    Socrates

    “Por un momento pense que esa cicatriz tiene algo que ver conmigo mismo.”


    Sagraria se toca su cicatriz que esta en su mejilla izquierda.


    Sagraria

    “Aquellos que querían cuidar de mi, fueron los culpables de dejar esa marca. Por eso te puse las cosa fácil, porque la última vez que resistí no ser tocada, me fue muy mal.”


    Socrates

    “Entonces aquellos que supuestamente debieron cuidarte, fueron los agresores.?


    Sagraria responde agresivamente.


    Sagraria

    “Que es lo que quieres?, segun no discriminas a quien vas a torturar, entonces quieres tambien llevarte mis pensamientos?, dejame tranquila, que es lo unico que me llevare conmigo.”


    Socrates se queda callado por unos segundo mientras no le quita la mirada a Sagraria.


    Socrates

    “Tienes razon, no puedo quitarte tus pensamientos, y es justo que sean para ti. Pero ya que estamos por estar presente con el dolor , sería justo que también lo dejes aquí. No todo pensamiento es bonito, estas bienvenida de dejarlo aquí mismo con tu agonía.”


    Socrates espera respuesta, pero Sagraria se niega hablar. Unos segundos despues, Socrates cierra la puerta de barras de hierro del calabozo, y trata de retirarse.


    Sagraria

    “Segun querian cuidar de mi, quede huerfana por un atentado de guerra. Era gente de confianza, imaginate como una niña se puede cuidar, lo unico que tenia ami favor era que era hija de un gran militar. Solo dos noches de tranquilidad me acompañaron, después la mirada de esa persona se volvió muy aterradora, asta que llegó donde yo dormía y comenzó hacer todo lo que quería de mí. Sus hijos y su esposa no decían nada, porque no era de su sangre supongo. Creo que mis 10 años fueron el comienzo de ser mujer, en vez de aquel dia donde comienza mi desarrollo.”


    Socrates

    “Las persona solo respetan una cosa, se arrepienten en momentos de tortura, pero sin eso, siguen siendo las mismas personas. Es muy bonito ver de que están hecho, por fuera, pero mas por dentro.”


    Sagraria

    “Según el monje, no existe una venganza más segura, que aquella que la vida le ofrece. El sabía quién era yo, y me trataba con mucho respeto y amor, pero un dia me vio sentada en el bosque, y fue cuando la noche anterior nació mi cicatriz en mi mejilla. Ese mismo día me llevó al monasterio, y empezó una mejor vida , regresé a buscar un espejo que me gustaba de la casa anterior. Pensé que tal vez cuando me vean me pueden agredir, o aprovecharse de mí, pero no tenía miedo. Al llegar, a la casa, estaba quemada, solo cenizas la acompañaban, y nunca pero nunca los volví a ver. Le comente lo ocurrido al monje, y solo me dijo, que aunque el sol arde, también su ardor no solo nos molesta, si no que también toma represalia de la misma forma que arde,”


    Socrates se queda callado, y deja a Sagrario con la palabra en la boca. El se marcha al cuarto. Al llegar el soldado se encuentra dentro del cuarto mirando a su alrededor. Todo tipo de objeto de tortura esta en una meza redonda, tambien engancahdos en la paredes, y una silla de madera tambien se encuentra en el cuarto. Apolio se encuentra sentado en el piso, Socrates se sienta en la silla, y con su mismo camisón se seca su sudor.


    Socrates

    “Segun Sagraria, eres un hijo de una persona importante, digamos un militar.”


    Apolio

    “Segun dicen, segun, no conoci a nadie parecido, soy huerfano, segun dicen la gente.”


    Socrates

    “Me imagino que lo crees tambien, eres muy hablativo, o eres mentiroso.”


    Apolio

    “No soy mentiroso.”


    Un fuerte golpe de puño cerrado le proporciona Socrates a Apolio, el golpe fue tan agresivo que le dejó unos dientes partidos. Llorando y con mucho temor, apolio agarra su lado de su cara con mucho dolor.


    Socrates

    “Si no eres mentiroso, entonces no eres hablativo, eso te puede ayudar ahora mismo.”


    Apolio

    “Que quieres saber, dime dime, soy libro abierto, pero no me vuelvas a pegar.”


    Socrates se levanta lo agarra por el cuello y lo golpea agresivsmente varias veces por el estomago y la cara, Apolio cae al piso con mucho dolor y comienza a gritar.


    Socrates

    “Dónde y cómo escuchaste de un atentado relacionado con la reina.”


    Apolio trata de hablar, pero comienza a vomitar sangre, Socrates lo patea bruscamente por unos minutos hasta quedar inconsciente.


    Soldado

    “Creo que esto no durará mucho, le daba una hora para que se demmayara, solo han pasado minutos.”


    Socrates busca un cubo de un liquido y se lo hecho arriba a Apolio, el despierta confundido.


    Soldado

    “Veo que has meado en ese cubo por tal vez unos meses, el apeste es notable.”


    Socrates

    “Recuerdas lo que hablamos en unos segundos atras niño.”


    Apolio trata de responder, pero no a tiempo. Socrates lo agarra por el pelo y le da varios puñetazos en la cabeza, Apolio no deja de gritar, asta que Socrates se comienza a quejar de su mano derecha. Es cuando comienza a golpearlo con su mano izquierda, hasta nuevamente dejarlo inconsciente.


    Soldado

    “Calambre o dolor?, esa derecha no te hace justicia amigo”.


    Socrates respirando rapidamente se aproxima a la mesa e elije un cuchillo pequeño pero bien afilado. Socrates comienza a pasarlo por los pies de Apolio, y es cuando Apolio responde con dolor a la tercera herida que Socrates proporciona. Apolio sigue llorando.”


    Socrates

    “Necesito que colabores, no tengo paciencia Apolio, quien o quienes fueron.”?


    Apolio no deja de llorar y Socrates continúa agrediendo con su izquierda por muchos minutos. Apolio pierde el conocimiento pero Socrates sigue agrediendo hasta quejarse de su mano izquierda,


    Soldado

    “Tan rapido te traicionan, debes de estar poniendote viejo.”


    Socrates se levanta y prosigue hacia mesa, esta vez se pone dos manoplas en cada mano.


    Soldado

    “Es bueno tener cuatros manos verdad, ayudan a las originales.


    Socrates vuelve a buscar el cubo lleno de orines y le tira todo el líquido a Opolio, esta vez también arrojándole el cubo de madera en la cabeza. Apolio despierta nuevamente, y habla sin fuerza.


    Apolio

    “Conozo una gente extraña que viene de noche a ver al monje, pero no se que hablan, no se quienes son, lo unico que se es que me respetan y preguntan por mi bienestar.”


    Apolio vuelve a perder el conocimiento.


    Soldado

    “Bueno, y yo que pense que este chico no tenia nada que ver.”


    Socrates comienza a golpearlo por el pecho con sus manoplas, y aunque esta inconsciente, la sangre le sale por la boca, como si se le hubiera provocado un sangrado interno.


    Socrates

    “Amarralo del cuello con la cadena, y de vez en cuando entra a ver si sigue vivo. Pero primero avisale a Milan lo que ha dicho, yo me retiro a mi cuarto.”


    Socrates se lava su cara con un cubo de agua, el se restriega su cara y su cabello hasta quedar como si una terrible y fuerte lluvia le haya caído encima. El se quitó su camisón y con la misma agua lo moja y lo exprime y lo tiende encima de la silla. Un manto blanco con capucha se encuentra enganchado, el se viste con el manto y a la misma vez se pone una capa de tela arriba del manto de color azul oscuro. Caminado los pasillo solo la oscuridad le hace presencia, en cada rincón encuentra una antorcha, pero esta vez nota de lejos una antorcha como que viene caminando por su cuenta , pero esta vez es una persona conocida que la lleva, es aquella chica llamada Cesari, que Socrates tiene mucho interes en conocer. Con su manto verde oscuro y una blusa de botones blanca ella ronda los pasillos, sus ojos verdes y su pelo corto negro hacen que Socrates se detenga.


    Socrates

    “Cesari, hola, como va todo.”?


    Cesari

    “Socrates, tiempo sin verte, digo no decadas y menos años, pero dias suelen ser como tiempo largo.”


    Socrates

    “Si si, tiempos largos, eso mismo.”


    Socrates se queda callado buscando que decir, y Cesari mira por todos lados como extraña en la conversacion.


    Cesari

    “Gracias por las flores, disculpa que no te he agradecido, pero cueste que no te he visto para agradecerte.”


    Cesari se rie graciosamente, mientras Socrates sonrie con mucha verguenza.


    Socrates

    “Son flores del jardin, el jardinero la eligio por mi, solo le dije que buscara la mas bellas.”


    Cesari

    “Buena elección, el será aquel que arreglara mi jardín.”


    Cesari se rie, esperando que Socrates se ria tambien, pero Socrates se sorprende.


    Socrates

    “Oh, tienes un jardin?, debe ser hermoso, algun dia lo quiero ver.”


    Cesari

    “Oh, no no, perdón, solo sueño cosas, nada más, no tengo nada, solo mi persona


    Socrates se queda callado, y nuevamente la conversacion toma el rumbo de incomodidad.


    Cesari

    “Pero mi madre tiene un hermoso jardin, osea, debe de estarlo, bueno al contrario, el bosque que queda serca de donde vivimos, se encuentran muchas flores bellas.”


    Socrates

    “Oh, entonces eres de por aquÍ?”


    Cesari

    “No, toma como una semana para llegar alla, caminado claro.”


    Socrates

    “Cual es el nombre de aquel lugar.”


    Cesari se queda asustada, un poco incomoda, y trata de que Socrates no lo note,


    Socrates

    “Entiendo, no es necesario decirlo, buenas noches Cesari.”


    Socrates se marcha, mientras que Cesari queda con una preocupacion, ella se masca los labios y aprietas sus ojos.


    Cesari

    “El pueblo se llama, Arquis, un pequeño lugar dentro del bosque serca del rio Paskú. Serca de Esparza, y a unos dias de Gentú.”


    Socrates

    “Oh, ok, interesante, no sabia que existia un pueblo llamado asi, pero no me hagas caso, no se mucho,”


    Cesari

    “Pero tu, donde naciste, o sea de donde vienes.”?


    Socrates

    “Mondalba, ciudad Griega, dentro de Fondeur, pero muy dentro de los bosques. Incluso, la reina madre llevaba a sus hijas por esos lados, la madre reina era muy amiga de mi madre, y tenia siempre la curiosidad de donde conseguía esas especies de la cocina.”


    Cesari se sorprende.


    Cesari

    “Entonces, se puede decir que conoces muy personal a la familia real.”


    Socrates

    “Eso es real, digamos que compartimos parte de nuestra niñez.”


    Cesari se sorprende, y sus ojos no pueden contener su emocion.


    Cesari

    “Entonces se puede decir, que tienes la libertad de acercarse a ellas.”


    Socrates

    “No de esa manera, pero la realidad es que no pido favores, y menos soy creyente que es algo que me beneficia.”


    Cesari

    “Socrates, es que no creo que entiendas tu dicha, estar cerca de lo más poderoso que existe en Grecia y tal vez más allá de Grecia. Tienes todo a tu favor, no sabia eso de ti, en verdad estoy muy sorprendida. Cómo es que tu, aquel que es…..


    Cesari guarda silencio, y trata de buscar las palabras correctas.


    Socrates

    “No te preocupes, no es nada, si, mi trabajo es algo que alejan a las personas, no te preocupes, no tienes que hablar de eso si no quieres.”


    Cesari se pone nerviosa, y se encuentra atrapada.


    Cesari

    “Osea, me refiero aque, pueda ser que cosas que no se pueden saber, talvez no puedo hablar de eso, osea las personas hablan, yo no se nada.”


    Socrates

    “Soy lo que escuchas, y no es mentira, solo que es algo que las personas miran de otra manera.”


    Cesari

    “Y tu Socrates, de que manera es que miras esas cosas que dices, o que hablan mejor dicho.”?


    Socrates

    “Mmmm, que haces por aqui?.”


    Cesari siente un alivio.


    Cesari

    “Solo andaba arreglando unas camas de algunas habitaciones, ya sabes, sin la reina no hay mucho que hacer. Nora nos tiene haciendo algo siempre, aunque la verdad, solo estamos esperando que regrese la reina.”


    Socrates

    “Pero su hermana esta todabia aqui.”


    Cesari

    “Si, pero es algo extraña, no deja que la arreglen y no exige nuestra presencia, algunas veces Nora manda a buscar a unas de nosotras. La cosa es, que ella siempre encuentra todo mal, creo que somos una molestia.”


    Socrates

    “Si, creo que tiene un mal temperamento.”


    Cesari

    “Sin duda.”


    El silencio nuevamente se aprovecha, y esta vez Socrates sigue el dilema.


    Socrates

    “Tienes tiempo sin visitar a tu familia.”?


    Cesari

    “Mucho tiempo, demasiado tiempo diría, solo mi hermano que estaba en la ciudad. Asuntos de aquellos vendedores de mercados, aproveche y nos vimos un dia, el mismo espejo de mi padre.”


    Socrates

    “Hacen falta me imagino.”


    Cesari

    “Todos los dias Socrates.”


    Cesari se contiene, y sus ojos aguados le hace entender a Socrates que es un tema muy emocional. Nora se aparece en la oscuridad.


    Dora

    “Cesari, me di cuenta que tu cama estaba vacia, algo pasa?.


    Socrates

    “Disculpe usted Nora, la entretuve en el pasillo.”


    Cesari le sonríe brevemente a Socrates y su sonrisa se borra al ver a Nora, ella continúa hacia la habitación. Socrates trata de continuar su camino.


    Nora

    “Socrates, que ha pasado con esos jóvenes capturados.”?


    Socrates

    “Estan siendo procesado, si entiende mi lenguaje.”


    Nora

    “Perfectamente..Pero cuéntame, que será lo fascinante que hayas entretenido a Cesari para que llegue tarde a su habitación. Ella es muy firme y muy cumplidora, encuentro raro que se haya entretenido, sabiendo ella muy bien el toque de queda.”


    Socrates

    “Cosas de la vida, recuerdos de su pueblo, de su gente. La vida antes del castillo señora.”


    Nora

    “Algun arrepentimiento de su parte.?


    Socrates

    “Ninguno.”


    Nora

    “Perfecto, ahora puedo dormir tranquila.”


    Socrates camina dos pasos, pero se detiene y le presta atencion a Dora.


    Nora

    “Si?”


    Socrates

    “Cesari, ella fue recomendada por alguien, para que sea dama de la reina?.”


    Nora

    “Cesari viene de una familia muy prestigiosa, su madre vive en un campo, su padre era un militar, que murió hace mucho. Su madre un día visitó las afueras del palacio, y le contó la historia a unos de los soldados, ese soldado se lo comunicó a otro militar más mayor, y ese conoció a su padre. Su madre quería un mejor futuro para ella, y aquel militar fue el que se lo comunicó a Marcus, y claro desde ahi, llego a mis oídos, y la mande a buscar.”


    Socrates

    “Entiendo”.


    Nora

    “Cesari es una buena chica Socrates, pero conozco y puedo afirmar, que ella piensa lo peor de ti.”


    Socrates

    “Eso no es un debate señora, es una realidad.”


    Socrates se marcha sin decir nada, mientras Nora se queda parada con una sonrisa sarcástica mirando sus pasos. Socrates llega a su cuarto que está en lo muy alto de la torre, se acuesta en su cama, y se rinde al ritmo de la noche. En pocas horas, algo espanta su sueño, él abre sus ojos mientras permanece acostado en su cama de lado. El se sienta en la cama, y moviendo su cuello hace gesto de incomodidad, como si sus nervios estubieran encogidos. El se queda en silencio, esperando una conversación.


    Gigna

    “Como es que una persona de tu tamaño no tiene esos ronquidos alarmantes?


    Gigna se encuentra parada en la puerta, una bata de dormir transparente blanca, y un manto morado, su pelo largo rubio bien arreglado, como si se hubiese peinado durante la madrugada.


    Socrates

    “La joven Sagraria está dañada, un pasado muy sufrido, creo que debe tener esos demonios que no la dejan en paz.”


    Gigna

    “Tan joven, e inocente, y con esos problemas.?


    Socrates

    “Inocente ya no lo es, perdió su virginidad de hace mucho.”


    Gigna

    “Voluntaria”?


    Socrates

    “Fuera de toda formalidad.”


    Gigna

    “Ahhh, víctima de la decepción de aquellos que la rodean, típico de gente sin escrúpulos. Gente sin decencia, aquellos que confías, son aquellos que tienen la mano del demonio marcada en su corazón, si fuera por mi, acabaría con toda esa gente y convirtiera esas ciudades fantasma.”


    Socrates

    “Necesito sacarle la verdad, así que aprovecha lo que te atrae de ella, porque mañana no tendrá lo que tiene ahora.”


    Gigna

    “Como te atreves a sugerir cosas que no son.”


    Socrates

    “Entonces porque estas aqui.?


    Gigna

    “Acaso te debo una explicación.”?


    Socrates se queda callado, y se rinde en relación con tratar de analizar a Gigna.


    Socrates

    “Recuerdas donde vivía?, en aquel tiempo donde tu madre las llevaba a las dos al campo donde nací.?


    Gigna

    “Creo que si no me equivoco existían varias colinas llena de pasto y arboles, y unos lagos cerca de ese pueblo. Tres lagos con diferentes nombres.”


    Socrates

    “Nesti, Abir….


    Gigna

    “Enevron.


    Socrates

    “Uno era limpio como el agua cristalina, donde podrás mirar hasta los peces de lejos. El otro era azul como el mar, y el último verde como la naturaleza.”


    Gigna

    “Mi madre tenía mucha curiosidad de ese lugar, la verdad era un lugar extraño. No entiendo el porque mi madre según estaba buscando esas recetas de tu madre, si no cocinaba y nunca ha estado en una cocina.”


    Socrates sonrie de espalda, mientras Gigna se quedaba pensando.


    Socrates

    “Talvez fue el lugar que le entrego curiosidad, y no las recetas.”


    Gigna

    “Una tumba y su profundidad, te pueden aclarar eso.”


    Socrates

    “Algunas vez te habías enamorado.”?


    Gigna se aserca a Socrates que esta de espalda.


    Gigna

    “Amor?, en serio gordo, yo, osea me preguntas con alguna intencion?.


    Socrates

    “Quiero entenderme, y si es lo que creo, entonces mi vida tiene que cambiar.”


    Gigna

    “Cesari,?eso me imagino, síntoma de Cesari.”


    Socrates

    “”No exactamente.”


    Gigna

    “Mientes.”


    Socrates

    “Es un ejemplo, ejemplo de que la gente como ella me clasifiquen como una persona normal. Ese experimento fue fallido, porque aunque la considero como una rosa de un jardín, ella me considera como un tronco con espinas.”


    Gigna

    “Es tu culpa, tu ambición con la sangre es obvia, me crees tonta.”?


    Socrates

    “Entonces, ayúdame Gigna a buscar esa normalidad que no encuentro, como puedo ser lo que tal vez la gente acepte.”


    Gigna

    “Eres lo que eres, estas avergonzado?, ese no eres tu.?


    Socrates

    “Lo dices, porque te sientes bien al saber que pueda ser que mi alma negra opaque la tuya.
     
    #24
  25. Antonio Liz

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    La Madre Reina


    El juego de ajedrez entre el Sultán y Safris está en aquel momento de razón y detalle. Safris admira desde lejos su ejército que lo acompaña, en lo alto de la colina él sigue pensando que por siempre sería el aquel rey de naciones, emperador del rey romano, y aquel más cerca al todopoderoso. Sus ojos son testigos de un sueño personal, admirando a todo griego que está de su lado. Pero a la misma vez razona en vez de detallar, y entra en sí, de que no puede esperar a su hija por mucho tiempo. La comida es escasa, y sabe que debe continuar, pero entra nuevamente en razón, y sabe que esas dos legiones que procura la reina, pueden ser la clave de la victoria.


    Safris trata de buscar una razón para seguir su jornada sin su hija, la reina. Por otro lado, trata de buscar aquella razón del porqué esta tarde, y se niega a creer que su hija lo ha traicionado. Con un ancho y largo abrigo de oso de color blanco, su cabeza raspada descubierta, y sus manos cruzadas, el rey de Grecia se encuentra en una situación única. Freniud llega a su lado, subiendo la colina con un abrigo de piel de búfalo negro, su armadura sigue como su símbolo de guerrero, mientras su espada es visible en su cinturón. Él se pone de lado a lado con Safris, mientras que un gorro largo de lana hace que solo Safris pueda ver sus ojos.


    Freniud

    "Es el frío ártico, y llegó en un mal tiempo, pronóstico semanas de los mismo, acompañado de una gran tormenta de nieve."


    Safris

    "Me vienes a traer un reporte del clima?, o en realidad lo disfrazas con una mala noticia."?


    Freniud se queda callado por un momento, pero esta vez se retira su gorro de lana.


    Freniud

    "No tengo que explicarte lo que va a pasar, tu mismo entiendes mejor que yo."


    Safris

    "Crees que si seguimos encontrara el camino?."


    Freniud

    "La Grecia piensa como usted su majestad, creo que su lado maternal lo puede traicionar.”


    Safris

    "Te refieres al frío que sienten mis hombres, y el hambre que está por llegar, si no me equivoco.”


    Freniud

    "Ninguna de las dos cosas son imposibles, el hambre se puede solucionar, y el frío lo podemos dejar atrás, pero el problema es que existe solo un remedio, y es seguir adelante."


    Freniud se retira y se dirige a unas de las carpas.


    Safris se encuentra solo, contemplando el paisaje del movimiento militar. Muchos soldados únicamente esperan aquella señal de movimiento, mientras que muchos se encuentran en dentro de sus carpas. Safris mira hacia el cielo y comienza a descifrar lo que sería un encuentro con Dios.


    Safris

    "Aquí me tienes como siervo que soy, sin duda alguna, algunas veces estás convencido de que estoy perdido. No quiero deambular en la tierra como extraño, y menos como extranjero. Mi sueño es por siempre ser aquel conocido por esta tierra, y muchas gentes no comparten esa idea. En mi tierra existe lo contrario a tu aceptación, brutalidad, muerte, agonía, traición y todo lo contrario a ser siervo tuyo. Pero como puedo yo darle lo mismo a aquellos que hacen lo contrario a tu voluntad. Nada más tengo lo que me enseñaste para combatirlo, que son brutalidad, agonía, muerte y traición."


    Alguien se acerca detrás de Safris, y él disimuladamente mira brevemente, y vuelve su mirada hacia el cielo.


    Gelio

    "Se puede decir que es un bien día pese al frío."


    Safris mira a Gelio de arriba abajo.


    Safris

    "Como es que un viejo como tu solo trae consigo un manto no adecuado para este día, y así llamas un buen día."


    Gelio se mira su vestimenta, un manto sin capucha marrón de tela, que él se abriga el pecho con él.


    Gelio

    "Ustedes según militares de la guerra, sin costumbre al clima. Como puedes ver, no es que no tenga frío, el asunto es que no dejo que mi mente lo entienda."


    Safris

    "No sabía que querías morir congelado."


    Gelio

    "Lo dices por mi edad?


    Safris

    "Nunca, lo digo porque el frío no perdona, y me imagino que no discrimina. "


    Gelio

    "Una cosa si te puedo decir, no te preocupes por mí, soy una persona. Pero soy testigo que después de aquí viene una tormenta, entonces es necesario impedir que tu futuro sea arrebatado por el clima y no los turcos.”


    Safris

    "Este clima es temporario, y pasará como todo aquel."


    Gelio

    "Debes ser como la nube, ella inicia el clima mientras se mueve. No lo voy a exigir de nuevo su majestad, es lo debido y necesario."


    Safris

    "Razón, tienes mucha razón."


    Gelio

    "La reina no comparte sus planes, pero eso no quiere decir que romperá una promesa. La cuestión es llegar a ese compromiso de promesa, y eso fue logrado. No mires hacia atrás, si ya has cumplido lo importante."


    Safris

    "Lo importante?, es una caja de sorpresas."


    Gelio

    "Bien, entonces esperemos unas de ellas."


    Gelio sonríe y trata de retirarse.


    Safris

    "Recuerdas como he llegado a todo esto?.


    Gelio

    "Todo comenzó con una visión de tu padre, aquel que se dedicó a llevar el cristianismo a Grecia."


    Safris

    "Como una nación creyente a lo contrario de Dios, puede salir de aquel trance de ignorancia.?”


    Gelio

    "Mis raíces son Griegas, muy diferentes al cristianismo, tu padre siempre respetó mis creencias. Mejor tienes que procurar tener a varios en vez de uno a tu favor."


    Safris

    "Trate de por lo menos tener a una a mi favor, y nunca lo fue así, y con todo eso la ame de todo corazón, la protegí sin importar."


    Gelio

    "Su majestad entiende que fue advertido. Varias opciones existían, y traté de hacer contigo lo que tu padre quiso hacer. "


    Safris

    "Entiendo que la gente cambian, más si están en el poder de la realeza."


    Gelio

    "No existe reino más grande que aquel que está en tu cabeza. Infinitas legiones tocaran la puerta, pero nunca lograran el propósito."


    Safris

    "También existía en ese tiempo el rumor del cuento de hadas."


    Gelio

    "Hadas que existen, Hadas reales, porque tienes que esperar una prueba para creer en Dios.?


    Safris

    "Entonces el monje todavía tenía la razón."?


    Gelio

    "Para eso debes visitar el pasado, y entender aquello que te decía que estabas equivocado en casarte con Emilia."


    Safris

    Mi padre nunca se oponía."


    Gelio

    "Ella, ella se oponía, porque sabía lo que era en sí."


    Safris

    "Rumores, rumores."


    Gelio

    "Lamentablemente, tenía que llegar su fin, para que tú mismo entendieras que no era la indicada."


    Safris

    "No entiendes la casualidad de sentir lo que sentías por una persona."


    Gelio

    "Eso es otra cosa, y apoye tus sentimientos, y mi consejo fue a tu favor, tu padre acepto porque yo acepte que tu corazón te tenía ciego a aquella realidad."


    Safris

    "Rebelde, aventurera, sin límites, y aquella persona que no tenía reglas de hacer las cosas. Imagínate yo casarme con alguien que comparta mis mismos gustos, aquella persona entrenada, y no aquella que seria ella misma."


    Gelio

    "Es cultura su majestad, cultura de ser como el rey quiere que sea."


    Safris

    "Fui mi juventud, pero ella fue aquella encargada de que mi juventud engañe mi pensar."


    Gelio

    "Existen etapas en la vida de su majestad. Es mejor concentrarse en aquella que según le brinda una mala reputación, en vez de enfocarse en esa donde ya la tumba exige silencio."


    Safris

    "Adivinas cuál de las dos hace más ruido.?


    Gelio se acerca a Safris y pone sus dos manos en sus hombros."


    Gelio

    "Si es necesario hablar de culpa, entonces hoy es el momento. Tienes a una nación en tu nariz, proyecto de años, y es lo único que debes tener en tu mente. Si tienes algo de culpa, sería bueno que lo dejes atrás, y continúes siendo lo que todos temen. Hoy necesitamos a aquel que consideran el dictador de naciones por venir. Te diré una cosa, y única cosa, no existe perdón, y menos puedes recapacitar sobre aquella ola tras olas de sangre que has dejado. Es tu legado ser por siempre el representante de lo justo, según tu herencia y nuestra historia."


    Safris

    "No exige perdón, me guio de él, y solo de él, sangre de su legado, su cruz la derramo por todos lados. No necesito a nadie que me explique que también soy capaz de derramar la sangre de aquellos enemigos que clavaron esos clavos en sus extremidades. Una vez me lleve de lo que temes, pero una vez fue demasiado."


    Safris se aleja dejando a Gelio con la palabra en la boca. Gelio sonríe al entender que Safris nunca ha cambiado, y jamás cambiará.



    En unas de las carpas, Asaf y Basil permanecen rehenes por órdenes del Rey Safris. Mientras Asaf está sentado en la tierra y con mente pensativa, Basil se encuentra soñando despierto en una cama.


    Basil

    "Han pasado días, y la reina todavía no está aquí. Es bueno saber que nosotros estamos impuestos a las temperaturas frías. Sabes algo, he notado que los griegos no están dispuestos a permanecer con estas temperaturas, los veo caminando sobando sus manos para permanecer calientes."


    Asaf

    "La temperatura nos hace entender que estamos cerca de Turquia. Existe un inconveniente, que es aquel que talvez no se han enterado de la muerte de Satah y nuestros hermanos. Si acaso se han enterado, podemos decir que nos consideran muertos."


    Basil se levanta de la cama apresuradamente y permanece sentado.


    Basil

    "Si fuese así, legiones tras legiones estuvieran hoy mismo defendiendo nuestro honor."


    Asaf

    "No se precipite joven sultán, las políticas implican muchas cosas antes de venganzas y atentados. Seria como si todo el mundo estuviera en guerra. El sultán jamás juega sin piezas, un juego de ajedrez."


    Basil

    "Todavía no entiendo las razones del rey de mantenernos aquí, en vez de celebrar la unión de dos naciones por base del matrimonio."


    Asaf

    "El joven sultan esta muy joven para entender dicha intencion, seria mejor que se olvide por unos momentos sobre ese pacto. Sin duda alguna, es posible que lo que esperas, nunca llegará."


    Basil se levanta furioso y se acerca a Asaf.


    Basil

    "Entonces que sea ella que se acerque a mí y me diga lo contrario. Sus ojos me hablaban la verdad, y su atención me dice que respeta mi presencia. Además, su padre me afirmó aquel pacto."


    Asaf cierra los ojos y trata de contener sus emociones. Mientras Basil se sienta nuevamente en la cama con rostro de decepcion.


    Asaf

    "El rey es un asesino, un dictador, un animal que devora todo aquel que se opone. Turquia era aquella roca que se puso en su camino, y nunca pudo llegar a obtenerla. Un acuerdo terminó con su régimen, aquel régimen que mataba sin compasión todo lo que se enfrentaba en su camino. La paz fue aquella clave, para que griegos y turcos dejaran de matarse. Se requería que otro Fondeur se proclamará rey o reina, la joven Grecia fue la única opción. Pero Turquia entendía que el rey debería pagar por los atentados provocados por su régimen. La razón más aceptable fue que sea apresado y mandado a Turquia a responder por esas acusaciones."


    Basil

    "Pero, cómo es que por órdenes de nosotros, el allá aceptado cierto trato."


    Asaf

    "Aquel que le llaman "El Papa", líder de la iglesia, fue el que insistió en que él pagara por sus delitos, a cambio de una unión entre dos naciones."


    Basil

    "Pero, si acaso en verdad ese caso está roto, entonces aquel Líder de la iglesia también tiene el poder de hacer las cosas como deberían ser. ¿Acaso no tiene el cuerpo militar de responderle?."


    Asaf

    "Bien dicho, pero la mano de Milan lamentablemente mueven montañas."


    Basil

    Milan?


    Asaf

    "Sacerdote y representante de aquel líder. Se dice que sería el indicado para tomar el trono papal cuando el líder muera. Según mis contactos, eso está casi por pasar, por eso dicen que el rey está por terminar lo que nunca terminó."


    Basil

    "Es una locura, es algo que está planeado sin estar realizado."


    Asaf

    "Fascinante verdad?, dicen que es mejor llegar temprano a una fiesta que tarde. Lo único de llegar temprano es que tienes que esperar a los invitados, pero si llegas tarde, te quedas sin invitados y sin fiesta."


    Basil

    "Digamos que tienes toda la razón, entonces porque no iniciar lo que quiere terminar. No soy militar y menos político, pero creo que estos días aquí, sin hacer casi nada, serían negativos, si acaso ese es su propósito."


    Asaf

    "Buena observación, solo existe una razón. Él quiere estar convencido de que lograra su objetivo, y por ahora, no acepta nada fuera de su plan. Si no me equivoco, esto tiene que ver con la reina.”


    En una noche común en aquel monasterio en Galomé, un gran acontecimiento está en acción. La reina hace su presencia. Ella permanece en el cuarto de Cesarus, una silla y una cama amplia le hacen compañía. Una pequeña ventana redonda es la única opción de aire fresco. El escritorio marrón contiene algunos papeles sin arreglar, la cama no contiene sabanas y menos almohada, como si alguien está por venir a arreglarla. Grecia permanece sentada en la silla, mientras Agnus permanece sentado en la cama que solo se le nota la plataforma y colchón.



    Agnus mira a su alrededor, mientras Grecia permanece con rostro de espera.


    Agnus

    "No es por nada, pero esto me recuerda a un calabozo, la única diferencia es que está bien arreglado y tiene una cama y un escritorio."


    Grecia sonríe sin deseo, y mira el alrededor.


    Grecia

    "Sabías que también algunos de los presos tenía sus camas y sus escritorios.?, aquellos presos de alto rango."


    Agnus

    "Me equivoco entonces, ahora afirmo que es un calabozo ordinario y corriente."


    Grecia esta vez no sonríe, y su mirada le asegura a Agnus que talvez una segunda expresión graciosa no sería una buena idea.


    Grecia

    "Por mi parte prefiero estar en este calabozo, porque es donde tienes la virtud de evadir aquellos que te quieren apuñalar tu espalda. La traición es limitada aquí, porque ese monje que vive aquí, se encuentra nada más resistiendo todo lo que viene de mi familia y todo su alrededor. Eres muy buen amigo, y ahora mismo no soy tu reina, por eso te voy a pedir un favor. Si acaso quieres permanecer en esta conversación, necesito que estés callado sin ninguna interrupción, y me atrevo añadir, que tus chistes de mal gusto, los guardes para aquellos que serían tus compañeros."


    Agnus, avergonzado y muy preocupado.


    Agnus

    "Disculpe su majestad, no volverá a pasar."


    Grecia

    "Sabes que?, mejor sería que cuando Cesarus entre aquí, también te retires, no es necesario tu presencia a menos que quieras animarte a escuchar a través de la puerta."?


    Agnus saca una daga de su cinturón.


    Agnus

    "Que Dios agarre mi daga y me corte mi oreja, si acaso sería mi intención."


    Cesarus toca la puerta y entra con sábanas y almohadas blancas. Agnus se retira y se queda en la puerta. Grecia se levanta y se acerca para cerrar la puerta.


    Agnus

    "Estaré aquí en la puerta por unas horas, uno de mis hombres hara mi revelo, mientras que los demás estarán por esa ventana, también tomando turnos su majestad.


    Grecia sonríe sin ánimo alguno y cierra la puerta. Cesarus continua arreglando la cama, y al terminar se asegura que todo esté bien.


    Cesarus

    "Perdon que no tenga nada que acomode a su majestad."


    Grecia

    "No es necesario, me identifico con tu forma de vivir, solo vivir de lo que tenemos, en vez de lo necesario".


    Cesarus

    "Bueno, la dejaré que descanse."


    Grecia

    "No vine a ser huésped de tu Monasterio Cesarus, y menos dormir es mi intención en una noche joven y que empieza."


    Cesarus

    "Aquí está su servidor, para lo que desea."


    Grecia se acerca a la cama, se desamarra su manto y lo tiende en la cama. Su pelo recogido negro y sus ojos azules apagados muestran una larga jornada a caballo. Una túnica verde oscura con una decoración de oro en el cuello hacen que la reina evolucione en ella un poco de ánimo.


    Cesarus

    "15 Soldados acompañan a su majestad, y su majestad ha llegado sin carruaje, y me imagino en caballo. Acaso pasa algo?.


    Grecia

    "Te equivocas, aunque cabalgando en túnica sería unos de mis problemas que añadir."


    Grecia sonríe con ánimo, y es cuando Cesarus se atreve a sonreír a la misma vez.


    Cesarus

    "El soldado de la puerta, muy dedicado a su reina, amigo tuyo de infancia.?


    Grecia

    "Si, pero me imagino que te sorprendes la confianza, ya que cabalga conmigo en esta extraña misión según tú."


    Cesarus

    "Su majestad no se equivoca."


    Grecia mira alrededor del cuarto, y Cesarus la acompaña en su jornada visual."


    Cesarus

    "Es aquella cueva donde duermen los pensamientos, pero no aquella que desarrolla la conexión divina."


    Grecia

    "Según eres aquel monje que se pierde en el bosque buscando a Dios."


    Cesarus

    "Soy aquel monje que Dios siempre lo encuentra, y aquel que falla día a día buscándolo."


    Grecia

    "Entonces, si él te encuentra, porque sales a buscarlo.?


    Cesarus

    "Es preferible ser la oveja perdida que pastor. Me paseo buscando un rumbo sin fin cuando soy oveja perdida, pero siempre mi pastor viene por mí. Prefiero perderme para que así él me rescate."


    Grecia

    "Dilema cristiano, dentro de tu persona, pero no de tu religión."


    Cesarus

    "Se puede decir que es un sermón de capilla."


    Grecia

    "Que raro, no me aburre para nada, respetando a aquel que me entrego la tierra como temporaria."


    Cesarus por un momento se queda pensando. Grecia lo mira atentamente tratando de decirle algo.


    Cesarus

    "Su majestad entiende que todo líder cristiano debe de alentar el sufrimiento, y aumentar la fe."


    Grecia

    "Si me respondes como líder de una iglesia, mi jornada fue en vano."


    Cesarus

    "Solo traté de ayudarte."


    Grecia

    "Lo lograste, y me ha marcado para toda la vida. Nunca quería tener dudas, pero ahora no son dudas, ahora se convierten en algo que depende del todo que soy.”


    Alguien toca la puerta, Agnus abre la puerta y es Patsia que entra con una bandeja que contiene pan y una taza de leche.


    Patsia

    "Disculpen, pero ya todos los demás han comido algo de lo que tenemos, según me dice existe una joven aquí que no ha comido nada."


    Cesarus y Grecia se quedan mirando a Patsia, ella tiene la expresión como que ha interrumpido una importante conversación.


    Parsia

    "Disculpen nuevamente, no quería interrumpir, solo mi conciencia insistió en entrar para que su estómago este lleno."


    Cesarus concentra su mirada en Grecia, mientras Grecia no le quita la mirada a Patsia. Grecia conecta su mirada con Cesarus, Grecia mueve su cabeza indicándole a Cesarus que la madre monja tiene derecho a saber la verdad. Cesarus se levante de la silla, él cierra la puerta y se acerca a Patsia. Cesarus toma la bandeja y la pone en el escritorio, Cesarus abraza a Patsia de forma por si la emoción la traiciona y se desmaya. Pateia encuentra extraño la reacción de Cesarus y reacciona incómodamente.


    Patsia

    "Que está pasando?, este comportamiento no lo acepto, no me pongas tu mano encima Cesarus, esto no es aceptable y lo sabes."


    Cesarus

    "Madre monja, esta es Grecia."


    Patsia incómoda y muy confundida, contesta.


    Patsia

    "Mucho gusto, Patsia, madre monja de este monasterio, y sierva del todopoderoso."


    Cesarus

    "Grecia, su majestad, reina de todo imperio y heredera del trono de Fondeur."


    Patsia comienza a temblar, sus piernas la quieren traicionar, pero Cesarus se asegura de que ella no se caiga. Ella comienza a murmurar algo que no se entiende, ella mira a Ceesarus con mucha sorpresa y sus labios tiemblan incontrolablemente.


    Cesarus

    "Vamos tranquila, puedes , sé que puedes."


    Grecia confundida y sin saber que hacer, se levante y toma la taza de leche que está en el escritorio y se la pasa a Patsia. Patsia esta vez calmada toma la taza y bebe un poco de leche. Cesarus retira la taza y la pone nuevamente en en el escritorio. Grecia vuelve y se sienta en la cama, meintras Cesarus sienta a Pateia en la esquina de la cama, un poco alejada de Grecia. Calmada, pero sin mirar a Grecia, ella se dirige a la reina.


    Patsia

    "Disculpe su majestad, no se si estoy en la gloria, o talvez estoy soñando. Tengo la virtud de estar viva para estar cerca de usted. En mi vida nunca estaría lista para este encuentro, mis ojos son dichosos de tener su presencia aquí conmigo. Que Dios le dé vida, soy su sierva, mi reina. Perdone que esta campesina no se sabe comportar delante de usted."


    Patsia se arrodilla y pone su cara pegada al suelo.


    Cesarus

    "Mujer por Dios levántate, no es un santo que está presente."


    Grecia

    "Por favor levántese."


    Patsia

    "Cesarus entonces como quieres que hagas, ? dime tú que te veo muy bien cómodo en tu silla."


    Grecia sonria graciosamente.


    Cesarus

    "Mujer levántate que no e limpiado el piso hoy, aleja tu cara del suelo."


    Grecia

    "No es necesario, por favor levántese".


    Patsia se levanta y se sienta en la esquina de la cama, acurrucada como si estuviera fría la noche.


    Patsia

    "Bueno, sera mejor que me retire, disculpe el bocado, en estos tiempos las cosas son un poco dificiles."


    Cesarus

    "Sería bueno que te quedaras un poco, creo que llegaremos a algo que talvez sea necesario que escuches. Referente a la larga conversación que te debo."


    Patsia

    "Si su majestad lo permite."


    Grecia conecta su mirada con Cesarus.


    Cesarus

    "La madre monja y yo, tenemos un tema relacionado con su pasado. Me imagino que no ha llegado aquí para que comer pan y leche."


    Grecia

    "Entiendo que esta persona es de tu confianza, pero mi curiosidad es tan atrevida que me pregunto, con cuantas más situaciones críticas as confiado en esta persona.?


    Cesarus

    "El dilema de la mano derecha involucra a la madre monja."


    Grecia mira a Patsia, y Patsia continúa acurrucada mirando para otro lado.


    Grecia

    "Como defines tu fe y tu religión monje?


    Cesarus

    "La tierra es sólida en todo lo que tenga que ver con la naturaleza, llegará el momento que la naturaleza se encogerá un poco más por nosotros mismos. Tantos árboles destruidos para hacer carreteras y viviendas. Entonces mi religión existe en lo que una vez fue, y permanece en lo que siempre estará presente. ¿Acaso el hombre puede cambiar la lluvia para su beneficio."?


    Grecia

    "En tiempo de guerra la lluvia beneficia a aquel que la sabe usar."


    Cesarus

    "En tiempo de guerras, no se puede calcular la posición de cada gota de lluvia."


    Grecia se queda callada, todavía analizando a Cesarus.


    Grecia

    "Entonces, cómo es que tú , y solo tú, eres aquel que puede hacer esos cálculos. Predicaste una gota, pero esa gota de lluvia estaba en medio de billones por billones infinitos. Fuiste tú aquel que entre todas esas gotas, elegiste esa como aquella tiro al blanco. ¿Cómo predicaste que mi madre iba a atacarme y yo iba a matarla.?


    Patsia abre sus ojos sorprendidos, mientras Cesarus la acecha brevemente.


    Grecia

    "Desde el principio monje."


    Cesarus

    "Tu madre y yo fuimos buenos amigos, cuando llegué a Galomé, ella fue unas de las personas que se involucró en mi vida, no como hombre de fe, mejor dicho como una amistad más allá de la fe. La verdad éramos muy jóvenes, y creo que nuestros años de rebeldía fueron aquel tiempo donde conectamos como dos personas con una química sin igual."


    Grecia

    "Su gran amistad no era cosa nueva, pero el misterio es el porqué la abandonaste?, en su momento donde creo que más te necesitaba."


    Cesarus

    "Tenga algo claro su majestad, nunca he abandonado a su madre, y menos después de su muerte."


    Patsia se sorprende al escuchar a Cesarus.


    Patsia

    "La muerte es el comienzo y el final, como es que un vivo sigue a los muertos en esa vida."


    Grecia le pone atención a Patsia.


    Grecia

    "Cuéntame todo lo relacionado, con aquello que se dice llamar Saxéx. Aquello que según entiendo estaba dentro de mi madre al yo poner su final."


    Patsia

    "Su majestad entienda que la gente habla y los murmullos se extienden hasta su castillo. La mente es irresistible a algunas enfermedades, y nuestro cuerpo transmite delirio durante tiempos difíciles."


    Grecia ignora completamente a Patsia.


    Cesarus

    "Bien, espero que tenga la mente abierta a posibilidades. "


    Cesarus empieza a dialogar una historia relacionada con todo lo que tenga que ver con Emilia, la madre de la reina.


    Joven Cesarus se encuentra en aquel cuarto, esperando personas para confesiones.


    Persona 1, mujer 60 años.

    "Mi día es tan terrible que prefiero contarle lo que estuvo a mi favor mi amigo Cesarus."


    Joven Cesarus

    "Es un buen comienzo, prosiga."


    Persona 1

    "Hoy mis hijos comieron carne de cordero, mis flores están más bellas hoy día. Me siento con mucha salud, y mi cuerpo no me traiciona."


    Joven Cesarus

    "Me preocupa lo que dices, que tu cuerpo te traiciona, ¿algún mal?.


    Persona 1

    "Es algo que pudre mi piel por dentro, algo significativo para ponerme en sentencia de muerte."


    Joven Cesarus

    "Claro, es algo por dentro, provocado por una infección, no es una sentencia."


    Persona 1

    "En Galomé, todo es sentencia. Disculpe, tengo que retirarme. "


    Joven Cesarus

    "Tu fe te sanará, oraré por ti."


    Perdona 1

    "No pierda su tiempo conmigo, es la ley de estos lados."


    La puerta se escucha al abrir y cerrar. El joven Cesarus permanece en silencio por unos 5 minutos, esperando que alguien entre. La puerta se abre como si alguien la quiere arrancar.


    Emilia

    "Increíble, nunca apareciste."


    Joven Cesarus

    "Emilia?".


    Emilia

    "Estaba esperándote para ir a esas cosas de brujas, me dejaste plantada."


    Joven Cesarus

    "Estaba cansado por el viaje, me quedé dormido, además tenía que ayudar en la capilla, sabes que tengo cosas de hacer, además mi compañía tal vez no era necesaria. Los demás de seguro estaban presente."


    Emilia

    "¿Crees que soy parte de eso?, mi madre y padre me matarían."


    Joven Cesarus

    "Espera un momento, me querías involucrar en algo no debido?


    Emilia

    "Debido se llama, acaso Dios acepta la mano negra, o eso maligno que se quiere apoderar de nosotros."?


    Joven Cesarus

    "Gregorio me dijo que me quedara esa noche, eso fue, me quedé dormido."


    Emilia

    "Acaso es el que te gobierna, es el tu dueño, no sería mi primera vez que exista ese encuentro impuro de hombre a hombre."


    El joven Cesarus se sorprende.


    Joven Cesarus

    "Niña, que Dios te limpie esa mente, estás delirando en pecado, como te atreves a insinuar algo así."


    La puerta de salida se abre bruscamente, y es cuando Emilia entra a donde está el joven Cesarus sentado, ella lo agarra por el manto acercando su nariz a él.


    Emilia

    "Nunca me digas niña, eso le pertenece a mi padre y madre. Estaré cerca de la capilla esa noche, y si no estas, entonces entraré al bosque yo sola. Que tu conciencia no te coma si algo me pasa."


    Grecia

    "Espera, ¿cuál es el desespero de mi madre en que vayas a esa reunión?, no entiendo, acaso tenía una duda, o era parte de su rebeldía.?


    Cesarus

    "Todo para tu madre era emergente y no podía esperar. Me fui acostumbrando poco a poco."


    Grecia

    "Desconozco a esa persona."


    Cesarus

    "Gregorio insistió que fuera esa noche a la capilla, algunas 15 personas estábamos presentes, y éramos aquella orden que patrullaba la noche."


    Grecia

    "Patrullar el bosque?, "


    Cesarus

    "Algo fuera de lo normal nos avecina, y aquel que era rey, creía mucho en lo que se llama aquellos que practicaban lo sobrenatural."


    Grecia

    "Hablas de mi abuelo."?


    Cesarus

    "Sus razones, únicamente la sabe tu padre, pero yo exclusivamente te puedo contar lo que estos ojos pudieron presenciar. Aquella noche nos reunimos a hablar por donde íbamos a estar. Gregorio nunca me explico nada, nada más me dijo que tenga mi mente abierta a lo que voy a presenciar, que si tengo suerte encontraré algo fuera de lo normal."


    Grecia

    "Gregorio".?


    Cesarus

    "Fue aquel que me guio a mi vida santa."


    Patsia

    "Aquel hombre de las manzanas."


    Grecia

    "Manzanas?"


    Cesarus

    "Madre monja, un momento."


    Patsia

    "Perdón, no volverá a pasar."


    Cesarus

    "En esa reunión, Gregorio estaba hablando y discutiendo sobre lo que en realidad debe de pasar. No había duda que Gregorio sabía lo que estaba haciendo, y menos existía duda que en algún tiempo había hablado personalmente con tu abuelo, y tu abuelo lo entendió perfectamente."


    Grecia

    "Me confundes, pero a la misma vez, creo lo que dices."


    Cesarus

    "Gregorio siguió un camino con algunas personas, y yo solamente tenía una opción, que sería seguirlos esa noche oscura. Pero Emilia me había contado que estaría por esos lados, y entrando al bosque estaba ella, con un manto con capucha negro, y ella sé bajo su capucha para que yo la reconociera."


    Emilia

    "Me imagino que mamá gallina dejó un pollito atrás."


    Joven Cesarus

    "Espera... Mamá quien?


    Emilia

    "No te hagas, vi como no sabías con quién irte, pero ve, puede ser que las antorchas te guíen."


    Joven Cesarus

    "Ya estoy aquí, vamos, y tal vez sea mi última noche aquí por desobedecer."


    Emilia continúa el bosque, siguiendo las antorchas de lejos.


    Joven Cesarus

    "A donde vamos, porque los seguimos si no lo estamos evitando?."


    Emilia

    "Oh perdón, sabelotodo, acaso tienes en tu manto de mal gusto una antorcha que ocultas."


    Joven Cesarus

    "Manto de mal gusto?, es blanco?


    Emilia

    Exacto, punto blanco en la oscuridad."


    Las antorchas se detienen en un lugar, y varias personas salen de una casa hecha de madera y lodo.."


    Emilia

    "Ellos estarán aquí unos buenos minutos, nosotros iremos por aquí."


    Una casa de piedra está presente, la luz se nota dentro de la casa, una chica de algunos 16 años sale a colgar unas ropas en un alambre que se extiende a unos 10 pies de la casa a un árbol. Ella sale con un plato de madera ancho y encima tiene unas ropas mojadas. La chica es de pelo largo, marrón claro, casi rojo, y una blusa larga de color amarilla, como si fuese una bata de dormir. Su piel blanca es visible, también su buena figura delgada y de buen cuerpo. Ella se da cuenta de nuestra presencia al caminar hacia donde está.


    Leria

    "Emilia, te extrañé mucho en estos varios días."


    Emilia

    "Mis padres se acostaban tarde, creo que en proceso de procrear, y ayer, digamos que alguien me lo impidió."


    Emilia mira al joven Cesarus con afirmación.


    Emilia

    "Leria, Cesarus, Cesarus ,Leria, el sería el próximo cazador de este bosque."


    Cesarus

    "Cazador?, no no, soy hombre de fe, próximo sacerdote el obispo si Dios lo desea."


    Leria

    "Ahh, entrenamiento."?


    Emilia

    "Está perdido, pero, me agrada, porque me hace creer que mandó en el."


    Cesarus

    "Espera, no mandes en mí, solo trato de ser parte de esta comunidad, y eso quiere decir que debo de estar bien con todo el mundo."


    Leria

    "Tienes razón, es agradable."


    Emilia

    "Te lo dije."


    Joven Cesarus

    "Qué hacemos aquí."?


    Leria

    "Emilia me visita cuando mi abuela está de viaje."


    Joven Cesarus

    "Bien, entonces te hace compañía para que no estés sola, es muy peligroso estar solo en el medio de la nada."


    Emilia se ríe a carcajadas, y Leria se confunde al escuchar a Cesarus.


    Leria

    "Qué le debería temer.?


    Joven Cesarus mira a su alrededor.


    Joven Cesarus

    "Que no es obvio.?"


    Emilia

    "Bueno, yo por mi cuenta estaré esperándolos en tu casa Leria, y sería mejor que te quedaras aquí Cesarus, por sí esos que temes, le puedan hacer daño a Leria en lo que tiende la ropa."


    Emilia se retira y entra a la casa de Leria mientras se ríe a carcajadas. Leria continúa tendiendo poca ropa, y Cesarus la mira con mucha curiosidad.


    Joven Cesarus

    "Acostumbras a lavar tu ropa de noche."


    Leria

    "¿Quien dijo que es mi ropa"?, acaso también el sucio se tiene que lavar de día.?


    Joven Cesarus

    "Perdón, es la costumbre."


    Leria

    "Falta de costumbre mejor dicho, eso va para ti. Vamos, entremos, sea lo que sea que debo de temer, tal vez le temes tú también."


    Al entrar una mesa cuadrada de madera marrón con cuatro sillas de color negro son visibles, un caldero grande está encima de un fogón de leña. Emilia se encuentra mirando por una ventana redonda, bebiendo el contenido del caldero que está caliente, mientras ella mantiene su mirada hacia afuera.


    Leria

    "Te puedes sentar, te serviré un poco de sopa de cordero, es mi especialidad."


    El joven Cesarus nota el tamaño del caldero.


    Joven Cesarus

    "Invitados?, o sea este caldero es para mucha gente."


    Emilia

    "Talvez, talvez Cesarus."


    Emilia contesta con una sonrisa mientras no le quita la mirada a todo lo que está fuera. Leria le sirve un poco de sopa a Cesarus en un plato hondo de madera y una cuchara de madera. Mientras ella lo acompaña sentada en la mesa.


    Joven Cesarus

    "Buena sopa, buen sabor, de seguro receta de tu abuela, tienes que decirle que soy un fanático más."


    Emilia sonríe al escuchar, mientras a la misma vez Leria voltea su cabeza para mirar a Emilia.


    Leria

    "Si, a ella le encantaría otro fanático."


    Joven Cesarus

    "Me imaginaba que no sería el primero."


    Leria

    "No te equivocas."


    Emilia

    "Cesarus, hablando de fanáticos, sabías que Leria es muy fanática a la vida cristiana, incluso, ella tiene algunas curiosidades en relación con la vida, después de esta vida temporaria que vivimos."


    Leria nuevamente voltea su cabeza para mirar a Emilia. Mientras Emilia sigue concentrando su mirada en el paisaje de oscuridad y algunas antorchas.


    Leria

    "Por lo que veo, entonces tengo curiosidad."


    Joven Cesarus

    "La vida es una, es el vaso celestial de quienes somos, piel y sangre aseguran que somos el depósito de algo mayor. Después de esta vida, no somos reemplazados con otro caparazón de piel y sangre, sino que lo que tenemos por dentro como espíritu santo, se revela como piel y sangre encima de nosotros."


    Leria

    "Interesante, nunca he escuchado, tan emocionante versión."


    Emilia baja su cabeza, y trata de no reírse.


    Leria

    "Entonces, me imagino que seremos parte de una comunidad que representa el espíritu santo. Ósea para ser declarados siervos, sería algo transparente de ver cuando estamos en esa comunidad."


    Joven Cesarus

    "El paraíso, a eso te refieres, pero sí, tienes razón, somos la marca del espíritu santo."


    Leria

    "Y aquellos impuros que no son capaces de aceptar dicha gloria?


    Joven Cesarus

    "Son parte de la maldad y lo más cerca a ser demonios de la vida. Asesinos, violadores y aquellos que se rehúsan a cambiar sabiendo que son siervos de Dios."


    Liria

    "Dios no acepta esa clase de personas en su comunidad, o sea en su paraíso.?


    Joven Cesarus

    "Al contrario, los adora mucho más, porque tienen la voluntad de sacar los pecados como él los evita para que seamos hijos de Dios. Todo aquel que bebe agua de su fuente, es aquel que camina el mismo camino, camina dentro de su corazón purificado."


    Leria

    "Entonces se puede decir, que existe cada lugar para cada siervo, o sea donde haces el bien, estarás en un lugar del bien, y donde haces el mal, estarás donde perteneces al mal."


    Joven Cesarus

    "Bien, más simple de como lo has dicho, no se puede explicar."


    Leria

    "Perdón, soy de mente cerrada, la simpleza es mi estilo."


    Emilia no contiene su carcajada y se ríe brevemente. Esta vez Leria no voltea su cabeza, y sigue concentrada en Cesarus. Cesarus por su parte, dirige sus ojos hacia Emilia con curiosidad.


    Leria

    "No le hagas caso, ella es tan simple como yo, no entendemos nada de eso a la manera que tu has vivido en carne propia."


    Joven Cesarus

    "Ah, no para nada, para eso tengo que pasar a la otra vida."


    Leria

    "O sea, que no has presenciado algo semejante.?


    Joven Cesarus

    "Las escrituras enseñan, y tu fe lo afirma, por eso todo siervo está libre de dudas."


    Leria

    "Entonces cómo puede una persona ignorante como yo, creerte."


    Joven Cesarus

    "No te puedo obligar, tú como sierva de Dios sabes que es la verdad."


    Leria

    "Pero, me considero capaz de creer lo que he vivido, puede ser que no conozco el paraíso y el infierno. Pero vivo en carne propia, su pasillo, eso no es fe, es realidad."


    El joven Cesarus se confunde y trata de entender.


    Joven Cesarus

    "Disculpa, pero no te entiendo."


    Una niña de algunos 5 años se acerca a la casa, y con una pequeña rama trata de bajar la ropa tendida en aquel alambre.


    Emilia

    "Cesarus, la ropa se lava de noche, porque tú no sabes quién quiere vestirse ese día."


    El joven Cesarus se acerca a la ventana, nota a la niña tratando de recoger la ropa, y es cuando la ropa cae y ella se viste con ella. Cesarus sale para afuera a socorrer a la niña. El camina a una distancia, y la niña nota su presencia, ella se esconde detrás de un árbol.


    Joven Cesarus

    "Criatura de Dios, ven conmigo, la noche está muy oscura y peligrosa, ven, tenemos suficiente sopa, te llevaré con tus padres en la mañana."


    Niña

    "Soy de Dios"?


    Joven Cesarus

    "Todos lo somos, pero tú eres un ángel, un ángel inocente."


    Niña

    "Pero si es así, cómo es que sigo aquí."?


    Joven Cesarus se queda pensativo y confundido.


    Joven Cesarus

    " Ven, entra, no son horas de estar afuera. Quédate donde estás, iré por ti."


    Una voz interrumpe la intención del Joven Cesarus, es Gregorio que sale detrás de él en la oscuridad."


    Gregorio

    "No te acerques, deja que la luna se acerque primero, está en su derecho."


    El Joven Cesarus mira al cielo, y nota la luna escondida en las nubes. Pocos segundos pasan, y las nubes se alejan de la luna, y es cuando la luz de la luna alumbra a la niña, que ahora viste la ropa blanca que estaba tendida, en su brazo se nota una herida seca, donde se puede ver su piel colgando, y gusanos adornan su frente. La luna nuevamente se oculta detrás de las nubes, y la niña corre más allá de la oscuridad como si la hubiesen descubierto.


    Joven Cesarus

    "Mis ojos me engañan, verdad".


    Gregorio

    "Existe el mesías que dice....tú lo has dicho."
     
    #25
  26. Antonio Liz

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    Dialogos de Pupila


    En aquella jornada, en el bosque, Nivek, Molava, Katizi, Serra y Miera se encuentran rodeadas por soldados con diferentes armaduras y uniformes militares. Molava esconde su espada detrás de ella, mientras que Nivek permanece con Miera, y Katizi tiene de manos a Serra. Los soldados rodean al grupo sin mucho que decir, como esperando a alguien que se acerque. En una poca distancia, un hombre en un caballo negro se acerca, hombre alto de piel canela, ojos verdes y pelo marrón que le da terminando el cuello. Una capa de color marrón oscura, y una armadura de cuero negra en el pecho con un símbolo de un caballo blanco.


    Ocatvian

    "Ustedes, yo soy Octavian Vercichi, es el nombre que encontrarán en las montañas de Esparza, y en las otras tribus de colonias. Mi nombre lo proclama Grecia, tal vez Roma, y muy posible más allá de Romania."


    El grupo se encuentra con dudas, temor, y sorpresa de ver soldados cerca. Nivek hace su presencia y camina unos 5 pasos hacia Octavian, que todavía está montado en el caballo.


    Nivek

    "Nivek, mi nombre es Nivek, ella es Molava, Katizi, Miera y Serra. Solo pasamos por aquí, rumbo a Galomé."


    Octavian

    "Nivek, en mi cultura siempre es muy necesario describir de dónde vienes, y por lo que veo, no eres romano y menos Griego. "


    Algunos soldados se empiezan a reír, pero la mirada de Octavian le hace entender que sus burlas deben de ser breve.


    Nivek

    "Nivek Dillow, Nivek Dillow de Malé."


    Todo aquel que no conoce a Nivek empiezan a sentir confusión, ya que nunca ha escuchado algo similar con Małé.


    Octavian

    "Mi curiosidad del porqué estás aquí ronda mi mente, porque si no me equivoco, estás muy lejos de casa."


    Nivek

    "No se equivoca, está en lo cierto."


    Octavian se queda explorando brevemente a Nivek, y luego empieza a analizar el resto del grupo.


    Octavian

    "Mis hombres tenían duda, del porqué un grupo se desplazaba por aquí, y luego se echarán a correr como si se esconden o esconden a alguien."


    Serra mira con confusión, y nota que nadie quiere decir la realidad de lo que está pasando.


    Serra

    "No somos espías, y menos estamos en busca de un mal, somos pasajeros, con diferentes circunstancias en la vida."


    Octavian

    "Ya que eres por lo que veo la voz de tu gente, porque mejor me explicas, cuál es el motivo de rondar estos bosques?. Galomé es un lugar santo, digno de perdón y alivio. ¿Acaso algo de culpa tiene su jornada.?"


    Serra se mantiene callada, ella mira a Nivek, y Nivek trata de dialogar, pero es interrumpido por Molava que sale del grupo con su espada. Los soldados sacan sus espadas y la alertan de quedarse donde está. Ella camina a tres pasos acercándose a Octavia, ella entierra la punta de su espada en la tierra y la deja parada. Molava comienza a retroceder hacia atrás, y se dirige a Octavian.


    Molava

    "Estábamos en el bosque, fuimos capturados por los Griegos, en ese proceso maté a un soldado, y todos fuimos afectados por eso. Me escapé con mis amigos, y también maté a otro soldado para escapar. Algunos nos separamos para sobrevivir."


    Molava hace una pausa y comienza a mirar al Grupo.


    Molava

    "Pero el destino nos encontró de nuevo."


    Octavian atentamente le presta atención a Molava, como si todavía espera parte de la historia. Octavian logra mirar a Katizi, ella brevemente mantiene su mirada hacia Octavia, pero con disgusto ella se desconecta de sus ojos.


    Octavian

    "Bien, tenemos algo en común, entonces, compartimos lo que es la terminación de los griegos."


    Todo soldado, incluyendo Octavian comienzan a reír. Unos 10 soldados se acercan, y uno de ellos se dirige a Octavian.


    Enos Pilato

    "Grandes legiones están cerca, alejándose de Fondeur, pero tememos que nos puedan ver. Debemos alejarnos lo más antes posible."


    Octavian

    "Vamos, debemos irnos, nuestros amigos vendrán con nosotros, procuren que estén montados en un caballo."


    Octavian se acerca a Katizi con su caballo Y le da la mano para ayudarla a subir. Katizi se queda mirando a Octavian con odio y frialdad, y sin quitarle los ojos de encima, se monta con él. Enos se asegura que los demás estén montados, y todos cabalgan fuera del lugar.


    La noche sigue joven en el monasterio, la conversacion entre la reina, Patsia y Socrates sigue en pie. Grecia come un poco de pan y leche, mientras Patsia sigue sentada en la esquina de la cama, pero esta vez relajada, su mirada sigue sin conectarse a la reina. La silla donde se sienta Cesarus esta vacia, su ausencia en el cuarto es muy notable, ya que no existe comunicacion alguna entre la Grecia y Patsia.


    Grecia

    "Dime algo Patsia, que te pasó en ese ojo?, ¿cuál es la razón del parche?


    Patsia toca su parche y esta vez se conecta con Grecia.


    Patsia

    "Es un defecto, o sea, nací sin pupila en este ojo, cosas de aceptar nuestros defectos como somos su majestad."


    Grecia

    "Entonces, eso te obliga a ser monja, ósea los defectos son proclamados con tantas cosas, que es mejor esconderse que la gente lo critiquen."


    Patsia

    "La reina tiene razón, de maldición, enfermedad y hasta impura fueron algunas palabras de la gente. Pero, no todo es verdad, aunque mi decisión de ser monja no lo llevaba en mi corazón, las opciones de ser obligada a ser mujer de aquellos miembros de alteza era una de ellas, y la otra era estar en un convento. Ahora los tiempos son diferentes."


    Grecia

    "Tiempo donde reinaba mi abuelo asumo."


    Patsia

    "Para serle sincera, su abuelo no puede controlar cada detalle de aquellos tiempos. Menos a personas insignificantes."


    Grecia

    "Te arrepientes de estar aquí como madre monja."


    Patsia

    "TalVez su majestad espera la respuesta que fue lo mejor que me paso, o tal vez prefiere que le diga que este fue mi llamado. Pero no es así, tenía deseo de ser madre, de ser tal vez aquella mujer esposa, aquella que sería parte de una comunidad poco consagrada”.


    Grecia

    “Entonces”.?


    Patsia

    “Tenía otras aspiraciones, pero poco a poco entendí que una mejor vida me esperaba. La realidad es que, somos dueños de lo que queremos ser, pero nunca nos podemos apoderar de lo que Dios quiere para nosotros. Con todo amor he aceptado mi misión como sierva, y por eso ahora tengo ojos de mirar lo más importante de ser una mujer casada, tener hijos y vivir mis sueños.”


    Grecia

    "Describes tu religión como su salvación?, aquella que intervino para que vivieras en la vida verdadera, la vida eterna."


    Patsia

    "Usted, su majestad, tiene mi razón, más clara que el agua cristalina, y más pura que la bendecida."


    Grecia

    "Donde estabas, en los tiempos de rebeldía?, en los tiempos de cuando los clanes se rebelaron en contra de lo Fondeur."


    Patsia se queda muy pensativa, como si necesita consultar a alguien para explicar.


    Grecia

    "Me miras como si soy yo aquella que tiene que juzgarse, como si estoy interrogándote buscando respuestas."


    Patsia

    "La justicia de la tierra es justa, depende quien es el juez, la divina es justa, no por el juez, sino por aquel que significa justicia. Es bueno ser juez y decidir por los otros, pero cuando la justicia habla sin respaldo del hombre, es cuando la balanza es justa."


    Grecia

    "Acaso te olvidas de aquella justicia que tienes enfrente."?


    Patsia

    "Al contrario, es y será Fondeur, siempre lo será, y yo por siempre escogeré su decisión, su majestad. Pero, con todo respeto, usted misma sabe quien es aquel que entrega su corona y su derecho al trono."


    Grecia

    "Tan pura como el agua bendita es tú respuesta, y tan cierto como el aire que respiramos es tu razón."


    Patsia

    "Con toda culpa estoy aquí en la tierra, no con perdón, y menos para que sientan pena por mí. Si acaso por mi pasado tengo que pagar, pues aquí estoy, sin temerle a lo más poderoso y simbólico después de Dios."


    Grecia pacientemente espera que Patsia prosiga.


    Patsia

    "Una enfermedad me entregó la deformación de mi ojo. Pero una flecha lo termino de arrancarlo de mi rostro."


    Patsi retira su parche del ojo, y le deja ver a Grecia, la cicatriz, como si el ojo estuviera tejido, y alguien le hubiese dado más tamaño a la cicatriz por encima del ojo.


    Patsia

    "Que casualidad, que un ojo ya maldecido por la vida, sea directamente afectado nuevamente por la tragedia. Acaso sería tan ignorante de estar en este lugar por casualidad, entonces por causalidad no estoy aquí. "



    Grecia

    "Interesante, el destino ciertamente tiene su mensaje, curiosidad sería el motivo de la flecha."


    Patsia

    "Los clanes exigían a todo aquel que vive entre ellos que cooperaran en relación con la resistencia en contra de Fondeur. No teníamos muchas opciones, escogen a mujeres y niños para entrenarlos como arqueros. No fui voluntaria su majestad, fui obligada por mi memoria de defender lo que esté a mi alrededor, el sueño de casarme con quien quiera y vivir en paz."


    Grecia

    "Entonces, eras parte de aquella resistencia."


    Patsia

    "Como todo aquel que su padre trata de eliminar. Si, lo admito, lo fui, pero no por elección, y menos por querer estar en la oposición. Solo mis hermanos y mi familia tenían esa opción, si no fuese así, hubiéramos sido declarados Fondeur."


    Grecia

    "Me imagino, que entre los clanes, serías una traidora."


    Patsia

    "Nunca supe usar ese arco, nunca, solo tenía la habilidad de tirar la flecha, pero nunca sabia donde llegaría a caer. Un día nos trasladaron a la última residencia en Gentú, aquel castillo dorado ahora destruido. Desde la torre tirábamos flechas sin mirar el blanco, hasta que esa indicada flecha llegó a mi ojo y perdí el conocimiento de tanto dolor."


    Grecia

    "Cómo es que una mujer, entregada al sacramento, un día se despertó para pelear por su gente."?


    Patsia

    "Pensé lo mismo que piensa usted su majestad, sin su castillo no sería reina, y yo sin mi monasterio no sería monja. Entonces mi guerra no fue con Fondeur, la mía fue con todo aquello que rodeaba mi fe."


    Grecia

    "Eres considerada en mi familia aquella amenaza del reino."


    Patsia

    "Ciertamente, por eso le declaró a su majestad, que si culpa tengo, estoy aquí para que sea juzgada. Pero existe miedo que pueda cambiar mi versión, pero prefiero ser juzgada que evolucionar una mentira.”


    La puerta se abre y Cesarus entra nuevamente al cuarto.


    Cesarus

    "Su majestad, disculpe la tardanza, son mis horas de oración, y le pido que me perdone por la tardanza."


    Grecia

    "Dios primero, siempre Cesarus."


    Patsia

    "Todo el tiempo has tenido el día entero de orar, y en estos momentos es que se te ocurre."


    Cesarus

    "Perdone también usted madre monja."


    Patsia

    "La próxima vez, procura tocar la puerta, no sabes si la reina o yo estamos indispuestas."


    Cesarus

    "Perdón nuevamente, tienes razón, este monje se ha olvidado de respetar la, privacidad."


    Grecia

    "Cesarus, que paso después de que presenciase la visión de esa niña."?


    Un silencio se apodera del cuarto, Patsia trata de ignorar la conversación, mientras Cesarus sonríe brevemente y comienza a dialogar con Grecia."


    Cesarus

    "La verdad es que quede muy confundido, pero nunca pregunte nada, menos a Gregorio. Gregorio prefirió dejarme tranquilo, y continuar como su nada hubiese pasado, obvio que esperaba que yo le preguntara."


    Grecia

    "Pero, sobre mi madre, acaso eso quedó ahí también."?


    Cesarus

    "Ese fue un problema que no pude evitar. Al despertar, me cambia como todos los días, al salir de la pequeña casa de madera, lo primero que me hace presencia al abrir la puerta, era tu madre, que estaba parada como si supiera la hora que voy a salir. Pelo largo, esta vez rizado, un manto azul claro sin capucha, y una blusa blanca. Traté de ignorarla mientras caminaba, pero era imposible."


    Emilia

    "Voy a serte sincera, esa no era la impresión que quería de ti, y no esperaste la razón."


    Seguí caminando como si nadie me estaba hablando.


    Emilia

    "Mi intención es despejarte la mente, y aclararte algunas cosas de este lugar."


    Estaba tan enfadado, que me rendí a su acoso."


    Joven Cesarus

    "Despejarme la mente de que existe la posibilidad que eres una bruja, una hechicera, aquella que conoce todo lo relacionado con lo impuro."?


    Emilia

    "¿Cómo te atreves a pensar eso de mí?."


    Joven Cesarus

    "Entonces que quieres que pienses, intentas involucrarme o que, acaso, soy aquel que quieres que aporte a tu creencia."?


    Emilia se para en frente de Cesarus y le pega una bofetada con puño cerrado."


    Emilia

    "Eres una falta de respeto, acaso me conoces, mejor trata de evitarme porque te puede ir peor."


    Emilia se retira, y sigo mi camino, un joven de casi mi edad se aproxima. Pelo corto, rubio, blanco y con una vestimenta blanca, delgado y muy curioso al verme.


    Milan

    "Perdona que haya presenciado ese encuentro, tiene buena derecha, mira como tu labio se está hinchando."


    El joven sonríe, y a la misma vez se disculpa.


    Milan

    "Milan Verinus"


    Joven Cesarus

    "Cesarus Aquilles"


    Milan

    "Se quien eres, yo soy aquel que el consejero Gelio ha puesto su confianza para un día ser parte de la realeza. Estudié en roma, y ahora mismo digamos que soy agente libre."


    Milan se rie, y Cesarus se queda confundido.


    Joven Cesarus

    "Según eres preferido en entrar a la realeza, eso es bueno, felicidades."


    Milan

    "Gracias, y sobre Emilia, solo entiende algo, se rumoran muchas cosas, pero nunca se rumorea como mentirosa. Algunas veces sería mejor aprender y alejarse, que alejarse por la causa de lo que todos tenemos en común.... La imperfección. "


    Milan le pone la mano en el hombro a Cesarus y se retira dejándole una sonrisa.

    A una distancia, el joven Cesarus nota la presencia de Leria que viene cargando leña. Ella nota a Cesarus y sonríe acercándose a él.


    Leria

    "Hola, como as estado."?


    Joven Cesarus

    "Despues de esa noche no se que decirte, mis ojos miraron...."


    Leria sigue caminando ignorando a Cesarus. Al mirar que Leria se aleja, ella se detiene y con su mirada le dice a Cesarus que la siga. Ella prosigue a entrar al bosque, y el Joven Cesarus la sigue. Unos minutos después, Leria mira por todos lados. Asegurándose que nadie este por su lado.


    Leria

    "Jamás cuente lo que viste en el pueblo, si nos ven hablando de eso, estamos comprometidos en algo que es impuro."


    El Joven Cesarus

    "Mi impresión es que te tratas de proteger, yo estoy claro quien soy."


    Leria

    "Me vas a denunciar?, porque si es miedo que quieres ver en mí, pues mejor asegúrate que no estés equivocado en lo que crees y sigues."


    Joven Cesarus

    "No haría eso, estoy confundido para apuntar a una persona. Pero, necesito tu ayuda para aclarar lo que he visto."


    Leria se acerca, y le entrega la leña a Cesarus.


    Leria

    "Sígueme, y tal vez aprendes algo de mí, si es que quieres, o mejor dicho te atreves."


    Joven Cesarus

    "Me confundes con una oveja, es cierto que me puedo perder en el bosque, pero nunca en mi dirección al camino. Correcto."


    Leria

    " Es una amenaza?"


    Joven Cesarus deja caer la leña.


    Joven Cesarus

    "Entiendo perfectamente lo que vi, mi pregunta no son mis ojos, mejor dicho aquello que aceptas y rodea tu presencia."


    Leria

    "¿Sabes algo?, por un momento pensé que en verdad querías mi explicación."


    Joven Cesarus

    "Pensaste mal, todo lo que refleja tu presencia habla por sí mismo."


    Leria

    "¿Te refieres a lo de ayer, es algo que tiene que ver conmigo?."


    Joven Cesarus

    "Me equivoco"?


    Una voz se acerca detrás del joven Cesarus.


    Gregorio

    "No te equivocas Cesarus, estás en lo cierto. Además, Leria nunca negaría algo así, me equivoco?."


    Leria

    "Gregorio siempre dice la verdad, y serías el indicado de aclarar algunas dudas que tiene este muchacho."


    Gregorio

    "Por cierto, Cesarus, sabías que Leria es alguien a quien Emilia admira, por ser como es, y creer lo que ella ve."


    Leria

    "Mis palabras no son hechas por alguien más, y menos dictadas en mi boca, existe la biblia para ustedes, y para nosotros, existe lo que vives hoy día. Porque discriminar aquello que es real, aquello que tus mismos ojos no te engañan."?


    Gregorio

    "Respeto aquello que eras, y espero que vuelvas a donde tienes que estar.”.


    Leria

    "Entonces déjame ir, no temas por mí, que si estoy asustada o insegura, yo te buscaré."


    Gregorio

    "Entonces, si es así, eres tú aquella a quien confió para que camines a este muchacho, a lo que es tu vida."


    Leria

    "Me entregas a aquel que sería tu estudiante.?


    Gregorio

    "No todo libro puedes leer, no es que él tiene hojas vacías que no puedas ver. Es la tinta permanente que la hace imborrable."


    Leria

    "No soy pieza de ajedrez Gregorio, y menos pretendo jugar el juego. Pero, existe alguien indicado, que esté a su nivel, claro, más dinámica, y que no le teme a Dios."


    Gregorio

    "Existen muchas almas que se pueden tocar, algunas entienden a su manera, y otras no tiene otra opción que seguirlas."


    Leria

    "Algunas veces, la soledad y la curiosidad no discrimina religión y creencia. La amistad contiene una cadena dura de romper, y ciega de lo que según tiene que ver. Solo mi amistad la he ofrecido, pero no existen límites a todo lo que nos rodea. Más mejor que sea yo, que otra persona."


    Gregorio

    “Cesarus, es hora de confesiones, debes de estar presente, puede ser que algunas personas aparezcan.”


    Leria coje su camino, Gregorio elige otro camino, mientras JovenCesarus prosigue hacia aquel lugar de confesiones. Una gran tormenta empieza a caer, el agua es muy agresiva y Cesarus corre apresuradamente hacia el cuarto de confesiones. El entra y se queda tranquilo, pensando que nadie iba a entrar, pero ya era tarde.


    Emilia

    "Tal Vez crees que estoy en acoso."


    Joven Cesarus se sorprende por un instante, pero llega a la conclusión de que Emilia es un caso diferente.


    Joven Cesarus

    "Explícame algo, sabes a que me refiero.?"


    Emilia

    "Tienes que tener tu mente a toda posibilidad".


    Joven Cesarus

    "Mi misión, es llenar al ser humano de muchas posibilidades sobre Dios."


    Emilia

    "Ok, existe aquel rumor de brujas, pero no es lo que piensas."


    Joven Cesarus

    "Osea, que algo de ser bruja es algo que debo buscarle el lado bueno?."


    Emilia

    "Si, eso mismo."


    Joven Cesarus

    "Entonces sería bueno que me ayudes a tal vez encantarme a esta cuestión de brujas."


    Emilia

    "Llamémoslos otra vida."


    Joven Cesarus

    "Bien, está bien."


    Emilia

    "Yo con mis ojos he visto como existe esa sanación que solo Jesús pudo lograr en las personas. Donde las personas son curadas de algún mal, donde una segunda vida existe en esta tierra."


    Joven Cesarus

    "Y lo consideramos un milagro de Dios."?


    Emilia

    "Nunca, nada que tenga que ver con Dios."


    Joven Cesarus sale disgustado de el cuarto de confesiones.

    La lluvia es terrible, y el sonido de los truenos se apodera del cielo. Emilia sale gritando de lejos.


    Emilia

    "Porque el camino y la verdad existe sólo en Dios."?.


    Joven Cesarus sigue caminando, hasta llegar a la casa de madera. Al entrar él entra y aleja su capa mojada y se sienta en la única cama. Gregorio se encuentra parado mirando por la ventana la lluvia y el paisaje de tormenta.


    Joven Cesarus

    "Quiero saber la verdad de este lugar, sin rodeos."


    Gregorio

    "Cuando me seguiste, no me preguntaste el porqué, únicamente te guiaste de lo que sentías. No puedo explicarte lo que debes hacer, pero si puedo explicarte quien más vive entre nosotros."


    Joven Cesarus

    "Puedes empezar."


    Gregorio

    "Existe el infierno vivo en la casa de mi padre, él elige quien será procesado y ese que también será glorificado. Pero también existe una opción viva, que es permanecer entre los demás, y lejos del jusgado de Dios."


    Joven Cesarus

    "Como puede ser,? Dios es único."


    Gregorio

    "La obra del arquitecto es única, pero existen aquellos que aprenden y forman esas normas a su manera."


    Joven Cesarus

    "Entonces, existe aquel arquitecto, otro lugar que no es la gloria y el infierno.?


    Gregorio

    "Quien le quita la libertad de no hacer cosa semejante."?


    Joven Cesarus

    "Aquel que lo puede todo."


    Gregorio

    "Si, por eso, nos entregó voluntad de hacer lo que queremos, y aquel ángel que fue adorado por él, tiene el derecho de hacer y deshacer. ¿Entonces, por qué no crear algo semejante.?


    Joven Cesarus

    ¿"Insinúas que aquello que no quiero mencionar, impresiona aquella orden celestial del bien y el mal."?


    Gregorio

    "Porque no mencionas su nombre?, está tan vivo como nosotros."


    Furioso y con toda voluntad de darle el derecho a Dios, el joven Cesarus arremete con grito de garganta en contra de Gregorio.


    Joven Cesarus

    "Acaso Satanás tiene espacio aquí, con mi alma entregada a Dios?


    Gregorio mira al cielo , y de su manto de color amarillo, él saca una espada del color de la luna, que ilumina todo su alrededor con mucha potencia.


    Gregorio

    “Aquel campeón de justicia, que sana a los enfermos y el guardián del cielo, tiene su espacio con derecho aquí en la tierra.”


    Un silencio interrumpe la historia de Cesarus. Patsia se cubre su boca sorprendidamente mirando a Cesarus.


    Patsia

    “Blasmeas sin autoridad Cesarus.”


    Cesarus

    “Que Dios me castigue, si la madre monja piensa eso sobre mí.”


    Confundida y perdida en la última entrada de la historia, Grecia comienza a buscar la razón de su curiosidad.


    Grecia

    “Perdón, pero a que se refiere Gregorio?, qué es lo que quiere decir.”


    Cesarus conecta su mirada con Patsia, y de esa misma manera también se desconecta de sus ojos rápidamente.


    Patsia

    “San Miguel, arcángel del Todopoderoso
     
    #26
  27. Antonio Liz

    Antonio Liz Poeta recién llegado

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    Politicas


    Muy temprano en la mañana, Cesarus se encuentra mirando el pueblo Galomé desde el monasterio. Un sol radiante le da brillo a todas las colinas que rodean el pueblo. Los comerciantes con sus carretas se pueden ver llegando y arreglando todo tipo de alimentos y artículos. Algunos traen sus mesas, o solo ponen una sábana en la tierra para acomodar lo que van a vender. Las casas de piedra y lodo se notan vivas, muchos niños salen a jugar, mientras que algunos miran el alrededor por sus ventanas.


    Solamente un pequeño lugar del pueblo contiene un camino rodeado por comercio, carniceros, herraderos, y aquel que trae ingredientes para las comidas son los más populares en ese pequeño espacio de comercio. Más allá, se nota casa por casa separada y rodeada de árboles y pastos, muchos y la mayoría con su propio rebaño. Mientras Cesarus observa el ambiente, Agnus se acerca.


    Agnus

    "Ya estamos listos, mis hombres están un poco lejos, pero atentos, yo mismo seguiré los pasos a una cercana distancia."


    Cesarus

    "Bien, tal vez esta jornada te haga bien, es bonito respirar aire de otros lugares."


    Agnus

    "No veo que tenga que ver este aire fresco, al que conozco en Fondeur."


    Cesarus

    "Exacto, eso mismo, dices que conoces, pero no es la verdad. Tienes que vivirlo para conocerlo, sería mejor que seas al soldado real si acaso nuestra majestad encuentra un problema. Pero, sería necesario que fueses tú, para que así tengas la oportunidad de entender que este aire fresco, no es el mismo de aquel que consideras fresco."


    Cesarus mira a la puerta del castillo, y a la misma vez regresa su mirada Agnus.


    Cesarus

    "Y la ropa, como le quedó a la reina."?


    Agnus

    "No se preocupe, ella está vestida como toda chusma que nos rodea, tan repugnante como todo lo que se ve en ese pueblo."


    Cesarus mira a Agnus con mucha frialdad.


    Agnus

    "Perdón, digo, ella se ve como una persona de aquí."


    Cesarus todavía no le desconecta la mirada.


    Agnus

    "O sea, no una persona repugnante y menos una chusma."


    Cesarus

    "Mucho mejor, pero tu primer concepto me define quien eres. No te culpo, hombre de Fondeur."


    Agnus se queda confundido.


    Agnus

    "Espere, que quiso decir con eso?.


    Cesarus

    "Oh, crees que solo en Galomé existen''chusmas `` y''repugnantes".?, existe lo que se puede ver con los ojos como vestimenta, pero existe lo que está adentro que no puedes cambiar. Si vienes y le pones una ropa adecuada como ustedes acostumbran allá en Fondeur, entonces dirías otra cosa de esa “chusma”. Sabes, esa expresión de ustedes, de nada más criticarlos por fuera y no preocuparse por lo de adentro, han llevado a espías a derrocar reyes y reinas. ¿Dime una cosa, todavía siguen por allá practicando esa estupidez."?


    Un soldado abre la puerta del monasterio. La reina sale vestida con un manto rojo oscuro fino y descolorido, ella conserva su capucha en su cabeza, y un tipo de bufanda de color gris que ella usa para tapar su apariencia. Un calzado de sandalias de cuero adornan sus pies.


    Cesarus

    "Mira quien se acerca Agnus, una repugnante chusma."


    Agnus

    "Ok, entiendo su punto monje."


    La reina llega a donde están Agnus y Cesarus.


    Grecia

    "Bien, entonces, proseguimos, me imagino, el bosque si no me equivoco."?


    Cesarus

    "Claro, pero primero una sugerencia su majestad, si lo permite."


    Grecia

    "Entonces?"


    Cesarus

    "Tengo un asunto pendiente de que hablarle, y necesito una privacidad urgente con usted."


    Grecia

    "Bien, Agnus, ustedes permanezcan alejados de nosotros, no los quiero cerca, una buena distancia."


    Agnus

    "Entendido su majestad."


    Entrando al bosque, Agnus y algunos hombres se dispersan fuera del camino de Cesarus y Grecia. Cesarus nota como algunos se pierden entre los árboles, pero siguiendo el paso de la reina de lejos, cerca para prevenir un atentado.


    Grecia

    "Entonces, mi madre rondaba estos bosques."


    Cesarus mira los alrededores.


    Grecia

    "No exactamente, en alguna distancia encontraremos aquel territorio que ella siempre acostumbraba."


    Cesarus

    "Sin duda la reina conserva su belleza, sin sus damas y equipo de belleza."


    Grecia sonríe amablemente.


    Grecia

    "Tus buenas intenciones, algunas veces me hacen creer tus palabras."


    Cesarus

    "Usted, más que yo, entiende la verdad y la sinceridad, cuando está en su frente."


    Grecia

    "Te refieres a esos detalles de mi madre, su estilo."?


    Cesarus

    "Aunque todos tenemos nuestra manera, algunas veces esas habilidades de otras personas no se pueden evitar de notar."


    Grecia

    "No pretendo ser diferente a los demás, la única diferencia es mi corona. Pero la verdad es que tenemos algo en común, y es esa necesidad de hablar en

    privado, la realidad de el por qué estoy aquí."


    Cesarus se queda callado. Grecia se detiene y deja de caminar. Cesarus mira por todos lados y se acerca.


    Grecia

    "Necesito la alianza de los clanes a mi favor, quiero que presenten lealtad a su reina."


    Cesarus concentra su mirada en la reina, con una expresión muy pasiva.


    Cesarus

    "Pero su majestad es aquella reina Grecia, puede hacerlo que puño de hierro."


    Grecia

    "Sabes que no es posible, entiendes muy bien que se negaran, somos enemigos de los clanes, y eso va por décadas."


    Cesarus

    "Como puedo yo llevar esa voz, con cuál autoridad, no soy aquel que une naciones."


    Grecia

    "Cesarus, entiendo tu política, pero sabes muy bien que eres aquel que conoce esta tierra como nosotros. Quieres verme hacer el ridículo tratando de convencer a los clanes."?


    Cesarus

    "Las cosas no son como antes."


    Grecia

    "Te refieres qué antes era aquella voz que todos escuchaban. Eres la voz, y por eso te temen, por eso existen personas que quieren tu cabeza. ¿Crees que no sé el porqué?. ¿Varios espías mencionan tu nombre, y en cada de esas conversaciones existe una ejecución o una guerra, me consideras tonta o ciega?.


    Cesarus

    "Su majestad no es nada de eso."


    Grecia

    "Entiendes algo monje, años tengo la curiosidad de quién eres. Mi padre escucha tus rumores, y es como si mira para otro lado. Mi padre elimina rumores sin ser ciertos."


    Cesarus

    "Y usted su majestad, también elimina rumores."?


    Grecia se queda pensando enfocándose en Cesarus.


    Grecia

    "Mi madre te tenía confianza, y mucho aprecio, me dije a mi misma, debo seguir ese mismo camino. Pero, si acaso soy aquella que también le tomaras confianza y aprecio, entonces no tienes que temer."


    Cesarus se queda nuevamente pensativo. Pero su mirada admite que se rinde a la reina.


    Cesarus

    "Opiné que el rey tomaría su trono, usted quedaría fuera de todo esto. Tenía la esperanza de que te casarías y que vivirías una vida fuera de todo lo que te rodea. Pero según existen otros planes que comprometen a nuestra majestad."


    Grecia

    "Sabes muy bien que estoy lejos de eso".


    Cesarus

    "Derrocar a su padre es traición, hasta para usted su majestad. La lealtad a su padre está por todos lados, hasta los árboles respiran su nombre. Su padre es una leyenda muy conocida."


    Grecia

    "Mi padre renunció a su trono cuando decidió dejarme a cargo de él. ¿ Es que no notas lo egoísta que soy?.


    Cesarus

    "No soy aquel que decide quien tiene el derecho al poder, su majestad. Solo Dios entrega y quita."


    Grecia

    "Eso lo tenemos claro, no hay duda".


    Cesarus

    "Su padre, aunque no lo crea, es el indicado Fondeur su majestad. Su pasado es su legado, y su presente lo ha traicionado."


    Grecia

    "Entonces, entiendes que has confesado que mi corona debe de ser de mi padre."


    Cesarus

    "Su padre solo lanza su espada con sus ojos cerrados, ese es su pecado."


    Grecia

    "Hablas con lealtad."


    Cesarus nota una presencia detrás de Grecia. Es Emilia que pasa de un árbol a otro con un vestido blanco como si estuviera pérdida. Ella se detiene y sonríe, logra mirar a Cesarus, es cuando su cara cambia de confundida a alivio. Grecia mira hacia atrás, y sorprendida mira nuevamente a Cesarus.



    Cesarus comienza a cambiar su actitud, ya que la imagen de la difunta madre de la reina, lo hace cambiar de opinión.


    Cesarus

    "Será cerca de lo imposible, pero tenga mi palabra que tratarte de todo corazón su deseo. Buscaré la manera y la razón, así mismo usted hará lo mismo por mí."


    Grecia

    "No entiendo, ¿qué deseas de mí"?




    Cesarus

    "Milan acaba de apresar a unos sospechosos de aquel atentado a su majestad. Son aquellos relacionados con algunos clanes, sangre de trono de aquellos que su majestad quiere alianza."




    Grecia

    "Milan tiene muchos defectos, pero uno de ellos no es la sospecha."


    Cesarus

    "Le aseguro que él está equivocado."


    Cesarus

    "Porque tan seguro?.


    Cesarus

    Yo conozco a aquel que ha atentado con usted, antes de que pasara ese lamentable evento."


    Grecia mira a Cesarus con sorpresa, y a la misma vez mira a su alrededor.


    Grecia

    "Escoge bien tus palabras, porque estás en aquel círculo de traición y conspiración en contra de tu reina monje."


    Cesarus

    "Según Milan, usted fue atacada con una daga santificada. Un día, un joven llegó aquí en un barco. Fue traído por esos comerciantes que venden esclavos, muchos vestidos de soldados Griegos. El joven llegó asustado y perseguido, alguien lo quería matar, y yo lo defendí y maté a la persona que le quiso hacer daño. Le entregué la daga, y él cogió su camino."


    Grecia sigue sorprendida y catatónica.


    Grecia

    "Mucha información que procesar, pero lo más seguro de esto, es que estarás condenado por tantas leyes que sólo pronuncian tu muerte."


    Cesarus

    "Su majestad está en lo correcto."


    Grecia

    "No sé por qué, pero con todo eso, es muy necesario que estés vivo."


    Cesarus

    "Su majestad tiene que entender algo, usted tiene el poder de hacerlo todo después de Dios. No busco mi salvación, busco la salvación de aquel que con mente perturbada la atacó. En esas aguas pude presenciar cómo escapaban sus compañeros y cómo lo mataron. Su sed de venganza lo llevó a hacer cosa semejante. Por mí, que sea Dios que me castigue por quitarle la vida a aquel que hace lo malo. No es la primera vez, que había visto aquel barco que traía esclavos para ser vendidos y abusados. "


    Grecia

    "Esclavos?, eso es por defenderlos."


    Cesarus

    "No su majestad, esto es lo correcto."


    Grecia se queda pensativa, pero esta vez convencida.


    Grecia

    "Mandaré un mensajero para que todo se quede como está en lo que llegue, y después vamos a ver como juego la carta."


    Cesarus

    "Al igual que yo jugaré la mía."


    Grecia

    "Una nación busca justicia, y eso será difícil de complacer."


    Cesarus

    "Por mi lado, una nación quiere a los Fondeur fuera del trono, y eso también será difícil de cumplir.


    Grecia sonríe sin ánimo.


    Grecia

    "Que casualidad, que tenemos cosas en común, como aquella también de buscar aquella solución, usando la mentira."


    Cesarus

    "Existen infinitas palabras en este mundo, es muy difícil no involucrar la mentira en unas de ellas. Si acaso no fuese así, entonces tendríamos un vocabulario muy limitado."


    Grecia

    "Tengo curiosidad, de que dice Dios de la mentira."?


    Cesarus

    "Unos de los más importantes mandamientos. Mandamientos hechos para pecadores y no para justos y divinos que están junto a él."



    Grecia

    "Eres lo único que existe aquí que representa a mi madre, Por eso eres el indicado, el pasado de mi madre existe aquí. "


    Cesarus

    "Si es por hablar sobre quién es aquel que representa algo bueno en esta tierra. Entonces su padre es aquel que todos escogen antes que su madre
     
    #27
  28. Antonio Liz

    Antonio Liz Poeta recién llegado

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    Posdata


    Una noche oscura y llena de alboroto acompaña el bosque. La oscuridad tiene su límite, porque se puede ver como muchos en grupos son acompañados del fuego que calientan su cuerpo. Muchos hombres de Octavian se sientan al rededor del fuego, comiendo, contando cuentos y algunos dormidos. Otros se encargan de vigilar la noche, patrullando el alrededor. Unos 200 hombres en total son aquellos guardaespaldas del fugitivo más buscado llamado Octavian.


    Unos de esos grupos que rodean el fuego, están Miera, Nivek, Molava y Serra, que sentados en la grama están disfrutando de la compañía de una fogata. Su presencia es tan notable, que muchos hombres miran a las mujeres con intención de satisfacer sus gustos. Mientras que, a la misma vez, se escuchan intenciones obscenas con carcajadas de emoción incluidas.


    Serra

    "Estos hombres no tienen respeto."


    Molava

    "Es bueno que mejor tomes esto como algo que es la realidad. Todos son de esa manera, caníbales buscando una presa, es parte de la naturaleza pecosa."


    Serra

    "Me refiero al respeto Molava, que no te das cuenta de que estamos aquí mismo y como quiera nos dicen nombres con intenciones perversas."


    Molava

    "Eso lo sé, pero no te preocupes, Fondeur acabará con ellos muy pronto, no te acostumbres."


    Nivek

    ¿"Espera, con todos lo que as pasado tienes fe en Fondeur.?


    Molava

    "Todo lo que me haga sobrevivir, esa es mi fe."


    Serra

    "Espero mucho más de ti, pero esto no lo tolero."


    Molava

    "Sabes muy bien a lo que me refiero."


    Serra

    "Perfectamente, pero no puedes perder la esperanza."


    Molava

    "Mira tu alrededor, hablas de algunos hombres, en contra de legiones y legiones. Además, no sabes sus intenciones."


    Serra

    "Ocatavian es un fugitivo de guerra, acusado de muchos atentados. Él es aquel que mandaba cabezas y partes del cuerpo al palacio de Grecia. No solo eso, él mandaba un mensaje de amenaza firmando su nombre en cada mensaje.


    Nivek y Molava se sorprende.


    Nivek

    "Entonces, se puede decir que es un asesino?."


    Molava

    "Oh wao Nivek, me sorprendes con tu inteligencia. Tonto, claro que es un asesino."


    Nivek

    "Serra, como es que este hombre sigue vivo?


    Serra

    "Según está muerto, su cuerpo lo han encontrado, o sea más de una vez."


    Nivek

    "Entonces utiliza a los muertos para que crean que está muerto?.


    Serra

    "Es lo que dicen."


    Molava

    "Suerte, eso es lo que tiene, suerte."


    Nivek se mantiene mirando a todo lo que está a su alrededor. Molava trata de ignorar a los soldados que la miran con mucho interés. Mientras Serra se acerca a Nivek por miedo a que alguien le haga daño.


    Miera

    "Katizi, donde está Katizi.?


    Nivek

    "Estoy esperando unas horas, a ver si comienzo a buscarla."


    Molava

    "Nivek, y su ambición de estar metido donde no lo llaman."


    Nivek

    "Sabes, por ahora ustedes son mi familia, y mientras este vivo, estaré pendiente de ustedes, como ustedes están pendiente de mí"


    Molava

    "Eso lo tenemos claro Nivek, solamente te estoy advirtiendo nuevamente."


    Un soldado se acerca, con una jarra, bebiendo una especie de licor, un hombre alto y barbudo. El hombre es áspero, con botas de cuero altas, y una espada en el cinturón. El líquido en su barba es muy notable, llega donde está el grupo y arroja su jarra a un lado.


    Soldado

    "Tu, ven conmigo, necesito dormir caliente hoy"


    El soldado apunta a Molava, y Molava mira a un lado. Nivek se aserca a Molava, y se sienta a su lado.


    Nivek

    "Es mi esposa, y no creo que se vea bien que vaya con usted."


    Soldado

    "En este sitio no existe ley ninguna que evita que una mujer se acueste con otro hombre, a menos que sean Griegos."


    Algunos soldados se ríen a carcajadas, mientras que el soldado no le quita la mirada a Molava.


    Serra

    "Si eres creyente de Dios, sabrás que esto no es debido, pero si eres hijo del diablo, pues nadie se pondrá en tu camino. ¿Pero dime una cosa, acaso tu líder es acompañado con la maldición de un maldito como tú, aquel culpable de algo semejante.?.Según la leyenda, tu líder actúa con la señal de Dios, ¿acaso se la quieres quitar?.


    Nivek se levanta y agarra a Molava por una mano, la lleva dentro del bosque, para hacer creer que van a hacer algo entre marido y mujer.


    Ocatavin observa el campamento desde la oscuridad del bosque. Octavian permanece sentado, recostado en un árbol, mirando todo lo que se mueve. En unos 10 pies, Katizi se encuentra a la misma vez parada, recostando su espalda en un árbol.


    Octavian

    "Tal Vez encuentras todo esto como aquella rebelión soñada. Algo que talvez me pertenece, algo que tal vez debo ser. Mira como la oscuridad separa la claridad, es una obligación natural. Por mi parte, nunca he tenido, nadie me puede obligar, pero obvio que muchas personas han acudido."


    Octavian hace una pausa y brevemente mira a Katizi que se encuentra ignorándolo.


    Octavian

    "Todos tenemos un propósito, según Dios, pero acaso se puede decir que ese propósito nos escoge a nosotros?. Acaso somos objetos de otras personas?, instrumentos personales. Nunca me dedico a pensar eso, porque si es así, entonces yo sería aquel que he usado y desechado.”


    Katizi

    "Sabes algo?, es interesante cómo algunas personas hablan solas, y no se dan cuenta de que tienen problemas mentales. ¿Acaso tu gente se ha enterado de eso?.”


    Octavian

    "Te refieres porque hablo nada más?.


    Katizi

    "Es lo más inteligente que has dicho. Después de traerme en caballo a este lugar, y dejarme aquí acompañado de dos manzanas, me puse a reflexionar si es que no has separado para matarnos. Entonces, llegaste aquí donde estoy casi de noche, y tienes una hora contándome estupideces sin contestar. Eso se llama tener problemas mentales."


    Octavian

    "Se puede decir que pretendo ser lo que no soy?.


    Katizi

    "Si me vas a violar o a matarme, mejor acaba con eso. Prefiero unas de las dos cosas antes de escucharte."


    Octavian sonríe, y Katizi le devuelve la sonrisa despiadadamente.


    Octavian

    "Te conozco, eres aquella joven que andaba con la vieja del bosque muerto. Pase un tiempo escondido en el bosque muerto, fabuloso paraje para esconderse de los Griegos, ya que para ellos es un punto maldito. Estabas mucho más joven, pero tu cara sigue igual."


    Katizi

    "Entonces, como explica, el porqué nunca te he visto.?


    Octavian

    "Simple, soy aquel que buscan para matar, también soy aquel que está muerto, y hoy presente dicen que estoy vivo. Ser fantasma no es fácil, ¿cómo puedo ser fantasma si hago que me pueden ver.?


    Katizi

    "Algunas veces, es mejor estar muerto, porque la gente te mantienen en la tumba, sin saber que eres tan deambulante como los vivos."


    Octavian

    "Entiendo perfectamente, más de lo que crees, y la verdad, esas son unas de las cosas que he pensado toda mi vida. Nunca con curiosidad lo he supuesto, pero si con una manera de ser ese mensajero de la muerte."


    Octavia esta vez visualiza el cielo, dejando a Katizi con curiosidad. Katizi esta vez mueve su cabeza hacia Octavian, prestando atención.


    Katizi

    "Buscas respuestas de una bruja?.


    Octavian

    "Puedo decir que lo eres?."


    Katizi

    "Depende de lo que ayas visto, ya que por lo que veo, unos de tus habilidades es ser un pervertido."


    Octavia

    "Pues, la verdad, estaría muy desconcertado si acaso no aprendiste nada de tu maestra. La anciana, según tiene décadas, rondando ese bosque, y si no me equivoco, todavía lo está rondando."


    Katizi se acerca a Octavian, ella se para en frente de él para obligarlo que le preste atención.


    Katizi

    "Porque tengo la certeza de que lo que sabes, es porque quieres saber más."?


    Octavian

    "Crees que te equivocas.?


    Katizi

    "Entiendo solo una cosa, tu intención conmigo va más allá de tus necesidades como hombre."


    Octavian

    "No te sientes lo suficiente mujer para llenarle la cama a un hombre?."


    Katizi se acerca a Octavia y le pone la mano en la zona del pene, rozando lentamente.


    Katizi

    "Es tan transparente la debilidad que muestran como hombres, y aquellas debilidades que no aparecen cuando están en guerra. Me siento afortunada de entender sus necesidades, aquella que no pueden ocultar."


    Octavian se siente relajadamente, pero no le quita la mirada a Katizi que ahora lo mira con sensibilidad y pasión.


    Katizi

    "Oh, ya veo que tenemos una erección, la torre empieza a talvez levantarse. Me imagino que quieres que siga."


    Octavian mira a Katizi con mucha atención, como si se estuviera durmiendo.


    Ocatavian

    "Ya que has empezado, porque no terminar."?


    Katizi sonrie, y entra su mano, es cuando toma el pene en la mano y comienza a masturbarlo lentamente.


    Katizi

    "Una vez, la pasión llegó en mí, una persona de interés que nunca me atreví a acercarme. Pero algo me atraía. Sabes algo, así como tú eres pervertido, yo también tenía mi genio para no ser vista."


    Octavian comienza a cerrar sus ojos, cayendo en el gusto de la tentación.


    Octavian

    "Me interesa saber de esa persona que pudo conquistarte."


    Katizi

    "Te refieres a esa persona que gozo de todo de mí. Pero, al contrario, yo fui aquella que goza de él. Cuando me acerque a él, él no tenía miedo y yo tampoco. Pero, él tomó una pausa antes de cogerme, yo quería sentirme poseída, y eso fue lo que hizo. Me tomo por el cuello y me presionó contra de un árbol, hasta pasar toda su lengua por el cuello."


    Octavian permanece con los ojos cerrados, comienza a respirar fuerte por tanta emoción.


    Katizi

    "No hacía nada, solo esperaba que él hiciera todo lo que quiera de mí. Él me desgarró mi blusa, y encontró mi barbuda. Me penetró para verme sufrir, y mientras más penetraba, más sentía que era de él. Solo lo miraba a los ojos mientras me quitaba con mis manos mi cabello que cubría mis ojos."


    Octavian abre sus ojos, y conecta sus ojos con Katizi que comienza a masturbarlo con más rapidez.


    Katizi

    "La verdad, únicamente sonreía, ya que mi respiración empezaba a acelerarse. El me pone del otro lado, y me penetra por atrás. La sangre la siento por mis muslos, pero dolor ninguno. Pero esta vez, tenía una sonrisa en mi cara de tanta ilusión, porque sabía que alguien me estaba follando sin compasión. Unos golpes severos sentí en mis nalgas, y sabía que cuando terminara conmigo tendría varios moretones. La sangre la podía ver ya en la tierra."


    Katizi detiene todo, y mira a Octavian que está por eyacular."


    Octavian

    "Entonces?


    Octavian grita de dolor con una sonrisa, ya que Katizi la aprieta fuertemente los testículos.


    Katizi

    "Mi imaginación pensaba eso, pero la realidad es que, ese encuentro hormonal nunca llegó a pasar. El pobre lo traicionó su aparato reproductor, puesto que creía que era presa para su gusto. Trató de tocarme, y le enterré la daga en su cuello, creando un río de sangre, como aquel que te hizo suponer que solo pasó en su ataque sexual. Entonces, mira como la vida de un hombre se esfuma por solo rendirse a su delirio de minutos."


    Octavia sonríe con mucho dolor, Katizi saca su mano y se retira, ella se recuesta nuevamente del árbol, y se limpia su mano con el tronco del árbol.


    Octavio trata de buscar su aliento, mirando a Katizi.


    Katizi

    "Dime, soy capaz de calentar la cama de un hombre"?


    Octavian

    "Eso y mucho más."


    Un ruido sorprende a Katizi y Octavian, es el ruido de ramas siendo pisadas. Octavian saca su espada."


    Octavian

    Quien anda en esta oscuridad buscando la muerte. "?


    Un joven muchacho sale detrás del árbol, es un mensajero. Octavian se pone su espada nuevamente en el cinturón, y recibe el mensaje. Él busca la luz del campamento y con dificultad lo empieza a leer. El joven de algunos 15 años se queda mirando a Katizi, ella le sonríe buscando amistad, pero él le corta la mirada tímidamente.


    Ocatavian se aserca a Katizi y el joven.


    Octavian

    "Saed, como está todo por allá en Galomé.?


    Saed

    "Lo mismo, todo tranquilo, me tomó días encontrarlos, pero seguí su jornada, y llegue."


    Octavian

    "Eso es lo que cuenta, mientras tanto ve al campamento, debes de encontrar comida para tu estómago, descansa."


    Saed con su cabeza obedece el mandato de Octavian, pero antes de irse le ofrece una mirada a Katizi de curiosidad. Octavian se da cuenta.


    Octavian

    "Es un muchacho joven, quiere ayudar a la causa, pero no lo dejo que sea guerrero, aunque ganas tiene."


    Katizi

    "Su cara es de sorpresa, por lo ocurrido aquí."


    Octavian

    "No tengo culpa que explicaste algo, entrando tu mano en territorio prohibido."


    Katizi

    "Prohibido o abierto al público?."


    Octavian

    "Por poco pensé que estabas con ansias de hacerlo."


    Katizi

    "Y yo por poco pensé que eras tan listo, para saber que nada quiero contigo y con nadie más."


    Octavian

    "Ahora que ya sabes que no quiero nada contigo, y que tú opinas lo mismo, se puede decir que quiero otra cosa de ti."?


    Katizi

    "Galomé, que tiene que ver Galomé contigo"?.


    Octavian

    "Todo".


    Katizi

    "Necesitamos llegar a ese lugar, no me preguntes, eso se lo puedes preguntar a Nivek."


    Octavian

    "Mira como es la vida, cada momento malo tiene su buena intención. Fíjate que Galomé requiere mi presencia. Es un camino de algunos días, tiempo necesario para lograr tu objetivo conmigo. Puedes reunirte con los tuyos, mujer, pero sabes bien que necesito que me expliques algo que sólo tú puedes saber."


    Katizi

    "No seas tan curioso, la gente te pueden confundir como una maldita como yo."


    Octavian se retira, pero en una poca distancia le responde.


    Octavian

    "No puedes ser tan maldita como Grecia, si fuese así, entonces tuvieran algo en común."


    Octavian se retira, y Katizi sonríe al escuchar la respuesta de Octavian.


    En el bosque oscuro, Nivek y Molava caminan en una misión, aquella de estar unidos en matrimonio por consecuencias de la vida, Mientras ellos caminan, algunos hombres los siguen, incluyendo aquel que quería acostarse con Molava.


    Molava

    "No se porque no siguen, estos enfermos sexuales."


    Nivek

    "Bien, has contestado tu pregunta, "enfermos sexuales". Buscan una prueba, y tambien algo que puedan usar para sus necesidades."


    Molava

    "Tanta peste aquí, y esa es la única que me hace vomitar."


    Nivek

    " Debemos quedarnos detrás de un árbol, no podemos estar lejos del campamento, porque andamos sin antorchas.


    Molava

    "Pero qué pretendes hacer detrás de un árbol."?


    Nivek

    "Tal Vez, nos dan privacidad, y pueda ser que nos dejen tranquilos."


    Molaba

    "Esperemos que funcione."


    Nivek encuentra un árbol y agarra a Molava y la pone frente a él, casi tocando nariz. Nivek mira disimuladamente, y nota que los hombres se detuvieron, y empiezan a esperar lo que vinieron a presenciar.


    Molava

    "Que paso?


    Nivek

    "Están pendiente, no se marcharán hasta encontrar una prueba."


    Molava

    "Estos buscan un entretenimiento Nivek, y lo sabes."


    Nivek

    "Bueno, y no se marcharán Molava, él está buscando una prueba."


    Molava se queda mirando a Nivek con mucha atención.


    Molava

    "Acaso esto es una excusa para tener algo conmigo?.


    Nivek mira al cielo como clamando a Dios.


    Nivek

    "Créeme cuando te digo que nunca me ha pasado por la mente. Pero tengo una idea, mejor comienzas a gemir, y así creerán que tenemos algo."


    Molava se sorprende, y actúa como si no a escuchado.


    Molava

    "Porque tú no puedes hacer eso?, porque es que es la mujer la que tiene que actuar como si el hombre le está entregando un orgasmo?, tan bueno son, que es una orden universal?.


    Nivek

    "Entonces, qué ideas tiene, cuéntame."


    El mismo hombre que trató de acostarse con Molava le grita unas palabras.


    Soldado

    ¿"Que pasa amigo, acaso su martillo no quiere clavar."?


    Los demás empiezan a reírse.


    Molava agarra a Nivek por la cintura, y une su cara contra él.


    Molava

    "No puedo disimular, tendrás que hacerme sentir."


    Nivek se sorprende, pero trata lo más que pueda por complacer el momento. Él se acerca más y más a Molava, casi tocando su labio con el suyo."


    Molava

    "Nivek, "


    Un alboroto se escucha por donde los soldados, como si lo están llamados, ellos se apresuran y vuelven al campamento. Detras de Nivek una voz lo saca del momento.


    Katizi

    "Qué está pasando aquí?"


    Nivek

    "Katizi, dónde estabas?, estás bien?.


    Molava

    "Estábamos preocupados por ti."


    Katizi

    "No sabía que ustedes dos se agarraban."


    Nivek

    "No, no es lo que crees."


    Katizi

    "No me interesa".


    Molava

    "Entonces porque preguntas si no te interesa.?


    Katizi se queda pensativa, pero bruscamente cambia el tema.


    Katizi

    “Dejen sus hormonas aquí, encontré un paso a Galomé. Octavian se dirige allá, y está dispuesta a llevarnos."


    Katizi camina hacia el campamento, mientras Nivek y Molavan la siguen.


    En el castillo Gigna se encuentra recostada, en su cama, lista para dormir, pero sin sueño ninguno. Mirando al techo boca arriba, esperando que la noche le haga el favor de darle sueño. Unos minutos después, ella se sienta en la cama, como si una idea hubiera surgido en su mente. Ella con voz alta demanda atención.


    Gigna

    "Guardias".


    Un guardia real abre su puerta y se pone en atención.


    Gigna

    "Quiero que vayas a los cuartos de las damas reales, quiero que Cesari se presente ante mí.... Ahora."


    Gigna se queda sentada, con su bata de dormir color oro, ella se pone de pie y escoge del armario un manto morado de su hermana, que se lo pone para cubrir la trasparencia de la bata de dormir. Nora entra al cuarto, desesperada y angustiada.


    Nora

    "Pasa algo su majestad?, escuche que solicita a una dama."


    Gigna

    "Si eres Cesari, entonces entra y siéntate.


    Nora

    "Disculpe su majestad."


    Nora se retira, y en pocos minutos Cesari entra vestida con un manto sin capucha, y una bata azul claro. Ella se dirige a Gigna sin mirarla a los ojos.


    Cesari

    "Su majestad me ha llamado, y aquí estoy para servirle.”


    Gigna se sorprende cínicamente.


    Gigna

    "Eres la famosa Cesari, aquella que le ha robado el corazón a mi amigo."


    Cesari se queda pasmada, sin saber qué hacer, o contestar.


    Gigna

    "Necesito que seas normal conmigo, y te olvides de esas leyes de castillo, es una orden."


    Cesari

    "Su majestad habla de su amigo, y sé que hablamos de Sócrates, pero no sabía que le había robado su corazón."


    Gigna

    "No te hagas la tonta, sabes muy bien que él cae a tus pies."


    Cesari

    "Como no he escuchado nada de su parte, entonces estoy muy perdida en todo esto."


    Gigna

    "Estoy de muy buen humor, y te daré el honor de jugar tu juego. Bien, entonces, digamos que mi "amigo" esté interesada por ti, acaso lo encuentras como hombre adecuado para ti."


    Cesari

    "Es de buen corazón..."


    Gigna interrumpe


    Gigna

    "Pero su apariencia no está a tu favor, eso lo entiendo."


    Cesari

    "La verdad, no es solo apariencia, es clase, es algo que, por estar en diferentes mundos, no puede ser".


    Gigna

    "Hablas de su trabajo?, o de donde viene?."


    Cesari

    "Disculpe su majestad, pero mi familia espera mucho de mí, con relación a un matrimonio claro."


    Gigna

    "Entonces, mi amigo de infancia, y más que todo alguien que mi hermana la reina considera una mano derecha, lo consideras alguien de una clase baja.?


    Cesari se queda callada.


    Gigna

    "¿Me crees estúpida?"


    Cesari se arrodilla con la cara en el piso.


    Cesari

    "Jamás su majestad, nunca, nunca, perdone si esta dama suya ha dado esa impresión."


    Gigna espera respuesta.


    Cesari

    "Estoy comprometida, el hijo de aquel que era tesorero del castillo, aquel senador."


    Gigna

    "Ulices Arkruns, Ulices tiene hijos."


    Cesari

    "Si, él es el joven Efrid, sirve en la legión del capitán Marcus.


    Gigna

    "No lo sabía, bueno, si el joven es de tu agrado, eso es lo que importa."


    Nora entra desesperadamente al cuarto.


    Nora

    "Su majestad, disculpe, un mensaje urgente ha llegado para usted, la reina lo envía."


    Gigna se pone de pie, agarra el mensaje, comienza a leerlo. Al terminar de leerlo, Gigna se acerca a la ventana, alejándose de Nora y Cesari, ella murmura silenciosamente.


    Gigna

    "Eso es traición".
     
    #28
  29. Antonio Liz

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    Dos Migrañas y Gelio Murrah

    La frontera entre Grecia y Turquia es testigo de dos naciones en rivalidad. En el lado de Turquia dos legiones esperan a Safris y su ejército. De lejos se pueden ver el movimiento militar. Mientras, Safris , Freniud y Gelio esperan un encuentro de negociaciones montados en caballos, mirando firmemente como Turquia se prepara para una invasión.


    Freniud

    "Sabe lo que esto significa verdad.?


    Safris

    "Confió que Marcus está vivo, y la legión está dispersa."


    Freniud

    "Tenemos semanas sin saber de Marcus."


    Safris

    "Acaso es malo?


    Freniud

    "Hace unos meses, su majestad mando a Marcus a Murmulla para cruzar agua y tocar tierra de turcos. Es una larga jornada, y además mucho tiempo. La comida es escasa cuando estás en territorio ajeno."


    Safris

    "Confio mucho en ti Freniud, se puede decir que eres mi mano derecha. Pero existen razones el porqué Marcus es el adecuado para esa misión."


    Gelio

    "Su majestad entiende el juego de guerra, y también todo movimiento antes de que pase, creo que estás pensando con tu espada en vez de tu cabeza Freniud.


    Freniud

    "Buena explicación, y a la misma vez, ese es tu trabajo Gelio, no el mío."


    Safris

    "La razón por la cual nos están esperando, es porque existen aquellos espías que llegaron antes de nosotros. Es fácil callar un rumor , pero es imposible cambiar que confíen en mí. Esta legión está presente desde que los turcos mandaron su gente al castillo."


    Gelio

    "Solo podemos esperar Freniud, esperar de que se den cuenta de que el joven sultán puede estar muerto."


    Freniud

    "Bien, entonces, yo también voy a esperar, pero en el campamento con una jarra de vino."


    Frenius se marcha en su caballo, dejando a Gelio y Safris solos.


    Safris

    "Me sorprende algo, el porqué no han mandado un mensajero hacia aquí. ¿Entiendo que Satah está con nosotros, pero acaso Satah es el único indicado para una negociación."?


    Gelio

    "Su majestad debe jugar su carta, y creo que sería prudente que fuera yo el indicado."


    Safris

    "Mi amigo, tu edad, define que ya no me conoces, a menos que temas por mi vida."


    Gelio

    "Seré por siempre aquel que mira por usted su majestad, mi vida es la suya. Pero le recomiendo que espere, unas horas, talvez un día, y después puede hacer lo que quiera."


    Safris

    "Si amigo, es verdad, hasta yo opino lo mismo. ¿Opinas que me traiciono yo mismo esperando por mi hija?.


    Gelio

    "Me han informado que el ejército de la reina campa entre las tres tribus del norte. Claro, opino que llegaran en algunos días. Entonces, no lo digo por la reina."


    Safris

    "Campan?, mientras estamos sentados esperándola. ¿Cómo es que miras esto a nuestro favor?


    Gelio

    "Nunca digo que está a su favor, pero por algo su majestad nombro a su hija al nacer, el nombre de la nación que tiene su corona."


    Safris

    "Fue mi peor error, mi intención se hizo realidad. Porque se comporta como si en verdad Grecia, el país, le pertenece por llevar el mismo nombre que su patria."


    Gelio

    "Los mejores errores siempre serán nuestras mejores opciones. Mejor dicho, sería su majestad que se ha olvidado de quién era en aquella época."


    Safris

    "Es tan interesante como tenemos recuerdos del ayer. También me fascina como volvemos al pasado para recordar algo de nuestro agrado. Por mi parte, no tengo nada que buscar, ya que no busco recuerdos, los recuerdos me persiguen a mí."



    En el campamento griego, toda la milicia se encuentran preparándose para una invasión. La mayoría afilan sus espadas, preparan su armadura, muchos tratan de sacarle el brillo, tratando de limpiarlas intensamente. Mientras que algunos se relajan, y comen, otros caminan tratando de estar activos. Freniud nota a Augusto que se acerca, y es cuando él se detiene.


    Augustu

    "Cuéntame algo bueno mi general."


    Freniud

    "El clima está fresco, y estoy en necesidad de un buen vino, no existe otra cosa."


    Freniud sigue caminando, mientras Augusto se queda confundido. Augustu prosigue a seguir a Freniud.


    Augustu

    "Freniud".


    Freniud se detiene y esta vez le presta atención.


    Freniud

    "Marcus está perdido, y el rey espera un encuentro para negociar."


    Augustu

    "Negociar?, no vine aquí a negociar, estoy aquí para conquistar."


    Freniud

    "Si fuese por mí, estaría en territorio turco lanzando mi espada."


    Augustu se ríe, indicando que lo que ha escuchado no puede creer."


    Freniud

    "Se puede saber que sería lo chistoso.?


    Augustus

    "Eres y serás el General, pero no por tu manera de atacar, y menos por estrategia, más por ser un buen soldado, o será soldado con suerte?."


    Freniud

    "Sabes que, tengo mucha tolerancia porque ciertas personas me aburren mi día. Entonces, estoy de humor para escuchar tus estupideces."


    Augusto

    "Admítelo, no sabes planear, solo ejecutas. Sabes por qué su majestad confía en Marcus?, simplemente porque Marcus entiende y conoce aquello que pronostica una guerra."


    Freniud

    "Aquel que juega ajedrez, es aquel que mueve pieza por pieza esperando su turno. Prefiero que esas piezas nunca se muevan, y que a la misma vez, nadie sería capaz de jugar conmigo."


    Augustus

    "También porque Marcus es aquel hijo bastardo del rey. Aunque los Fondeur lo niegan.”


    Freniud

    “Rumores.”


    Augustus

    “ Según su madre, aquella que fue dama de la antigua reina lo había admitido, claro después desapareció de la tierra.”


    Freniud trata de cambiar el tema, y empieza a buscar como salir del tema.


    Freniud

    "Tú, Marcus, y Kletus, están muy lejos de la gloria. A sus edades, he conquistado territorio con mi espada."


    Augustus

    "Exacto, tu eres un simple soldado y suertudo, no estratégico."


    Freniud

    "Si quieres te puedo demostrar la estrategia de romperte los huesos."


    Augustus

    "Se me olvidaba tu pésimo humor."


    Freniud

    "Humor?, osea, te refieres a los capitanes que se encuentran conmigo, una maldición estar con ustedes en esta jornada.”


    Augustus

    "Pobre Freniud"


    Freniud

    "Entiendes algo pedazo de imbécil, soy el único General Griego, todo otro General es romano."


    Augustus

    "Entonces, eso te define como especial."


    Freniud

    "Tengo una idea, tengo que de alguna manera aprender a ser más "estratégico". Entonces, mi primera misión será mandarte en frente con un ataque directo al enemigo, sin caballo. El único problema es que tengo que buscar la señal adecuada, para que los que te siguen, se devuelvan."


    Augusto

    "Eso fue humor."?


    Freniud

    "Si quieres llamarlo humor, entonces escribiré en tu tumba, "Murió por humor."


    Augustus

    "No entiendo por qué tienes que llegar a eso, te pasas de la línea."


    Freniud

    "No te preocupes, buscaré quien te pueda amamantar. Y si acaso te cagas, no llores para llamar la atención, solo espera que yo llegue con una rama de árbol rústica, para limpiarte el ano."


    Augusto se queda sonriendo, mientras Freniud se aleja con una sonrisa en su cara. Freniud llega a la carpa donde se encuentran Basil y Asaf. Freniud entra sin ser invitado, Basil y Asaf permanecen sentando en la cama de madera esperando a Freniud.


    Freniud

    "Espero que se sientan bien en este lugar de alta sociedad, ustedes son nuestros importantes huéspedes."


    Basil

    "No creo que sea de nuestro agrado señor, debería hablar con el rey sobre nuestra inconformidad."


    Freniud mira a Asaf con mucha confusión, Asaf baja su rostro con mucha decepción.


    Asaf

    "Que quieres Freniud, no creo que vengas a hacernos una visita médica."


    Freniud

    "Seré sincero, no es necesario derramar sangre, ya estoy harto de eso. Quiero morir en una cama en vez con una espada. Eres aquel que puede hacerle entender al sultán, sobre una alianza entre dos naciones."


    Asaf

    "Turquía es libre, y ese es el propósito de todo aquel que ama a su tierra. No tenemos culpa que queremos defender lo nuestro."


    Freniud

    "Puedo decapitar a tu heredero ahora mismo si quieres.?


    Basil se asusta y mira a Asaf.


    Asaf

    "No tenga miedo pequeño sultan, este perro puede ser que muerda, pero para eso, necesita que su amo lo suelte.


    Freniud

    "Existen dos muertes con relación a una guerra, una de aquel guerrero que muere peleando en la guerra. Pero también existe otro, aquel que torturan, para que su caja de sorpresa explote. Satah fue muy dichoso, no crees."?, cosa que tú no lo serás."


    Asaf

    "Te conozco Freniud, hablan mucho de ti, pero ese título de General no es tuyo y nunca será, porque Milan fue el culpable de que te creas lo que eres."


    Freniud

    "Mi nombre y mi legacía, está hecha con sangre y lealtad. Hablamos el mismo idioma, tú y yo, pero tú eres aquel que se esconde detrás de las paredes."


    Asaf

    "Tienes razón, pueda ser que sea objeto de guerra, pero eres y serás objeto de Milan.


    Freniud

    "Acaso está Milan aqui?


    Asaf

    "Abres los ojos Feniud, estás ciego, eres un títere."


    Freniud

    "Buena idea, te meteré la mano por el culo, para hacerte hablar como un títere."


    Basil se sorprende, mientras que Asaf no le pone atención. Freniud se retira con furia e incomodidad.


    Basil

    "Ese hombre no tiene respeto, y menos piensa antes de decir las cosas, que honor existe en eso."?


    Asaf

    "El joven sultán tiene razón, pero aquel que tiene honor, es aquel que tiene autoridad para hablar de más."


    Basil

    "Dime algo Asaf, que será de nosotros."?


    Asaf

    "Somos rehenes, y sin nosotros, están perdidos. Somos aquellas legiones que faltan, para que aquel rey de Grecia cumpla su misión."


    Basil

    "Todabia estoy confundido, porque asumir union matrimonial, y despues cambiar de opinion. La razon es que sea rey y ella mi reina, pero si fuese asi, uno de los dos debe de morir."


    Basil por unos segundos se queda reflexionando, y es cuando abre sus ojos con sorpresa, sobre el resultado que se imagina."


    Asaf

    "En la noche de la cena, no fue sorpresa que el rey escapara, eso fue algo planeado. No salimos del castillo corriendo porque él andaba suelto, no para nada, salimos por si acaso usted hubiese aceptado aquel pacto matrimonial. Si fuese así, su cabeza estuviera en el plato."


    Basil

    "Entonces, esto lo confirmaste en el castillo."?


    Asaf

    "No su majestad, El rey mando un ejército a cruzar la frontera por el río Ahad en Murmulla. Su invitación fue para despistarlos, pero temía que usted hubiese aceptado con aquellos encantos de la reina."


    Basil

    Entonces, donde está ese ejército."


    Asaf

    "Solo sé que lo estábamos esperando, y si no me equivoco, un gran encuentro se armó por la frontera del río Ahad."


    Basil

    "Pero, no entiendo, si estábamos preparados para todo esto, porque somos rehenes."


    Asaf

    "Gelio Murrah, estoy jugando un juego de ajedrez con él. Él me ha desconectado de mis espías, y a la misma vez, me mantiene aquí por estrategia. "


    Basil

    "Entonces, él conoce, que aquel ejército fue enfrentado"?


    Asaf

    "No lo sé, solo la victoria y la muerte pueden aclarar eso."


    Gelio camina la colina, mirando desde lejos el movimiento turco. Él se encuentra en un trance de pensamientos, curiosidad e intriga, tratando de organizar sus pensamientos. Augustus se acerca, y él también contempla a los turcos desde lejos.


    Augustus

    "Entiendo que ellos saben que estamos aquí, será que detrás de todos ellos se encuentran esas legiones que según se multiplican."?


    Gelio

    "Lo que vez, es una pared de algunos soldados. Más allá puede ser que las legiones estén tratándose de organizar, pero nada más."


    Augustus

    "Si fuesen romanos, estuvieran todas las legiones en posiciones. Según Los romanos campan por Gentú, casi cerca de Esparza. Si no me equivoco, estarán por aquí en algunos días."


    Gelio se sorprende, y le presta mucha atención a Augustus.


    Gelio

    "¿Cómo sabes eso?, si no me equivoco es la legión de la reina que está en ese lugar."


    Augustus

    "Unos comerciantes pasaron en carreta, algunos soldados empezaron a ver los artículos que vendían. En negocio y conversaciones, escuche como ellos también le vendieron algunos artículos a los romanos , y fue cuando un chiste salió a la luz, que según los Romanos pagan mejor que los Griegos."


    Gelio

    "Romanos?, aseguras que la palabra fue romano."


    Augustu

    "Sin duda"


    Gelio camina desesperadamente hacia el campamento. Augustus se siente confundido al ver que Gelio parece sorprendido. En voz alta él le dirige unas palabras a una distancia.


    Augustus

    "Entonces?, acaso somos tacaños?


    Gelio camina sin rumbo, muy distraído, pero a la misma vez sus piernas los llevan al lugar. Él llega a la carpa de Safris, donde safris se encuentra mirando un mapa que esta en una mesa.


    Safris

    ¿"Tu expresión dice mucho, que está pasando.?


    Gelio

    "La reina anda sin rumbo, los romanos son aquellos que campan por Murmulla, no la legión de la reina."


    Safris

    "Pero tus medios afirman a la reina".


    Gelio

    "Tengo dudas de mis medios, su majestad."


    Safris

    "Entonces, será mejor que busques la serpiente y le arranques la cabeza."


    Enfadado, y disgustado, Safris sale rápidamente de su carpa. Mientras que Gelio espera un momento, y luego sale de la carpa. Gelio trata de concentrarse, pero a su edad ya los nervios lo controlan a él. Unos segundo después, él se dirige a la carpa de Freniud. Freniud permanece durmiendo, pero la presencia de Gelio hace que se quede semi despierto.


    Freniud

    "Su majestad es muy puntual, veo que te ha mandado, casi estoy listo, unos minutos más."


    Gelio

    "No estoy aquí como mensajero Freniud, solo quiero saber algo."


    Freniud

    "Entonces"?


    Gelio

    "La reina, quien comanda su legión."?


    Freniud

    "Por ahora Agnus es el indicado, con las legiones dispersas, sería Agnus su hombre de confianza."


    Gelio

    "Entonces un soldado sin ninguna experiencia?.


    Freniud

    "Pueda ser que Agnus no tenga la experiencia necesaria, pero lo lleva en la sangre, él es el menor de una familia que ha servido a Fondeur, claro todos perecieron hace mucho."


    Freniud se sienta en la cama, y mira fijamente a Gelio.


    Freniud

    "No tiene sangre de ser traidor, si acaso eso es lo que quieres saber"


    Gelio

    "No me refiero a eso."


    Freniud

    "No pierdas mi tiempo, vamos viejo, que quieres saber?."


    Gelio

    "Curiosidad, de como la reina es manipulada por una amistad, en vez de tener a una persona con experiencia militar."


    Freniud

    "Esa respuesta la sabes más que yo, no te puedo ayudar si andas en rodeos."


    Gelio

    "Confianza, entiendo, eso lo sé, pero algún detalle insignificante debes de tener en tu cabeza."


    Freniud se queda pensando, se rinde a su vacío sobre algo que sea necesario de decir.


    Freniud

    "Tengo tiempo sin compartir con la reina, y más tiempo sin saber de Agnus."


    Freniud se pone de pie, encuentra su cinturón y se lo amarra de la cintura, agarra su espada y la pone en su cinturón. Él se queda mirando a Gelio antes de irse.


    Freniud

    "Es un buen muchacho, viene de gente del campo, sana y humilde. Trabajan la tierra, la gente acostumbra a comprar sus vegetales y frutas, todo comerciante debe por lo menos conocer a su familia, de eso han vivido."


    Gelio

    "Si no me equivoco su abuelo, el viejo Fabian fue aquel que era jardinero del abuelo de nuestra majestad Safris."


    Freniud

    "Fabian"?


    Gelio

    "Fue antes de tus tiempos, y empezando los míos, solía verlo creando las gramas."


    Freniud

    "Interesante, Agnus debe saber de tierra entonces."


    Gelio

    "Bueno, me retiro, necesito buscar más de estar conversaciones, me alegran mi día."


    Freniud

    "A tu edad, aprovecha esos "alegres días", si no me equivoco tu semblante me dice que te quedan pocos."


    Freniud se retira de la carpa, pero esta vez Gelio se sienta en la cama de Freniud, pensando y analizando la situación. Unos minutos han pasado y Gelio sale nuevamente, esta vez se dirige a la carpa de Basil y Asaf. Gelio entra y encuentra a Basil y Asaf los dos sentados en la cama.


    Asaf

    "Gelio, viniste a relevar los dos guardias que se encuentran vigilando esta carpa, amigo."?


    Gelio sienta en la única silla, y deja su bastón a un lado.


    Gelio

    "Puedes irte, los dos claro, nadie los detendrá, el único problema es que no soy responsable a por si acaso mi decisión nadie la ha escuchado."


    Asaf

    "Políticas griegas, con espada perforada en la espalda, típico amigo."


    Gelio

    "Dime una cosa, sería prudente preguntar por tu familia, ? O sea tus hijos, madre, padre, si acaso están vivos."


    Asaf

    "Todos bien en relación con la salud, gracias por preguntar. Perdona si no puedo decir lo mismo sobre tu familia, o sea aquellos que ya no existen. "


    Gelio

    "Como es que nunca te has enterado de un familiar mío?, no descartes hijos, nietos, y quisas bisnietos."


    Asaf

    "Esa es la pregunta del año, donde están?, por eso me digo a mi mismo, que tú debes tener un corazón dentro lo todo repugnante que eres."


    Gelio

    "Quieres que afirme que existen?, pero como un viejo como yo recuerda algo así. Te das cuenta, que el olvidar es una arma secreta, ya que me impide a mi mismo a resolver lo que vive en mí."


    Asaf

    ¿"Entonces, tu delirio de enfermedad mental, es algo que creías que no era una arma secreta.? Estás equivocado, porque esa arma secreta es tan real como la oscuridad de la noche. Solo un psicópata y asesino como tú, tiene una arma de ese calibre."


    Gelio

    "Calibre y puntería, o sea, esa arma que tienes tú."


    Asaf

    "Gracias por esos magníficos halagos. ¿Pero, uno se pregunta, el porqué merezco tanto prestigio, que hice para ser considerado un don de armas de alto calibre."?


    Gelio

    "La habilidad de un ciego andar sin tropezar me conmueve, porque sus instintos son capaces de sobrevivir sin los ojos. Entonces, si un ciego que camina sin tropezar me sorprende, entonces aquel ciego que mueve ejércitos, es una gran admiración para mí. "


    Asaf mira con mucho cuidado a Gelio, como analizando cada verruga de su cara. Mientras tanto, Basil trata de ignorar la conversación, mirando para un lado cuando entiende algo.


    Asaf

    "Es posible amigo, pero no puedo ser mudo, si acaso ese llamado fue hecho sin poder mirar."


    Gelio

    "Me sorprende mucho Asaf, te admiro mucho, porque no puedo explicar cómo ves y escuchas todo aquello que no ha pasado .”


    Asaf

    "Que buscas de mí?, viejo estúpido, vamos, escúpelo, que vida para escuchar no te queda."


    Gelio

    "Nada, únicamente una conversación entre dos amigos, es mucho tiempo estar aquí guardado, y quise admirar tu presencia. Digo, muy pronto podrán estrechar sus piernas y andar libre. Claro, no en la tierra, y menos en las nubes."


    Basil respira profundo y se pone su mano en la boca. Asaf se queda callado brevemente, y en un minuto reacciona.


    Asaf

    "Puedo ofrecer un paso libre fuera de Turquía a tu rey, si acaso las cosas no salen como quieran."


    Gelio se ríe a carcajadas.


    Gelio

    "Eres impresionante, nos da la oportunidad de salir vivos y ala misma vez no quieres meterte en medio de nuestra jornada. Que admiración, que grande eres, me sorprendes."


    Asaf

    "No soy culpable de que pase después que crucen Turquía. Mira el lado bueno anciano, aquel hijo bastardo del rey que es capitán, puede ser un nuevo sucesor, pueden empezar de nuevo, que crees.”


    Gelio

    "Todo está bien, es un buen gesto, muchacho, ven ayúdame a levantar."


    Asaf trata de impedirlo, pero Basil se apresura para ayudar a levantar a Gelio.


    Gelio

    "Bien, entonces, con gusto le avisaré al rey, sobre tu grandiosa caridad."


    Gelio sale de la carpa y camina lentamente por el campamento, pero algo dentro de él lo detiene, y se queda pasmado de la impresión. Su mente comienza a analizar las cosas, y abre sus ojos sorprendidamente, como hubiese descubierto algo. Gelio comienza a hablar solo.


    Gelio

    "Comerciantes han pasado por aquí, indicando que los romanos están donde creía que la reina estaba. Comerciantes y talvez clientes o familiares de aquellos granjeros, familia de Agnus. Según Asaf, nos dará paso libre para pasar por Turquía, porque tal vez sabe que Grecia no es lugar seguro para el rey. Si no es lugar seguro, es porque la reina lo quiere así para su padre."


    Gelio vuelve a quedarse callado y saca una conclusión.


    Gelio

    "Espías comerciantes mandados por Agnus, mientras la reina mandará a sus legiones a ejecutar al ejército de Marcus. Marcus, aquel bastardo del rey, y sangre de sucesión......... traición!!!!!."


    Gelio corre desesperadamente para avisarle a Safris que se encuentra en la colina, él deja su bastón y trata de correr a su manera, tambaleándose de lado a lado. Al tratar de subir la colina, él nota a Safris y Freniud parados mirando la frontera de Turquía, él grita en voz alta.


    Gelio

    "Majestad , Majestad!!!!.


    Safris y Freniud se dan la vuelta, pero Gelio cae inconscientemente boca abajo, a causa de un paro respiratorio. Freniud y Safris corren hacia él.
     
    #29
  30. Antonio Liz

    Antonio Liz Poeta recién llegado

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    Kameyé


    Muy de mañana la reina se encuentra en medio de un bosque mirando una casa de madera de lejos. La casa de color marrón, estructura hecha de piedra, cuadrada y con dos ventanas que aparentan dos agujeros redondos. La puerta es de madera, una puerta de caoba, con un brillo que identifica que fue recién hecha. La casa se encuentra en medio del bosque, unos cuatro árboles la rodean, la grama está bien atendida, no alta ni bajita, pero de buen gusto. La reina se mantiene lejos mirando aquel lugar donde nació y creció. Mientras trata de que los árboles no la delaten, ella sigue con su capucha en la cabeza, cubriéndose su cara. Cesarus se encuentra detrás de ella, él se acerca y la interrumpe.


    Cesarus

    "Las personas que viven ahora en la casa, vinieron de Murmulla hace dos años."


    Grecia

    "Mi padre entonces vendió la tierra.


    Cesarus

    "Desde que tu madre se fue con tu padre, también la casa se fue con ella. Todos la abandonaron, y se fueron a Fondeur, si no me equivoco, la vendieron a un buen precio."


    Grecia

    "Es intrigante saber que aquí empezó todo.”


    Cesarus mira a su alrededor, ignorando la casa, y concentrándose en todo lo que la rodea.


    Cesarus

    "Su majestad tiene razón, todo fue un comienzo, aquel comienzo que la verdad, no tiene final para mí, ya que todavía estoy aquí."


    Grecia sigue mirando la casa, sin quitarle los ojos, pero prosigue la conversación con Cesarus.


    Grecia

    "Arcángel, así se llamaba?, o acaso se puede decir que lo fue."


    Cesarus

    "Mi corazón siempre entenderá que él lo es, y será por siempre."


    Grecia

    "Te creo, si existe aquel en mi cabeza que se llama Saxéx, entonces porque no un ángel de Dios.?


    Cesarus

    "Soy un libro de la vida, no un lápiz. Escriben en mí, y yo solo comunico lo escrito de corazón y alma."


    Grecia

    "Que paso despues"?


    Cesarus

    "No creía lo dicho, me desperté al otro día, sin recordar cuando llegue a mi cama, y cuando me dormí. Al despertar, Gregorio tenía la puerta abierta, con su manos detrás, mirando el nuevo día, yo me senté en la cama, y tenía tantas preguntas."


    Joven Cesarus

    ¿"Que buscas aquí?, que quieres, ? Acaso Dios te ha enviado?."


    Gregorio

    "Sé prudente, y tal vez entenderás, lo que has visto, no es cuestión de revelación, me pintan con espada y eso fue lo que quisiste ver, ¿ sabes quien soy?, porque buscar más de mí?, no vez que me tienes aquí, eso es suficiente."


    Joven Cesarus

    "Dios es mi interés, y no lo que pintan en cuadros y visiones de ti."


    Gregorio

    "Es la mejor respuesta que he escuchado."


    Joven Cesarus

    "Que he hecho para tropezar contigo"?


    Gregorio

    "Te consideras un vacío delante de mí."?


    Joven Cesarus

    "Sin Dios lo seré mil veces, con él en mi, eres insignificante para mí."


    Gregorio

    "Bien, entonces tu respuesta a tu pregunta, es tu inocencia, un vaso libre de llenar.”


    Gregorio se marcha y deja a El Joven Cesarus con la, palabra en la boca.


    Grecia

    "Entonces, se puede decir que, de alguna manera, él y tú miran las mismas cosas."?


    Cesarus

    "Se puede decir."


    Grecia

    "Quien es Saxèx."?


    Cesarus

    "Es algo complicado su majestad."


    Grecia

    "No quiero detalles, solo háblame como si sabes que nunca te voy a creer."


    Cesarus baja su mirada, y trata de buscar las palabras."


    Ceesarus

    "Tu madre vendió su vientre antes de tener hijos, y Saxex es aquel que trata de buscar lo que le pertenece."


    Grecia esta vez deja de mirar la casa, y se enfoca en el rostro de Cesarus.


    Grecia

    "Prosigue"


    Cesarus

    "Tu madre era en ese tiempo muy joven, y aventurera, y entonces....


    Grecia interrumpe inmediatamente.


    Grecia

    "Dije sin detalles".


    Cesarus nuevamente baja su mirada.


    Cesarus

    "Tu madre, tenía una amistad, esa amistad le enseño algunas cosas que hoy día llaman magia o hechizos."


    Grecia

    "Cuales fueron esas cosas."


    Cesarus

    "El hacer que una rosa nazca en tus propios ojos, como el agua del río se transforma en un mar azul. Ella le fascinaba lo que era la magia, hasta que un día quería aprender."


    Grecia

    "Algo más debió fascinarle, para vender su vientre."?


    Cesarus

    "Si su majestad. Su madre quería ser siempre joven, siempre vivir para siempre, detestaba saber que iba un día ser una anciana, y su rebeldía fue su peor enemigo."


    Grecia

    "Tu, hombre de fe, y por lo que veo su mejor amigo, como es que no encontraste la forma de convencerla."


    Cesarus

    "Su majestad, mi corazón nunca creía que Gregorio era aquel Ángel de Dios. Pero, su madre era aquella víctima, de aquel que siempre está con nosotros. Entonces, el ángel no estaba ahí por mí, sino que estaba ahí por él. "


    Grecia se queda pasamada, analizanzoma Cesarus.


    Grecia

    "Leria era su mejor amiga, esa es la amistad de quien hablas, y fue ella que te enseño la niña muerta en vida. Leria fue aquella mujer que enfrento a Gregorio en el bosque."


    Cesarus mira con mucha atencion a Grecia, y Grecia mira al cielo.


    Grecia

    "Leria es aquel ángel que una vez fue más amado por Dios. Arrojado en la tierra y con voluntad libre. Estabas en medio de una guerra del bien y el mal."


    Cesarus

    "No existe mal, no existe aquella guerra entre ellos dos, nosotros somos aquellos que día a día peleamos esa guerra. Amor es una palabra, y ambos lados la disfrazan a nuestro favor, alivio es algo que queremos, y los dos tienen la misma intención, ya sea aquí en la tierra como en el cielo. "


    Grecia

    "Defiendes lo impuro."?


    Cesarus

    "Soy guardián de toda inocencia, y alivio de todo dolor. Pero siendo yo carne y hueso, solo soy instrumento. Existe el paraíso, y aquel ángel amado una vez por Dios llamado lucifer, busca aquel lugar fuera de la ira de Dios, para aquellos creyentes."


    Grecia

    "El infierno es su lugar."


    Cesarus

    "Sin duda, pero es un dilema entre el ángel guardián de Dios, y aquel que una vez fue su más querido y amado."


    Grecia

    "Cuentos de hadas y cosas malignas, esos son los dilemas de aquellas personas que no han pasado por lo que he pasado."


    Cesarus

    "Ojalá, ojalá su majestad, yo creer que sean cuentos e historias."


    Grecia

    "Saxex"?


    Cesarus

    "Saxex, Graria, Hikiko, Malatia, Grava.... Esos son algunos nombres de aquella convocación maligna. Solamente le puedo decir que es una invocación a un soldado del mal. Es únicamente mi versión, no lo puedo confirmar. Pero, existen aquellos seguidores que dicen que en pasadas décadas existió un hombre llamado Malik Adad, un turco que fue condenado por brujería, aquel que deambula el bosque muerto. Fue bautizado con el nombre de Saxex por sus seguidores, después de ser condenado y luego quemado."


    Grecia

    "Entonces, se puede decir que mi madre se arrepintió de vendernos.?"


    Cesarus se queda callado, y mira a su alrededor.


    Cesarus

    "Mi reina quiere que hable sin detalles, pero sin detalles no me entenderá. Pero creo que tengo una mejor idea, por favor sígame."


    Cesarus se aleja del lugar de la casa, mientras que la reina le echa un último vistazo a la casa, y sigue a Cesaarus. La reina sigue a Cesarus, ella se da cuenta de Agnus que se encuentra parado en un arbol, ella se dirige hacia el.


    Grecia

    "Es hora que se vayan, yo estaré bien. Necesito que cumples mi mandato. El objetivo según se encuentra en las orillas del río de Ahad. "


    Agnus

    "Su majestad, no puedo dejarla aqui, sabes que es asi Grecia."


    Grecia

    "No vuelvo a decírtelo, dirige el ejército a las orillas de Ahad. Cuando termines tu mandato, vendrás nuevamente a Galomé, es una orden Agnus."


    Agnus se queda pensando, pero se aleja de la reina, a cada paso la mira, y ella mantiene su mirada hacia él. Agnus se pierde en el bosque, dejando a la reina sin respaldo oficial. De una distancia, Cesarus nota como los soldados y Agnus se alejan del bosque, dejando a La reina sola. La reina prosigue hasta donde esta Cesarus, y Cesarus continua caminando.


    Unos minutos después, Césares llega a un lugar del bosque, donde las hojas son secas y marrones, y la tierra es marrón oscura, sin pasto. Algunos troncos están visibles, como si todos los árboles hubieran sido derribados. Algunos charcos negros son visibles. Cesarus agarra una rama y empieza a buscar algo en la tierra, arando toda hojas y pedazos de ramas. La reina continúa mirando todo alrededor.


    Grecia

    "Lugar maldito, supongo monje."


    Cesarus comienza a mirar por todos lados.


    Cesaris

    "Las cicatrices nada más se esconden en nuestros cuerpos, también son parte de la naturaleza. Tenemos la piel que las hace visibles, en cuestión del bosque, digamos que tampoco puede ocultar las suyas."


    Grecia

    ¿"Como puede ser que a unos pasos existe un bosque verdoso".?


    Cesarus

    "La naturaleza también tiene su límite y tolerancia, su majestad."


    Cesarus continúa buscando algo con la rama, arando toda tierra. La reina aburridamente se sienta en un tronco y continúa mirando todo su alrededor."


    Cesarus

    "Me tomó un poco de tiempo, pero aquí está".


    La reina se acerca, y Cesarus apunta hacia la tierra a un objeto peculiar. Un bolso de amuleto sucio, pero visible de lo que es. Marrón, lleno de tierra, con un collar de hilo grueso gordo.


    Grecia

    "Si no me equivoco es donde guardo algunas de mis preciosas prendas, o sea un bolso de amuleto, cuál es su función, acaso es algo que ustedes nunca han visto?, a menos que quieras que te explique como funciona."


    Cesarus

    "Nuestra reina se concentra en la debida función, pero en realidad, existe una historia más intrigante. Además de ser un contenido de algo medicinal en relación a los curanderos. Aquellos que prefieren estar entre nosotros, cultivan su ser dentro de este Kameyé."


    Grecia

    "Kameye?"


    Cesarus

    "Nombre que utilizan para describirlo."


    Grecia

    ¿"Cultivan, que, o sea, de que estás hablando monje.?"


    Cesarus

    "Dentro de el hacen su presencia y su legado. Una parte de ellos se siembran dentro de ese pequeño bolso. Cuando llega el momento de morir, no te vas para el cielo, si no que ese pequeño bolso mantiene tu ser aqui en la tierra."


    Grecia

    "Entiendo perfectamente, pero como uno mismo, puede incluir su persona en tan pequeño espacio."?


    Cesarus

    "Esa es una parte un poco incómoda. Todo aquel deja algo que le pertenece internamente, un rasgo que solo su ser lo puede crear. Ellos, escupen en él, arrojan su misma sangre, sus lágrimas, excrementos y todo lo que tenga que ver consigo mismo."


    Grecia

    "Estás consciente de lo ridículo que suena esto."? Como puedes guardar algo, que no se puede sostener, todo entra y sale, objeto transparente."


    Cesarus

    "La idea no es guardarlo, la idea es mancharlo con todo de ti. Así cuando mueras, eso te conecta nuevamente a la tierra."


    Grecia

    "Entonces, Leria fue aquella que te explico esta locura.L"


    Cesarus

    "No su majestad, su madre cargaba en su cuello uno de esos objetos. Ella misma me explico ese legado."


    Mientras en el castillo, Gigna se encuentra sentada en la sala real, ella nuevamente lee el mensaje enviado por la reina. Mientras que los miembros del palacio hablan el uno al otro, Milan que se encuentra parado a la derecha de Gigna y el senador Ulices, miran curiosamente a Gigna que lee el mensaje repetidamente. Gigna guarda su mensaje dentro de su vestido, un vestido azul claro con una capa roja oscura y una imagen de una reina de ajedrez bordada con un material del color oro. Esta vez tiene su pelo rubio, suelto, pelo muerto y frágil, donde cualquier movimiento tapa su cara, ella de vez en cuando usa sus manos para alejar su pelo de la vista. Milan hace un gesto de silencio, ya que Gigna comenzara su discurso.


    Gigna

    "Aquellos que conspiraron con la reina, están siendo castigado, uno ejecutado y la otra en una celda. Fondeur seguirá como siempre tratando a los infieles como debe de ser. La reina se encuentra dirigiendo las legiones hacia territorio turco, órdenes de mi padre. Espero que este mensaje sea algo de todo agrado."


    Milan se queda callado mirando a los miembros del senado. Mientras un murmullo se puede notar entre ellos.



    Ulices

    ¿"Porque la reina decide esconder algo heroico y patriótico."?


    Gigna

    "Órdenes de mi padre, pero tomaré en cuenta que quieres su explicación."


    Ulices trata de hablar, pero decide olvidar el tema.


    Ulices

    "Sobres los traidores, Como es que nosotros, no somos aquellos que tomarían esa decisión?, ya que somos partes de aquello que se define como justicia."


    Gigna

    "Esa carta que leía, es el mandato de la reina, y será por siempre su palabra, y no aquella de senadores o jueces."


    Ulices

    "Existe la diplomática y la política, donde todo reino debe respetar."


    Gigna

    "Cierto, y existen también, la guillotina, y la tortura cuando tu Ulices no te refieras a mí como aquella sangre, que es de honor y reinado."


    Milan

    "Ulices, así como Dios nos entrega la voluntad de ser quienes somos, así también nos entrega el derecho de reconocer tu posición y la de la princesa. Si acaso eres senador, no olvides que nuestra majestad es parte de eso que existe para ti. No seas una cosa del olvido, por algo que también es política y diplomacia."


    Ulises

    "Perdón su majestad, debí reconocer que estoy equivocado, al no referirse hacia usted con mucho honor."


    Gigna le corta la mirada a Ulises.


    Gigna

    "El muchacho fue ejecutado, ya que acepto toda la culpa. La muchacha según no tiene nada que ver, pero por ahora no soy yo quien decida su destino, será la reina."


    Ulices

    "Con su permiso majestad, pero sería preferible que sea la corte que decida."


    Gigna se queda pazmada, tratando de evitar que su temperamento explote,


    Gigna

    "Sabes algo, se me olvido agradecerte algo, tu hijo es un soldado en la legión comandada por Marcus. Deseo que Dios esté con él y nuestros soldados, porque según son los primeros en estar en territorio Turco. Mis oraciones estarán más con él hoy día, ya que según, tenemos tiempo sin escuchar noticias."


    Ulises

    "El respaldo del rey está cerca, y los romanos se acercan, estoy muy seguro que encontraran alivio y soporte militar."


    Gigna

    "Claro, el tiempo es lo que tememos, mientras que mi padre está tratando de pasar, toda Turquía lo espera. Los números de la legión comandada por mi padre, no superan los turcos. Pero gracias a Dios, que mi hermana y mi esposo, están comandando legiones, que pondrán los números a nuestro favor. Claro, espero que para que tu hijo llegue con vida, tus políticas y diplomacias no se pongan en el medio."


    Ulices esta vez se queda callado, mientras que Milan mantiene su mirada en él.


    Gigna

    "Yo, por mi parte, agradezco a cada unos de ustedes en relación con la campaña para nuestra victoria. Existen muchas cosas pendientes. Y sabemos que el castillo no es el mismo de antes. Pero, con su ayuda, llegaremos a esa cultura de antes."


    Milan

    "Debemos entender algo, nunca discriminamos los momentos buenos, pero son aquellos momentos malos donde Dios está más presente. Es muy importante siempre mantener esa balanza en el mismo Nivel."


    Ulices

    "Su majestad, que pasará con aquella que será cuestionada?, me refiero que, no hay duda que la muerte, por complicidad, debe ser aplicada."


    Gigna

    "Todo a su debido momento, la reina tiene sus intenciones, y yo, por mi lado, solo soy su mensajera."


    Milan

    "Todo será difundido más adelante."


    Ulices

    "Por un lado, me agrada que la reina este bien de salud, creíamos que algo le había pasado, ya que pensábamos que estaba desaparecida."


    Gigna

    "Eso es todo, pueden retirarse."


    Todos los miembros de la realeza se retiran, mientras que Milan y Gigna quedan solos.


    Milan

    "Su majestad debió mencionar algo parecido antes de dialogar con el senado. Seria de buena ayuda para usted."


    Gigna

    "Entiendo muy bien que eres y serás parte de Fondeur, pero ese mensaje fue para mi. Tu mismo te entiendes con la reina, pero no conmigo, entonces, será mejor que sigamos así."


    Milan

    "Su majestad tiene razón."


    Gigna

    "Dime una cosa, ¿dónde tienes a aquel muchacho?, ese que vino de Galomé.


    Milan

    "Menfis es mi ayudante, su majestad, existen cosas que ya a mi edad se me hace difícil hacer."


    Gigna

    "Que casualidad que sea un hijo de Freniud."


    Milan

    "No es casualidad, trato de ayudarlo, ya que es lo mínimo que podemos hacer por nuestro general."


    Gigna

    "No me interesan tus juegos Milan, nada más dire una cosa, procura jugarlos fuera de mi vista. Estoy aquí para representar a mi hermana, y no para ser entretenida con esos monopolios que quieres armar."


    Milan

    "Le aseguro, que todas mis intenciones, son obras de Dios."


    Gigna

    "Cuidado Milan, no te proclames mesías, porque según los murmullos, eres aquel judas, discípulo de Jesús."


    Milan

    "Que sea él, que me condene, si acaso es cierto su majestad."


    La puerta se abre ligeramente, y Grecia y Milan notan que Socrates se asoma y vuelve y se pierde detrás de la puerta. Milan mira a Gigna con curiosidad, y Gigna mira hacia arriba, dejando sus ojos en blanco de forma de aburrimiento. Milan se retira, pero al caminar Gigna le llama la atención.


    Gigna

    "Una cosa Milan, la traidora, es mi responsabilidad en lo que la reina llega. Mientras que el cadáver del joven es tu responsabilidad."


    Milan

    "Si, su majestad, como usted diga."


    Milan sale, y Socrates entra y camina directo hacia la reina. Gigna lo mira disgustadamente, y las puertas se cierran. Gigna se levanta de la silla.


    Gigna

    "Gordo, sin modales, enséñame respeto antes de entrar, acaso esos son modales de acercarte a una princesa.”


    Socrates se detiene y apunta hacia atrás.


    Socrates

    "Perdón, quieres que retroceda y lo haga de nuevo."?


    Gigna se sienta, y pone su mano en la frente.


    Gigna

    "No, ya el daño está hecho."


    Socrates

    "Oh, ok."


    Gigna mira con mucha atención a Socrates.


    Gigna

    "Pues mira gordo, tu apreciada Cesari, está comprometida con el idiota de Efrid."


    Socrates

    "Efrid?, hijo del senador."


    Gigna

    "Si aquel cuatro ojos que solía a ayudar a Ulices cuando era tesorero. Me hice la tonta como si no lo conocía."


    Socrates

    "Efrid?."


    Gigna

    "Cesari, viene de una familia prestigiosa, y muy apreciada por nosotros, eso es realidad. Ulices aprovecho y se aseguró que su hijo sea su esposo."


    Socrates

    "Porque no me dijo eso."?


    Gigna

    "Por pena por ti, obvio, quieres que te mienta gordo?"


    Socrates

    "Eso lo sé, me refiero, el porqué me mintió al decir que no tenía a nadie."


    Gigna se queda pensando, y trata de buscar respuesta.


    Gigna

    "Interesante."


    Socrates

    "Si el compromiso es real, entonces debería decirlo, o admitido."


    Gigna

    "Cierto, pero también puede ser que busca un favor tuyo, de mi parte."


    Socrates sonrie.


    Socrates

    "Muy posible."


    Gigna

    "Mi hermana me mando un mensaje, quiere que le mande un mensaje a mi esposo, y que desvíe el rumbo de los romanos. Hace días mandé ese mensaje, si no me equivoco, mi hermana quiere jugar una carta en el plan de mi padre."


    Socrates

    "Razon"?


    Gigna

    "No soy política, pero menos soy tonta. Quiero que mantengas tu mirada hacia Menfis, creo que Milan lo tiene como ficha, y estoy interesada como jugara esta nueva noticia."


    Socrates

    "Ese idiota solo le puede limpiar las nalgas a Milan, y talvez levantarle el pene por si acaso no pueda orinar. Olvídate de él, le das mucho crédito, pero haré lo que me dices."


    Gigna

    "Otra cosa, después de la madrugada, quiero que busques a Sagraria y la lleves a mi cuarto. Y algo muy importante, que sea Cesari que le dé un baño antes de entrar a mi cuarto. No las dejes solas, cuando la lleves a mi cuarto, te puedes retirar."



    Socrates se dirige a los calabozos, el llega donde está Sagraria, y empieza a mirarla. Sagraria se encuentra sentada en el piso, recostada de la pared, y su camisón blanco manchado. Su cara no se puede ver, porque su pelo largo marrón le cubre el rostro."


    Socrates

    "Vendrás conmigo, no te amarraré tus manos con las cadenas, confió que te portaras bien, a menos que quieras morir en mi mano."


    Sagraria

    "Me imagino que el chico está muerto. Nunca me agradaba, y sabía que ese era su destino."


    Socrates

    "Levante, y camina frente de mi."


    Sagraria se levanta, Socrates abre el calabozo, y ella se para frente a él."


    Sagraria

    "Acaso eres maricón, te gustan más los hombres?, me miras con miedo de tocarme."


    Socrates se ríe a carcajadas.


    Socrates

    "Es lamentable que no seas una opción para una mínima erección, quizás, otros sean más dichosos."


    Sagraria escupe a Socrates, donde su catarro comienza a descender de su ceja derecha.


    Socrates

    "Esparza, ciudad de titanes, me imagino que confías que ese es tu apellido. Tengo la dicha de conocer muchos Esparza, cada quien quien esta cerca de lo que es la milicia, siempre lo apellidan Esparza. Mejor escondete en tu verdadero apellido, porque no solo tus acciones te mataran, ya que estas condenada con ese supuesto nombre, de aquellos que en verdad son titanes."


    Socrates le pega un fuerte golpe en el estómago que la hace caer en el piso, agonizando buscando aire se encuentra Sagraria.


    Socrates

    "La próxima vez, escribiré tu nombre con mi daga encima de tus tetas. Levántate y camina, antes que ese sueño se te haga realidad".


    Sagraria se levanta y comienza a caminar, mientras que ella gira sus ojos de lado a lado, con miedo de que Socrates le propine otro golpe. Ellos salen del calabozo, y siguen un pasillo, donde algunos guardias la miran con intenciones perversas, y otros escupen en el piso de forma de asco. Un grupo de soldados comienzan a llamar la atención Socrates.


    Soldado

    "Gordo, regálanos unos minutos con esta mujer, solo para averiguar que tan virgen es. Es alta y con buen cuerpo, después te la devuelvo rota y quebrada."


    El grupo empieza a reírse, mientras que Sagraria con su cara de disgusto, sigue caminando, Socrates analiza cada paso y reacción detrás de ella. Ellos llegan a la habitación de Gigna, él le amarra las manos con las cadenas, pero lo suficiente para que la extiendan. Socrates mira alrededor, y nota la presencia de algunos soldados.


    Socrates

    "La princesa ha ordenado que nadie permanezca en este piso, yo mismo avisaré cuando puedan regresar. "


    Todos obedecen, y dejan el pasillo limpio. Al entrar, una bañera se encuentra en el cuarto, Gigna está sentada en su cama, y Cesaria espera a Sagraria con una toalla al lado de la bañera. Sagraria mira a la derecha de Cesari, y nota una pequeña mesa con dos pedazos de pan con mermelada al lado, y una jarra con vino.


    Gigna

    "Si, es casi de madrugada, pero un buen baño no discrimina hora."


    Sagraria se concentra más en la mesa que contiene alimentos.


    Gigna

    "Mil disculpas, reconozco que no he mandado alimentos para los calabozos. Soy nueva en esto, mi hermana tiene más control. Por favor, prosigue a la mesa y come todo lo que gustes."


    Sagraria se aserca a la mesa, antes de comer, ella mira a Gigna.


    Gigna

    "Eres una mujer dispuesta a morir, no creo que estés pensando que te quiero envenenar."


    Sagraria comienza a comer sin ninguna disciplina, ella trata de comer todo al mismo tiempo, donde invade el piso con desechos de pan y vino. Socrates mira a Gigna, y Gigna sonríe sin mucho ánimo. Cesari se sorprende al ver como el hambre hace de Sagraria una bestia muerta de hambre.


    Gigna

    "Cesari, me imagino que as saludado a mi querido amigo Socrates. Como te dije, el habla muy bien de ti."


    Cesaria mira a Socrates con una amigable sonrisa.


    Cesari

    "Hola Socrates, estás perdido, tengo días sin verte."


    Socrates ignora a Cesari y se dirige a Gigna.


    Socrates

    "Estaré fuera si me necesitas."


    Socrates sale del cuarto y cierra la puerta, él se sienta en el piso, al lado de la entrada del cuarto de Gigna.


    Cesari se sorprende, ya que Socrates no le contestó debidamente.


    Gigna

    "Es un largo día, mi amigo debe de estar muy cansado, además, las malas noticias suelen también agredirlo mentalmente."


    Cesari baja su cabeza, mientras Sagraria escucha la concersacion.


    Gigna

    "Veo que as terminado, Cesari te dará un baño."


    Sagraria se queda pasmada, sin hacer nada.


    Gigna

    "Socrates, por favor, te necesito."


    Socrates entra nuevamente.


    Gigna

    "No somos animales, por favor, puedes removerle la cadena. Nuestra amiga se comportará debidamente, ya que le he demostrado mi gentileza. Acaso me equivoco Sagraria?."


    Sagraria trata de buscar una respuesta adecuada, puesto que le toma unos segundo para contestar."


    Sagraria

    "No me puedo quejar del trato su majestad."


    Gigna

    "Bien".


    Socrates se acerca a Sagraria, y le quita la cadena que amarran sus manos, pero en ningún momento la dejo de mirar. Socrates se retira, y Sagraria entra en la bañera, donde Cesari la espera para darle un baño.


    Gigna

    "Es necesario que te desnudas, como puedes bañarte adecuadamente con ropa puesta."


    Sagraria se levanta y se quita su camión, el sucio es visible, pero también algunas cicatrices pequeñas. Gigna se levanta y comenza a admirar su cuerpo, ella traga fuerte al ver como el cuerpo de Sagraria es un recuerdo de un gladiador, Sus senos anchos y musculosos, su nalga redonda como un corazón. Sus muslos de atleta, su tamaño de una mujer de mucha altura, la hace un fenómeno muy peculiar en los ojos de Gigna. La vulva peluda le llama la atención a Gigna, ella mira a Cesari que trata de ignorar la presencia de Sagraria.


    Gigna

    "Tu destino esta en manos de la reina, solo puedo conservarte en lo que ella llegue, pero por ahora, estas a salvo."


    Cesari continúa bañando a Sagraria, que se mantiene en silencio. Cesari prosigue en echarle el agua por la cabeza para lavar el pelo. Ahora su cara es visible, y sus ojos marrones conectan con Gigna sin retroceder su mirada. Gigna sonríe, pero Sagraria mantiene su rostro sin expresión.


    Gigna

    "Ahora me doy cuenta de esa cicatriz en tu mejilla, debe de esconderse una historia detrás de ella."


    Sagraria sigue ingnorando a Gigna, Cesari nota la exprecion fria de Sagraria hacia Gigna.


    Cesari

    "La princesa le está hablando, debería contestar, ella la ha respetado y le ha concedido buenas cosas hasta el momento. Los modales no tienen límites, y para mí, usted tiene buenos modales."


    Sagraria

    "Mi silencio es todo el respeto que le puedo entregar. No soy un títere como tu niña. ¿Acaso crees que debería arrodillarme todo por lo que hace por mí?. Me arrodillo ante Dios, y menos a un Fondeur."


    Cesari sigue bañando a Sagraria, esta vez estregándole la espalda, pero al mismo tiempo, ella visualiza a Gigna que se encuentra con una expresión de dudas, después del comentario de Sagraria.


    Gigna

    "No te culpo, y te entiendo, es una maldición de Fondeur, nada más."


    Sagraria

    "No, ustedes crearon la maldición, son la creación del mal, y toda culpa de la paz que ya no existe aquí en Grecia."


    Gigna

    "Paz, eso quieres?, la paz, mira a tu alrededor, nadie quiere otra cosa que no sea la paz, pero tiene su precio."


    Sagraria

    "No contamines aquella prosperidad con la presencia de tu familia, solo han ejecutado toda gota de tranquilidad y hermandad."


    Gigna por unos segundos comienza analizar a Sagraria, pero esta vez ella levanta su voz.


    Gigna

    "Hermandad, donde estaba la hermandad cuando mi padre defendió a Grecia de una invasión turca?. Toda tu gente se negaron a defender su patria, todos aquellos clanes, incluyendo a tu sangre, negaron el llamado de mi padre. Pero con poco soporte militar, y con heroísmo patriótico, mi padre defendió esta nación, y Dios hizo que los turcos estén donde están hoy día. ¿Cuéntame, donde estuvo tu hermandad ese día.?"


    Socrates abre la puerta lentamente, ya que la voz de Gigna lo ha sorprendido. Él nota a Gigna agitada y su pelo nuevamente cubre su rostro, ella aleja su pelo de su rostro y conecta su mirada con Socrates, que este regresa y cierra la puerta. Calmada, la reina se dirige a la ventana, y comienza a mirar la oscuridad de la madrugada. Cesaria ayuda a Sagraria levantarse, ella sale de la bañera, mientras Cesari la pone una toalla en su cuerpo. Sagrario tambalea como si se fuese a desmayar, y Cesari la sostiene.


    Cesari

    "Estás bien?, por poco te vas de un lado, ven siéntate."


    Cesari sienta a Sagraria en un pequeño mueble que forma una pequeña sala en el cuarto.


    Gigna

    ¿"Hablabas de títere, de Cesari ser un títere, te consideras un títere Cesari."?


    Cesari

    "No su majestad, llegue aquí con mi voluntad, un honor servirle a usted, mi princesa."


    Sagraria comienza a sentirse mareada, y trata de no desconectarse de la conversacion."


    Sagraria

    "No me siento bien."


    Cesari busca un vaso se agua y se lo entrega a Sagraria que lo toma, pero sus manos comienzan a temblar. Cesari mira a Gigna que sigue de espalda mirando la ventana.


    Gigna

    "Mi significado de titere tiene otra explicacion, diria que es aquel que le tomas su cuerpo y lo manejas como tu quieras, y no aquel que se manipula por estar bajo un mandato. No sé si estamos en la misma página tu y yo Sagraria."


    Sagraria trata de pelear con un sueño que la obliga a caer dormida, pero antes de quedarse dormida le responde a la Gigna.


    Sagraria

    "El cuarto está dando vuelta, el vino, tenía algo."


    Sagraria agarra la mano de Cesari, quedando dormida en el mueble. Una hora después, Sagraria se encuentra en un sueño profundo, ya de muy madrugada ella despierta brevemente y nota algo que se apodera de su cuerpo. Ella nota su cuerpo desnudo en su cama, mientras que Gigna está completamente desnuda arriba de ella, Gina saborea los senos de Sagraria con mucho detalle, dejando el brillo de toda la baba y saliva notable. Gigna agarra con sus manos cada seno, y lo saborea como si estuviera bebiendo leche materna. Sagraria con poca fuerza y entre el sueño, nota que tiene sus pies y sus manos amarradas de la cama, su manos estiradas hacia arriba de su cabeza, amarradas con un tipo de tela. Gigna nota que Sagraria mueve un pie, es cuando sus ojos conectan.


    Con su pelo sudado, y su boca babosa, Gigna le sonríe a Sagraria y empieza a comerse su cuello de forma apasionada. Sagraria mueve su cabeza para un lado tratando de evitar la situación, pero ella vuelve a caer en el sueño profundo. Unos minutos después Sagraria vuelve a despertar, y nota a Gigna en posición de tijera, cruzando sus piernas, las dos boca arriba y rozando la vulva una y otra vez. Gigna hace todo el movimiento y su boca se extiende con sonrisa de pasión, ella nota la mirada de Sagraria que esta vez trató fallidamente de librar su mano derecha. Gigna la mira y comienza a rozar su vulva contra la de ella agresivamente. Sagraria vuelve a caer en el transe.


    Una voz de lejos despierta nuevamente a Sagraria, esta vez Gigna llamando su nombre, ella está arriba de ella de nariz a nariz, ella siente sus dedos en su vulva,que ahora aceleran ya que a despertado, Sagraria aprieta su boca y logra escupirle la cara de Gigna. Gigna se detiene y la mira, ella le abre su boca forzada mente y le escupen dentro de la boca, Sagraria trata de escupir, pero Gigna le tiene la boca tapada con su mano. Gigna prosigue con masturbar a Sagraria, mientras que Sagraria trata de gritar para armar un escándalo, pero la mano de Gigna no le permite.


    Una hora después, Gigna sale del cuarto y se sienta en el suelo con Socrates que estaba dormido. Una bata de seda trasparente de color blanca, le cubre su cuerpo completamente sudado, su pelo mojado por el sudor, y su cara ahora limpia como si se mojara su cara. Ella se sienta en el piso, y recuesta su cabeza contra la pared, mirando el techo.


    Socrates

    "Te noto muy relajada."


    Gigna

    "Las apariencias engañan gordo."


    Socrates la mira de arriba abajo, y él vuelve a mirar a otro lado.


    Gigna

    "Cesari?


    Socrates

    "La despaché a su cuarto."


    Gigna

    "De qué hablaron?"


    Socrates

    "Nada de qué hablar, desde que salió, le dije que se vaya."


    Gigna

    "Debiste dejar que se quedara, todas están sin nada que hacer, ya que mi hermana no está presente. Nora debe de estar desesperada."


    Socrates

    "No creo que Cesari tenga el estómago para lo presenciado."


    Gigna se queda pensando, como si una idea se le hubiera ocurrido.


    Gigna

    "Pues, es preciso ayudarla gordo, de ahora en adelante, ella será mi dama real. Además, viene recomendada y de buena familia."


    Gigna y Socrates sonríen sin mirarse uno al otro, como entendiéndose ellos mismos.
     
    #30

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