Mi reino, en peligro.

A decir verdad, otrora
era un chico valiente,
del híper-espacio.
De lo más prudente,
incapaz de hincarle el diente
a un plato de granos de maíz,
y de guisantes.
No se comía las palomitas de maíz,
a puñados. Sino que iba,
rigurosamente, seleccionando
cada roseta; pues así es:
Piedra Rosetta.





Y entiende que la digestión
es sagrada. En cambio, al verme
aparecer por el escenario,
se contuvo, antes de salir a la palestra,
para darme un beso de buenas tardes.
Fue a la postre, en un patio
del centro cívico, donde asedióme,
promocionando varios peones,
en mi flanco trasero, que se harían
reina, caballo, torre, ¡ Alfil !
Y jaque mate.





Post-data: " Nommo, majo,
con tus gestos y miradas,
y por el tono de la voz,
eres majestuoso, pero ya,
deja pasar el agua
que no has de beber. "





Nommo, majo, moraleja...
Aquí está tu plato de lentejas.
Mas no me vendas tu primogenitura.
Si soy Jacob, tú un Esaú,
no sólo cazador, sino además,
practica la agricultura.


¿ Qué dices, pues ?


(***) ¿ Tienen chorizo y morcilla ?
¡ Qué maravilla ! (***)

 

Lo mejor de una pesada digestión es la continuación.
Una sagrada siesta.
En compañía,
siempre que Nommo quiera.
Aunque por tus tierras y ése pegajoso "caló" no es nada sano siestear acompañado.
Bueno,
Se puede dar un poco al "tontico",
el horrible aire acondicionado.
Responsable de tantos catarros mal curados.
¿Nos comemos un helado?

 

¿ Te ha gustado todo este homenaje al teatro de improvisación ?
En Barcelona, acudí a una obra de Poesía declamada, micrófono en mano.
Y se acompañaban de piezas musicales, de tipo tranquilizante y electrónico.
Me llamó mucho la atención, una californiana que desprendía halo de reina.
Y es, a la sazón, entre china y europea. Ya sabes: Fruto de la olla a presión, o eclecticismo norteamericano.
The Melting Pot.
Puesto que todos estamos fundidos, en este Momento.
Y en esa fusión, podemos dar cabida al Gozo, entendido como alguien que, aun siendo distinto, nos agrada.





¿ Por qué nos agrada ? El chino, a la negra; el payo, a la gitana; el judío, a la rusa; la baskona y el visigodo, etc.
Porque la unión hace la fuerza. De modo que una pura raza aria, es síntoma de empobrecimiento paulatino.
Ya que la endogamia genera monstruos.