Mi secreto.

Puedo resumir en una palabra el por qué un cigarrillo alivia mi malestar:

Escape

Escapar del mundo.

Volcarme a un mundo propio.

Ese mundo en el cual puedo ser yo.

Este mi mundo en el cual puedo contarte que es lo que siento y pienso.

Es liberador mostrarme tal cual soy, sin reproche, sin habladuría, sin dar explicaciones.

En este mi espacio, puedo contar, que me quemo, me quemo por esa mirada.

En esta penumbra nocturna, que solo destaca la lumbre de este cigarro, puedo confesarme.

He tocado sus manos, en encuentros esporádicos, y deseo que sean parte de mi cuerpo, deseo que deslicen mi sentir.

He encontrado sus ojos, esos ojos que me hacen tener más dudas que respuestas, esos ojos que busco entre las miradas, que anhelo que me vean, como los mis ojos lo hacen con usted.

Es un placer poder escuchar esa voz en los corredores, esa vos que hace que mi sentir se avive con frivolidad, esa voz que pronuncia mi nombre y mi cuerpo puede sentirlo.

Lo deseo, deseo tenerlo, deseo sentirlo, no puedo respirar en su sola presencia.

Me sacude un solo momento de intimidad a su lado.

Se que esto es algo superficial, pero es lo que hoy ofrezco, este es mi secreto.