Mi triste amor

I

Quisiera entender un corazón,
Un tanto tal vez yo no sé,
Quizás más complicado que el mío.

Quisiera entender un amor,
Mucho o tal vez más grande que el mío,

Paciente y esperanzado espero al viento,
Que un mensaje de tus labios llegue,
Que le de un beso a mi alma,
Y le de fuerzas de nuevo.

En una noche negra, donde la luna es roja,
Yo el de nuestra historia llora su tristeza,
Juego al “inocente” buscándole una causa a tu partida,
Tal vez como consuelo, tal vez no.

El corazón calla, escucha, despierta y golpea,
No perdona el haberte perdido,
La conciencia no es muda, pero es cruel,
No da cabida al olvido, me trae recuerdo,
Mas la causa se torna dudosa,
Si quiero por el tuyo retorno,
O quiere por el mío castigo.

Vagabundo camino entre la frontera,
De el mundo mío y el otro de quien no sé,
Y trato de caer a los lados como llamando a la muerte,
Cruel ella me levanta y me hace seguir,
Mas una súplica nace de mis labios:

“ven muerte y ábreme tus brazos,
Déjame dormir en tu eterno regazo,
Mitiga mi pena, quítame el castigo,
Y mi vida a cambio toma”
Pero la muerte es sorda y no escucha.

Una posible escapatoria, mis sueños,
Los busco como consuelo, dormir intento,
Y la conciencia a orden del corazón,
Trae nuestros recuerdos y me niega el sueño.

La noche oscura, el frío amedrenta,
Y entra a mi habitación envuelto en silencio,
Toca mis líneas, abre tus cartas,
Me muestra tus fotos, busca mi desvelo.

El alma se me parte,
Mi corazón, el frío, mi conciencia,
La muerte, el viento, mi destino,
Todos se oponen.

II

Un solitario silencio me absorbe,
El abandono de todo aquello que yo amaba,
Y la duda de un porque me envuelve.
¿Por qué? ¿Acaso yo los herí?

El orgullo blanco plateado,
Se torna pasión negra azabache,
El corazón que una vez amó,
Se encamina a su antiguo odio.

El amor complicado me sigue siendo,
Lo medito y en mi soberbia trato,
Lo que Dios no puede, “comprenderlo”

Tu recuerdo cada vez más pesado,
Como extraño el caer entre tus brazos,
Una sonrisa enamorada naciendo de tus labios,
El amor hecho un acto.

Una canción, la canción que una vez te dediqué,
Ahora la escucho con profunda nostalgia,
Anhelando por tu amor.

Dijo alguna vez un sabio:
“uno nunca sabe lo que tiene, hasta que lo pierde”
Tristemente para entenderlo,
Tuve que el acto cometerlo.​