Mi triste despedida

Hacía tiempo que no observaba tu cara,
había olvidado tu hermosa manera de mirar,
esa manera tuya de conocerme con solo ver a mis ojos,
que me muestran la tonta timi´déz de mi ser,
imposible de explicar, que pequeños detalles se escaparan,
de mi forma de amarte, es tan inexplicable, me hablan sin hablar,
tan obvios que no comprendo mi proceder contigo,
respiro de tu suspiros y tu aroma,
mas sin embargo, aún queda algo por aclarar,
un malentendido, los celos, la hipocrecía, no sé,
pero de mi, en las manos, yacen tibias lágrimas,
amargas mentiras, de labios que han besado tu silueta,
mistrando de mi la insulsa verdad del destino,
aquél que dice que es tiempo de decirnos adiós,
que la distancia fué más fuerte que nosotros,
existen horarios en las relaciones, y en ellos obscuridad,
sí, lejos de tí y de mí, por más que jure una amistad leal,
la luz, nuestra luz que iluminaba la ciudad entera,
se retira por razonez múltiples,
pero aún restan los días en los que, aunque cuando no esté a tu lado,
seas feliz, ames, necesites y rugues la estancia de aquella mujer,
que ya no seré yo nunca más, y así será en esta vida,
que nuestros caminos serán distintos,
te agradesco que hayas logrado descongelar este fr´´io corazón,
que esta es mi triste despedida, besando tus labios,
en un beso final, y abrazndote con todas mis fuerzas,
así como te amo, fianlmente decir adios con las miradas.

 

Me gusto mucho, como se sienten los latidos del alma que se rompe ...