Mi último trabajo

Mi último trabajo era una larga historia llena de suspiros
la oficina estaba llena de emociones por todas partes
y la impresora era de sueños, el escritorio de canciones
las paredes estaban pintadas de ilusiones
y la puerta era de madera de cartón
Ahí me las pasaba las largas horas deduciendo estadísticas
de nostalgia y melancolía en un programa de humo
y los tabacos los fumaba como pipas de manzana
Mi secretaria se llama Ana
y mi jefe era Dios
En mi último trabajo era importante que en el curriculum vitae
se haga constar una maestría en sensibilidad
un PHD de angustias, también era necesario manejar bien
una computadora con un sistema de amor lejano
y poseer una licencia de conducir tipo Pasión
tener por lo menos tres años de experiencia en sufrimiento
y saber redactar oficios en formato desconsuelo
La remuneración era mala pero valía la pena
ya que me alcanzaba el tiempo para escribir poemas
y malgastar la plata en un cabaret de nubes blancas
A las cinco y media ya estaba libre y me dedicaba a pasear
con mi perro invisible en la calle ningún lugar y avenida adiós.

 

Interesante Teo, grato pasar a leer. Mis humildes estrellas a esta obra y un cordial saludo.