Mi viejo risco

En las nubles blancas,

las palomas volando,

el mar rebosado por el viendo,

y al final todo el mundo va corriendo.


Solo es una tarde más,

del frio y maldito invierno,

Caminando por aquel viejo puerto,

recordando aquella vieja canción,

que representa lo que solía ser.


Un frio café,

aquel viejo cigarrillo,

Una mirada al infinito,

me recuerda lo que deje hace un tiempo atrás.


No sé qué hago en el vacío de mi memoria,

recordando aquellos momentos de gloria,

donde pensaba mi futuro como un jugo de póker,

y disfrutaba de mis pasiones como diversiones,

aquellos días de nostalgia,

de risas y cervezas,

cada vez que más atrás.


Hoy solo quiero caminar,

encontrar en aquellos pasos adolescentes,

la razón del vacío del ser,

que me ataca sin tener una razón,

o tal vez la razón más simple de todas.


Me he perdido en el camino que jure no hacer,

me convertí en lo que siempre detesté,

y hoy en busca de encontrarme a mí.


He camino por aquel risco que mil veces recorrí,

levantando mi mirado,

escuchando mil viejas rolas,

Fundado aquellos cigarrillos del viejo paquete,

que encontré en mi viejo jean.


En contra del viento que viene fuerte hacia a mí,

el pelo vuela tan fuerte que parece que quiere huir,

Mi ropa me da alas para poder combatir,

al frente de aquella tormenta marina,

grito sin parar,

por qué aquella tarde encontré lo que por un mes,

camine por aquel risco buscando.

 

Vas buscando ese vacío.
Esa ausencia.
Ese goce, de no pertenecer a una ciudad.
O de no pertenecer a un partido político.
Pero siempre vas a pertenecer, a la Poesía.
Porque la Poesía es Honor, Fe y Madre Naturaleza.