Mil demonios

Mil demonios torturan mi pluma,
en el oscuro cielo de su tinta.
Negra sangre que en blanco esfuma,
el alma santa de palabras extintas.

Mil pensamientos me vuelven esclavo,
en el aire que respiro...los barrotes.
Se rasgan las manos con las que excavo,
en el grito vivo del silencio y sus azotes.

Una ciega mirada se pierde en los inviernos,
frio polvo de pasado vomitan los espejos,
y me viste el temor del dolor eterno.

Mil demonios disputan mi pellejo,
mientras una llama de hielo,
me vuelve cada segundo más y más viejo.

 

Letras oscuras que a veces se apoderan de nuestra pluma,
pero que aún y con esos demonios imaginarios nos permite escribir un bello poema como este, encantada de leerle, saludos!!

 

Gracias muy generoso comentario

 

Gracias

 

Gracias de nuevo..!!