Mil Mundos.

Mil mundos la miraban
mientras temblaba
en los escalones dorados,
como un pájaro enloquecido,
un pájaro dotado
de inteligencia y alma.

La locura,
el éxtasis,
materializados momentáneamente
sobrepasando
el entendimiento humano.

Los escalones dorados
danzan ante mis ojos,
mientras ella baila
un arte inhumano,
después de la derrota,
después del desengaño,
después de mi reconstrucción.

El cuerpo era una mujer.
pero más que una mujer,
danzando un sueño
que ninguna imaginación
hubiera podido alcanzar.

La figura dorada
tiembla
se sacude,
en los escalones dorados,
a la luz dorada,
como un pájaro enloquecido
por algún dorado sol.
La música iba hacia ella,
hasta que mi suspiro de anhelo
de esperanza
y de tormento
atravesó el corazón de mil mundos.

El oro empalideció
hasta volverse blanco;
la mujer ahora es rosa-blanco,
esta erguida
serana y fatigada
en los inmensos escalones blancos.
La danza también la había abrumado a ella.

El baile es un fin en sí mismo.
Ahora tendré que vivir,
de algún modo,
hasta la próxima danza.

Mil mundos estalllan.

 

Buenas imágenes
has elaborado
de gran manera
en tu poema
un placer
que tengas un buen
año 2009

EDU

 

gracias, Edu.
Me gustaria un link a tu poemario.

Slds.

Aguijonmagico