¡Mira, mi nuevo enemigo!

Él cayo sobre mi tejado una noche muy borrosa
y no sabía que yo sabía que él no sabía lo que iba a padecer

Lo aplaque con soga y mordaza
guardando apariencia lo escondí bajo mi cama
pero cuando era preciso lo sometía
a negociaciones agresivas:
él me decía de donde venía y que quería
o se ganaría una nueva paliza hasta el amanecer
pero no importaba cuanto dolor yo le aplicaba
no parecía sentir una mierda que le doliera.

En cuanto yo siempre volvía a casa
él sabía que eran puños directo a su rostro
electricidad a través de su extraño cuerpo
lo enviaría a choques frontales contra las paredes
su sangre fluorecente no me haría cambiar de parecer,
ya veríamos quien se cansaría en esta jodida guerra
en la que podría llegar a utilizar bombas atómicas
conste que con una reclamación le había advertido
¿pero en qué rayos él estaba pensando?

Un día intente hacer paces con el desgraciado
preparé una taza de café y le hablé sin enfurecerme,
el infeliz me habló en un idioma que no pude entender
eso si me hizo molestar porque soy en idiomas un ilustrado,
más a mi pesar rechazó mi buen café Fama de América
ya estaba fuera de mis casillas y lo volvería añicos
mis manos estaban resplandeciendo de ira
y sus ojos resplandecían de una loca fraternidad.

Lo encadené a mi moto de motocross
para arrastrarlo a toda velocidad por la autopista
ese infeliz conocería el final aquella noche
mejor que supiera nadar porque dormiría con los peces
lo amordace por última vez y lo iba a arrojar de un puente
antes le dictaría su sentencia y que admitiera que me hizo enojar
¿saben lo que me dijo entonces?
-está bien que le temas a lo que no conoces,
pero yo sólo pasaba por la Tierra por agua potable-

El extraterrestre de mi tejado se gano su libertad
¿o fui yo quien dejó de poner cadenas?
una vez intento hablarme cordialmente
pero yo rabioso no quise escuchar su replica
había tratado de exterminar a otra forma de vida
acostumbrado de esa escena por mis semejantes
en el fondo lo que me debería hacer humano
no es esa infinita naturaleza destructiva
más bien ciertas ansias de ser comprensivo
¿pero en qué rayos yo estaba pensando?
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un enemigo latente
la conciencia siempre es una evidente
abrazos a la distancia
Denn