Miradas

Miradas

Quisiera domar los caballos de la locura,
que dirigen mi destino sin rumbo fijo,
que me apartan de senderos que recorrer,
de los que absorber todo el jugo y la pasión.

Donde hallar la vaina de mi espada,
esa mujer que sea todo lo que necesito,
y yo sea todo lo que ella necesita,
esa simbiosis perfecta de amor,
pasión, lujuria, calma y tranquilidad…

Poder estar mirándonos sin decir nada,
porque la voz es un estruendo,
cuando las miradas dicen tantas cosas,
que las palabras pierden su significado.

Esa unión tan perfecta en la armonía,
que dos personas son solo una,
que dos pensamientos son el mismo,
y que un gesto vale para saberlo todo,
sin tener que decir nada más.