Miré el recibo de la cuenta mía

Miré el recibo de la cuenta mía,
impreso raudo en mi local cajero;
y comencé a bramar cual sonajero
enloquecido en singular porfía.

Salíme a la calzada, y por la vía
logré esquivar un taxi; algún madero
reprendióme. Corrido y sin dinero,
me encaminé a un garito que me fía.

Con jarra de cerveza, reflexivo,
abrumado por números tan rojos,
pensé en mi situación desesperada.

Sentíme, entonces, más muerto que vivo,
y no hallé amigo en quien poner los ojos
que pagara el alquiler de mi morada.

 

Parece el guión de una película de cine.
¿ Qué pasó después ? ¿ Hubo remedio al despilfarro ?
¿ O un jarro de agua fría ? ¿ Acabó pidiendo limosna, como otros muchos mendigos ?
¿ Emigró de Venezuela a Brasil, para ser recibido con vítores y aplausos ?


O prefirió seguir la senda de Nicolás Maduro, hasta Turquía...


¿ Puede existir alianza entre el Nuevo Mundo, y Bizancio ?
¿ Puede el imperio bizantino, fabricar de nuevo, iconos y mosaicos ?
¿ Es el Puzzle o rompecabezas, bello cual vidriera en catedral románica ?
¿ Son los muchos colores, no sólo propios de las banderas,





sino también, de la piel de las tribus humanas ?


¿ Hay en la diversidad, algún resquicio ?
¿ Constituye esa común unión, un corazón inexpugnable ?
¿ Por qué se muestra impenetrable, la muchedumbre de Chicago ?
¿ Cómo es posible que el equipo de baloncesto de Seattle,


se apode Supersonics ?

 

Hola, me acaban de leer la cartilla, así que PROMETO enmendarme a partir de mi próxima intervención.



(emamáll)

 

Bienvenido al portal poeta. Así suele suceder cuando uno se excede con los gastos. Un gusto leerle.

 

Este me salió bastante bien, tienes que rconocerlo.