Mis piernas que no

Otra vez respirando el alcohol por la música
y vueltas, y vueltas... y vueltas
mudas
en medio de un juego de seducción que mis piernas
de montaña
no quieren
no pueden
no entienden
no muerden
no no
y no tampoco,
no transigen en.

Otra vez comiendo trocitos de ensalada fría
en medio de una nada hueca
como la ¿qué...?
Otra vez yo.

Los oídos heridos y los ojos
al rojo
carbones de la risa,
del sexo colgados de los árboles,
de mañana la mañana
...y
otra vez la nada.

Que tu noche tenga el ESO que la mía no, mujer.

Noche de sábado, sábado, sábado, sábado... y febrero. 2018. César El Loco. ​

 

Pues debe haber otras partes de su cuerpo, y sobre todo de su espíritu que puedan complacer al amor.
No resignarse es signo de la mayor potencia
Ánimo POETA
Mis abrabesos con humor, para que sonría y se levante y siga.
Igual me gusta cómo escribió.

 

La escena pertenece a una extraordinaria película. Gracias por enviarla. Respecto al amor, él sabrá, jajaja... yo no. ¿Sabe? Siempre he admirado a la gente que baila; yo toco y canto, pero nunca se me dio bailar (debo ser el único venezolano que no sabe hacerlo, y eso es casi trágico en este país de gente salsera, alegre y bonchona). Supongo que no puede tenerse todo en esta vida. Y sí, tocar, cantar, caminar, hacer, vivir, me han dado mis satisfacciones también. Cualquier día de estos me pongo a contarlas en poemas. Gracias a usted -también- por hacerme recordar que me queda esa tarea pendiente.

Beso su mano.

 

A veces se piede entre noches que no terminan, continúan sin cesar. Unas condenadas noches eternas que pican en el cuello, en la pared externa del estómago, o en la piel del hígado. Lugares inalcanzables. Y cuando uno extiende la mano: la nada amanecida. Y ya.

Le saludo agradecido, compañero, por venir a visitarme. Después de todo, la nada no es tan "nada" como a veces parece.

 

Bella melancolía para un quiero y no puedo expresado con maestría en tus certeros versos amigo César. Abrazote vuela. Paco.

 

a veces perdemos fuerzas en algo, y cuesta recuperarnos, grato leerte compañero

 

Era eso, exactamente eso. Un quiero y no puedo. Gracias por ayudarme a aclararlo completamente, Paco. Oye, un abrazo fuerte, mi pana, desde este rincón del mundo.

 

A veces tenemos debilidades insospechadas. caemos en lugares donde esas debilidades se magnifican, haciendo inútiles nuestras fortalezas. A veces, como estúpidos, nos metemos en esos lugares por nuestro propio pie dizque a disfrutar, y terminamos con las tablas en la cabeza. Sí, tal como lo dices, luego cuesta recuperarnos. A veces abandonamos nuestras fortalezas y por eso, hasta sin querer, resultamos pisoteados. En fin, a veces somos como todo el mundo, pero con corazón sensible... ¿O débil? No sé.

Gracias por venir a visitarme, compañera.

 

Gracias a usted, mi amigo, por su nueva visita. Un abrazo.