Misiones

A Álvaro Del Prado
que deja señales debajo de las piedras
para que ella las encuentre...





Inclinate en las iglesias
Como
Cayendo
Como cantando
Un esfuerzo para arriba
Y reza
Para que un Dios oficie tu misa
En su casulla
Y recuerda ahí
Que así también he caído por ti
Como cantando
Un esfuerzo para arriba
En las iglesias
De la noche-dios
Y he rezado
Para que mi sueño te afiebre
Los ojos
Y me mires como una ola que se forma
Ruidosa
Ante el suspiro del silencio
Que se desplaza solemne
a tus pies sin fronteras.
Anuda tus manos
Y pídele a Dios
Una puerta
Que invite a todo tu amor
A salir volando
Hacia el amparo de una palabra
Que selle el alma.

Y recuerda ahí
Que yo he ensangrentado mis manos
Para bañar mi sueño en tu rostro nacarado.
Luego
Levántate
Sal de la iglesia
Como de un baño en el mar
Y respira satisfecha
Y recuerda ahí
Que yo también
Me he bañado en tu sombra
Y he salido
A tu encuentro...

 

Gracias marquelo por el talento que regalas, hermoso es disfrutar de tus genialidades.
Fuerte abrazo.

 

Gracias Ramiro, eres excesivamente amable. Un fuerte abrazo.

 

Bien Marquelo para el amigo fingal. Creo que así es. Muy bueno. Un abrazo.

 

Me has pillado en un día muy ajetreado. Esto tengo que leerlo muy despacio, muy despacio y meditando sobre cada línea. De momento lo que sí puedo decir es que me ha emocionado la dedicatoria.

Muchas gracias, Antonio.

Un abrazo,

Álvaro

 

Es inevitable que lea el poema dirigido a ella, como si cumplieras en parte aquello que escribí una vez:

Yo habría buscado a los artesanos
y a los espíritus de los antiguos poetas.
Y mi sentimiento habría guiado sus manos
y habría conmovido sus corazones.
Y habrían reconocido sus almas en la mía
y en ti la razón de sus vidas.
Y habrían hecho míos sus secretos,
solo por ti.

Me gusta cuando el verso fluye a la realidad sin hacerse completamente añicos.

Tomas una alegoría religiosa, la misma que he utilizado varias veces para renegar del sentimiento, y la tratas con una sensibilidad y delicadeza que hacen creer en el concepto de alzarse de rodillas; concepto que racionalmente debo rechazar, pero al que emocionalmente me rindo.

Hay una lección más en este escrito, que responde a la duda que planteaba en tu tema de ternura y redención. Claro que puede ser algo valioso el sentimiento si consigue alcanzar al menos una bella expresión poética. Aquí se traza un primer umbral del horizonte al que trataré de acercarme. Ya veremos hasta dónde alcanzo el camino.

 

Preciosa excelencia de maravillosas letras divinas.