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morir es como andar por las nubes

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por jose villa, 22 de Septiembre de 2011. Respuestas: 0 | Visitas: 441

  1. jose villa

    jose villa Poeta que considera el portal su segunda casa

    Se incorporó:
    2 de Julio de 2008
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    creía en la inalterable regularidad de la pauta con
    que las oscuras fuerzas del cosmos determinaban
    que siguiera abriendo los ojos cada mañana aun
    sin mediar una decisión conciente de su parte y la
    incipiente sombra de vello en sus mejillas volviera
    a brotar obedeciendo el mismo imperturbable
    impulso de siempre y la inquietud en sus intestinos
    acuciarle de nuevo a evacuar un poco antes de
    las 8 am. y esa familiar mancha de óxido en el
    borde del espejo extenderse una raya más cada
    dos o tres días...

    y creía que las primeras causas apostadas muy
    al fondo de la interminable multiplicidad de las
    apariencias eran en todos los casos las mismas
    dos o tres que ya estaban ahí desde el principio
    y que forjaban tanto la esencia de las tinieblas
    como la divergente estructura de cada copo de
    nieve y el instinto de las cucarachas o los giros
    de cada electrón y cada planeta y que aun
    trasladándose al otro lado de las estrellas las
    cosas y el correr de los días estarían afianzados
    sobre una sólida base de principios elementales
    recurrentes en cualquiera de los ámbitos donde
    penetraran los tentáculos de la realidad...

    hasta que aquella mañana contempló en el
    espejo el pequeño árbol que había surgido en
    la punta de su nariz y aquel violonchelo que
    sobresalía a medias de su oreja izquierda y
    aun antes de salir del shock comenzó a flotar
    sobre el piso del cuarto de baño desplazándose
    despacio en dirección a la puerta que daba al
    patio para una vez allí seguir elevándose hasta
    sobrepasar la altura del muro del jardín y a
    medida que la grácil corriente de aire líquido
    color magenta que circulaba allá arriba le
    empujaba a avanzar por encima de los tejados
    del pueblo y él se iba volviendo gradualmente
    un chorro de espuma dorada que se diseminaba
    por la atmósfera su alma por fin empezó a
    llenarse de esa profunda sensación de haber
    alcanzado lo inconcebible y lo que no tenía
    razón de ser y la paz infinita de saber que no
    se es ya nada...
     
    #1

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