Mortis

Mortis

Que sea tu daga
la que se entierre en mi pecho
Que sea tu daga
la que interrumpa mi corazón

Que sean tus brazos
el último ardiente lecho
Que sean tus brazos
testigos de la merma de mi razón

Que sea tu piel
de mi sangre la última tibia cuna
Que sea tu piel
de mi sangre su final morada

Que sea tu mirada
mi último aullido mi última luna
Que sea tu mirada
la que deje mi boca silenciada

Que sean tus manos
las que desentierren mi corazón
Que sean tus manos
las que me hagan alimento de tu boca

Que sean tus labios
los que confinen mi alma en tu corazón
Que sean tus labios
los que hagan mi lápida de la roca

Que tu sombra
abrigue mi alma
Que tu sombra
la guíe entre tinieblas

 

Felicidades, me alegra saber que mientras unos se van (nos vamos) otros llegan y plagan de buenas lineas el portal...Besis desde méxico.

 

Qué hermoso es cuando se acepta la muerte, como un pacífico sacrificio de la carne...

Excelente poema. Saludos,