Muchos.

Muchos otros se anestesiaron,
tomaron mucho opio,
y vivieron dormidos.
Otros tantos despertaron,
y al ver lo ocurrido,
volvieron a dormirse.
Otros muchos vivieron con somnolencia,
creyendo en el Dios del amor.
Otros tantos, se inyectaron morfina,
a fin de parar tan maldita hemorragia.
Muchos robaron manzanas,
unos pocos más, también naranjas.
Otros hubo que se asfixiaron,
en un cuarto mal ventilado.
También hubo quien andó de espaldas,
para ver quienes eran los que le mataban.
Otros tantos fueron blanco,
de flechas envenenadas,
nunca se supo quien las disparó.
Muchos aún,
creyeron vivir en Ítaca,
y Ulises no llegaba.

Muchos vieron el paraíso,
que ellos querían ver.
Y ese paraíso consistía,
en que tenían grandes riquezas,
y mataban a los pobres.

Otros igualmente soñaron,
con un mundo dual,
un mundo blanco para ellos,
y negro para los demás.

 

Estremecedores tus versos...un gusto leerte...
Te abrazo con todo mi cariño...

 

Gracias por comentar.