Muero cada día

Muero todas las mañanas,
poco a poco,
abrazando a mis sentimientos despreciados;
la noche se vuelve larga;
la ausencia se prolonga al instante de un suspiro.

El día se deprime volviendose fugaz;
las horas chocan con mis lágrimas que se hacen inútiles,
me ahogo en el llanto que se petrifica a un lado de mis gemidos,
camino sin el rumbo de los sueños,
que se quedan en mi almohada.

Muero todos los días,
lentamente, morbosamente;
intento arrancarme el alma para tirarla al olvido;
el corazón lo quiero enterrar en el fondo de la nada,
que se petrifique para que el amor muera sin conciencia...

sin recuerdos de ti...​

 

Letras con sentimiento fuertes y encontrados, describen de manera clara el vivir desgarrador de huellas del amor.

Un gusto pasar por tu poesía poeta, estrellas y un saludo atento.

Pablomar