Muerte y vida

La muerte
tan ruda,
tan muda,
tan fuerte,

solerte,
ceñuda
y aguda
por suerte.

La vida
tan débil
y flaca,

tan flébil,
sufrida
y opaca.​

 

¡Espléndido! ¡Bravo! ¡Y tres hurras por mí! Que esta ha de ser una de las más descomunales piezas literarias engendradas por mi ingenio. Versos trisilábicos (para qué derrochar palabras en una coyuntura tan preocupante como la que vivimos, me dije, y más teniendo en cuenta que estas son más valiosas que el dinero), perfecta consonancia, vocabulario exquisito y una facilidad tal en la expresión de los conceptos que hasta me resultan superfluos los verbos.
Siento a Lope de Vega envidiando mi nombre más que el de Cervantes, y allá, en los intestinos de la tierra, al altisonante Espronceda poseído por la furia de mil demonios al no haber sido capaz en vida de escribir obra de calibre tal. A no dudarlo (y quien conmigo no coincida loco ha de ser llamado), la dicha obra, que aquí y ahora presento para deleite de los sentidos y beneficio de la humanidad, me eleva por encima de la cumbre del monte Parnaso y me consagra como un genuino maestro en el arte de la poética. He tocado techo, como suele decirse. No puedo aspirar a más. Por tanto, y antes de caer de manera inevitable en la mediocridad y el adocenamiento, cuelgo las botas, digo la pluma, sabedor de que mis letras disfrutan de un lugar preeminente en los archivos de la historia.
¡Repítanse los hurras!

 

Espero que no cuelgues la pluma, sería una pena...vaya rachita jo. Te envío, no tres, mil quinientos hurras.

Hurraa!! x 1.500 :::sonreir1:::

 

Buenos trisílabos Littera.

Con mucho ingenio.

Gracias por compartirlos.

Saludos.