muerte y ya

Me han arrebatado una vez mas parte de mi vida, como un soplo majestuoso que atraviesa por las llanuras, de esa manera, se a esfumado parte de mi memoria.
Brindo por ti amiga mía, uno y otro trago, como en los viejos tiempos, ahora te encuentras por debajo de la tierra, inmóvil tan parecida a la mierda, apestosa y descompuesta. Me das asco, y me asquea tu débil movimiento, tu leve soplo de granulados pellejos, te odio maldito cuerpo inerte, maldita y porosa materia es todo lo que queda de tu inigualable presencia. Sentado me encuentro a un lado de tu féretro siniestro, como un perro aguardando la llegada de su dueño, sin nada mas en la mente que la llegada de el mismo. Me dejaste, maldita egoísta, no pensaste en la falta que me haces, tus vanas palabras, tus gratos mensajes, todo es basura ahora, por que no sabré nada mas de ti, y nadie sabrá nada mas de mi, todo lo que algún día nos contamos, ahí se quedara y nadie mas tendrá el derecho de contarlo, no de tus palabras, quien sabe de las mías. Ahí esta la fe, ahí esta ese Benedicto que todos presumimos, ahí esta su justicia divina, esa justicia predilecta por los pobres y añorada por los ricos, y donde quedan los intelectuales? me pregunto a diario. Acaso ¿ Su destino es tan parecido al tuyo amiga mía? Enterrados en los recuerdos, de quienes los condenan, de quienes los añoran, de quienes los aman, de quienes.... que mas da, no existes mas, valió la pena tan enorme sacrificio, valió la pena dejar este mundo , he de decirte; sin temor a equivocarme, que no lo valió, por que de ser algo, pasaste a ser nada. Solo mierda amiga mía solo mierda.

Y tan escrupuloso recuerdo, me obliga a soltar diariamente una lagrima y solo una, por cada momento que pase a tu lado, por cada tormento, por cada alegría, por cada aventura, por cada... ah! Son tantos recuerdos, que las gotas dejan de ser gotas y se transforman en torrenciales vertientes de agua cristalina, absórbeme maldito sentimiento, hazme presa una vez mas de este agobio incesante, para que algún día preste valor a tales decisiones y vuelva a estar junto a mi amiga, aunque sea acostado debajo de un féretro siniestro.