Mujer de ébano

Mujer negra, cual ébano azabache
del que robas color para tu piel
y adornas con tus ojos color miel
y esa dulce mirada de guirlache.

Figura escultural bien modelada
por el genial cincel del artesano,
el que todo el amor puso en su mano
para dejarnos su obra más preciada.

Si las almas reflejan la hermosura
que atesora su bello continente,
tu exquisita bondad nos asegura

y acompaña la exótica dulzura
que en bastantes mujeres es patente,
y que excelsos placeres nos augura.​

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Precioso soneto, este que de manera tan soberbia dedicas a la sin par belleza de la mujer de ébano.
Mi aplauso y modesto reconocimiento a tu talento, Alberto.
Un abrazo.

 

Bellas letras nos dejas en estas letras amigo Alberto
donde esa dedicatoria a la mujer de ébano nos deja
tu inspiración hecha poesía. Ha sido un placer poder
pasar a leerte. Besos y un abrazo. Tere

 

Estimado Alberto: Te sales con este precioso soneto. Me lo copio y me lo llevo a mis archivos, con tu permiso claro está.
Recibe mi admiración , envidia y estrellas por tan hermoso poema
Un a brazo, poeta

 

Muchas gracias, maestro, a fuerza de tratar con vosotros voy a terminar aprendiendo.
Un abrazo

 

Bello poema, Alberto. Hoy nos compartes toda la belleza que late en la mujer, no solo desde lo físico sino también en lo interno. Me gusta mucho que exaltes la bondad y la dulzura como atributos que la elevan espiritualmente, pues como expresas, esos son los valores que realmente aseguran la vivencia del placer y el amor en su plenitud.

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Muy rica querido amigo
la semblanza que haces de esa mujer de ébano
que te ambruja con tu cuerpo que parece mecerse como un barco en el mar,
un abrazo.