Mujer... Dios te bendiga

Tú me enseñaste a besar
le diste razón a mi vida
siempre que voy a rezar
pido que Dios te bendiga.

Tú eres como la sal
sazonas mi comida
te hallé en un rosal
rebozando alegría.

Yo nunca te he de olvidar
alguien como tú no se olvida
fuiste mi única razón de amar
tú fuiste lo mejor de mi vida.

Mojaste a mi piel de sudor
cuando llegó la vendimia
es la humedad del amor
cuando yo te hice mía.

Tu pecho me resguardó
y yo aprehendí a tu sonrisa
para guardarla en mi buró
y así ser feliz cada día.

Recuerdo que bebí vino
en tu cuerpo como copa
y probé el néctar divino
que abunda en tu boca.

Despacio cae la noche
el sol ya se fue a dormir
el amor tuvo tu nombre
cuando llegaste para mí.

Ahora ya estás en el cielo
una estrella tiene tu imagen
sentado con nuestros pequeños
les hablo del más bello ángel.

Ellos te adoran mi vida
saben que tú los cuidas
bendices nuestros días
mujer… Dios te bendiga
te amaremos toda la vida.

 

Un hermoso poema de amor lleno de sensibilidad y sentimiento que logra tocar las fibras más intimas del corazón. Estoy segura de que su espíritu siempre estará a su lado cuidándolos. Le envío un abrazo gigante uniendo distancias.

 

Hermoso y dulce poema, homenaje que se gesta en lo íntimo del dolor
para celebrar un amor eterno. Gusto leerte. Recibe un beso cariñoso
que se apriete en tus mejillas.