Mujeres alegres (Soneto)

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Están por calles lúgubres o esquinas,
llevan perfumes y sensuales trajes
muestran al mundo solo maquillajes
ofrecen rosas pero dan espinas.​

Son bellas, frágiles y clandestinas
muchas de ellas soportan los ultrajes,
tal labor no conoce de linajes
pueden caer crüeles y divinas.​

Pueden ser viudas, madres o solteras,
y muchos las escupen, las ofenden...
y muchos las sentencian y denigran.​

Con lágrimas a aquel dolor emigran,
y se hunden en las frívolas quimeras;
sin salida... al mejor postor se venden.​

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¡ Has mejorado, Abraham-Emilio ! Me alegro por tu gran paso adelante.





Respeto, en tanto en cuánto, encuentres tu salvación, en algún oficio que te agrade.
O en alguna afición, que te guste a ti; no a tu primo, o a tu padre.


No tienes por qué preferir los gustos de tus seres queridos.





Efectivamente.
Hay momentos de separación, entre unos y otros.
Momentos de despedida.
Momentos en los cuáles, partimos.


Y marchamos. Peregrinamos, por nuestro propio pie.

 

Fue un eufemismo más que nada...

saludos

 

Solo ellas saben porque se dedican a eso y quizás sufren. Es un tema complicado. Excelente poema. Saludos cordiales.

 

Muy buen soneto, Abrahám, sobre esas mujeres que se prostituyen ya sea por gusto o por necesidad. Saludos

 

no sé si he mejorado o estoy peor, lo único que sé es que no dejo de escribir...

saludos

 

De muy fina factura este soneto que disfruto,
gracias por compartirlo. Besitos apretados en
tus mejillas.