MUÑECA DE TRAPO

Muñeca de trapo,
Fea y descolorida,
En el desván de la casa
Donde has pasado tu vida,
Ves que nadie se fija
En tu cuerpo mutilado
Aunque tu corazón
No se ha parado
Y ansía el tacto
De aquélla que te ha olvidado.

¡ Cuántas veces te abrazó,
Cuántas cosas te contó,
Antes de dormir
En su cama tan mullida,
Deseando ver el sol
Para pasarlo en tu compañía!.

Ahora todo acabó
Porque eres vieja
Y no luces bonita.
Un ojo ya no tienes,
Tu brazo está desgarrado,
Tus tripas de serrín fuera
Y ya nadie te acoge,
Tiernamente, en su regazo.

Pero tú aun eres la misma.
Aunque tu cuerpo sea despojo
Aun sientes ese calor,
Esa necesidad de querer
Y ser querida.

Porque lo que no cambia
Dura hasta que la eternidad caiga,
Conllevando en sí el dolor
De lo que fue
Y en lo que se convirtió,
Conservando en su interior
Sentimiento de desolación
Cuya herida
Ni el paso del tiempo cierra,
Ni el paso del tiempo alivia.