Muriendo poco a poco.

Ya se me va a morir este soneto.
Está fluyendo rápido hacia el foso.
Se va como voy yo, mas es discreto.
Se hunde sin aspavientos, silencioso.

La muerte me confunde con su reto.
Es una imposición y es doloroso.
Una condena que no admite veto.
Aceptaré el destino, es doloroso.

Degustaré los días que me quedan
cual las últimas gotas, vino rojo.
Sacaré la alegría poco a poco.

Y ya cuando ningún día me cedan
cerraré de uno en uno ojo por ojo
y alargaré el instante sin sofoco.​

 

Bueno, por lo menos haré que el soneto tarde un rato más en llegar al foso...

El verso 7 no es endecasílabo, lo que te da una oportunidad de remendar su redacción: eso de «y es sin un veto» me parece retorcido... Quizás « una condena que no admite veto»?

abrazo
Jorge

 

Hola!

Tal vez:

"Es como una condena sin el veto"

Un gran saludo.

 

Jorge, muchas gracias, quedó mucho mejor. Un abrazo.

 

Gracias, Tommy, he corregido con la sugerencia de Jorge, pero la tuya iba también muy bien. Un abrazo.

 

Isabel, querida poeta, es un privilegio encontrarte comentando mi soneto, muchas gracias. Un abrazo.