música tu

“MÚSICA, TU”
I

La sinfonía unísona de tu cintura
bailo, recorro, suplico, exijo,
que tonos tan embellecidos guarda tu tacto,
que silencios mas prolongados.

El ritmo de tus caderas batidas en octavos,
trópico, alegría, aguas saladas, séptimas,
qué composiciones extraordinarias guarda tu pasión,
qué tranquilizantes resultan tus métodos de comprensión.

La mejor canción interpretada por tus ojos es la que lleva mi nombre jadeante,
la que me cantas con tus delgadas manos que me hipnotiza sin remedio,
estoy en trance por la melodía de tus senos,
de tu ir y venir extenso sin respeto al tiempo ni a las métricas.

II

Nunca mejores sinfonías han retumbado en la cima,
en el clímax tonos mas altos,
claros, mas seguros y firmes,
sonidos no descritos por voz ni razón humana,
imposibles, impronunciables,
música que raya en la locura de la relajación,
corazón en mil seiscientos sesenta y seis pedazos,
diseccionado en armonía demencial,
sangrante de amor y deseoso de sentir,
canta, pernocta y ayuna,
las voces de los ángeles imaginarios
entonando coros por demás bellos,
vomitando también cacofonías y jerigonzas
que enloquecen.


III

Mejores sinfonías naturales procesadas con las descargas eléctricas
que se pintan en el cielo,
árboles que arden incendiados por las amorosas lluvias violentas de sadismo,
así, las gotas de aquel mar que se desborda desde las alturas entre nubes producen tonos también,
canciones hermosas que me recuerdan tu ausente presencia.

Estúpida brevedad la de un beso,
como estúpido es el temor a tu inocencia que me deleita hasta el trance,
perfecta también es la música de tu olor,
y de tu no tan rítmica voz que suele amarme a destiempo.