Muskiz llora

Soy un pedazo de tierra

ubicado junto al mar,

también cuento con mi sierra

pues Mello no hay que olvidar.


Mil senderos me recorren

por el bosque a pasear,

donde los pájaros moren

podrás oír su cantar.


También cuento con mis prados

muriendo sobre la mar,

estoicos acantilados

que harán tu alma vibrar.


Por columna vertebral

tengo al río Barbadún,

agua líquida en caudal

y riachuelos al tuntún.


Gentes buenas y lozanas

van poblando mis rincones,

pensé serían guardianas

de la tierra de vascones.


Pero me percato hoy

que quien manda es la avaricia,

muriendo poco a poco voy

a merced de la codicia.


Desde hace 50 años

mis tierras emponzoñáis,

por ganaros cuatro escaños

el veneno toleráis.


Esas altas chimeneas

pudren el aire a vuestros hijos,

a pesar de verborreas

que esconden mil acertijos.


Mis marismas deslumbrantes

mi cáncer son hoy en día,

oculto tras los farsantes

que buscan riqueza en jauría.


Y mi cáncer tiene nombre,

pues se llama Petronor,

espero aún quede algún hombre

al que no le falte honor,

que valor también le sobre

y mitigue mi dolor.