Naada cambia

No creo que tu belleza se marchite si
el paso de los años procuro que otra belleza borre lo mas triste
solo mas autentico quedo.
(Pablo Milanes)
​

Ampara a la rosa su linaje añejo,
su semilla cobra hojas secas,
el río agua es siempre
aunque ancho o angosto sea, turbulento o apacible.

Que importa si el tiempo clama su rigor isócrono,
ese que envejece amortajando el cuerpo huesudo,
que si la flor no es mas tierna ahora,
su tallo ya no mas débil, ya tronco,
que si son solo años y no mas.

Que si mis ojos evasivos se miran contrariados y sorprendidos
besando la lejana romanza,
que si no ha pasado nada a que temer, solo afrentas temporales
y pedestre madurez en un cuerpo de ágil muchacha ahora mujer.

Solo evasivas sin anquisolar lo mas profundo,
solo sus caderas son mas anchas y su cabello es
visiblemente mas recortado que ayer,
solo es mas alta hoy y de pisadas mas pesadas y profundas.

La joven campesina regadora de mi huerto y sus lindes,
aquella que al trigo se le parece y vence,
nada cambia ni ha cambiado sol semántica y una apostrofe,
un pequeño acento que da énfasis a su estadía de mujer ahora concisa.

Mi joven campesina ahora madura sembradora de cempasúchil es ,
sin resolución regresiva y sistemática,
sin mas excusa que el presente peliagudo,
mi joven no recrea vicisitud sino belleza altiva nada mas.

Mi ojo lazo de mi corazón desconoció preso del delirio de hace un año,
y ahora reconoce enjuiciado al actual delirio presidiario.
Lazo corazón delirio perdición
belleza sin rendición.

Un año, que increíble se puede tejer en ese lapso anacrónico,
como estoy de vivo estaré de muerto,
un año, como puede ser tan sencillamente bella, que increíble,
como estoy de vivo estaré de muerto ,
Un año, como puedo estar yo igual de censurado.
como estoy de vivo estaré de muerto.
La flor árbol que da fruto es,
no mas tallo frágil ni remota altura,
raigón formidable y bien cimentado al suelo,
reverdeciente en lo alto de la cumbre azul.

Mi joven campesina de ojos huraños tórridos
esta deslumbrante y fantástica sucedánea al sol recóndito,
sigue su luz diestra y siniestra al filo de mi delirio,
sigue siendo el marcapasos bombeador de mi pecho.

Actualizada soberana de mi país de fantasía,
nada desgaja su belleza ni derrumba su virtud
si algo nuevo con lo que ha llegado crea mejor y
formidable ramillete caudaloso de lindura actual.

Nada desase que yo sea luna marejada de cráteres,
ni vitupera que seas sol que prende como
focos navideños a otros oscuros cuerpos espaciales.

Actuales victimas de la edad moderna
y de mi silencio arrollador los dos victimas,
amalgama del mas profundo primer amor,
nada cambia ni se destruye solo se trasforma,
yo estupefacto
sólido.

 

Hermoso poema, un beso.Pato.

 

con muchos aires de melancolía, buen poema de amor (al recuerdo)...
abrazos.