Naci al terror

Y así en silencio sollozaba

Contemplando por vez ultima el alba

Retorciéndose con dolores ajenos

Sintiendo la noche que penetraba

Así me despedí del día con ojos eternos

Del amor, la ternura del calor y los sueños

Así fui arrancado de la eternidad

Sembrado en las entrañas de un ente ancestral

Puño en alto retando al cielo qué más da

Recibí adelantada mi sentencia ¡nacerás!

Arderas en mil delicias pasajeras

Del carmín gozaras del miedo de los gentiles

Inocencia devoraras coágulos dulces coágulos

Donde no latirás.

Y así empezó mi fría eternidad