Nací con suerte

Cuando era joven
Tan solo un adolescente iluso con grandes sueños
Acompañaba a papa a su trabajo
Y veía a todos esos viejos
Que tenían 40 años sentados sobre un escritorio

Me daba miedo
Temor
Pavor
Cuando papa, me decía con orgullo “hijo, algún día serás como ellos”.

En cambio a mis amigos
A mis compañeros de clases
Les pasaba algo similar pero a la vez completamente diferente

Ellos tenían miedo
Pero no de acabar como esos viejos malhumorados
Si no de la difícil posibilidad, de no llegar a ser como ellos.

Al tiempo cuando supe de sus vidas
supe lo afortunado que era.

Por primera vez, me percate que dios nunca me lanzo tanta mierda

Me despedían de todos los trabajos
Y era rara la vez que me contrataban

Creí que había nacido para perder
Todo parecía estar acordado para joderme.

Pensaba que me hacían un daño, pero ahora que me he encontrado con mis vieja amistades,
Comprendí
Que dios
Y los malditos
jefes de personal que tiraban mi expediente a la basura
Me habían hecho el mejor de los favores
Al no dejarme
Acabar como ellos.

 

Es un poema para reflexionar

Hasta pronto Mary Mura