Nada en esta vida dura

Nada en esta vida dura
Se acaban bienes y males
Y a todos nos hacen iguales
Una triste sepultura

Eres cual rosa galana
Reluces con tu belleza
Toda llena de altiveza
Con aires de soberana
Tus pétalos de finura
Se caigan y tu hermosura
Se destruya por completo
Ya que de nadie es secreto
Nada en esta vida dura

Eres reina entre las flores
Princesa entre las mariposas
La mas sublime y hermosa
Sobre estos alrededores
Pero todos estos favores
Que el sueño te dio a raudales
Son tan solo manantiales
Que emanan de tu virtud
Y pese a la juventud
Se acaban bienes y males

Todo caduca en la vida
A pesar de la altivez
A prueba de esto es la vejez
Un callejón sin salida
Por eso niña querida
Goza tus bienes vitales
Tus encantos virginales
No le des tanta importancia
Ya que la muerte es labranza
Y a todos nos hace iguales.

Tus ojos divinos son
Tus labios del bien sagrado
Tu cuerpo tan bien moldeado
Desborda cualquier pasión
Tus cabellos en unión
Complementan tu figura
Pero toda es hermosura
De la cual gozas ufana
Se va a perder en la cama
De una triste sepultura.

RICARDO DE LA CRUZ

 

Versos, cuanto menos, agradables.

 

A mi me han parecido tus décimas de una gran profundidad, al margen de los tecnicismos. Te felicito y aplaudo por este poema. Con mi saludo cordial, poeta.