Nada en que creer

No se imaginan lo que un par de segundos pueden hacer,
nos abren los ojos y nos invitan a ver,
lo que por alguna razón hemos estado evitando,
Y que sabemos es ese dolor del que estamos escapando,
pero que por cosas del destino nos atrapa,
nos sacude y se nos caen esos momentos que nos destapan,
nos dejan con el corazón desnudo y sin escudos,
con la mirada perdida y los labios mudos,
Y lo único que sabemos hacer es llorar,
por solo ocupar nuestra mente de tanto extrañar,
Y es así como yo conozco esta historia,
aparte de vivirla ha llegado a mis oídos,
he estado atenta para escuchar tantas palabras de olvido,
Y también para decir cosas que pensé se habían perdido,
pero que las he vuelto a encontrar,
estaban envueltas en mentiras que creyeron olvidar,
Y me doy cuenta en este momento,
cuando el pasado empieza a jugar con mis sentimientos,
y me saca un fantasma que recién estaba perdiendo color,
quise hablar con un gesto de saludo,
pero ni siquiera me quiso ver,
viro la cara como si no tuviera nada en que creer,
fue como si la herida se me hubiera vuelto a abrir,
los ojos se me llenaron de lágrimas que intente cubrir,
Y sigo sin entender sus acciones,
no sé si están secas o llenas de emociones,
todavía no entiendo lo que ese momento significo,
Y después de lo que sentí, tampoco quiero entenderlo,
tomare esa actitud como una despedida,
no me voy hacer problemas por la inmadurez de la vida,
que no tiene en que creer,
y por esa razón se tapa los ojos para no ver
lo que la realidad le puede enseñar,
que sigo siendo la persona de siempre,
que no he cambiado desde aquel diciembre,
pero entiendo que hay cosas que te pueden cegar,
y aunque yo no quiero volver a amar,
me sigue afectando porque he tardado en olvidar,
pero sé que eso no me va a impedir ver,
y peor aún no tener nada en que creer.