Nada es para siempre

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Camino en la calle con un paso incierto
la pena me invade me abruma el silencio.
Corre por mis venas un liquido amargo
en él nadan ciegas las letras de un tango.
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Un verso que quiere llegar a la gloria
pero ya no puede mi pluma está rota.
Me grita rabioso, dice que se muere
que ya tocó fondo, se quedó sin fuelle.
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Quiere seguir vivo, pero yo estoy muerta,
pobre verso amigo ¡qué solo te quedas!
Que ya a mi cabeza llegó el desatino,
todo me da vueltas ni sé porque vivo.
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Un ente maligno me rompió la pluma
y ya no distingo ni soles ni lunas.
En mí ya hizo mella la espiga del tiempo
sin pudor ni pena vació mis recuerdos.
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Maldito el Alzheimer, maldita esa mierda
que tan solo viene sembrando tristeza.
Borrando de golpe los sueños e historias
de las almas pobres que pilla y destroza.
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Maldito el Alzheimer, maldita esa mierda,
así la meriende quien la culpa tenga...​

 

Extraordinario poema... extraordinario el mensaje. Y, creo también, de que muchos de lo que hacemos poesía libre, aceptamos con humildad el jalón
de orejas. Cordialmente: