Nada más que diferentemente igual

Mira y contempla la creación de Gaia,
Observa sus ojos, igual a los míos,
Fíjate como te obsequia su risa,
No es más que un hombre, un humano igual que yo.

Alma igualmente diferente a la mía,
Diferencias iguales pero inversas,
Iguales como la tapa de un libro,
Pero escrito con diferentes colores.

No es diferente a mí, tampoco igual,
Yo amo la danza y el ama al que danza,
Yo admiro la poesía que nos brinda el sol,
El ama al sol, la luna y las estrellas.

Diferente a mí, pero no distinto,
Mustio amante soñador de su sexo,
Notable cantautor de su propio ser,
Donde agridulces secretos le siguen.

Duro y dulce fruto de cuesco frágil,
Campo labrado con su propia tierra,
Ronca voz sutil, frágil tonalidad,
Cielo diurno estrellado de secretos.

Santo grial, portador de un cruel recuerdo,
Despedido del trabajo de vivir
Callado en su opinión de querer amar,
Mirado en menos y archivado en raro.

Míralo que también es humano,
Es un sueño más que lucha por ser real,
Un narrador de historias de sonrisas,
Una roca con gusto y sabor a dulces.

Míralo que también te está mirando
Y mira por sobre su cruel desprecio.
Míralo y fíjate bien en su alma, no es
Nada más que diferentemente igual.

 

Es Gaia, como el café con leche, sin azúcar moreno, sin miel y sin aderezos. Un poco amargo.

 

Gaia ( madre naturaleza)